02.12.2014 Views

Diferencia sexual en los videojuegos - Educar en igualdad

Diferencia sexual en los videojuegos - Educar en igualdad

Diferencia sexual en los videojuegos - Educar en igualdad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tos”. No importan <strong>los</strong> medios, si el fin es conseguir dinero. Como dic<strong>en</strong> “…, <strong>en</strong> fin,<br />

se trata de preocuparse de que la ciudad sea r<strong>en</strong>table”. Ni Maquiavelo se atrevió<br />

a decirlo tan clara, expresa y contund<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te.<br />

Esta visión refleja un racismo implícito: <strong>los</strong> pobres son sucios, cuelgan la ropa<br />

fuera de las casas, hac<strong>en</strong> graffitis, no van al teatro ni les gusta la ópera como a <strong>los</strong><br />

ricos, sino el rugby. Consideraciones que cualquier manual de prev<strong>en</strong>ción de la<br />

x<strong>en</strong>ofobia calificaría como explícitam<strong>en</strong>te racistas y donde se ve claram<strong>en</strong>te cómo<br />

el racismo no es una cuestión de color, sino de clase social.<br />

Es una visión de la política como empresa: “una ciudad es como una empresa”.<br />

Los políticos no son repres<strong>en</strong>tantes del pueblo a su servicio, como <strong>en</strong> la democracia,<br />

sino ger<strong>en</strong>tes de una empresa que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que controlar con látigo de hierro<br />

para que dé divid<strong>en</strong>dos. Con una visión d<strong>en</strong>tro de la órbita claram<strong>en</strong>te neoliberal:<br />

“baja <strong>los</strong> impuestos a las empresas para crear empleo”.<br />

El objetivo del juego es construir “rascacie<strong>los</strong>”, símbolo y emblema del capitalismo<br />

más duro, del desarrollo no sost<strong>en</strong>ible, de la economía como elem<strong>en</strong>to c<strong>en</strong>tral del<br />

dev<strong>en</strong>ir humano, de la globalización neoliberal y de la deshumanización del mundo.<br />

Y la perla final: “Para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der a <strong>los</strong> Sims hay que conocer su única motivación:<br />

el deseo. (…) Dichos deseos varían con la clase social de cada Sim: <strong>los</strong> ricos irán<br />

a la ópera, pero no les atraerá un partido de rugby”. Hasta <strong>los</strong> deseos son clasistas.<br />

Los y las pobres son tontos/as y para el<strong>los</strong>/as “pan y rugby” (suponemos que<br />

será <strong>en</strong> Inglaterra, porque <strong>en</strong> España sería el fútbol). ¿Es éste el mundo <strong>en</strong> el que<br />

queremos que nuestros hijos e hijas se <strong>en</strong>tr<strong>en</strong><strong>en</strong> para el día de mañana? Nosotros<br />

y nosotras no lo queremos para nuestros hijos e hijas.<br />

Si analizamos otra de las “ext<strong>en</strong>siones” de este videojuego, “<strong>los</strong> sims superstars”,<br />

podemos ver que esta ideología que subyace marca claram<strong>en</strong>te <strong>los</strong> planteami<strong>en</strong>tos<br />

del videojuego y sus posibilidades. La fama es el nuevo indicador que mide el<br />

grado de popularidad de tus criaturas y, por lo tanto, de su éxito. Todo vale con tal<br />

de hacerse con un premio “Simmy” (paralelismo con <strong>los</strong> Grammy), o aparecer <strong>en</strong><br />

las portadas de las revistas. “No hay nada tan divertido como ver a nuestros Sims<br />

convertidos <strong>en</strong> estrellas, aunque para ello hace falta esfuerzo y mucha, mucha,<br />

perseverancia y dosis de hipocresía” (Computer Hoy Juegos, 2003, nº 31, 92). Es<br />

verdad que existe una posibilidad –infinitesimal, eso sí- de que un Sim gordo, feo<br />

y aburrido se convierta <strong>en</strong> el próximo Ricky Martin. Pero la verdad es que será<br />

mucho más fácil (o probable) si ese Sims dispone de 7 o más puntos <strong>en</strong> <strong>los</strong> atributos<br />

Carisma, Físico y Creativo. Pero, por supuesto, todos <strong>los</strong> objetos para conseguir<br />

triunfar cuestan simoleones, o sea, dinero. La economía, se mire por donde se<br />

mire, es el c<strong>en</strong>tro del universo sim. Y la fama impone también unas condiciones<br />

exig<strong>en</strong>tes: ser una estrella exige dedicación completa, así que no es aconsejable<br />

que el Sim elegido t<strong>en</strong>ga una familia numerosa.<br />

La difer<strong>en</strong>cia <strong>sexual</strong> <strong>en</strong> el análisis de <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong><br />

437

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!