RECOPILACION DE CUENTOS
RECOPILACION DE CUENTOS DIANA MARCELA GOMEZ
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<strong>RECOPILACION</strong><br />
<strong>DE</strong><br />
<strong>CUENTOS</strong><br />
DIANA MARCELA GOMEZ
CONTENIDO<br />
18<br />
BAMBI<br />
LA BELLA Y LA BESTIA<br />
4<br />
DUMBO<br />
12<br />
CAPERUCITA ROJA<br />
24
4<br />
4
Èrase una vez... un mercader que, antes de partir<br />
para un largo viaje de negocios, llamó a sus<br />
tres hijas para preguntarles qué querían que les<br />
trajera a cada una como regalo. La primera pidió<br />
un vestido de brocado, la segunda un collar de<br />
perlas y la tercera, que se llamaba Bella y era la<br />
más gentil, le dijo a su padre: "Me bastará una<br />
rosa cortada con tus manos." El mercader partió<br />
y, una vez ultimados sus asuntos, se dispuso a<br />
volver cuando una tormenta le pilló desprevenido.<br />
El viento soplaba gélido y su caballo avanzaba<br />
fatigosamente. Muerto de cansancio y de frío,<br />
el mercader de improviso vió brillar una luz en<br />
medio del bosque. Amedida que se acercaba a<br />
ella, se dio cuenta que estaba llegando a un castillo<br />
iluminado. "Confío en que puedan ofrecerme<br />
hospitalidad", dijo para sí esperanzado. Pero al<br />
llegar junto a la entrada, se dio cuenta de que<br />
la puerta estaba entreabierta y, por más que<br />
llamó, nadie acudió a recibirlo. Entró decidido y<br />
siguió llamando. En el salón principal había una<br />
mesa iluminada con dos candelabros y llena de<br />
ricos manjares dispuestos para la cena. El mercader,<br />
tras meditarlo durante un rato, decidió<br />
sentarse a la mesa; con el hambre que tenía<br />
consumió en breve tiempo una suculenta cena.<br />
Después, todavía intrigado, subió al piso superior.<br />
A uno y otro lado de un pasillo larguísimo,<br />
asomaban salones y habitaciones maravillosos.<br />
En la primera de estas habitaciones chisporroteaba<br />
alegremente una lumbre y había una<br />
cama mullida que invitaba al descanso. Era<br />
tarde y el mercader se dejó tentar; se echó<br />
sobre la cama y quedó dormido profundamente.<br />
Al despertar por la mañana, una mano desconocida<br />
había depositado a su lado una bandeja<br />
de plata con una cafetera humeante y fruta.<br />
El mercader desayunó y, despues de asearse<br />
un poco, bajó para darle las gracias a quien<br />
generosamente lo había hospedado. Pero al<br />
igual que la noche anterior, no encontró a nadie<br />
y, agitando la cabeza ante tan extraña situación,<br />
se dirigió al jardín en busca de su caballo<br />
que había dejado atado a un árbol, cuando un<br />
hermoso rosal atrajo su atención. Se acordó<br />
entonces de la promesa hecha a Bella, e inclinándose<br />
cortó una rosa. Inesperadamente,<br />
de entre la espesura del rosal, apareció una
6<br />
bestia horrenda que iba vestida con un bellísimo<br />
atuendo; con voz profunda y terrible le<br />
amenazó: " ¡Desagradecido! Te he dado hospitalidad,<br />
has comido en mi mesa y dormido en<br />
mi cama y, en señal de agradecimiento, ¿vas<br />
y robas mis rosas preferidas? ¡Te mataré por<br />
tu falta de consideración!" El mercader, aterrorizado,<br />
se arrodilló temblando ante la fiera:<br />
¡Perdóname!¡Perdóname la vida! Haré lo que<br />
me pidas! ¡La rosa era para mi hija Bella, a la<br />
que prometí llevarsela de mi viaje!" La bestia<br />
