2 - Gnostic Liberation Front

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El tercer Misterio de esta Iniciación hiperbórea es la mutación de la sangre, que se produce primero en las venas del Cuerpo Astral, logrando luego la regeneración de la sangre del cuerpo físico del vira, por medio de la vibración ígnea del azufre, capaz de transmutar el plomo de Saturno en aurum potabile, de modo que se pueda realizar la ceremonia hiperbórea de la Minnetrinken, de la comunión de la sangre, que se bebe en la Copa de oricalco del Grial. Esta ceremonia se cumplía en la Torre del Castillo de Wewelsburg por los iniciados SS. Era la Iniciación del Sangreal. (Sangre de reyes). Un opus alchimicum, una Minne guerrera, una Canción de A-Mor. La diferencia que podríamos destacar entre las iniciaciones alquí-micas de los Fedele d'Amore, la de los trovadores de las Cortes de Amor y la Iniciación de los Caballeros del Gral, del Rey Arturo y del Hitlerismo Esotérico, es' que en las primeras los iniciados no intervienen directamente en los acontecimientos de este mundo y, en las otras, los iniciados son guerreros de dos y más mundos, combatiendo con la espada en la mano una Guerra Mágica, sin cuartel y sincronística, adentro a la vez que afuera. Una Guerra Santa. El Hitlerismo Esotérico cree en la posibilidad de revertir el Kali-Yuga, vencer la entropía, derrotar al Demiurgo, al Señor de las Tinieblas, a quien le ha declarado una guerra total. Y así, llegar a transfigurar la tierra, al mismo tiempo que se transmuta al Vira en Divya, en Siddha hiperbóreo, reconstruyendo la Hiperbórea terrestre. Enderezando el Eje-Lanza-Pilar de la tierra. De un Polo al otro Polo. La pérdida de una guerra no significa la pérdida de la Gran Guerra, la que se continuará hasta el final de los tiempos, cuando Kronos resurrecto devore al tiempo. Porque, además, una guerra librada sin claudicaciones será siempre una guerra ganada. Aunque se pierda. El Arte Real de los hermetistas, la Alquimia, se centra en una misteriosa Piedra identificada como Saturno. Con esto se nos está dando la clave para "Parzival". Esta piedra contiene el Elixir, el Oro, etcétera. La Espada Excalibur se encuentra clavada en una Piedra. El héroe, el vira, deberá sacarla de allí y abrirse paso hasta la Tierra Regenerada por medio de una lucha feroz, hasta alcanzar el Mysterium coniunctionis, en la Boda Secreta, en el Asag con la Amada. Ella es el Agua de la Vida, el Mercurio, "Nuestra Lilith". El es el azufre, el arsénico, el fuego, "Nuestro Rey". Sólo con la ayuda de la Paloma, de Paraklitos, el adepto podrá superar esa dura prueba del Asag; sólo con el pensamiento de la Amada en la mente y en el corazón, con el recuerdo de su rostro. Únicamente así podrá disolver ese veneno ígneo, sobreponerse a la "gran crisis del contacto", con el Agua de la Vida (mi jofaina con agua), Káranári, el Agua/Causal, logrando pasar más allá de la virilidad común, pudiendo superar/ía Nigredo y la Albedo, el color blanco de lo místico, lo extático, lo lunar, el dominio de lo femenino, alcanzando la Rubedo, revistiéndose con el manto púrpura de la realeza divina, con la Túnica flamígera de Neso, forzando la entrada al Palacio Cerrado del Rey. Restaurando el Imperio Grálico de Mil años del Hitlerismo Esotérico. El Imperium Sacro del Rey-Sacerdote-Mago. Del Führer. EL DESPERTAR DEL CHAKRA ANAHATA El próximo paso en la Iniciación áe A-Mor de los trovadores y de los Minnesánger, es el intercambio de corazones: un beso, en que ella expira dentro del amado y él expira dentro de la amada. Se traspasan los corazones. Es decir, sus almas ya tienen un rostro. La de él tiene el de ella (la mitad es de él, la otra mitad es de ella), y el alma de ella tiene el rostro de él (la mitad es de ella, la otra mitad es de él). Este Misterio equivale al despertar del chakra Anahata, del corazón. El elegido es ya un Drug, un hombre ligado por la eternidad a su Domna, a su Walkiria, a la que jamás podrá cambiar por otra, ni traicionar, sin correr el riesgo de perder su alma, su inmortalidad. Porque existe una sola Ella para un El, en todos los universos. Lo dice el poema del trovador: "Mi corazón ha sido abierto como por una daga y tú has entrado en él. Así, tú te encontrarás sin otro compañero, compartiendo mi vida y toda mi muerte; porque cuando yo muera, tú habitarás en el fondo de mi corazón". Lo que de esta Iniciación se sigue lo he revelado en la única forma permitida hoy, en "NOS, Libro de la Resurrección". No es el andrógino el fin último de la Iniciación de A-Mor, derivada de la Mitología Orfica, preservada por el Cordón Dorado, polar. No es la fusión de los opuestos, sino la separación definitiva y final de ELELLA y ELLAEL, del Hombre y la Mujer Absolutos, bicéfalos, unidos en la separación, es decir, en el Misterio inexpresable de A-MOR, que amplía y completa el Mito Orfico, tal como me ha sido permitido revelarlo. Es decir, ELELLA, el Hombre Absoluto, y ELLAEL, la Mujer Absoluta, con rostros, personalizados, "individuados", se a-man, se unen eternamente en la separación, en un Amor sin amor, que es más que amor; porque es una comedia, una parodia del amor hasta ahora conocido por los mortales; algo imposible de captar y expresar en palabras; un sueño de otro Universo, el más alto producto posible del combate en esta tierra, una Flor que no existe y que es más real, sin embargo, que todas las flores de los jardines de esta naturaleza. La Flor Inexistente. Algo de esto le habría sido dado captar a Jung en el proceso de su "individuación conjunta", de un "médico" y su "paciente" —de un alquimista y su sóror—. Por esto declaraba que un Misterio religioso particularizado había sido hecho desaparecer en el siglo XIII. Un camino muy difícil de recorrer, sólo para un pequeñísimo grupo de elegidos. Elegidos por un Dios de A-Mor.

