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2 - Gnostic Liberation Front

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El número 108 de los héroes que aún podrán entrar (o salirse del Círculo de los Círculos, por medio del Hitlerismo<br />

Esotérico) se obtiene del siguiente modo: 800 Einherier (Ein, en alemán es 1) más 1 = 801. Este número leído al<br />

revés es 108.<br />

El número hiperbóreo es el 5, de la Estrella Polar. Esta Estrella de Cinco Puntas ha sido también robada por el<br />

Enemigo. Atribuida a Moisés, hoy la usan los judíos de Norteamérica y en el Kremlin, como su emblema, para<br />

combatir a los arios nórdicos: El Pentágono. Los Hitleristas Esotéricos han cambiado ya el número 801 de los<br />

Einherier que salen, por el de los 108 que entrarán al Castillo de la Estrella de la Mañana<br />

—Morgensburg-Mor-genstern-Oiyehue-Lucifer—, para librar el Ultimo Combate contra el Lobo Fenrir y vencer. Es<br />

lo mismo, sólo que visto desde el Polo Sur, al revés, con la Swastika Levógira, la del Retorno a Hiperbórea, al<br />

Hombre-Estrella.<br />

540 se descompone en 5 y 4. Sumados son Nueve. 108 se descompone en 1 y 8. Sumados son también Nueve.<br />

El número sacro por excelencia, donde todos sus múltiplos producen siempre Nueve.<br />

En la obra de Rudolf John Gorsleben, sobre las Edda y las Runas, "Hoch-Zeit der Menschheit", se trata el mismo<br />

tema. El secreto del Destino se encuentra clus, cifrado, en los Cantos Sagrados de las Edda. El tiempo de los<br />

Héroes (Einherier) aún permitidos y el final ya próximo.<br />

Para los que aspiran a morir heroicamente, mágicamente, por el Führer, se hace necesario explicarles que el<br />

número 108 admite más ceros, porque éstos no alteran el simbolismo de las cifras. Los ceros se encuentran en<br />

801 y 108, respectivamente; pero no podrán ser agregados por el hombre, ni siquiera por el vira. Únicamente lo<br />

puede hacer el Avatar, Wotan, Thor, Hitler. Sólo El, que ya ha salido del Círculo -un Tulku—, puede hacer uso del<br />

Círculo, regalando una nueva posibilidad a otros Einherier.<br />

LA MUERTE DE BALDUR<br />

Wotan, el Cazador sin reposo, detuvo su caballo Sleipsner en medio de los bosques de la bella Asgard. Afinó su<br />

oído, pues creía escuchar un tenue murmullo, un eco melancólico entre las encinas doradas, como el llamado de<br />

un cuerno lejanísimo. El ya conocía esa música, ese anuncio premonitorio, como si se fuera a repetir un<br />

acontecimiento fatídico en el Eterno Retorno de lo Mismo. Dirigió su único ojo, primero al cuervo que volaba alrededor<br />

de su cabeza, luego a los lobos que marchaban a su sombra. Ellos no le dijeron nada. Entonces Wotan hizo<br />

marchar otra vez a Sleipsner y comenzó a calcular el tiempo transcurrido y lo que faltaba para el Ragna-Rók, por<br />

la combinación del movimiento de las ocho patas de su corcel.<br />

Así llegó Wotan conmovido, junto a Frigga. Ellos sabían que todo recomenzaría siempre con la muerte del Hijo,<br />

con el asesinato de Baldur. Entonces Frigga tomó la iniciativa y partió hacia los extremos de Asgard, visitando a<br />

todos los seres vivos,.a los gigantes y a los Alben, a los seres visibles, a los animales; a las plantas y a las<br />

piedras, haciéndoles jurar que no harían jamás daño a Baldur. Y todos juraron, porque todos amaban al joven y<br />

luminoso Dios. Así, Frigga pudo regresar feliz donde los Ases a comunicarles la buena nueva. Los Ases<br />

estuvieron contentos y rodearon a Baldur. Uno dijo: "Permítenos ver si el juramento es efectivo, si nada te puede<br />

dañar". Le arrojaron lanzas, flechas y grandes rocas. Todas caían al suelo antes de tocarle. La madera y la piedra<br />

cumplían así su juramento. Baldur sonreía. Los Dioses danzaron alegremente a su alrededor, cantando: "¡Baldur<br />

se ha salvado y el Reino de Asgard también!". Baldur era el Sol Negro y los Ases los astros de ese otro<br />

firmamento de Asgard. Mucho después, esta Danza sería de nuevo ejecutada por Krishna, el Dios Azul, el octavo<br />

Avatar de Vishnu, con su amada 'Rzrdha, en los Jardines de Vrindavan. La Danza se li-.-"-,'a Rasilla.<br />

Los Ases creían que así se había salvado el Antiguo Cielo, el Antiguo Sol y su Luz fija, eterna, inmóvil. Porque<br />

Baldur no moriría esta vez.<br />

Mas, he aquí que Loki, sentado en un rincón de los bosques de Asgard, sintió que la envidia le consumía. Loki fue<br />

siempre un causante de desgracias. El podía cambiar de forma a voluntad. Transformándose en una anciana, fue<br />

hasta donde se encontraba Frigga y le dijo: "¿De verdad creéis que Baldur no pue4a ser herido? No es así". La<br />

Diosa Frigga le respondió:<br />

"Tengo el juramento de todos los seres visibles e invisibles. Su honor se llama lealtad".<br />

La anciana quiso alejarse, rengueando, pero Frigga la detuvo: " ¡Quédate! ¿Qué puede dañar a Baldur? ¿Acaso<br />

el muérdago?". Este nombre se escapó a la Diosa sin pensarlo. "Sí", dijo la anciana, como para sí misma, "el<br />

muérdago". Y se alejó, gritando: "¡Tened cuidado, mucho cuidado!". Pero la Diosa Frigga exclamó: "El muérdago<br />

no ha jurado, porque no puede hacer un juramento, no existe por sí mismo. Sólo existe por el árbol". Así se<br />

tranquilizó, pidiendo a los Ases que siguieran en su fiesta.<br />

Retirado, aparte, junto a una encina, se hallaba el ciego Hóder. No podía participar en el juego de los Ases.<br />

Escuchó una voz que le murmuraba junto a su oído: " ¡Pobre Hóder! ¿Tal vez desees participar en la fiesta de<br />

homenaje a Baldur?" "Soy ciego", dice Hóder. Pero la voz agrega: "Lo puedes. Soy amigo de Frigga y ella te envía<br />

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