retiró su garra del desventurado. " Te dejaré<br />
marchar con la condición de que me traigas a tu<br />
hija."<br />
El mercader, asustado, prometió obedecerle y cumplir<br />
su orden. Cuando el mercader llegó a casa llorando,<br />
fue recibido por sus tres hijas, pero despues de haberles<br />
contado su terrorífica aventura, Bella lo tranquilizó<br />
diciendo: " Padre mio, haré cualquier cosa por tí. No<br />
debes preocuparte, podrás mantener tu promesa y<br />
salvar así la vida! ¡Acompáñame hasta el castillo y me<br />
quedaré en tu lugar!" El padre abrazó a su hija: "Nunca<br />
he dudado de tu amor por mí. De momento te doy las<br />
gracias por haberme salvado la vida. Esperemos que<br />
despues..." De esta manera, Bella llegóal castillo y la<br />
Bestia la acogió de forma inesperada: fue extrañamente<br />
gentil con ella. Bella, que al principio había sentido<br />
miedo y horror al ver a la Bestia, poco a poco se dio<br />
cuenta de que, a medida que el tiempo transcurría,<br />
sentía menos repulsión. Le fue asignada la habitación<br />
más bonita del castillo y la muchacha pasaba horas y<br />
horas bordando cerca del fuego. La Bestia, sentada<br />
cerca de ella, la miraba en silencio durante largas veladas<br />
y, al cabo de cierto tiempo empezó a decirles palabras<br />
amables, hasta que Bella se apercibió sorprendida<br />
de que cada vez le gustaba más su conversación.<br />
6
7<br />
Los días pasaban y sus confidencias iban en aumento, hasta<br />
que un día la Bestia osó pedirle a Bella que fuera su esposa.<br />
Bella, de momento sorprendida, no supo qué responder. Pero<br />
no deseó ofender a quien había sido tan gentil y, sobre todo,<br />
no podía olvidar que fue ella precisamente quien salvó con su<br />
sacrificio la vida de su padre. "¡No puedo aceptar!" empezó a<br />
decirle la muchacha con voz temblorosa,"Si tanto lo deseas..."<br />
"Entiendo, entiendo. No te guardaré rencor por tu negativa."<br />
La vida siguió como de costumbre y este incidente no tuvo<br />
mayores consecuencias. Hasta que un día la Bestia le regaló<br />
a Bella un bonito espejo de mágico poder. Mirándolo, Bella<br />
podía ver a lo lejos a sus seres más queridos. Al regalárselo, el<br />
monstruo le dijo:<br />
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8<br />
"De esta manera tu soledad no será<br />
tan penosa". Bella se pasaba horas<br />
mirando a sus familiares. Al cabo<br />
de un tiempo se sintió inquieta, y<br />
un día la Bestia la encontró derramando<br />
lágrimas cerca de su espejo<br />
mágico. "¿Qué sucede?" quiso<br />
saber el monstruo. "¡ Mi padre<br />
está muy enfermo, quizá muriendose!<br />
¡Oh! Desearía tanto podderlo<br />
ver por última vez!" "¡Imposible!<br />
¡Nunca dejarás este castillo!" gritó<br />
fuera de sí la Bestia, y se fue. Al<br />
poco rato volvió y con voz grave le<br />
dijo a Bella: "Si me prometes que<br />
a los siete días estarás de vuelta,<br />
te dejaré marchar para que puedas<br />
ver a tu padre." ¡Qué bueno eres<br />
conmigo! Has devuelto la felicidad<br />
a una hija devota." le agraceció<br />
Bella feliz.<br />
El padre, que estaba enfermo más que nada<br />
por el desasosiego de tener a su hija prisionera<br />
de la Bestia en su lugar, cuando la pudo<br />
abrazar, de golpe se sintió mejor, y poco a<br />
poco se fue recuperando. Los días transcurrían<br />
deprisa y el padre finalmente se levantó<br />
