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los jesuitas y la educación - Ediciones Universitarias

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10<br />

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA ›LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN Año II octubre-novieMBRE de 2010<br />

Año II Número 10 Octubre-noviembre de 2010<br />

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />

Un texto<br />

inédito de Juan<br />

Rulfo sobre<br />

Rafael F. Muñoz<br />

Dos poemas<br />

inéditos de<br />

Dolores Castro<br />

Rogelio Cuél<strong>la</strong>r<br />

retratado por<br />

Ca<strong>los</strong> Monsiváis<br />

Rubén Agui<strong>la</strong>r<br />

Valenzue<strong>la</strong><br />

Fernando Fernández<br />

Font, S. J.<br />

Pedro Rubens<br />

Ferreira Oliveira, S. J.<br />

Car<strong>los</strong> Muñoz<br />

Izquierdo<br />

Eugenio Páramo<br />

Ortega, S. J.<br />

Alberto Ruy Sánchez<br />

Luis Ugalde, S. J.<br />

›LOS<br />

JESUITAS<br />

Y LA<br />

EDUCACION<br />

Víctor Jiménez Juan Rulfo,<br />

lector profesional Gloria López<br />

Morales La cocina mexicana,<br />

un símbolo nacional


Índice<br />

<strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> y <strong>la</strong> educación<br />

3 Dr. José Morales Orozco, S. J. Carta del Rector<br />

4 Rubén Agui<strong>la</strong>r Valenzue<strong>la</strong>. Educar a <strong>la</strong> manera de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> o ¿qué aporta<br />

<strong>la</strong> educación de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>?<br />

6 Fernando Fernández Font, S. J. Los retos de <strong>la</strong> educación jesuita<br />

8 Car<strong>los</strong> Muñoz Izquierdo. Religiosidad inteligente y educación superior<br />

12 Eugenio Páramo Ortega, S. J. Educación, tecnología, humanismo y valores<br />

16 Pedro Rubens Ferreira Oliveira, S. J. La tradición jesuita y <strong>la</strong>s nuevas fronteras en<br />

<strong>la</strong> educación<br />

20 Luis Ugalde, S. J. Las universidades <strong>jesuitas</strong> en América Latina frente al futuro<br />

24 Alberto Ruy Sánchez. El “c<strong>la</strong>ustro” jesuítico<br />

16 20<br />

30<br />

36<br />

52<br />

actualidad, tecnología, cultura<br />

y entretenimiento<br />

28 Dolores Castro. La l<strong>la</strong>ma inextinguible. La poesía es <strong>la</strong><br />

emoción acendrada. Dos poemas inéditos<br />

30 Juan Rulfo. Literatura / un texto inédito. Rafael F. Muñoz<br />

31 Víctor Jiménez. Literatura / primicia. Juan Rulfo, lector<br />

profesional<br />

32 Juan Domingo Argüelles. Literatura. La Revolución<br />

Mexicana en <strong>la</strong>s obras de Juan Rulfo y Rafael F. Muñoz<br />

36 Car<strong>los</strong> Monsiváis. Mirador. Rogelio Cuél<strong>la</strong>r: La distancia<br />

más corta entre dos imágenes<br />

40 Beatriz Pa<strong>la</strong>cios. Saberes / sabores. La cocina mexicana,<br />

un símbolo nacional. Entrevista con Gloria López Morales<br />

44 Actualidad Ibero. Urgen mode<strong>los</strong> alternativos de<br />

desarrollo: Rector José Morales Orozco, S. J. Sexto Informe de<br />

Actividades ante el Senado Universitario de <strong>la</strong> UIA<br />

46 Actualidad Ibero. Inauguran Corredor Cultural Santa Fe,<br />

ideado por estudiantes de Arquitectura<br />

48 Pedro Rendón. Gente que cambia al mundo. Los<br />

alumnos de <strong>la</strong> Ibero ante el uso de Internet<br />

50 La voz del libro / el eco de <strong>la</strong> lectura. Qué leer y por qué<br />

52 Itinerario del ocio. Adónde ir y por qué<br />

53 Agenda Ibero<br />

54 Música para camaleones. Qué escuchar y por qué<br />

56 Innovación tecnológica. Dispositivos e instrumentos que<br />

facilitan <strong>la</strong> vida<br />

DIRECTORIO<br />

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />

CIUDAD DE MÉXICO<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J. Rector<br />

Dr. Javier Prado Galán, S. J. Vicerrector<br />

Académico<br />

IBERO, REVISTA DE LA UNIVERSIDAD<br />

IBEROAMERICANA<br />

Consejo editorial Víctor Gavito, Miguel Ángel<br />

Granados Chapa, A<strong>la</strong>n Huber Schowiecky,<br />

Vicente Leñero, José Morales Orozco, S. J.,<br />

María Nieves Noriega de Autrey,<br />

Gonzalo Olivares Velázquez, Eugenio Páramo<br />

Ortega, S. J., Javier Prado Galán, S. J.<br />

Comité de asesores Car<strong>los</strong> Alvarado Santoyo,<br />

José Carreño Carlón, Car<strong>los</strong> Lugo Galera,<br />

Ignacio Padil<strong>la</strong>, Carlota Peón, Gilberto Prado<br />

Galán, Alberto Ruiz Treviño, Ilán Semo,<br />

Helena Vare<strong>la</strong>, Gabrie<strong>la</strong> Warkentin<br />

Director Car<strong>los</strong> Deveaux Homs<br />

Director editorial Juan Domingo Argüelles<br />

Asistente de edición Beatriz Pa<strong>la</strong>cios<br />

Administración Áurea Maristany<br />

Información Angélica Cortés, Francelia Vargas<br />

Redacción Pedro Rendón<br />

revistaibero@uia.mx<br />

(55) 5950-4197<br />

Consulta <strong>la</strong> versión electrónica en:<br />

www.uia.mx/revistaibero/<br />

GRUPO MEXICANO DE MEDIOS, S. A. DE C. V.<br />

Socios directores Elías González Rogel,<br />

Ricardo Rubio Martínez<br />

Editora Gráfica Albelia Gamboa y Vázquez<br />

Ventas Jorge Hernández Ambriz<br />

Atención a clientes Lupita Espíno<strong>la</strong> Medina<br />

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Revista Ibero<br />

, Revista de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana es una publicación bimestral de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad de México y de Grupo Mexicano de Medios, S. A.<br />

de C. V., bajo <strong>la</strong> responsabilidad de <strong>la</strong> Dirección de Comunicación Institucional de <strong>la</strong> UIA. Editor responsable: Car<strong>los</strong> Deveaux Homs, car<strong>los</strong>.deveaux@uia.mx. Número de<br />

Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2009-082412294600-102. Número de Certificado de Licitud de Título:14722; número<br />

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de <strong>la</strong> publicación: Prolongación Paseo de <strong>la</strong> Reforma 880, Lomas de Santa Fe, México, D.F., C.P. 01219. Teléfono 5950-4197 y 5950-4198. Fax: 5950-4316. Imprenta:<br />

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sus autores y no necesariamente el criterio de <strong>la</strong> institución. No se devuelven originales no solicitados ni se entab<strong>la</strong>rá correspondencia al respecto. Prohibida <strong>la</strong> reproducción<br />

parcial o total, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de <strong>la</strong> revista, sin autorización previa y expresa, por escrito, de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana. Año II,<br />

número 10, octubre-noviembre de 2010. Fotografía de portada: San Ignacio de Loyo<strong>la</strong>. Autor anónimo. Siglo XVIII. Seminario Conciliar, Guadalupe, Zacatecas. ISSN en trámite.


Carta del Rector<br />

Por qué <strong>la</strong> formación que imparten <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> es diferente?<br />

¿Es en verdad realmente distinta? ¡Ciertamente<br />

lo es! Por sus objetivos y pedagogía, en <strong>los</strong> que se refleja<br />

el carisma y espiritualidad de <strong>la</strong> Compañía de Jesús, que<br />

tienen su fuente en <strong>los</strong> Ejercicios Espirituales de San Ignacio de<br />

Loyo<strong>la</strong>. La experiencia de <strong>los</strong> Ejercicios Espirituales es fundante y<br />

transformante: lleva a quien <strong>los</strong> hace a conducir su vida movido<br />

sólo por <strong>los</strong> valores humanos y religiosos que lo guían a su plena<br />

realización humana y espiritual, “a alcanzar el fin para el que<br />

fue creado”, en pa<strong>la</strong>bras de San Ignacio. De <strong>la</strong> misma manera,<br />

<strong>la</strong> educación jesuita es “interesada”, busca <strong>la</strong> transformación de<br />

<strong>la</strong> persona, <strong>la</strong> integración de todas sus dimensiones (intelectual,<br />

afectiva, ética y religiosa) en una continua interacción reflexiva<br />

y crítica con el contexto social. La adquisición de conocimientos y<br />

el desarrollo de habilidades han de trascender el éxito profesional<br />

individual y buscar <strong>la</strong> transformación social y el bien común.<br />

El modo de ser y proceder de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> se encarna en sus<br />

instituciones educativas: libertad orientada por <strong>la</strong> verdad, <strong>la</strong><br />

justicia y <strong>la</strong> búsqueda del mayor servicio, especialmente hacia <strong>los</strong><br />

más necesitados; reflexión profunda y crítica sobre <strong>la</strong> realidad;<br />

respeto y valoración de <strong>los</strong> diversos modos de pensar, creer y<br />

actuar; conciencia de <strong>la</strong>s propias decisiones y responsabilidad de<br />

<strong>la</strong>s consecuencias del actuar; integración de <strong>la</strong> libertad individual<br />

con el compromiso compartido y solidario. Los colegios y<br />

universidades <strong>jesuitas</strong> no son instrumentos de proselitismo religioso<br />

o ideológico, sino centros que pretenden formar a <strong>los</strong><br />

mejores alumnos y alumnas para el mundo. Para <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>, <strong>la</strong><br />

excelencia académica incluye como elemento esencial integrante<br />

<strong>la</strong> pertinencia social, o sea, <strong>la</strong> respuesta a <strong>los</strong> principales problemas<br />

sociales, culturales, económicos y políticos del mundo. Y en el<br />

contexto actual de globalización <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración internacional<br />

en red es una exigencia ineludible.<br />

La verdad nos hará libres<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J.<br />

Rector<br />

Ibero 3


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

Rubén Agui<strong>la</strong>r Valenzue<strong>la</strong><br />

Licenciado en Fi<strong>los</strong>ofía, maestro en Sociología y doctor en Ciencias<br />

Sociales por <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad de México en<br />

donde también es profesor. Fue coordinador de comunicación social y<br />

portavoz de <strong>la</strong> Presidencia de <strong>la</strong> República. Es socio y director general<br />

de Afan, Consultores Internacionales, S. C., co<strong>la</strong>borador de múltiples<br />

publicaciones periódicas de México y el extranjero y autor de varios<br />

libros, entre el<strong>los</strong> El pensamiento de Paulo Freire, La sociedad<br />

civil y <strong>la</strong> participación ciudadana, La diferencia: radiografía de<br />

un sexenio y, el más reciente, El narco: <strong>la</strong> guerra fallida (México,<br />

Punto de Lectura, 2009), en coautoría con Jorge G. Castañeda<br />

›Educar a <strong>la</strong> manera de <strong>los</strong><br />

<strong>jesuitas</strong> o ¿qué aporta <strong>la</strong><br />

educación de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>?<br />

La imaginación permite estar<br />

a <strong>la</strong> búsqueda de nuevas<br />

posibilidades y tener <strong>la</strong> mirada<br />

siempre en el futuro.<br />

La educación ha sido el eje central de <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong> Compañía<br />

de Jesús en sus casi quinientos años de existencia.<br />

La <strong>la</strong>bor educativa no sólo ha estado presente en sus colegios<br />

y universidades —más de una reconocida internacionalmente—,<br />

sino también en sus misiones, proyectos sociales,<br />

trabajo pastoral y como guías espirituales.<br />

El padre general, Adolfo Nicolás Pachón, asegura que <strong>la</strong> formación<br />

que hoy tratan de impartir <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> es <strong>la</strong> “clásica”<br />

entendida como “aquel<strong>la</strong> que produce en <strong>los</strong> estudiantes <strong>la</strong><br />

apertura a todas <strong>la</strong>s posibilidades y mode<strong>los</strong> de entender <strong>la</strong><br />

realidad. Esta educación abre <strong>la</strong> mente y prepara al alumno<br />

para decisiones vitales, que van a ser una contribución a <strong>la</strong> vida<br />

social y política de sus países y del mundo”.<br />

Foto: Corbis.<br />

4 IBERO


La propuesta<br />

Los <strong>jesuitas</strong> ahora, fieles a su tradición, pero también siempre abiertos<br />

a <strong>los</strong> cambios y a <strong>la</strong> renovación, en busca permanente del magis<br />

(en busca de más) y del Ad Major Dei Gloriam (A <strong>la</strong> mayor gloria de<br />

Dios), ofrecen una educación humanista que se propone formar en:<br />

Vivir en libertad<br />

Exige decidir de acuerdo a <strong>la</strong> conciencia y <strong>la</strong>s propias convicciones<br />

sin importar el qué dirán o <strong>la</strong>s consecuencias de ese proceder. Se<br />

actúa, pues, en razón de lo que se piensa y cree y no a partir de <strong>la</strong>s<br />

costumbres y presiones sociales; aunque no se ignora que se es hijo<br />

de una cultura. La manipu<strong>la</strong>ción, venga de quien venga, se rechaza<br />

y nunca hay adhesión incondicional o “religiosa” a ninguna causa,<br />

por más noble que ésta sea.<br />

Se trata de que cada quien piense por sí mismo y no se sume<br />

mecánicamente al pensamiento de <strong>los</strong> otros. No se trata de asumir<br />

doctrinas o verdades ya hechas sino pensar por cuenta propia, que<br />

exige sentido crítico y el estar siempre dispuestos a dar razón de<br />

lo que se piensa. Vivir en libertad implica el rechazo al dogma y<br />

refugiarse en el pasado y se descalifican <strong>la</strong>s posiciones que se articu<strong>la</strong>n<br />

a partir de <strong>la</strong>s modas coyunturales. Se asume que <strong>la</strong> duda y <strong>la</strong><br />

incertidumbre son parte de <strong>la</strong> vida. Hay conciencia de que siempre<br />

se está en proceso de aprendizaje y que <strong>la</strong> libertad nunca está dada<br />

sino que es una conquista diaria.<br />

Profundidad de pensamiento<br />

Que impulsa siempre a buscar, mediante <strong>la</strong> reflexión y estudio, <strong>la</strong>s<br />

causas de todo lo que sucede y también se propone fundar lo que se<br />

dice o p<strong>la</strong>ntea. La profundidad, que exige de <strong>la</strong> experiencia de <strong>la</strong> vida,<br />

garantiza <strong>la</strong> credibilidad de lo que se sostiene e invita a <strong>la</strong> universalidad.<br />

