los jesuitas y la educación - Ediciones Universitarias
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10<br />
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA ›LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN Año II octubre-novieMBRE de 2010<br />
Año II Número 10 Octubre-noviembre de 2010<br />
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />
Un texto<br />
inédito de Juan<br />
Rulfo sobre<br />
Rafael F. Muñoz<br />
Dos poemas<br />
inéditos de<br />
Dolores Castro<br />
Rogelio Cuél<strong>la</strong>r<br />
retratado por<br />
Ca<strong>los</strong> Monsiváis<br />
Rubén Agui<strong>la</strong>r<br />
Valenzue<strong>la</strong><br />
Fernando Fernández<br />
Font, S. J.<br />
Pedro Rubens<br />
Ferreira Oliveira, S. J.<br />
Car<strong>los</strong> Muñoz<br />
Izquierdo<br />
Eugenio Páramo<br />
Ortega, S. J.<br />
Alberto Ruy Sánchez<br />
Luis Ugalde, S. J.<br />
›LOS<br />
JESUITAS<br />
Y LA<br />
EDUCACION<br />
Víctor Jiménez Juan Rulfo,<br />
lector profesional Gloria López<br />
Morales La cocina mexicana,<br />
un símbolo nacional
Índice<br />
<strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> y <strong>la</strong> educación<br />
3 Dr. José Morales Orozco, S. J. Carta del Rector<br />
4 Rubén Agui<strong>la</strong>r Valenzue<strong>la</strong>. Educar a <strong>la</strong> manera de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> o ¿qué aporta<br />
<strong>la</strong> educación de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>?<br />
6 Fernando Fernández Font, S. J. Los retos de <strong>la</strong> educación jesuita<br />
8 Car<strong>los</strong> Muñoz Izquierdo. Religiosidad inteligente y educación superior<br />
12 Eugenio Páramo Ortega, S. J. Educación, tecnología, humanismo y valores<br />
16 Pedro Rubens Ferreira Oliveira, S. J. La tradición jesuita y <strong>la</strong>s nuevas fronteras en<br />
<strong>la</strong> educación<br />
20 Luis Ugalde, S. J. Las universidades <strong>jesuitas</strong> en América Latina frente al futuro<br />
24 Alberto Ruy Sánchez. El “c<strong>la</strong>ustro” jesuítico<br />
16 20<br />
30<br />
36<br />
52<br />
actualidad, tecnología, cultura<br />
y entretenimiento<br />
28 Dolores Castro. La l<strong>la</strong>ma inextinguible. La poesía es <strong>la</strong><br />
emoción acendrada. Dos poemas inéditos<br />
30 Juan Rulfo. Literatura / un texto inédito. Rafael F. Muñoz<br />
31 Víctor Jiménez. Literatura / primicia. Juan Rulfo, lector<br />
profesional<br />
32 Juan Domingo Argüelles. Literatura. La Revolución<br />
Mexicana en <strong>la</strong>s obras de Juan Rulfo y Rafael F. Muñoz<br />
36 Car<strong>los</strong> Monsiváis. Mirador. Rogelio Cuél<strong>la</strong>r: La distancia<br />
más corta entre dos imágenes<br />
40 Beatriz Pa<strong>la</strong>cios. Saberes / sabores. La cocina mexicana,<br />
un símbolo nacional. Entrevista con Gloria López Morales<br />
44 Actualidad Ibero. Urgen mode<strong>los</strong> alternativos de<br />
desarrollo: Rector José Morales Orozco, S. J. Sexto Informe de<br />
Actividades ante el Senado Universitario de <strong>la</strong> UIA<br />
46 Actualidad Ibero. Inauguran Corredor Cultural Santa Fe,<br />
ideado por estudiantes de Arquitectura<br />
48 Pedro Rendón. Gente que cambia al mundo. Los<br />
alumnos de <strong>la</strong> Ibero ante el uso de Internet<br />
50 La voz del libro / el eco de <strong>la</strong> lectura. Qué leer y por qué<br />
52 Itinerario del ocio. Adónde ir y por qué<br />
53 Agenda Ibero<br />
54 Música para camaleones. Qué escuchar y por qué<br />
56 Innovación tecnológica. Dispositivos e instrumentos que<br />
facilitan <strong>la</strong> vida<br />
DIRECTORIO<br />
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />
CIUDAD DE MÉXICO<br />
Dr. José Morales Orozco, S. J. Rector<br />
Dr. Javier Prado Galán, S. J. Vicerrector<br />
Académico<br />
IBERO, REVISTA DE LA UNIVERSIDAD<br />
IBEROAMERICANA<br />
Consejo editorial Víctor Gavito, Miguel Ángel<br />
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Vicente Leñero, José Morales Orozco, S. J.,<br />
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Gonzalo Olivares Velázquez, Eugenio Páramo<br />
Ortega, S. J., Javier Prado Galán, S. J.<br />
Comité de asesores Car<strong>los</strong> Alvarado Santoyo,<br />
José Carreño Carlón, Car<strong>los</strong> Lugo Galera,<br />
Ignacio Padil<strong>la</strong>, Carlota Peón, Gilberto Prado<br />
Galán, Alberto Ruiz Treviño, Ilán Semo,<br />
Helena Vare<strong>la</strong>, Gabrie<strong>la</strong> Warkentin<br />
Director Car<strong>los</strong> Deveaux Homs<br />
Director editorial Juan Domingo Argüelles<br />
Asistente de edición Beatriz Pa<strong>la</strong>cios<br />
Administración Áurea Maristany<br />
Información Angélica Cortés, Francelia Vargas<br />
Redacción Pedro Rendón<br />
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parcial o total, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de <strong>la</strong> revista, sin autorización previa y expresa, por escrito, de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana. Año II,<br />
número 10, octubre-noviembre de 2010. Fotografía de portada: San Ignacio de Loyo<strong>la</strong>. Autor anónimo. Siglo XVIII. Seminario Conciliar, Guadalupe, Zacatecas. ISSN en trámite.
Carta del Rector<br />
Por qué <strong>la</strong> formación que imparten <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> es diferente?<br />
¿Es en verdad realmente distinta? ¡Ciertamente<br />
lo es! Por sus objetivos y pedagogía, en <strong>los</strong> que se refleja<br />
el carisma y espiritualidad de <strong>la</strong> Compañía de Jesús, que<br />
tienen su fuente en <strong>los</strong> Ejercicios Espirituales de San Ignacio de<br />
Loyo<strong>la</strong>. La experiencia de <strong>los</strong> Ejercicios Espirituales es fundante y<br />
transformante: lleva a quien <strong>los</strong> hace a conducir su vida movido<br />
sólo por <strong>los</strong> valores humanos y religiosos que lo guían a su plena<br />
realización humana y espiritual, “a alcanzar el fin para el que<br />
fue creado”, en pa<strong>la</strong>bras de San Ignacio. De <strong>la</strong> misma manera,<br />
<strong>la</strong> educación jesuita es “interesada”, busca <strong>la</strong> transformación de<br />
<strong>la</strong> persona, <strong>la</strong> integración de todas sus dimensiones (intelectual,<br />
afectiva, ética y religiosa) en una continua interacción reflexiva<br />
y crítica con el contexto social. La adquisición de conocimientos y<br />
el desarrollo de habilidades han de trascender el éxito profesional<br />
individual y buscar <strong>la</strong> transformación social y el bien común.<br />
El modo de ser y proceder de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> se encarna en sus<br />
instituciones educativas: libertad orientada por <strong>la</strong> verdad, <strong>la</strong><br />
justicia y <strong>la</strong> búsqueda del mayor servicio, especialmente hacia <strong>los</strong><br />
más necesitados; reflexión profunda y crítica sobre <strong>la</strong> realidad;<br />
respeto y valoración de <strong>los</strong> diversos modos de pensar, creer y<br />
actuar; conciencia de <strong>la</strong>s propias decisiones y responsabilidad de<br />
<strong>la</strong>s consecuencias del actuar; integración de <strong>la</strong> libertad individual<br />
con el compromiso compartido y solidario. Los colegios y<br />
universidades <strong>jesuitas</strong> no son instrumentos de proselitismo religioso<br />
o ideológico, sino centros que pretenden formar a <strong>los</strong><br />
mejores alumnos y alumnas para el mundo. Para <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>, <strong>la</strong><br />
excelencia académica incluye como elemento esencial integrante<br />
<strong>la</strong> pertinencia social, o sea, <strong>la</strong> respuesta a <strong>los</strong> principales problemas<br />
sociales, culturales, económicos y políticos del mundo. Y en el<br />
contexto actual de globalización <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración internacional<br />
en red es una exigencia ineludible.<br />
La verdad nos hará libres<br />
Dr. José Morales Orozco, S. J.<br />
Rector<br />
Ibero 3
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
Rubén Agui<strong>la</strong>r Valenzue<strong>la</strong><br />
Licenciado en Fi<strong>los</strong>ofía, maestro en Sociología y doctor en Ciencias<br />
Sociales por <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad de México en<br />
donde también es profesor. Fue coordinador de comunicación social y<br />
portavoz de <strong>la</strong> Presidencia de <strong>la</strong> República. Es socio y director general<br />
de Afan, Consultores Internacionales, S. C., co<strong>la</strong>borador de múltiples<br />
publicaciones periódicas de México y el extranjero y autor de varios<br />
libros, entre el<strong>los</strong> El pensamiento de Paulo Freire, La sociedad<br />
civil y <strong>la</strong> participación ciudadana, La diferencia: radiografía de<br />
un sexenio y, el más reciente, El narco: <strong>la</strong> guerra fallida (México,<br />
Punto de Lectura, 2009), en coautoría con Jorge G. Castañeda<br />
›Educar a <strong>la</strong> manera de <strong>los</strong><br />
<strong>jesuitas</strong> o ¿qué aporta <strong>la</strong><br />
educación de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>?<br />
La imaginación permite estar<br />
a <strong>la</strong> búsqueda de nuevas<br />
posibilidades y tener <strong>la</strong> mirada<br />
siempre en el futuro.<br />
La educación ha sido el eje central de <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong> Compañía<br />
de Jesús en sus casi quinientos años de existencia.<br />
La <strong>la</strong>bor educativa no sólo ha estado presente en sus colegios<br />
y universidades —más de una reconocida internacionalmente—,<br />
sino también en sus misiones, proyectos sociales,<br />
trabajo pastoral y como guías espirituales.<br />
El padre general, Adolfo Nicolás Pachón, asegura que <strong>la</strong> formación<br />
que hoy tratan de impartir <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> es <strong>la</strong> “clásica”<br />
entendida como “aquel<strong>la</strong> que produce en <strong>los</strong> estudiantes <strong>la</strong><br />
apertura a todas <strong>la</strong>s posibilidades y mode<strong>los</strong> de entender <strong>la</strong><br />
realidad. Esta educación abre <strong>la</strong> mente y prepara al alumno<br />
para decisiones vitales, que van a ser una contribución a <strong>la</strong> vida<br />
social y política de sus países y del mundo”.<br />
Foto: Corbis.<br />
4 IBERO
La propuesta<br />
Los <strong>jesuitas</strong> ahora, fieles a su tradición, pero también siempre abiertos<br />
a <strong>los</strong> cambios y a <strong>la</strong> renovación, en busca permanente del magis<br />
(en busca de más) y del Ad Major Dei Gloriam (A <strong>la</strong> mayor gloria de<br />
Dios), ofrecen una educación humanista que se propone formar en:<br />
Vivir en libertad<br />
Exige decidir de acuerdo a <strong>la</strong> conciencia y <strong>la</strong>s propias convicciones<br />
sin importar el qué dirán o <strong>la</strong>s consecuencias de ese proceder. Se<br />
actúa, pues, en razón de lo que se piensa y cree y no a partir de <strong>la</strong>s<br />
costumbres y presiones sociales; aunque no se ignora que se es hijo<br />
de una cultura. La manipu<strong>la</strong>ción, venga de quien venga, se rechaza<br />
y nunca hay adhesión incondicional o “religiosa” a ninguna causa,<br />
por más noble que ésta sea.<br />
Se trata de que cada quien piense por sí mismo y no se sume<br />
mecánicamente al pensamiento de <strong>los</strong> otros. No se trata de asumir<br />
doctrinas o verdades ya hechas sino pensar por cuenta propia, que<br />
exige sentido crítico y el estar siempre dispuestos a dar razón de<br />
lo que se piensa. Vivir en libertad implica el rechazo al dogma y<br />
refugiarse en el pasado y se descalifican <strong>la</strong>s posiciones que se articu<strong>la</strong>n<br />
a partir de <strong>la</strong>s modas coyunturales. Se asume que <strong>la</strong> duda y <strong>la</strong><br />
incertidumbre son parte de <strong>la</strong> vida. Hay conciencia de que siempre<br />
se está en proceso de aprendizaje y que <strong>la</strong> libertad nunca está dada<br />
sino que es una conquista diaria.<br />
Profundidad de pensamiento<br />
Que impulsa siempre a buscar, mediante <strong>la</strong> reflexión y estudio, <strong>la</strong>s<br />
causas de todo lo que sucede y también se propone fundar lo que se<br />
dice o p<strong>la</strong>ntea. La profundidad, que exige de <strong>la</strong> experiencia de <strong>la</strong> vida,<br />
garantiza <strong>la</strong> credibilidad de lo que se sostiene e invita a <strong>la</strong> universalidad.<br />
Sólo ésta hace posible el verdadero diálogo. La superficialidad<br />
impide hacerse <strong>la</strong>s preguntas propias de toda vida que realmente se<br />
toma en serio. La profundidad evita que se dé “gato por liebre”.<br />
Despertar <strong>la</strong> imaginación<br />
Posibilita entender <strong>la</strong> realidad de otra manera y conlleva <strong>la</strong> posibilidad<br />
de hacerse preguntas y ofrecer soluciones distintas a <strong>la</strong>s convencionales.<br />
Resulta fundamental para deshacerse de “rémoras y pesos del pasado”<br />
que dificultan <strong>la</strong> creatividad y <strong>la</strong> innovación. La imaginación no es sinónimo<br />
de <strong>la</strong> “fantasía”, que es un recurso, para tratar de escapar y evadir<br />
<strong>la</strong> realidad. La imaginación permite estar a <strong>la</strong> búsqueda de nuevas<br />
posibilidades y tener <strong>la</strong> mirada siempre en el futuro. El despertar <strong>la</strong> imaginación,<br />
<strong>la</strong> creatividad y el sentido crítico requiere el trabajo permanente<br />
que <strong>la</strong>s propicie. Hay que rechazar todo tipo de coerción mental<br />
y dogmatismo que atente contra <strong>la</strong> imaginación y <strong>la</strong> creatividad.<br />
Responsabilidad social<br />
El tener sólo tiene sentido en <strong>la</strong> posibilidad del dar. Se es para uno<br />
mismo, pero también para <strong>los</strong> demás. El mundo no sólo es espacio<br />
de lo privado sino también de <strong>la</strong> construcción de lo público que<br />
es nuestra responsabilidad. Hay siempre que ir “felizmente hacia<br />
abajo”, en el encuentro de <strong>los</strong> que menos tienen, para ayudar<strong>los</strong> a<br />
“subir” y juntos transformar el mundo, para hacerlo un lugar incluyente<br />
y digno para todos.<br />
Abrir brecha y estar en <strong>la</strong>s fronteras<br />
Siempre hay que estar abiertos al diálogo de <strong>la</strong>s culturas y <strong>la</strong> apertura<br />
al otro. Se sabe lo que se es y piensa y por eso mismo se acepta<br />
que otros son y piensan de manera distinta. Lo propio no se re<strong>la</strong>tiviza,<br />
pero tampoco se absolutiza. Se busca el acercamiento de <strong>la</strong>s<br />
culturas. Se asume el reto de comunicarse a fondo con <strong>los</strong> distintos.<br />
Se acepta que vivir interculturalmente implica generar procesos de<br />
autocuestionamiento porque todo encuentro serio con el otro, con<br />
el distinto, siempre cuestiona y obliga a preguntarse si todo lo que<br />
le digo o propongo se sostiene y realmente significa algo para mí<br />
mismo.<br />
Vida interior<br />
Que permite aceptar el propio límite, pero siempre en <strong>la</strong> esperanza<br />
de <strong>la</strong> posibilidad, a <strong>la</strong> manera del jesuita Teilhard de Chardin, de que<br />
toda <strong>la</strong> creación camina en una espiral de permanente perfección.<br />
Contemp<strong>la</strong> <strong>la</strong> respuesta a interrogantes como: quiénes somos, de<br />
dónde venimos y cuál es nuestra misión en el mundo. Una intensa<br />
vida interior exige una ética que guía el accionar en <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> renovación<br />
permanente. Implica también estar abierto a <strong>la</strong> posibilidad<br />
de <strong>la</strong> irrupción de Dios en nuestras vidas. Siempre hay que saber<br />
perdonar y promover <strong>la</strong> reconciliación con <strong>los</strong> otros. No es fácil,<br />
pero hay que trabajar en esa dirección.<br />
Trabajo en equipo<br />
El trabajo hoy, cualquiera que sea su campo, requiere de <strong>la</strong> acción<br />
en equipo. Se está en un tiempo de cooperación, de trabajo en<br />
red que exige el esfuerzo coordinado “a lo ancho y alto del globo<br />
terráqueo”. La complejidad de <strong>los</strong> temas y <strong>la</strong> necesidad de p<strong>la</strong>nteamientos<br />
distintos y sugerentes, exige una propuesta multidisciplinar.<br />
La época de <strong>los</strong> genios individuales ya pasó. La solución de <strong>los</strong><br />
problemas actuales y el abrir nuevas vías y horizontes de acción<br />
requiere trabajo en equipo. La realidad p<strong>la</strong>ntea preguntas sobre <strong>la</strong><br />
búsqueda de alternativas en <strong>la</strong> ciencia y <strong>la</strong> tecnología, pero también<br />
en <strong>la</strong> política y <strong>la</strong> economía que sólo se pueden enfrentar en conjunto<br />
y desde una perspectiva compleja.<br />
Reflexión crítica<br />
La propuesta educativa actual de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> supone c<strong>la</strong>ridad, pero<br />
no necesariamente está garantizado su éxito. Es una concepción<br />
original y sugerente, que se ubica en <strong>la</strong> mejor tradición de <strong>la</strong> Compañía<br />
de Jesús, <strong>la</strong> última de <strong>la</strong>s grandes órdenes de <strong>la</strong> Iglesia, pero no<br />
es garantía de que estas ideas estén permeando en <strong>la</strong>s y <strong>los</strong> alumnos<br />
de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> en sus colegios y universidades o en el conjunto de<br />
su acción apostólica.<br />
El gran reto de éstos y sus co<strong>la</strong>boradores en todas sus obras es<br />
impulsar y hacer valer estas ideas que constituyen una potente propuesta<br />
educativa para el siglo que apenas inicia. En <strong>la</strong> universidad<br />
ésta debe hacerse todavía más presente a través de un diálogo intenso<br />
con maestros y alumnos, para que <strong>los</strong> elementos centrales se<br />
conozcan e integren a <strong>los</strong> p<strong>la</strong>nes y programas de estudio. No tengo<br />
dudas de que este diálogo sería muy bien recibido por <strong>la</strong> comunidad<br />
universitaria. Vivo con orgullo ser profesor de <strong>la</strong> Ibero, una<br />
institución educativa de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>.<br />
Ibero 5
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
›Los retos<br />
de <strong>la</strong><br />
educación<br />
jesuita<br />
Fernando Fernández Font, S. J.<br />
Asistente de Educación de <strong>la</strong> Provincia Mexicana de <strong>la</strong> Compañía de<br />
Jesús y ex Rector de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Pueb<strong>la</strong><br />
La línea conductora de este artículo ha surgido<br />
de <strong>la</strong> Conferencia que tuvo el Padre<br />
General Adolfo Nicolás, Shaping the Future.<br />
Networking Jesuit Higher Education for a Globalizing<br />
World, en <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana<br />
Ciudad de México, en el foro con <strong>los</strong> Rectores de<br />
<strong>la</strong>s Universidades confiadas a <strong>la</strong> Compañía de Jesús,<br />
el 23 de abril del 2010.<br />
En dicho foro el Padre General Adolfo Nicolás se dirigió<br />
a toda <strong>la</strong> asamblea para l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> atención sobre <strong>la</strong>s grandes<br />
preocupaciones apostólicas que experimenta como General de <strong>la</strong><br />
Compañía de Jesús.<br />
Persona académica, universitario “globalizado” por sus más de<br />
cuarenta años vividos en Asia, con una extraordinaria visión de <strong>los</strong><br />
grandes desafíos del mundo actual, el Padre fue dejando caer —casi<br />
podríamos decir “a cuentagotas”—sus reflexiones sobre el rumbo<br />
por donde hoy <strong>la</strong> educación superior jesuita ha de caminar y <strong>los</strong> retos<br />
que ha de afrontar. Y es evidente que, al hacerlo, marcó el nuevo<br />
derrotero de nuestras instituciones de educación superior.<br />
Es imposible g<strong>los</strong>ar todos <strong>los</strong> puntos que abordó, pero sí podemos<br />
destacar aquel<strong>los</strong> que, sin duda, por su importancia definitiva, estaríamos<br />
obligados a tomar en consideración.<br />
Su punto de partida es un análisis de <strong>la</strong> realidad del mundo: éste<br />
ha dejado de ser humano, justo, sostenible. El futuro está amenazado.<br />
Se ha ido imponiendo una cultura fruto de <strong>la</strong> globalización, cuyo<br />
rasgo principal va siendo una enorme superficialidad. A nivel epistemológico,<br />
el trabajo de pensar con seriedad y sentido crítico, parece<br />
cuestión del pasado; pero igualmente a nivel ético, <strong>la</strong>s visiones,<br />
<strong>los</strong> deseos, <strong>la</strong>s percepciones, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones interpersonales, son extremadamente<br />
superficiales, lo que inevitablemente ha conducido a un<br />
re<strong>la</strong>tivismo moral, a <strong>la</strong> intolerancia y el consumismo,<br />
cuya dramática consecuencia es <strong>la</strong> incapacidad<br />
de buscar <strong>la</strong> verdad y el entendimiento.<br />
Los jóvenes han perdido progresivamente <strong>la</strong> capacidad<br />
de tratar con <strong>la</strong> realidad, lo que implica un<br />
proceso gradual de deshumanización. La percepción<br />
superficial y egocéntrica de <strong>la</strong> realidad hace casi imposible<br />
el sentir compasión por el sufrimiento de otros. A<br />
mayor satisfacción de deseos inmediatos, menor compromiso<br />
para dar <strong>la</strong> vida por algo que realmente valga <strong>la</strong> pena. Sin duda, el<br />
panorama resulta sombrío, y más aún dicho por alguien de <strong>la</strong> calidad<br />
moral y el conocimiento que posee el Padre Nicolás. Y, ante esto,<br />
¿qué propone?<br />
En primer término, algo simple pero terriblemente complejo:<br />
forjar un mejor futuro para <strong>la</strong> humanidad. Los retos de <strong>la</strong> Compañía<br />
de Jesús no pueden ser otros que <strong>los</strong> que hoy tiene <strong>la</strong> sociedad; aunque<br />
vistos desde lo propio de nuestro quehacer como académicos,<br />
desde <strong>la</strong> profundidad de pensamiento y <strong>la</strong> imaginación creadora,<br />
guiados por el discernimiento ignaciano. Sin <strong>la</strong> comprensión de<br />
este nuevo y complejo mundo interior, creado por <strong>la</strong> globalización,<br />
poco podremos aportar.<br />
Lo segundo es redescubrir y poner en práctica nuestra universalidad.<br />
Estamos por todo el mundo y esta presencia nos ha permitido<br />
tener una visión amplia para rep<strong>la</strong>ntear <strong>la</strong> comprensión de <strong>la</strong> identidad,<br />
<strong>la</strong> pertenencia y <strong>la</strong> responsabilidad. Ahora vemos que somos<br />
una so<strong>la</strong> humanidad con desafíos y problemas comunes, de <strong>la</strong> que somos<br />
responsables. La universidad se ha de convertir en un proyecto<br />
social, de manera semejante a como lo concibió el Padre El<strong>la</strong>curía:<br />
Ser una fuerza cultural que abogue por <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> promocione;<br />
así como por el desarrollo, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> paz social.<br />
6 IBERO
El futuro está amenazado.<br />
Se ha ido imponiendo<br />
una cultura fruto de <strong>la</strong><br />
globalización, cuyo rasgo<br />
principal va siendo una<br />
enorme superficialidad.<br />
El Padre General Adolfo Nicolás, en <strong>la</strong> Ibero. Fotografías de Teresa Osorio Ochoa.<br />
El grave problema es que no terminamos de ser una verdadera<br />
red de universidades <strong>jesuitas</strong>. Cada una funciona con re<strong>la</strong>tiva autonomía;<br />
por eso su impacto como proyecto social es limitado. Se<br />
nos ha escapado el potencial que poseemos como organismo internacional<br />
y multicultural. ¿No podemos ir más allá de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
informales que tenemos como familia y reorganizarnos para hacer<br />
realidad <strong>la</strong> universalidad tan propia de <strong>la</strong> visión ignaciana? ¿No<br />
podemos construir redes internacionales más eficaces y universales<br />
como instituciones de educación superior para convertirnos en un<br />
único proyecto social de carácter mundial? Si pudiéramos lograrlo,<br />
se podría trabajar con creatividad el análisis y solución de <strong>la</strong> pobreza,<br />
<strong>la</strong> desigualdad y <strong>la</strong>s otras formas de injusticia en el mundo, como <strong>la</strong><br />
degradación del medio ambiente, cuyos afectados principales son<br />
<strong>los</strong> pobres.<br />
El último reto propuesto es aceptar el compromiso de <strong>la</strong> Compañía<br />
de Jesús con el ministerio académico. Para nosotros éste es<br />
un verdadero “aposto<strong>la</strong>do”. La investigación siempre está dirigida<br />
a mejorar <strong>la</strong>s vidas de <strong>la</strong>s personas; no es simplemente una abstrusa<br />
conversación entre miembros de un excluyente grupo de élite. La<br />
tan traída y llevada “sociedad del conocimiento” se ha convertido<br />
en fuente de exclusión para <strong>la</strong>s sociedades, pues sin duda sólo algunos<br />
sectores resultan beneficiados, pero no así <strong>la</strong>s mayorías.<br />
De ahí que el Padre General <strong>la</strong>nce una serie de preguntas que<br />
deberían de pararnos en seco para hacer un profundo examen de<br />
conciencia sobre el sentido de nuestras universidades: ¿A final de<br />
cuentas, quiénes se benefician del conocimiento producido en<br />
nuestras instituciones y quiénes no? ¿Cómo podemos compartir<br />
con mayor eficacia este conocimiento con <strong>los</strong> pobres y excluidos?<br />
¿Se han convertido <strong>los</strong> c<strong>la</strong>ustros de profesores y <strong>los</strong> estudiantes en<br />
voz de <strong>los</strong> sin voz; en fuentes de derechos humanos para aquel<strong>los</strong> a<br />
quienes se les niegan esos derechos; en recursos de protección para<br />
el medio ambiente; en personas solidarias con <strong>los</strong> pobres?<br />
El reto es verdaderamente mayúsculo. Sin profundidad de pensamiento,<br />
imaginación, pasión moral y convicción espiritual, no hay<br />
posibilidad de avanzar por <strong>la</strong> línea trazada. Para eso tenemos <strong>la</strong> tradición<br />
ignaciana guiada por el Discernimiento. Pero <strong>la</strong> verdadera<br />
cuestión va más allá de una mera orientación o mejora de nuestro<br />
servicio; nos <strong>la</strong>nza a preguntarnos si no es necesario reorientar <strong>la</strong><br />
misión de <strong>la</strong> educación superior jesuita. Con <strong>la</strong> sencillez que el<br />
Padre Nicolás utiliza en sus intervenciones, deja caer una serie de<br />
cuestionamientos que no podemos tomar a <strong>la</strong> ligera o cubrir con<br />
ideologías justificadoras que rápidamente tienden a <strong>la</strong> descalificación<br />
para continuar como si nada hubiera pasado.<br />
La educación ignaciana ha de cambiar a <strong>los</strong> estudiantes: ¿En qué<br />
se convierten al estar con nosotros? ¿Cuántos egresados adquirieron<br />
<strong>la</strong> experiencia de interactuar con <strong>la</strong> realidad que <strong>los</strong> transformó hasta<br />
lo más profundo de su ser? ¿Sólo estamos pob<strong>la</strong>ndo el mundo de<br />
bril<strong>la</strong>ntes y capaces superficialidades? Es imperativo preguntarnos si,<br />
en <strong>la</strong> mentalidad de San Ignacio, nuestras universidades —hoy en<br />
día— cabrían dentro de lo que él concibió como “ministerio de <strong>la</strong><br />
Compañía”. ¿Dónde y cómo podemos servir mejor a <strong>la</strong>s necesidades<br />
de <strong>la</strong> Iglesia y del mundo, dónde somos más necesarios?<br />
Hay que recrear el espíritu. La imaginación creativa y el rigor intelectual<br />
en <strong>la</strong> reflexión sobre <strong>la</strong> experiencia de <strong>la</strong> realidad, que incluye<br />
el mundo destrozado de <strong>los</strong> pobres, han de llevarnos a construir un<br />
mundo más humano, justo, sostenible. No hay otro camino que el de<br />
<strong>la</strong> pedagogía de <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción ignaciana (imaginación creativa) que<br />
implica una profunda interacción con lo real: llegar a sus profundidades<br />
y recrear<strong>la</strong>. Nuestra apuesta se sustenta en el Espíritu: estamos convencidos<br />
que es posible contribuir a forjar un mejor futuro.<br />
Ibero 7
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
›Religiosidad inteligente<br />
Car<strong>los</strong> Muñoz Izquierdo<br />
Doctor en P<strong>la</strong>neación Educativa. Académico Emérito y ex director del<br />
Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de <strong>la</strong> Educación (INIDE)<br />
de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Entre otros<br />
reconocimientos, ha recibido el Premio Interamericano de Educación<br />
“Andrés Bello”, otorgado por <strong>la</strong> Organización de Estados Americanos<br />
(OEA) y el Premio a <strong>la</strong> Contribución a <strong>la</strong> Educación Superior,<br />
concedido por <strong>la</strong> Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de<br />
Educación Superior (ANUIES)<br />
Introducción<br />
No es por casualidad que <strong>los</strong> editores de IBERO hayan decidido incluir<br />
en este número —dedicado, en su parte medu<strong>la</strong>r, a <strong>la</strong>s obras educativas<br />
impulsadas por <strong>la</strong> Compañía de Jesús— una reflexión sobre<br />
<strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> religiosidad inteligente y <strong>la</strong> educación. Nuestra<br />
exposición, que se referirá primordialmente a <strong>la</strong> educación superior,<br />
estará dividida en dos partes. En <strong>la</strong> primera, expondremos lo que entendemos<br />
por “religiosidad inteligente”; resumiremos <strong>la</strong>s aportaciones<br />
que han hecho algunos especialistas para explicar el proceso a través<br />
del cual <strong>la</strong> religiosidad de <strong>la</strong>s personas adquiere <strong>la</strong>s características que<br />
distinguen a <strong>la</strong> religiosidad mencionada; y nos referiremos a <strong>la</strong> forma<br />
en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> misma se manifiesta en <strong>la</strong>s conductas de <strong>los</strong> individuos.<br />
En <strong>la</strong> segunda parte abordaremos el tema central de este ensayo. Nos<br />
referiremos a <strong>la</strong> influencia que <strong>la</strong> religiosidad inteligente puede tener<br />
en <strong>la</strong> orientación de <strong>los</strong> p<strong>la</strong>nes de estudios de <strong>la</strong>s carreras profesionales;<br />
así como a <strong>la</strong>s repercusiones que esa religiosidad puede tener en <strong>la</strong> selección<br />
e interpretación de <strong>los</strong> contenidos de <strong>los</strong> propios currícu<strong>los</strong>.<br />
Religiosidad inteligente<br />
La religiosidad es uno de <strong>los</strong> factores que explican <strong>la</strong>s creencias,<br />
convicciones y conductas de <strong>la</strong>s personas y, como expondremos en<br />
seguida, <strong>la</strong> que puede ser considerada como “inteligente” se caracteriza<br />
por ser aceptada autónoma y libremente por cada individuo;<br />
por tanto, se re<strong>la</strong>ciona con <strong>la</strong> madurez psicológica. Los especialistas<br />
han desarrol<strong>la</strong>do varios mode<strong>los</strong> para explicar el proceso por el que<br />
transita <strong>la</strong> religiosidad de <strong>los</strong> individuos hasta que ésta adquiere <strong>la</strong>s<br />