Con la destrucción del catarismo de los trovadores, de las cortes de amor y con la desaparición de los Fedele d'Amore, de los Minnesánger y del Gral, todo se adultera y se corrompe. La Iglesia de Roma (Amor al revés) se apodera de las banderas cataras, cambiando sus colores. De la Domna, de la Shakti, de Sophia, inventa el culto mariano; del despertar del chakra Anahata, del intercambio ^de corazones, produce la adoración del Corazón de Jesús. El Rosario exotérico y hrCórona de Espinas (chakra Sahasrara) se refieren siempre a los chakras; pero la oración mecánica y la corrupción de todo su misterio, en lugar de despertarlos, de recrearlos, propicia la anulación de su virtual potencia. Con la desaparición de la Iniciación de A-Mor y la destrucción del Círculo cátaro, del Gral y los templarios, todo se corrompe y decae, se hace humano, demasiado humano. La historia se concentra en -el sentimentalismo del corazón, una exteriorización del chakra Anahata. Aparece el amor profano y el culto del cuerpo físico del hombre y la mujer, esa aberrante historia de nuestros días. Se ha inventado el amor del occidente cristiano, hecho para el animal-hombre, para el pasu, anejo de todo simbolismo superior. Se ha perdido el duro y frío camino, el fuego polar de un culto mágico, de una iniciación secreta que, practicada por un vira y su yogini, por un guerrero y su Walkiria, les transmutaría en Dioses inmortales. Y en más que Dioses. De las sacras fiestas florales de Maya, en los más largos días del renacer de la primavera de Occidente, con la Condesa de Mayo, la Novia de Mayo —que derrota a Maya, la Ilusión—, de la Shakti transfigurada en Lilith, de su Potencia regenerada, espiritualizada, de Er-Ir, el cristianismo romano extrae su culto gregario de la Virgen María, parodia monista de las Magas Hiperbóreas, de las Nornas, de las Vírgenes del Sol Negro y espiritual, de Isis, la Diosa de la Nigredo. Aparecen también las Restas Mayas y de disfraces, desconectadas por completo de una esencia ya perdida en el humo de las hogueras, donde se quemara a los iniciados, a los "brujos". EL DIVYA En una larga carta al profesor Jung, que reproduje junto con su respuesta en "El Círculo Hermético", le preguntaba: "¿Ha encontrado usted a alguien que se haya transmutado, cambiando el centro de su conciencia, alcanzando el Sí-Mismo (Selbst), gracias a una técnica especial, la suya por ejemplo? Personalmente lo dudo, no lo creo posible. Me parece que esos seres distintos, nacen así. Tal vez el esfuerzo hecho hoy (en un linaje) rinda frutos en el futuro, en alguno que vendrá, pero que aún no ha llegado..." El Hombre que vendrá. Ya en esos años, yo estaba planteando las diferencias existentes entre los habitantes de la tierra, los de origen divino y los otros. La diferencia se confirma en la sangre, en la Memoria de la Sangre, que Jung definiera como "Inconscientes Colectivos" distintos: El ario y el judío. Es en la sangre del alquimista donde se produce la transmutación, porque ahí está el plomo, el azufre, el arsénico, el cinabrio. Y por medio de la compulsión del Mercurio, que circula en la sangre de la sóror. Se entiende que ella deberá ser de la misma raza aria del alquimista, con las mismas imágenes circulando por el torrente sanguíneo, para poder enfrentar de idéntica manera a los Arquetipos, o llegar a ser poseída voluntaria y momentáneamente por los mismos y no por otros. Idénticos Inconscientes Colectivos, para usar la expresión de Jung. En el prólogo a "Las Visitas de la Reina de Saba", Jung ha declarado por fin su creencia de que los Arquetipos no son un mero producto de un Inconsciente individual, o colectivo, porque "son lo menos semejante a los productos del Inconsciente". Son autónomos. Son Dioses autónomos. Lo que no quiere decir que éstos no vayan en la sangre, que no tengan ahí su Olimpo, su Walhalla. Porque nada sabemos de lo que es la sangre; pues, además de circular por las venas del cuerpo físico,, también circula por las venas del Cuerpo Astral. Y como el Cuerpo Astral lo creamos, lo resucitamos (como a "nuestro Rey"), lo "inventamos alquímicamente", también vamos a recrear su sangre. El aurum potabile, que se bebe en la Minne trinken. Mientras esta Sangre no-haya sido creada, inventada, nosotros debemos pasar por todo el proceso de la Nigredo y Albedo, donde seremos poseídos por esos "Dioses autónomos", aunque ilusorios, productos de la Maya de la creación, de los Aiones y Manus de un Manvantara, de una Ronda del Eterno Retorno. Y no hay otro camino. Es más, deberemos abrirnos a esa posesión, favoreciéndola momentáneamente. Sin escapatoria posible, ellos son los Dioses paganos: Eros, Afrodita, los giegos; Krishna, Radha, los hindúes, y muchos otros más. Como los "fulguradores" etruscos, debemos prepararnos para ser traspasados por un rayo, sin ser carbonizados, para que nos cruce de parte a parte, permaneciendo en nosotros únicamente su tremendo poder informe, primordial. El éxtasis "numinoso", la pasión de amor, la "constelación" de la Reina de Saba en el alma, equivalen a la posesión efectiva por un Dios de Amor, por un ser exterior al Héroe, al Vira. ¿Qué es el Arquetipo? ¿Tiene que ver, acaso, con la fuerza creadora primordial —Voluntad de Poder, Wille zur Macht, para usar la expresión de Nietzsche— fuerza oscura, sin conciencia quizás, sin rostro, que al pasar, o entrar, en los universos creados (¿por ella misma?) adquiere un ropaje y un color de leyenda mítica? La fuerza en sí se nos escapa, nos es inaprehen-sible; sólo su expresión nos llega, revistiendo forma y substancia, al transcurrir por la mente de un poseedor de conciencia, en algún rincón del universo demiúrgjco. Y sería únicamente esta manifestación (como Mito) la que nos es dado experimentar, a veces (del "Quinto cielo hacia abajo") y no lo que detrás se esconde. 357