Sólo ésta hace posible el verdadero diálogo. La superficialidad<br />

impide hacerse <strong>la</strong>s preguntas propias de toda vida que realmente se<br />

toma en serio. La profundidad evita que se dé “gato por liebre”.<br />

Despertar <strong>la</strong> imaginación<br />

Posibilita entender <strong>la</strong> realidad de otra manera y conlleva <strong>la</strong> posibilidad<br />

de hacerse preguntas y ofrecer soluciones distintas a <strong>la</strong>s convencionales.<br />

Resulta fundamental para deshacerse de “rémoras y pesos del pasado”<br />

que dificultan <strong>la</strong> creatividad y <strong>la</strong> innovación. La imaginación no es sinónimo<br />

de <strong>la</strong> “fantasía”, que es un recurso, para tratar de escapar y evadir<br />

<strong>la</strong> realidad. La imaginación permite estar a <strong>la</strong> búsqueda de nuevas<br />

posibilidades y tener <strong>la</strong> mirada siempre en el futuro. El despertar <strong>la</strong> imaginación,<br />

<strong>la</strong> creatividad y el sentido crítico requiere el trabajo permanente<br />

que <strong>la</strong>s propicie. Hay que rechazar todo tipo de coerción mental<br />

y dogmatismo que atente contra <strong>la</strong> imaginación y <strong>la</strong> creatividad.<br />

Responsabilidad social<br />

El tener sólo tiene sentido en <strong>la</strong> posibilidad del dar. Se es para uno<br />

mismo, pero también para <strong>los</strong> demás. El mundo no sólo es espacio<br />

de lo privado sino también de <strong>la</strong> construcción de lo público que<br />

es nuestra responsabilidad. Hay siempre que ir “felizmente hacia<br />

abajo”, en el encuentro de <strong>los</strong> que menos tienen, para ayudar<strong>los</strong> a<br />

“subir” y juntos transformar el mundo, para hacerlo un lugar incluyente<br />

y digno para todos.<br />

Abrir brecha y estar en <strong>la</strong>s fronteras<br />

Siempre hay que estar abiertos al diálogo de <strong>la</strong>s culturas y <strong>la</strong> apertura<br />

al otro. Se sabe lo que se es y piensa y por eso mismo se acepta<br />

que otros son y piensan de manera distinta. Lo propio no se re<strong>la</strong>tiviza,<br />

pero tampoco se absolutiza. Se busca el acercamiento de <strong>la</strong>s<br />

culturas. Se asume el reto de comunicarse a fondo con <strong>los</strong> distintos.<br />

Se acepta que vivir interculturalmente implica generar procesos de<br />

autocuestionamiento porque todo encuentro serio con el otro, con<br />

el distinto, siempre cuestiona y obliga a preguntarse si todo lo que<br />

le digo o propongo se sostiene y realmente significa algo para mí<br />

mismo.<br />

Vida interior<br />

Que permite aceptar el propio límite, pero siempre en <strong>la</strong> esperanza<br />

de <strong>la</strong> posibilidad, a <strong>la</strong> manera del jesuita Teilhard de Chardin, de que<br />

toda <strong>la</strong> creación camina en una espiral de permanente perfección.<br />

Contemp<strong>la</strong> <strong>la</strong> respuesta a interrogantes como: quiénes somos, de<br />

dónde venimos y cuál es nuestra misión en el mundo. Una intensa<br />

vida interior exige una ética que guía el accionar en <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> renovación<br />

permanente. Implica también estar abierto a <strong>la</strong> posibilidad<br />

de <strong>la</strong> irrupción de Dios en nuestras vidas. Siempre hay que saber<br />

perdonar y promover <strong>la</strong> reconciliación con <strong>los</strong> otros. No es fácil,<br />

pero hay que trabajar en esa dirección.<br />

Trabajo en equipo<br />

El trabajo hoy, cualquiera que sea su campo, requiere de <strong>la</strong> acción<br />

en equipo. Se está en un tiempo de cooperación, de trabajo en<br />

red que exige el esfuerzo coordinado “a lo ancho y alto del globo<br />

terráqueo”. La complejidad de <strong>los</strong> temas y <strong>la</strong> necesidad de p<strong>la</strong>nteamientos<br />

distintos y sugerentes, exige una propuesta multidisciplinar.<br />

La época de <strong>los</strong> genios individuales ya pasó. La solución de <strong>los</strong><br />

problemas actuales y el abrir nuevas vías y horizontes de acción<br />

requiere trabajo en equipo. La realidad p<strong>la</strong>ntea preguntas sobre <strong>la</strong><br />

búsqueda de alternativas en <strong>la</strong> ciencia y <strong>la</strong> tecnología, pero también<br />

en <strong>la</strong> política y <strong>la</strong> economía que sólo se pueden enfrentar en conjunto<br />

y desde una perspectiva compleja.<br />

Reflexión crítica<br />

La propuesta educativa actual de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> supone c<strong>la</strong>ridad, pero<br />

no necesariamente está garantizado su éxito. Es una concepción<br />

original y sugerente, que se ubica en <strong>la</strong> mejor tradición de <strong>la</strong> Compañía<br />

de Jesús, <strong>la</strong> última de <strong>la</strong>s grandes órdenes de <strong>la</strong> Iglesia, pero no<br />

es garantía de que estas ideas estén permeando en <strong>la</strong>s y <strong>los</strong> alumnos<br />

de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> en sus colegios y universidades o en el conjunto de<br />

su acción apostólica.<br />

El gran reto de éstos y sus co<strong>la</strong>boradores en todas sus obras es<br />

impulsar y hacer valer estas ideas que constituyen una potente propuesta<br />

educativa para el siglo que apenas inicia. En <strong>la</strong> universidad<br />

ésta debe hacerse todavía más presente a través de un diálogo intenso<br />

con maestros y alumnos, para que <strong>los</strong> elementos centrales se<br />

conozcan e integren a <strong>los</strong> p<strong>la</strong>nes y programas de estudio. No tengo<br />

dudas de que este diálogo sería muy bien recibido por <strong>la</strong> comunidad<br />

universitaria. Vivo con orgullo ser profesor de <strong>la</strong> Ibero, una<br />

institución educativa de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>.<br />

Ibero 5


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

›Los retos<br />

de <strong>la</strong><br />

educación<br />

jesuita<br />

Fernando Fernández Font, S. J.<br />

Asistente de Educación de <strong>la</strong> Provincia Mexicana de <strong>la</strong> Compañía de<br />

Jesús y ex Rector de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Pueb<strong>la</strong><br />

La línea conductora de este artículo ha surgido<br />

de <strong>la</strong> Conferencia que tuvo el Padre<br />

General Adolfo Nicolás, Shaping the Future.<br />

Networking Jesuit Higher Education for a Globalizing<br />

World, en <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana<br />

Ciudad de México, en el foro con <strong>los</strong> Rectores de<br />

<strong>la</strong>s Universidades confiadas a <strong>la</strong> Compañía de Jesús,<br />

el 23 de abril del 2010.<br />

En dicho foro el Padre General Adolfo Nicolás se dirigió<br />

a toda <strong>la</strong> asamblea para l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> atención sobre <strong>la</strong>s grandes<br />

preocupaciones apostólicas que experimenta como General de <strong>la</strong><br />

Compañía de Jesús.<br />

Persona académica, universitario “globalizado” por sus más de<br />

cuarenta años vividos en Asia, con una extraordinaria visión de <strong>los</strong><br />

grandes desafíos del mundo actual, el Padre fue dejando caer —casi<br />

podríamos decir “a cuentagotas”—sus reflexiones sobre el rumbo<br />

por donde hoy <strong>la</strong> educación superior jesuita ha de caminar y <strong>los</strong> retos<br />

que ha de afrontar. Y es evidente que, al hacerlo, marcó el nuevo<br />

derrotero de nuestras instituciones de educación superior.<br />

Es imposible g<strong>los</strong>ar todos <strong>los</strong> puntos que abordó, pero sí podemos<br />

destacar aquel<strong>los</strong> que, sin duda, por su importancia definitiva, estaríamos<br />

obligados a tomar en consideración.<br />

Su punto de partida es un análisis de <strong>la</strong> realidad del mundo: éste<br />

ha dejado de ser humano, justo, sostenible. El futuro está amenazado.<br />

Se ha ido imponiendo una cultura fruto de <strong>la</strong> globalización, cuyo<br />

rasgo principal va siendo una enorme superficialidad. A nivel epistemológico,<br />

el trabajo de pensar con seriedad y sentido crítico, parece<br />

cuestión del pasado; pero igualmente a nivel ético, <strong>la</strong>s visiones,<br />

<strong>los</strong> deseos, <strong>la</strong>s percepciones, <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones interpersonales, son extremadamente<br />

superficiales, lo que inevitablemente ha conducido a un<br />

re<strong>la</strong>tivismo moral, a <strong>la</strong> intolerancia y el consumismo,<br />

cuya dramática consecuencia es <strong>la</strong> incapacidad<br />

de buscar <strong>la</strong> verdad y el entendimiento.<br />

Los jóvenes han perdido progresivamente <strong>la</strong> capacidad<br />

de tratar con <strong>la</strong> realidad, lo que implica un<br />

proceso gradual de deshumanización. La percepción<br />

superficial y egocéntrica de <strong>la</strong> realidad hace casi imposible<br />

el sentir compasión por el sufrimiento de otros. A<br />

mayor satisfacción de deseos inmediatos, menor compromiso<br />

para dar <strong>la</strong> vida por algo que realmente valga <strong>la</strong> pena. Sin duda, el<br />

panorama resulta sombrío, y más aún dicho por alguien de <strong>la</strong> calidad<br />

moral y el conocimiento que posee el Padre Nicolás. Y, ante esto,<br />

¿qué propone?<br />

En primer término, algo simple pero terriblemente complejo:<br />

forjar un mejor futuro para <strong>la</strong> humanidad. Los retos de <strong>la</strong> Compañía<br />

de Jesús no pueden ser otros que <strong>los</strong> que hoy tiene <strong>la</strong> sociedad; aunque<br />

vistos desde lo propio de nuestro quehacer como académicos,<br />

desde <strong>la</strong> profundidad de pensamiento y <strong>la</strong> imaginación creadora,<br />

guiados por el discernimiento ignaciano. Sin <strong>la</strong> comprensión de<br />

este nuevo y complejo mundo interior, creado por <strong>la</strong> globalización,<br />

poco podremos aportar.<br />

Lo segundo es redescubrir y poner en práctica nuestra universalidad.<br />

Estamos por todo el mundo y esta presencia nos ha permitido<br />

tener una visión amplia para rep<strong>la</strong>ntear <strong>la</strong> comprensión de <strong>la</strong> identidad,<br />

<strong>la</strong> pertenencia y <strong>la</strong> responsabilidad. Ahora vemos que somos<br />

una so<strong>la</strong> humanidad con desafíos y problemas comunes, de <strong>la</strong> que somos<br />

responsables. La universidad se ha de convertir en un proyecto<br />

social, de manera semejante a como lo concibió el Padre El<strong>la</strong>curía:<br />

Ser una fuerza cultural que abogue por <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> promocione;<br />

así como por el desarrollo, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> paz social.<br />

6 IBERO


El futuro está amenazado.<br />

Se ha ido imponiendo<br />

una cultura fruto de <strong>la</strong><br />

globalización, cuyo rasgo<br />

principal va siendo una<br />

enorme superficialidad.<br />

El Padre General Adolfo Nicolás, en <strong>la</strong> Ibero. Fotografías de Teresa Osorio Ochoa.<br />

El grave problema es que no terminamos de ser una verdadera<br />

red de universidades <strong>jesuitas</strong>. Cada una funciona con re<strong>la</strong>tiva autonomía;<br />

por eso su impacto como proyecto social es limitado. Se<br />

nos ha escapado el potencial que poseemos como organismo internacional<br />

y multicultural. ¿No podemos ir más allá de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />

informales que tenemos como familia y reorganizarnos para hacer<br />

realidad <strong>la</strong> universalidad tan propia de <strong>la</strong> visión ignaciana? ¿No<br />

podemos construir redes internacionales más eficaces y universales<br />

como instituciones de educación superior para convertirnos en un<br />

único proyecto social de carácter mundial? Si pudiéramos lograrlo,<br />

se podría trabajar con creatividad el análisis y solución de <strong>la</strong> pobreza,<br />

<strong>la</strong> desigualdad y <strong>la</strong>s otras formas de injusticia en el mundo, como <strong>la</strong><br />

degradación del medio ambiente, cuyos afectados principales son<br />

<strong>los</strong> pobres.<br />

El último reto propuesto es aceptar el compromiso de <strong>la</strong> Compañía<br />

de Jesús con el ministerio académico. Para nosotros éste es<br />

un verdadero “aposto<strong>la</strong>do”. La investigación siempre está dirigida<br />

a mejorar <strong>la</strong>s vidas de <strong>la</strong>s personas; no es simplemente una abstrusa<br />

conversación entre miembros de un excluyente grupo de élite. La<br />

tan traída y llevada “sociedad del conocimiento” se ha convertido<br />

en fuente de exclusión para <strong>la</strong>s sociedades, pues sin duda sólo algunos<br />

sectores resultan beneficiados, pero no así <strong>la</strong>s mayorías.<br />

De ahí que el Padre General <strong>la</strong>nce una serie de preguntas que<br />

deberían de pararnos en seco para hacer un profundo examen de<br />

conciencia sobre el sentido de nuestras universidades: ¿A final de<br />

cuentas, quiénes se benefician del conocimiento producido en<br />

nuestras instituciones y quiénes no? ¿Cómo podemos compartir<br />

con mayor eficacia este conocimiento con <strong>los</strong> pobres y excluidos?<br />

