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2 - Gnostic Liberation Front

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Manifiesto dice "mammonismo"; pero hemos adaptado el término a los tiempos presentes de Chile y de las doctrinas<br />

judías de los "boys" de la Escuela de Chicago y del judío Milton Friedman. En Chile inventaron los préstamos<br />

en U.F. -Unidades de Fomento-que obligan al deudor a vivir apenas para pagar el interés del interés, como diría<br />

Feder). "Quien quiere combatir el capitalismo de verdad debe quebrar la servidumbre del interés".<br />

"Es bien sorprendente ver cómo la ideología marxista, desde Marx y Engels, comenzando por el Manifiesto<br />

Comunista y subiendo hasta el programa de Efurt, especialmente Kautzky (todos judíos) y también los actuales<br />

mandatarios socialistas, se detienen como ante una voz de mando ante los intereses del capital prestamista. La<br />

santidad del interés es el tabú; el interés es lo más sacrosanto, también para los comunistas (que igualmente<br />

'ayudan' a sus socios —Comecón— cobrando enormes intereses en dinero y en sangre). Sacudir el interés no lo<br />

ha osado nunca nadie. (Sólo los templarios prestaban sin interés.) Mientras la propiedad, la nobleza, el honor, la<br />

seguridad de la persona y de los bienes, los derechos de la Corona, las convicciones religiosas, el honor<br />

castrense, la patria y la libertad están puestos más o menos fuera de la ley, el interés es sagrado e intocable.<br />

Noli me tangere! Su peso gigantesco arrastra a la nave estatal al abismo; es un enorme engaño, fraguado pura y<br />

exclusivamente en beneficio de las grandes potencias del dinero".<br />

"Los grandes poderosos del dinero están, por cierto, como última fuerza impulsora detras del imperialismo<br />

anglo-americano que abarca el mundo. Las grandes potencias del dinero han financiado efectivamente la horrible<br />

matanza de seres humanos de la Guerra Mundial. Las grandes potencias del dinero ciertamente como<br />

propietarias de todos los grandes periódicos, han envuelto al mundo en una red de mentiras. Han excitado con<br />

placer todas las pasiones bajas, el ansia de lujo, el consumismo, los anhelos absurdos y las utopías... El espíritu<br />

del consumismo sólo quiso conocer cifras de exportación, de riqueza nacional, expansión, proyectos de la gran<br />

banca, financiación internacional, etcétera. Y ha conducido a la ruina de la moral pública, al hundimiento de los<br />

círculos dirigentes en el materialismo y el ansia de placer, a un achatamiento de la vida nacional, factores todos<br />

que son culpables del terrible derrumbe.<br />

"El interés, la afluencia de bienes sin esfuerzo y sin fin, la posesión de dinero sin ninguna clase de trabajo (el judío<br />

tiene que 'dedicarse a orar a su Dios') es lo que ha hecho crecer las grandes potencias del dinero. El interés del<br />

dinero es el principio criminal del cual se genera la Internacional Dorada" —El supercapitalismo—.<br />

"Y el Derecho Romano, sobre el que se basa nuestra legislación, esta hecho para proteger el gran capital y la<br />

usura; porque es el Derecho al servicio de una plutocracia.<br />

"El ansia de interés insaciable del gran capital prestamista es la maldición de toda la humanidad trabajadora. El<br />

ingreso de la casa Rotschild, de los Cahn, Lóeb, Speyer, Schiff, Morgan, Vanderbilt y Astor, estimada en conjunto<br />

en por lo menos sesenta o setenta mil millones (en aquellos años), con un rédito de un 5°/o de interés, significa un<br />

ingreso para estas ocho familias (judías) de 5-6 mil millones, tanto o más que las entradas anuales del 75°/o de los<br />

contribuyentes de Prusia, en 1912, con uri censo de 21.000.000, aproximadamente. Ocho multimillonarios<br />

tienen tantos ingresos como 38 millones de alemanes".<br />

"Mediante una intensa campaña de esclarecimiento se deberá poner en evidencia al pueblo que el dinero no es ni<br />

debe ser otra cosa sino un bono por trabajo efectuado; que toda economía altamente desarrollada necesita del<br />

dinero como medio de intercambio; pero que con todo esto queda cumplida la función del dinero, y que de<br />

ninguna manera le puede ser conferido al dinero, mediante el interés, un poder sobrenatural de crecer<br />

por sí mismo a costa del trabajo productivo.<br />

" ¡Desamparados balbucean los pueblos! Un ardiente ansia, un clamor por la salvación pasa a través de las<br />

masas engañadas, con sus esperanzas frustradas. Con risas y bailes, con cinematógrafos y desfiles, se trata de<br />

engañar al pueblo para que olvide su lamentable destino, la traición, la terrible desilusión, la herida interna...<br />

También en Rusia, la socialización, la estatización, ha probado ser un fracaso. Y cuando la desesperación de todo<br />

el pueblo cunde, las bandas mongólicas, el terror sangriento, las bayonetas solamente son capaces de proteger a<br />

los tiranos de la venganza del pueblo engañado y explotado...<br />

"También nosotros terminaremos así si continuamos dejando que el gobierno siga en manos de los<br />

especuladores internacionales, representantes de la burguesía expoliadora y de los miembros de una raza<br />

(antirraza) extraña a la esencia del pueblo alemán".<br />

Esto se aplica a Chile hoy casi en el detalle. Somos ya los esclavos de la usura y del Contralor de la Usura, del<br />

Fondo Monetario Internacional.<br />

Podríamos seguir reproduciendo el luminoso Manifiesto Nacionalsocialista en su totalidad; pero no es necesario.<br />

Ya hemos captado su esencia, y ello sólo importa. ¿Cuál es la solución que la Alemania de Hitler aplicara al final?<br />

Cambiar el valor dinero por el valor trabajo. Una solución simple, como el huevo de Colón. Alemania no tenía<br />

dinero, pero sí tenía el trabajo formidable de su pueblo para pagar su deuda de guerra, impuesta por el Tratado de<br />

Versalles. Y con ella pagó, con el producto de su trabajo. Nosotros no tenemos este soberbio trabajo alemán, pero<br />

tenemos también un trabajo hábil y esforzado. Y tenemos nuestras materias primas, elaboradas o<br />

semielaboradas. Con ellas podríamos pagar. Pero si sólo pretendiéramos intentarlo, caería el Gobierno que lo<br />

propusiera. A Alemania le declararon la guerra planetaria. A Chile sólo les bastaría con que se moviera un solo<br />

dedo de la mano judía. A toda la América del Sur la mantienen dividida para ello, con problemas de fronteras y de<br />

reivindicaciones nacionales. Chile es el más vulnerable. La sombra permanente de una posible guerra<br />

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