02.12.2014 Views

Diferencia sexual en los videojuegos - Educar en igualdad

Diferencia sexual en los videojuegos - Educar en igualdad

Diferencia sexual en los videojuegos - Educar en igualdad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

la bondad...; valores altam<strong>en</strong>te necesarios pero que supon<strong>en</strong> la conformidad,<br />

la propia aceptación de la situación social y la del ord<strong>en</strong> establecido”.<br />

Pero lo podemos constatar igualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el análisis docum<strong>en</strong>tal de <strong>los</strong> anuncios<br />

que hemos hecho de <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong> <strong>en</strong> las revistas del sector. En una de ellas, para<br />

publicitar el videojuego Alfred’s Adv<strong>en</strong>ture se dice con el fin de estimular su uso:<br />

“¿cómo te vas a comportar <strong>en</strong> esta av<strong>en</strong>tura, como un gallito o como una gallina?”<br />

(Game Boy, 2001, 64, 30). Como vimos <strong>en</strong> <strong>los</strong> resultados del análisis docum<strong>en</strong>tal<br />

realizado la publicidad de las revistas sigue estableci<strong>en</strong>do una relación<br />

proporcional <strong>en</strong>tre la viol<strong>en</strong>cia de un juego y su calidad. Esta cosmovisión que se<br />

propone con todos estos com<strong>en</strong>tarios pot<strong>en</strong>cia un determinado tipo de valores<br />

claram<strong>en</strong>te delimitados.<br />

Algunas personas, que han investigado sobre este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, alegan que esta<br />

concepción no ti<strong>en</strong>e por qué influir inexorablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la visión y las cre<strong>en</strong>cias<br />

de las personas que juegan a <strong>videojuegos</strong>, puesto que podemos interactuar<br />

con <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong>, podemos manejar<strong>los</strong> y no recibimos su influ<strong>en</strong>cia pasivam<strong>en</strong>te<br />

como <strong>en</strong> el caso de la televisión. Pero t<strong>en</strong>emos que darnos cu<strong>en</strong>ta que<br />

esa ‘interacción’ se produce siempre d<strong>en</strong>tro de unos parámetros establecidos<br />

por las reglas determinadas por <strong>los</strong> fabricantes. Esas reglas son las que g<strong>en</strong>eran<br />

el contexto concreto <strong>en</strong> el que se desarrolla la acción del videojuego. Y es<br />

ese contexto, que exige esos determinados “valores” para poder sobrevivir <strong>en</strong><br />

él y seguir avanzando, el que nos sumerge <strong>en</strong> una concepción sexista y viol<strong>en</strong>ta.<br />

Lo más preocupante es que la conducta de <strong>los</strong> hombres, d<strong>en</strong>tro de esta visión<br />

androc<strong>en</strong>trica del mundo, se toma como modelo, como norma. Por ello se ve normal<br />

que la conducta adecuada de la mujer sea aproximarse cada vez más a la<br />

conducta de <strong>los</strong> hombres.<br />

“El modelo masculino se sigue considerando incuestionable y ha g<strong>en</strong>erado una<br />

norma para la conducta humana” (Miedzian, 1991, 132).<br />

La difer<strong>en</strong>cia <strong>sexual</strong> <strong>en</strong> el análisis de <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong><br />

361<br />

Según Cassell y J<strong>en</strong>kins (1998, 35-36) las mujeres pued<strong>en</strong> hacerse pasar por<br />

hombres y utilizar <strong>los</strong> mismos <strong>videojuegos</strong>, pero lo contrario es imposible. Esto<br />

demuestra, para estos autores, lo masculinam<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>ciada que es nuestra<br />

sociedad, <strong>en</strong> la que lo masculino se ha convertido <strong>en</strong> la norma, <strong>en</strong> “el neutro” que<br />

<strong>en</strong>globa a <strong>los</strong> hombres y a las mujeres, mi<strong>en</strong>tras que lo fem<strong>en</strong>ino se asocia a la<br />

excepción, la ‘anormalidad’. La norma es siempre masculina y esto se aplica también<br />

a <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong>.<br />

Veamos, pues, a continuación, el análisis de algunas de las características básicas<br />

de lo que hemos d<strong>en</strong>ominado “cultura macho” y cómo esto se plasma <strong>en</strong> el mundo<br />

de <strong>los</strong> <strong>videojuegos</strong> que hemos investigado.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!