¿Se han convertido <strong>los</strong> c<strong>la</strong>ustros de profesores y <strong>los</strong> estudiantes en<br />

voz de <strong>los</strong> sin voz; en fuentes de derechos humanos para aquel<strong>los</strong> a<br />

quienes se les niegan esos derechos; en recursos de protección para<br />

el medio ambiente; en personas solidarias con <strong>los</strong> pobres?<br />

El reto es verdaderamente mayúsculo. Sin profundidad de pensamiento,<br />

imaginación, pasión moral y convicción espiritual, no hay<br />

posibilidad de avanzar por <strong>la</strong> línea trazada. Para eso tenemos <strong>la</strong> tradición<br />

ignaciana guiada por el Discernimiento. Pero <strong>la</strong> verdadera<br />

cuestión va más allá de una mera orientación o mejora de nuestro<br />

servicio; nos <strong>la</strong>nza a preguntarnos si no es necesario reorientar <strong>la</strong><br />

misión de <strong>la</strong> educación superior jesuita. Con <strong>la</strong> sencillez que el<br />

Padre Nicolás utiliza en sus intervenciones, deja caer una serie de<br />

cuestionamientos que no podemos tomar a <strong>la</strong> ligera o cubrir con<br />

ideologías justificadoras que rápidamente tienden a <strong>la</strong> descalificación<br />

para continuar como si nada hubiera pasado.<br />

La educación ignaciana ha de cambiar a <strong>los</strong> estudiantes: ¿En qué<br />

se convierten al estar con nosotros? ¿Cuántos egresados adquirieron<br />

<strong>la</strong> experiencia de interactuar con <strong>la</strong> realidad que <strong>los</strong> transformó hasta<br />

lo más profundo de su ser? ¿Sólo estamos pob<strong>la</strong>ndo el mundo de<br />

bril<strong>la</strong>ntes y capaces superficialidades? Es imperativo preguntarnos si,<br />

en <strong>la</strong> mentalidad de San Ignacio, nuestras universidades —hoy en<br />

día— cabrían dentro de lo que él concibió como “ministerio de <strong>la</strong><br />

Compañía”. ¿Dónde y cómo podemos servir mejor a <strong>la</strong>s necesidades<br />

de <strong>la</strong> Iglesia y del mundo, dónde somos más necesarios?<br />

Hay que recrear el espíritu. La imaginación creativa y el rigor intelectual<br />

en <strong>la</strong> reflexión sobre <strong>la</strong> experiencia de <strong>la</strong> realidad, que incluye<br />

el mundo destrozado de <strong>los</strong> pobres, han de llevarnos a construir un<br />

mundo más humano, justo, sostenible. No hay otro camino que el de<br />

<strong>la</strong> pedagogía de <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción ignaciana (imaginación creativa) que<br />

implica una profunda interacción con lo real: llegar a sus profundidades<br />

y recrear<strong>la</strong>. Nuestra apuesta se sustenta en el Espíritu: estamos convencidos<br />

que es posible contribuir a forjar un mejor futuro.<br />

Ibero 7


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

›Religiosidad inteligente<br />

Car<strong>los</strong> Muñoz Izquierdo<br />

Doctor en P<strong>la</strong>neación Educativa. Académico Emérito y ex director del<br />

Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de <strong>la</strong> Educación (INIDE)<br />

de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Entre otros<br />

reconocimientos, ha recibido el Premio Interamericano de Educación<br />

“Andrés Bello”, otorgado por <strong>la</strong> Organización de Estados Americanos<br />

(OEA) y el Premio a <strong>la</strong> Contribución a <strong>la</strong> Educación Superior,<br />

concedido por <strong>la</strong> Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de<br />

Educación Superior (ANUIES)<br />

Introducción<br />

No es por casualidad que <strong>los</strong> editores de IBERO hayan decidido incluir<br />

en este número —dedicado, en su parte medu<strong>la</strong>r, a <strong>la</strong>s obras educativas<br />

impulsadas por <strong>la</strong> Compañía de Jesús— una reflexión sobre<br />

<strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> religiosidad inteligente y <strong>la</strong> educación. Nuestra<br />

exposición, que se referirá primordialmente a <strong>la</strong> educación superior,<br />

estará dividida en dos partes. En <strong>la</strong> primera, expondremos lo que entendemos<br />

por “religiosidad inteligente”; resumiremos <strong>la</strong>s aportaciones<br />

que han hecho algunos especialistas para explicar el proceso a través<br />

del cual <strong>la</strong> religiosidad de <strong>la</strong>s personas adquiere <strong>la</strong>s características que<br />

distinguen a <strong>la</strong> religiosidad mencionada; y nos referiremos a <strong>la</strong> forma<br />

en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> misma se manifiesta en <strong>la</strong>s conductas de <strong>los</strong> individuos.<br />

En <strong>la</strong> segunda parte abordaremos el tema central de este ensayo. Nos<br />

referiremos a <strong>la</strong> influencia que <strong>la</strong> religiosidad inteligente puede tener<br />

en <strong>la</strong> orientación de <strong>los</strong> p<strong>la</strong>nes de estudios de <strong>la</strong>s carreras profesionales;<br />

así como a <strong>la</strong>s repercusiones que esa religiosidad puede tener en <strong>la</strong> selección<br />

e interpretación de <strong>los</strong> contenidos de <strong>los</strong> propios currícu<strong>los</strong>.<br />

Religiosidad inteligente<br />

La religiosidad es uno de <strong>los</strong> factores que explican <strong>la</strong>s creencias,<br />

convicciones y conductas de <strong>la</strong>s personas y, como expondremos en<br />

seguida, <strong>la</strong> que puede ser considerada como “inteligente” se caracteriza<br />

por ser aceptada autónoma y libremente por cada individuo;<br />

por tanto, se re<strong>la</strong>ciona con <strong>la</strong> madurez psicológica. Los especialistas<br />

han desarrol<strong>la</strong>do varios mode<strong>los</strong> para explicar el proceso por el que<br />

transita <strong>la</strong> religiosidad de <strong>los</strong> individuos hasta que ésta adquiere <strong>la</strong>s<br />

características arriba mencionadas. Uno de <strong>los</strong> más recientes fue<br />

propuesto por J. Fowler (1987), y describe <strong>la</strong> conformación de <strong>la</strong>s<br />

Cuando <strong>la</strong>s creencias son el resultado de <strong>la</strong><br />

maduración espiritual, dan paso a una religiosidad<br />

que, sin prescindir de <strong>la</strong> comunicación con <strong>la</strong><br />

divinidad, también repercute muy c<strong>la</strong>ramente en <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>ciones de cada persona con sus semejantes.<br />

8 IBERO


creencias a través de un proceso paralelo a <strong>los</strong> que siguen el desarrollo<br />

cognoscitivo (explicado por J. Piaget), el desarrollo humano,<br />

(explicado por E. Erikson), así como el desarrollo del juicio moral,<br />

propuesto por L. Kohlberg. Fowler distingue en ese proceso seis<br />

etapas, que se inician en <strong>la</strong> “fe intuitiva” y desembocan en <strong>la</strong> “fe<br />

universalista”. Ésta se caracteriza, entre otras cosas, por el hecho de<br />

que quienes <strong>la</strong> profesan son personas más lúcidas y, sin embargo, más<br />

“plenamente humanas” que, por lo mismo, están dispuestas a mantener<br />

<strong>la</strong>zos de amistad con otros individuos cuya fe se encuentre en<br />

etapas anteriores del mismo proceso de maduración. En síntesis, el<br />

proceso descrito por dicho autor desemboca en lo que comúnmente<br />

recibe el nombre de “madurez espiritual”.<br />

Otro modelo, atribuido a J. Westerhoff (1976: 9-126), es menos<br />

complejo que el mencionado anteriormente, pues considera que <strong>la</strong>s<br />

creencias individuales se desarrol<strong>la</strong>n en cuatro etapas. La primera corresponde<br />

a una “fe experiencial” (que se recibe en <strong>la</strong> familia); <strong>la</strong> última<br />

se convierte en una “fe propia” (que resulta de <strong>la</strong> evaluación informada<br />

de <strong>la</strong>s otras etapas intermedias). A esas etapas corresponden <strong>la</strong> “fe<br />

afiliativa” (que se apoya en el sentido de pertenencia y es producto del<br />

proceso de socialización), así como <strong>la</strong> “fe investigativa” (misma que, a<br />

su vez, es un producto de <strong>los</strong> cuestionamientos a <strong>la</strong> anterior).<br />

Como se habrá podido advertir, ambos mode<strong>los</strong> describen en téry<br />

educación superior<br />

minos re<strong>la</strong>tivamente simi<strong>la</strong>res <strong>la</strong> adquisición de <strong>la</strong> religiosidad que,<br />

desde nuestro punto de vista, merece el calificativo de inteligente.<br />

Manifestación de <strong>la</strong> religiosidad inteligente en <strong>la</strong>s<br />

conductas personales<br />

Todas <strong>la</strong>s personas que profesan alguna religión (independientemente<br />

de <strong>la</strong> etapa en <strong>la</strong> que se encuentre el desarrollo de sus<br />

creencias) participan, con distinta intensidad y frecuencia variable,<br />

en determinados ritos litúrgicos. Sin embargo, cuando <strong>la</strong>s creencias<br />

se encuentran en <strong>la</strong>s primeras etapas del proceso arriba descrito, se<br />

manifiestan en una participación litúrgica meramente “vertical” (así<br />

l<strong>la</strong>mada porque sólo se refleja en <strong>la</strong> comunicación del individuo con<br />

<strong>la</strong> divinidad). En cambio, cuando <strong>la</strong>s creencias son el resultado de<br />

<strong>la</strong> maduración espiritual, dan paso a una religiosidad que, sin prescindir<br />

de <strong>la</strong> comunicación con <strong>la</strong> divinidad, también repercute muy<br />

c<strong>la</strong>ramente en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de cada persona con sus semejantes. De<br />

manera particu<strong>la</strong>r, en esto se apoya el “compromiso social” (es decir,<br />

el cumplimiento de <strong>la</strong> responsabilidad que tiene cada persona de<br />

poner sus capacidades y conductas al servicio de <strong>la</strong> justicia). 1<br />

Foto: Corbis.<br />

Re<strong>la</strong>ciones entre <strong>la</strong> “religiosidad inteligente”<br />

y <strong>la</strong> educación superior 2<br />

De lo dicho en <strong>la</strong>s líneas anteriores se desprende que <strong>la</strong> religiosidad<br />

inteligente (en cuanto inspira conductas compatibles con el compromiso<br />

social) tiene que imprimir un sello característico en <strong>los</strong> mode<strong>los</strong><br />

de ejercicio profesional hacia <strong>los</strong> que se dirigen <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong>,<br />

así como en <strong>la</strong> forma en <strong>la</strong> que <strong>los</strong> profesores —y sus estudiantes—<br />

interpretan <strong>los</strong> contenidos de <strong>la</strong>s ciencias y <strong>la</strong>s humanidades.<br />

Mode<strong>los</strong> de ejercicio profesional<br />

Como sabemos, <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong> están conformados por un conjunto<br />

de contenidos, procedimientos y prácticas que son necesarios para<br />

adquirir <strong>los</strong> conocimientos, actitudes y habilidades que se orientan<br />

hacia una finalidad determinada. En el caso de <strong>la</strong> educación superior,<br />

esa finalidad queda p<strong>la</strong>smada en <strong>los</strong> mode<strong>los</strong> de ejercicio profesional<br />

hacia <strong>los</strong> que se orientan <strong>los</strong> p<strong>la</strong>nes y programas de estudios.<br />

Por lo anterior, <strong>la</strong> religiosidad inteligente aconseja ofrecer a <strong>los</strong><br />

alumnos diversas oportunidades curricu<strong>la</strong>res y extracurricu<strong>la</strong>res,<br />

que les permitan adquirir el hábito de reflexionar sobre el significado,<br />

<strong>la</strong>s implicaciones o <strong>la</strong>s raíces histórico-culturales de <strong>los</strong> problemas<br />

humanos y sociales que afectan a <strong>los</strong> sectores más pauperizados<br />

de <strong>la</strong> sociedad. Otras experiencias educativas que <strong>la</strong>s instituciones de<br />

educación superior pueden propiciar en sus alumnos se refieren al<br />

estudio de asignaturas re<strong>la</strong>cionadas con algunos mode<strong>los</strong> deseables<br />

de práctica profesional —o con determinados enfoques sobre <strong>la</strong>s<br />

formas de tratar <strong>los</strong> problemas del país.<br />

Ibero 9


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

Asimismo, <strong>la</strong> religiosidad inteligente exige<br />

que <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong> incluyan actividades<br />

encaminadas a favorecer —en <strong>los</strong> alumnos—<br />

el desarrollo de <strong>la</strong>s habilidades que<br />

necesitarán para estar condiciones de neutralizar<br />

(a través de su propio ejercicio profesional)<br />

<strong>los</strong> factores determinantes de <strong>los</strong><br />

problemas que reflejan un funcionamiento<br />

inadecuado de nuestro sistema social. Particu<strong>la</strong>r<br />

importancia tiene, desde este punto<br />

de vista, el servicio social que forma parte de <strong>los</strong> currícu<strong>los</strong> de diversas<br />

carreras profesionales, pues aquél ofrece a <strong>los</strong> alumnos diversas<br />

oportunidades para adquirir <strong>la</strong>s competencias que les permitirán<br />

contribuir, en su momento, a resolver <strong>los</strong> problemas que afectan a<br />

<strong>los</strong> sectores mayoritarios del país.<br />

Interpretación de <strong>los</strong> contenidos de <strong>la</strong>s ciencias<br />

y <strong>la</strong>s humanidades<br />

Como decíamos, <strong>los</strong> valores derivados de una religiosidad inteligente<br />

también se reflejan en <strong>los</strong> significados de <strong>los</strong> contenidos curricu<strong>la</strong>res<br />

aportados por <strong>la</strong>s ciencias y <strong>la</strong>s humanidades, lo que ocurre<br />

tanto en <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s como fuera de el<strong>la</strong>s. 3 Aunque esta afirmación es<br />

válida para una enorme cantidad de contenidos científicos y humanísticos,<br />

citaremos a continuación un solo ejemplo —tomado de <strong>la</strong><br />

economía política— que <strong>la</strong> comprueba en forma contundente.<br />

Al analizar <strong>los</strong> escritos de Adam Smith (quien es considerado,<br />

como sabemos, el “padre de <strong>la</strong> ciencia económica”) 4 un autor español<br />

descubrió, desde el último tercio del siglo XIX (González. Z:<br />

1873: 1-121), que “el error más importante del sistema económico<br />

explicado por Smith y sus seguidores, así como el defecto capital<br />

del mismo —ante el cual desaparecen todas <strong>la</strong>s bellezas y méritos<br />

que se quieran suponer en sus escritos— es una indiferencia moral<br />

y religiosa basada en un espíritu de egoísmo y de indiferencia que<br />

el cristianismo no puede menos que condenar, pues es opuesto a su<br />

enseñanza, a su historia y a su misión divina sobre <strong>la</strong> tierra.<br />

