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2 - Gnostic Liberation Front

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que lleva el ejército, ninguno es del Rey, sino de los militares todos, como las bridas y todo lo necesario para<br />

montarse y conducirse donde conviene".<br />

Por instinto, el guerrero despreciaba al comerciante, que fuera necesario para establecer la relación y prosperidad<br />

en las ciudades. Este venía a Chile y se quedaba poco al comienzo, temiendo por su vida y su hacienda, en la<br />

guerra continua. Cuando las principales regiones se apaciguan y también llegan el marrano y el encomendero, la<br />

organización social que se establece es casi de casta, separados de los comerciantes los guerreros, los nobles y<br />

sus familias, por una línea social y espiritual infranqueable. En verdad, pertenecían a una raza diferente.<br />

También y poco a poco, los conquistadores empiezan a traer a sus mujeres de España. Pero ya el mestizaje con<br />

el indio se ha puesto en marcha. Ha nacido el criollo. En los campos se encuentra la "china", la moza indígena. La<br />

palabra es mapuche y quiere decir sirviente. Los patrones, aún teniendo ya a sus mujeres europeas, siguen<br />

procreando "chinos" con las "chinas". Es decir, mestizos de mongoles.<br />

Las guerras de Arauco sólo vienen a terminar en este siglo veinte, porque el guerrero araucano ha sido<br />

degenerado con el alcohol de los traficantes sefarditas y las fronteras extendidas gracias a la colonización<br />

alemana de Vicente Pérez Rosales, la que nunca fuera cruel con el indio araucano. Por el contrario.<br />

Algo hay de parecido en la guerra de Arauco y la que sostuvo el colonizador anglosajón contra el piel roja. Ambos<br />

indios luchan con grandeza, denodadamente. La diferencia está en la nobleza del guerrero español. Fue un<br />

combate entre héroes, con honor de guerreros. Además, el visigodo de Palacios se mezcló, inevitablemente, con<br />

el indio, dando origen a ésta, "su raza".<br />

EL MATRIARCADO CHILENO<br />

¿En qué momento de la historia se empieza a alterar el estilo de vida patriarcal del chileno? Tras la llamada<br />

"Independencia", propiciada por las logias masónicas con sede en Inglaterra y con el ejemplo de la Revolución<br />

Francesa, a su vez un producto de la Masonería, el cambio se hace visible. Ya hemos explicado lo que sucediera<br />

con el comerciante. El que logra quedarse en Chile, hace estragos con la usura y las artimañas de que se vale<br />

para despojar al guerrero, al hidalgo, de lo que obtuvo con la espada y con su sangre. El Virreinato de Lima se vio<br />

obligado a enviar a un antepasado mío, don José de Santiago Concha, marqués de San Miguel de Híjar, a poner<br />

orden y hacer salir del país a los inescrupulosos despojadores.<br />

Con la Conquista del Nuevo Mundo se ha cumplido la primera etapa de la "Cruzada contra el Gral" y los Dioses<br />

Blancos, como ya lo hemos explicado. Borradas sus huellas, destruido lo que aquí restaba visible de su conocimiento<br />

divino y de su sangre, se hará necesario reemplazar a España, acabando con lo que el guerrero<br />

aportara de positivo. Le toca el turno a Inglaterra, con los equipos de servidores criollos formados en la logia<br />

masónica "Lautarina", de Londres. Es así como masones son Miranda, Bolívar, O'Hig-gins y San Martín, además<br />

de marranos algunos de ellos. No es el caso entrar a describir las intrigas, los conciliábulos secretos y hasta los<br />

crímenes cometidos en prosecución del Gran Plan, como el asesinato de los hermanos Carrera y Manuel<br />

Rodríguez, incluyendo el de Portales, por elementos claves, como Vidaurre, y la traición a Rosas, por Urquízar, en<br />

Argentina. Todo esto iba en beneficio de un solo pueblo, grupo o tribu, que controló, detrás de España y de<br />

Inglaterra, como de los Estados Unidos hoy: los judíos. Existe así un hilo secreto que se puede seguir desde<br />

aquellos tiempos hasta el presente y que lleva de modo preciso a un fin ya diseñado. En apariencia se pretende<br />

hacer de este continente americano el último refugio de la antirraza, su "Nueva Jerusalén"; en verdad, se está<br />

tratando de alcanzar hasta las Ciudades Secretas de los Dioses Blancos, hasta sus recintos aún inviolados.<br />

Desde niño, por instinto al comienzo, jamás he rendido culto a esos "padres de la patria", ni a sus instituciones<br />

masónicas. Ya lo dije en "Ni por Mar ni por Tierra", hace más de treinta años. Ellos dividieron este continente del<br />

sur en más de veintiún países de opereta, aislándolo para que así pudiera "cocerse en su propio mestizaje", en su<br />

propia oscura salsa bastarda de marranos y negros traídos del África como esclavos por los sucios encomenderos.<br />

Ya sabemos cómo el masón Bolívar inventó Bolivia, una suerte de Tibet sin lamas y sin Tibet. Sin<br />

atumarunas ya. Bolivia, hasta en el nombre procede de Bolívar. Y así nació este nacionalismo sudamericano, sin<br />

destino, sin base alguna, sin raíz auténtica.<br />

Tras esa "independencia", los primeros gobernantes de Chile continúan manteniendo el estilo sobrio del godo.<br />

Diego Portales es un genio visigodo de alma y cuerpo. El estudio de Francisco Antonio Encina, inspirándose en<br />

Palacios y desarrollando sus intuiciones, lo descubre así.<br />

Fue con la llegada de las primeras familias sefarditas a Chile y con el enriquecimiento fácil del salitre, tras el triunfo<br />

de la Guerra del Pacífico, con los gestores-abogados y los políticos de profesión, que se inicia el cambio a la vida<br />

matriarcal. En el fondo, se encuentra el factor racial. Es extraño que Palacios no haya logrado verlo. No<br />

comprendió, al parecer, que el mestizaje con el indio ya era un mestizaje de mestizajes y tan pernicioso como el<br />

de todas las Españas. Chile se ha "iberizado", por así decirlo. Palacios ama y admira al "roto" chileno, por su valor,<br />

por sus condiciones de nobleza, por su callada resistencia ante las inclemencias sociales y de la tierra. Le conoció<br />

en la Guerra del Pacífico y en la pampa del salitre, como médico. Palacios era médico cirujano. Pero muchos de<br />

los defectos del pueblo de Chile, el mismo matriarcado, ya se encuentran prefigurados en la sangre del indio.<br />

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