características arriba mencionadas. Uno de <strong>los</strong> más recientes fue<br />
propuesto por J. Fowler (1987), y describe <strong>la</strong> conformación de <strong>la</strong>s<br />
Cuando <strong>la</strong>s creencias son el resultado de <strong>la</strong><br />
maduración espiritual, dan paso a una religiosidad<br />
que, sin prescindir de <strong>la</strong> comunicación con <strong>la</strong><br />
divinidad, también repercute muy c<strong>la</strong>ramente en <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones de cada persona con sus semejantes.<br />
8 IBERO
creencias a través de un proceso paralelo a <strong>los</strong> que siguen el desarrollo<br />
cognoscitivo (explicado por J. Piaget), el desarrollo humano,<br />
(explicado por E. Erikson), así como el desarrollo del juicio moral,<br />
propuesto por L. Kohlberg. Fowler distingue en ese proceso seis<br />
etapas, que se inician en <strong>la</strong> “fe intuitiva” y desembocan en <strong>la</strong> “fe<br />
universalista”. Ésta se caracteriza, entre otras cosas, por el hecho de<br />
que quienes <strong>la</strong> profesan son personas más lúcidas y, sin embargo, más<br />
“plenamente humanas” que, por lo mismo, están dispuestas a mantener<br />
<strong>la</strong>zos de amistad con otros individuos cuya fe se encuentre en<br />
etapas anteriores del mismo proceso de maduración. En síntesis, el<br />
proceso descrito por dicho autor desemboca en lo que comúnmente<br />
recibe el nombre de “madurez espiritual”.<br />
Otro modelo, atribuido a J. Westerhoff (1976: 9-126), es menos<br />
complejo que el mencionado anteriormente, pues considera que <strong>la</strong>s<br />
creencias individuales se desarrol<strong>la</strong>n en cuatro etapas. La primera corresponde<br />
a una “fe experiencial” (que se recibe en <strong>la</strong> familia); <strong>la</strong> última<br />
se convierte en una “fe propia” (que resulta de <strong>la</strong> evaluación informada<br />
de <strong>la</strong>s otras etapas intermedias). A esas etapas corresponden <strong>la</strong> “fe<br />
afiliativa” (que se apoya en el sentido de pertenencia y es producto del<br />
proceso de socialización), así como <strong>la</strong> “fe investigativa” (misma que, a<br />
su vez, es un producto de <strong>los</strong> cuestionamientos a <strong>la</strong> anterior).<br />
Como se habrá podido advertir, ambos mode<strong>los</strong> describen en téry<br />
educación superior<br />
minos re<strong>la</strong>tivamente simi<strong>la</strong>res <strong>la</strong> adquisición de <strong>la</strong> religiosidad que,<br />
desde nuestro punto de vista, merece el calificativo de inteligente.<br />
Manifestación de <strong>la</strong> religiosidad inteligente en <strong>la</strong>s<br />
conductas personales<br />
Todas <strong>la</strong>s personas que profesan alguna religión (independientemente<br />
de <strong>la</strong> etapa en <strong>la</strong> que se encuentre el desarrollo de sus<br />
creencias) participan, con distinta intensidad y frecuencia variable,<br />
en determinados ritos litúrgicos. Sin embargo, cuando <strong>la</strong>s creencias<br />
se encuentran en <strong>la</strong>s primeras etapas del proceso arriba descrito, se<br />
manifiestan en una participación litúrgica meramente “vertical” (así<br />
l<strong>la</strong>mada porque sólo se refleja en <strong>la</strong> comunicación del individuo con<br />
<strong>la</strong> divinidad). En cambio, cuando <strong>la</strong>s creencias son el resultado de<br />
<strong>la</strong> maduración espiritual, dan paso a una religiosidad que, sin prescindir<br />
de <strong>la</strong> comunicación con <strong>la</strong> divinidad, también repercute muy<br />
c<strong>la</strong>ramente en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de cada persona con sus semejantes. De<br />
manera particu<strong>la</strong>r, en esto se apoya el “compromiso social” (es decir,<br />
el cumplimiento de <strong>la</strong> responsabilidad que tiene cada persona de<br />
poner sus capacidades y conductas al servicio de <strong>la</strong> justicia). 1<br />
Foto: Corbis.<br />
Re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> “religiosidad inteligente”<br />
y <strong>la</strong> educación superior 2<br />
De lo dicho en <strong>la</strong>s líneas anteriores se desprende que <strong>la</strong> religiosidad<br />
inteligente (en cuanto inspira conductas compatibles con el compromiso<br />
social) tiene que imprimir un sello característico en <strong>los</strong> mode<strong>los</strong><br />
de ejercicio profesional hacia <strong>los</strong> que se dirigen <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong>,<br />
así como en <strong>la</strong> forma en <strong>la</strong> que <strong>los</strong> profesores —y sus estudiantes—<br />
interpretan <strong>los</strong> contenidos de <strong>la</strong>s ciencias y <strong>la</strong>s humanidades.<br />
Mode<strong>los</strong> de ejercicio profesional<br />
Como sabemos, <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong> están conformados por un conjunto<br />
de contenidos, procedimientos y prácticas que son necesarios para<br />
adquirir <strong>los</strong> conocimientos, actitudes y habilidades que se orientan<br />
hacia una finalidad determinada. En el caso de <strong>la</strong> educación superior,<br />
esa finalidad queda p<strong>la</strong>smada en <strong>los</strong> mode<strong>los</strong> de ejercicio profesional<br />
hacia <strong>los</strong> que se orientan <strong>los</strong> p<strong>la</strong>nes y programas de estudios.<br />
Por lo anterior, <strong>la</strong> religiosidad inteligente aconseja ofrecer a <strong>los</strong><br />
alumnos diversas oportunidades curricu<strong>la</strong>res y extracurricu<strong>la</strong>res,<br />
que les permitan adquirir el hábito de reflexionar sobre el significado,<br />
<strong>la</strong>s implicaciones o <strong>la</strong>s raíces histórico-culturales de <strong>los</strong> problemas<br />
humanos y sociales que afectan a <strong>los</strong> sectores más pauperizados<br />
de <strong>la</strong> sociedad. Otras experiencias educativas que <strong>la</strong>s instituciones de<br />
educación superior pueden propiciar en sus alumnos se refieren al<br />
estudio de asignaturas re<strong>la</strong>cionadas con algunos mode<strong>los</strong> deseables<br />
de práctica profesional —o con determinados enfoques sobre <strong>la</strong>s<br />
formas de tratar <strong>los</strong> problemas del país.<br />
Ibero 9
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
Asimismo, <strong>la</strong> religiosidad inteligente exige<br />
que <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong> incluyan actividades<br />
encaminadas a favorecer —en <strong>los</strong> alumnos—<br />
el desarrollo de <strong>la</strong>s habilidades que<br />
necesitarán para estar condiciones de neutralizar<br />
(a través de su propio ejercicio profesional)<br />
<strong>los</strong> factores determinantes de <strong>los</strong><br />
problemas que reflejan un funcionamiento<br />
inadecuado de nuestro sistema social. Particu<strong>la</strong>r<br />
importancia tiene, desde este punto<br />
de vista, el servicio social que forma parte de <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong> de diversas<br />
carreras profesionales, pues aquél ofrece a <strong>los</strong> alumnos diversas<br />
oportunidades para adquirir <strong>la</strong>s competencias que les permitirán<br />
contribuir, en su momento, a resolver <strong>los</strong> problemas que afectan a<br />
<strong>los</strong> sectores mayoritarios del país.<br />
Interpretación de <strong>los</strong> contenidos de <strong>la</strong>s ciencias<br />
y <strong>la</strong>s humanidades<br />
Como decíamos, <strong>los</strong> valores derivados de una religiosidad inteligente<br />
también se reflejan en <strong>los</strong> significados de <strong>los</strong> contenidos curricu<strong>la</strong>res<br />
aportados por <strong>la</strong>s ciencias y <strong>la</strong>s humanidades, lo que ocurre<br />
tanto en <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s como fuera de el<strong>la</strong>s. 3 Aunque esta afirmación es<br />
válida para una enorme cantidad de contenidos científicos y humanísticos,<br />
citaremos a continuación un solo ejemplo —tomado de <strong>la</strong><br />
economía política— que <strong>la</strong> comprueba en forma contundente.<br />
Al analizar <strong>los</strong> escritos de Adam Smith (quien es considerado,<br />
como sabemos, el “padre de <strong>la</strong> ciencia económica”) 4 un autor español<br />
descubrió, desde el último tercio del siglo XIX (González. Z:<br />
1873: 1-121), que “el error más importante del sistema económico<br />
explicado por Smith y sus seguidores, así como el defecto capital<br />
del mismo —ante el cual desaparecen todas <strong>la</strong>s bellezas y méritos<br />
que se quieran suponer en sus escritos— es una indiferencia moral<br />
y religiosa basada en un espíritu de egoísmo y de indiferencia que<br />
el cristianismo no puede menos que condenar, pues es opuesto a su<br />
enseñanza, a su historia y a su misión divina sobre <strong>la</strong> tierra.<br />
Los valores derivados de una<br />
religiosidad inteligente también<br />
se reflejan en <strong>los</strong> significados de<br />
<strong>los</strong> contenidos curricu<strong>la</strong>res.<br />
Efectivamente, reflexionaba González, “en medio de sus extensas<br />
teorías sobre <strong>la</strong> producción y distribución de <strong>la</strong>s riquezas, sobre el<br />
consumo de <strong>la</strong>s mismas y sobre <strong>la</strong>s ventajas de <strong>la</strong> división del trabajo,<br />
Smith no buscó impedir <strong>la</strong> degradación moral del hombre, no le preocupó<br />
<strong>la</strong> suerte de esa c<strong>la</strong>se infortunada de obreros sepultados en <strong>la</strong>s<br />
fábricas y talleres; en una pa<strong>la</strong>bra, en <strong>la</strong> teoría de Smith el hombre moral<br />
y religioso no significaba nada, pues desaparecía por completo ante<br />
el hombre material, el hombre máquina, el productor de <strong>la</strong> riqueza.<br />
Por eso, <strong>los</strong> partidarios de <strong>la</strong> economía liberal definieron al hombre<br />
como “un capital acumu<strong>la</strong>do, que no tiene valor sino según <strong>la</strong> masa<br />
de este capital en el interés de <strong>la</strong> producción”. Por <strong>la</strong> misma razón, Say<br />
(principal representante y propagador —en <strong>la</strong> Europa continental—<br />
de <strong>la</strong>s teorías de Smith) afirmó osadamente que “<strong>la</strong> equidad no prescribe<br />
<strong>los</strong> socorros públicos”. 5 En síntesis, es obvio que “esa escue<strong>la</strong> se<br />
encerró en el estrecho círculo de <strong>los</strong> intereses materiales, y prescindió<br />
enteramente de <strong>los</strong> intereses morales y religiosos del hombre”.<br />
Así, pues, como se habrá podido apreciar, estas citas reflejan nítidamente<br />
<strong>la</strong> influencia que puede tener el considerar <strong>los</strong> valores<br />
derivados de una religiosidad inteligente (en el sentido en que aquí<br />
<strong>la</strong> hemos definido) o el dejar<strong>los</strong> de <strong>la</strong>do, al interpretar <strong>los</strong> contenidos<br />
de una ciencia determinada. Y el hecho de que <strong>los</strong> escritos de Smith<br />
y Say se hayan convertido en el fundamento del sistema económico<br />
actualmente vigente, obliga a <strong>los</strong> universitarios a examinar esos<br />
escritos (y <strong>los</strong> derivados de <strong>los</strong> mismos) con <strong>la</strong> misma lente con que<br />
fueron observados por el autor citado.<br />
1 Cabe recordar que a este tema, por su importancia, fue dedicado el primer<br />
número de IBERO.<br />
2 Es importante hacer notar que el análisis que aquí hacemos —y <strong>la</strong>s conclusiones<br />
que extraeremos del mismo— no son aplicables exclusivamente a una religiosidad<br />
inspirada en <strong>la</strong> religión cristiana. Por eso recomendamos al lector consultar, al<br />
respecto, <strong>la</strong> conferencia dictada por el profesor P. Krishna (ex rector del Centro de<br />
Educación de Rajghat, de Varanasi, India) en el XXII Congreso Internacional Montessori,<br />
que se realizó en <strong>la</strong> Universidad de Upssa<strong>la</strong>, Suecia. (Cf. Krishna, P: 1997.)<br />
3 No nos referimos aquí a <strong>los</strong> contenidos curricu<strong>la</strong>res basados en verdades reve<strong>la</strong>das,<br />
porque el<strong>los</strong> corresponden a un tema de enorme complejidad, que no sería<br />
posible abordar en el espacio del que podemos disponer. Ver, por ejemplo, <strong>la</strong> amplia<br />
discusión del mismo que se encuentra en el capítulo de <strong>la</strong> Stanford Encyclopedia<br />
of Phi<strong>los</strong>ophy, dedicado a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre ciencia y religión (el cual fue escrito<br />
en febrero de 2007 y “revisado sustancialmente” el 27 de mayo de 2010). Además,<br />
el lector puede encontrar una novedosa síntesis de esta discusión en: Latapí, P.<br />
(2008), así como el estudio empírico acerca de <strong>la</strong> religiosidad de <strong>los</strong> científicos, que<br />
habiendo sido realizado en 1916 y replicado ochenta años después (por supuesto<br />
que por otro autor), llegó a conclusiones muy semejantes. Esos estudios son citados<br />
por Mönckeberg, B. (1999).<br />
4 Cabe recordar que en <strong>los</strong> escritos de Smith y sus seguidores se apoya <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada<br />
“economía neoliberal” que ha tomado carta de ciudadanía en el mundo<br />
actual. Por eso es importante mencionar que, de acuerdo con varios pensadores<br />
—entre <strong>los</strong> que se encuentra el filósofo ho<strong>la</strong>ndés Rob Riemen— “ese sistema económico<br />
ha dado lugar a <strong>la</strong> crisis de violencia por <strong>la</strong> que atraviesa nuestro país, <strong>la</strong><br />
cual es parte de <strong>la</strong> que azota al mundo occidental”. (Agradezco a Manuel Bravo,<br />
asistente de investigación del INIDE, el haberme puesto en contacto con <strong>la</strong>s ideas<br />
de ese filósofo, quien el 27 de agosto del año en curso impartió una conferencia<br />
magistral en el Coloquio “Valores para una Sociedad Contemporánea”, realizado<br />
en el Centro Cultural Universitario T<strong>la</strong>telolco.)<br />
5 Nosotros <strong>los</strong> l<strong>la</strong>maríamos “políticas públicas diseñadas para combatir <strong>la</strong>s desigualdades<br />
sociales”.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
Fowler, J. (1987). Faith Development and Pastoral Care. Phi<strong>la</strong>delphia: Fortress Press.<br />
González, Z. (1873). Estudios religiosos, fi<strong>los</strong>óficos, científicos y sociales, tomo II, Madrid:<br />
Imprenta de Policarpo López.<br />
Krishna, P. (1997). La educación correcta para el siglo XXI.<br />
En: www.unidad-servicio-uruguay.org/a2r7p1.pdf<br />
Latapí, P. (2008). “Ciencia y fe: una visión alternativa”. En: La Cuestión Social, año 16,<br />
núm. 4 (octubre-diciembre), pp. 357-361. México: IMDOSOC.<br />
Möncheberg, B. (1999). Religión, ciencia y alma. Conferencia dictada en el seminario<br />
“Una mirada al alma” organizado por <strong>la</strong> Universidad Católica Andrés Bello, de<br />
Caracas, Venezue<strong>la</strong>, <strong>la</strong> cual fue publicada en <strong>la</strong> revista Creces (julio).<br />
Riemen, R. (2010). Entrevista concedida al diario La Jornada, publicada en <strong>la</strong> sección<br />
“Cultura”, el 27 de agosto.<br />
Stanford Encyclopedia of Phi<strong>los</strong>ophy (2007, 2010). “Religion and Science”.<br />
En: http://p<strong>la</strong>to.stanford.edu/entries/religion-science<br />
Westerhoff, J. (1976). Will Our Children Have Faith?. New York: The Seabury Press.<br />
10 IBERO
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
Eugenio Páramo<br />
Ortega, S. J.<br />
Centro Universitario Ignaciano de<br />
<strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad<br />
de México<br />
›Educación, tecnología,<br />
humanismo y valores<br />
Lo novedoso es que el Padre General<br />
hace un análisis incisivo de <strong>los</strong> cambios<br />
positivos y negativos de <strong>la</strong> educación actual.<br />
En particu<strong>la</strong>r abundó en <strong>la</strong> exagerada<br />
valoración de <strong>la</strong> cultura a través de Internet.<br />
Foto: Corbis.<br />
12 IBERO
Nada de lo que vivimos tiene<br />
sentido si no tocamos el corazón<br />
de <strong>la</strong>s personas.<br />
Cora Coralina<br />
En <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana de <strong>la</strong> ciudad de México se<br />
realizó <strong>la</strong> Reunión Mundial de Rectores de Universidades<br />
encomendadas a <strong>la</strong> Compañía de Jesús, del 22 al 24 de abril<br />
de 2010. Presidió <strong>la</strong> asamblea el Padre Adolfo Nicolás S. J., Superior<br />
General. Impartió una conferencia magistral titu<strong>la</strong>da: “Profundidad,<br />
universalidad y ministerio académico. Desafíos a <strong>la</strong> educación superior<br />
jesuita de hoy”. En <strong>la</strong>s siguientes páginas comentaré mis impresiones<br />
de dicha conferencia.<br />
Todo fue comunicado por el Padre Nicolás con un estilo de oratoria<br />
sencil<strong>la</strong>, profunda, realista, sugerente. La sencillez, transmisión<br />
cordial, abre <strong>los</strong> recónditos entresijos de <strong>la</strong> receptividad; es como<br />
un rico regalo con pocas envolturas. Se me ha pedido<br />
que comente lo que me ha impactado. Iré espigando<br />
unas citas leídas en el texto, seña<strong>la</strong>das con comil<strong>la</strong>s.<br />
Educación viene de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>la</strong>tinas educare,<br />
ducere. Significa conducir, seña<strong>la</strong>r. María Moliner<br />
<strong>la</strong> define del siguiente modo: “Preparar<br />
<strong>la</strong> inteligencia y el carácter de <strong>los</strong> niños para<br />
que vivan en sociedad”. Humanismo: aprovechar<br />
todos <strong>los</strong> conocimientos que enriquecen<br />
el espíritu y <strong>la</strong> sensibilidad. Tecnología:<br />
utilizar toda <strong>la</strong> ciencia para <strong>la</strong> obtención<br />
de objetivos de construcción positiva. Valores:<br />
buscar y practicar aquel<strong>los</strong> principios humanos,<br />
para vivir<strong>los</strong> en todas <strong>la</strong>s acciones que dignifiquen a<br />
<strong>la</strong> persona en beneficio individual y comunitario.<br />
Contra <strong>la</strong> globalización de <strong>la</strong> superficialidad<br />
En un diálogo previo se le pidió al Padre Nicolás que hab<strong>la</strong>ra sobre<br />
<strong>la</strong>s cinco prioridades de <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong> Compañía de Jesús en<br />
el mundo de hoy. “La primera preocupación naturalmente y creo<br />
que sin esa nuestro servicio al mundo sería muy limitado, es nuestra<br />
renovación espiritual: quiénes somos, de dónde venimos, cuál es<br />
nuestro carisma, <strong>la</strong> función en <strong>la</strong> iglesia y el mundo, cuál es nuestra<br />
inspiración de todo lo que tratamos de hacer y servir”. En su exposición<br />
se encuentran <strong>los</strong> principios ancestrales del origen, aplicación<br />
y desarrollo de <strong>la</strong> experiencia de <strong>los</strong> quinientos años de trabajo<br />
educativo de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>. ¿Entonces qué hay de nuevo? Lo novedoso<br />
es que el Padre General hace un análisis incisivo de <strong>los</strong> cambios positivos<br />
y negativos de <strong>la</strong> educación actual. En particu<strong>la</strong>r abundó en<br />
<strong>la</strong> exagerada valoración de <strong>la</strong> cultura a través de Internet.<br />
Hizo una crítica valiente cuando afirmó que estamos viviendo<br />
una “globalización de <strong>la</strong> superficialidad”. Es demasiado lo que recibimos<br />
de información a través de <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong>, que no podemos<br />
asimi<strong>la</strong>r. La rapidez y el poco esfuerzo que hacemos para obtener<br />
información nos quitan <strong>la</strong> oportunidad personal o de grupo de<br />
distinguir lo bueno de <strong>la</strong> basura, lo superfluo de lo constructivo.<br />
Con una anécdota re<strong>la</strong>tó lo que opinaron dos profesores <strong>jesuitas</strong><br />
de <strong>la</strong> Universidad de Sofía, en Japón: “Internet es maravil<strong>los</strong>o. Se<br />
puede obtener una información tan rápida y fácilmente que debemos<br />
confesar que ahora leemos y pensamos menos, pasamos menos<br />
tiempo discerniendo qué hacer”. Si <strong>los</strong> profesores dicen esto, ¿qué<br />
podemos decir de <strong>los</strong> estudiantes?<br />
“La globalización de <strong>la</strong> superficialidad constituye un desafío para<br />
<strong>la</strong> educación superior jesuita en el sentido que es menester promover<br />
nuevas formas creativas de aquel<strong>la</strong>s características que distinguen <strong>la</strong><br />
tradición ignaciana, como profundidad de pensamiento e imaginación”.<br />
Profundidad de pensamiento, anotación c<strong>la</strong>ve, de <strong>la</strong> pedagogía<br />
ignaciana, se encuentra en el número 2 del umbral de <strong>los</strong> Ejercicios<br />
espirituales de San Ignacio de Loyo<strong>la</strong>: “No es el mucho saber<br />
lo que harta y satisface al alma, sino más bien el sentir y<br />
gustar de <strong>la</strong>s cosas internamente”. La sabiduría que<br />
significa saborear, gustar, y no tanto abundancia,<br />
ni ultravelocidad como en <strong>la</strong>s computadoras.<br />
Más bien <strong>la</strong> sabiduría que alimenta e impulsa,<br />
a través de volver sobre el texto, comprenderlo,<br />
asimi<strong>la</strong>rlo. Esto es lo que nos puede<br />
educar —ser conducidos— hacia pensamientos<br />
hondos e imaginaciones recreativas<br />
que ilustren. Hay que buscar <strong>la</strong> sabiduría que<br />
origine p<strong>la</strong>cer intelectual, afectivo, que potencie<br />
acciones positivas.<br />
El Padre Nicolás subrayó <strong>la</strong> importancia de<br />
<strong>la</strong> imaginación que nos lleva a <strong>la</strong> creatividad: “La<br />
creatividad puede ser uno de <strong>los</strong> aspectos más necesarios<br />
en <strong>los</strong> tiempos actuales, creatividad real no es<br />
simplemente seguir consignas, repetir lo que escuchamos. La<br />
creatividad real es un proceso activo y dinámico para buscar respuestas<br />
a preguntas reales, inteligentes, encontrar opciones a un mundo<br />
infeliz que parece ir en direcciones que nadie puede contro<strong>la</strong>r”.<br />
Por una inspiración ignaciana común<br />
El tema de <strong>la</strong> universalidad educativa, ocupa en su discurso un sitio<br />
importante. Para llenar este vacío de lo más universal, o extenderlo<br />
con mayor efectividad, sugiere <strong>la</strong>s “redes” de intercambios culturales.<br />
Acrecentar <strong>la</strong> comunicación de experiencias educativas, de ayudas<br />
interuniversitarias, viajes, visitas de alumnos y profesores hacia<br />
otras culturas de donde puede brotar el enriquecimiento comunitario.<br />
Comenta en su texto, que muchas personas de varias naciones<br />
y culturas, reconocen en <strong>la</strong> diversidad de nuestros centros de enseñanza<br />
superior, unas “similitudes familiares”. Seña<strong>la</strong> que hay que<br />
abundar en <strong>la</strong> realidad que ya se tiene: “Sólo hay una inspiración<br />
ignaciana en común en vez de una ‘red de universidades <strong>jesuitas</strong>’”.<br />
Comentó que cuando ha viajado se le pregunta por qué ha disminuido<br />
el número de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> que trabajan en obras sociales.<br />
Ha respondido que son menos numerosos y que por lo tanto también<br />
menos en número <strong>los</strong> que trabajan en <strong>la</strong>s <strong>la</strong>bores educativas.<br />
Y añadió: “Sin embargo tenemos al mismo tiempo más programas<br />
de relevancia social que antes en nuestras universidades y colegios”.<br />
Ibero 13
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
El Padre Nicolás subrayó<br />
<strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong><br />
imaginación que nos<br />
lleva a <strong>la</strong> creatividad.<br />
Actualmente en lo educativo, se tiene mayor convencimiento de <strong>la</strong><br />
práctica urgente de <strong>la</strong> promoción de lo social. Y añadió: “Sé que<br />
toda universidad jesuita, aunque sea de distintas maneras, persigue<br />
convertirse en lo que Ignacio El<strong>la</strong>curía, rector jesuita de <strong>la</strong> Universidad<br />
Centroamericana Simón Cañas, martirizado hace veinte años,<br />
l<strong>la</strong>maba proyecto social, impulsada por su compromiso al servicio<br />
de <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> justicia”.<br />
En el tema de <strong>la</strong> universalidad, el Padre Nicolás no sólo recuerda<br />
que, desde el origen <strong>la</strong> Compañía de Jesús ha tenido <strong>la</strong>bores sociales.<br />
También para confirmar y actualizar, citó el decreto 2, número 20,<br />
de <strong>la</strong> Congregación General XXXV: “El nuevo contexto de globalización<br />
nos exige actuar como un organismo universal con una<br />
misión universal, que hace realidad al mismo tiempo <strong>la</strong> diversidad<br />
radical de nuestras situaciones. Es como una comunidad mundial, y<br />
simultáneamente como una red de comunidades locales, que buscamos<br />
servir a otros en todo el mundo.”<br />
Como ideal de trabajo común, propuso lo que l<strong>la</strong>mó tres “Consorcios”:<br />
“El primero para confrontar con creatividad y desafío del<br />
surgimiento de ‘nuevos ateísmos’ agresivos”. Son anticlericales e incisivos.<br />
Y esto no obstante que en otros países como en el Japón<br />
—legendario país secu<strong>la</strong>r— se respeta con realismo <strong>la</strong> separación<br />
Iglesia y Estado. En cambio en otras naciones, aun numerosas en<br />
habitantes católicos, el ateísmo es combativo. Segundo consorcio:<br />
<strong>la</strong> mirada realista para responder al desafío de <strong>la</strong> gigantesca pobreza.<br />
Refirió que durante sus viajes le preguntan cuáles son <strong>los</strong> desafíos de<br />
<strong>la</strong> Compañía de Jesús, a lo que él responde: “El desafío es <strong>la</strong> búsqueda<br />
de sentido: ¿vale <strong>la</strong> pena vivir <strong>la</strong> vida? Y <strong>los</strong> desafíos que p<strong>la</strong>ntean<br />
<strong>la</strong> pobreza, <strong>la</strong> muerte, el sufrimiento, <strong>la</strong> violencia y <strong>la</strong> guerra.” Y el<br />
tercer consorcio está “centrado en nuestras inquietudes compartidas<br />
acerca de <strong>la</strong> degradación del medio ambiente en el mundo”. Como<br />
sabemos, esta problemática afecta más a <strong>los</strong> pobres y necesitados.<br />
Ministerio académico y fidelidad al patrimonio<br />
ignaciano<br />
Sobre el ministerio académico también me impactaron <strong>los</strong> puntos<br />
seña<strong>la</strong>dos por el Padre Nicolás, como fines en una universidad:<br />
“Si somos fieles a nuestro patrimonio ignaciano, <strong>la</strong> investigación<br />
debe concebirse siempre en términos de lo que <strong>la</strong> XXXIV Congregación<br />
General l<strong>la</strong>ma ‘ministerio académico o aposto<strong>la</strong>do intelectual’”,<br />
al cual define del siguiente modo: “Siempre es ‘ministerio’<br />
o ‘aposto<strong>la</strong>do’ al servicio de <strong>la</strong> fe, de <strong>la</strong> Iglesia, de <strong>la</strong> familia humana<br />
y del mundo creado que Dios desea acercar más y más al ámbito de<br />
su Reino de vida y amor”.<br />
P<strong>la</strong>nteó dos desafíos del “ministerio académico” que nacen de <strong>la</strong><br />
globalización moderna. El primero surge del hecho de que <strong>la</strong> globalización<br />
ha creado “sociedades de conocimiento”. De ahí que para<br />
el desarrollo “de personas, culturas y sociedades dependen enormemente<br />
del acceso al conocimiento para su desarrollo”. La pregunta<br />
inquietante es: ¿Cómo les vamos a proporcionar esa cultura a <strong>los</strong> pobres?<br />
Pregunta que hay que hacer en nuestras universidades: “¿Cómo<br />
se han convertido en <strong>la</strong> voz de <strong>los</strong> sin voz fuentes de derechos humanos<br />
para aquel<strong>los</strong> a <strong>los</strong> que se niegan derechos, recursos de protección<br />
del medio ambiente, personas solidarias con <strong>los</strong> pobres”.<br />
El segundo desafío atañe al cuestionamiento de una realidad de<br />
nuestro mundo, que con su “secu<strong>la</strong>rismo agresivo” afirma que “<strong>la</strong><br />
fe no tiene nada que decir al mundo y sus grandes problemas y<br />
por otro <strong>la</strong>do el resurgimiento de varios fundamentalismos”. Cita<br />
el Padre Nicolás al Papa Benedicto: “El secu<strong>la</strong>rismo como el fundamentalismo<br />
excluyen <strong>la</strong> posibilidad de un diálogo fructífero y<br />
una cooperación efectiva entre <strong>la</strong> razón y <strong>la</strong> fe religiosa”. Afirma el<br />
Padre Nicolás que “a medida que se propagan el secu<strong>la</strong>rismo y el<br />
fundamentalismo, nuestras universidades están l<strong>la</strong>madas a encontrar<br />
nuevas formas de renovar con creatividad este compromiso con el<br />
diálogo entre fe y cultura que siempre ha sido una marca distintiva<br />
del ministerio académico de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>”.<br />
El P. Nicolás citó de nuevo al Papa Benedicto, quien dijo a <strong>los</strong><br />
<strong>jesuitas</strong> reunidos en C. General 35, D. 1, n 13: “que <strong>la</strong> misión de <strong>la</strong><br />
Compañía de Jesús en <strong>la</strong> Iglesia estaba ‘en <strong>la</strong>s fronteras en donde<br />
convergen <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> ciencia moderna, <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> lucha por <strong>la</strong> justicia”.<br />
Y en <strong>la</strong> carta número 5: “Ésta no es una tarea simple sino que exige<br />
valor e inteligencia, y un profundo sentido de estar enraizado en el<br />
propio corazón de <strong>la</strong> Iglesia”.<br />
Conclusiones<br />
Al final hizo una síntesis de su Conferencia de acuerdo a una tradición<br />
jesuita: <strong>la</strong> “repetio”, recordar, resumir:<br />
1) “En respuesta a <strong>la</strong> globalización de <strong>la</strong> superficialidad, creo que<br />
necesitamos estudiar con mayor profundidad el mundo cultural<br />
emergente de nuestros estudiantes y encontrar maneras creativas de<br />
fomentar profundidad de pensamiento e imaginación, una profundidad<br />
que es transformadora de <strong>la</strong> persona”.<br />
2) “A fin de maximizar el potencial de <strong>la</strong>s nuevas posibilidades<br />
de comunicación y cooperación, insto a <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> a<br />
trabajar porque se establezcan redes operativas internacionales que<br />
aborden importantes temas tocantes a <strong>la</strong> fe, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> ecología,<br />
<strong>la</strong>s cuales p<strong>la</strong>ntean desafíos en <strong>los</strong> distintos países y continentes”.<br />
3) “Por último, les animo a buscar formas creativas de compartir<br />
<strong>los</strong> frutos de <strong>la</strong> investigación con <strong>los</strong> excluidos para contrarrestar <strong>la</strong><br />
desigualdad de <strong>la</strong> distribución del conocimiento; y en respuesta a<br />
<strong>la</strong> propagación mundial del secu<strong>la</strong>rismo y fundamentalismo, invito<br />
a <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> a renovar su compromiso con <strong>la</strong> tradición<br />
jesuita de ministerio académico como mediación entre fe y<br />
cultura”.<br />
Al formu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> siguiente pregunta rep<strong>la</strong>nteó <strong>la</strong> necesidad de ahondar<br />
