2 - Gnostic Liberation Front
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la creación del Demiurgo-Jehová, del Uno sin Esposa, y, envueltos en sus redes, son hechos prisioneros. En "NOS. Libro de la Resurrección" fui autorizado a revelar el verdadero Misterio Orfico hiperbóreo. Un Arte de la Fuga, música órfica. Una kabala aria, fonética, combinación de notas divinas. Cuando ELELLA se divide y su Ella sale afuera; muy pronto cae en las redes del universo demiúr-gico, "más abajo del quiáÚ- cielo". Y queda allí aprisionada. Casi simultáneamente, se produce la división de otro Huevo Hiperbóreo: el Huevo de ELLAEL. Y ahora es El que se ha salido afuera. División por solidaridad, por A-Mor solidario; porque ELELLA y ELLAEL eran camaradas. Los primeros camaradas de la eternidad, en otro cosmos, "más allá de las estrellas". Estrellas ellos mismos. Y cuando esto se produce, Alguien se ha quedado ahí, tan lejos, tan "detrás de las estrellas", cantando como al borde de una Fuente la Canción del Camarada: Eins wird es wieder Helle-In aller Brüder Sinn — Sie kehren zu der Quelle — Im Lieb und Treue in. (Algún día retornará la luz — en la mente de los hermanos —. Regresarán a las Fuentes — con Amor y lealtad). El de ELLAEL va en busca de Ella de ELELLA. Puede así verse que, en ambas particiones, Alguien se ha quedado esperando el retorno. (Que es Resurrección y que ya no será Él ni Ella, ni siquiera la reconstitución de ELELLA y ELLAEL, sino NOS). La primera partición acontecida en ese Universo "más allá de las estrellas", donde "son otras las leyes, o no hay leyes", habrá tenido por esencia y compulsión la Gnosis, la aspiración a un Rostro. Después de la intervención del Demiurgo y de su plagio en el Reino de las Sombras, además de esa compulsión, se ha recibido una orden de guerra y los héroes (Eros), los Siddhas hiperbóreos han entrado escindidos al Universo de pares de opuestos del Demiurgo Jehová, para.combatir y rescatar a los camaradas prisioneros, al mismo tiempo que destruir la creación diabólica del Señor de las Tinieblas, transmutándola, conjuntamente con la resurrección del vira. El acontecimiento sólo podrá penetrarse con la visión del rishi antiguo, también del poeta Minnesánger. Es matemática aria, pitagórica, Hiranyagarbha-Cabda, Sthula-Cabda. Debería expresarse en Runas, grabándolas de arriba abajo, o viceversa; también de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Así: %. Luego giraría dentro de uri Círculo de fuego helado: Ifi ; hasta hacer posible la Resurrección: % . Quien haya escuchado El Arte de la Fuga, de Johannes Sebastian Bach, podrá ahorrarse de leer esta exposición. En el Drama hiperbóreo de la partición de ELELLA y ELLAEL no se va en busca de la reconstitución de un andrógino, que nunca ha existido en Hiperbórea, ya que esas Mónadas, o Purushas, correspondían a un masculino y un femenino absolutos. Sólo que no tenían Rostro. La Persona carecía de Personalidad. He aquí el fin de A-Mor, tras el paso por el reino demiúrgico de la vida y de la muerte: el Hombre y la Mujer Absolutos. Son el premio del combate en el corrompido mundo del Demiurgo, donde se parte del Uno hermafrodita y se entrega la ilusión de un final andrógino. En un antiguo grabado que reprodujera en la primera edición de "El Cordón Dorado", un peregrino está cruzando desde un mundo circular, verde de vegetación, por un boquete allí abierto, hacia otro universo con figuras geométricas, ruedas dentadas, rombos. Está entrando, o está saliéndose. Así, cuando los divyas abandonan la primera Hiperbórea, cuando El y