de la cama curado. Bella era feliz y se olvidó<br />
por completo de que los siete días habían pasado<br />
desde su promesa. Una noche se despertó<br />
sobresaltada por un sueño terrible. Había<br />
visto a la Bestia muriéndose, respirando con<br />
estertores en su agonía,<br />
8
9<br />
y llamándola: "¡Vuelve! ¡Vuelve<br />
conmigo!" Fuese por mantener<br />
la promesa que había hecho, fuese<br />
por un extraño e inexplicable<br />
afecto que sentía por el monstruo,<br />
el caso es que decidió marchar<br />
inmediatamente. "¡Corre, corre<br />
caballito!" decía mientras fustigaba<br />
al corcel por miedo de no llegar<br />
a tiempo..Al llegar al castillo<br />
subió la escalera y llamó. Nadie<br />
respondió; todas las habitaciones<br />
estaban vacías. Bajó al jardín con<br />
el corazón encogido por un extraño<br />
presentimiento. La Bestia estaba<br />
allí, reclinada en un árbol, con los<br />
ojos cerrados, como muerta. Bella<br />
se abalanzó sobre el monstruo<br />
abrazandolo: "No te mueras! No te<br />
mueras! Me casaré contigo!"<br />
Tras esas palabras, aconteció<br />
un prodigio: el horrible hocico<br />
de la Bestia se convirtió<br />
en la figura de un hermoso<br />
joven. "¡Cuánto he esperado<br />
este momento! Una bruja<br />
maléfica me transformó en un<br />
monstruo y sólo el amor de<br />
una joven que aceptara casarse<br />
conmigo, tal cual era,<br />
podía devolverme mi apariencia<br />
normal. Se celebró<br />
la boda, y el joven príncipe<br />
quiso que, para conmemorar<br />
aquel día, se cultivasen<br />
en su honor sólo rosas en el<br />
jardín. He aquí porqué todavía<br />
hoy aquel castillo se llama<br />
"El Castillo de la Rosa".<br />
9
10<br />
FIN<br />
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12<br />
12
1 3<br />
Había una vez una niña muy bonita. Su<br />
madre le había hecho una capa roja y la muchachita<br />
la llevaba tan a menudo que todo<br />
el mundo la llamaba Caperucita Roja.<br />
Caperucita cesta con los Roja pasteles recogió y se puso la<br />
en que camino. atravesar La el bosque niña tenía<br />
llegar a casa de la Abuelita,<br />
porque pero allí no siempre le daba se encon-<br />
miedo<br />
para<br />
traba los pájaros, con muchos las ardillas... amigos:<br />
Un día, su madre le pidió que llevase<br />
unos pasteles a su abuela que vivía al otro<br />
lado del bosque, recomendándole que no<br />
se entretuviese por el camino, pues cruzar<br />
el bosque era muy peligroso, ya que siempre<br />
andaba acechando por allí el lobo.<br />
13
1 4<br />
De repente vio al lobo, que<br />
era enorme, delante de ella.<br />
¿A dónde vas, niña?- le preguntó<br />
el lobo con su voz ronca.<br />
A casa de mi Abuelita-<br />
le dijo Caperucita.<br />
No está lejos- pensó el lobo<br />
para sí, dándose media vuelta.<br />
Caperucita puso su cesta en la hierba<br />
y se entretuvo cogiendo flores: - El<br />
lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada<br />
que temer. La abuela se pondrá muy<br />
contenta cuando le lleve un hermoso<br />
ramo de flores además de los pasteles.<br />
El lobo devoró a la Abuelita y se puso<br />
el gorro rosa de la desdichada, se metió<br />
en la cama y cerró los ojos. No<br />
tuvo que esperar mucho, pues Caperucita<br />
Roja llegó enseguida, toda<br />
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1 5<br />
Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo<br />
