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2 - Gnostic Liberation Front

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este otro, el chileno, estaba condicionado para recibir el modelo en forma tan especial y semejante gracias a la<br />

mitad de su sangre, a la "memoria de su sangre"<br />

He dicho que no soy el indicado, por mi estilo, para hacer la historia política de esos años ni del Nazismo chileno. Y<br />

no lo haré. Hay, sin embargo, tantas cosas extraordinarias, tantas anécdotas, tantos hechos que muestran a un<br />

Chile distinto, nunca visto, un Chile con imaginación, una generación aventurera, idealista, que imaginaba,<br />

inventaba, creaba cosas. Tener imaginación en Chile es ya una innovación, un privilegio. Y todo lo que esos<br />

jóvenes hicieron llevaba el sello de la imaginación y de la creación. Hombres como Pedro del Campo, Osear<br />

Jiménez, César Parada (el primer muerto del 5 de septiembre) y tantos otros cuyos nombres se me escapan, o que<br />

desconozco, por haber llegado tarde, hicieron cosas increíbles, que estaban destruyendo en sus basesun edificio<br />

podrido, endeble y construyendo "otro mundo", otra patria. Y esto no lo podían permitir las fuerzas oscuras que<br />

gobiernan este mundo americano. La única posibilidad de triunfo no se encontraba directamente aquí, sino allá, en<br />

el corazón del planeta, donde irradiaba el Arquetipo, el nuevo Dios resurrecto. Ante la posibilidad de que allá se<br />

impusiera totalmente, de que triunfara, había que destruir aquí la nueva sangre, acabar con el milagro, antes de<br />

que se hiciera demasiado tarde. Por eso la masacre, por eso las fuerzas espantosas que se desataron en contra de<br />

ese hombre extraño, nunca visto, de ese bello ejemplar dé la patria, Jorge González von Marees, el Jefe.<br />

Desgraciadamente, lo hemos dicho, él no estaba preparado para poder enfrentar tan tremenda conspiración en<br />

contra de su persona y de su Movimiento. También al Movimiento le faltaba todo, carecía de una doctrina filosófica,<br />

de una Weltanschauung, de una visión del mundo nueva y diferente, desconociendo en absoluto lo que detrás del<br />

Nazismo alemán existía y sobre la real persona del Führer. Casi todos sus militantes eran católicos, sin ninguna<br />

formación filosófica seria. Más de algún masón se habrá infiltrado al final, para cumplir con sus fines tenebrosos.<br />

Sólo el Jefe, por su "memoria de la sangre", como hemos estado diciendo, podría ser manejado desde lo alto por el<br />

influjo del Dios-Avatar, que estaba naciendo otra vez en este mundo. Pero esa memoria era sólo de la mitad de<br />

su sangre. Y esto, que pudo ayudarle, al final se volvió contra él y produjo la incalculable tragedia.<br />

He comparado al Jefe con mi camarada Jasón. La diferencia, en verdad, se hallaba también en la sangre, al igual<br />

que conmigo. Jasón y yo descendemos por todos lados de españoles. Si hubo mezcla, ella se produjo hace siglos<br />

y se amalgamó bien, se suavizaron las asperezas, las oposiciones. Y el Espíritu pudo trabajar allí, en el caso de<br />

Jasón, en gloria y luminosidad, hasta el límite mismo que ese Espíritu se propusiera. El elemento visigótico,<br />

predominante en la sangre de los conquistadores y antiguos chilenos, como en el norte de España, de donde mi<br />

familia procede, se ha hecho físicamente más visible en mí, de modo que a veces me considero como el último<br />

visigodo de Chile, el último que va quedando con conciencia de serlo, en esta zona surpolar del mundo, en esta<br />

"región antartica famosa"...<br />

El mestizaje es casi siempre un "pecado racial". Nada bueno produce a largo ni a corto plazo. Ha sido simultáneo<br />

con la involución de la tierra, con el devenir de la Época Más Oscura, que los hindúes llamaran Kali-Yuga, Edad de<br />

la Diosa Kali, la Destructora; los griegos la llamaron Edad del Hierro y también de Dyonisos (de Shiva); los antiguos<br />

germanos, Edad del Lobo, devorador de Wotan. Al tratar Hitler de retornar el mundo a la Edad Dorada, al<br />

Satya-Yuga, o Kryta-Yuga, a la resurrección de los Dioses, de Wotan, a la Hiperbórea Polar, es justo que<br />

paralelamente intentara la regeneración de la raza nórdica, como vehículo necesario, capaz de recibir y expresar al<br />

Dios resurrecto. Era un ideal con el que se soñaba, porque tampoco la raza germánica era pura. Por eso se habló<br />

de raza aria, término antiguo, sánscrito, que quiere decir "nacido dos veces", "renacido". Es decir, el "Iniciado", el<br />

vuelto a nacer después de la "muerte mística", iniciática. Esto conlleva a creer que el hitlerismo esotérico pudo<br />

pensar que la raza superior no es absolutamente física, como la de hoy, porque tampoco lo fue la de Hiperbórea. Y<br />

que el triunfo final no se cumpliría aquí, sino allá y más tarde, fuera ya del Kali-Yuga, tras la derrota física<br />

necesaria, para mantener incólume el ideal. Es decir, tras "ganar perdiendo". Y en un mundo paralelo (el de los<br />

Ovnis, de los Vimanas), en la tierra transmutada, tran-substanciada. En la Tierra Astral, o en el astral de la tierra,<br />

después de su destrucción física. En esa suerte de juicio final, que la India aria describe como la venida de Kalki<br />

(décimo Avatar de Visnú) sobre un Caballo Blanco, y el Hitlerismo Esotérico en el regreso del Führer, despertado,<br />

renacido de su sueño, de su "muerte mística", en los hielos del Polo Sur, que fuera el Polo Norte, antes del "salto de<br />

los polos".<br />

Todo esto lo ignoraba el Jefe del nazismo chileno, por eso no fue capaz de entregar también su vida, sin claudicar<br />

jamás, manteniéndose firme hasta el final, como lo hiciera Hitler, en la entrega total al Arquetipo Hiperbóreo, al Dios<br />

de Fuego. Dios que habría salvado al Jefe desde un más allá —como lo hiciera con Jasón—, llevándoselo también<br />

consigo. Esto no fue posible porque los registros, las claves de su sangre, se hallaban en posición conflictiva, por<br />

un mestizaje demasiado reciente. Desarticulados.<br />

Como hemos dicho, si el Jefe se hubiera mantenido firme, sin claudicar hasta el fin, la sangre de sus mártires<br />

habría realmente salvado a Chile, estableciendo un ritmo, un equilibrio polar, entre esta patria sacra del fin del<br />

mundo y la zona más alta de Europa-, entre el Polo Norte y el Polo Sur. Alcanzando los planos sublimes de su<br />

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