en <strong>la</strong> reflexión: “Si San Ignacio fundara <strong>la</strong> Compañía de Jesús en<br />
este siglo XXI, ¿continuaría aprobando que <strong>la</strong>s universidades fueran<br />
un ministerio de <strong>la</strong> misma?”<br />
14 IBERO
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
›La tradición jesuita<br />
y <strong>la</strong>s nuevas fronteras<br />
en <strong>la</strong> educación<br />
En <strong>la</strong> última Congregación General<br />
(CG35) de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>, en 2008, <strong>la</strong><br />
educación no fue abordada de manera<br />
específica, así como ninguno de <strong>los</strong><br />
campos apostólicos en <strong>los</strong> que está presente<br />
<strong>la</strong> Compañía de Jesús, en tanto, <strong>los</strong> documentos<br />
finales de este encuentro confirmaron<br />
<strong>la</strong>s anteriores opciones apostólicas<br />
y <strong>la</strong>nzaron un desafío para redescubrir<br />
nuestro carisma propio (CG 35, decreto<br />
II), apuntando a <strong>la</strong> necesidad de avanzar<br />
rumbo a “nuevas fronteras” (CG 35, Dec.<br />
I, 13.15; 2, 20).<br />
En este sentido, propongo aquí el siguiente<br />
ejercicio: <strong>la</strong> relectura de <strong>la</strong> tradición<br />
jesuita, según algunas características<br />
de <strong>la</strong> educación de <strong>la</strong> Compañía de Jesús<br />
(CE) y de <strong>la</strong> Pedagogía Ignaciana (PI),<br />
siguiendo <strong>la</strong> pista de Edgar Morin en su<br />
obra Los siete saberes necesarios para <strong>la</strong> educación<br />
del futuro (UNESCO, 2000). El autor<br />
propone siete factores para considerar <strong>la</strong><br />
educación del futuro:<br />
1) Las cegueras del conocimiento: el<br />
error y <strong>la</strong> ilusión;<br />
2) Los principios del conocimiento<br />
pertinente;<br />
3) Enseñar <strong>la</strong> condición humana;<br />
4) Enseñar <strong>la</strong> identidad terrena;<br />
5) Enfrentar <strong>la</strong>s incertidumbres;<br />
6) Enseñar <strong>la</strong> comprensión; y<br />
7) Antropoética o ética del género<br />
humano.<br />
De<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> concepción “universalizante”<br />
de Morin, rescatamos algunos<br />
elementos fundamentales de <strong>la</strong> tradición<br />
“singu<strong>la</strong>r” jesuita, indicando algunos “desp<strong>la</strong>zamientos”<br />
propios de <strong>la</strong> dinámica ignaciana.<br />
16 IBERO<br />
Pedro Rubens<br />
Ferreira Oliveira, S. J.<br />
Rector de La Universidad Católica de<br />
Pernambuco, Brasil<br />
1. Del riesgo del error al riesgo<br />
de <strong>la</strong> experiencia<br />
La visión jesuítica, de<strong>la</strong>nte del problema<br />
del riesgo del error y de <strong>la</strong> ilusión, propone<br />
una dinámica de conocimiento que<br />
busca transformar “<strong>los</strong> modos de pensar<br />
habituales mediante una constante interre<strong>la</strong>ción<br />
de experiencia, reflexión y acción”<br />
(CE). El sentido de <strong>la</strong> experiencia<br />
no es el de <strong>la</strong> verificación empírica, es de<br />
lo que normalmente l<strong>la</strong>mamos de vivencia<br />
y empatía. Por reflexión no se entiende<br />
<strong>la</strong> pura abstracción, más bien una inteligencia<br />
de realidad o una inteligibilidad<br />
de lo real. Esa visión nos distancia tanto<br />
del activismo y del inmediatismo cuanto<br />
de <strong>la</strong> oposición entre lo pragmático y lo<br />
teórico.<br />
En <strong>la</strong> Pedagogía Ignaciana se tomaron<br />
dos puntos más en esta dinámica: el<br />
“contexto de aprendizaje” y <strong>la</strong> evaluación,<br />
indispensable en una dinámica educativa<br />
que es también auto reflexiva (PI, p. 32).<br />
2. De <strong>la</strong> incertidumbre al<br />
misterio inagotable<br />
El tema de <strong>la</strong> incertidumbre, indicado<br />
por Morin, no aparece tan c<strong>la</strong>ramente en<br />
<strong>la</strong> propuesta jesuítica. Dos nociones importantes<br />
para <strong>la</strong> fe cristiana pueden ser<br />
trabajadas en esa perspectiva: <strong>la</strong> noción<br />
de “misterio”, que puede ser rescatada<br />
más allá de <strong>los</strong> esoterismos de moda y<br />
el concepto de “reve<strong>la</strong>ción” que merece<br />
ser revisado y quitado del contexto antimodernista<br />
en que surgió, para expresar<br />
<strong>la</strong> dimensión ambivalente de lo real. Al<br />
final, lo real nunca es evidente: tanto se<br />
reve<strong>la</strong> cuanto se esconde. Se presenta una<br />
“brecha” para deve<strong>la</strong>r un sentido de trascendencia:<br />
esa dimensión, antes de ser un<br />
asunto de fe o de religión, está en re<strong>la</strong>ción<br />
a una visión de ser humano, consciente de<br />
su finitud y abierto al misterio inagotable<br />
de su propia humanidad.
La educación jesuita se afirma como una<br />
tradición de búsqueda de <strong>la</strong> formación<br />
integral: excelencia académica que está en<br />
íntima re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> excelencia humana.<br />
3. De <strong>la</strong> pertinencia a <strong>la</strong><br />
excelencia<br />
La propuesta de un conocimiento pertinente<br />
nace de una crítica de <strong>la</strong> fragmentación<br />
del saber. La educación jesuita, por<br />
su parte, se afirma como una tradición<br />
de búsqueda de <strong>la</strong> formación integral:<br />
excelencia académica que está en íntima<br />
re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> excelencia humana (PI,<br />
107). Se trata de formar líderes que tomen<br />
posiciones de responsabilidad en <strong>la</strong><br />
sociedad. Ahora, esa perspectiva condujo<br />
a distorsiones que merecen ser criticadas<br />
y corregidas, por tanto cualquiera que<br />
haya sido <strong>la</strong> interpretación en el pasado, <strong>la</strong><br />
comprensión hodierna de <strong>la</strong> excelencia no<br />
es preparar una élite socioeconómica, sino<br />
formar líderes para el servicio del Reino de<br />
Dios, a través de <strong>la</strong> construcción de una<br />
sociedad más justa y solidaria (PI, 110).<br />
4. De <strong>la</strong> comprensión a <strong>la</strong><br />
solidaridad<br />
La mejor traducción jesuítica para <strong>la</strong> tarea<br />
que Morin l<strong>la</strong>ma “enseñar <strong>la</strong> comprensión”<br />
es “educar para <strong>la</strong> solidaridad”. A lo<br />
<strong>la</strong>rgo de toda su tradición, <strong>la</strong> educación<br />
jesuita procuró formar “<strong>la</strong> persona como<br />
una totalidad”: intelectual, profesional, psicológica,<br />
moral y espiritual. Y como dice<br />
el Padre Kolvenbach, “<strong>la</strong> persona en su<br />
totalidad en <strong>la</strong> realidad global emergente,<br />
con sus grandes posibilidades y profundas<br />
contradicciones, difiere de <strong>la</strong> persona en<br />
su totalidad de <strong>la</strong> Contrarreforma, de <strong>la</strong><br />
Revolución Industrial o del siglo XX. La<br />
persona del mañana, en su totalidad, no<br />
llegará a ser completa sin una conciencia<br />
formada de sociedad y cultura, para contribuir<br />
generosamente al mundo real, tal<br />
cual existe. La persona del mañana, en su<br />
totalidad, deberá ser, en síntesis, bien educada<br />
para <strong>la</strong> solidaridad.” 1<br />
La persona bien educada en <strong>la</strong> solidaridad,<br />
no sería formada so<strong>la</strong>mente en el ejercicio<br />
del diálogo de fe y cultura, fe y ciencia,<br />
fe y justicia, sino también en el espíritu<br />
de valorar <strong>la</strong>s otras culturas (CE, 22).<br />
5. De <strong>la</strong> identidad terrena a <strong>la</strong><br />
identificación con el Hijo de Dios<br />
La cuestión de <strong>la</strong> identidad en <strong>la</strong> formación<br />
jesuita “afirma <strong>la</strong> realidad del mundo”<br />
(CE, 22), en <strong>la</strong> línea de una identidad<br />
terrena sin insistir en <strong>la</strong> inclusión de Dios<br />
como parte constitutiva de esa identidad<br />
fundamental. Dios asume <strong>la</strong> condición<br />
humana, compartiendo <strong>la</strong> forma histórica<br />
del ser humano “igual a nosotros en todo<br />
menos en el pecado” y por esa encarnación,<br />
todo ser humano es l<strong>la</strong>mado a identificarse<br />
con el Hijo de Dios, una filiación<br />
que confiere a cada persona una dignidad<br />
inalienable, fundamento de todos <strong>los</strong> humanismos<br />
inspirados en el cristianismo.<br />
Lejos de promover ilusiones o idealismos,<br />
<strong>la</strong> educación jesuita proporciona<br />
un conocimiento del mundo en su ambivalencia:<br />
por un <strong>la</strong>do un conocimiento<br />
realista de <strong>la</strong> creación que ve <strong>la</strong> bondad<br />
de Dios en toda su creación y por otro<br />
incluye a <strong>la</strong> conciencia <strong>los</strong> efectos históricos<br />
y sociales del pecado (CE, 57). La<br />
educación debe tener como punto de<br />
partida a <strong>la</strong> realidad pero, vislumbrando<br />
en todo momento su transformación. En<br />
educación, el paso previo a una acción<br />
pertinente es el desarrollo de <strong>la</strong> capacidad<br />
humana en cuanto al conocimiento de <strong>la</strong><br />
realidad y <strong>la</strong> capacidad de evaluar<strong>la</strong> críticamente<br />
(CE, 58).<br />
Foto: Corbis.<br />
Ibero 17
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
La mejor traducción jesuítica<br />
para <strong>la</strong> tarea que Morin l<strong>la</strong>ma<br />
“enseñar <strong>la</strong> comprensión” es<br />
“educar para <strong>la</strong> solidaridad”<br />
Edgar Morin.<br />
6. De <strong>la</strong> condición humana a <strong>la</strong><br />
opción por lo humano<br />
La gran tradición de <strong>la</strong> educación jesuita<br />
está centrada en <strong>la</strong> persona humana, a partir<br />
de su condición actual y de sus potencialidades.<br />
Esto comprende, primeramente<br />
una formación integral de cada individuo<br />
dentro de <strong>la</strong> comunidad humana (CE, 22),<br />
desde <strong>la</strong> formación intelectual completa y<br />
profunda (CE, 26) hasta el desarrollo de<br />
<strong>la</strong> imaginación creativa y de <strong>la</strong> afectividad<br />
(CE 28), ayudando así en el desarrollo de<br />
todos sus talentos (CE, 25).<br />
El segundo aspecto acentúa <strong>la</strong> necesidad<br />
de <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> conciencia crítica:<br />
evaluar críticamente <strong>los</strong> medios de comunicación<br />
masiva (CE, 30) y hacer un uso<br />
crítico de <strong>la</strong>s tecnologías (CE, 27). El uso<br />
de <strong>los</strong> medios tanto/cuanto o en <strong>la</strong> medida<br />
que construyen nuestra humanidad (cf.<br />
EE, 23) implica una verdadera pedagogía<br />
como el “arte y <strong>la</strong> ciencia de enseñar”.<br />
Más allá de una simple metodología, debe<br />
incluir una perspectiva de mundo y una<br />
visión de <strong>la</strong> persona humana ideal que se<br />
pretende formar (PI, 11): “<strong>los</strong> jóvenes deben<br />
sentirse libres para seguir el camino<br />
que les permita crecer y desenvolverse<br />
como seres humanos” (PI, 15).<br />
7. De <strong>la</strong> antropoética a <strong>la</strong><br />
acción educativa: formar hombres<br />
y mujeres para <strong>los</strong> demás<br />
“El objetivo supremo de <strong>la</strong> educación jesuita<br />
es el desarrollo global de <strong>la</strong> persona,<br />
que conduce a <strong>la</strong> acción inspirada por el<br />
Espíritu y <strong>la</strong> presencia de Jesucristo, Hijo<br />
de Dios y hombre para <strong>los</strong> otros” (PI, 12).<br />
Toda <strong>la</strong> educación jesuita está orientada<br />
para <strong>la</strong> formación de y en valores: el conocimiento<br />
se une a <strong>la</strong> vida moral (CE,<br />
51) o ética.<br />
Las últimas congregaciones generales<br />
además de redefinir <strong>la</strong> misión jesuita con<br />
el binomio “defensa de <strong>la</strong> fe y promoción<br />
de <strong>la</strong> justicia” añaden el diálogo con <strong>la</strong>s religiones<br />
y <strong>la</strong>s culturas. La fe que promueve<br />
<strong>la</strong> justicia es el norte para <strong>la</strong> formación de<br />
un nuevo tipo de persona y de sociedad,<br />
en <strong>la</strong> que cada individuo tiene <strong>la</strong> oportunidad<br />
de ser plenamente humano, de<br />
<strong>la</strong> misma manera que cada uno acepta <strong>la</strong><br />
responsabilidad de promover el desarrollo<br />
humano de <strong>los</strong> demás (CE, 76) o de <strong>la</strong><br />
responsabilidad ciudadana (PI, 79).<br />
El principio genuino de esa educación<br />
orientada a <strong>los</strong> valores, descansa sobre una<br />
concepción fundamental como: “La conciencia<br />
de que <strong>la</strong>s personas y <strong>la</strong>s estructuras<br />
pueden cambiar, juntamente con el<br />
compromiso de trabajar por esos cambios,<br />
de modo que se construyan estructuras<br />
humanas más justas, que posibiliten el<br />
ejercicio de <strong>la</strong> libertad unido a una dignidad<br />
humana para todos”. (CE, 58).<br />
En esta perspectiva el valor mayor es<br />
el amor: por un <strong>la</strong>do “el amor se muestra<br />
más en obras que en pa<strong>la</strong>bras” (EE 231);<br />
por otro el amor a Dios implica el amor a<br />
<strong>la</strong> humanidad (CE, 82), preferentemente a<br />
<strong>los</strong> pobres (CE, 85).<br />
A manera de conclusión<br />
Recordar esas características y dinámicas,<br />
en un diálogo con lenguajes contemporáneos<br />
es una demostración impresionante<br />
de <strong>la</strong> actualidad de <strong>la</strong> tradición educativa<br />
jesuita. De<strong>la</strong>nte de <strong>los</strong> desafíos de <strong>la</strong> globalización<br />
se abren nuevas perspectivas:<br />
en primer lugar <strong>la</strong> educación jesuita está<br />
l<strong>la</strong>mada a profundizar el conocimiento<br />
para superar <strong>la</strong> globalización de <strong>la</strong> superficialidad<br />
y de <strong>la</strong> exclusión suscitada por<br />
<strong>la</strong> sociedad del conocimiento; en segundo<br />
lugar es necesario redescubrir <strong>la</strong> universalidad<br />
de <strong>la</strong> misión a través de redes de<br />
cooperación entre <strong>los</strong> diferentes trabajos<br />
apostólicos ignacianos, superando algunas<br />
dicotomías (fronteras antiguas) como por<br />
ejemplo entre pastoral educativa con <strong>la</strong><br />
pastoral social, trabajo popu<strong>la</strong>r con aposto<strong>la</strong>do<br />
intelectual, inserción local y misión<br />
universal, en fin se hace necesario repensar<br />
el aposto<strong>la</strong>do académico o educativo<br />
jesuita a partir de nuevas fronteras. 2<br />
La educación se presenta así como el<br />
ejercicio de redescubrir nuestro carisma.<br />
Recordemos que todo comenzó con un<br />
grupo de jóvenes universitarios que transformaron<br />
sueños en proyectos y realizaciones.<br />
Imagínense si el<strong>los</strong> hubieran tenido<br />
<strong>los</strong> medios hodiernos, mejor aun sería<br />
imaginar lo que podemos hacer con <strong>los</strong><br />
medios y <strong>la</strong>s oportunidades de que disponemos<br />
y tuviéramos <strong>la</strong> osadía y <strong>la</strong> creatividad<br />
de <strong>los</strong> primeros <strong>jesuitas</strong>. En este sentido,<br />
<strong>la</strong> tradición es como un anc<strong>la</strong> <strong>la</strong>nzada al<br />
futuro.<br />
(Traducción al español: Mgr. P. Hugo Ara.)<br />
1 Peter-Hans Kolvenbach, O serviço da fé e a promoção da justiça na educação superior dos <strong>jesuitas</strong> nos<br />
Estados Unidos, São Paulo, Ed. Loyo<strong>la</strong> Col. Ignatiana 45, pp. 11-32 y 24-25.<br />
2 Esos tres aspectos están inspirados en <strong>la</strong> conferencia del Padre General Adolfo Nicolás, S. J., a <strong>los</strong> representantes<br />
de <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> en el Congreso Internacional de Educación Jesuita realizado del 21 al 25 de abril<br />
de 2010, en <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad de México.<br />
18 IBERO
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
Luis Ugalde, S. J.<br />
Analista político, ex Rector de <strong>la</strong> Universidad<br />
Católica Andrés Bello de Venezue<strong>la</strong> y miembro<br />
de número de <strong>la</strong> Academia de Ciencias<br />
Políticas y Sociales de Venezue<strong>la</strong><br />
›Las<br />
universidades<br />
<strong>jesuitas</strong> en<br />
América<br />
Latina frente<br />
al futuro<br />
La liberación por <strong>la</strong>s leyes<br />
Las universidades modernas nacieron con una gran fe en <strong>la</strong> razón<br />
y en <strong>la</strong> salvación por el conocimiento y <strong>la</strong>s leyes científicas. El enemigo<br />
era el oscurantismo. La diosa razón y sus leyes nos traerían <strong>la</strong><br />
liberación y, al conjuro del iluminismo, el mal y <strong>la</strong>s miserias humanas<br />
serían derrotados. La razón ilustrada confió más en <strong>la</strong> seguridad<br />
de <strong>la</strong>s leyes racionales que en <strong>la</strong> fragilidad de <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong><br />
responsabilidad humanas. La ley <strong>los</strong> hará libres, pensaban. Pero no<br />
<strong>la</strong> ley mosaica, ni el mandato del deber ser, sino <strong>la</strong>s leyes naturales<br />
que, según <strong>los</strong> ilustrados, están inscritas en <strong>la</strong> condición humana<br />
con <strong>la</strong> misma precisión que <strong>la</strong>s leyes físicas, químicas y biológicas.<br />
Descubran —decían— <strong>la</strong>s leyes naturales de <strong>la</strong> sociedad humana, de<br />
<strong>la</strong> física social y de <strong>la</strong> economía, respéten<strong>la</strong>s y el<strong>la</strong>s inexorablemente<br />
les llevarán a <strong>la</strong> plena felicidad. Leyes “objetivas” liberales, o leyes<br />
marxistas. Los liberales deístas creían que el Supremo Arquitecto del<br />
Universo había puesto <strong>la</strong>s leyes del mercado de manera que <strong>la</strong> búsqueda<br />
egoísta del interés propio por todos <strong>los</strong> millones de actores<br />
económicos llevaría a <strong>la</strong> mayor producción y mejor distribución de<br />
bienes y servicios.<br />
Años después, en <strong>la</strong> sociedad burguesa de libertades económicas<br />
irrestrictas, Marx se encontró con dantescos cuadros de miseria<br />
proletaria, algo muy distinto de <strong>la</strong> prometida libertad, igualdad y<br />
fraternidad.<br />
En respuesta, Marx también creyó descubrir <strong>la</strong> ley de <strong>la</strong> economía<br />
que explica el origen de <strong>la</strong> miseria y explotación humanas y que al<br />
mismo tiempo encierra <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve para llegar al paraíso y al hombre<br />
nuevo. La apropiación privada de <strong>los</strong> medios de producción sería <strong>la</strong><br />
causa de <strong>la</strong> explotación humana y de su alienación. La revolución<br />
proletaria llevaría a <strong>la</strong> toma del poder, a <strong>la</strong> supresión de esa apropiación<br />
privada y a <strong>la</strong> consecuente extinción del Estado y de <strong>la</strong><br />
alienación religiosa, como ya innecesario suspiro en <strong>la</strong> miseria para<br />
el hombre nuevo en plena felicidad y abundancia.<br />
Ambos, el liberalismo sin leyes morales ni restricciones jurídicas<br />
ni contrapesos socioinstitucionales, y <strong>la</strong> revolución comunista-estatista<br />
con eliminación total de <strong>la</strong> propiedad privada de <strong>los</strong> medios<br />
de producción, han sido probados durante <strong>la</strong>rgas décadas y están a<br />
<strong>la</strong> vista sus resultados antihumanos que dejan en evidencia histórica<br />
que esas supuestas leyes por sí mismas no nos liberan, ni producen<br />
el paraíso en <strong>la</strong> tierra.<br />
Los más de dos sig<strong>los</strong> transcurridos nos dejan algunas evidencias.<br />
Ciertamente, el desarrollo autónomo de <strong>la</strong> razón, de <strong>la</strong>s ciencias y<br />
del conocimiento, ha producido transformaciones que han revolucionado<br />
<strong>la</strong> historia y mode<strong>la</strong>do de manera asombrosa <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong><br />
cultura humanas. No menos evidente es que <strong>la</strong>s guerras y revoluciones<br />
más espantosas han ocurrido en estos dos sig<strong>los</strong> y que el poder<br />
destructivo, y <strong>la</strong> capacidad de control y de negación de vidas humanas<br />
en <strong>la</strong>s sociedades modernas supera todo lo antes imaginable.<br />
Por otra parte, hoy como nunca antes <strong>la</strong> humanidad tiene <strong>los</strong><br />
medios para derrotar el hambre, <strong>la</strong>s guerras y <strong>la</strong>s discriminaciones;<br />
pero también para destruir <strong>la</strong> tierra como hábitat humano con sólo<br />
dejarse llevar por <strong>la</strong> fuerza de <strong>la</strong> inercia económica dominante. Se<br />
requiere una nueva conciencia mundial para preservar y compartir<br />
<strong>los</strong> recursos naturales vitales y promover el diálogo hacia una humanidad<br />
única y solidaria.<br />
En medio de estos retos estamos nosotros, universitarios del siglo<br />
XXI, como responsables de contribuir al sentido y a <strong>la</strong> vida digna<br />
y libre en nuestros países y a <strong>la</strong> formación de personas capaces de<br />
discernir y de dirigir humanitaria y constructivamente <strong>los</strong> saberes<br />
instrumentales.<br />
Gloria de Dios y vida humana<br />
¿En el siglo XXI <strong>la</strong> universidad jesuita de inspiración cristiana es<br />
so<strong>la</strong>mente un nostálgico rezago cultural o más bien una audacia<br />
futurista para reactivar el humanismo en un mundo utilitario y exitoso<br />
para <strong>los</strong> ganadores, pero carente de alma, sentido y espacio vital<br />
para <strong>la</strong> mayoría humana perdedora en el juego del poder político<br />
y económico?<br />
El lema de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> desde su fundación es el conocido Ad<br />
20 IBERO
No podemos ser universidades<br />
del siglo XXI sin asumir<br />
integralmente <strong>la</strong> formación<br />
de <strong>la</strong> persona y superar el<br />
cultivo de <strong>la</strong> racionalidad<br />
instrumental reductiva.<br />
Maiorem Dei Gloriam, con lo que corremos el peligro de imaginarnos<br />
un cielo barroco lleno de ángeles que rodean el trono de Dios<br />
cantando sus glorias. Para superar esa evasión, hay que contemp<strong>la</strong>r,<br />
como lo hacía San Ignacio, a Jesús de Nazareth dando gloria a Dios<br />
al curar a <strong>los</strong> leprosos e invitar a nacer de nuevo a <strong>los</strong> intelectuales<br />
personificados en Nicodemo, y escucharlo cuando nos invita a hacernos<br />
hermanos como el buen samaritano. Ahí aprendemos que en<br />
cristiano <strong>la</strong> gloria de Dios es que <strong>los</strong> hombres y mujeres vivan con<br />
sentido y dignidad.<br />
Realidad antropológica y solidaridad<br />
El error antropológico del individualismo liberal y del marxismo<br />
estatista llevó a <strong>la</strong> frustración de sus promesas liberadoras y a sociedades<br />
insostenibles e inhumanas. La condición humana es tal que<br />
cada persona se hace a sí misma a partir de lo recibido de otros y<br />
con otros. Nacemos por otros y nos hacemos personas con otros, a<br />
base de libertad, conciencia, responsabilidad y solidaridad. Es cierto<br />
que cada persona busca su propia realización, pero no lo es menos<br />
que <strong>la</strong> encuentra en <strong>la</strong> medida en que sale de sí misma por el reconocimiento<br />
del otro. El yo se encuentra a sí mismo en el “nosotros“,<br />
al reconocer y afirmar al otro como tal. Esta es una realidad<br />
constitutiva de <strong>la</strong> persona, de <strong>la</strong> familia, de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> y de <strong>la</strong>s naciones<br />
y también de <strong>la</strong> humanidad en un mundo globalizado.<br />
La persona va siendo y realizándose en <strong>la</strong> medida que crece en libertad,<br />
responsabilidad y solidaridad con otros. La racionalidad instrumental<br />
facilita <strong>los</strong> medios, pero estos son ambiguos y se pueden<br />
aplicar para dar vida o para sembrar muerte. Por eso <strong>la</strong> universidad<br />
tiene que formar integralmente —no sólo en conocimiento racional—<br />
hombres y mujeres capaces de discernir <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong><br />
ciencia y de <strong>la</strong> tecnología y concretar<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> acción, para que el<br />
hombre viva con dignidad y solidaridad.<br />
El economicismo liberal terminó en exclusión y luchas sociales,<br />
llevó a <strong>la</strong> gran depresión de 1929 y —por reacción— a <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación<br />
de dos espantosos sistemas estatistas y totalitarios y a <strong>la</strong>s dos<br />
guerras mundiales más devastadoras y criminales.<br />
Afirmamos al mercado y al Estado como realidades comple-<br />
Ibero 21
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />
mentarias e indispensables, pero no nos debemos<br />
tranquilizar pensando que somos<br />
equilibrados y prudentes, centrados ante<br />
<strong>los</strong> extremos del colectivismo estatista y del<br />
individualismo liberal. Pero si no queremos<br />
autoengañarnos, debemos ir más allá, pues<br />
sabemos del historial tiránico del Estado y<br />
también de <strong>los</strong> estragos causados por una<br />
dominante economía financiera y de grandes<br />
consorcios, lejos de <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mada competencia<br />
perfecta en el mercado.<br />
Estado, mercado y razón intelectual, tres realidades extraordinariamente<br />
valiosas e imprescindibles, pero cuya aplicación necesita<br />
sujetos humanos con discernimiento, libertad y bondad para utilizar<strong>los</strong><br />
como instrumentos de humanización y no como ído<strong>los</strong>,<br />
intocables objeto de adoración. No podemos ser universidades del<br />
siglo XXI sin asumir integralmente <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> persona y<br />
superar el cultivo de <strong>la</strong> racionalidad instrumental reductiva; ésta, si<br />
es exclusiva, lleva a <strong>la</strong>s universidades a ser dóciles servidoras de <strong>la</strong><br />
demanda del mercado o del Estado, omitiendo <strong>la</strong> obligada pregunta:<br />
¿Estado, mercado y razón son señores que oprimen o son servidores<br />
de <strong>la</strong> vida humana?<br />
Aquí llegamos a <strong>la</strong> necesaria formación del corazón, de <strong>los</strong> afectos,<br />
de <strong>la</strong> conciencia y de <strong>la</strong> responsabilidad social en <strong>la</strong> universidad,<br />
que no debe tener su epicentro dentro de sus muros, sino en<br />
<strong>la</strong> sociedad. Y parece evidente que <strong>la</strong>s sociedades <strong>la</strong>tinoamericanas<br />
tienen pendiente <strong>la</strong> superación de <strong>la</strong> pobreza, <strong>la</strong> inclusión de <strong>los</strong><br />
excluidos de <strong>la</strong> participación política y económica, con elevada productividad,<br />
tanto en <strong>la</strong> polis como en <strong>la</strong> empresa. El caudillismo y<br />
sus engañosos mitos revolucionarios vuelven en el siglo XXI a causa<br />
de <strong>la</strong>s deficiencias de <strong>la</strong>s instituciones, de <strong>la</strong> miopía económica, de<br />
<strong>la</strong> irresponsabilidad política y del abandono ciudadano.<br />
Seréis como dioses<br />
La Biblia con su sabiduría de mitos, parábo<strong>la</strong>s, re<strong>la</strong>tos, poesías y sentencias<br />
sapienciales, nos dice que el hombre busca ser como Dios;<br />
y <strong>la</strong> historia, especialmente <strong>la</strong> moderna, lo confirma. Donde está <strong>la</strong><br />
suprema aspiración está <strong>la</strong> suprema tentación. “Seréis como dioses”<br />
resuena en el Paraíso de Adán y Eva, y en Babel. La tentación<br />
vuelve a Jesús tras el ayuno del desierto: “Si eres Hijo de Dios<br />
di que estas piedras se conviertan en panes” (Mateo 4, 3), y<br />
en <strong>la</strong> cruz: “Si eres Hijo de Dios baja de <strong>la</strong><br />
cruz” (Mateo 27,40).<br />
El poder y el dinero siempre han<br />
sido dioses con capacidad de engañar<br />
al corazón humano y con<br />
fuerza para imponerse en <strong>la</strong>s sociedades;<br />
pero nunca tan fuertes<br />
y omnipotentes como en el último<br />
siglo de Mercado, Estado<br />
y Racionalidad instrumental.<br />
Jesús nos dice que “nadie puede<br />
servir a dos señores: a Dios y al<br />
dinero” (Mateo 6,24). También nos<br />
22 IBERO<br />
El uso del poder político,<br />
económico y de <strong>la</strong> razón, deben ser<br />
discernidos y ordenados socialmente<br />
como instrumentos para que el<br />
hombre viva, homo vivens.<br />
enseña que <strong>los</strong> señores de este mundo tratan a sus gobernados como<br />
esc<strong>la</strong>vos. Y concluye que hay un modo de ser como Dios, que es<br />
dándose a <strong>los</strong> demás y sirviendo, al modo del Hijo del hombre “que<br />
no ha venido a ser servido sino a servir” (Marcos 10,41-45).<br />
Para el buen samaritano —ese personaje inventado por Jesús—, ganar<br />
<strong>la</strong> vida y ser como Dios es hacerse prójimo y servir al herido. Esa<br />
es <strong>la</strong> gloria de Dios, que el herido y el leproso sean curados y vivan.<br />
La Universidad ignaciana se adentra en <strong>los</strong> extravíos de <strong>la</strong> razón<br />
y del corazón humano y enseña que el único modo de no postrarse<br />
en adoración ante <strong>los</strong> ído<strong>los</strong> del poder político, del señorío económico<br />
y de <strong>la</strong> diosa razón, es reconociendo el valor supremo de <strong>la</strong><br />
vida del otro y afirmándolo en el “nos-otros”. El Dios-amor hecho<br />
vida en nosotros y en <strong>la</strong> historia, es el único Dios que no domina<br />
ni niega al otro, aunque debemos reconocer que <strong>los</strong> cristianos con<br />
frecuencia nos hemos convertido en creyentes y servidores del dios<br />
de <strong>la</strong> guerra y del poder.<br />
Libertad, igualdad y fraternidad<br />
El lema de <strong>la</strong> Revolución Francesa, “Libertad, igualdad y fraternidad”,<br />
contiene una profunda intuición de <strong>la</strong> búsqueda humana. Se<br />
ha tratado de conseguir <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong> igualdad a base de mercado<br />
libre y de Estado igua<strong>la</strong>dor, pero <strong>la</strong> fraternidad ha quedado descuidada<br />
o se ha presupuesto como efecto de leyes objetivas. No, el<br />
camino hacia <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong> igualdad de oportunidades tiene que<br />
descansar en <strong>la</strong> conciencia, en <strong>la</strong> opción radical por el otro, en <strong>la</strong><br />
convicción de que no hay yo sin el “nos-otros” y de que el camino<br />
para encontrarnos es salir de nosotros mismos. El uso del poder<br />
político, económico y de <strong>la</strong><br />
razón, deben ser discernidos<br />
y ordenados socialmente<br />
como instrumentos para<br />
que el hombre viva, homo<br />
vivens. Aquí <strong>la</strong> antropología<br />
y <strong>la</strong> espiritualidad se<br />
dan <strong>la</strong> mano para dominar<br />
<strong>la</strong>s fuerzas salvajes del<br />
mercado y del Estado.<br />
Esa es <strong>la</strong> deuda de luz<br />
que <strong>la</strong> Universidad<br />
ignaciana tiene con <strong>la</strong><br />
sociedad; es <strong>la</strong> manera de amar<br />
y servir universitariamente en<br />
este siglo XXI.
