2 - Gnostic Liberation Front
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Si no lo han puesto todos en práctica es por incapacidad genética, precisamente, y por no desarticular un imperio<br />
económico judío montado sobre el petróleo, la electricidad, la ganancia y la explotación.<br />
Y Darré se vuelve contra la concepción burguesa y decimonónica de Oswald Spengler, su organicismo<br />
mecanicista, su falta de racismo mágico, que hace feliz a los judíos, que siempre han deseado y propiciado la<br />
"decadencia de Occidente": "Nos hemos acostumbrado", dice, "a ver el surgimiento y la decadencia de los<br />
pueblos como algo inevitable. Especialmente desde "La Decadencia de Occidente", de Oswald Spengler, toda<br />
una escuela pseudocientífica se ha construido sobre estas líneas del pensar; una escuela que hace surgir,<br />
madurar y morir a los pueblos, igual que a los individuos. Lo falso de estos postulados se comprueba con la misma<br />
historia que hoy vivimos, en 1941, cuando nuevamente Alemania se encuentra en medio de una guerra mundial.<br />
Y esto no se debe a que estamos en decadencia, sino que esta guerra nos ha sido impuesta porque el resto del<br />
mundo nos envidia la fuerza vital de nuestro pueblo y la teme. No se nos combate porque estamos acabados sino<br />
porque nos hemos atrevido a realizar una de las revoluciones más integrales de la historia de la humanidad. Y así<br />
y todo, nuestro pueblo es históricamente el más antiguo de Europa. Los pueblos que nos combaten son todos más<br />
jóvenes, históricamente hablando. La teoría de Spengler y las causas biopolíticas de esta guerra se contradicen".<br />
Walter Darré contribuyó fundamentalmente a purificar la vida y las costumbres de los alemanes, limpiándolos de<br />
ese sentido judaico-cristiano del pecado y del horror al cuerpo. Lo logró con su "fuerza por la alegría" en la<br />
juventud. Cita las reflexiones de Tácito sobre los germanos: "Exclusivamente en el hogar crece la juventud hasta<br />
alcanzar la constitución y porte corporal que nosotros admiramos". Y a César, en su "Guerra de lasGalias":<br />
"Desde la niñez se inclinan hacia el endurecimiento por medio de los ejercicios. El que por más tiempo se abstiene<br />
de la relación sexual cosecha el mayor aprecio. Se piensa que aumenta la energía y la estatura física y moral. El<br />
haber tenido relaciones con una mujer antes de los veinte años pertenece a los delitos más infamantes. Sin<br />
embargo, no existe ninguna hipocresía en las cosas del cuerpo, dado que hombres y mujeres se bañan juntos y<br />
desnudos en los ríos y se visten de manera tal que una gran parte del cuerpo permanece desnuda".<br />
La separación entre el alma y el cuerpo es absolutamente desconocida por el ario, por el nórdico, por el germano,<br />
hasta la introducción del cristianismo, que ha venido a tener consecuencias fatales y degenerantes en los países<br />
escandinavos, con el puritanismo, al extremo que la observación hecha por Julius Evola, que desea aportar como<br />
prueba a los suecos, daneses y noruegos para su teoría de las razas del cuerpo, del alma y del espíritu,<br />
asegurando que esos descendientes de vikingos no son hoy nada, a pesar de su más pura raza biológica, "por<br />
carecer de una raza del espíritu", cae por su base. La degeneración no es de dentro afuera, sino al revés, por la<br />
imposición de una concepción judaica del mundo que, con costumbres ajenas, creó una dicotomía entre el alma y<br />
el cuerpo y un sentimiento del pecado, cristiano-judaico, destruyendo la base vital sobre la que una raza sana<br />
puede crecer y desarrollarse. Habría vuelto a florecer y a sanar rápidamente si Hitler, Darré y Knut Hamsun<br />
hubiesen ganado materialmente la guerra, si no hubiesen debido "ganar perdiendo", por el momento.<br />
Toda la concepción evoliana de las razas se desmorona como innecesaria si tenemos, en cuenta la verdad<br />
fundamental de que para el hombre ario jamás ha existido esa división entre cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo<br />
incluye a los demás y viceversa. Porque el cuerpo y la naturaleza son sólo símbolos de Otra Cosa que fuera<br />
corrompida por el Demiurgo. Con la encarnación aria, hiperbórea, se plantea la obligación de transmutar,<br />
partiendo del punto dramático en que el proceso de la involución se encuentra. El cuerpo, la raza, son<br />
fundamentales; actuando desde ellos y sobre ellos se alcanza lo demás. No hay otro camino ni otra posibilidad<br />
aquí. Esto lo ignoraron los cataros y los gnósticos.<br />
La concepción de Evola se está edificando sobre la artificial división judaica y latina de la vida, sobre la dicotomía<br />
artificial de cuerpo, alma y espíritu. Algo completamente ajeno a la encarnación nórdica, hiperbórea, polar, que<br />
crea, recrea, su propio cuerpo, su Estradivario. Una fatídica imposición en nuestro ser, grabada a sangre y<br />
fuego por el cristianismo judío, nos ha hecho olvidar el origen también divino del cuerpo —de todos los cuerpos—<br />
del ario. Este es el Madero de Sión sobre el que se crucificara al hombre germano y a sus Dioses paganos. Y<br />
también a nosotros, los chilenos. Y a nuestros Dioses Blancos.<br />
Pero cuando hay voluntad hay un camino, dice Darré. Y cita el poema de las Edda:<br />
"La propiedad muere Y mueren las estirpes Tú mismo, como ellas<br />
Morirás.<br />
Pero yo sé de algo Que vive eternamente:<br />
Los héroes y la gloria<br />
De sus hechos.<br />
¡Ellos habrán de perdurar!".<br />
Walter Darré fue el Ministro de Agricultura de Hitler. El mismo es la prueba más clara de lo que aquí hemos<br />
explicado sobre la raza como un ideal, que trató de obtener para los hombres de ascendencia germánica de su<br />
siglo. Darré es apellido francés. Nació en la Argentina. Sus padres llegaron a esta nación a fines del pasado siglo.<br />
El nombre es hugonote, como muchos otros que después de la masacre de los protestantes de ascendencia<br />
germana en Francia, en la llamada "Noche de San Bartolomé", huyen a Pru-sia y también a América. (La familia<br />
de mi mujer, Rosselot, son hugonotes que abandonan la Bretaña en dirección a Suiza, Argentina y Chile. El minis-<br />
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