Ella penetran en la creación demiúrgica, por algún resquicio, por la puertaventana de Venus, adquieren un cuerpo de materia terrestre, mientras se atrofian sus cuerpos de materia espiritual. Han forzado, sin embargo, una mutación en el cuerpo animal, en el instrumento robótico de tierra al tener que utilizarlo. Son los viras, los héroes legendarios. Sin embargo, los primeros divyas llegados a este mundo, en el Satya-Yuga, en la Edad Dorada, construyen su Segunda Hiperbórea Polar en recuerdo de la Primera. En el Polo Norte levantan esa fortaleza de combate y en las edades demiúrgicas sucesivas la rodearán del Cordón que la hará invisible, pues ya algunos divyas han sido derrotados y se han mezclado con las hijas de los hombres, del animal-hombre. Otros siddhas han traicionado, entrando a colaborar con el Plan del Demiurgo-Jehová. Son los traidores blancos. Y Píndaro podrá confirmar que Hiperbórea es inalcanzable. Sólo sus restos se verán en el Mar Septentrional. Ese mundo se ha sumergido, al producirse la mezcla de los divyas. Se ha precipitado la catástrofe sincrónica. Y el vira, ese héroe mezclado con las hijas de los hombres, cada vez más va perdiendo la Minne, la nostalgia, la memoria de A-Mor, junto con la pureza de su sangre. El vira hiperbóreo queda prisionero del plan del Demiurgo, del infernal plagio del Señor de las Tinieblas, de su involución y su evolución, donde todo se cumple dentro de un ideoplasma arquetípico; en repetición ad infinitum de un mismo esquema-mundo. Divisiones tras divisiones, explosiones, expiraciones e inspiraciones, como en esas cajas de té chino, donde siempre se pintaba una caja igual dentro de otra y de otra, cada vez más pequeña, hasta perderse de vista. En la simiente, ya todo estaba prefijado. Lo que es adentro es afuera, lo que es arriba es abajo. La imaginación del Demiurgo no es ilimitada. Su energía no es infinita, como vería Nietzsche. Por eso todo vuelve, retorna, se repite. Mas, al borde de este Universo, se ha cumplido el Drama Hiperbóreo. Y cuando ELELLA se divide (¿más arriba del quinto cielo?) y Ella da esos pasos de una Danza de eternidades, cruzando esos confines, adentro de Ella algo queda de ELELLA, como un alma-recuerdo, que a veces se constela. E igual cosa sucederá a El, preservando un alma-recuerdo de ELLAEL. ¿Es esto el anima y el animus de Jung? Si en eones de tiempo le es dado a El encontrarse con Ella, El lo sabrá, porque adentro de sí mismo algo se enciende: ese embrión de alma-recuerdo, al que dará un Rostro, el del cuerpo terrestre de Ella, si es capaz de A-Marla con el A-Mor Mágico que se enseñara en la Hiperbórea Polar, en el Satya-Yuga, dando así a luz el Hijo de la Minne, de la nostalgia y del recuerdo de ELELLA, del ansia. El Hijo del Hombre. 110
Muchas veces le habrá sido dado encontrarla en el peregrinar de las rondas del Eterno Retorno, con un mismo rostro, sin saber inmediatamente que era Ella, hasta que la Nota vibre en su más prístina pureza y el Rostro sea fijado para siempre por la Nostalgia, por la perseverancia con la que El lo ha soñado, lo ha inventado: su Flor Inexistente, la cosa contemplada, al borde ya del naufragio y de la total desesperanza. Entonces, ya no habrá más que una Ella para El, y un El para Ella, en el combate de todos los mundos, de los soles y las tierras. ¡Oh Dioses!, quizás aquí se encuentre la razón más íntima de todo el Misterio de ese Drama Hiperbóreo de la separación. Esas almas im Nebel; El Héroe, el Vira, se ha transmutado en el Hombre-Total; más que un Divya: Es ELELLA. Y ha hecho posible que su Ella su Walkiria, su A-Mada, resucite. También como ELLAEL, la Mujer-Absoluta. En Venus. Son los Reyes del Gral. masculino absoluto una, femenina absoluta la otra. Ellas no tenían rostros. Sólo entrando a combatir en el mundo mezclado y corrompido del Señor de las Tinieblas, sólo reencontrándose y A-Mándose transfigurarán este mundo, obteniendo como premio un Rostro. La Individualidad Absoluta, la Resurrección: NOS. 111