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/LÍDER IBERO<br />
Mi vínculo estrecho con<br />
<strong>la</strong> educación jesuítica<br />
estaba ya sembrado<br />
desde mi casa.<br />
›El “c<strong>la</strong>ustro” jesuítico<br />
Alberto Ruy Sánchez<br />
“La mañana de mi examen profesional en <strong>la</strong><br />
Universidad Iberoamericana”. 1975. Fotografía de<br />
Jorge Prior.<br />
24 IBERO
Tengo <strong>la</strong> impresión, necesariamente llena de dudas, de que varias<br />
de mis manías más radicales vienen de <strong>los</strong> muchos años<br />
en que fui alumno de <strong>jesuitas</strong>. Digo manías por describir obsesiones<br />
tanto intelectuales como de actitud vital, que algunas<br />
veces pueden ser cualidades y en muchas ocasiones ser defectos.<br />
Creo que <strong>la</strong> manera específica en que comprendo, enfrento y llevo<br />
a cabo mis dos profesiones, <strong>la</strong> de editor y <strong>la</strong> de escritor, está marcada<br />
profundamente por ese paso intenso y muchas veces dramático<br />
por esa máquina de formación y deformación que son <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s<br />
<strong>jesuitas</strong>. Un edificio, una maquinaria de iniciación a <strong>la</strong> vida que tan<br />
sólo de forma figurada, por supuesto, l<strong>la</strong>mo c<strong>la</strong>ustro, puesto que <strong>la</strong><br />
idea misma de un lugar cerrado, de c<strong>la</strong>ustro c<strong>la</strong>ustrofóbico, va en<br />
contra de <strong>los</strong> principios de <strong>la</strong> orden y de su idea de educación.<br />
Durante seis años fui alumno del Instituto Patria y después de <strong>la</strong><br />
Universidad Iberoamericana. Es decir que cuando tenía poco más<br />
de veinte años, una década y un pico de mi vida habían transcurrido<br />
en el c<strong>la</strong>ustro jesuítico. Pero mi vínculo estrecho con <strong>la</strong> educación<br />
jesuítica estaba ya sembrado desde mi casa. Comenzó con mi abuelo<br />
paterno, un niño sonorense, del pueblo de Á<strong>la</strong>mos, en <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> del<br />
desierto, cuyo padre hacía dos veces al año un <strong>la</strong>rgo viaje de varias<br />
semanas a caballo para ir a internar<strong>los</strong>, a él y a su hermano, en lo<br />
que él pensaba que era <strong>la</strong> mejor escue<strong>la</strong> más cercana, el colegio de<br />
<strong>jesuitas</strong> de San Juan de Dios en Saltillo. Muchos años después, mi<br />
padre, con su familia emigrada a Guada<strong>la</strong>jara, pasaría por el Instituto<br />
de Ciencias, el colegio jesuita de esa ciudad. En ambos, lo que expresamente<br />
valoraban de esa educación era una incesante curiosidad<br />
por el conocimiento muy por encima de <strong>la</strong> religión o <strong>la</strong> moral. Pero<br />
sobre todo <strong>la</strong> exigencia de preparase para ser felices y hacer felices<br />
a <strong>los</strong> otros. Lo decían y lo llevaban a cabo. En ambos era evidente<br />
una paradójica tensión para ser re<strong>la</strong>jados pero vigi<strong>la</strong>ntes, sonrientes<br />
pero listos para <strong>la</strong> ironía (<strong>la</strong> sonrisa crítica), suaves pero firmes, tal vez<br />
dispuestos para <strong>la</strong> batal<strong>la</strong> pero nunca, absolutamente nunca violentos,<br />
extremadamente atentos a <strong>la</strong>s formas estéticas conscientes<br />
de que siempre forma es fondo.<br />
Y, muy importante, <strong>la</strong> convicción<br />
de que para dirigir o contro<strong>la</strong>r una<br />
situación no es de ninguna manera<br />
necesario hacerlo evidente. De todo<br />
esto, que en gran parte <strong>los</strong> describe, se<br />
hab<strong>la</strong>ba de vez en cuando en el ámbito<br />
familiar atribuyéndolo c<strong>la</strong>ramente a<br />
<strong>los</strong> colegios jesuíticos.<br />
Como parte de ese peculiar cuadro<br />
de valores y actitudes, entendido muy<br />
a su manera, ambos veían en el dinero<br />
una herramienta y nunca una meta. Y<br />
estaban orgul<strong>los</strong>os de ello. De tal modo<br />
que cuando llegó el momento de que yo<br />
fuera al Instituto Patria mi familia no tenía<br />
capacidad de pagarlo. Y fui parcialmente becado.<br />
Lo cual introdujo en mí una aguda conciencia, reiterada<br />
cotidianamente, de no pertenecer a <strong>la</strong> misma<br />
c<strong>la</strong>se social que <strong>la</strong> gran mayoría de mis compañeros.<br />
Para colmo yo vivía en <strong>la</strong>s afueras de <strong>la</strong> ciudad, en el pequeño pueblo<br />
de Atizapán de Zaragoza, sin teléfono, con varias horas de viaje<br />
diario en transporte público entre mi casa y el Colegio.<br />
Era una escue<strong>la</strong> con una historia más que centenaria pero llena<br />
de metamorfosis, de <strong>la</strong>rga tradición, de rituales añejos y de una gran<br />
exigencia intelectual. Funcionaba en <strong>los</strong> estudios con sistemas piramidales<br />
de pertenencia: terminaba <strong>la</strong> preparatoria sólo <strong>la</strong> quinta<br />
parte de quienes comenzaban <strong>la</strong> secundaria, seis años antes. A <strong>la</strong><br />
presión compartida por todos yo sumaba <strong>la</strong> responsabilidad de ser<br />
becario. Pero todos sabían que tenían que dar algo más de lo que se<br />
pedía normalmente para seguir siendo, año con año, de <strong>los</strong> que no<br />
eran excluidos. Las exigencias de <strong>la</strong> Secretaría de Educación, o de <strong>la</strong><br />
UNAM en <strong>la</strong> preparatoria, eran vistas como una especie de sótano<br />
intelectual, un nivel muy bajo que se satisfacía simplemente con <strong>la</strong><br />
inercia. En <strong>los</strong> deportes, que eran muy importantes en el Instituto,<br />
se vivía <strong>la</strong> misma intensa confrontación con <strong>los</strong> compañeros y, sobre<br />
todo, frente a otras escue<strong>la</strong>s. Lo mismo sucedía con <strong>la</strong>s artes, el<br />
teatro, <strong>la</strong> oratoria y <strong>la</strong> música. Había una efervescencia esco<strong>la</strong>r, llena<br />
de actividades, de guerras internas y externas, de éxitos y caídas, de<br />
tradiciones y exigencias. Muy pronto me incliné por trabajar en <strong>la</strong><br />
edición de <strong>los</strong> periódicos esco<strong>la</strong>res y a el<strong>la</strong> me dediqué varios años.<br />
La biblioteca del Colegio fue durante mucho tiempo mi oficina<br />
de editor esco<strong>la</strong>r y mi refugio. En el<strong>la</strong> afirmaba con frecuencia <strong>la</strong>s<br />
semil<strong>la</strong>s sembradas en <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses o en muchas de <strong>la</strong>s conversaciones<br />
y seminarios especiales con maestros.<br />
Recuerdo como reve<strong>la</strong>ciones entre aquel<strong>los</strong> estantes de libros,<br />
varios momentos c<strong>la</strong>ve de contenido jesuítico que me parecían terribles<br />
y sembraban en mí <strong>la</strong> inconformidad: por ejemplo, <strong>la</strong> historia<br />
de Teilhard de Chardin, filósofo científico que fue obligado por <strong>la</strong><br />
orden al silencio, como antes el poeta Gerard Manley Hopkins. O el<br />
momento en el que comprendí que San Ignacio y su empresa eran<br />
de verdad delirantes. Que Ignacio,<br />
el p<strong>la</strong>yboy de su época, en el momento<br />
de su conversión asombrosa<br />
fue como una especie de Quijote<br />
que en vez de haber leído libros<br />
“Con Jorge Vértiz y Maricarmen Torregrosa, en <strong>la</strong> Ibero, el<br />
primer año de <strong>la</strong> carrera de Comunicación, l<strong>la</strong>mada entonces<br />
Ciencias y Técnicas de <strong>la</strong> Información”. 1970.<br />
“Mis credenciales de <strong>la</strong> Biblioteca y del Gimnasio del Instituto<br />
Patria”. 1966 y 1967.<br />
Ibero 25
LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/LÍDER IBERO<br />
de caballería llenándose del deseo tenaz de ser un héroe más de esas<br />
nove<strong>la</strong>s, leyó durante su convalecencia biografías de santos y deseó<br />
ser uno de el<strong>los</strong>. Y su locura contagió a cientos que se <strong>la</strong>nzaron a <strong>la</strong>s<br />
misiones alrededor del mundo tejiendo una épica increíble.<br />
Recuerdo especialmente el momento en el que comprendí una<br />
dimensión sustancial de <strong>la</strong> poesía mística, <strong>la</strong> dimensión erótica. Fue<br />
cuando deduje que <strong>la</strong> idea jesuítica, presente en <strong>los</strong> Ejercicios de<br />
San Ignacio, de que se puede llegar a Dios a través de <strong>la</strong>s emociones<br />
y no necesariamente del contenido de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras era tan revolucionaria<br />
en su tiempo porque era equivalente actualmente a <strong>la</strong> idea<br />
islámica de que se puede llegar a Dios a través del sexo. Y que ahí<br />
estaba <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve de <strong>los</strong> rituales barrocos a <strong>los</strong> que asistíamos.<br />
De <strong>la</strong> biblioteca hacia afuera del figurado c<strong>la</strong>ustro venía una de<br />
<strong>la</strong>s preocupaciones jesuíticas de aquel<strong>los</strong> años, a <strong>la</strong>s que fui especialmente<br />
sensible. La idea de <strong>la</strong> posibilidad de un cambio social.<br />
Documentada ampliamente en <strong>los</strong> libros marxistas de <strong>la</strong> biblioteca,<br />
para comprender<strong>los</strong> habría que salir hacia <strong>la</strong> realidad que nos rodeaba.<br />
Varios de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> llevaban a cabo trabajo comprometido<br />
con <strong>la</strong>s comunidades más necesitadas de <strong>la</strong> ciudad y varios de <strong>los</strong><br />
estudiantes participábamos activamente en el<strong>los</strong>. Recuerdo el mo-<br />
experimentado. Y era enervante, por ejemplo, que <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses de fi<strong>los</strong>ofía<br />
en <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana de aquel<strong>los</strong> años setenta<br />
<strong>la</strong>s dieran beatos de preparación mediana y mediocre y no <strong>jesuitas</strong>.<br />
Profesores que nunca leían ni nos hacían leer <strong>los</strong> textos originales<br />
sino manuales sobre el<strong>los</strong>. Fuentes secundarias. Sabíamos que había<br />
<strong>jesuitas</strong> mexicanos de alto nivel pero que vivían fuera de México.<br />
Como un especialista en el existencialismo enviado como supuesto<br />
premio a Dinamarca. Nos quedaba <strong>la</strong> sensación de que <strong>la</strong> educación<br />
jesuítica humanista de alto nivel y exigencia, en algunos campos<br />
como <strong>la</strong> fi<strong>los</strong>ofía, no en otros por supuesto, había sido también<br />
en <strong>la</strong> universidad virtualmente c<strong>la</strong>usurada: nuevo sentido y conjugación<br />
de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra c<strong>la</strong>ustro aplicado metafóricamente a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>usura<br />
de <strong>la</strong> educación jesuítica y de <strong>la</strong> radicalidad de sus principios.<br />
Las ediciones que hemos llevado a cabo en Artes de México, desde<br />
hace varios años bajo <strong>la</strong> dirección lúcida de Alfonso Alfaro, dedicadas<br />
a <strong>la</strong> idea jesuítica de <strong>la</strong> educación, el arte, <strong>la</strong> ciencia y otras<br />
dimensiones de <strong>la</strong> vida donde <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> fundamental de <strong>la</strong> Compañía<br />
de Jesús y de su fundador está presente, nos han enseñado a comprender<br />
una parte de lo que somos por contraste con otras sociedades.<br />
Y a valorar <strong>la</strong> vigencia de una concepción fértil que sigue viva<br />
Hasta <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses de religión, como aquel<strong>la</strong>s de<br />
una materia que se l<strong>la</strong>maba Apologética, o <strong>la</strong><br />
defensa argumentada de Dios, se convertían en<br />
lecciones de ardua polémica social.<br />
mento en el que comprendí que un ingrediente sustancial que motivaba<br />
el compromiso de mis compañeros era <strong>la</strong> culpabilidad. En<br />
<strong>la</strong> cual yo nunca nadé con <strong>la</strong> misma intensidad puesto que aquel<strong>la</strong><br />
antigua conciencia de no pertenecer a <strong>la</strong> misma c<strong>la</strong>se social que<br />
muchos de el<strong>los</strong> siguió vigente. Pero lo importante era entonces,<br />
salir del c<strong>la</strong>ustro, del encierro, del ámbito que daba <strong>la</strong> espalda a <strong>la</strong><br />
realidad de nuestra sociedad.<br />
La preocupación política estaba viva y creciendo en <strong>la</strong> columna<br />
misma del colegio. (Y condujo finalmente a su c<strong>la</strong>usura en 1970<br />
entregando <strong>la</strong> educación de esa élite social a <strong>la</strong>s manos, no siempre<br />
limpias y confiables como se ha demostrado, de otra orden, de<br />
<strong>los</strong> Legionarios de Cristo. Pero esa es otra historia). Hubo <strong>jesuitas</strong><br />
implicados en movimientos sociales extremos en varios puntos del<br />
continente. Y hasta <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses de religión, como aquel<strong>la</strong>s de una materia<br />
que se l<strong>la</strong>maba Apologética, o <strong>la</strong> defensa argumentada de Dios,<br />
se convertían en lecciones de ardua polémica social. No por nada<br />
cuando el movimiento zapatista se hizo público reconocí inmediatamente<br />
en <strong>la</strong>s primeras dec<strong>la</strong>raciones de Subcomandante Marcos<br />
<strong>la</strong>s huel<strong>la</strong>s de aquel<strong>la</strong> educación jesuítica. Y en sus argumentos y<br />
métodos <strong>la</strong>s lecciones elementales y c<strong>la</strong>ras de aquel<strong>la</strong> guerra mediática<br />
o guerra de <strong>la</strong>s ideas que era <strong>la</strong> Apologética. Le dije a mi<br />
esposa inmediatamente: Marcos es o fue alumno de <strong>jesuitas</strong>. Y no<br />
me equivoqué.<br />
La universidad jesuítica era, para quienes nos formamos en el<br />
c<strong>la</strong>ustro previo, una versión light de <strong>la</strong> educación que habíamos<br />
26 IBERO<br />
“Luego de una odisea, para dar con el<strong>la</strong>, en <strong>la</strong> tumba del<br />
jesuita Matteo Ricci, en Pekín, China”. Febrero de 2010.