El tercer Misterio de esta Iniciación hiperbórea es la mutación de la sangre, que se produce primero en las venas<br />

del Cuerpo Astral, logrando luego la regeneración de la sangre del cuerpo físico del vira, por medio de la<br />

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realizar la ceremonia hiperbórea de la Minnetrinken, de la comunión de la sangre, que se bebe en la<br />

Copa de oricalco del Grial. Esta ceremonia se cumplía en la Torre del Castillo de Wewelsburg por los iniciados<br />

SS. Era la Iniciación del Sangreal. (Sangre de reyes). Un opus alchimicum, una Minne guerrera, una Canción<br />

de A-Mor.<br />

La diferencia que podríamos destacar entre las iniciaciones alquí-micas de los Fedele d'Amore, la de los<br />

trovadores de las Cortes de Amor y la Iniciación de los Caballeros del Gral, del Rey Arturo y del Hitlerismo<br />

Esotérico, es' que en las primeras los iniciados no intervienen directamente en los acontecimientos de este<br />

mundo y, en las otras, los iniciados son guerreros de dos y más mundos, combatiendo con la espada en la mano<br />

una Guerra Mágica, sin cuartel y sincronística, adentro a la vez que afuera. Una Guerra Santa. El Hitlerismo<br />

Esotérico cree en la posibilidad de revertir el Kali-Yuga, vencer la entropía, derrotar al Demiurgo, al Señor de las<br />

Tinieblas, a quien le ha declarado una guerra total. Y así, llegar a transfigurar la tierra, al mismo tiempo que se<br />

transmuta al Vira en Divya, en Siddha hiperbóreo, reconstruyendo la Hiperbórea terrestre. Enderezando el<br />