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la creación del Demiurgo-Jehová, del Uno sin Esposa, y, envueltos en sus redes, son hechos prisioneros.<br />
En "NOS. Libro de la Resurrección" fui autorizado a revelar el verdadero Misterio Orfico hiperbóreo. Un Arte de la<br />
Fuga, música órfica. Una kabala aria, fonética, combinación de notas divinas. Cuando ELELLA se divide y su Ella<br />
sale afuera; muy pronto cae en las redes del universo demiúr-gico, "más abajo del quiáÚ- cielo". Y queda allí<br />
aprisionada. Casi simultáneamente, se produce la división de otro Huevo Hiperbóreo: el Huevo de ELLAEL. Y<br />
ahora es El que se ha salido afuera. División por solidaridad, por A-Mor solidario; porque ELELLA y ELLAEL<br />
eran camaradas. Los primeros camaradas de la eternidad, en otro cosmos, "más allá de las estrellas". Estrellas<br />
ellos mismos. Y cuando esto se produce, Alguien se ha quedado ahí, tan lejos, tan "detrás de las estrellas",<br />
cantando como al borde de una Fuente la Canción del Camarada: Eins wird es wieder Helle-In aller Brüder Sinn<br />
— Sie kehren zu der Quelle — Im Lieb und Treue in. (Algún día retornará la luz — en la mente de los hermanos<br />
—. Regresarán a las Fuentes — con Amor y lealtad).<br />
El de ELLAEL va en busca de Ella de ELELLA. Puede así verse que, en ambas particiones, Alguien se ha quedado<br />
esperando el retorno. (Que es Resurrección y que ya no será Él ni Ella, ni siquiera la reconstitución de ELELLA y<br />
ELLAEL, sino NOS).<br />
La primera partición acontecida en ese Universo "más allá de las estrellas", donde "son otras las leyes, o no hay<br />
leyes", habrá tenido por esencia y compulsión la Gnosis, la aspiración a un Rostro. Después de la intervención del<br />
Demiurgo y de su plagio en el Reino de las Sombras, además de esa compulsión, se ha recibido una orden de<br />
guerra y los héroes (Eros), los Siddhas hiperbóreos han entrado escindidos al Universo de pares de opuestos del<br />
Demiurgo Jehová, para.combatir y rescatar a los camaradas prisioneros, al mismo tiempo que destruir la creación<br />
diabólica del Señor de las Tinieblas, transmutándola, conjuntamente con la resurrección del vira.<br />
El acontecimiento sólo podrá penetrarse con la visión del rishi antiguo, también del poeta Minnesánger. Es<br />
matemática aria, pitagórica, Hiranyagarbha-Cabda, Sthula-Cabda. Debería expresarse en Runas, grabándolas<br />
de arriba abajo, o viceversa; también de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Así: %. Luego giraría dentro<br />
de uri Círculo de fuego helado: Ifi ; hasta hacer posible la Resurrección: % . Quien haya escuchado El Arte de la<br />
Fuga, de Johannes Sebastian Bach, podrá ahorrarse de leer esta exposición.<br />
En el Drama hiperbóreo de la partición de ELELLA y ELLAEL no se va en busca de la reconstitución de un<br />
andrógino, que nunca ha existido en Hiperbórea, ya que esas Mónadas, o Purushas, correspondían a un masculino<br />
y un femenino absolutos. Sólo que no tenían Rostro. La Persona carecía de Personalidad. He aquí el fin de A-Mor,<br />