“Siete lustros después de mi examen profesional en <strong>la</strong><br />
Ibero, en una imagen reciente de Nina Subin”. Mayo<br />
de 2010.<br />
Narrador, poeta y ensayista, además<br />
de editor, Alberto Ruy Sánchez es<br />
Licenciado en Ciencias y Técnicas<br />
de <strong>la</strong> Información por <strong>la</strong> Universidad<br />
Iberoamericana Ciudad de México;<br />
Maestro en Estudios Cinematográficos<br />
y Licenciado en Fi<strong>los</strong>ofía, por <strong>la</strong><br />
Universidad de Vincennes, y doctor<br />
en Comunicación por <strong>la</strong> Universidad<br />
de Jussieu, en París. En su obra literaria,<br />
traducida a diversos idiomas y merecedora<br />
de múltiples ga<strong>la</strong>rdones en<br />
México y el extranjero, destacan <strong>los</strong><br />
libros Los nombres del aire, Los jardines<br />
secretos de Mogador, La mano del<br />
fuego, Los demonios de <strong>la</strong> lengua ,<br />
Nueve veces el asombro y En <strong>los</strong> <strong>la</strong>bios<br />
del agua. Desde 1988 dirige <strong>la</strong> revista<br />
Artes de México, que ha obtenido más<br />
de ciento cincuenta premios nacionales<br />
e internacionales. De él escribió<br />
Octavio Paz: “Su inteligencia es aguda<br />
sin ser cruel; su ánimo, compasivo, sin<br />
condescendencia ni complicidad”. Un<br />
auténtico Líder Ibero.<br />
aquí y allá y que incluso es necesaria como contrapeso y antídoto a<br />
muchos de <strong>los</strong> males que <strong>la</strong> modernidad mal entendida que vivimos<br />
nos impone en el mundo. Hemos aprendido el valor de ser barrocos.<br />
Una lección que quisiéramos difundir cada día más ampliamente.<br />
Como comencé hab<strong>la</strong>ndo de c<strong>la</strong>ustro, de edificio en el sentido<br />
figurado, quisiera terminar contradiciendo esa figuración y regresar<br />
a <strong>la</strong> materialidad del término para hacer una evocación del edificio<br />
mismo del Colegio y lo que significó para mí. Sobre todo porque<br />
ha sido destruido y, en su lugar, significativamente, se levanta un<br />
centro comercial.<br />
Durante seis años, de <strong>los</strong> doce a <strong>los</strong> dieciocho, pasé mis días en<br />
un <strong>la</strong>berinto. Tenía <strong>la</strong> forma de un edificio enorme, recubierto de<br />
tezontle, esa piedra roja que dio carácter al centro de <strong>la</strong> ciudad de<br />
México durante sig<strong>los</strong>. La que Octavio Paz, en un poema, describía<br />
como “color de sangre seca”. Se entraba subiendo una ancha<br />
escalera por <strong>la</strong> calle de Molière, en el número de resonancias mágicas<br />
222. Ocupaba toda <strong>la</strong> manzana. Atrás tenía varios patios y<br />
gimnasios, una cancha de basketball cubierta, talleres muy diversos,<br />
incluyendo uno obscuro de fotografía, cafeterías, sa<strong>la</strong> de bil<strong>la</strong>r, una<br />
biblioteca cuyo orden e inventario todavía recuerdo; y un enorme<br />
teatro con sótanos y pasadizos secretos. En <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta alta había <strong>la</strong>boratorios<br />
científicos que parecían del siglo XIX. Y esa misteriosa<br />
antigüedad de máquinas misteriosas resultaba fascinante. Las au<strong>la</strong>s<br />
tenían forma de anfiteatro, con techos muy altos, cada hilera a una<br />
altura diferente y un sótano enorme debajo de <strong>la</strong>s bancas al que,<br />
por supuesto, entrábamos c<strong>la</strong>ndestinamente.<br />
La azotea, cerrada con un candado del que siempre encontrábamos<br />
<strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve debajo de algún <strong>la</strong>drillo suelto, era un mirador privilegiado.<br />
En esa época remota era uno de <strong>los</strong> edificios más altos de<br />
Po<strong>la</strong>nco. Veíamos <strong>la</strong>s copas de <strong>los</strong> árboles porque entonces había<br />
muchos más en <strong>la</strong>s calles y <strong>los</strong> jardines privados y hasta en <strong>los</strong><br />
parques. Entre <strong>la</strong>s disparejas y abundantes manchas verdes surgían<br />
como agujas <strong>la</strong>s torres de <strong>la</strong>s iglesias, <strong>la</strong> Fuente de Petróleos y <strong>la</strong><br />
masa del Auditorio Nacional anunciando el comienzo del Bosque<br />
de Chapultepec. Hacia atrás, el terreno subía hasta <strong>la</strong> Defensa Nacional<br />
y antes había ya algunos edificios de departamentos que entonces<br />
eran modernos. Sobre todo después de <strong>la</strong>s vías del ferrocarril.<br />
Algunos de quienes vivían en <strong>la</strong> colonia podían ver sus casas.<br />
En ese <strong>la</strong>berinto extraño y para mí fascinante, que por fuera parecía<br />
y se anunciaba como una escue<strong>la</strong>, fui muchas veces feliz y<br />
también lo contrario. Hice amigos que sigo queriendo y aprendí<br />
muchas de <strong>la</strong>s actitudes vitales que aún me mueven y que ante<br />
diferentes situaciones me hacen ser escéptico o entusiasta, curioso<br />
o indiferente, esforzado o distante, exigente o tolerante. En sus patios<br />
y gimnasios, cada tarde formé parte del equipo de atletismo y<br />
seguramente ahí tomaron forma <strong>los</strong> pocos múscu<strong>los</strong> que aún tenga<br />
o siga perdiendo. En <strong>la</strong> moderna iglesia de San Ignacio, justo al<br />
<strong>la</strong>do, donde reina todavía una sufriente imitación de un cuerpo de<br />
Giacometti crucificado, tuve mis breves dosis de desliz místico y mi<br />
extenso aprendizaje del escepticismo religioso. En <strong>la</strong>s habitaciones<br />
de <strong>la</strong> biblioteca aprendí, como lo dije, que lo interesante estaba también<br />
más allá de <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s. Y en <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s a sobrevivir y vivir en una<br />
dinámica colectiva. Siendo una escue<strong>la</strong> católica ahí tuve sin embargo<br />
maestros de otras religiones y eso era a veces una lección más<br />
grande que todo lo que se enseñaba. Como yo vivía en un pueblo<br />
muy lejano, más allá de ciudad Satélite, Po<strong>la</strong>nco representaba <strong>la</strong> entrada<br />
<strong>la</strong>beríntica a <strong>la</strong> ciudad de México. Y cada tarde, sobre <strong>la</strong> calle<br />
ancha de Ejército Nacional tomaba el primero de <strong>los</strong> “aventones”<br />
o en su defecto de <strong>los</strong> camiones que me llevarían hacia el norte.<br />
Po<strong>la</strong>nco para mí era sobre todo ese edificio del Colegio, ese c<strong>la</strong>ustro,<br />
ese mundo introvertido e interminable, retador y entusiasmante<br />
que, antes de ser un centro comercial idéntico a tantos en el p<strong>la</strong>neta,<br />
presumía con orgullo ser un lugar de excepción y de excelencia por<br />
sus efectos en cada uno de nosotros. El c<strong>la</strong>ustro c<strong>la</strong>usurado.<br />
Ibero 27
<strong>la</strong> l<strong>la</strong>ma inextinguible<br />
Dolores Castro. Fotografía de Rogelio Cuél<strong>la</strong>r.<br />
›Dolores Castro:<br />
La poesía es <strong>la</strong><br />
emoción acendrada<br />
Nacida en <strong>la</strong> ciudad de Aguascalientes el 12 de abril<br />
de 1923, Dolores Castro es, actualmente, <strong>la</strong> decana<br />
de <strong>la</strong> poesía de México. A sus 87 años continúa escribiendo<br />
e impartiendo cursos de poesía, y tiene en<br />
proceso de escritura un libro de poemas que, afirma, será muy<br />
diferente a <strong>los</strong> que a <strong>la</strong> fecha ha publicado: Dos nocturnos (1952),<br />
La tierra está sonando (1959), Cantares de ve<strong>la</strong> (1960), Soles (1977),<br />
Qué es lo vivido (1980), Oleajes (2003) e Íntimos huéspedes (2004),<br />
entre otros títu<strong>los</strong>.<br />
Forma parte de <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada generación del Medio Siglo, junto<br />
con Rosario Castel<strong>la</strong>nos (de <strong>la</strong> que fue gran amiga), Jaime Sabines,<br />
Emilio Carballido, Sergio Magaña y Enriqueta Ochoa. Su<br />
obra se inserta en <strong>la</strong> tradición de <strong>la</strong> mejor poesía escrita por mujeres<br />
en México, desde Sor Juana Inés de <strong>la</strong> Cruz, Laura Méndez<br />
de Cuenca, María Enriqueta, Josefa Murillo, Concha Urquiza,<br />
Rosario Castel<strong>la</strong>nos y Margarita Michelena, entre otras grandes figuras<br />
de <strong>la</strong> lírica nacional.<br />
En 1993, con motivo de <strong>la</strong> publicación de su antología poética<br />
No es el amor el vuelo, sentenció: “Escribir poesía es salvar <strong>los</strong> instantes.<br />
Se adquiere <strong>la</strong> conciencia de que si no se es capaz de escribir o<br />
de concebir de algún modo <strong>la</strong> poesía, viviremos a medias. Resolver<br />
un poema es resolver un problema vital y <strong>la</strong> resolución de cada<br />
uno de esos problemas vitales es también un ordenamiento total<br />
del mundo”.<br />
En uno de sus poemas emblemáticos, Dolores Castro escribe:<br />
“No es el amor el vuelo./ Es lo que va despacio/ elevándose apenas,<br />
flotando como espuma/ adherida, adherida./ Es lo que arrastra<br />
el agua sin ahogarlo./ La rama verde de cualquier diluvio,/ lo que<br />
guarda humedad de <strong>los</strong> diluvios/ porque se hundió y flotó./ Es lo<br />
que no se ahoga entre lo ahogado”.<br />
28 IBERO
poemas inéditos<br />
Dolores Castro<br />
Migrante (I)<br />
Duró cuanto duró:<br />
Asombrado<br />
abrió cinco ventanas<br />
a <strong>la</strong> luz, a <strong>la</strong> sombra.<br />
Hospedó en cada célu<strong>la</strong> suya<br />
huevecil<strong>los</strong><br />
de crisálida<br />
y vuelo<br />
Satisfizo su hambre<br />
el pan de cada día<br />
y no pudo digerir<br />
el sufrimiento.<br />
Poeta sutil por excelencia, su obra ha ido creciendo lentamente,<br />
con pausas y silencios, y a su obra propia de creación, ha<br />
añadido <strong>la</strong> no menos importante de docencia mediante <strong>la</strong> cual<br />
ha formado a muchas generaciones.<br />
Recientemente, su <strong>la</strong>bor poética y formativa fue reconocida en<br />
<strong>la</strong> ciudad de México al inaugurarse, en junio de 2010, <strong>la</strong> Casa del<br />
Poeta que lleva su nombre, en <strong>la</strong> Delegación Miguel Hidalgo. Antes,<br />
en 2008, el Instituto Nacional de Bel<strong>la</strong>s Artes le rindió un merecido<br />
homenaje con motivo de sus 85 años. En esa ocasión dijo: “Éste no<br />
es un homenaje para mí, sino para <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de <strong>la</strong> poesía. La poesía<br />
es una luz que aparece si leemos, y a veces resurge si escribimos.<br />
También me ha permitido saborear mucho mejor el mundo”.<br />
“La poesía es <strong>la</strong> emoción acendrada”, afirma Dolores Castro. Y<br />
muestra de esta emoción acendrada es el par de poemas, inéditos<br />
hasta ahora, con el que honra <strong>la</strong>s páginas de IBERO.<br />
Migrante (II)<br />
Lanzado hacia <strong>la</strong> flor<br />
de <strong>los</strong> vientos,<br />
aún así<br />
pediría una brizna de respeto<br />
a mi dignidad.<br />
Y desearía cerrar <strong>los</strong> ojos<br />
y antes de dormir<br />
ver una luz<br />
un camino,<br />
una puerta abierta para mí.<br />
Y en mis sueños<br />
un rumor de pa<strong>la</strong>bras conocidas,<br />
unas pa<strong>la</strong>bras que entienda: un buen deseo<br />
una buena intención, un Dios te guarde.<br />
Caminar en lugar en donde pueda<br />
ir libremente.<br />
Un lugar en donde me conozcan,<br />
por mi nombre y mis hechos<br />
en el buen tiempo o bajo <strong>la</strong> tormenta.<br />
Por quien he sido, quien soy:<br />
un hombre solo,<br />
sólo un hombre.<br />
Ibero 29
LITERATURA /un inédito de Juan Rulfo<br />
›Rafael F. Muñoz<br />
Juan Rulfo<br />
Muñoz fue el primero, que yo sepa, que<br />
incursionó en <strong>los</strong> áridos temas de <strong>la</strong> Revolución<br />
enmarcando <strong>la</strong>s acciones de aquel<strong>los</strong> guerreros con<br />
hi<strong>los</strong> poéticos, describiéndo<strong>los</strong> amablemente,<br />
se puede decir que hasta con lástima.<br />
De <strong>los</strong> escritores de <strong>la</strong> Revolución Mexicana Rafael F.<br />
Muñoz es quien mejor refleja en sus obras un ámbito<br />
poético, dentro del árido mundo en que éstas se desarrol<strong>la</strong>n.<br />
Nació Rafael F. Muñoz en Chihuahua en 1899. A <strong>los</strong> 16 años<br />
toma parte activa en <strong>la</strong> Revolución como reportero de un diario<br />
de <strong>la</strong> capital de su Estado y así conoce y presencia de cerca <strong>los</strong><br />
acontecimientos que más tarde servirán de materia prima para<br />
sus libros.<br />
R. Morton dice de él que en <strong>la</strong> obra de Muñoz siempre estará<br />
presente <strong>la</strong> sombra impresionante de Francisco Vil<strong>la</strong>, así como<br />
que nunca lo abandonará, ni aún en sus nove<strong>la</strong>s, ese estilo directo,<br />
exento de detalles que caracteriza al periodista, oficio en el<br />
que sigue activo Rafael F. Muñoz.<br />
Al término de <strong>la</strong> Revolución inicia Muñoz sus actividades<br />
en <strong>la</strong> capital de <strong>la</strong> República y publica periódicamente en El<br />
Universal sus primeros cuentos, que reúne posteriormente en el<br />
volumen titu<strong>la</strong>do El feroz cabecil<strong>la</strong>.<br />
Estos re<strong>la</strong>tos, verdaderos ejemp<strong>la</strong>res de pureza narrativa literaria,<br />
se caracterizan desde luego por el estilo crudo que Muñoz<br />
seguirá manejando subsecuentemente con mayor habilidad. Uno<br />
de <strong>los</strong> cuentos incluidos en esta serie, “Oro, caballo y hombre” es<br />
el que con más frecuencia se reproduce en antologías. Narra <strong>la</strong><br />
muerte del sanguinario Fierro, lugarteniente de Vil<strong>la</strong>, al hundirse<br />
en un pantano bajo el peso del oro.<br />
El tratamiento que Muñoz utiliza para contarnos esta anécdota<br />
nos recuerda el usado por el escritor norteamericano Conrad<br />
Aiken, en el sentido de escamotearle al lector hasta el final el resultado.<br />
Y también al empezar a re<strong>la</strong>tar aquel<strong>la</strong> cosa como algo sin<br />
importancia, <strong>la</strong> que va adquiriendo conforme se avanza en <strong>la</strong> lectura,<br />
pero, como antes decía, sin dar a sospechar el resultado final.<br />
Esta coincidencia viene al caso, ya que Aiken es uno de <strong>los</strong> más<br />
hábiles escritores de este tipo de narraciones y el que Muñoz,<br />
seguramente creador de su propio estilo, coincida, nos muestra<br />
una más de sus cualidades.<br />
Sin abandonar su tarea periodística, Muñoz publica su primera<br />
30 IBERO
LITERATURA/primicia<br />
nove<strong>la</strong>, ¡Vámonos con Pancho Vil<strong>la</strong>! Aunque tratada en forma anecdótica,<br />
limitada a episodios breves, tal parece como si estuviéramos<br />
ante una serie de cuentos; con todo, <strong>la</strong> acción sigue una secuencia<br />
lógica y nove<strong>la</strong>da, y su personaje central, Francisco Vil<strong>la</strong>, no<br />
abandonado en ningún momento, le da <strong>la</strong> unidad requerida.<br />
Pocas obras tienen el raudal de conocimientos sobre <strong>la</strong> sombría<br />
figura de Vil<strong>la</strong> como el que posee Muñoz para re<strong>la</strong>tarnos<br />
sus hazañas. Y lo más admirable de esto es <strong>la</strong> imparcialidad, pues<br />
a pesar de <strong>la</strong> admiración que el autor tiene hacia su personaje,<br />
siempre lo trata de manera objetiva, sin conmoverse ni exaltarse.<br />
Antes, y en frecuentes ocasiones, se vale de <strong>la</strong>s circunstancias para<br />
usar un tono irónico, casi burlesco.<br />
Fue con ¡Vámonos con Pancho Vil<strong>la</strong>! que Muñoz se dio a conocer<br />
no sólo como el narrador de <strong>los</strong> hechos del Guerrillero del Norte,<br />
sino como uno de <strong>los</strong> clásicos de <strong>la</strong> Revolución Mexicana.<br />
Su estilo, diferente al de Azue<strong>la</strong> o al de Martín Luis Guzmán,<br />
le otorgó una categoría muy personal y, más que nada, su manera<br />
de decir <strong>la</strong>s cosas lo diferencia marcadamente de <strong>los</strong> escritores de<br />
Juan Rulfo,<br />
lector profesional<br />
Víctor Jiménez<br />
Arquitecto e investigador. Director de <strong>la</strong><br />
Fundación Juan Rulfo. Coautor del libro<br />
Nuevos indicios sobre Juan Rulfo<br />
(México, Juan Pab<strong>los</strong>, 2010), coordinado<br />
por Jorge Zepeda<br />
Este texto vuelve a poner en<br />
evidencia que <strong>la</strong> admiración que<br />
sentía Rulfo por algunos autores<br />
era el resultado de hacer una lectura<br />
a fondo de sus obras.<br />
Rulfo dijo en una entrevista concedida en Buenos Aires el<br />
13 de mayo de 1979, en el marco de <strong>la</strong> Feria Internacional<br />
del Libro de aquel<strong>la</strong> ciudad, algo que le gustaba enfatizar:<br />
“Yo escribo por afición, no soy un profesional. Leo, eso sí; soy<br />
un profesional de <strong>la</strong> lectura, me interesa mucho <strong>la</strong> lectura. Y [...]<br />
no es por modestia, pero quizá hay pocos autores que leen como<br />
yo, a veces leo dos libros por noche... amanezco leyendo, soy un<br />
vicioso de <strong>la</strong> lectura”. 1<br />
No son tan escasos <strong>los</strong> testimonios que dejó Rulfo sobre sus<br />
lecturas, aunque no todos son accesibles. En algunas entrevistas<br />
y conferencias se refirió a <strong>los</strong> autores que lo habían atraído<br />
desde su niñez y aquel<strong>los</strong> que iría descubriendo con el tiempo,<br />
pues siempre se mantuvo actualizado. Quienes conversaron con<br />
él se asombraban ante el universo de lecturas que constituyó<br />
buena parte de su vida. Pero <strong>los</strong> testimonios verbales se pierden.<br />
Quedan abundantes notas de lectura en sus cuadernos y algunos<br />
textos —de <strong>los</strong> que se ha publicado una parte— como prólogos,<br />
respuestas escritas a entrevistas, conferencias y programas de radio.<br />
Aquí damos a conocer uno que estaría en cualquiera de <strong>los</strong><br />
dos últimos casos, inédito.<br />
En <strong>la</strong> que quizá fue <strong>la</strong> época de oro de Radio UNAM, <strong>la</strong>s décadas<br />
de 1950 y 1960, Rulfo co<strong>la</strong>boró en programas de <strong>los</strong> que<br />
quedan tenues noticias, como esta nota periodística de mediados<br />
de <strong>la</strong> década de 1950. 2<br />
Juan Rulfo empezó sus pláticas por <strong>la</strong> Radio Universidad (860<br />
Kcs.) con el título de Nove<strong>la</strong>s y novelistas de nuestro tiempo, tratando<br />
un tema desconocido por muchos escritores: <strong>la</strong> obra de José<br />
Guadalupe de Anda, cuyo nombre figura con cierta vaguedad<br />
como uno de <strong>los</strong> novelistas del ciclo cristero.<br />
Ibero 31
LITERATURA /un inédito de Juan Rulfo<br />
LITERATURA/<strong>la</strong> nove<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Revolución<br />
La Revolución<br />
Mexicana en <strong>la</strong>s<br />
obras de Juan Rulfo<br />
y Rafael F. Muñoz<br />
Juan Domingo Argüelles<br />
Director editorial de IBERO<br />
La verdad es que Santa-Anna existió y<br />
Muñoz, con <strong>los</strong> trazos de su buena calidad<br />
de escritor, va forjando esta figura novelesca<br />
hasta darnos un libro extraordinario.<br />
El destacado historiador Friedrich Katz ha afirmado, en su<br />
libro De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de <strong>la</strong> Revolución<br />
mexicana (México, Era, 2004), que “en vísperas de una revolución<br />
tiene que existir un muy difundido descontento ante<br />
<strong>la</strong>s condiciones políticas, económicas y sociales que afectan, no<br />
sólo a un sector o c<strong>la</strong>se de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, sino a una amplia variedad<br />
de c<strong>la</strong>ses y grupos sociales. Tal era el caso de 1910”.<br />
La Revolución mexicana en el siglo XX tuvo un fondo eminentemente<br />
agrario, pero es indudable que esta circunstancia se<br />
combinó con otros componentes de inconformidad que venían<br />
incluso desde un siglo atrás con el triunfo de <strong>la</strong> Independencia.<br />
José Emilio Pacheco lo explica del siguiente modo: “En un<br />
México que en vez de liberarse sólo ha cambiado de amos, <strong>la</strong> única<br />
tarea importante es impugnar <strong>los</strong> privilegios o, por el contrario,<br />
defender<strong>los</strong>. En términos generales <strong>los</strong> criol<strong>los</strong> forman <strong>la</strong> nueva<br />
élite del poder y <strong>los</strong> mestizos constituyen <strong>la</strong> oposición. Nadie hace<br />
nada por beneficiar a <strong>la</strong>s masas y se cree que <strong>la</strong> riqueza minera<br />
compensa <strong>la</strong> falta de desarrollo agríco<strong>la</strong> e industrial. En <strong>la</strong> búsqueda<br />
de un nuevo orden el ejército se vuelve <strong>la</strong> única fuerza capaz de<br />
mantener el control. El país osci<strong>la</strong> entre el caos y el despotismo”.<br />
No es de extrañar, por esto, que, como afirma Katz, “el 20<br />
de noviembre de 1910, no se sublevó ninguna de <strong>la</strong>s fuerzas en<br />
que Madero había confiado. Con una significativa excepción,<br />
sólo hubo unos pocos levantamientos esporádicos, en general de<br />
pequeños grupos de hombres, en diversas partes de México. La<br />
única rebelión seria que tuvo lugar en noviembre y diciembre<br />
de 1910, cuando <strong>la</strong> mayor parte del país estaba aún tranqui<strong>la</strong> y<br />
en paz, sucedió en el estado de Chihuahua. Pero lo que en efecto<br />
ocurrió allí fue algo más que un simple movimiento armado o<br />
un alzamiento. Fue una verdadera insurrección de <strong>la</strong>s masas”.<br />
De Chihuahua, <strong>la</strong> insurrección armada se extendería, con parecida<br />
fuerza, a <strong>los</strong> demás estados del norte, con el Centauro<br />
Pancho Vil<strong>la</strong> a <strong>la</strong> cabeza, para luego, andando el tiempo, coincidir<br />
con <strong>la</strong> Revolución del sur del cuadillo agrario Emiliano Zapata.<br />
esta época. Fue el primero, que yo sepa, que incursionó en <strong>los</strong><br />
áridos temas de <strong>la</strong> Revolución enmarcando <strong>la</strong>s acciones de aquel<strong>los</strong><br />
guerreros con hi<strong>los</strong> poéticos, describiéndo<strong>los</strong> amablemente,<br />
se puede decir que hasta con lástima, dentro de <strong>la</strong> socarronería<br />
que encierra allá en sus profundidades el estilo de Muñoz.<br />
Esta misma característica identificará al Muñoz que escribe<br />
más tarde <strong>la</strong> vida de Su Alteza Serenísima, don Ignacio López de<br />
Santa-Anna. La biografía de este infortunado rector de México,<br />
infortunado para México, adquiere en <strong>la</strong> obra de Muñoz matices<br />
heroicos dentro de lo grotesco. Escrita con originalidad, prepondera<br />
en el<strong>la</strong> el lenguaje satírico, el episodio farsa y dentro de<br />
todo esto, <strong>la</strong> vida serena de Su Alteza Serenísima, envuelto en el<br />
ropaje de su desfachatez y sus oscuras y personales ambiciones.<br />
Los tristes días que vivió entonces nuestro país, que más que<br />
país era un panino de rencil<strong>la</strong>s y de luchas mezquinas por mezquinos<br />
intereses, se reflejan en <strong>la</strong> biografía de Santa-Anna que<br />
escribiera Muñoz, y que, al cabo, como toda buena obra, hecha<br />
con sinceridad, nos deja un sabor amargo.<br />
Nos amarga porque desearíamos que todo aquello no hubiera<br />
sucedido o no hubiera tenido <strong>los</strong> resultados desastrosos que<br />
tanto error acumu<strong>la</strong>do le produjo a México. Cuando vemos,<br />
por ejemplo, el gigantesco obelisco que <strong>los</strong> tejanos han erigido<br />
en San Jacinto para conmemorar el triunfo de unos aventureros<br />
sobre el fantoche de Santa-Anna —que como dice Muñoz, ganaba<br />
<strong>la</strong>s batal<strong>la</strong>s y perdía <strong>la</strong>s guerras—, más parece que existiera<br />
ese monumento para seña<strong>la</strong>r <strong>la</strong> humil<strong>la</strong>ción de México y no de<br />
quien decía representarlo.<br />
Pero <strong>la</strong> verdad es que Santa-Anna existió y Muñoz, con <strong>los</strong><br />
trazos de su buena calidad de escritor, va forjando esta figura<br />
novelesca hasta darnos un libro extraordinario.<br />
Casi al mismo tiempo publica su segundo volumen de cuentos:<br />
Si me han de matar mañana. En el<strong>los</strong> regresa Muñoz a <strong>los</strong><br />
acontecimientos de <strong>la</strong> Revolución Mexicana y puede considerarse<br />
éste, de sus libros, como unido a El feroz cabecil<strong>la</strong> por <strong>los</strong><br />
temas, aunque se advierte un dominio mucho más amplio, dijéramos<br />
más confiado en <strong>los</strong> elementos que maneja.<br />
También aquí, como en su anterior libro, no sabemos por<br />
qué partido simpatiza Muñoz en esta guerra de hermanos; pues<br />
vuelve a advertirse <strong>la</strong> sátira con que trata a <strong>los</strong> personajes de uno<br />
y otro bando.<br />
32 IBERO
En el cuento titu<strong>la</strong>do “La muerte del perro”, en que narra<br />
lo superficial de <strong>la</strong> fraternidad entre <strong>los</strong> ejércitos triunfadores,<br />
vuelve Muñoz a practicar ese escamoteo de que hablábamos en<br />
un principio. Comienza a re<strong>la</strong>tarnos una cosa aparentemente<br />
sin importancia, como es quizá <strong>la</strong> muerte de un perro; pero al<br />
cabo, aquello se torna en una sangrienta carnicería de hombres<br />
en que, como él mismo lo dice: “La media noche, acostumbrada<br />
a presenciar <strong>los</strong> más sórdidos y misteriosos sucesos, tuvo que<br />
cerrar <strong>los</strong> ojos y huir amedrentada ante tanta sangre.”<br />
Se llevaron el cañón para Bachimba, <strong>la</strong> penúltima de sus nove<strong>la</strong>s y<br />
una de <strong>la</strong>s más importantes, tardó varios años en salir a <strong>la</strong> publicación.<br />
La razón es que Muñoz exige mucho de sí mismo y al<br />
escribir intenta mejorar lo anterior. A esto se debe <strong>la</strong> parquedad<br />
de su obra y el tiempo que dejó transcurrir para darnos esta<br />
nueva nove<strong>la</strong>.<br />
Sin embargo, a pesar de distar mucho de sus primeras publicaciones<br />
sigue en el<strong>la</strong> tratando el tema inagotable de <strong>la</strong> Revolución<br />
y flota también en el ambiente <strong>la</strong> sombra de Francisco Vil<strong>la</strong>,<br />
aunque aquí sí es realmente <strong>la</strong> pura sombra, ya que Vil<strong>la</strong> aparece<br />
sólo esfumado.<br />
Nos refiere Muñoz, a través de <strong>la</strong> narración de un muchacho<br />
que se <strong>la</strong>nza a <strong>la</strong> “bo<strong>la</strong>”, <strong>la</strong> fracasada e inútil insurrección de<br />
Pascual Orozco contra el gobierno constituido. El chamaco que<br />
espera regresar a su pueblo después de haber obtenido gloriosas<br />
victorias, sólo es testigo de derrotas. Y <strong>la</strong> final, en Bachimba,<br />
donde el cañón “niño” desmiembra <strong>los</strong> restos de <strong>los</strong> forajidos.<br />
Por otra parte, Pascual Orozco, otro Santa-Anna de pacotil<strong>la</strong>, se<br />
presta para que Muñoz ejercite <strong>la</strong> sorna y <strong>la</strong> abierta ironía hacia<br />
una causa que no perseguía otro fin que el saqueo y <strong>la</strong> rapiña.<br />
Es aquí donde se encuentran también <strong>la</strong>s mejores páginas descriptivas<br />
del paisaje áspero del Norte donde se desarrol<strong>la</strong> <strong>la</strong> acción<br />
de <strong>la</strong> nove<strong>la</strong>, como el cuadro casi plástico que hace de <strong>la</strong>s<br />
regiones pob<strong>la</strong>das de mezquites, digno de ser transcrito. Dice:<br />
“En una hora de <strong>la</strong> tarde atravesamos nuevamente el mezquital,<br />
ahora perforado por <strong>la</strong> negra barrena resop<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> locomotora.<br />
Era el mismo mezquital, compacto, invasor, que llegaba<br />
hasta <strong>los</strong> bordes inclinados del terraplén para tocar con sus ramas<br />
<strong>los</strong> discos rodantes y <strong>la</strong>s tab<strong>la</strong>s de <strong>los</strong> carros. Y al pasar a <strong>la</strong> carrera<br />
ante nuestra puerta, el mezquite me fascinó, me atrajo hacia él,<br />
me hizo completamente suyo.<br />
Juan Rulfo. Archivo de <strong>la</strong> Fundación Juan Rulfo.<br />
Sin vanos a<strong>la</strong>rdes de crítico, Rulfo eligió, de <strong>los</strong> muchos temas<br />
que <strong>la</strong> obra de José Guadalupe de Anda sugiere, <strong>la</strong> riqueza de <strong>los</strong><br />
vocab<strong>los</strong> popu<strong>la</strong>res que emplea, <strong>la</strong> profunda visión de <strong>la</strong> vida de<br />
<strong>los</strong> rancheros de Jalisco y <strong>la</strong> verdad que predomina en su re<strong>la</strong>to<br />
de <strong>la</strong> rebelión de <strong>los</strong> cristeros.<br />
José Guadalupe de Anda nació el 12 de diciembre de 1880, y<br />
murió hace poco. Empezó a escribir a <strong>los</strong> 60 años. Parece haber<br />
cumplido aquel consejo de Tolstoi: escribir después de haber vivido.<br />
Fue telegrafista y ferrocarrilero. Su habilidad, el dominio<br />
del oficio, afirma Rulfo, puede advertirse en <strong>la</strong> fidelidad que<br />
predomina en <strong>los</strong> diálogos y vocab<strong>los</strong> de su nove<strong>la</strong> Juan del Riel,<br />
lo mismo que en el mundo de <strong>los</strong> pueblerinos rebeldes de Los<br />
cristeros.<br />
Hacia 1941 editaron Los cristeros y Los bragados, aunque <strong>la</strong> primera<br />
tenía una primera edición que pasó inadvertida, que data<br />
de 1937. En el prólogo de Los cristeros escribió Octavio G. Barreda:<br />
“El mismo título de <strong>la</strong> obra era ya de por sí un obstáculo<br />
para su difusión o mejor aceptación entre <strong>la</strong>s élites del país; sin<br />
embargo, va imponiéndose poco a poco —de abajo hacia arriba,<br />
