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2 - Gnostic Liberation Front

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El Hitlerismo Esotérico es un combate en todos los Universos del Demiurgo-Jehová. Sus iniciados se hallan<br />

absolutamente comprometidos aquí y más allá. Los héroes saben que podrán perder la vida en cualquier<br />

momento; pero ellos serán reconstruidos en el Walhalla por las Walkirias, por Wotan y por el Führer. Como los<br />

assassin, no les importa morir; es más, lo desean. Porque de nada sirve la vida si no es para sacrificarla por un<br />

Ideal, en esta lucha grandiosa, en esta Gran Guerra. El iniciado hitlerista es un Caballero Errante en busca de<br />

justas, como Parzival, como Gawan, para conquistar el Gral.<br />

¡Sí! Estamos en combate mortal con el Demiurgo, con el Señor de las Tinieblas y sus acólitos. Ellos saben que<br />

les vamos a vencer; porque, como Adolf Hitler lo dijera: "Si gano la guerra, habré dado un golpe mortal al judío. Si<br />

la pierdo, su triunfo será por un breve tiempo".<br />

Y así sucederá, porque ya ha comenzado el declinar de su triunfo; porque es en el día más largo, en el mediodía,<br />

cuando se anuncia la medianoche. Por eso, ese terror que hace temblar al judío, aún en la apoteosis de su triunfo<br />

y dominio del planeta.<br />

En el sincronismo de la Iniciación Hitleriana, cuando el Vira se ha mutado en Divya, se abre la Ventana de<br />

Venus, la Puerta giratoria del Sol Negro, del "Hueco Negro", en el centro de la Swastika Levógira y el Divya, o<br />

Siddha, desaparece para siempre de la vista de los mortales. Ha entrado en un Universo completamente<br />

opuesto, donde la Luz del Sol de Oro desaparece. Ha alcanzado la inexistencia del Rayo Verde. Ha derrotado al<br />

Enemigo, al Demiurgo-Asura-Jehová (sigamos usando estos nombres por un tiempo). Para los que aquí se<br />

quedan, para los Pasu, el suceso aparecerá como una derrota. Pero ha sido un triunfo. Se ha pasado a la región<br />

del Tulku, del que está allá y también puede retornar aquí. Del que volverá en un Caballo Blanco, en un Cisne,<br />

en un Vimana, a juzgar a los enemigos y a rescatar a los suyos, a su Legión de Héroes-Viras, que aún siguen<br />

combatiendo por El y por el Sí-Mismo, por el Selbst. Y cuando los que aquí aún estamos en esta Guerra Santa,<br />

que continúa, que tal vez no termine nunca, logremos pasar también por esa Puerta estrecha, nos<br />

encontraremos cara a cara con El. ¡Seremos él!<br />

He aquí el Hitlerismo Esotérico.<br />

/<br />

En la Iniciación tántrica de los Minnesánger, que hemos estado describiendo, con la ayuda ocasional de las<br />

vivencias del profesor Jung, la Ventana, la Puerta de salida y de entrada se encuentran guardadas por una<br />

Presencia tremenda, una fuerza sin rostro. Un Arquetipo. Es en lucha a muerte con él, con este Guardián del<br />

Umbral, con este Abominable Hombre de las Nieves, que se puede cruzar esa Puerta. Dejándonos poseer<br />

primero por un rayo, para que nos cruce de parte a parte, como a los "fulguradores", para que nos encienda, nos<br />

"constele", con su poder numinoso. Es una prueba peligrosísima, como la de los SS., que hacían estallar una<br />

granada sobre sus cascos. Únicamente la inmovilidad podría salvarles, su presencia y control de ánimo. La<br />

Voluntad absoluta: Cuddhabuddhisvabhava.<br />

El alquimista luchará con los mismos Arquetipos constelados en los metales de su Atanor. El iniciado de A-Mor,<br />

con la presencia cada vez más tajante del anima. También con otros Dioses y Demonios.<br />

Sin embargo, lo hemos ya dicho, éstas son formas ilusorias, productos de la Gran Maya creados por Wille zur<br />

Machí, la Voluntad de Poder, que detrás de estos Arquetipos se encuentra y que sólo cuando nos traspasan,<br />

cruzándonos como un rayo, adquieren forma e historia. Son nuestros mitos, nuestras leyendas. Y aunque<br />

ilusorias, meras creaciones nuestras, parecieran, de algún modo, corresponder a una imaginación del<br />

Universo, algo existente fuera de nosotros, "una Poesía Cósmica", como decía Otto Rahn. El Conde de<br />

Keyserling afirmaba que "todo lo que queda por debajo del Mito y del Símbolo, es infrahumano". "Porque esas<br />

cosas vienen a nosotros deseosas de transformarse en símbolos", agregaría Nietzsche.<br />

Todo depende desde dónde y cómo se mire, afirmaba Jung, con perspectivismo ortegeano. Desde el que sufre el<br />

Arquetipo, o desde el que lo ha superado, venciéndolo.<br />

Algo existe, sin duda, algo que se nos escapa. Esa Fuerza, esa Energía en Sí, el Arquetipo en Sí, el Ser sin<br />

Rostro. ¿El Demiurgo, tal vez? ¿O ese Ser que se quedó esperándonos como al borde de una Fuente?<br />

Para poder proseguir por este escurridizo camino, tan escarpado y lleno de peligros, debemos declarar<br />

nuevamente, como ya lo hiciéramos en "El Cordón Dorado", que el Hitlerismo Esotérico no es dualista. Si lo<br />

fuere, no habría posibilidad de combate heroico. Sólo habría intento de fuga, de escapada del mundo del<br />

Demiurgo. Ni existiría el Yuga de los Héroes. El Hitlerismo Esotérico ha superado el dualismo, porque cree en la<br />

posibilidad de la transmutación de la Terre gaste, arrebatándosela al Demiurgo, a Klingsor, recuperando<br />

Hiperbórea, por medio del girar mágico de la Swastika Levógira y de la Guerra Esotérica del Führer, que se<br />

volverá a librar siempre, porque su guerra no se ha perdido. Sólo se perdió una batalla.<br />

El gnosticismo dualista es algo profundamente antigermánico y antiario. El Hitlerismo Esotérico pretende librar el<br />

combate en todos los mundos y planos de la manifestación, en todos los frentes a la vez, como ya lo hiciera, para<br />

alterar y destruir las ilusiones, la Maya del Señor de las Tinieblas. Y en este sentido, las pruebas y el combate que<br />

nos presenta el Enemigo son únicamente pruebas que el héroe del Gral, de la Mesa Redonda y Polar del Rey<br />

Arturo, del Dios Thor, debe vencer, superar. Y será el mismo Enemigo quien, desintegrándose (para volverse<br />

más tarde a reintegrar) nos ceda el paso, como testigo necesario de nuestro triunfo. El está ahí para eso, para dar<br />

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