Eje-Lanza-Pilar de la tierra. De un Polo al otro Polo.<br />

La pérdida de una guerra no significa la pérdida de la Gran Guerra, la que se continuará hasta el final de los<br />

tiempos, cuando Kronos resurrecto devore al tiempo. Porque, además, una guerra librada sin claudicaciones<br />

será siempre una guerra ganada. Aunque se pierda.<br />

El Arte Real de los hermetistas, la Alquimia, se centra en una misteriosa Piedra identificada como Saturno. Con<br />

esto se nos está dando la clave para "Parzival". Esta piedra contiene el Elixir, el Oro, etcétera. La Espada<br />

Excalibur se encuentra clavada en una Piedra. El héroe, el vira, deberá sacarla de allí y abrirse paso hasta la<br />

Tierra Regenerada por medio de una lucha feroz, hasta alcanzar el Mysterium coniunctionis, en la Boda<br />

Secreta, en el Asag con la Amada. Ella es el Agua de la Vida, el Mercurio, "Nuestra Lilith". El es el azufre, el<br />

arsénico, el fuego, "Nuestro Rey". Sólo con la ayuda de la Paloma, de Paraklitos, el adepto podrá superar esa<br />

dura prueba del Asag; sólo con el pensamiento de la Amada en la mente y en el corazón, con el recuerdo de su<br />

rostro. Únicamente así podrá disolver ese veneno ígneo, sobreponerse a la "gran crisis del contacto", con el Agua<br />

de la Vida (mi jofaina con agua), Káranári, el Agua/Causal, logrando pasar más allá de la virilidad común,<br />

pudiendo superar/ía Nigredo y la Albedo, el color blanco de lo místico, lo extático, lo lunar, el dominio de lo<br />

femenino, alcanzando la Rubedo, revistiéndose con el manto púrpura de la realeza divina, con la Túnica<br />

flamígera de Neso, forzando la entrada al Palacio Cerrado del Rey. Restaurando el Imperio Grálico de Mil años<br />

del Hitlerismo Esotérico. El Imperium Sacro del Rey-Sacerdote-Mago. Del Führer.<br />

EL DESPERTAR DEL CHAKRA ANAHATA<br />

El próximo paso en la Iniciación áe A-Mor de los trovadores y de los Minnesánger, es el intercambio de<br />

corazones: un beso, en que ella expira dentro del amado y él expira dentro de la amada. Se traspasan los<br />

corazones. Es decir, sus almas ya tienen un rostro. La de él tiene el de ella (la mitad es de él, la otra mitad es de<br />

ella), y el alma de ella tiene el rostro de él (la mitad es de ella, la otra mitad es de él). Este Misterio equivale al<br />

despertar del chakra Anahata, del corazón. El elegido es ya un Drug, un hombre ligado por la eternidad a su<br />

Domna, a su Walkiria, a la que jamás podrá cambiar por otra, ni traicionar, sin correr el riesgo de perder su alma,<br />

su inmortalidad. Porque existe una sola Ella para un El, en todos los universos. Lo dice el poema del trovador: "Mi<br />

corazón ha sido abierto como por una daga y tú has entrado en él. Así, tú te encontrarás sin otro compañero,<br />

compartiendo mi vida y toda mi muerte; porque cuando yo muera, tú habitarás en el fondo de mi corazón".<br />

Lo que de esta Iniciación se sigue lo he revelado en la única forma permitida hoy, en "NOS, Libro de la<br />

Resurrección".<br />

No es el andrógino el fin último de la Iniciación de A-Mor, derivada de la Mitología Orfica, preservada por el<br />

Cordón Dorado, polar. No es la fusión de los opuestos, sino la separación definitiva y final de ELELLA y ELLAEL,<br />

del Hombre y la Mujer Absolutos, bicéfalos, unidos en la separación, es decir, en el Misterio inexpresable de<br />

A-MOR, que amplía y completa el Mito Orfico, tal como me ha sido permitido revelarlo. Es decir, ELELLA, el<br />

Hombre Absoluto, y ELLAEL, la Mujer Absoluta, con rostros, personalizados, "individuados", se a-man, se unen<br />

eternamente en la separación, en un Amor sin amor, que es más que amor; porque es una comedia, una parodia<br />

del amor hasta ahora conocido por los mortales; algo imposible de captar y expresar en palabras; un sueño de<br />

otro Universo, el más alto producto posible del combate en esta tierra, una Flor que no existe y que es más real,<br />

sin embargo, que todas las flores de los jardines de esta naturaleza. La Flor Inexistente.<br />

Algo de esto le habría sido dado captar a Jung en el proceso de su "individuación conjunta", de un "médico" y su<br />

"paciente" —de un alquimista y su sóror—. Por esto declaraba que un Misterio religioso particularizado había<br />

sido hecho desaparecer en el siglo XIII. Un camino muy difícil de recorrer, sólo para un pequeñísimo grupo de<br />

elegidos. Elegidos por un Dios de A-Mor.

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