Los valores derivados de una<br />

religiosidad inteligente también<br />

se reflejan en <strong>los</strong> significados de<br />

<strong>los</strong> contenidos curricu<strong>la</strong>res.<br />

Efectivamente, reflexionaba González, “en medio de sus extensas<br />

teorías sobre <strong>la</strong> producción y distribución de <strong>la</strong>s riquezas, sobre el<br />

consumo de <strong>la</strong>s mismas y sobre <strong>la</strong>s ventajas de <strong>la</strong> división del trabajo,<br />

Smith no buscó impedir <strong>la</strong> degradación moral del hombre, no le preocupó<br />

<strong>la</strong> suerte de esa c<strong>la</strong>se infortunada de obreros sepultados en <strong>la</strong>s<br />

fábricas y talleres; en una pa<strong>la</strong>bra, en <strong>la</strong> teoría de Smith el hombre moral<br />

y religioso no significaba nada, pues desaparecía por completo ante<br />

el hombre material, el hombre máquina, el productor de <strong>la</strong> riqueza.<br />

Por eso, <strong>los</strong> partidarios de <strong>la</strong> economía liberal definieron al hombre<br />

como “un capital acumu<strong>la</strong>do, que no tiene valor sino según <strong>la</strong> masa<br />

de este capital en el interés de <strong>la</strong> producción”. Por <strong>la</strong> misma razón, Say<br />

(principal representante y propagador —en <strong>la</strong> Europa continental—<br />

de <strong>la</strong>s teorías de Smith) afirmó osadamente que “<strong>la</strong> equidad no prescribe<br />

<strong>los</strong> socorros públicos”. 5 En síntesis, es obvio que “esa escue<strong>la</strong> se<br />

encerró en el estrecho círculo de <strong>los</strong> intereses materiales, y prescindió<br />

enteramente de <strong>los</strong> intereses morales y religiosos del hombre”.<br />

Así, pues, como se habrá podido apreciar, estas citas reflejan nítidamente<br />

<strong>la</strong> influencia que puede tener el considerar <strong>los</strong> valores<br />

derivados de una religiosidad inteligente (en el sentido en que aquí<br />

<strong>la</strong> hemos definido) o el dejar<strong>los</strong> de <strong>la</strong>do, al interpretar <strong>los</strong> contenidos<br />

de una ciencia determinada. Y el hecho de que <strong>los</strong> escritos de Smith<br />

y Say se hayan convertido en el fundamento del sistema económico<br />

actualmente vigente, obliga a <strong>los</strong> universitarios a examinar esos<br />

escritos (y <strong>los</strong> derivados de <strong>los</strong> mismos) con <strong>la</strong> misma lente con que<br />

fueron observados por el autor citado.<br />

1 Cabe recordar que a este tema, por su importancia, fue dedicado el primer<br />

número de IBERO.<br />

2 Es importante hacer notar que el análisis que aquí hacemos —y <strong>la</strong>s conclusiones<br />

que extraeremos del mismo— no son aplicables exclusivamente a una religiosidad<br />

inspirada en <strong>la</strong> religión cristiana. Por eso recomendamos al lector consultar, al<br />

respecto, <strong>la</strong> conferencia dictada por el profesor P. Krishna (ex rector del Centro de<br />

Educación de Rajghat, de Varanasi, India) en el XXII Congreso Internacional Montessori,<br />

que se realizó en <strong>la</strong> Universidad de Upssa<strong>la</strong>, Suecia. (Cf. Krishna, P: 1997.)<br />

3 No nos referimos aquí a <strong>los</strong> contenidos curricu<strong>la</strong>res basados en verdades reve<strong>la</strong>das,<br />

porque el<strong>los</strong> corresponden a un tema de enorme complejidad, que no sería<br />

posible abordar en el espacio del que podemos disponer. Ver, por ejemplo, <strong>la</strong> amplia<br />

discusión del mismo que se encuentra en el capítulo de <strong>la</strong> Stanford Encyclopedia<br />

of Phi<strong>los</strong>ophy, dedicado a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre ciencia y religión (el cual fue escrito<br />

en febrero de 2007 y “revisado sustancialmente” el 27 de mayo de 2010). Además,<br />

el lector puede encontrar una novedosa síntesis de esta discusión en: Latapí, P.<br />

(2008), así como el estudio empírico acerca de <strong>la</strong> religiosidad de <strong>los</strong> científicos, que<br />

habiendo sido realizado en 1916 y replicado ochenta años después (por supuesto<br />

que por otro autor), llegó a conclusiones muy semejantes. Esos estudios son citados<br />

por Mönckeberg, B. (1999).<br />

4 Cabe recordar que en <strong>los</strong> escritos de Smith y sus seguidores se apoya <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada<br />

“economía neoliberal” que ha tomado carta de ciudadanía en el mundo<br />

actual. Por eso es importante mencionar que, de acuerdo con varios pensadores<br />

—entre <strong>los</strong> que se encuentra el filósofo ho<strong>la</strong>ndés Rob Riemen— “ese sistema económico<br />

ha dado lugar a <strong>la</strong> crisis de violencia por <strong>la</strong> que atraviesa nuestro país, <strong>la</strong><br />

cual es parte de <strong>la</strong> que azota al mundo occidental”. (Agradezco a Manuel Bravo,<br />

asistente de investigación del INIDE, el haberme puesto en contacto con <strong>la</strong>s ideas<br />

de ese filósofo, quien el 27 de agosto del año en curso impartió una conferencia<br />

magistral en el Coloquio “Valores para una Sociedad Contemporánea”, realizado<br />

en el Centro Cultural Universitario T<strong>la</strong>telolco.)<br />

5 Nosotros <strong>los</strong> l<strong>la</strong>maríamos “políticas públicas diseñadas para combatir <strong>la</strong>s desigualdades<br />

sociales”.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

Fowler, J. (1987). Faith Development and Pastoral Care. Phi<strong>la</strong>delphia: Fortress Press.<br />

González, Z. (1873). Estudios religiosos, fi<strong>los</strong>óficos, científicos y sociales, tomo II, Madrid:<br />

Imprenta de Policarpo López.<br />

Krishna, P. (1997). La educación correcta para el siglo XXI.<br />

En: www.unidad-servicio-uruguay.org/a2r7p1.pdf<br />

Latapí, P. (2008). “Ciencia y fe: una visión alternativa”. En: La Cuestión Social, año 16,<br />

núm. 4 (octubre-diciembre), pp. 357-361. México: IMDOSOC.<br />

Möncheberg, B. (1999). Religión, ciencia y alma. Conferencia dictada en el seminario<br />

“Una mirada al alma” organizado por <strong>la</strong> Universidad Católica Andrés Bello, de<br />

Caracas, Venezue<strong>la</strong>, <strong>la</strong> cual fue publicada en <strong>la</strong> revista Creces (julio).<br />

Riemen, R. (2010). Entrevista concedida al diario La Jornada, publicada en <strong>la</strong> sección<br />

“Cultura”, el 27 de agosto.<br />

Stanford Encyclopedia of Phi<strong>los</strong>ophy (2007, 2010). “Religion and Science”.<br />

En: http://p<strong>la</strong>to.stanford.edu/entries/religion-science<br />

Westerhoff, J. (1976). Will Our Children Have Faith?. New York: The Seabury Press.<br />

10 IBERO


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

Eugenio Páramo<br />

Ortega, S. J.<br />

Centro Universitario Ignaciano de<br />

<strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad<br />

de México<br />

›Educación, tecnología,<br />

humanismo y valores<br />

Lo novedoso es que el Padre General<br />

hace un análisis incisivo de <strong>los</strong> cambios<br />

positivos y negativos de <strong>la</strong> educación actual.<br />

En particu<strong>la</strong>r abundó en <strong>la</strong> exagerada<br />

valoración de <strong>la</strong> cultura a través de Internet.<br />

Foto: Corbis.<br />

12 IBERO


Nada de lo que vivimos tiene<br />

sentido si no tocamos el corazón<br />

de <strong>la</strong>s personas.<br />

Cora Coralina<br />

En <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana de <strong>la</strong> ciudad de México se<br />

realizó <strong>la</strong> Reunión Mundial de Rectores de Universidades<br />

encomendadas a <strong>la</strong> Compañía de Jesús, del 22 al 24 de abril<br />

de 2010. Presidió <strong>la</strong> asamblea el Padre Adolfo Nicolás S. J., Superior<br />

General. Impartió una conferencia magistral titu<strong>la</strong>da: “Profundidad,<br />

universalidad y ministerio académico. Desafíos a <strong>la</strong> educación superior<br />

jesuita de hoy”. En <strong>la</strong>s siguientes páginas comentaré mis impresiones<br />

de dicha conferencia.<br />

Todo fue comunicado por el Padre Nicolás con un estilo de oratoria<br />

sencil<strong>la</strong>, profunda, realista, sugerente. La sencillez, transmisión<br />

cordial, abre <strong>los</strong> recónditos entresijos de <strong>la</strong> receptividad; es como<br />

un rico regalo con pocas envolturas. Se me ha pedido<br />

que comente lo que me ha impactado. Iré espigando<br />

unas citas leídas en el texto, seña<strong>la</strong>das con comil<strong>la</strong>s.<br />

Educación viene de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>la</strong>tinas educare,<br />

ducere. Significa conducir, seña<strong>la</strong>r. María Moliner<br />

<strong>la</strong> define del siguiente modo: “Preparar<br />

<strong>la</strong> inteligencia y el carácter de <strong>los</strong> niños para<br />

que vivan en sociedad”. Humanismo: aprovechar<br />

todos <strong>los</strong> conocimientos que enriquecen<br />

el espíritu y <strong>la</strong> sensibilidad. Tecnología:<br />

utilizar toda <strong>la</strong> ciencia para <strong>la</strong> obtención<br />

de objetivos de construcción positiva. Valores:<br />

buscar y practicar aquel<strong>los</strong> principios humanos,<br />

para vivir<strong>los</strong> en todas <strong>la</strong>s acciones que dignifiquen a<br />

<strong>la</strong> persona en beneficio individual y comunitario.<br />

Contra <strong>la</strong> globalización de <strong>la</strong> superficialidad<br />

En un diálogo previo se le pidió al Padre Nicolás que hab<strong>la</strong>ra sobre<br />

<strong>la</strong>s cinco prioridades de <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong> Compañía de Jesús en<br />

el mundo de hoy. “La primera preocupación naturalmente y creo<br />

que sin esa nuestro servicio al mundo sería muy limitado, es nuestra<br />

renovación espiritual: quiénes somos, de dónde venimos, cuál es<br />

nuestro carisma, <strong>la</strong> función en <strong>la</strong> iglesia y el mundo, cuál es nuestra<br />

inspiración de todo lo que tratamos de hacer y servir”. En su exposición<br />

se encuentran <strong>los</strong> principios ancestrales del origen, aplicación<br />

y desarrollo de <strong>la</strong> experiencia de <strong>los</strong> quinientos años de trabajo<br />

educativo de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>. ¿Entonces qué hay de nuevo? Lo novedoso<br />

es que el Padre General hace un análisis incisivo de <strong>los</strong> cambios positivos<br />

y negativos de <strong>la</strong> educación actual. En particu<strong>la</strong>r abundó en<br />

<strong>la</strong> exagerada valoración de <strong>la</strong> cultura a través de Internet.<br />

Hizo una crítica valiente cuando afirmó que estamos viviendo<br />

una “globalización de <strong>la</strong> superficialidad”. Es demasiado lo que recibimos<br />

de información a través de <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong>, que no podemos<br />

asimi<strong>la</strong>r. La rapidez y el poco esfuerzo que hacemos para obtener<br />

información nos quitan <strong>la</strong> oportunidad personal o de grupo de<br />

distinguir lo bueno de <strong>la</strong> basura, lo superfluo de lo constructivo.<br />

Con una anécdota re<strong>la</strong>tó lo que opinaron dos profesores <strong>jesuitas</strong><br />

de <strong>la</strong> Universidad de Sofía, en Japón: “Internet es maravil<strong>los</strong>o. Se<br />

puede obtener una información tan rápida y fácilmente que debemos<br />

confesar que ahora leemos y pensamos menos, pasamos menos<br />

tiempo discerniendo qué hacer”. Si <strong>los</strong> profesores dicen esto, ¿qué<br />

podemos decir de <strong>los</strong> estudiantes?<br />

“La globalización de <strong>la</strong> superficialidad constituye un desafío para<br />

<strong>la</strong> educación superior jesuita en el sentido que es menester promover<br />

nuevas formas creativas de aquel<strong>la</strong>s características que distinguen <strong>la</strong><br />

tradición ignaciana, como profundidad de pensamiento e imaginación”.<br />

Profundidad de pensamiento, anotación c<strong>la</strong>ve, de <strong>la</strong> pedagogía<br />

ignaciana, se encuentra en el número 2 del umbral de <strong>los</strong> Ejercicios<br />

espirituales de San Ignacio de Loyo<strong>la</strong>: “No es el mucho saber<br />

lo que harta y satisface al alma, sino más bien el sentir y<br />

gustar de <strong>la</strong>s cosas internamente”. La sabiduría que<br />

significa saborear, gustar, y no tanto abundancia,<br />

ni ultravelocidad como en <strong>la</strong>s computadoras.<br />

Más bien <strong>la</strong> sabiduría que alimenta e impulsa,<br />

a través de volver sobre el texto, comprenderlo,<br />

asimi<strong>la</strong>rlo. Esto es lo que nos puede<br />

educar —ser conducidos— hacia pensamientos<br />

hondos e imaginaciones recreativas<br />

que ilustren. Hay que buscar <strong>la</strong> sabiduría que<br />

origine p<strong>la</strong>cer intelectual, afectivo, que potencie<br />

acciones positivas.<br />

El Padre Nicolás subrayó <strong>la</strong> importancia de<br />

<strong>la</strong> imaginación que nos lleva a <strong>la</strong> creatividad: “La<br />

creatividad puede ser uno de <strong>los</strong> aspectos más necesarios<br />

en <strong>los</strong> tiempos actuales, creatividad real no es<br />

simplemente seguir consignas, repetir lo que escuchamos. La<br />

creatividad real es un proceso activo y dinámico para buscar respuestas<br />

a preguntas reales, inteligentes, encontrar opciones a un mundo<br />

infeliz que parece ir en direcciones que nadie puede contro<strong>la</strong>r”.<br />