esto, el lobo malvado se abalanzó<br />
sobre la niñita y la devoró, lo mismo<br />
que había hecho con la abuelita.<br />
La niña se acercó a la cama y vio<br />
que su abuela estaba muy cambiada.<br />
- Abuelita, abuelita,<br />
¡qué ojos más grandes tienes!<br />
- Son para verte mejor- dijo el lobo<br />
tratando de imitar la voz de la abuela.<br />
- Abuelita, abuelita, ¡qué orejas<br />
más grandes tienes!<br />
Son para oír e mejor- siguió diciendo el lobo.<br />
Abuelita, abuelita, ¡qué dientes<br />
más grandes tienes!<br />
15
1 6<br />
Mientras tanto, el cazador se había<br />
quedado preocupado y creyendo adivinar<br />
las malas intenciones del lobo, decidió<br />
echar un vistazo a ver si todo iba<br />
bien en la casa de la Abuelita. Pidió<br />
ayuda a un segador y los dos juntos llegaron<br />
al lugar. Vieron la puerta de<br />
la casa abierta y al lobo tumbado en la<br />
cama, dormido de tan harto que estaba.<br />
Para castigar al lobo malo, el cazador<br />
le llenó el vientre de piedras y luego lo<br />
volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó<br />
de su pesado sueño, sintió muchísima sed<br />
y se dirigió a un estanque próximo para<br />
beber. Como las piedras pesaban mucho,<br />
cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.<br />
El cazador sacó su cuchillo y rajó<br />
el vientre del lobo. La Abuelita y<br />
Caperucita estaban allí, ¡vivas!.<br />
16
1 7<br />
En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto,<br />
pero Caperucita Roja había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita<br />
no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora<br />
en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.<br />
F I N<br />
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18<br />
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1 9<br />
Era<br />
primavera<br />
cuando, en un claro<br />
del bosque, nació un<br />
hermoso cervatillo al<br />
que llamaron bambi.<br />
Su madre le enseñaba<br />
todos los nombres de<br />
todo lo que veía y se fue<br />
haciendo amigo de la ardilla<br />
del roble, del conejo<br />
y de los demás animales.<br />
Lo que más le gustaba<br />
a Bambi era jugar<br />
con sus primos, Gobo y<br />
Falina, con los que correteaba<br />
sin descanso.<br />
19
2 0<br />
En otoño llegaron<br />
las tormentas.<br />
Un día Bambi se perdió,<br />
pero su padre, el<br />
gran príncipe del bosque,<br />
le llevó de nuevo<br />
junto a su madre.<br />
Con las nieves aparecieron<br />
los cazadores, que dispararon<br />
cruelmente contra<br />
todos, hiriendo de muerte<br />
a la madre de Bambi.<br />
Al final del invierno,<br />
Bambi había crecido mucho<br />
y tenía ya unas pequeñas<br />
astas... Pero echaba<br />
de menos a su madre.<br />
20
2 1<br />
También Falina había crecido<br />
y a Bambi le pareció la cierva<br />
más bonita del mundo.<br />
Romo y Carus, otros jóvenes<br />
ciervos pretendían<br />
conquistar a Falina,<br />
pero Bambi los venció<br />
con su fuerza y autoridad.<br />
Un día se oyó como un<br />
trueno y Bambi sintió un<br />
gran dolor en el lomo.<br />
Le había alcanzado el<br />
disparo de un cazador,<br />
pero consiguió huir y refugiarse<br />
en la guarida<br />
del príncipe del bosque.<br />
Tardó mucho tiempo en<br />
curarse de sus heridas.<br />
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2 2<br />
Cuando volvió a su querido<br />
