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Diferencia sexual en los videojuegos - Educar en igualdad

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Muchos de <strong>los</strong> chicos jóv<strong>en</strong>es, de la misma manera que las chicas jóv<strong>en</strong>es, pued<strong>en</strong><br />

concebir que <strong>los</strong> personajes extremadam<strong>en</strong>te eróticos repres<strong>en</strong>tan el “símbolo de<br />

la mujer ideal”. Estas imág<strong>en</strong>es pued<strong>en</strong> afectar a la capacidad de autoestima de<br />

las chicas, así como a la idea que ellas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de su puesto <strong>en</strong> el mundo. Además,<br />

estas imág<strong>en</strong>es también influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> lo que esperan <strong>los</strong> chicos de las chicas y <strong>en</strong><br />

como se relacionan con ellas.<br />

“Se la subordina vinculando su valor a la posesión de un cuerpo <strong>en</strong>cantador, a<br />

cuya dedicación compulsiva se destina la tercera jornada de la ‘megamujer’, después<br />

de la del hogar y la del trabajo fuera de casa, con la circunstancia agravante<br />

de cifrar su nivel de autoestima <strong>en</strong> una carrera imposible contra las leyes naturales<br />

del <strong>en</strong>vejecimi<strong>en</strong>to” (Muñoz Luque, 2003, 10).<br />

La des<strong>igualdad</strong> de géneros y la dominación de lo masculino, y el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de<br />

<strong>los</strong> sistemas socio-económicos-ideológicos se fundam<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> la legislación organizada<br />

por el grupo dominante para favorecer la posición de poder del hombre.<br />

Las investigaciones sobre la historia de género están descubri<strong>en</strong>do la importancia<br />

y protagonismo histórico invisibilizado que la mujer ha t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> todos <strong>los</strong> tiempos<br />

y lugares, constituy<strong>en</strong>do un grupo imprescindible d<strong>en</strong>tro de la estructura social<br />

que a su vez dep<strong>en</strong>de de ellas para la reproducción biológica, la reproducción de<br />

la fuerza de trabajo (y guerras) y de la cultura. Pues d<strong>en</strong>tro de la estructura<br />

cumpl<strong>en</strong> funciones políticas, económicas y sociales importantes, por tanto su<br />

invisibilidad es una estrategia de subordinación y no un reflejo de su peso relativo.<br />

Los patrones sociales imperantes <strong>en</strong> esta cultura androc<strong>en</strong>trica <strong>en</strong>señan a <strong>los</strong><br />

chicos a reprimir sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, a demostrar frialdad y dureza, a no llorar, a<br />

valorar la victoria y el poder por <strong>en</strong>cima de todo. Y <strong>los</strong> mode<strong>los</strong> que se pres<strong>en</strong>tan<br />

<strong>en</strong> <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong> pot<strong>en</strong>cian esta concepción, tanto <strong>en</strong> <strong>los</strong> roles masculinos como<br />

<strong>en</strong> <strong>los</strong> fem<strong>en</strong>inos, que se incorporan bajo el mismo patrón. En este s<strong>en</strong>tido estos<br />

<strong>videojuegos</strong>, que como cualquier juego influy<strong>en</strong> poderosam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la construcción<br />

m<strong>en</strong>tal de <strong>los</strong> niños y niñas, pot<strong>en</strong>ciarán este “machismo m<strong>en</strong>tal” y elem<strong>en</strong>tal.<br />

Por eso es dramático que algunos expertos asuman esta realidad como irremediable.<br />

Según J<strong>en</strong>kins (1998, 291), director del Programa de Estudios de <strong>los</strong> Medios<br />

de Comunicación del MIT, las mujeres ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que apr<strong>en</strong>der a ocupar el espacio y<br />

las formas de juego de <strong>los</strong> chicos. Sólo así afianzarán sus valores de autoestima y<br />

competitividad que son necesarios para que ellas llegu<strong>en</strong> a ser profesionales compet<strong>en</strong>tes.<br />

Deb<strong>en</strong> de apr<strong>en</strong>der a “irse con <strong>los</strong> lobos”, no simplem<strong>en</strong>te a “perseguir<br />

mariposas”. Las niñas deb<strong>en</strong> apr<strong>en</strong>der a jugar <strong>en</strong> <strong>los</strong> mismos términos que <strong>los</strong><br />

niños si quier<strong>en</strong> competir. De vez <strong>en</strong> cuando la Barbie debe “echar una cana al<br />

aire”.<br />

La difer<strong>en</strong>cia <strong>sexual</strong> <strong>en</strong> el análisis de <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong><br />

399<br />

Es el triunfo de la “cultura macho”. Las mujeres ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que adaptarse a <strong>los</strong> mode<strong>los</strong><br />

de competitividad y valores de <strong>los</strong> hombres. Porque el criterio es adaptarse a<br />

las exig<strong>en</strong>cias del mundo empresarial y “militarizado”. Y es necesario formar<strong>los</strong>

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