Por una inspiración ignaciana común<br />

El tema de <strong>la</strong> universalidad educativa, ocupa en su discurso un sitio<br />

importante. Para llenar este vacío de lo más universal, o extenderlo<br />

con mayor efectividad, sugiere <strong>la</strong>s “redes” de intercambios culturales.<br />

Acrecentar <strong>la</strong> comunicación de experiencias educativas, de ayudas<br />

interuniversitarias, viajes, visitas de alumnos y profesores hacia<br />

otras culturas de donde puede brotar el enriquecimiento comunitario.<br />

Comenta en su texto, que muchas personas de varias naciones<br />

y culturas, reconocen en <strong>la</strong> diversidad de nuestros centros de enseñanza<br />

superior, unas “similitudes familiares”. Seña<strong>la</strong> que hay que<br />

abundar en <strong>la</strong> realidad que ya se tiene: “Sólo hay una inspiración<br />

ignaciana en común en vez de una ‘red de universidades <strong>jesuitas</strong>’”.<br />

Comentó que cuando ha viajado se le pregunta por qué ha disminuido<br />

el número de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> que trabajan en obras sociales.<br />

Ha respondido que son menos numerosos y que por lo tanto también<br />

menos en número <strong>los</strong> que trabajan en <strong>la</strong>s <strong>la</strong>bores educativas.<br />

Y añadió: “Sin embargo tenemos al mismo tiempo más programas<br />

de relevancia social que antes en nuestras universidades y colegios”.<br />

Ibero 13


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

El Padre Nicolás subrayó<br />

<strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong><br />

imaginación que nos<br />

lleva a <strong>la</strong> creatividad.<br />

Actualmente en lo educativo, se tiene mayor convencimiento de <strong>la</strong><br />

práctica urgente de <strong>la</strong> promoción de lo social. Y añadió: “Sé que<br />

toda universidad jesuita, aunque sea de distintas maneras, persigue<br />

convertirse en lo que Ignacio El<strong>la</strong>curía, rector jesuita de <strong>la</strong> Universidad<br />

Centroamericana Simón Cañas, martirizado hace veinte años,<br />

l<strong>la</strong>maba proyecto social, impulsada por su compromiso al servicio<br />

de <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> justicia”.<br />

En el tema de <strong>la</strong> universalidad, el Padre Nicolás no sólo recuerda<br />

que, desde el origen <strong>la</strong> Compañía de Jesús ha tenido <strong>la</strong>bores sociales.<br />

También para confirmar y actualizar, citó el decreto 2, número 20,<br />

de <strong>la</strong> Congregación General XXXV: “El nuevo contexto de globalización<br />

nos exige actuar como un organismo universal con una<br />

misión universal, que hace realidad al mismo tiempo <strong>la</strong> diversidad<br />

radical de nuestras situaciones. Es como una comunidad mundial, y<br />

simultáneamente como una red de comunidades locales, que buscamos<br />

servir a otros en todo el mundo.”<br />

Como ideal de trabajo común, propuso lo que l<strong>la</strong>mó tres “Consorcios”:<br />

“El primero para confrontar con creatividad y desafío del<br />

surgimiento de ‘nuevos ateísmos’ agresivos”. Son anticlericales e incisivos.<br />

Y esto no obstante que en otros países como en el Japón<br />

—legendario país secu<strong>la</strong>r— se respeta con realismo <strong>la</strong> separación<br />

Iglesia y Estado. En cambio en otras naciones, aun numerosas en<br />

habitantes católicos, el ateísmo es combativo. Segundo consorcio:<br />

<strong>la</strong> mirada realista para responder al desafío de <strong>la</strong> gigantesca pobreza.<br />

Refirió que durante sus viajes le preguntan cuáles son <strong>los</strong> desafíos de<br />

<strong>la</strong> Compañía de Jesús, a lo que él responde: “El desafío es <strong>la</strong> búsqueda<br />

de sentido: ¿vale <strong>la</strong> pena vivir <strong>la</strong> vida? Y <strong>los</strong> desafíos que p<strong>la</strong>ntean<br />

<strong>la</strong> pobreza, <strong>la</strong> muerte, el sufrimiento, <strong>la</strong> violencia y <strong>la</strong> guerra.” Y el<br />

tercer consorcio está “centrado en nuestras inquietudes compartidas<br />

acerca de <strong>la</strong> degradación del medio ambiente en el mundo”. Como<br />

sabemos, esta problemática afecta más a <strong>los</strong> pobres y necesitados.<br />

Ministerio académico y fidelidad al patrimonio<br />

ignaciano<br />

Sobre el ministerio académico también me impactaron <strong>los</strong> puntos<br />

seña<strong>la</strong>dos por el Padre Nicolás, como fines en una universidad:<br />

“Si somos fieles a nuestro patrimonio ignaciano, <strong>la</strong> investigación<br />

debe concebirse siempre en términos de lo que <strong>la</strong> XXXIV Congregación<br />

General l<strong>la</strong>ma ‘ministerio académico o aposto<strong>la</strong>do intelectual’”,<br />

al cual define del siguiente modo: “Siempre es ‘ministerio’<br />

o ‘aposto<strong>la</strong>do’ al servicio de <strong>la</strong> fe, de <strong>la</strong> Iglesia, de <strong>la</strong> familia humana<br />

y del mundo creado que Dios desea acercar más y más al ámbito de<br />

su Reino de vida y amor”.<br />

P<strong>la</strong>nteó dos desafíos del “ministerio académico” que nacen de <strong>la</strong><br />

globalización moderna. El primero surge del hecho de que <strong>la</strong> globalización<br />

ha creado “sociedades de conocimiento”. De ahí que para<br />

el desarrollo “de personas, culturas y sociedades dependen enormemente<br />

del acceso al conocimiento para su desarrollo”. La pregunta<br />

inquietante es: ¿Cómo les vamos a proporcionar esa cultura a <strong>los</strong> pobres?<br />

Pregunta que hay que hacer en nuestras universidades: “¿Cómo<br />

se han convertido en <strong>la</strong> voz de <strong>los</strong> sin voz fuentes de derechos humanos<br />

para aquel<strong>los</strong> a <strong>los</strong> que se niegan derechos, recursos de protección<br />

del medio ambiente, personas solidarias con <strong>los</strong> pobres”.<br />

El segundo desafío atañe al cuestionamiento de una realidad de<br />

nuestro mundo, que con su “secu<strong>la</strong>rismo agresivo” afirma que “<strong>la</strong><br />

fe no tiene nada que decir al mundo y sus grandes problemas y<br />

por otro <strong>la</strong>do el resurgimiento de varios fundamentalismos”. Cita<br />

el Padre Nicolás al Papa Benedicto: “El secu<strong>la</strong>rismo como el fundamentalismo<br />

excluyen <strong>la</strong> posibilidad de un diálogo fructífero y<br />

una cooperación efectiva entre <strong>la</strong> razón y <strong>la</strong> fe religiosa”. Afirma el<br />

Padre Nicolás que “a medida que se propagan el secu<strong>la</strong>rismo y el<br />

fundamentalismo, nuestras universidades están l<strong>la</strong>madas a encontrar<br />

nuevas formas de renovar con creatividad este compromiso con el<br />

diálogo entre fe y cultura que siempre ha sido una marca distintiva<br />

del ministerio académico de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>”.<br />

El P. Nicolás citó de nuevo al Papa Benedicto, quien dijo a <strong>los</strong><br />

<strong>jesuitas</strong> reunidos en C. General 35, D. 1, n 13: “que <strong>la</strong> misión de <strong>la</strong><br />

Compañía de Jesús en <strong>la</strong> Iglesia estaba ‘en <strong>la</strong>s fronteras en donde<br />

convergen <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> ciencia moderna, <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> lucha por <strong>la</strong> justicia”.<br />

Y en <strong>la</strong> carta número 5: “Ésta no es una tarea simple sino que exige<br />

valor e inteligencia, y un profundo sentido de estar enraizado en el<br />

propio corazón de <strong>la</strong> Iglesia”.<br />

Conclusiones<br />

Al final hizo una síntesis de su Conferencia de acuerdo a una tradición<br />

jesuita: <strong>la</strong> “repetio”, recordar, resumir:<br />

1) “En respuesta a <strong>la</strong> globalización de <strong>la</strong> superficialidad, creo que<br />

necesitamos estudiar con mayor profundidad el mundo cultural<br />

emergente de nuestros estudiantes y encontrar maneras creativas de<br />

fomentar profundidad de pensamiento e imaginación, una profundidad<br />

que es transformadora de <strong>la</strong> persona”.<br />

2) “A fin de maximizar el potencial de <strong>la</strong>s nuevas posibilidades<br />

de comunicación y cooperación, insto a <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> a<br />

trabajar porque se establezcan redes operativas internacionales que<br />

aborden importantes temas tocantes a <strong>la</strong> fe, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> ecología,<br />

<strong>la</strong>s cuales p<strong>la</strong>ntean desafíos en <strong>los</strong> distintos países y continentes”.<br />

3) “Por último, les animo a buscar formas creativas de compartir<br />

<strong>los</strong> frutos de <strong>la</strong> investigación con <strong>los</strong> excluidos para contrarrestar <strong>la</strong><br />

desigualdad de <strong>la</strong> distribución del conocimiento; y en respuesta a<br />

<strong>la</strong> propagación mundial del secu<strong>la</strong>rismo y fundamentalismo, invito<br />

a <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> a renovar su compromiso con <strong>la</strong> tradición<br />

jesuita de ministerio académico como mediación entre fe y<br />

cultura”.<br />

Al formu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> siguiente pregunta rep<strong>la</strong>nteó <strong>la</strong> necesidad de ahondar<br />

en <strong>la</strong> reflexión: “Si San Ignacio fundara <strong>la</strong> Compañía de Jesús en<br />

este siglo XXI, ¿continuaría aprobando que <strong>la</strong>s universidades fueran<br />

un ministerio de <strong>la</strong> misma?”<br />

14 IBERO


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

›La tradición jesuita<br />

y <strong>la</strong>s nuevas fronteras<br />

en <strong>la</strong> educación<br />

En <strong>la</strong> última Congregación General<br />

(CG35) de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong>, en 2008, <strong>la</strong><br />

educación no fue abordada de manera<br />

específica, así como ninguno de <strong>los</strong><br />

campos apostólicos en <strong>los</strong> que está presente<br />

<strong>la</strong> Compañía de Jesús, en tanto, <strong>los</strong> documentos<br />

finales de este encuentro confirmaron<br />

<strong>la</strong>s anteriores opciones apostólicas<br />

y <strong>la</strong>nzaron un desafío para redescubrir<br />

nuestro carisma propio (CG 35, decreto<br />

II), apuntando a <strong>la</strong> necesidad de avanzar<br />

rumbo a “nuevas fronteras” (CG 35, Dec.<br />

I, 13.15; 2, 20).<br />

En este sentido, propongo aquí el siguiente<br />

ejercicio: <strong>la</strong> relectura de <strong>la</strong> tradición<br />

jesuita, según algunas características<br />

de <strong>la</strong> educación de <strong>la</strong> Compañía de Jesús<br />

(CE) y de <strong>la</strong> Pedagogía Ignaciana (PI),<br />

siguiendo <strong>la</strong> pista de Edgar Morin en su<br />

obra Los siete saberes necesarios para <strong>la</strong> educación<br />

del futuro (UNESCO, 2000). El autor<br />

propone siete factores para considerar <strong>la</strong><br />

educación del futuro:<br />

1) Las cegueras del conocimiento: el<br />

error y <strong>la</strong> ilusión;<br />

2) Los principios del conocimiento<br />

pertinente;<br />

3) Enseñar <strong>la</strong> condición humana;<br />

4) Enseñar <strong>la</strong> identidad terrena;<br />

5) Enfrentar <strong>la</strong>s incertidumbres;<br />

6) Enseñar <strong>la</strong> comprensión; y<br />

7) Antropoética o ética del género<br />

humano.<br />

De<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> concepción “universalizante”<br />

de Morin, rescatamos algunos<br />

elementos fundamentales de <strong>la</strong> tradición<br />

“singu<strong>la</strong>r” jesuita, indicando algunos “desp<strong>la</strong>zamientos”<br />

propios de <strong>la</strong> dinámica ignaciana.<br />

16 IBERO<br />

Pedro Rubens<br />

Ferreira Oliveira, S. J.<br />

Rector de La Universidad Católica de<br />

Pernambuco, Brasil<br />

1. Del riesgo del error al riesgo<br />

de <strong>la</strong> experiencia<br />

La visión jesuítica, de<strong>la</strong>nte del problema<br />

del riesgo del error y de <strong>la</strong> ilusión, propone<br />

una dinámica de conocimiento que<br />

busca transformar “<strong>los</strong> modos de pensar<br />

habituales mediante una constante interre<strong>la</strong>ción<br />

de experiencia, reflexión y acción”<br />

(CE). El sentido de <strong>la</strong> experiencia<br />

no es el de <strong>la</strong> verificación empírica, es de<br />

lo que normalmente l<strong>la</strong>mamos de vivencia<br />

y empatía. Por reflexión no se entiende<br />

<strong>la</strong> pura abstracción, más bien una inteligencia<br />

de realidad o una inteligibilidad<br />

de lo real. Esa visión nos distancia tanto<br />

del activismo y del inmediatismo cuanto<br />

de <strong>la</strong> oposición entre lo pragmático y lo<br />

teórico.<br />

En <strong>la</strong> Pedagogía Ignaciana se tomaron<br />

dos puntos más en esta dinámica: el<br />

“contexto de aprendizaje” y <strong>la</strong> evaluación,<br />

indispensable en una dinámica educativa<br />

que es también auto reflexiva (PI, p. 32).<br />

2. De <strong>la</strong> incertidumbre al<br />

misterio inagotable<br />

El tema de <strong>la</strong> incertidumbre, indicado<br />

por Morin, no aparece tan c<strong>la</strong>ramente en<br />

<strong>la</strong> propuesta jesuítica. Dos nociones importantes<br />

para <strong>la</strong> fe cristiana pueden ser<br />

trabajadas en esa perspectiva: <strong>la</strong> noción<br />

de “misterio”, que puede ser rescatada<br />

más allá de <strong>los</strong> esoterismos de moda y<br />

el concepto de “reve<strong>la</strong>ción” que merece<br />

ser revisado y quitado del contexto antimodernista<br />

en que surgió, para expresar<br />

<strong>la</strong> dimensión ambivalente de lo real. Al<br />

final, lo real nunca es evidente: tanto se<br />

reve<strong>la</strong> cuanto se esconde. Se presenta una<br />

“brecha” para deve<strong>la</strong>r un sentido de trascendencia:<br />

esa dimensión, antes de ser un<br />

asunto de fe o de religión, está en re<strong>la</strong>ción<br />

a una visión de ser humano, consciente de<br />

su finitud y abierto al misterio inagotable<br />

de su propia humanidad.