bosque, Bambi era<br />
ya todo un ciervo. Le<br />
emocionó encontrarse<br />
de nuevo con Falina<br />
y sus amigos. Un día, el<br />
viejo príncipe se marchó<br />
y Bambi fue elegido nuevo<br />
príncipe del bosque.<br />
Bambi solía vigilar en lo<br />
alto de unas peñas y Falina<br />
siempre le acompañaba.<br />
Su porte era majestuoso<br />
y su cornamenta<br />
se alzaba como las ramas<br />
de un árbol. El cervatillo<br />
se había convertido<br />
en un gran príncipe.<br />
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2 3<br />
f i n<br />
23
24<br />
2 4
25<br />
Aquélla mañana había<br />
en el circo una gran<br />
expectación motivada<br />
por la espera de la señora<br />
Elefanta, un elefantito<br />
iba a nacer.<br />
-¿Cómo será? Seguro<br />
que es el elefantito<br />
más lindo del mundo.<br />
Y llegó. Todas las elefantas<br />
se reunieron en torno<br />
del pequeño y empezaron<br />
los comentarios...<br />
-¡Qué orejas más grandes!<br />
-¡Si parece que va<br />
a echar a volar!<br />
-¡Bueno, basta de chismorreos!,<br />
cada uno es<br />
como es, más vale que os<br />
dediquéis a vuestras cosas,<br />
ala, ¡fuera de aquí!<br />
Ea mi niño.....no hagas<br />
caso tesoro....que eres<br />
el elefante más bonito<br />
que existe......¡Envidia,<br />
eso es lo que tienen!<br />
25
26<br />
El circo siguió su marcha<br />
por diversas ciudades<br />
y nuestro buen Dumbo,<br />
que así se llamaba<br />
el elefantito ayudaba<br />
según sus fuerzas en<br />
los quehaceres del mismo.<br />
Un día, durante el<br />
desfile, Dumbo, que iba<br />
el último agarrado a la<br />
cola de su mamá, se pisó<br />
las orejas y.....¡zas!<br />
cayó dando volteretas.<br />
- ¡ J a j a j a !<br />
-¡Se ha pisado<br />
las orejotas!<br />
- ¡ J a j a j a !<br />
-Malas, crueles, burlarse<br />
así de mi pobre<br />
niño.....¡Ahora veréis!<br />
La mamá de Dumbo la<br />
emprendió a trompazos<br />
con las otras elefantas.<br />
Tanto se enfadó<br />
que los guardianes<br />
de los animales, creyendo<br />
que había enloquecido,<br />
la encadenaron<br />
y la encarcelaron<br />
en una jaula muy fuerte.<br />
Dumbo lloraba:<br />
-¡Mamá, mamaíta,<br />
26
27<br />
-No te preocupes,<br />
desde este momento<br />
estás bajo la protección<br />
de Carioco,<br />
ya verás como arreglamos<br />
las cosas.<br />
Pero no iba a ser tan<br />
fácil. El director<br />
del circo quiso hacer<br />
trabajar a Dumbo<br />
como payaso, y para<br />
él eran todos los<br />
golpes y las bromas<br />
más pesadas.........<br />
le enchufaban con<br />
mangueras, le tiraban<br />
tartas de nata,<br />
se burlaban de sus<br />
descomunales orejas<br />
y nuestro buen<br />
Dumbo se sentía<br />
muy infeliz........<br />
En esto apareció Carioco,<br />
el ratoncito que vendía los<br />
caramelos y las palomitas<br />
en los descansos del circo.<br />
-Pero Dumbo ¿Qué te<br />
pasa, por qué lloras?<br />
-No está mi mamá, la<br />
han encerrado y me han<br />
dejado solito. ¿Qué<br />
voy a hacer yo ahora?<br />
27
28<br />
Bueno....lo que tu digas....eres<br />
muy bueno<br />
conmigo.....si no fuera<br />
por ti.....tú eres el<br />
único que me quiere.<br />
Dumbo tomó con la<br />
trompa a Carioco y montándole<br />
sobre su lomo y<br />
charla que te charlarás,<br />
anduvieron por el campo<br />
hasta que se hizo de<br />
noche. Carioco ya se había<br />
dormido hace rato<br />