dijéramos— y en <strong>los</strong> momentos actuales, a pesar de ser lo único<br />
que el autor ha dado a <strong>la</strong> estampa, éste goza de fama importante<br />
Al conmemorarse, este 20 de noviembre,<br />
el centenario del inicio de <strong>la</strong> Revolución Mexicana,<br />
para IBERO es una gran satisfacción entregar a<br />
sus lectores como primicia editorial el texto<br />
inédito hasta ahora, del gran escritor mexicano<br />
y universal Juan Rulfo.<br />
Ibero 33
LITERATURA /un inédito de Juan Rulfo<br />
La historia de <strong>la</strong> Revolución Mexicana es materia de historiadores,<br />
pero también de escritores, y así como en el caso de <strong>la</strong> Independencia<br />
lo que caracterizó a ésta fue <strong>la</strong> poesía insurgente, el verso<br />
inf<strong>la</strong>mado de patriotismo y reivindicación nacional; en el caso de <strong>la</strong><br />
Revolución de 1910, fue <strong>la</strong> narrativa sobre todo <strong>la</strong> que dio cuenta<br />
literaria de este episodio fundamental de <strong>la</strong> historia mexicana.<br />
En 1915, Mariano Azue<strong>la</strong> publicó, por entregas, en un periódico,<br />
<strong>la</strong> nove<strong>la</strong> emblemática de <strong>la</strong> Revolución, Los de abajo,<br />
obra que retrata, con todas sus luces y sombras (más éstas que <strong>la</strong>s<br />
primeras), el movimiento armado. A decir de Car<strong>los</strong> Monsiváis,<br />
“<strong>la</strong>s circunstancias literarias y básicamente el tono cultural de <strong>la</strong><br />
época, le permitieron a <strong>la</strong> tendencia narrativa conocida como<br />
Nove<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Revolución establecer, también programáticamente,<br />
su arduo pesimismo en re<strong>la</strong>ción con <strong>los</strong> alcances positivos de<br />
<strong>la</strong> transformación nacional”.<br />
Lo que cohesiona y caracteriza a esta corriente literaria es,<br />
como bien seña<strong>la</strong> Monsiváis, su “ánimo sombrío y el terco escepticismo<br />
y el sentimiento de escribir a partir del despojo y <strong>la</strong><br />
amargura ante el auge de <strong>los</strong> logreros”. Este ánimo sombrío y<br />
esta desilusión por el movimiento armado continuarán incluso<br />
después de cuatro décadas, cuando Juan Rulfo publica sus<br />
cuentos de El L<strong>la</strong>no en l<strong>la</strong>mas y su nove<strong>la</strong> Pedro Páramo, en 1953<br />
y 1955, respectivamente, dos obras universales que reflejan en<br />
muchos momentos esa trágica experiencia.<br />
Hay por supuesto, dentro de esta narrativa, historias que reivindican<br />
el afán y <strong>la</strong> noble entrega de algunos personajes, pero<br />
es que precisamente <strong>la</strong> Revolución Mexicana se salva por ciertos<br />
hombres y mujeres que creyeron en el<strong>la</strong> como vía de reivindicación<br />
social y no por sus logros institucionalizados.<br />
Si algo fundamental dejó el movimiento revolucionario de<br />
México, fue <strong>la</strong> aportación literaria que recoge algunos de <strong>los</strong><br />
momentos más nobles, pero también otros muy trágicos e innobles,<br />
de hechos y personajes en esa etapa de nuestra historia.<br />
Y entre <strong>la</strong>s obras emanadas de ese movimiento, que nos hab<strong>la</strong>n<br />
de <strong>los</strong> anhe<strong>los</strong> y <strong>la</strong> tragedia de nuestro país, están <strong>los</strong> libros de Rafael<br />
F. Muñoz (especialmente ¡Vámonos con Pancho Vil<strong>la</strong>! y Se llevaron el<br />
cañón para Bachimba), leídos y comentados tan agudamente por Juan<br />
Rulfo, quien <strong>los</strong> pone en el sitio privilegiado que merecen.<br />
Al conmemorarse, este 20 de noviembre, el centenario del<br />
inicio de <strong>la</strong> Revolución Mexicana, para IBERO es una gran satisfacción<br />
entregar a sus lectores como primicia editorial el texto,<br />
inédito hasta ahora, del gran escritor mexicano y universal Juan<br />
Rulfo, sobre Rafael F. Muñoz, uno de <strong>los</strong> clásicos de <strong>la</strong> Revolución<br />
Mexicana, como dijera el propio Rulfo.<br />
En este texto Rulfo se muestra como un lector profesional<br />
y un magistral crítico de <strong>la</strong> materia que conocía y dominaba a<br />
<strong>la</strong> perfección y, al final, nos entrega <strong>la</strong> imagen más exacta de un<br />
escritor al que él admiró, revalorándolo y reivindicándolo con<br />
inteligencia y emoción. La lectura crítica de Rulfo enriquece<br />
nuestra comprensión sobre este gran autor y, al mismo tiempo,<br />
sobre <strong>los</strong> intereses literarios del autor de Pedro Páramo.<br />
La Universidad Iberoamericana agradece a <strong>la</strong> Fundación Juan<br />
Rulfo, a su director Víctor Jiménez y, muy especialmente, a <strong>la</strong><br />
señora C<strong>la</strong>ra Aparicio de Rulfo, <strong>la</strong> distinción que han hecho a<br />
IBERO para que sea en sus páginas donde se dé a conocer este<br />
inédito del más universal de nuestros escritores.<br />
Pocas obras tienen<br />
el raudal de<br />
conocimientos sobre <strong>la</strong><br />
sombría figura de Vil<strong>la</strong><br />
como el que posee<br />
Muñoz para re<strong>la</strong>tarnos<br />
sus hazañas.<br />
“Lo había creído agresivo y es humilde. Es un arbusto del campo;<br />
nadie lo p<strong>la</strong>nta, nadie lo cuida; lo mismo asoma en el arenal<br />
que en <strong>la</strong>s arrugas del basalto, donde <strong>los</strong> vientos han dejado una<br />
costra de tierra. Parece no tener sed ni hambre, pues crece donde<br />
nunca llueve y donde el suelo es estéril; vive de <strong>la</strong> luz, vive del<br />
viento, corre por el l<strong>la</strong>no, sube por <strong>los</strong> f<strong>la</strong>ncos de <strong>los</strong> cerros, asoma<br />
curioso en <strong>la</strong> corona de <strong>los</strong> cantiles y se vuelca locamente<br />
por <strong>los</strong> precipicios. A veces es un solo tronco, grueso como un<br />
muslo; en otras son cien ramas que salen en todas direcciones de<br />
un mismo hoyo en <strong>la</strong> tierra, sin cuidarse de ser rectos, despreocupados,<br />
versátiles. Los troncos y <strong>la</strong>s ramas son siempre chuecos<br />
porque un día quieren crecer para un <strong>la</strong>do y otro día para otro.<br />
No les interesa elevarse; en ocasiones, troncos gruesos como una<br />
pierna de hombre se arrastran por el suelo y abanicos de ramas<br />
trazan un arco verde como un pompón. Tiene una hoja pequeñita<br />
como el b<strong>la</strong>nco de <strong>la</strong> uña, y cien de el<strong>la</strong>s salen de una varita<br />
a<strong>la</strong>rgada como una aguja. Tiene también espinas, pero nada más<br />
para proteger unas vainas rojas que se hinchan con <strong>la</strong> semil<strong>la</strong>, que<br />
caen, que se dejan arrastrar por <strong>la</strong> fuerza del viento y que van a<br />
convertirse en más mezquites, miles de mezquites, millones de<br />
mezquites, que no piden agua ni tienen hambre nunca.<br />
“En algunos lugares llegan a ser más altos que un hombre a<br />
caballo; y careciendo de todo, siendo misérrimos, faltos de don<br />
alguno, rega<strong>la</strong>n un bien supremo: <strong>la</strong> sombra. Los becerros cansados,<br />
y <strong>la</strong>s vacas sedientas, van a tumbarse bajo su ramaje a rumiar<br />
el pasto escaso; y <strong>los</strong> burros raquíticos, a calmar <strong>la</strong> sed con <strong>la</strong>s<br />
vainas llenas de jugo. Los pastores y caminantes disfrutan también,<br />
dormitando tendidos en el suelo, mientras el sol declina.<br />
En otras regiones, el mezquite apenas puede llegar a <strong>la</strong> altura<br />
de <strong>la</strong> rodil<strong>la</strong> del hombre, porque sus raíces, por más profundamente<br />
que se extiendan, palpan tan sólo arena seca y movediza;<br />
impotente para dar sombra, se conforma entonces con ap<strong>la</strong>car <strong>la</strong><br />
reverberación del sol sobre el arenal.<br />
“Envejece cada año y el invierno lo vuelve gris. Después, sus<br />
ramas se van quedando calvas, ennegrecidas como por un incendio;<br />
se tornan quebradizas, caen en pedazos, se dispersan. Pero<br />
del palo duro que quedó enterrado, salen en primavera unos<br />
gusanos verdes; ¡el mezquite ha resucitado!<br />
34 IBERO
“No desaparecerá nunca asesinado, como otros árboles, por<br />
el hacha, porque sirve para muy poca cosa. Es eterno, como<br />
<strong>la</strong>s rocas; es variable, como <strong>la</strong>s ondas que el viento hace en <strong>la</strong>s<br />
dunas. Vive si necesidades, sin preocupaciones, sin cuidados. Se<br />
expande, se eleva, se arrastra. Llega confiadamente hasta <strong>la</strong> puerta<br />
misma de <strong>la</strong> casa del campesino; asoma, tímido, en <strong>la</strong>s primeras<br />
calles de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones. Cuando lo quitan porque estorba, resurge<br />
más allá. Servicial, ofrece sus ramas para formar cercados<br />
espinosos que protegen a <strong>la</strong>s gallinas contra el coyote voraz. Y<br />
cuando nadie lo utiliza ni para val<strong>la</strong>do, ni para leña ni para sombra,<br />
como es libre, como es alegre, como nada le preocupa ni le<br />
detiene, como no posee nada ni quiere nada, allá se va el mezquitero<br />
correteando por el l<strong>la</strong>no, como un muchacho travieso que<br />
persigue <strong>la</strong> puesta del sol.”<br />
Esperamos, con todo, que <strong>la</strong> autocrítica excesiva de Muñoz,<br />
obligándose a superar <strong>la</strong> obra anterior, le permita darnos más<br />
cosas suyas, ya que sus libros serán siempre valiosos y sorprendentes.<br />
© Juan Rulfo, herederos de Juan Rulfo, 2010.<br />
Se publica con <strong>la</strong> autorización de <strong>la</strong> Sra. C<strong>la</strong>ra Aparicio de Rulfo. Prohibida su reproducción<br />
por cualquier medio, impreso o electrónico, sin <strong>la</strong> autorización previa<br />
correspondiente.<br />
por ser considerado como uno de <strong>los</strong> 6 o 7 clásicos de <strong>la</strong> Revolución<br />
Mexicana”.<br />
De Anda dejó varios manuscritos inéditos: Los Mochos, El catorce<br />
y unos Cuadros de costumbres que ojalá algún editor tuviera en<br />
cuenta para bien de <strong>la</strong>s letras mexicanas.<br />
En el archivo que custodia <strong>la</strong> familia de Juan Rulfo se conservan<br />
algunos textos que habrían sido leídos por él en <strong>los</strong> programas<br />
(todo hace pensar en más de uno) dedicados a José Guadalupe de<br />
Anda, que el autor de <strong>la</strong> nota periodística citada escuchó y comenta<br />
en parte. Pero sería necesario un estudio cuidadoso de <strong>los</strong><br />
manuscritos para organizar<strong>los</strong> y dar<strong>los</strong> a conocer. Lo que queda<br />
en evidencia en esos escritos es <strong>la</strong> gran admiración que sentía<br />
Rulfo por De Anda, injustamente marginado a causa de <strong>la</strong> visión<br />
extremadamente crítica que adoptó sobre el papel del clero en<br />
<strong>la</strong> revuelta cristera, e igualmente advertimos en esas notas <strong>la</strong> profundidad<br />
que podía alcanzar el juicio de Rulfo como lector.<br />
También se conserva entre sus papeles un manuscrito completo,<br />
unitario (y podríamos decir que “listo para publicarse”)<br />
dedicado a otro autor que Rulfo admiraba sin reservas: Rafael F.<br />
Muñoz. Es posible que haya leído este ensayo en <strong>la</strong> serie de programas<br />
de Radio UNAM (sin descartar que fuese una conferencia<br />
preparada para otra ocasión), y sólo tuvimos que incorporar<br />
al manuscrito de Rulfo <strong>la</strong> cita sobre <strong>los</strong> mezquites que, seguramente,<br />
debió leer para el público directamente en su ejemp<strong>la</strong>r<br />
de Se llevaron el cañón para Bachimba: se trata del pequeño capítulo<br />
que lleva como título “Divagando”. Rafael F. Muñoz falleció en<br />
1972 y Rulfo lo exhorta al final, a mediados de <strong>los</strong> cincuenta (si<br />
fue en su programa de radio, como es lo más probable), a seguir<br />
escribiendo. Este texto vuelve a poner en evidencia que <strong>la</strong> admiración<br />
que sentía Rulfo por algunos autores era el resultado de<br />
hacer una lectura a fondo de sus obras.<br />
Rulfo actuaba entonces como algo más que un crítico literario<br />
común. No sólo era un “profesional de <strong>la</strong> lectura”, sino el reciente<br />
autor de El L<strong>la</strong>no en l<strong>la</strong>mas y Pedro Páramo. El vocablo “panino”,<br />
olvidado mexicanismo por “criadero”, “guarida o cubil” —según<br />
Santamaría—, provendría de su familiaridad con viejos escritos…<br />
Había leído, desde luego, todo lo escrito por Muñoz, abordándolo<br />
con agilidad; compara su estilo con el de Mariano Azue<strong>la</strong> y<br />
Martín Luis Guzmán (le basta con decir que es “diferente”), lo<br />
que se podía esperar, pero también recurre a <strong>la</strong> historia de México,<br />
al especialista estadounidense en <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Revolución<br />
Mexicana F. Rand Morton y, menos previsiblemente, lleva el<br />
análisis, con pertinencia, a <strong>la</strong> obra de Conrad Aiken. Muy pocos<br />
permanecerán insensibles a su elección de <strong>la</strong> cita de Se llevaron el<br />
cañón para Bachimba, ese “cuadro casi plástico” que constituye, sin<br />
duda, una de <strong>la</strong>s mejores páginas de <strong>la</strong> literatura mexicana, donde<br />
resulta imposible distinguir entre narración y poesía.<br />
“Rafael F. Muñoz”, de Juan Rulfo, hasta ahora inédito, se reproduce<br />
en <strong>la</strong> revista IBERO con <strong>la</strong> autorización especial de <strong>la</strong><br />
señora C<strong>la</strong>ra Aparicio de Rulfo.<br />
1 Citado por Alberto Vital, Introducción, Retales. Compi<strong>la</strong>ción de Juan Rulfo,<br />
Terracota, La escritura invisible, México, 2008, p. 27.<br />
2 No proporciono más información sobre esta referencia para proteger<strong>la</strong> del<br />
p<strong>la</strong>gio que realiza habitualmente de estos materiales el periodista Roberto<br />
García Bonil<strong>la</strong>.<br />
Ibero 35
mirador<br />
Car<strong>los</strong> Monsiváis<br />
Car<strong>los</strong> Monsiváis (1938-2010) supo ver e interpretar el oficio y el<br />
arte fotográfico de Rogelio Cuél<strong>la</strong>r (ciudad de México, 1950). Al<br />
presentarlo ante <strong>los</strong> lectores nos permite apreciar de un modo más<br />
profundo y sutil sus imágenes. En este caso se trata de retratos de<br />
artistas (escritores, dramaturgos, pintores), de entre <strong>los</strong> miles que ha<br />
hecho a lo <strong>la</strong>rgo de su precoz carrera que inició a <strong>los</strong> 17 años de edad.<br />
(Su más reciente exposición fue Tabu<strong>la</strong> Rasa, en 2010.) Sin duda,<br />
uno de <strong>los</strong> mejores fotógrafos de México, Cuél<strong>la</strong>r ha retratado a varias<br />
generaciones de artistas. Y, algunos de el<strong>los</strong>, se ven a sí mismos y le<br />
dicen al fotógrafo lo que les inspira el espacio vacío, <strong>la</strong> página en b<strong>la</strong>nco,<br />
<strong>la</strong> te<strong>la</strong> en b<strong>la</strong>nco.<br />
›<br />
Rogelio Cuél<strong>la</strong>r:<br />
La distancia más corta entre dos imágenes<br />
Rogelio Cuél<strong>la</strong>r en <strong>la</strong> Universidad de Alcalá de<br />
Henares, abril de 2010. Fotografía de Ana C<strong>la</strong>vel.<br />
A veces <strong>la</strong> hoja b<strong>la</strong>nca, simple, sencil<strong>la</strong>, sin mancha, es más<br />
valiosa que después de haber sido repasada por <strong>la</strong> pluma del poeta.<br />
Para mí, que he corrido el riesgo de tropezarme con ese inconveniente,<br />
siempre ha sido <strong>la</strong> hoja en b<strong>la</strong>nco <strong>la</strong> alberca en que, con gusto y<br />
entusiasmo me <strong>la</strong>nzo a nadar. Alí Chumacero. Poeta.<br />
La hoja en b<strong>la</strong>nco<br />
es lo inconfensable.<br />
Car<strong>los</strong> Fuentes. Escritor.<br />
36 IBERO
Irma Pa<strong>la</strong>cios. Pintora.<br />
Variedad de imágenes y de ata<strong>la</strong>yas. Oficio<br />
de “luz y sombra”. Entrecruce de<br />
perspectivas. Árboles que no dejan ver<br />
el bosque. Confluencia de lealtades contemp<strong>la</strong>tivas<br />
o testimoniales. Reunido, este<br />
trabajo de Rogelio Cuél<strong>la</strong>r necesita de<br />
discernimientos y sedimentaciones para<br />
hal<strong>la</strong>r <strong>la</strong> unidad en <strong>la</strong> diversidad, para encontrar<br />
<strong>la</strong>s rec<strong>la</strong>maciones de <strong>la</strong> diversidad<br />
que no aceptan fácilmente <strong>la</strong> incorporación<br />
a <strong>la</strong> unidad. ¿A qué amo sirve este<br />
fotógrafo: a <strong>la</strong> información periodística, a<br />
ese imponderable l<strong>la</strong>mado “fotografía artística”,<br />
a <strong>la</strong> denuncia política, al intenso<br />
gusto personal por el hal<strong>la</strong>zgo de formas<br />
caprichosas o por <strong>la</strong> seducción de formas<br />
El espacio en b<strong>la</strong>nco es como un mar<br />
sin fondo, y feliz de no saber nada, como<br />
soy. Gabriel Macote<strong>la</strong>. Pintor.<br />
insólitas? Cuél<strong>la</strong>r no se decide porque<br />
ya no es <strong>la</strong> época de <strong>la</strong>s opciones como<br />
etiquetas perdurables (“Soy realista, soy<br />
artístico, soy denunciativo...”) y él, a un<br />
tiempo confía en y desconfía de <strong>la</strong>s apariencias,<br />
<strong>la</strong>s dispone como en un retrato<br />
de familia y <strong>la</strong>s asume tal y como se le<br />
van dando, <strong>la</strong>s acepta sin remilgos y <strong>la</strong>s<br />
escudriña minuciosamente.<br />
“La realidad de <strong>la</strong> mirada da realidad a<br />
<strong>la</strong> mirada” (Octavio Paz). Para Cuél<strong>la</strong>r (o<br />
eso me reve<strong>la</strong>n sus fotos, por lo menos;<br />
si él piensa de otro modo aquí iniciamos<br />
Phil Kelly. Pintor.<br />
Ibero 37
mirador<br />
Un espacio en b<strong>la</strong>nco: <strong>la</strong> te<strong>la</strong> / el tiempo<br />
quieto / el silencio / o lo casi dicho.<br />
Magali Lara. Pintora.<br />
Fuente de todo vacío y todos <strong>los</strong> miedos, un<br />
espacio en b<strong>la</strong>nco es un lugar insoportable<br />
donde deslumbramiento y silencio conspiran<br />
atrozmente; pontífice torpe, tiendo sobre<br />
él un desmañado puente que me lleva sin<br />
remedio incapaz de ver, cegado por el<br />
vértigo hasta una nueva batal<strong>la</strong>, prodigio<br />
que se repite una vez y otra, de tal suerte que<br />
perdido, extraviado, sin más arma que el amor<br />
intento llegar hasta el siguiente, el siguiente, el<br />
siguiente y así por toda <strong>la</strong> vida.<br />
Gilberto Aceves Navarro. Pintor.<br />
Luis Nishizawa. Pintor.<br />
<strong>la</strong> controversia), <strong>la</strong> fotografía es lo desdramatizado,<br />
aquello que prescinde de fi<strong>los</strong>,<br />
advertencias, cuchil<strong>la</strong>s sentenciosas que se<br />
desploman sobre el espectador. Su punto<br />
de vista carece de escalofríos literarios y,<br />
preocupado por <strong>la</strong> nitidez y <strong>la</strong> perfección<br />
técnicas, regresa sin complicaciones ni<br />
miedos de “pérdida de <strong>la</strong> originalidad” a<br />
<strong>los</strong> temas de una generación anterior de<br />
fotógrafos mexicanos (admirable por lo<br />
demás). Él reconoce su inserción en <strong>la</strong>s<br />
tradiciones internacionales y nacionales<br />
y lo hace sin el sobresalto conmovido o<br />
autocomp<strong>la</strong>cido de quien arriba por vez<br />
primera a una realidad. Él no “descubre”:<br />
informa; no “reve<strong>la</strong>”: ayuda a ver.<br />
Ante <strong>los</strong> prestigios acumu<strong>la</strong>dos de <strong>la</strong><br />
“foto del contraste irónico”, Cuél<strong>la</strong>r se<br />
decide por el entusiasmo permanente ante<br />
<strong>la</strong>s aportaciones de <strong>la</strong> imagen y se rehúsa<br />
a permitir <strong>la</strong> fácil acción de quien no ve<br />
<strong>la</strong> foto preocupado en interpretar<strong>la</strong> (manía<br />
frecuente de este comentarista).<br />
Lo reiterativo es lo directo, lo evidente<br />
es lo oculto. No estamos ante el más<br />
obvio de <strong>los</strong> juegos verbales sino ante <strong>la</strong>s<br />
continuas lecciones de <strong>la</strong> fotografía. Fíjense<br />
en el Cuél<strong>la</strong>r retratista que espía y<br />
acecha temeroso de <strong>la</strong> rigidez, de <strong>la</strong>s innumerables<br />
mentiras de una pose, de <strong>los</strong><br />
artificios de <strong>la</strong> conciencia del sujeto frente<br />
al objeto que perpetuarán sus gustos,<br />
máscaras y maquinaciones.<br />
Otra dimensión del trabajo de Cuél<strong>la</strong>r:<br />
<strong>la</strong> búsqueda de <strong>la</strong> abstracción, <strong>la</strong> incorporación<br />
incesante de texturas, agresiones<br />
del tiempo, desgastes de <strong>la</strong> materia.<br />
La abstracción, suma azarosa de elementos,<br />
triunfo de <strong>la</strong> mirada, corrupción de<br />
lo orgánico. Cuél<strong>la</strong>r sigue viendo en <strong>la</strong><br />
fotografía el acceso a otra realidad, esa<br />
que —reitero <strong>la</strong> frase de Lezama Lima—<br />
siempre escapa en el momento que había<br />
alcanzado su definición mejor.<br />
La hoja en b<strong>la</strong>nco es un vacío lleno<br />
de rostros. Juan Gelman. Poeta.<br />
38 IBERO
La página en b<strong>la</strong>nco. Una nube que<br />
se arrebuja en mi escritorio, un a<strong>la</strong><br />
de albatros que nunca he tocado.<br />
También una botel<strong>la</strong> con un mensaje<br />
desconocido hasta para mí que voy a<br />
inventarlo. Un barco que zarpa al mar<br />
innombrado de <strong>la</strong> desmemoria que de<br />
pronto se ha tornado color bermellón.<br />
Ahí donde un hombre l<strong>la</strong>mado Giotto<br />
se ve a sí mismo repentinamente en una<br />
barca y descubre <strong>la</strong> transparencia rojiza<br />
de <strong>la</strong>s aguas. Piensa: Es un ardiente mar<br />
del atardecer. Una voz lo interrumpe:<br />
‘Te equivocas, le dice <strong>la</strong> voz desde el sol<br />
de <strong>la</strong> fiebre, ese mar no es más que el<br />
torrente de tu propio corazón. Navegas<br />
solitario por <strong>los</strong> ríos de tu sangre, cuerpo<br />
adentro. Por otra parte, no hay otra<br />
manera: es un viaje que siempre hay<br />
que emprender solo’. Ahora <strong>la</strong> nube de<br />
papel, que fue a<strong>la</strong> y barco, roza ya el<br />
horizonte de su propia historia.<br />
Ana C<strong>la</strong>vel. Escritora.<br />
Luis de Tavira. Dramaturgo.<br />
El espacio en b<strong>la</strong>nco, sea te<strong>la</strong>, papel o muro<br />
es un reto para el artista creador, quien<br />
se enfrenta a una aventura cada vez que<br />
inicia una obra. Si se tiene <strong>la</strong> disciplina y<br />
el ojo educado, cualquier mancha o línea<br />
que aplica el artista cae en sección de oro.<br />
Raúl Anguiano. Pintor.<br />
Ibero 39
SABERES/sabores<br />
Gloria López Morales.<br />
›La cocina mexicana,<br />
un símbolo nacional<br />
Entrevista con Gloria<br />
López Morales<br />
Beatriz Pa<strong>la</strong>cios<br />
Asistente editorial de IBERO<br />
En estos momentos ya podemos decir que lo que<br />
hemos logrado con <strong>la</strong> cocina mexicana es inédito,<br />
porque <strong>la</strong> resistencia para el reconocimiento de <strong>la</strong>s<br />
cocinas era muy grande.<br />
Maestra en letras francesas por <strong>la</strong> UNAM y <strong>la</strong> Sorbona<br />
de París, y con posgrado en re<strong>la</strong>ciones internacionales<br />
por El Colegio de México, Gloria López Morales fue<br />
también periodista y profesora de Literatura Francesa. Su actividad<br />
profesional siempre ha estado re<strong>la</strong>cionada con <strong>la</strong> cultura<br />
y durante más de tres décadas desempeñó diversos cargos en<br />
organismos internacionales como <strong>la</strong> FAO y <strong>la</strong> UNESCO. En<br />
esta última institución dirigió <strong>la</strong> Oficina Regional de Cultura<br />
para América Latina y El Caribe, con sede en La Habana, así<br />
como <strong>la</strong> revista Ciencias de <strong>la</strong> Comunicación y <strong>los</strong> programas para<br />
el Quinto Centenario del Encuentro de Dos Mundos.<br />
Co<strong>la</strong>boradora del periódico Excélsior y de <strong>la</strong> Agencia IDOC de<br />
Roma, además de Coordinadora de <strong>la</strong> División Internacional del<br />
Centro de Estudios del Tercer Mundo y directora de <strong>la</strong> Revista<br />
Medio Oriente para Latinoamérica, entre otras actividades, es autora<br />
de múltiples artícu<strong>los</strong> y estudios re<strong>la</strong>cionados con <strong>los</strong> víncu<strong>los</strong> entre<br />
<strong>la</strong>s culturas, el diálogo intercultural y el desarrollo sostenible.<br />
En México, fue Coordinadora Nacional de Patrimonio Cultural<br />
y Turismo del Consejo Nacional para <strong>la</strong> Cultura y <strong>la</strong>s Artes<br />
y coordinó <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de <strong>la</strong> candidatura que nuestro país<br />
presentó en 2004 ante <strong>la</strong> UNESCO, como un primer intento<br />
para el reconocimiento de <strong>la</strong> cocina mexicana como patrimonio<br />
inmaterial de <strong>la</strong> humanidad.<br />
Actualmente es Presidenta del Conservatorio de <strong>la</strong> Cultura<br />
Gastronómica Mexicana, asociación civil que tiene entre sus<br />
principales objetivos <strong>la</strong> salvaguardia, preservación y promoción<br />
de <strong>la</strong> cocina y el sistema alimentario mexicano, a <strong>los</strong> que reconoce<br />
como una manifestación sobresaliente del patrimonio<br />
cultural de México. Así, desde este organismo, <strong>la</strong> doctora López<br />
Morales, junto con un grupo de especialistas, dio continuidad e<br />
impulsó <strong>la</strong> iniciativa de incluir a <strong>la</strong> Cocina Tradicional Mexicana<br />
en <strong>la</strong> lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de<br />
<strong>la</strong> Humanidad, que en su Convención de noviembre de 2010 en<br />
Nairobi, Kenia, <strong>la</strong> UNESCO dará a conocer de manera oficial.<br />
¿Cómo surgió <strong>la</strong> idea de postu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> cocina mexicana<br />
como patrimonio cultural inmaterial de <strong>la</strong> humanidad?<br />
Quizá haya que aludir inevitablemente a mi trayectoria personal.<br />
Yo soy jubi<strong>la</strong>da de <strong>la</strong> UNESCO, donde hice toda mi carrera en<br />
el sector de cultura, y ahí observé, entre otros fenómenos, <strong>la</strong> evolución<br />
del concepto de cultura. En 1982 se realizó en México<br />
una gran conferencia mundial sobre <strong>la</strong>s políticas culturales, en<br />
donde por primera vez se vincu<strong>la</strong>ron <strong>los</strong> conceptos de cultura<br />
y desarrollo, y en donde se amplió <strong>la</strong> visión de <strong>la</strong> cultura, concibiéndo<strong>la</strong><br />
no sólo como <strong>la</strong>s bel<strong>la</strong>s artes, sino también como un<br />
elemento que amalgama, ordena y rige <strong>la</strong> vida de <strong>la</strong>s comunidades<br />
y de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong>.<br />
Para mí eso fue esencial, ya que empecé a vislumbrar que <strong>la</strong><br />
cultura era algo mucho mayor y pude entender y encontrar que<br />
en México tenemos altísimas culturas, que son <strong>la</strong>s que nos han<br />
permitido el desarrollo tan notable que hemos alcanzado durante<br />
milenios, y que incluyen elementos muy importantes, que<br />
40 IBERO
van desde nuestras visiones cosmogónicas y modos de vivir hasta<br />
cómo nos alimentamos. Así empezó <strong>la</strong> reflexión sobre <strong>la</strong> complejidad<br />
del sistema alimentario, que conlleva una gran cantidad<br />
de procesos, ritos, ceremonias, símbo<strong>los</strong>, etcétera.<br />
Por otro <strong>la</strong>do, me di cuenta de otro debate que se estaba llevando<br />
a cabo a nivel internacional: el del turismo, especialmente<br />
el cultural, que ha sido <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve del éxito de muchas regiones.<br />
La Europa de <strong>la</strong> segunda posguerra se levantó de <strong>la</strong> postración<br />
gracias a que se abrió al turismo y puso sus riquezas culturales<br />
a <strong>la</strong> vista de todos. Aunque hay que admitir que esta fue una<br />
manera inteligente de empezar a explotar sus recursos, también<br />
se debe decir que había una ceguera por parte de <strong>los</strong> gobiernos<br />
para reconocer que el auge turístico se debía no sólo a <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>yas,<br />
sino a ese fabu<strong>los</strong>o patrimonio cultural que no nada más son <strong>los</strong><br />
sitios históricos, sino que incluye también <strong>los</strong> modos de vivir de<br />
<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong>, y <strong>la</strong> comida como uno de <strong>los</strong> principales atractivos<br />
para cualquier viajero.<br />
De este modo se fue haciendo una trama de argumentaciones,<br />
fui profundizando en el tema, y me parecía cada vez más inconcebible<br />
que nuestro país siguiera durmiendo sobre su riqueza y <strong>la</strong><br />
explotara de manera irracional e inconciente. México tiene todo:<br />
patrimonio cultural, histórico, natural. Por ese entonces empezaba<br />
el debate sobre el patrimonio inmaterial, donde está considerado<br />
el gastronómico, y siendo directora de <strong>la</strong> Oficina Regional<br />
de Cultura de <strong>la</strong> UNESCO para América Latina y El Caribe,<br />
empecé a organizar <strong>los</strong> primeros Congresos en <strong>los</strong> que se hizo<br />
una reflexión más sistemática con expertos de toda <strong>la</strong> región.<br />
Después regresé a México y continué con <strong>la</strong> organización<br />