La educación jesuita se afirma como una<br />

tradición de búsqueda de <strong>la</strong> formación<br />

integral: excelencia académica que está en<br />

íntima re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> excelencia humana.<br />

3. De <strong>la</strong> pertinencia a <strong>la</strong><br />

excelencia<br />

La propuesta de un conocimiento pertinente<br />

nace de una crítica de <strong>la</strong> fragmentación<br />

del saber. La educación jesuita, por<br />

su parte, se afirma como una tradición<br />

de búsqueda de <strong>la</strong> formación integral:<br />

excelencia académica que está en íntima<br />

re<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong> excelencia humana (PI,<br />

107). Se trata de formar líderes que tomen<br />

posiciones de responsabilidad en <strong>la</strong><br />

sociedad. Ahora, esa perspectiva condujo<br />

a distorsiones que merecen ser criticadas<br />

y corregidas, por tanto cualquiera que<br />

haya sido <strong>la</strong> interpretación en el pasado, <strong>la</strong><br />

comprensión hodierna de <strong>la</strong> excelencia no<br />

es preparar una élite socioeconómica, sino<br />

formar líderes para el servicio del Reino de<br />

Dios, a través de <strong>la</strong> construcción de una<br />

sociedad más justa y solidaria (PI, 110).<br />

4. De <strong>la</strong> comprensión a <strong>la</strong><br />

solidaridad<br />

La mejor traducción jesuítica para <strong>la</strong> tarea<br />

que Morin l<strong>la</strong>ma “enseñar <strong>la</strong> comprensión”<br />

es “educar para <strong>la</strong> solidaridad”. A lo<br />

<strong>la</strong>rgo de toda su tradición, <strong>la</strong> educación<br />

jesuita procuró formar “<strong>la</strong> persona como<br />

una totalidad”: intelectual, profesional, psicológica,<br />

moral y espiritual. Y como dice<br />

el Padre Kolvenbach, “<strong>la</strong> persona en su<br />

totalidad en <strong>la</strong> realidad global emergente,<br />

con sus grandes posibilidades y profundas<br />

contradicciones, difiere de <strong>la</strong> persona en<br />

su totalidad de <strong>la</strong> Contrarreforma, de <strong>la</strong><br />

Revolución Industrial o del siglo XX. La<br />

persona del mañana, en su totalidad, no<br />

llegará a ser completa sin una conciencia<br />

formada de sociedad y cultura, para contribuir<br />

generosamente al mundo real, tal<br />

cual existe. La persona del mañana, en su<br />

totalidad, deberá ser, en síntesis, bien educada<br />

para <strong>la</strong> solidaridad.” 1<br />

La persona bien educada en <strong>la</strong> solidaridad,<br />

no sería formada so<strong>la</strong>mente en el ejercicio<br />

del diálogo de fe y cultura, fe y ciencia,<br />

fe y justicia, sino también en el espíritu<br />

de valorar <strong>la</strong>s otras culturas (CE, 22).<br />

5. De <strong>la</strong> identidad terrena a <strong>la</strong><br />

identificación con el Hijo de Dios<br />

La cuestión de <strong>la</strong> identidad en <strong>la</strong> formación<br />

jesuita “afirma <strong>la</strong> realidad del mundo”<br />

(CE, 22), en <strong>la</strong> línea de una identidad<br />

terrena sin insistir en <strong>la</strong> inclusión de Dios<br />

como parte constitutiva de esa identidad<br />

fundamental. Dios asume <strong>la</strong> condición<br />

humana, compartiendo <strong>la</strong> forma histórica<br />

del ser humano “igual a nosotros en todo<br />

menos en el pecado” y por esa encarnación,<br />

todo ser humano es l<strong>la</strong>mado a identificarse<br />

con el Hijo de Dios, una filiación<br />

que confiere a cada persona una dignidad<br />

inalienable, fundamento de todos <strong>los</strong> humanismos<br />

inspirados en el cristianismo.<br />

Lejos de promover ilusiones o idealismos,<br />

<strong>la</strong> educación jesuita proporciona<br />

un conocimiento del mundo en su ambivalencia:<br />

por un <strong>la</strong>do un conocimiento<br />

realista de <strong>la</strong> creación que ve <strong>la</strong> bondad<br />

de Dios en toda su creación y por otro<br />

incluye a <strong>la</strong> conciencia <strong>los</strong> efectos históricos<br />

y sociales del pecado (CE, 57). La<br />

educación debe tener como punto de<br />

partida a <strong>la</strong> realidad pero, vislumbrando<br />

en todo momento su transformación. En<br />

educación, el paso previo a una acción<br />

pertinente es el desarrollo de <strong>la</strong> capacidad<br />

humana en cuanto al conocimiento de <strong>la</strong><br />

realidad y <strong>la</strong> capacidad de evaluar<strong>la</strong> críticamente<br />

(CE, 58).<br />

Foto: Corbis.<br />

Ibero 17


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

La mejor traducción jesuítica<br />

para <strong>la</strong> tarea que Morin l<strong>la</strong>ma<br />

“enseñar <strong>la</strong> comprensión” es<br />

“educar para <strong>la</strong> solidaridad”<br />

Edgar Morin.<br />

6. De <strong>la</strong> condición humana a <strong>la</strong><br />

opción por lo humano<br />

La gran tradición de <strong>la</strong> educación jesuita<br />

está centrada en <strong>la</strong> persona humana, a partir<br />

de su condición actual y de sus potencialidades.<br />

Esto comprende, primeramente<br />

una formación integral de cada individuo<br />

dentro de <strong>la</strong> comunidad humana (CE, 22),<br />

desde <strong>la</strong> formación intelectual completa y<br />

profunda (CE, 26) hasta el desarrollo de<br />

<strong>la</strong> imaginación creativa y de <strong>la</strong> afectividad<br />

(CE 28), ayudando así en el desarrollo de<br />

todos sus talentos (CE, 25).<br />

El segundo aspecto acentúa <strong>la</strong> necesidad<br />

de <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> conciencia crítica:<br />

evaluar críticamente <strong>los</strong> medios de comunicación<br />

masiva (CE, 30) y hacer un uso<br />

crítico de <strong>la</strong>s tecnologías (CE, 27). El uso<br />

de <strong>los</strong> medios tanto/cuanto o en <strong>la</strong> medida<br />

que construyen nuestra humanidad (cf.<br />

EE, 23) implica una verdadera pedagogía<br />

como el “arte y <strong>la</strong> ciencia de enseñar”.<br />

Más allá de una simple metodología, debe<br />

incluir una perspectiva de mundo y una<br />

visión de <strong>la</strong> persona humana ideal que se<br />

pretende formar (PI, 11): “<strong>los</strong> jóvenes deben<br />

sentirse libres para seguir el camino<br />

que les permita crecer y desenvolverse<br />

como seres humanos” (PI, 15).<br />

7. De <strong>la</strong> antropoética a <strong>la</strong><br />

acción educativa: formar hombres<br />

y mujeres para <strong>los</strong> demás<br />

“El objetivo supremo de <strong>la</strong> educación jesuita<br />

es el desarrollo global de <strong>la</strong> persona,<br />

que conduce a <strong>la</strong> acción inspirada por el<br />

Espíritu y <strong>la</strong> presencia de Jesucristo, Hijo<br />

de Dios y hombre para <strong>los</strong> otros” (PI, 12).<br />

Toda <strong>la</strong> educación jesuita está orientada<br />

para <strong>la</strong> formación de y en valores: el conocimiento<br />

se une a <strong>la</strong> vida moral (CE,<br />

51) o ética.<br />

Las últimas congregaciones generales<br />

además de redefinir <strong>la</strong> misión jesuita con<br />

el binomio “defensa de <strong>la</strong> fe y promoción<br />

de <strong>la</strong> justicia” añaden el diálogo con <strong>la</strong>s religiones<br />

y <strong>la</strong>s culturas. La fe que promueve<br />

<strong>la</strong> justicia es el norte para <strong>la</strong> formación de<br />

un nuevo tipo de persona y de sociedad,<br />

en <strong>la</strong> que cada individuo tiene <strong>la</strong> oportunidad<br />

de ser plenamente humano, de<br />

<strong>la</strong> misma manera que cada uno acepta <strong>la</strong><br />

responsabilidad de promover el desarrollo<br />

humano de <strong>los</strong> demás (CE, 76) o de <strong>la</strong><br />

responsabilidad ciudadana (PI, 79).<br />

El principio genuino de esa educación<br />

orientada a <strong>los</strong> valores, descansa sobre una<br />

concepción fundamental como: “La conciencia<br />

de que <strong>la</strong>s personas y <strong>la</strong>s estructuras<br />

pueden cambiar, juntamente con el<br />

compromiso de trabajar por esos cambios,<br />

de modo que se construyan estructuras<br />

humanas más justas, que posibiliten el<br />

ejercicio de <strong>la</strong> libertad unido a una dignidad<br />

humana para todos”. (CE, 58).<br />

En esta perspectiva el valor mayor es<br />

el amor: por un <strong>la</strong>do “el amor se muestra<br />

más en obras que en pa<strong>la</strong>bras” (EE 231);<br />

por otro el amor a Dios implica el amor a<br />

<strong>la</strong> humanidad (CE, 82), preferentemente a<br />

<strong>los</strong> pobres (CE, 85).<br />

A manera de conclusión<br />

Recordar esas características y dinámicas,<br />

en un diálogo con lenguajes contemporáneos<br />

es una demostración impresionante<br />

de <strong>la</strong> actualidad de <strong>la</strong> tradición educativa<br />

jesuita. De<strong>la</strong>nte de <strong>los</strong> desafíos de <strong>la</strong> globalización<br />

se abren nuevas perspectivas:<br />

en primer lugar <strong>la</strong> educación jesuita está<br />

l<strong>la</strong>mada a profundizar el conocimiento<br />

para superar <strong>la</strong> globalización de <strong>la</strong> superficialidad<br />

y de <strong>la</strong> exclusión suscitada por<br />

<strong>la</strong> sociedad del conocimiento; en segundo<br />

lugar es necesario redescubrir <strong>la</strong> universalidad<br />

de <strong>la</strong> misión a través de redes de<br />

cooperación entre <strong>los</strong> diferentes trabajos<br />

apostólicos ignacianos, superando algunas<br />

dicotomías (fronteras antiguas) como por<br />

ejemplo entre pastoral educativa con <strong>la</strong><br />

pastoral social, trabajo popu<strong>la</strong>r con aposto<strong>la</strong>do<br />

intelectual, inserción local y misión<br />

universal, en fin se hace necesario repensar<br />

el aposto<strong>la</strong>do académico o educativo<br />

jesuita a partir de nuevas fronteras. 2<br />

La educación se presenta así como el<br />

ejercicio de redescubrir nuestro carisma.<br />

Recordemos que todo comenzó con un<br />

grupo de jóvenes universitarios que transformaron<br />

sueños en proyectos y realizaciones.<br />

Imagínense si el<strong>los</strong> hubieran tenido<br />

<strong>los</strong> medios hodiernos, mejor aun sería<br />

imaginar lo que podemos hacer con <strong>los</strong><br />

medios y <strong>la</strong>s oportunidades de que disponemos<br />

y tuviéramos <strong>la</strong> osadía y <strong>la</strong> creatividad<br />

de <strong>los</strong> primeros <strong>jesuitas</strong>. En este sentido,<br />

<strong>la</strong> tradición es como un anc<strong>la</strong> <strong>la</strong>nzada al<br />

futuro.<br />

(Traducción al español: Mgr. P. Hugo Ara.)<br />

1 Peter-Hans Kolvenbach, O serviço da fé e a promoção da justiça na educação superior dos <strong>jesuitas</strong> nos<br />

Estados Unidos, São Paulo, Ed. Loyo<strong>la</strong> Col. Ignatiana 45, pp. 11-32 y 24-25.<br />

2 Esos tres aspectos están inspirados en <strong>la</strong> conferencia del Padre General Adolfo Nicolás, S. J., a <strong>los</strong> representantes<br />

de <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> en el Congreso Internacional de Educación Jesuita realizado del 21 al 25 de abril<br />

de 2010, en <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana Ciudad de México.<br />

18 IBERO


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

Luis Ugalde, S. J.<br />

Analista político, ex Rector de <strong>la</strong> Universidad<br />

Católica Andrés Bello de Venezue<strong>la</strong> y miembro<br />

de número de <strong>la</strong> Academia de Ciencias<br />

Políticas y Sociales de Venezue<strong>la</strong><br />

›Las<br />

universidades<br />

<strong>jesuitas</strong> en<br />

América<br />

Latina frente<br />

al futuro<br />

La liberación por <strong>la</strong>s leyes<br />

Las universidades modernas nacieron con una gran fe en <strong>la</strong> razón<br />

y en <strong>la</strong> salvación por el conocimiento y <strong>la</strong>s leyes científicas. El enemigo<br />

era el oscurantismo. La diosa razón y sus leyes nos traerían <strong>la</strong><br />

liberación y, al conjuro del iluminismo, el mal y <strong>la</strong>s miserias humanas<br />

serían derrotados. La razón ilustrada confió más en <strong>la</strong> seguridad<br />

de <strong>la</strong>s leyes racionales que en <strong>la</strong> fragilidad de <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong><br />

responsabilidad humanas. La ley <strong>los</strong> hará libres, pensaban. Pero no<br />

<strong>la</strong> ley mosaica, ni el mandato del deber ser, sino <strong>la</strong>s leyes naturales<br />

que, según <strong>los</strong> ilustrados, están inscritas en <strong>la</strong> condición humana<br />

con <strong>la</strong> misma precisión que <strong>la</strong>s leyes físicas, químicas y biológicas.<br />

Descubran —decían— <strong>la</strong>s leyes naturales de <strong>la</strong> sociedad humana, de<br />