tras el paso por el reino demiúrgico de la vida y de la muerte: el Hombre y la Mujer Absolutos. Son el premio del<br />
combate en el corrompido mundo del Demiurgo, donde se parte del Uno hermafrodita y se entrega la ilusión de un<br />
final andrógino.<br />
En un antiguo grabado que reprodujera en la primera edición de "El Cordón Dorado", un peregrino está cruzando<br />
desde un mundo circular, verde de vegetación, por un boquete allí abierto, hacia otro universo con figuras<br />
geométricas, ruedas dentadas, rombos. Está entrando, o está saliéndose. Así, cuando los divyas abandonan la<br />
primera Hiperbórea, cuando El y Ella penetran en la creación demiúrgica, por algún resquicio, por la puertaventana<br />
de Venus, adquieren un cuerpo de materia terrestre, mientras se atrofian sus cuerpos de materia espiritual. Han<br />
forzado, sin embargo, una mutación en el cuerpo animal, en el instrumento robótico de tierra al tener que utilizarlo.<br />
Son los viras, los héroes legendarios. Sin embargo, los primeros divyas llegados a este mundo, en el Satya-Yuga,<br />
en la Edad Dorada, construyen su Segunda Hiperbórea Polar en recuerdo de la Primera. En el Polo Norte levantan<br />
esa fortaleza de combate y en las edades demiúrgicas sucesivas la rodearán del Cordón que la hará invisible, pues<br />
ya algunos divyas han sido derrotados y se han mezclado con las hijas de los hombres, del animal-hombre. Otros<br />
siddhas han traicionado, entrando a colaborar con el Plan del Demiurgo-Jehová. Son los traidores blancos. Y<br />
Píndaro podrá confirmar que Hiperbórea es inalcanzable. Sólo sus restos se verán en el Mar Septentrional. Ese<br />
mundo se ha sumergido, al producirse la mezcla de los divyas. Se ha precipitado la catástrofe sincrónica. Y el vira,<br />
ese héroe mezclado con las hijas de los hombres, cada vez más va perdiendo la Minne, la nostalgia, la memoria de<br />
A-Mor, junto con la pureza de su sangre.<br />
El vira hiperbóreo queda prisionero del plan del Demiurgo, del infernal plagio del Señor de las Tinieblas, de su<br />
involución y su evolución, donde todo se cumple dentro de un ideoplasma arquetípico; en repetición ad infinitum<br />
de un mismo esquema-mundo. Divisiones tras divisiones, explosiones, expiraciones e inspiraciones, como en esas<br />
cajas de té chino, donde siempre se pintaba una caja igual dentro de otra y de otra, cada vez más pequeña, hasta<br />
perderse de vista. En la simiente, ya todo estaba prefijado. Lo que es adentro es afuera, lo que es arriba es abajo.<br />
La imaginación del Demiurgo no es ilimitada. Su energía no es infinita, como vería Nietzsche. Por eso todo vuelve,<br />
retorna, se repite.<br />
Mas, al borde de este Universo, se ha cumplido el Drama Hiperbóreo. Y cuando ELELLA se divide (¿más arriba del<br />
quinto cielo?) y Ella da esos pasos de una Danza de eternidades, cruzando esos confines, adentro de Ella algo<br />
queda de ELELLA, como un alma-recuerdo, que a veces se constela. E igual cosa sucederá a El, preservando un<br />
alma-recuerdo de ELLAEL. ¿Es esto el anima y el animus de Jung?<br />
Si en eones de tiempo le es dado a El encontrarse con Ella, El lo sabrá, porque adentro de sí mismo algo se<br />
enciende: ese embrión de alma-recuerdo, al que dará un Rostro, el del cuerpo terrestre de Ella, si es capaz de<br />
A-Marla con el A-Mor Mágico que se enseñara en la Hiperbórea Polar, en el Satya-Yuga, dando así a luz el Hijo de<br />
la Minne, de la nostalgia y del recuerdo de ELELLA, del ansia. El Hijo del Hombre.<br />
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