anual de seis Congresos Gastronómicos en Pueb<strong>la</strong>, a <strong>los</strong> que acudían<br />
una gran cantidad de expertos de otros países de <strong>la</strong> región y<br />
también de Europa, para seguir reflexionando sobre el desarrollo<br />
socioeconómico y sustentable, además del patrimonio cultural<br />
y turismo. Producto de esos Congresos, que iniciaron en 1999, y<br />
considerando que <strong>la</strong> cocina mexicana es uno de <strong>los</strong> principales<br />
elementos de nuestra cultura, a instancias de un grupo de expertos<br />
y verdaderos apasionados de <strong>la</strong> gastronomía, surgió <strong>la</strong> idea de<br />
postu<strong>la</strong>r<strong>la</strong> en <strong>la</strong> UNESCO como patrimonio cultural inmaterial.<br />
¿Cuál ha sido el camino recorrido para buscar el<br />
reconocimiento mundial de nuestra tradición culinaria?<br />
Habiendo trabajado tantos años en <strong>la</strong> UNESCO pensé que el<br />
proceso para lograr que nuestra cocina formara parte del patrimonio<br />
cultural inmaterial iba a ser sencillo, pero me equivoqué.<br />
En 2004 hicimos un primer expediente, serio y bien<br />
fundamentado, que en <strong>la</strong> UNESCO fue visto<br />
como una ocurrencia porque hasta ese momento<br />
no habían tenido ningún caso simi<strong>la</strong>r.<br />
No existían <strong>los</strong> parámetros, con criterios fijos<br />
y herramientas teóricas, que les permitieran<br />
determinar si nuestra propuesta era viable y llenaba<br />
<strong>los</strong> requisitos, así que no fue aceptada, me<br />
parece que en gran medida por incomprensión<br />
por parte de <strong>los</strong> jurados y falta de empuje institucional en México.<br />
Visto a <strong>la</strong> distancia no puedo decir que este primer intento fue<br />
un fracaso, porque a partir de ese momento el tema de <strong>la</strong>s cocinas<br />
tradicionales se volvió muy vigente.<br />
Nuestro grupo siguió trabajando y en 2005 se creó el Conservatorio<br />
de <strong>la</strong> Cultura Gastronómica Mexicana, y para 2006<br />
<strong>los</strong> estados miembros de <strong>la</strong> UNESCO aprobaron y ratificaron<br />
<strong>la</strong> convención del patrimonio inmaterial donde figuraban por<br />
primera vez <strong>los</strong> criterios para <strong>la</strong>s cocinas tradicionales que nos<br />
permitieron, ya desde el Conservatorio, trabajar <strong>la</strong> propuesta ciñéndonos<br />
a requisitos muy específicos, entre el<strong>los</strong> el de antigüedad,<br />
continuidad histórica, autenticidad, uso de ingredientes<br />
y productos originarios y vigencia. Y si hay una cocina antigua<br />
que sigue siendo actual como ninguna otra es <strong>la</strong> cocina mexicana.<br />
Ejemplo de ello son <strong>los</strong> ocho milenios del maíz.<br />
No fue fácil conformar este expediente porque una cosa es<br />
decir qué rico comemos y otra demostrarlo, pero lo hicimos y<br />
lo presentamos. Aunque todavía no tenemos el anuncio oficial,<br />
tampoco existe uno en contra, y contamos con el observatorio<br />
necesario para saber que todo va bien y que en noviembre, en<br />
Nairobi, <strong>la</strong> UNESCO va a hacer <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación oficial.<br />
En estos momentos ya podemos decir que lo que hemos logrado<br />
con <strong>la</strong> cocina mexicana es inédito, porque <strong>la</strong> resistencia<br />
para el reconocimiento de <strong>la</strong>s cocinas era muy grande, lo que no<br />
me extraña porque <strong>la</strong> argumentación es muy compleja: va desde<br />
<strong>la</strong> agricultura hasta <strong>la</strong> nutrición pasando por <strong>la</strong>s costumbres<br />
tradicionales, ceremonias, rituales y <strong>la</strong> visión cosmogónica, que<br />
sigue persistiendo en muchas comunidades de México y que no<br />
<strong>la</strong> puede entender fácilmente una persona ajena a este mundo<br />
tradicional.<br />
Vendrá el momento de <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación y <strong>la</strong>s celebraciones,<br />
pero lo más importante es que hemos dado un paso pionero<br />
en el mundo al haber expuesto que hay troncos culturales que<br />
han preservado sus tradiciones culinarias, <strong>la</strong>s cuales deben ser<br />
salvaguardadas, defendidas y promovidas para que no se pierdan,<br />
y para que participen de <strong>la</strong> evolución.<br />
Foto: Corbis.<br />
Ibero 41
SABERES/sabores<br />
Vendrá el momento de <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación y<br />
<strong>la</strong>s celebraciones, pero lo más importante es que<br />
hemos dado un paso pionero en el mundo<br />
al haber expuesto que hay troncos culturales que<br />
han preservado sus tradiciones culinarias.<br />
¿Cuál es el impacto económico, social y cultural que<br />
vislumbra a partir de este nombramiento?<br />
El impacto va a ser muy grande pero va a depender de <strong>la</strong> manera<br />
seria en que se aborde el p<strong>la</strong>n de acción con que nos hemos<br />
comprometido ante <strong>la</strong> UNESCO, que implica entre muchas<br />
otras cosas, el rescate, salvaguarda y difusión de <strong>la</strong> cocina. Para<br />
ello el Conservatorio se tendrá que aliar con diversos sectores,<br />
como el académico, <strong>los</strong> productores de alimentos, <strong>la</strong> gastronomía<br />
profesional, <strong>la</strong>s instancias de gobierno y con todo ese universo<br />
que hace posible que <strong>la</strong> culinaria mexicana siga viva.<br />
El nombramiento no va a ser poca cosa, y nos va a ayudar<br />
a darle seriedad y credibilidad a <strong>la</strong> cocina mexicana tanto en<br />
el país como en el extranjero, y se puede demostrar con cifras<br />
que un porcentaje importante de consumidores alrededor del<br />
mundo busca <strong>la</strong> buena comida, empezando por <strong>los</strong> turistas. Así<br />
que tenemos que lograr que <strong>los</strong> estándares de calidad se conserven<br />
y por eso como Conservatorio nos vamos a empeñar<br />
muchísimo en <strong>la</strong> certificación de <strong>la</strong> verdadera cocina mexicana,<br />
no importando que sea un restaurante de postín, un puesto en el<br />
mercado de Oaxaca o <strong>los</strong> miles de restaurantes mexicanos en<br />
Estados Unidos. Tenemos que estar cerca de <strong>la</strong> gente que trata<br />
de seguir cultivando <strong>la</strong>s cocinas regionales para que, no obstante<br />
su transformación continua, por ser cultura viva, conserven su<br />
autenticidad y salvaguarden <strong>la</strong>s raíces.<br />
Además, dentro de México el objetivo prioritario de este esfuerzo<br />
y de este reconocimiento es que <strong>los</strong> mexicanos recuperen<br />
el gusto por <strong>la</strong> buena comida y <strong>la</strong>s tradiciones de <strong>la</strong> mesa. En<br />
estos días que está muy actual el tema de <strong>la</strong> obesidad y <strong>la</strong> alimentación<br />
de <strong>los</strong> niños en <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s, si le dieran una mirada al<br />
sistema alimentario tradicional, si se enalteciera esa cocina que<br />
es verdaderamente equilibrada y nutritiva, se vería que <strong>la</strong> tenemos<br />
que defender no sólo por sabrosa, sino también<br />
por sana. Y fomentar el consumo de cocina mexicana<br />
nos puede llevar a una cosa más importante: a recuperar<br />
nuestra soberanía alimentaria.<br />
42 IBERO<br />
¿Qué otras acciones tiene previstas el Conservatorio<br />
de <strong>la</strong> Cultura Gastronómica después del<br />
reconocimiento de <strong>la</strong> UNESCO?<br />
Ya empezamos con muchos proyectos. Somos un grupo<br />
de gente de buena voluntad que trabajamos para <strong>la</strong> cocina<br />
mexicana y aunque llevamos casi diez años con esta <strong>la</strong>bor<br />
estamos todavía dando <strong>los</strong> primeros pasos, y el primero<br />
de el<strong>los</strong>, con una visión de mayor trascendencia, fue firmar<br />
un convenio con amplias líneas de co<strong>la</strong>boración con el C<strong>la</strong>ustro<br />
de Sor Juana, que es una institución que privilegia el tema de <strong>la</strong><br />
cocina mexicana. Con el<strong>los</strong> vamos a desarrol<strong>la</strong>r programas educativos<br />
y de turismo gastronómico, por ejemplo.<br />
También hemos tenido desde el inicio re<strong>la</strong>ciones institucionales<br />
con <strong>la</strong> UNAM para <strong>la</strong> organización y desarrollo de algunos<br />
proyectos y programas, y pensamos seguir ampliando nuestra red<br />
porque creemos que este nombramiento es el eje más sólido<br />
que tenemos actualmente para desarrol<strong>la</strong>r un trabajo de alcance<br />
nacional en diversos ámbitos. De ahí <strong>la</strong> importancia de crear un<br />
vínculo sólido con instituciones académicas capaces entender <strong>la</strong><br />
trascendencia de este hecho.<br />
¿Cuál es <strong>la</strong> aportación de <strong>la</strong> cocina mexicana<br />
al mundo?, ¿qué <strong>la</strong> distingue de otras cocinas de<br />
importancia como <strong>la</strong> francesa?<br />
Hay cocinas tradicionales, no muchas, que merecen reconocimiento<br />
si consideramos <strong>los</strong> criterios de antigüedad y autenticidad.<br />
Pienso en China, en el sudeste asiático, <strong>la</strong> India, <strong>la</strong> cuenca<br />
mediterránea, <strong>los</strong> países andinos y México, como centro de<br />
Mesoamérica. Las demás no son tradicionales. La francesa, por<br />
ejemplo, destaca por ese buen gusto que ha tenido para satisfacer<br />
el pa<strong>la</strong>dar apropiándose de todos <strong>los</strong> elementos que le llegan de<br />
afuera. Es decir, ni <strong>la</strong> uva ni el trigo nacieron en Francia. Han<br />
sido <strong>los</strong> inventores de novedosas técnicas para transformar <strong>los</strong><br />
productos y <strong>los</strong> alimentos con gran refinamiento, pero también<br />
con un sentido muy elitista. Mientras que nosotros con <strong>la</strong>s cocinas<br />
tradicionales valoramos lo que hace el pueblo, lo que se vende<br />
en el mercado. Entre una y otra hay una visión divergente.<br />
México ha hecho muchas aportaciones al mundo, sobre todo<br />
a través de productos, entre el<strong>los</strong> el jitomate, el cacao o el aguacate<br />
que en este momento se consume mucho a lo <strong>la</strong>rgo y ancho<br />
del p<strong>la</strong>neta. Pero también aportó una cosa que va más allá de <strong>los</strong><br />
recursos naturales: <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong>s preparaciones gastronómicas.<br />
Sólo <strong>la</strong>s cocinas tradicionales y antiguas de <strong>la</strong>s que hab<strong>la</strong>ba,<br />
por su sabiduría y cultura, son capaces de llevar muy lejos <strong>la</strong><br />
e<strong>la</strong>boración de <strong>los</strong> alimentos.<br />
Otro elemento que caracteriza a nuestra cocina es que no se ha<br />
salido de sus contextos culturales más amplios: ceremonial, ritual,<br />
como aglutinador social y eje familiar. Además, <strong>la</strong> cocina puede ser<br />
vista también como un símbolo nacional. Yo no creo que en este<br />
momento, en un México tan convulso, haya ningún otro valor<br />
nacional que convoque más al mexicano que <strong>la</strong> comida.
ACTUALIDAD IBERO<br />
Informe de<br />
Actividades<br />
ante el<br />
Senado<br />
Universitario<br />
de <strong>la</strong> UIA<br />
Al compartir un mensaje correspondiente a su Sexto<br />
Informe de Actividades, el Rector de <strong>la</strong> Universidad<br />
Iberoamericana, doctor José Morales Orozco, S. J., instó<br />
a proponer con urgencia mode<strong>los</strong> alternativos de desarrollo en<br />
este contexto global que se ha traducido en exclusión e injusticias<br />
para muchos pueb<strong>los</strong> y culturas, en superficialidad de<br />
conocimientos y en detrimento del carácter formativo y de proyección<br />
social de <strong>la</strong>s instituciones educativas.<br />
Ante el Senado Universitario de <strong>la</strong> Ibero, aceptó continuar dos<br />
años más como Rector a invitación de <strong>la</strong> Asamblea General de Asociados<br />
de <strong>la</strong> Unidad de Innovación, Aprendizaje y Competitividad<br />
(UIAC), en acuerdo con el Padre Car<strong>los</strong> Morfín, S. J., Provincial de<br />
<strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> en México, y dijo que para él ha sido un honor el haber<br />
estado estos últimos seis años al frente de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana<br />
que ha sumado esfuerzos en estos tiempos difíciles.<br />
Urgen mode<strong>los</strong><br />
alternativos de<br />
desarrollo: Rector<br />
José Morales<br />
Orozco, S. J.<br />
Contexto social<br />
La cultura globalizada, dijo, da un gran valor a <strong>la</strong> libertad individual,<br />
promueve <strong>la</strong> iniciativa privada, ofrece nuevas alternativas a<br />
<strong>la</strong> ciencia y a <strong>la</strong> tecnología para mejorar <strong>la</strong>s condiciones de vida,<br />
genera nuevos modos de conocer y de actuar, y brinda grandes<br />
posibilidades a <strong>la</strong> solidaridad, pero esta misma cultura ha generado<br />
nuevas formas de empobrecimiento: <strong>la</strong> exclusión y <strong>la</strong> injusticia<br />
son signos dolorosos de una economía de mercado.<br />
En Latinoamérica, y particu<strong>la</strong>rmente en México, existen muchos<br />
pueb<strong>los</strong> con culturas que se han caracterizado por <strong>la</strong> solidaridad<br />
comunitaria y una convivencia respetuosa con su entorno<br />
natural, mas para el<strong>los</strong> <strong>la</strong> globalización ha representado insolidaridad,<br />
pobreza cultural, secu<strong>la</strong>rismo, individualismo y destrucción<br />
del medio ambiente.<br />
En México, dijo, se vive una violencia ascendente que vulnera<br />
el tejido social. La corrupción, <strong>la</strong> impunidad, <strong>la</strong> poca participación<br />
de <strong>la</strong> sociedad civil y <strong>la</strong> actuación de una c<strong>la</strong>se política<br />
más preocupada por sus intereses particu<strong>la</strong>res que por <strong>los</strong> de <strong>la</strong><br />
nación han ido erosionando <strong>la</strong> incipiente democracia.<br />
Por lo que se refiere a <strong>la</strong> situación de <strong>la</strong>s instituciones de educación<br />
superior en América Latina, resalta el hecho de que el aumento<br />
en <strong>la</strong> demanda educativa conlleva el riesgo de convertir a<br />
<strong>la</strong>s universidades <strong>la</strong>tinoamericanas en centros de entrenamiento<br />
o capacitación, que no generan conocimiento, lo cual se suma a<br />
esa superficial percepción de <strong>la</strong> realidad a <strong>la</strong> que <strong>la</strong>s tecnologías<br />
están llevando a <strong>los</strong> jóvenes.<br />
La globalización de <strong>la</strong> superficialidad, dijo el doctor José Morales<br />
Orozco, S. J., constituye para <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> un<br />
difícil reto que debe llevar<strong>la</strong>s a promover en sus estudiantes <strong>la</strong><br />
profundidad de pensamiento y <strong>la</strong> imaginación.<br />
Logros de excelencia<br />
Como instrumento eficaz y responsable del crecimiento y desarrollo<br />
de <strong>la</strong>s personas y de <strong>la</strong> sociedad, <strong>la</strong> Ibero, detalló, ha<br />
obtenido logros que son <strong>la</strong> constatación del esfuerzo realizado<br />
como Comunidad Universitaria durante varios años, entre el<strong>los</strong>,<br />
en 2009, el Premio SEP-ANUIES como <strong>la</strong> mejor universidad<br />
privada de México y el Reconocimiento a <strong>la</strong>s Instituciones de<br />
Educación Superior por <strong>la</strong> calidad de sus programas.<br />
Comentó que <strong>la</strong> Ibero, que por ahora tiene becado al 13% del<br />
total de su alumnado, y recién abrió <strong>la</strong> Prepa Ibero, ha aprendido<br />
que no existen puertos ni puntos de llegada y que siempre es<br />
necesario tener parámetros exigentes y generalizados que permitan<br />
ponderar el trabajo realizado, y esto lo tiene reflejado en<br />
el hecho de que el 100% de <strong>la</strong>s licenciaturas en condiciones de<br />
hacerlo han conseguido su acreditación; ocho de el<strong>la</strong>s por instancias<br />
internacionales.<br />
44 IBERO
También ha logrado ingresar diez programas de posgrado al<br />
Padrón Nacional de Posgrado de Calidad (PNPC) del Conacyt,<br />
y dos cuentan con reconocimiento internacional de excelencia<br />
académica.<br />
Y en lo que concierne a profesores, desde el 2004 se ha registrado<br />
un incremento del número de académicos de tiempo con<br />
posgrado, hasta alcanzar hoy el 80%. Se prevé que para mediados<br />
del 2011 <strong>la</strong> totalidad de el<strong>los</strong> cuente con ese nivel de estudios.<br />
Asimismo, entre <strong>los</strong> muchos logros que han sido posibles gracias<br />
al apoyo del FICSAC, que es el Patronato Económico y de<br />
Desarrollo de <strong>la</strong> UIA, el número de académicos pertenecientes<br />
al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) se ha incrementado<br />
a 85 y se tiene <strong>la</strong> proyección de que para<br />
el 2011 sean 100; se ha duplicado el financiamiento<br />
interno y externo a <strong>la</strong> investigación:<br />
se cuenta con 72 proyectos agrupados en<br />
33 líneas de investigación.<br />
Co<strong>la</strong>boración internacional<br />
En el terreno de <strong>la</strong> difusión y <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración<br />
con otras instituciones a nivel<br />
mundial, <strong>la</strong> Ibero ha tenido también una<br />
agenda muy intensa: fue sede de <strong>la</strong> Conferencia<br />
internacional de universidades <strong>jesuitas</strong><br />
de todo mundo; de <strong>la</strong> Primera Jornada<br />
de <strong>la</strong> Asociación Universidades Confiadas a <strong>la</strong><br />
Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL);<br />
del encuentro de <strong>la</strong> señora Michelle Obama con estudiantes,<br />
acompañada por <strong>la</strong> señora Margarita Zava<strong>la</strong>, y de <strong>la</strong>s<br />
conferencias del escritor Car<strong>los</strong> Fuentes y del doctor Eric Maskin,<br />
Premio Nobel de Economía.<br />
En el ámbito editorial, ha alcanzado una elevada producción<br />
de libros y revistas. Hoy cuenta con un total de mil 400 títu<strong>los</strong><br />
en su catálogo.<br />
Compromiso social<br />
Y en el rubro de <strong>la</strong> acción social, en el pueblo de Santa Fe se<br />
concluyó <strong>la</strong> segunda etapa de <strong>los</strong> proyectos de Mejoramiento Barrial,<br />
por <strong>los</strong> que obtuvo mención honorífica del Premio Urban<br />
Age Award que otorga el Deutsche Bank; se apoyó a <strong>los</strong> indígenas<br />
productores de café, de <strong>la</strong> Misión Jesuita de Bachajón, en el estado<br />
de Chiapas, un esfuerzo que entre sus resultados destaca <strong>la</strong><br />
cafetería “Capeltic: Nuestro Café”.<br />
Desde <strong>la</strong>s graves inundaciones que sufrió Tabasco, <strong>la</strong> Ibero<br />
inició en <strong>la</strong> Parroquia jesuita de Plátano y Cacao un proyecto<br />
de autoconstrucción y mejoramiento integral de vivienda rural,<br />
con apoyo de <strong>la</strong> Comisión Nacional de Vivienda (Conavi).<br />
Este año, se construyeron cincuenta casas y se acondicionaron<br />
más de cien. También se brindó ayuda en otras situaciones de<br />
emergencia como fueron <strong>los</strong> casos del terremoto en Haití y <strong>la</strong>s<br />
inundaciones en Valle de Chalco.<br />
Otras acciones trascendentes de <strong>la</strong> universidad son el proyecto<br />
de Formación para <strong>la</strong> Certificación de Docentes en Contextos Indígenas<br />
desde un Enfoque Intercultural, que arrancará con mil 500 profesores<br />
del estado de Guerrero con <strong>la</strong> seguridad de que se replicará<br />
en muchos otros estados; <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración con el Instituto<br />
Superior Intercultural Ayuuk, en <strong>la</strong> comunidad mixe<br />
de Jaltepec, Oaxaca, y <strong>la</strong> preocupación por <strong>los</strong><br />
migrantes y por <strong>los</strong> derechos humanos que<br />
ha llevado a <strong>la</strong> realización, entre otras actividades,<br />
del Sexto Congreso Internacional<br />
de Migración y participación en el Mecanismo<br />
de Seguimiento y Evaluación<br />
del Programa de Derechos Humanos del<br />
Distrito Federal.<br />
Servicios<br />
En infraestructura y servicios, fueron certificados<br />
con <strong>la</strong> norma ISO 9001:2008 <strong>los</strong><br />
33 procesos de <strong>la</strong>s seis dependencias administrativas<br />
de <strong>la</strong> DGA; se han implementado nuevos<br />
sistemas en el área de compras; se ha automatizado el<br />
ingreso al estacionamiento y se ha incrementado significativamente<br />
el uso del transporte esco<strong>la</strong>r. Y con el interés de reducir <strong>la</strong><br />
huel<strong>la</strong> ambiental de <strong>la</strong> Ibero, se puso al día <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta que permite<br />
tratar el agua residual para utilizar<strong>la</strong> en el riego de <strong>los</strong> jardines; se<br />
instaló una p<strong>la</strong>nta purificadora que contribuyó a reducir en un<br />
54% <strong>la</strong> compra de botel<strong>la</strong>s de agua en este año; se cambiaron <strong>la</strong>s<br />
luminarias por equipos ahorradores, con <strong>los</strong> que se redujo en un<br />
18.6% el consumo de energía eléctrica y se evitará <strong>la</strong> emisión de<br />
mil tone<strong>la</strong>das de bióxido de carbono al año, y se desarrol<strong>la</strong> un<br />
proyecto de hidroponia en <strong>la</strong> azotea del edificio R, que permite<br />
demostrar <strong>la</strong> forma de aprovechar productivamente <strong>la</strong>s azoteas.<br />
Si bien en <strong>la</strong> incesante marcha de <strong>la</strong> excelencia académica no<br />
existen terminales, concluyó el Rector, conviene hacer un alto<br />
en el camino para considerar lo andado y perfi<strong>la</strong>r <strong>la</strong> nueva ruta<br />
en un contexto que sabemos que cambia aceleradamente y exige<br />
respuestas nuevas a situaciones inéditas.<br />
Ante el Senado Universitario de <strong>la</strong> Ibero, aceptó<br />
continuar dos años más como Rector a invitación de<br />
<strong>la</strong> Asamblea General de Asociados de <strong>la</strong> Unidad<br />
de Innovación, Aprendizaje y Competitividad (UIAC).<br />
Ibero 45
ACTUALIDAD IBERO<br />
El Jefe de Gobierno del Distrito<br />
Federal, Marcelo Ebrard, reconoció<br />
el trabajo de <strong>la</strong> universidad e instó<br />
a impulsar más espacios.<br />
›Inauguran Corredor Cultural<br />
Santa Fe, ideado por estudiantes<br />
de Arquitectura<br />
Cohesionar <strong>la</strong>s zonas Santa Fe corporativa y Santa Fe tradicional<br />
es el espíritu del Corredor Cultural Santa Fe<br />
que se consolidó a partir de un proyecto ideado por <strong>los</strong><br />
estudiantes de posgrado de Arquitectura Iván Labastida, Sonia<br />
Solís y Delfín Montañana, e inaugurado el 3 de septiembre de<br />
2010 por el Rector de <strong>la</strong> Ibero, doctor José Morales Orozco, y<br />
el Jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard<br />
Casaubón.<br />
Consiste en un circuito de seis kilómetros —sobre<br />
<strong>la</strong>s avenidas Vasco de Quiroga, Juan Salvador<br />
Agraz y Santa Fe, en el <strong>la</strong>do sur poniente de <strong>la</strong><br />
Ibero— con 35 obras escultóricas colocadas<br />
en <strong>los</strong> camellones, <strong>la</strong> mayoría sobre discos de<br />
hierro que a <strong>la</strong> vez cumplen <strong>la</strong> función de p<strong>la</strong>cas informativas.<br />
Son creaciones de 18 grandes artistas, entre el<strong>los</strong> Vicente Rojo,<br />
Manuel Felguérez y José Luis Cuevas.<br />
El Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el Rector de <strong>la</strong><br />
Universidad Iberoamericana coincidieron, durante <strong>la</strong> ceremonia<br />
inaugural, en que <strong>los</strong> espacios culturales contribuyen a una<br />
mayor integración de <strong>la</strong> sociedad y reconocieron <strong>la</strong> participación<br />
de <strong>la</strong> Asociación de Colonos Santa Fe y de <strong>la</strong><br />
Coordinación de <strong>la</strong> Maestría en Proyectos Urbanos<br />
de <strong>la</strong> Ibero para fundamentar <strong>la</strong> promoción<br />
cultural y <strong>la</strong> integración social a través de <strong>la</strong><br />
recuperación de espacios públicos.<br />
La doctora Gabrie<strong>la</strong> Lee A<strong>la</strong>rdín, coordinadora<br />
de <strong>la</strong> Maestría en Proyectos de Desarrollo<br />
Urbano, explicó que el Corredor Cultural<br />
Santa Fe se gestó en un principio como anteproyecto<br />
de <strong>los</strong> estudiantes bajo <strong>la</strong> supervisión<br />
del académico José Luis Arvizu Verdusco, y<br />
luego, como proyecto ejecutivo, lo concretó el arquitecto<br />
Juan Pablo Serrano, también académico del<br />
Departamento de Arquitectura de <strong>la</strong> UIA.<br />
Lo que se busca con el Corredor, comentaron el Rector de <strong>la</strong><br />
Ibero y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal es evitar factores<br />
que dividen a <strong>la</strong> sociedad, y contribuir a una ciudad sustentable.<br />
Los espacios culturales, dijo el segundo, ayudan a cambiar <strong>los</strong><br />
patrones de violencia por <strong>los</strong> de mayor convivencia social.<br />
Elena Cepeda de León, Secretaria de Cultura del Distrito Federal,<br />
quien también participó en <strong>la</strong> ceremonia inaugural en el<br />
Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor y luego en el recorrido de<br />
<strong>la</strong>s obras, reconoció <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s delegaciones Álvaro<br />
Obregón y Cuajimalpa. Por su parte, el presidente de <strong>la</strong> Asociación<br />
de Colonos Santa Fe, Sergio Haua Miguel, agradeció<br />
<strong>la</strong> consolidación del Corredor Cultural y dijo que <strong>la</strong> siguiente<br />
etapa contemp<strong>la</strong> <strong>la</strong> construcción de otros espacios donde <strong>la</strong>s familias<br />
puedan llegar a convivir de manera integral.<br />
46 IBERO
GENTE QUE CAMBIA AL MUNDO<br />
›Los alumnos de <strong>la</strong> Ibero<br />
Internet es, sin duda, el medio de información,<br />
comunicación e interacción más importante<br />
en <strong>la</strong> actualidad. Sus aplicaciones pueden ser<br />
positivas o negativas, formativas o deformadoras,<br />
según sean <strong>la</strong>s intenciones, propósitos y<br />
fines de sus usuarios, y <strong>los</strong> múltiples intereses<br />
sociales, educativos, comerciales, políticos, etcétera,<br />
que existen en torno de <strong>la</strong> red de redes.<br />
A <strong>la</strong> utilización de esta tecnología, con sus<br />
diversas aplicaciones, se refieren algunos estudiantes<br />
de <strong>la</strong> Ibero, en <strong>la</strong> presente encuesta.<br />
Entre <strong>la</strong> libre<br />
expresión y <strong>la</strong>s falsas<br />
informaciones<br />
Pedro Rendón<br />
Redactor de IBERO<br />
Alberto Herrera Aragón<br />
Prácticamente todo el día estoy conectado<br />
en facebook, y el twitter lo utilizo no<br />
para fines personales, sino para mensajes<br />
institucionales de Amnistía Internacional.<br />
Tengo, además, tres cuentas de correo<br />
electrónico. Todas estas aplicaciones de Internet<br />
<strong>la</strong>s usamos en Amnistía Internacional<br />
como herramientas de movilización;<br />
por ejemplo, para hacer l<strong>la</strong>mados urgentes<br />
48 IBERO<br />
a <strong>la</strong>s autoridades. Tenemos incluso un sistema<br />
de movilización a través de mensajes<br />
sms: <strong>la</strong> gente se inscribe y les mandamos<br />
acciones urgentes por mensaje de celu<strong>la</strong>r,<br />
a <strong>los</strong> cuales responde con su firma y nosotros<br />
<strong>los</strong> enviamos a <strong>la</strong>s autoridades.<br />
Lo importante es que <strong>la</strong>s redes sociales<br />
sean espacios para el ejercicio de <strong>la</strong><br />
libre expresión. Es impresionante lo que<br />
<strong>la</strong> gente puede hacer y construir a través<br />
de estas redes. Lo otro es que, más<br />
allá de lo que se pueda expresar, facilita <strong>la</strong><br />
movilización. Las repercusiones masivas<br />
del twitter, por ejemplo, ante acciones y<br />
comentarios que nos afectan socialmente<br />
son muy importantes. En <strong>la</strong> medida en<br />
que <strong>la</strong> gente se expresa, se indigna, demanda<br />
a través de estos medios, <strong>la</strong>s autoridades<br />
se sienten forzadas también a<br />
responder. Ésta es <strong>la</strong> dimensión tecnológica<br />
de <strong>la</strong> globalización. Es <strong>la</strong> posibilidad<br />
de obviar <strong>la</strong>s fronteras, aunque también<br />
hay que tener un poco de cuidado con lo<br />
que significa <strong>la</strong> invasión a <strong>la</strong> privacidad.<br />
En términos generales, en una forma de<br />
comunicación libre que nos ayuda a tomar<br />
conciencia de <strong>los</strong> demás.<br />
Estudiante de <strong>la</strong> Maestría en Derechos<br />
Humanos. Es Director Ejecutivo de Amnistía<br />
Internacional en México.<br />
Rafael Pajares<br />
Internet es <strong>la</strong> tecnología que más uso, lo<br />
mismo para consultas de información, que<br />
para referencias de fuentes bibliográficas,<br />
y como medio de comunicación. Desde<br />
luego, para tener acceso a muchos productos<br />
tecnológicos se necesita un presupuesto<br />
que no todo el mundo tiene.<br />
Estudiante de <strong>la</strong> Maestría en Letras Mexicanas.<br />
Sergio Moctezuma Pérez<br />
Actualmente ya no podemos pensar en<br />
<strong>la</strong>s sociedades sin todo lo que significa<br />
Internet y <strong>la</strong>s redes sociales. Las tecnologías<br />
de información no sólo tienen que<br />
ver con información, sino también con<br />
comercio, economía, política, etcétera.