<strong>la</strong> física social y de <strong>la</strong> economía, respéten<strong>la</strong>s y el<strong>la</strong>s inexorablemente<br />

les llevarán a <strong>la</strong> plena felicidad. Leyes “objetivas” liberales, o leyes<br />

marxistas. Los liberales deístas creían que el Supremo Arquitecto del<br />

Universo había puesto <strong>la</strong>s leyes del mercado de manera que <strong>la</strong> búsqueda<br />

egoísta del interés propio por todos <strong>los</strong> millones de actores<br />

económicos llevaría a <strong>la</strong> mayor producción y mejor distribución de<br />

bienes y servicios.<br />

Años después, en <strong>la</strong> sociedad burguesa de libertades económicas<br />

irrestrictas, Marx se encontró con dantescos cuadros de miseria<br />

proletaria, algo muy distinto de <strong>la</strong> prometida libertad, igualdad y<br />

fraternidad.<br />

En respuesta, Marx también creyó descubrir <strong>la</strong> ley de <strong>la</strong> economía<br />

que explica el origen de <strong>la</strong> miseria y explotación humanas y que al<br />

mismo tiempo encierra <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve para llegar al paraíso y al hombre<br />

nuevo. La apropiación privada de <strong>los</strong> medios de producción sería <strong>la</strong><br />

causa de <strong>la</strong> explotación humana y de su alienación. La revolución<br />

proletaria llevaría a <strong>la</strong> toma del poder, a <strong>la</strong> supresión de esa apropiación<br />

privada y a <strong>la</strong> consecuente extinción del Estado y de <strong>la</strong><br />

alienación religiosa, como ya innecesario suspiro en <strong>la</strong> miseria para<br />

el hombre nuevo en plena felicidad y abundancia.<br />

Ambos, el liberalismo sin leyes morales ni restricciones jurídicas<br />

ni contrapesos socioinstitucionales, y <strong>la</strong> revolución comunista-estatista<br />

con eliminación total de <strong>la</strong> propiedad privada de <strong>los</strong> medios<br />

de producción, han sido probados durante <strong>la</strong>rgas décadas y están a<br />

<strong>la</strong> vista sus resultados antihumanos que dejan en evidencia histórica<br />

que esas supuestas leyes por sí mismas no nos liberan, ni producen<br />

el paraíso en <strong>la</strong> tierra.<br />

Los más de dos sig<strong>los</strong> transcurridos nos dejan algunas evidencias.<br />

Ciertamente, el desarrollo autónomo de <strong>la</strong> razón, de <strong>la</strong>s ciencias y<br />

del conocimiento, ha producido transformaciones que han revolucionado<br />

<strong>la</strong> historia y mode<strong>la</strong>do de manera asombrosa <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong><br />

cultura humanas. No menos evidente es que <strong>la</strong>s guerras y revoluciones<br />

más espantosas han ocurrido en estos dos sig<strong>los</strong> y que el poder<br />

destructivo, y <strong>la</strong> capacidad de control y de negación de vidas humanas<br />

en <strong>la</strong>s sociedades modernas supera todo lo antes imaginable.<br />

Por otra parte, hoy como nunca antes <strong>la</strong> humanidad tiene <strong>los</strong><br />

medios para derrotar el hambre, <strong>la</strong>s guerras y <strong>la</strong>s discriminaciones;<br />

pero también para destruir <strong>la</strong> tierra como hábitat humano con sólo<br />

dejarse llevar por <strong>la</strong> fuerza de <strong>la</strong> inercia económica dominante. Se<br />

requiere una nueva conciencia mundial para preservar y compartir<br />

<strong>los</strong> recursos naturales vitales y promover el diálogo hacia una humanidad<br />

única y solidaria.<br />

En medio de estos retos estamos nosotros, universitarios del siglo<br />

XXI, como responsables de contribuir al sentido y a <strong>la</strong> vida digna<br />

y libre en nuestros países y a <strong>la</strong> formación de personas capaces de<br />

discernir y de dirigir humanitaria y constructivamente <strong>los</strong> saberes<br />

instrumentales.<br />

Gloria de Dios y vida humana<br />

¿En el siglo XXI <strong>la</strong> universidad jesuita de inspiración cristiana es<br />

so<strong>la</strong>mente un nostálgico rezago cultural o más bien una audacia<br />

futurista para reactivar el humanismo en un mundo utilitario y exitoso<br />

para <strong>los</strong> ganadores, pero carente de alma, sentido y espacio vital<br />

para <strong>la</strong> mayoría humana perdedora en el juego del poder político<br />

y económico?<br />

El lema de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> desde su fundación es el conocido Ad<br />

20 IBERO


No podemos ser universidades<br />

del siglo XXI sin asumir<br />

integralmente <strong>la</strong> formación<br />

de <strong>la</strong> persona y superar el<br />

cultivo de <strong>la</strong> racionalidad<br />

instrumental reductiva.<br />

Maiorem Dei Gloriam, con lo que corremos el peligro de imaginarnos<br />

un cielo barroco lleno de ángeles que rodean el trono de Dios<br />

cantando sus glorias. Para superar esa evasión, hay que contemp<strong>la</strong>r,<br />

como lo hacía San Ignacio, a Jesús de Nazareth dando gloria a Dios<br />

al curar a <strong>los</strong> leprosos e invitar a nacer de nuevo a <strong>los</strong> intelectuales<br />

personificados en Nicodemo, y escucharlo cuando nos invita a hacernos<br />

hermanos como el buen samaritano. Ahí aprendemos que en<br />

cristiano <strong>la</strong> gloria de Dios es que <strong>los</strong> hombres y mujeres vivan con<br />

sentido y dignidad.<br />

Realidad antropológica y solidaridad<br />

El error antropológico del individualismo liberal y del marxismo<br />

estatista llevó a <strong>la</strong> frustración de sus promesas liberadoras y a sociedades<br />

insostenibles e inhumanas. La condición humana es tal que<br />

cada persona se hace a sí misma a partir de lo recibido de otros y<br />

con otros. Nacemos por otros y nos hacemos personas con otros, a<br />

base de libertad, conciencia, responsabilidad y solidaridad. Es cierto<br />

que cada persona busca su propia realización, pero no lo es menos<br />

que <strong>la</strong> encuentra en <strong>la</strong> medida en que sale de sí misma por el reconocimiento<br />

del otro. El yo se encuentra a sí mismo en el “nosotros“,<br />

al reconocer y afirmar al otro como tal. Esta es una realidad<br />

constitutiva de <strong>la</strong> persona, de <strong>la</strong> familia, de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong> y de <strong>la</strong>s naciones<br />

y también de <strong>la</strong> humanidad en un mundo globalizado.<br />

La persona va siendo y realizándose en <strong>la</strong> medida que crece en libertad,<br />

responsabilidad y solidaridad con otros. La racionalidad instrumental<br />

facilita <strong>los</strong> medios, pero estos son ambiguos y se pueden<br />

aplicar para dar vida o para sembrar muerte. Por eso <strong>la</strong> universidad<br />

tiene que formar integralmente —no sólo en conocimiento racional—<br />

hombres y mujeres capaces de discernir <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong><br />

ciencia y de <strong>la</strong> tecnología y concretar<strong>la</strong>s en <strong>la</strong> acción, para que el<br />

hombre viva con dignidad y solidaridad.<br />

El economicismo liberal terminó en exclusión y luchas sociales,<br />

llevó a <strong>la</strong> gran depresión de 1929 y —por reacción— a <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación<br />

de dos espantosos sistemas estatistas y totalitarios y a <strong>la</strong>s dos<br />

guerras mundiales más devastadoras y criminales.<br />

Afirmamos al mercado y al Estado como realidades comple-<br />

Ibero 21


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/examen<br />

mentarias e indispensables, pero no nos debemos<br />

tranquilizar pensando que somos<br />

equilibrados y prudentes, centrados ante<br />

<strong>los</strong> extremos del colectivismo estatista y del<br />

individualismo liberal. Pero si no queremos<br />

autoengañarnos, debemos ir más allá, pues<br />

sabemos del historial tiránico del Estado y<br />

también de <strong>los</strong> estragos causados por una<br />

dominante economía financiera y de grandes<br />

consorcios, lejos de <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mada competencia<br />

perfecta en el mercado.<br />

Estado, mercado y razón intelectual, tres realidades extraordinariamente<br />

valiosas e imprescindibles, pero cuya aplicación necesita<br />

sujetos humanos con discernimiento, libertad y bondad para utilizar<strong>los</strong><br />

como instrumentos de humanización y no como ído<strong>los</strong>,<br />

intocables objeto de adoración. No podemos ser universidades del<br />

siglo XXI sin asumir integralmente <strong>la</strong> formación de <strong>la</strong> persona y<br />

superar el cultivo de <strong>la</strong> racionalidad instrumental reductiva; ésta, si<br />

es exclusiva, lleva a <strong>la</strong>s universidades a ser dóciles servidoras de <strong>la</strong><br />

demanda del mercado o del Estado, omitiendo <strong>la</strong> obligada pregunta:<br />

¿Estado, mercado y razón son señores que oprimen o son servidores<br />

de <strong>la</strong> vida humana?<br />

Aquí llegamos a <strong>la</strong> necesaria formación del corazón, de <strong>los</strong> afectos,<br />

de <strong>la</strong> conciencia y de <strong>la</strong> responsabilidad social en <strong>la</strong> universidad,<br />

que no debe tener su epicentro dentro de sus muros, sino en<br />

<strong>la</strong> sociedad. Y parece evidente que <strong>la</strong>s sociedades <strong>la</strong>tinoamericanas<br />

tienen pendiente <strong>la</strong> superación de <strong>la</strong> pobreza, <strong>la</strong> inclusión de <strong>los</strong><br />

excluidos de <strong>la</strong> participación política y económica, con elevada productividad,<br />

tanto en <strong>la</strong> polis como en <strong>la</strong> empresa. El caudillismo y<br />

sus engañosos mitos revolucionarios vuelven en el siglo XXI a causa<br />

de <strong>la</strong>s deficiencias de <strong>la</strong>s instituciones, de <strong>la</strong> miopía económica, de<br />

<strong>la</strong> irresponsabilidad política y del abandono ciudadano.<br />

Seréis como dioses<br />

La Biblia con su sabiduría de mitos, parábo<strong>la</strong>s, re<strong>la</strong>tos, poesías y sentencias<br />

sapienciales, nos dice que el hombre busca ser como Dios;<br />

y <strong>la</strong> historia, especialmente <strong>la</strong> moderna, lo confirma. Donde está <strong>la</strong><br />

suprema aspiración está <strong>la</strong> suprema tentación. “Seréis como dioses”<br />

resuena en el Paraíso de Adán y Eva, y en Babel. La tentación<br />

vuelve a Jesús tras el ayuno del desierto: “Si eres Hijo de Dios<br />

di que estas piedras se conviertan en panes” (Mateo 4, 3), y<br />

en <strong>la</strong> cruz: “Si eres Hijo de Dios baja de <strong>la</strong><br />

cruz” (Mateo 27,40).<br />

El poder y el dinero siempre han<br />

sido dioses con capacidad de engañar<br />

al corazón humano y con<br />

fuerza para imponerse en <strong>la</strong>s sociedades;<br />

pero nunca tan fuertes<br />

y omnipotentes como en el último<br />

siglo de Mercado, Estado<br />

y Racionalidad instrumental.<br />

Jesús nos dice que “nadie puede<br />

servir a dos señores: a Dios y al<br />

dinero” (Mateo 6,24). También nos<br />

22 IBERO<br />

El uso del poder político,<br />

económico y de <strong>la</strong> razón, deben ser<br />

discernidos y ordenados socialmente<br />

como instrumentos para que el<br />

hombre viva, homo vivens.<br />

enseña que <strong>los</strong> señores de este mundo tratan a sus gobernados como<br />

esc<strong>la</strong>vos. Y concluye que hay un modo de ser como Dios, que es<br />

dándose a <strong>los</strong> demás y sirviendo, al modo del Hijo del hombre “que<br />

no ha venido a ser servido sino a servir” (Marcos 10,41-45).<br />

Para el buen samaritano —ese personaje inventado por Jesús—, ganar<br />

<strong>la</strong> vida y ser como Dios es hacerse prójimo y servir al herido. Esa<br />

es <strong>la</strong> gloria de Dios, que el herido y el leproso sean curados y vivan.<br />

La Universidad ignaciana se adentra en <strong>los</strong> extravíos de <strong>la</strong> razón<br />

y del corazón humano y enseña que el único modo de no postrarse<br />

en adoración ante <strong>los</strong> ído<strong>los</strong> del poder político, del señorío económico<br />

y de <strong>la</strong> diosa razón, es reconociendo el valor supremo de <strong>la</strong><br />

vida del otro y afirmándolo en el “nos-otros”. El Dios-amor hecho<br />

vida en nosotros y en <strong>la</strong> historia, es el único Dios que no domina<br />

ni niega al otro, aunque debemos reconocer que <strong>los</strong> cristianos con<br />

frecuencia nos hemos convertido en creyentes y servidores del dios<br />

de <strong>la</strong> guerra y del poder.<br />

Libertad, igualdad y fraternidad<br />

El lema de <strong>la</strong> Revolución Francesa, “Libertad, igualdad y fraternidad”,<br />

contiene una profunda intuición de <strong>la</strong> búsqueda humana. Se<br />

ha tratado de conseguir <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong> igualdad a base de mercado<br />

libre y de Estado igua<strong>la</strong>dor, pero <strong>la</strong> fraternidad ha quedado descuidada<br />

o se ha presupuesto como efecto de leyes objetivas. No, el<br />

camino hacia <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong> igualdad de oportunidades tiene que<br />

descansar en <strong>la</strong> conciencia, en <strong>la</strong> opción radical por el otro, en <strong>la</strong><br />

convicción de que no hay yo sin el “nos-otros” y de que el camino<br />

para encontrarnos es salir de nosotros mismos. El uso del poder<br />

político, económico y de <strong>la</strong><br />

razón, deben ser discernidos<br />

y ordenados socialmente<br />

como instrumentos para<br />

que el hombre viva, homo<br />

vivens. Aquí <strong>la</strong> antropología<br />

y <strong>la</strong> espiritualidad se<br />

dan <strong>la</strong> mano para dominar<br />

<strong>la</strong>s fuerzas salvajes del<br />

mercado y del Estado.<br />

Esa es <strong>la</strong> deuda de luz<br />

que <strong>la</strong> Universidad<br />

ignaciana tiene con <strong>la</strong><br />

sociedad; es <strong>la</strong> manera de amar<br />

y servir universitariamente en<br />

este siglo XXI.


