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EL ARTE NOS HABLA
LA BELLA PASTORA. Javier Viver Gómez.
En el norte de la meseta castellana y
cercana a la localidad burgalesa de
Aranda de Duero, se encuentra el
Monasterio de la Aguilera, junto al
santuario y tumba de San Pedro
Regalado. En dicho Monasterio de
clausura, más de 200 monjas del recién
aprobado Instituto Iesu Communio viven
su carisma. En un lateral de la Capilla del
Convento se encuentra la talla la Bella
Pastora, obra del artista Javier Viver
Gómez.
La escultura con una visión netamente
frontal, presenta a la Virgen María. El
modelo iconográfico que presenta el
artista no esta ligado a ningún pasaje
concreto del Evangelio. Por su incipiente
embarazo, puede ser cualquier momento
de oración en la vida de la joven, a las
pocas semanas del anuncio del Ángel.
Realizada en bronce y de tamaño
natural, personifica a una muchacha de
16 o 17 años. El artista la representa
sedente (sentada) como es tradición,
pero en esta ocasión sin el niño Jesús en
brazos. Su sede no es ninguno de los
tronos a los que nos tiene
acostumbrados las representaciones
marianas, es una modesta silla, obra de
un carpintero. Vestida sencillamente nos
muestra los brazos desnudos, signo de
ser una joven trabajadora, unas sencillas
sandalias nos enseñan unos pies
delicados, la cabeza tocada nos deja al
descubierto un rostro juvenil y
sosegado. A pesar de ser una obra
realista algunos símbolos están
presentes: el vestido blanco y la dulce
apariencia casi infantil de la Virgen
representan la pureza y la triple corona
de la virginidad. La joven Virgen esta
en una actitud de recogimiento y
oración, los ojos cerrados la abstraen
de todo lo que la rodea, su único
objetivo es intensificar su plegaria y su
unión con Dios. Las manos cruzadas a
la altura del pecho cerca del corazón,
explicitan el inmenso amor que
alberga.
María con su leve inclinación de
cabeza, acepta su misión: ser madre
del Salvador y madre de toda la
humanidad. Su rostro ofrece al
espectador unos rasgos dulces y
delicados, a través de los cuales nos
hace participes y nos transmite una
gran emotividad. El leve movimiento de
su pie izquierdo nos indica que esta
pronta para ponerse en camino, su
quietud y calma no es estática, todo lo
contrario, Maria representa la firmeza y
la determinación, su vida junto al Hijo
de sus entrañas así lo atestigua.
El artista ha logrado hacer una imagen
cercana, llena de fuerza y
expresividad, lejos del hieratismo o de
las almibaradas imágenes
tradicionales. Frente a esta Virgen el
fiel encuentra sosiego y ternura, nos
invita a recostarnos en su regazo y
ser dulcemente acunados, como
tantos peregrinos hacen en su
presencia. Abandonados a su
maternal amor ella nos indica el
camino a seguir para estar con su
Hijo.
Jesús es el único mediador entre
Dios y los hombres, pero María al
igual que hizo en las Bodas de Cana
cuando a los nuevos esposos les
faltaba el vino e intercedió por ellos,
esta solicita para recoger nuestras
peticiones y presentárselas a su
Hijo. Por eso nosotros le pedimos en
el Ave María "Santa María, madre de
Dios, ruega por nosotros pecadores”.
Acudamos a la Bella Pastora (María)
reconociendo su amor materno que
ve las necesidades de sus hijos y
esta dispuesta a intervenir en
nuestra ayuda, sobre todo cuando
en la vida estamos abrumados de
problemas.
Luís Gómez Agost
Lciado. Hª del Arte
Volumtario
EL ARTE
NOS HABLA