ante el uso de Internet<br />
Desde el punto de vista antropológico<br />
debemos centrar cierta atención en <strong>los</strong><br />
diferentes usos de <strong>la</strong>s tecnologías para ver<br />
cómo es posible mejorar nuestras sociedades,<br />
pues Internet y sus aplicaciones inciden<br />
en <strong>los</strong> comportamientos individuales<br />
pero también en <strong>los</strong> contextos sociales<br />
más amplios.<br />
Estudiante del Doctorado en Antropología<br />
Social.<br />
ción de información. Bien aprovechadas,<br />
constituyen herramientas muy importantes<br />
para el desarrollo profesional y personal.<br />
Internet está funcionando como un<br />
agente globalizador de <strong>la</strong> información<br />
y ha traído ciertas ventajas, aunque si se<br />
emplea mal puede conllevar un problema<br />
para <strong>la</strong>s personas que no saben aprovecharlo<br />
y que son víctimas de una adicción<br />
sin utilidad.<br />
Estudiante del Doctorado en Investigación<br />
Psicológica.<br />
Car<strong>los</strong> Alejandro López<br />
Magaña<br />
No tengo una b<strong>la</strong>ckberry ni un Iphone,<br />
pero en mi computadora, en <strong>la</strong> que me<br />
paso mucho tiempo, estoy continuamente<br />
checando facebook y twitter. Procuro<br />
no estar todo el día conectado a estas redes<br />
porque también me gusta hacer otras<br />
cosas, pero en general sí me mantengo<br />
conectado. El uso que hago de estas redes<br />
sociales depende su utilidad. Por ejemplo,<br />
facebook lo uso para compartir con mis<br />
amigos, socializar enviarnos fotos. Twitter<br />
no lo uso tanto para decir lo que me está<br />
pasando, sino más bien para compartir<br />
otras cosas, lecturas, videos, etcétera. Lo<br />
que sí creo importante es <strong>la</strong> propia autorregu<strong>la</strong>ción,<br />
por así decirlo, de lo que<br />
decimos a través de estas aplicaciones de<br />
Internet; distinguir entre lo privado y<br />
lo público, para evitar el mal uso de <strong>la</strong><br />
información. Tal vez suene contradictorio,<br />
pero lo mejor que tiene Internet es<br />
que te brinda <strong>la</strong> posibilidad de conocer a<br />
personas que de otro modo, a través del<br />
contacto real, sería casi imposible. Yo, por<br />
ejemplo, he entrado en contacto con editores,<br />
escritores y artistas de muchos lugares,<br />
a través de <strong>la</strong>s redes sociales. Lo que<br />
hay que evitar es que esa realidad virtual<br />
sustituya del todo al mundo real.<br />
Estudiante de <strong>la</strong> Licenciatura en Diseño<br />
Interactivo.<br />
Marta Elvira Santos<br />
La importancia de <strong>la</strong>s tecnologías<br />
informativas en <strong>la</strong> vida<br />
cotidiana me parece fundamental.<br />
Éstas han venido a facilitar muchos<br />
procesos de aprendizaje y obten-<br />
Ixel Pao<strong>la</strong> González García<br />
Utilizo mucho <strong>la</strong>s aplicaciones de Internet. B<strong>la</strong>ckboard es básica para<br />
<strong>la</strong> universidad, pues es <strong>la</strong> p<strong>la</strong>taforma de <strong>la</strong> Ibero para tareas, trabajos,<br />
todo. Utilizo también el correo de hotmail y el facebook; no así<br />
el twitter. No me conecto durante todo el día, pero con bastante<br />
frecuencia checo mi correo y mi b<strong>la</strong>ckboard. Internet nos<br />
proporciona una ayuda muy buena porque así podemos estar en<br />
contacto con compañeros que viven muy lejos, a cualquier hora.<br />
Lo mejor es que agilizan <strong>la</strong> información. El mejor uso que se le<br />
puede dar a Internet es <strong>la</strong> difusión de información verídica, porque<br />
también es cierto que el mal uso propaga informaciones falsas.<br />
Estudiante <strong>la</strong> Licenciatura en Ingeniería Química.<br />
Ibero 49
LA VOZ DEL LIBRO/el eco de <strong>la</strong> lectura<br />
Qué leer<br />
y por qué<br />
Eugenio Páramo Ortega, S. J.<br />
Un estudio sobre <strong>la</strong> espiritualidad<br />
del cristianismo en Oriente.<br />
El primer germen del pensamiento<br />
es el deseo.<br />
EL DESEO ESENCIAL, DE JAVIER<br />
MELLONI RIBAS, S. J. [Sa l Te r r a e,<br />
Sa n t a n d e r, 2009]<br />
Se trata de otro libro más reciente de Javier<br />
Melloni, doctor en Teología y licenciado<br />
en Antropología Cultural. Como<br />
gran estudioso y especialista de <strong>la</strong>s religiones<br />
orientales, nos recrea de nuevo<br />
con el saboreo de textos antiguos y nuevos<br />
de orantes, filósofos y poetas. Desde<br />
<strong>la</strong> primera página toma una reflexión que<br />
se encuentra en el Rig Veda X, 129, siglo<br />
XII-X a. C.: “En primer lugar apareció<br />
el Deseo, que fue el primer germen del<br />
pensamiento”. De ahí el titulo de su libro,<br />
sobre en qué consiste el deseo, y por qué<br />
lo l<strong>la</strong>ma esencial. Es decir como un inicio,<br />
base, fundamento del anhelo insaciable, en<br />
forma de impulso potente del interior de<br />
cada ser de <strong>la</strong> búsqueda de lo espiritual, a<br />
partir de <strong>la</strong> materia. Y también, con Kena<br />
Upanishad, IV, 6, del siglo VIII a. C., “El<br />
Deseo de lo Absoluto es el único anhelo<br />
digno de todos <strong>los</strong> seres”.<br />
El anhelo es una moción,<br />
ideal más puro por alcanzar<br />
del ser humano que<br />
nos enaltece.<br />
De ahí que desde <strong>la</strong> introducción<br />
y después en<br />
<strong>los</strong> nueve capítu<strong>los</strong> del<br />
libro nos va guiando sabiamente,<br />
hasta llegar al<br />
epílogo (“Somos deseo<br />
de Dios”). Lo buscamos<br />
como un deseo atractivo,<br />
como necesidad imperiosa,<br />
como el término de <strong>la</strong> felicidad, de<br />
<strong>la</strong> paz. De este modo, entre citas notables<br />
y con reflexiones profundas, comenta el<br />
autor su tesis sobre <strong>la</strong> esencialidad del<br />
deseo. También anota: “Mientras el sediento<br />
busca el agua, el agua está buscan-<br />
do también al sediento”.<br />
(Ja<strong>la</strong>l Al-Din Rumi, siglo<br />
XIII.)<br />
Esta afirmación me recuerda<br />
el diálogo de Jesús<br />
con <strong>la</strong> Samaritana, en el<br />
pozo de Jacob: “Si supieras<br />
quién soy yo que te<br />
pido agua, sin duda que<br />
tú misma me pedirías a<br />
mí de beber, y yo te daría<br />
agua viva”. (Juan 4, 10).<br />
En <strong>los</strong> nueve capítu<strong>los</strong> y<br />
el epílogo, Melloni Ribas<br />
desarrol<strong>la</strong> también <strong>la</strong> idea del deseo esencial<br />
de <strong>la</strong>s más básicas pasiones humanas:<br />
respiración, hambre, sed, amor, poder, belleza,<br />
tecnología, conocimiento, vocación,<br />
oración. Especialmente atractivo es el capítulo<br />
del deseo de <strong>la</strong> belleza.<br />
LOS CAMINOS DEL CORAZÓN: EL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL EN LA “FILOCALIA”,<br />
DE JAVIER MELLONI RIBAS, S. J. [Sa l Te r r a e, Sa n t a n d e r, 1995]<br />
En este libro se encuentra el novedoso descubrimiento de <strong>la</strong> riqueza espiritual de <strong>los</strong> l<strong>la</strong>mados<br />
“Padres vigi<strong>la</strong>ntes o Santos Padres” que nos llevan al “Conocimiento espiritual en <strong>la</strong> Filocalia”.<br />
“Este libro es un estudio sobre <strong>la</strong> espiritualidad del cristianismo en Oriente”. El término se traduce<br />
como <strong>la</strong> búsqueda de amor a <strong>la</strong> belleza, amor a Jesús. El arzobispo de <strong>la</strong> iglesia griega en Francia,<br />
Meleitos, define así a <strong>la</strong> filocalia: “Esa belleza divino-humana, divino-cósmica, de <strong>la</strong> que tienen sed<br />
<strong>los</strong> hombres de hoy”. También filocalia significa una antología, y aquí encontramos una variada<br />
selección de textos sobre <strong>los</strong> itinerarios espirituales de muchos orantes, contemp<strong>la</strong>tivos de <strong>la</strong> naturaleza,<br />
que escribieron sus profundas experiencias. ¿Dónde aprendieron esas enseñanzas que ahora<br />
nos transmiten? De <strong>la</strong> constante y humilde invocación a Dios. Todos estos grandes hombres de<br />
oración llevaban también una vida austera, humilde.<br />
En este libro Javier Melloni Ribas, jesuita español (Barcelona 1962), doctor especialista de <strong>la</strong>s<br />
religiones orientales, presenta y comenta escritos místicos antiguos. Y estos textos, al meditar<strong>los</strong>, nos<br />
pueden ayudar a <strong>la</strong> realización de sus significados para <strong>la</strong> práctica de <strong>la</strong> vida humana y espiritual.<br />
Nos benefician también en <strong>la</strong> purificación de <strong>la</strong> conciencia, para el dominio de <strong>la</strong>s pasiones, para<br />
crecer en <strong>la</strong> paz interior. Y nos pueden facilitar, además del equilibrio personal, a crear armonía en<br />
<strong>la</strong> caridad.<br />
50 IBERO
ITINERARIO DEL OCIO Festival Internacional Cervantino 2010<br />
adónde<br />
ir y<br />
por qué<br />
DANZA<br />
Cloud Gate Dance Theatre of Taiwan: Moon Water<br />
Para <strong>los</strong> chinos agua de luna o shui yuei es una metáfora de dos cosas. La<br />
primera es un proverbio budista: “Las flores en el espejo y <strong>la</strong> luna en el agua<br />
son so<strong>la</strong>mente una ilusión”. La otra describe el estado ideal de aquel<strong>los</strong> que<br />
practican el Tai Chi: “La energía fluye como el agua, mientras que el espíritu<br />
bril<strong>la</strong> como <strong>la</strong> luna”. El notable coreógrafo Lin Hwai-min utiliza estas dos citas<br />
como punto de partida para crear un poético homenaje a <strong>la</strong> fi<strong>los</strong>ofía taoísta.<br />
Con esta pieza <strong>la</strong> compañía taiwanesa demuestra por qué se le considera<br />
una de <strong>la</strong>s mejores del mundo, cuyas puestas en escena han dejado una<br />
marca indeleble en el público occidental.<br />
Auditorio del Estado (Guanajuato), 14 de octubre<br />
ÓPERA<br />
Montezuma<br />
No es usual que <strong>los</strong> monarcas<br />
escriban libretos para óperas,<br />
sin embargo el ilustrado<br />
melómano y f<strong>la</strong>utista Federico<br />
II, rey de Prusia, lo hizo<br />
redactando el texto de <strong>la</strong> ópera<br />
Montezuma para <strong>la</strong> música de<br />
Carl Heinrich Graun. Aunque más<br />
reflexión personal que historia, esta ópera<br />
permite trazar parale<strong>los</strong> entre el último emperador<br />
azteca y el monarca germano. Es<br />
ahí donde radica el interés de esta singu<strong>la</strong>r<br />
pieza de teatro musical, en <strong>la</strong> que Europa<br />
vuelve ojos y oídos a América. Coproducida<br />
por el Festival Internacional Cervantino<br />
y el Festival Internacional de Edimburgo,<br />
en Montezuma confluye el talento europeo<br />
con el <strong>la</strong>tinoamericano: <strong>la</strong> dirección musical<br />
es del argentino Gabriel Garrido, y <strong>la</strong><br />
dirección de escena, del mexicano<br />
C<strong>la</strong>udio Valdés Kuri.<br />
Teatro Juárez (Guanajuato) 14<br />
y 15 de octubre. Teatro Julio<br />
Castillo (Ciudad de México), 21<br />
y 22 de octubre<br />
MÚSICA<br />
Jazz at Lincoln Center<br />
Orchestra: Celebremos<br />
América<br />
El trompetista estadounidense Wynton<br />
Marsalis está convencido de que el jazz propicia<br />
el entrecruzamiento de culturas. Por<br />
ello no resulta extraño que encabece<br />
un proyecto en el que, además de<br />
<strong>la</strong> Lincoln Center Jazz Orchestra,<br />
incorpora a músicos iberoamericanos:<br />
el pianista catalán Chano<br />
Domínguez, el saxofonista<br />
y c<strong>la</strong>rinetista cubano Paquito<br />
D’Rivera, el baterista mexicano<br />
Antonio Sánchez y el arpista colombiano<br />
Edmar Castañeda. El resultado: una celebración<br />
musical de América como un continente<br />
generoso en matices que transitará<br />
del swing al bolero, del blues al tango, del<br />
corrido al canto nuevo y otros esti<strong>los</strong>, todo<br />
sazonado con <strong>la</strong> savia del jazz.<br />
Auditorio Nacional (Ciudad de México), 13<br />
de octubre. Exp<strong>la</strong>nada de <strong>la</strong> Alhóndiga de<br />
Granaditas (Guanajuato), 15 de octubre<br />
TEATRO<br />
Teatro Sunil: Donka, de Daniele Finzi<br />
En el mundo del teatro global el nombre<br />
de Daniele Finzi es sinónimo de finura,<br />
calidad y emotividad, es decir: de<br />
poesía teatral. Finzi ha cultivado <strong>la</strong><br />
ternura, <strong>la</strong> bondad, <strong>la</strong> me<strong>la</strong>ncolía<br />
y <strong>la</strong> belleza como elementos<br />
esenciales de sus figuraciones<br />
dramáticas. Con su espectáculo<br />
sobre <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> obra de Antón<br />
Chéjov, montado este año expresamente<br />
para celebrar <strong>los</strong> 150 años del nacimiento<br />
del autor, conmovió tanto al público<br />
como a <strong>la</strong> crítica. El Teatro Sunil, de Suiza,<br />
creado por Finzi en 1983, se ha convertido<br />
en una referencia del mejor teatro físico, visual<br />
y dramático por el virtuosismo que despliega<br />
en cada uno de estos apartados, en el<br />
que no falta, por cierto, <strong>la</strong> tragedia humana.<br />
Teatro Principal (Guanajuato), 4 al 6 de<br />
noviembre<br />
La patria en construcción en <strong>la</strong> Galería del Pa<strong>la</strong>cio Nacional<br />
México 200 años. La patria en construcción<br />
Considerada como <strong>la</strong> mayor muestra histórica jamás montada en México, en el<strong>la</strong> se exhiben más de 500 piezas<br />
históricas y artísticas, entre pintura, escultura, grabado, manuscritos, documentos originales, impresos, monedas,<br />
indumentaria, textiles, armamento, fotografías y mobiliario, entre <strong>la</strong>s que se encuentran el Acta de Independencia,<br />
<strong>los</strong> Sentimientos de <strong>la</strong> Nación de José María More<strong>los</strong>, el estandarte de <strong>la</strong>s tropas Insurgentes durante<br />
<strong>los</strong> años 1810-1813, el acta de excomunión de Miguel Hidalgo, el Sillón Presidencial de Benito Juárez,<br />
objetos conmemorativos del Centenario de <strong>la</strong> Independencia, <strong>la</strong> bandera del General Emiliano Zapata, y <strong>la</strong>s<br />
Constituciones Políticas de <strong>los</strong> Estados Unidos Mexicanos, entre otras valiosas obras. La magna exposición<br />
permitirá también al público asistente recorrer, por vez primera, <strong>los</strong> Salones Presidenciales, además del Museo<br />
Recinto Homenaje a Juárez, <strong>la</strong>s Bibliotecas de Pa<strong>la</strong>cio, el Recinto Par<strong>la</strong>mentario y <strong>los</strong> murales pintados por el<br />
artista mexicano Diego Rivera, recién restaurados para <strong>la</strong> ocasión.<br />
Galería del Pa<strong>la</strong>cio Nacional, hasta julio de 2011<br />
52 IBERO
Agenda IBERO<br />
Actividades de<br />
<strong>la</strong> Universidad<br />
Iberoamericana<br />
Ciudad de México<br />
octubre-diciembre de 2010<br />
Octubre<br />
Conferencia del Chef Enrique Olvera<br />
La gastronomía contemporánea en México.<br />
» Lunes 4, 11:00 horas.<br />
» Auditorio Ángel Palerm, Edificio S, p<strong>la</strong>nta baja.<br />
XV Encuentro Nacional CONEICC<br />
La comunicación que necesitamos, el país que<br />
queremos.<br />
» Del jueves 7 al sábado 9, de 9:00 a 19:00 horas.<br />
» Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor, Edificio N, piso 1.<br />
Concierto del Bicentenario de <strong>la</strong> Comunidad Ibero.<br />
Orquesta Sinfónica de Minería. Director: José Areán.<br />
» Domingo 17, a <strong>la</strong>s 18:00 horas.<br />
» Sa<strong>la</strong> Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario-UNAM,<br />
Insurgentes Sur 3000<br />
Informes: exalumno@uia.mx.<br />
Teléfono: 5950 4000 ext. 7399 y 4245.<br />
La Mirada Invisible<br />
Exposición colectiva internacional de<br />
fotógrafos ciegos.<br />
Departamento de Difusión Cultural.<br />
» Del 19 de octubre al 31 de diciembre,<br />
de 9:00 a 19:00 horas.<br />
» Galería Andrea Pozzo. Edificio T, p<strong>la</strong>nta baja.<br />
XVIII Congreso Mexicano de Psicología<br />
Rumbo a <strong>la</strong> certificación profesional: 60 años de<br />
psicología mexicana<br />
» Del lunes 20 al miércoles 22, a partir de <strong>la</strong>s 9:00 horas.<br />
» Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor, Edificio N, piso 1.<br />
Foro de Políticas de Digitalización del Patrimonio Cultural<br />
¿Qué digitalizar y para qué? ¿Para quiénes? ¿Para<br />
un acceso abierto o uno restringido? ¿Con qué<br />
implicaciones para <strong>los</strong> autores? ¿A quién le corresponde<br />
<strong>la</strong> tarea? ¿Deben coordinarse <strong>los</strong> esfuerzos?<br />
¿Reemp<strong>la</strong>zarán <strong>los</strong> medios digitales a <strong>los</strong> tradicionales,<br />
como el libro?<br />
» Martes 21, a <strong>la</strong>s 10:00 horas.<br />
» Biblioteca Francisco Xavier C<strong>la</strong>vigero.<br />
Noviembre<br />
Foro Internacional sobre Innovación Universitaria<br />
Las universidades como agentes de innovación<br />
y de compromiso social.<br />
La innovación es una competencia c<strong>la</strong>ve de <strong>la</strong><br />
actividad universitaria en <strong>la</strong> que se pueden distinguir<br />
tres dimensiones: innovación curricu<strong>la</strong>r y pedagógica,<br />
innovación y compromiso social, innovación en<br />
investigación científica y tecnológica.<br />
» Del miércoles 10 al viernes 12, de 9:00 a 19:00 horas.<br />
» Au<strong>la</strong> Magna San Ignacio de Loyo<strong>la</strong>, Edificio S, piso 1.<br />
The International English Language Testing<br />
System is a trusted indicator of English skills.<br />
Disponible en <strong>la</strong> IBERO<br />
Presentamos:<br />
ROAD TO IELTS<br />
30 horas de prácticas y material de<br />
estudio GRATIS al inscribirte al<br />
examen. Exclusivo del British Council.<br />
To register, visit<br />
www.britishcouncil.org.mx<br />
Diabetes Mellitus en México<br />
Una persoectiva transdisciplinaria para <strong>la</strong> sinergia de<br />
<strong>la</strong> prevención.<br />
» Viernes 12 y sábado 13, a <strong>la</strong>s 8:00 horas.<br />
» Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor, Edificio N, piso 1.
MÚsica para camaleones<br />
Qué<br />
escuchar<br />
y por qué<br />
Beatriz Pa<strong>la</strong>cios<br />
Asistente editorial de Ibero<br />
Música para camaleones está dedicada a <strong>la</strong> recomendación de<br />
obras musicales, para lo cual se ha invitado a melómanos,<br />
investigadores, expertos, editores, musicólogos y denodados<br />
amantes de <strong>la</strong> música. En esta ocasión agradecemos a Eduardo<br />
Lizalde, Eugenio Toussaint y Roberto D’Amico, el que con<br />
tanta gentileza y generosidad hayan accedido a compartir con<br />
<strong>los</strong> lectores de IBERO su experiencia y su pasión.<br />
Eduardo Lizalde recomienda: Die<br />
Verkaufte Braut (La novia vendida), de Bedrich<br />
Smetana [2007]; La sonnambu<strong>la</strong>, de Vincenzo<br />
Bellini [2008] y Armida, de Haydn [2007]<br />
La ópera Die Verkaufte Braut del compositor<br />
checo Bedrich Smetana, de melodías evocadoras<br />
de un ambiente popu<strong>la</strong>r, está protagonizada<br />
por dos grandes de <strong>la</strong> ópera: <strong>la</strong> soprano<br />
Lucia Popp y el tenor Siegfried Jerusalem.<br />
Está cantada en alemán y es una grabación en<br />
directo de <strong>la</strong> Staatsoper de Viena, bajo el sello<br />
discográfico Deutsche Grammophon DVD<br />
Collection. Realmente disfrutable La sonnambu<strong>la</strong><br />
con <strong>la</strong>s voces de <strong>la</strong> italiana Cecilia Bartoli<br />
y el peruano Juan Diego Flórez, acompañados<br />
por <strong>la</strong> Orchestra La Scintil<strong>la</strong>, bajo <strong>la</strong> dirección<br />
de Alessandro de Marchi. En este disco del<br />
sello Teldec, <strong>la</strong> ópera cumbre de Haydn, Armida,<br />
es interpretada magistralmente por Cecilia<br />
Bartoli, Christopher Pregardien y Patricia<br />
Petibon, con <strong>la</strong> orquesta Concentus Musicus<br />
54 IBERO<br />
Wien de Viena, dirigidos por Niko<strong>la</strong>us Harnoncourt.<br />
EDUARDO LIZALDE. Poeta, traductor, ensayista y narrador,<br />
además de experto en música de ópera, es<br />
autor, entre otros libros emblemáticos, de El tigre en<br />
<strong>la</strong> casa, La zorra enferma y Caza mayor. Ha obtenido<br />
<strong>los</strong> más importantes premios de nuestro país, entre<br />
el<strong>los</strong> el Premio Nacional de Lingüística y Literatura,<br />
y es miembro de <strong>la</strong> Academia Mexicana de<br />
<strong>la</strong> Lengua.<br />
Eugenio Toussaint recomienda: The man<br />
I love, de Alberto Cruzprieto [2010]<br />
Sugiero escuchar un disco de muy reciente<br />
aparición que lleva por título The man I<br />
love, interpretado por el pianista mexicano<br />
Alberto Cruzprieto y publicado por el sello<br />
Quindecim. Se trata de música para piano<br />
solo del compositor estadounidense George<br />
Gershwin, pero que está adicionada por <strong>la</strong>s<br />
maravil<strong>los</strong>as transcripciones realizadas por el<br />
también pianista Earl Wild. Lo que el público<br />
puede encontrar en este álbum es <strong>la</strong> riqueza<br />
de <strong>la</strong> música de piano de Gershwin interpretada<br />
magistralmente por Alberto Cruzprieto y<br />
una manera distinta de acercarse a este compositor,<br />
ya que <strong>la</strong>s transcripciones de Wild son<br />
aún más complejas pianísticamente hab<strong>la</strong>ndo.<br />
Con este disco el escucha puede ponerse en<br />
contacto con el mundo de Gershwin, conocer<br />
su estilo de una forma más cercana y de una<br />
época determinada, e incluso verlo desde una<br />
perspectiva distinta, que es <strong>la</strong> de Earl Wild, y<br />
compenetrarse con su mundo pianístico.<br />
EUGENIO TOUSSAINT. Compositor y pianista, es autor<br />
de música para orquesta y jazz. Con <strong>los</strong> grupos<br />
Sacbé y Eugenio Toussaint Trío, ha grabado más de<br />
una veintena de discos, el más reciente de el<strong>los</strong> titu<strong>la</strong>do<br />
Oinos. Con su álbum Gauguin fue nominado<br />
para el Grammy Latino como mejor disco de música<br />
clásica de 2001. Fue anfitrión del programa de<br />
revista Suave es <strong>la</strong> noche de canal 22.<br />
Alberto Cruzprieto.
Roberto D’Amico recomienda: La<br />
pasión, de Luz Casal [2009]; Duets, Anna<br />
Netrebko & Ro<strong>la</strong>ndo Vil<strong>la</strong>zón [2007] y El<br />
último trago, de Buika [2009]<br />
En lo personal, <strong>la</strong> música representa un espacio<br />
profundamente inspirador y un refugio<br />
emocional, y este disco de <strong>la</strong> españo<strong>la</strong> Luz<br />
Casal inspira y emociona. La pasión es al mismo<br />
tiempo popu<strong>la</strong>r y sofisticado, y a través<br />
del bolero, hace un viaje por canciones clásicas<br />
y recupera otras poco conocidas. Muy<br />
recomendable. El tenor mexicano Ro<strong>la</strong>ndo<br />
Vil<strong>la</strong>zón hace una interpretación realmente<br />
emotiva en este disco en el que comparte créditos con <strong>la</strong> extraordinaria soprano rusa Anna<br />
Netrebko. Es un recuerdo de algunas de <strong>la</strong>s actuaciones que han cantado juntos en el escenario<br />
y ofrecen además duetos de óperas menos conocidas. El último trago es una recreación,<br />
desde un punto de vista clásico, de música mexicana memorable, interpretada por <strong>la</strong> cantante<br />
Concha Buika, en el que co<strong>la</strong>bora con el músico cubano Chucho Valdés para homenajear a<br />
Chave<strong>la</strong> Vargas.<br />
ROBERTO D’AMICO. Actor, director teatral, coreógrafo y traductor. Es profesor de música y actuación, así<br />
como creador de múltiples espectácu<strong>los</strong> históricos y clásicos que se han presentado en países de Europa,<br />
Medio Oriente, América Latina, Estados Unidos y Canadá. Actualmente produce y dirige <strong>la</strong> obra teatral<br />
Amores mexicanos protagonizada por Angélica Aragón.
innovación tecnológica<br />
Computadora con pantal<strong>la</strong> multitáctil y giratoria<br />
Fabricada en aluminio, <strong>la</strong> nueva computadora portátil HP TouchSmart TM2<br />
cuenta con una pantal<strong>la</strong> multitáctil giratoria de 12 pulgadas que puede transformarse<br />
en un pizarrón digital. Su interfaz permite realizar zoom, rotar objetos<br />
o desp<strong>la</strong>zar<strong>los</strong> por <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> mediante el movimiento de <strong>los</strong> dedos; además<br />
incorpora un lápiz digital para tomar notas, dibujar o retocar fotos de forma<br />
sencil<strong>la</strong>. Tiene capacidad de 8 GB de RAM y 500 GB de disco duro, y utiliza el<br />
procesador Intel Core 2 Duo de bajo consumo que asegura 9 horas de funcionamiento<br />
continuo sin necesidad de recarga.<br />
Dispositivos e instrumentos<br />
que facilitan <strong>la</strong> vida<br />
Venti<strong>la</strong>dor sin aspas<br />
La empresa Dyson <strong>la</strong>nzó al mercado el Air Multiplier, un<br />
venti<strong>la</strong>dor que funciona sin aspas, y que es capaz de generar<br />
quince veces más flujo de aire que <strong>los</strong> mode<strong>los</strong> tradicionales.<br />
Este aparato centra su potencial en una nueva<br />
tecnología que le permite expulsar 450 litros de aire fresco<br />
por segundo, de forma continua y sin interrupciones.<br />
Con 20 centímetros de diámetro, el Air Multiplier funciona<br />
con un motor digital de alto rendimiento energético<br />
colocado en <strong>la</strong> base del venti<strong>la</strong>dor.<br />
Tripié magnético para<br />
cámaras compactas<br />
Los creativos de <strong>la</strong> firma Gollipod han<br />
desarrol<strong>la</strong>do el Goril<strong>la</strong>pod Magnetic,<br />
un tripié para cámara fotográfica<br />
que sólo pesa 74 gramos y mide 15<br />
centímetros de <strong>la</strong>rgo, el cual puede<br />
adherirse a <strong>la</strong>s superficies metálicas<br />
e imantadas, gracias a que le han<br />
añadido imanes en <strong>la</strong> parte final de<br />
cada una de <strong>la</strong>s patas además de<br />
seguir incorporando el sistema de extremos<br />
segmentados flexibles. Puede<br />
soportar cámaras fotográficas compactas<br />
o pequeñas videocámaras<br />
con un peso máximo de 325 gramos.<br />
Navaja con memoria USB<br />
La compañía suiza Victorinox ha creado <strong>la</strong> navaja<br />
Presentation Master, que además de <strong>los</strong><br />
aditamentos tradicionales como tijeras, lima<br />
de uñas, l<strong>la</strong>vero, desatornil<strong>la</strong>dor y pluma con<br />
punta retráctil, incluye una memoria USB con<br />
capacidad de hasta 32 GB, <strong>la</strong> cual es posible<br />
separar de <strong>la</strong> navaja en caso de que se requiera.<br />
Este modelo está equipado con tecnología de<br />
cifrado, <strong>la</strong> cual protege <strong>los</strong> datos de tal modo<br />
que sólo es posible acceder a el<strong>los</strong> mediante el<br />
reconocimiento de huel<strong>la</strong> digital o introducción<br />
de contraseña. Además de estas funciones,<br />
<strong>la</strong> Presentation Master posee un control<br />
remoto Bluetooth para <strong>la</strong> computadora y un<br />
seña<strong>la</strong>dor láser.<br />
56 IBERO