y Dumbo acabó durmiéndose<br />
también. A la<br />
mañana siguiente......<br />
-Dumbo, ¡Despierta<br />
Dumbo! ¿Qué hacemos<br />
aquí? ¡No<br />
mires para abajo!<br />
-Uhmmmmm.....¿eh.....<br />
qué pasa? ¡Ay!<br />
¿Qué había pasado?<br />
¡Oh, prodigio!. Estaban<br />
dormidos en las ramas<br />
de un espeso árbol.<br />
-Carioco, ¿Cómo hemos<br />
subido hasta aquí? Yo no<br />
sé trepar y tú no tienes<br />
fuerzas para subirme.<br />
Pues no creo que hayamos subido volando.<br />
Estate quieto, no te muevas,<br />
voy a enterarme. ¡Eh, señor cuervo!<br />
¿No habrá visto usted por casualidad<br />
anoche cómo hemos subido<br />
mi amigo Dumbo y yo a este árbol?<br />
El cuervo explicó que efectivamente<br />
la noche anterior iba Dumbo medio<br />
dormido y tropezó con una raíz,<br />
para no caerse agitó las orejas y sin<br />
darse cuenta se elevó por los aires,<br />
yendo a caer en las ramas del árbol<br />
en donde habían pasado la noche, quedándose<br />
inmediatamente dormidos.<br />
-¿Has oído Dumbo? ¡Has volado!<br />
Esto te abre un campo enorme<br />
dentro del circo. Ya estoy viendo<br />
los titulares....."Dumbo,<br />
único elefante volador del<br />
mundo, lo nunca visto".<br />
-Sí pero.....¿cómo bajamos<br />
ahora?....<br />
-¿Cómo que cómo bajamos?<br />
Pues como hemos<br />
subido.....¡Volando! mueve<br />
las orejas como hacen<br />
los pájaros con las alas<br />
.<br />
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29<br />
El buen Dumbo comenzó a m<br />
y a bajar y cuando .El buen<br />
Dumbo comenzó a moEl buen<br />
Dumbo comenzó a mover sus<br />
enormes orejas y empezó a remontarse<br />
como si fuera un helicóptero.....Subió,<br />
bajó, volvió<br />
a subir y a bajar y cuando<br />
vió que lo conseguía.......<br />
-¡Ay, Carioco, qué alegría, esto<br />
funciona, mira arriba, abajo, a la<br />
derecha, a la izquierda.........puedo<br />
volar......puedo volar..................!<br />
Loco de alegría, planeó jugueteando<br />
y riendo y sin dejar de mover las orejas<br />
se encaminó hacia el circo donde<br />
llegó, siendo la admiración de todos<br />
y la envidia de los demás elefantes<br />
que ya no se burlaban de él. El director<br />
vió enseguida la mina de oro.<br />
-Poco a poco señor director, yo soy<br />
el manager de Dumbo, el único elefante<br />
volador. Tendremos que hacer<br />
un nuevo contrato; Mi artista<br />
pondrá ahora nuevas condiciones.<br />
Y así fue, se redactó un nuevo<br />
contrato ventajosísimo para Dumbo,<br />
y la primera cláusula fue que<br />
su mamá fuera puesta en libertad.<br />
-¡Hijo, qué alegría!<br />
Lloraba de alegría estrechando<br />
entre sus patas a su hijito al<br />
tiempo que con su trompa acariciaba<br />
y daba besos a su pequeño.<br />
-Mamá, qué contento estoy. Otra<br />
vez juntos, y ahora para siempre.<br />
Ya no habrá quien nos separe.<br />
El circo Dumbo, pues así cambió de<br />
nombre tomando el de su estrella<br />
principal, obtuvo un éxito inenarrable<br />
recorrió el mundo entero y<br />
el "Elefante volador" como se le<br />
conocía, salió en las portadas de<br />
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todos los periódicos y revistas.<br />
Las televisiones y emisoras de radio<br />
se disputaban sus opiniones.<br />
Pero nadie fue más feliz que la<br />
mamá de nuestro héroe al ver que<br />
ya nadie se burlaba de su hijito.<br />
FIN<br />
30