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/LÍDER IBERO<br />

Mi vínculo estrecho con<br />

<strong>la</strong> educación jesuítica<br />

estaba ya sembrado<br />

desde mi casa.<br />

›El “c<strong>la</strong>ustro” jesuítico<br />

Alberto Ruy Sánchez<br />

“La mañana de mi examen profesional en <strong>la</strong><br />

Universidad Iberoamericana”. 1975. Fotografía de<br />

Jorge Prior.<br />

24 IBERO


Tengo <strong>la</strong> impresión, necesariamente llena de dudas, de que varias<br />

de mis manías más radicales vienen de <strong>los</strong> muchos años<br />

en que fui alumno de <strong>jesuitas</strong>. Digo manías por describir obsesiones<br />

tanto intelectuales como de actitud vital, que algunas<br />

veces pueden ser cualidades y en muchas ocasiones ser defectos.<br />

Creo que <strong>la</strong> manera específica en que comprendo, enfrento y llevo<br />

a cabo mis dos profesiones, <strong>la</strong> de editor y <strong>la</strong> de escritor, está marcada<br />

profundamente por ese paso intenso y muchas veces dramático<br />

por esa máquina de formación y deformación que son <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s<br />

<strong>jesuitas</strong>. Un edificio, una maquinaria de iniciación a <strong>la</strong> vida que tan<br />

sólo de forma figurada, por supuesto, l<strong>la</strong>mo c<strong>la</strong>ustro, puesto que <strong>la</strong><br />

idea misma de un lugar cerrado, de c<strong>la</strong>ustro c<strong>la</strong>ustrofóbico, va en<br />

contra de <strong>los</strong> principios de <strong>la</strong> orden y de su idea de educación.<br />

Durante seis años fui alumno del Instituto Patria y después de <strong>la</strong><br />

Universidad Iberoamericana. Es decir que cuando tenía poco más<br />

de veinte años, una década y un pico de mi vida habían transcurrido<br />

en el c<strong>la</strong>ustro jesuítico. Pero mi vínculo estrecho con <strong>la</strong> educación<br />

jesuítica estaba ya sembrado desde mi casa. Comenzó con mi abuelo<br />

paterno, un niño sonorense, del pueblo de Á<strong>la</strong>mos, en <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> del<br />

desierto, cuyo padre hacía dos veces al año un <strong>la</strong>rgo viaje de varias<br />

semanas a caballo para ir a internar<strong>los</strong>, a él y a su hermano, en lo<br />

que él pensaba que era <strong>la</strong> mejor escue<strong>la</strong> más cercana, el colegio de<br />

<strong>jesuitas</strong> de San Juan de Dios en Saltillo. Muchos años después, mi<br />

padre, con su familia emigrada a Guada<strong>la</strong>jara, pasaría por el Instituto<br />

de Ciencias, el colegio jesuita de esa ciudad. En ambos, lo que expresamente<br />

valoraban de esa educación era una incesante curiosidad<br />

por el conocimiento muy por encima de <strong>la</strong> religión o <strong>la</strong> moral. Pero<br />

sobre todo <strong>la</strong> exigencia de preparase para ser felices y hacer felices<br />

a <strong>los</strong> otros. Lo decían y lo llevaban a cabo. En ambos era evidente<br />

una paradójica tensión para ser re<strong>la</strong>jados pero vigi<strong>la</strong>ntes, sonrientes<br />

pero listos para <strong>la</strong> ironía (<strong>la</strong> sonrisa crítica), suaves pero firmes, tal vez<br />

dispuestos para <strong>la</strong> batal<strong>la</strong> pero nunca, absolutamente nunca violentos,<br />

extremadamente atentos a <strong>la</strong>s formas estéticas conscientes<br />

de que siempre forma es fondo.<br />

Y, muy importante, <strong>la</strong> convicción<br />

de que para dirigir o contro<strong>la</strong>r una<br />

situación no es de ninguna manera<br />

necesario hacerlo evidente. De todo<br />

esto, que en gran parte <strong>los</strong> describe, se<br />

hab<strong>la</strong>ba de vez en cuando en el ámbito<br />

familiar atribuyéndolo c<strong>la</strong>ramente a<br />

<strong>los</strong> colegios jesuíticos.<br />

Como parte de ese peculiar cuadro<br />

de valores y actitudes, entendido muy<br />

a su manera, ambos veían en el dinero<br />

una herramienta y nunca una meta. Y<br />

estaban orgul<strong>los</strong>os de ello. De tal modo<br />

que cuando llegó el momento de que yo<br />

fuera al Instituto Patria mi familia no tenía<br />

capacidad de pagarlo. Y fui parcialmente becado.<br />

Lo cual introdujo en mí una aguda conciencia, reiterada<br />

cotidianamente, de no pertenecer a <strong>la</strong> misma<br />

c<strong>la</strong>se social que <strong>la</strong> gran mayoría de mis compañeros.<br />

Para colmo yo vivía en <strong>la</strong>s afueras de <strong>la</strong> ciudad, en el pequeño pueblo<br />

de Atizapán de Zaragoza, sin teléfono, con varias horas de viaje<br />

diario en transporte público entre mi casa y el Colegio.<br />

Era una escue<strong>la</strong> con una historia más que centenaria pero llena<br />

de metamorfosis, de <strong>la</strong>rga tradición, de rituales añejos y de una gran<br />

exigencia intelectual. Funcionaba en <strong>los</strong> estudios con sistemas piramidales<br />

de pertenencia: terminaba <strong>la</strong> preparatoria sólo <strong>la</strong> quinta<br />

parte de quienes comenzaban <strong>la</strong> secundaria, seis años antes. A <strong>la</strong><br />

presión compartida por todos yo sumaba <strong>la</strong> responsabilidad de ser<br />

becario. Pero todos sabían que tenían que dar algo más de lo que se<br />

pedía normalmente para seguir siendo, año con año, de <strong>los</strong> que no<br />

eran excluidos. Las exigencias de <strong>la</strong> Secretaría de Educación, o de <strong>la</strong><br />

UNAM en <strong>la</strong> preparatoria, eran vistas como una especie de sótano<br />

intelectual, un nivel muy bajo que se satisfacía simplemente con <strong>la</strong><br />

inercia. En <strong>los</strong> deportes, que eran muy importantes en el Instituto,<br />

se vivía <strong>la</strong> misma intensa confrontación con <strong>los</strong> compañeros y, sobre<br />

todo, frente a otras escue<strong>la</strong>s. Lo mismo sucedía con <strong>la</strong>s artes, el<br />

teatro, <strong>la</strong> oratoria y <strong>la</strong> música. Había una efervescencia esco<strong>la</strong>r, llena<br />

de actividades, de guerras internas y externas, de éxitos y caídas, de<br />

tradiciones y exigencias. Muy pronto me incliné por trabajar en <strong>la</strong><br />

edición de <strong>los</strong> periódicos esco<strong>la</strong>res y a el<strong>la</strong> me dediqué varios años.<br />

La biblioteca del Colegio fue durante mucho tiempo mi oficina<br />

de editor esco<strong>la</strong>r y mi refugio. En el<strong>la</strong> afirmaba con frecuencia <strong>la</strong>s<br />

semil<strong>la</strong>s sembradas en <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses o en muchas de <strong>la</strong>s conversaciones<br />

y seminarios especiales con maestros.<br />

Recuerdo como reve<strong>la</strong>ciones entre aquel<strong>los</strong> estantes de libros,<br />

varios momentos c<strong>la</strong>ve de contenido jesuítico que me parecían terribles<br />

y sembraban en mí <strong>la</strong> inconformidad: por ejemplo, <strong>la</strong> historia<br />

de Teilhard de Chardin, filósofo científico que fue obligado por <strong>la</strong><br />

orden al silencio, como antes el poeta Gerard Manley Hopkins. O el<br />

momento en el que comprendí que San Ignacio y su empresa eran<br />

de verdad delirantes. Que Ignacio,<br />

el p<strong>la</strong>yboy de su época, en el momento<br />

de su conversión asombrosa<br />

fue como una especie de Quijote<br />

que en vez de haber leído libros<br />

“Con Jorge Vértiz y Maricarmen Torregrosa, en <strong>la</strong> Ibero, el<br />

primer año de <strong>la</strong> carrera de Comunicación, l<strong>la</strong>mada entonces<br />

Ciencias y Técnicas de <strong>la</strong> Información”. 1970.<br />

“Mis credenciales de <strong>la</strong> Biblioteca y del Gimnasio del Instituto<br />

Patria”. 1966 y 1967.<br />

Ibero 25


LOS JESUITAS Y LA EDUCACIÓN/LÍDER IBERO<br />

de caballería llenándose del deseo tenaz de ser un héroe más de esas<br />

nove<strong>la</strong>s, leyó durante su convalecencia biografías de santos y deseó<br />

ser uno de el<strong>los</strong>. Y su locura contagió a cientos que se <strong>la</strong>nzaron a <strong>la</strong>s<br />

misiones alrededor del mundo tejiendo una épica increíble.<br />

Recuerdo especialmente el momento en el que comprendí una<br />

dimensión sustancial de <strong>la</strong> poesía mística, <strong>la</strong> dimensión erótica. Fue<br />

cuando deduje que <strong>la</strong> idea jesuítica, presente en <strong>los</strong> Ejercicios de<br />

San Ignacio, de que se puede llegar a Dios a través de <strong>la</strong>s emociones<br />

y no necesariamente del contenido de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras era tan revolucionaria<br />

en su tiempo porque era equivalente actualmente a <strong>la</strong> idea<br />

islámica de que se puede llegar a Dios a través del sexo. Y que ahí<br />

estaba <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve de <strong>los</strong> rituales barrocos a <strong>los</strong> que asistíamos.<br />

De <strong>la</strong> biblioteca hacia afuera del figurado c<strong>la</strong>ustro venía una de<br />

<strong>la</strong>s preocupaciones jesuíticas de aquel<strong>los</strong> años, a <strong>la</strong>s que fui especialmente<br />

sensible. La idea de <strong>la</strong> posibilidad de un cambio social.<br />

Documentada ampliamente en <strong>los</strong> libros marxistas de <strong>la</strong> biblioteca,<br />

para comprender<strong>los</strong> habría que salir hacia <strong>la</strong> realidad que nos rodeaba.<br />

Varios de <strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> llevaban a cabo trabajo comprometido<br />

con <strong>la</strong>s comunidades más necesitadas de <strong>la</strong> ciudad y varios de <strong>los</strong><br />

estudiantes participábamos activamente en el<strong>los</strong>. Recuerdo el mo-<br />

experimentado. Y era enervante, por ejemplo, que <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses de fi<strong>los</strong>ofía<br />

en <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana de aquel<strong>los</strong> años setenta<br />

<strong>la</strong>s dieran beatos de preparación mediana y mediocre y no <strong>jesuitas</strong>.<br />

Profesores que nunca leían ni nos hacían leer <strong>los</strong> textos originales<br />

sino manuales sobre el<strong>los</strong>. Fuentes secundarias. Sabíamos que había<br />

<strong>jesuitas</strong> mexicanos de alto nivel pero que vivían fuera de México.<br />

Como un especialista en el existencialismo enviado como supuesto<br />

premio a Dinamarca. Nos quedaba <strong>la</strong> sensación de que <strong>la</strong> educación<br />

jesuítica humanista de alto nivel y exigencia, en algunos campos<br />

como <strong>la</strong> fi<strong>los</strong>ofía, no en otros por supuesto, había sido también<br />

en <strong>la</strong> universidad virtualmente c<strong>la</strong>usurada: nuevo sentido y conjugación<br />

de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra c<strong>la</strong>ustro aplicado metafóricamente a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>usura<br />

de <strong>la</strong> educación jesuítica y de <strong>la</strong> radicalidad de sus principios.<br />

Las ediciones que hemos llevado a cabo en Artes de México, desde<br />

hace varios años bajo <strong>la</strong> dirección lúcida de Alfonso Alfaro, dedicadas<br />

a <strong>la</strong> idea jesuítica de <strong>la</strong> educación, el arte, <strong>la</strong> ciencia y otras<br />

dimensiones de <strong>la</strong> vida donde <strong>la</strong> huel<strong>la</strong> fundamental de <strong>la</strong> Compañía<br />

de Jesús y de su fundador está presente, nos han enseñado a comprender<br />

una parte de lo que somos por contraste con otras sociedades.<br />

Y a valorar <strong>la</strong> vigencia de una concepción fértil que sigue viva<br />

Hasta <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses de religión, como aquel<strong>la</strong>s de<br />

una materia que se l<strong>la</strong>maba Apologética, o <strong>la</strong><br />

defensa argumentada de Dios, se convertían en<br />

lecciones de ardua polémica social.<br />

mento en el que comprendí que un ingrediente sustancial que motivaba<br />

el compromiso de mis compañeros era <strong>la</strong> culpabilidad. En<br />

<strong>la</strong> cual yo nunca nadé con <strong>la</strong> misma intensidad puesto que aquel<strong>la</strong><br />

antigua conciencia de no pertenecer a <strong>la</strong> misma c<strong>la</strong>se social que<br />

muchos de el<strong>los</strong> siguió vigente. Pero lo importante era entonces,<br />

salir del c<strong>la</strong>ustro, del encierro, del ámbito que daba <strong>la</strong> espalda a <strong>la</strong><br />

realidad de nuestra sociedad.<br />

La preocupación política estaba viva y creciendo en <strong>la</strong> columna<br />

misma del colegio. (Y condujo finalmente a su c<strong>la</strong>usura en 1970<br />

entregando <strong>la</strong> educación de esa élite social a <strong>la</strong>s manos, no siempre<br />

limpias y confiables como se ha demostrado, de otra orden, de<br />

<strong>los</strong> Legionarios de Cristo. Pero esa es otra historia). Hubo <strong>jesuitas</strong><br />

implicados en movimientos sociales extremos en varios puntos del<br />

continente. Y hasta <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses de religión, como aquel<strong>la</strong>s de una materia<br />

que se l<strong>la</strong>maba Apologética, o <strong>la</strong> defensa argumentada de Dios,<br />

se convertían en lecciones de ardua polémica social. No por nada<br />

cuando el movimiento zapatista se hizo público reconocí inmediatamente<br />

en <strong>la</strong>s primeras dec<strong>la</strong>raciones de Subcomandante Marcos<br />

<strong>la</strong>s huel<strong>la</strong>s de aquel<strong>la</strong> educación jesuítica. Y en sus argumentos y<br />

métodos <strong>la</strong>s lecciones elementales y c<strong>la</strong>ras de aquel<strong>la</strong> guerra mediática<br />

o guerra de <strong>la</strong>s ideas que era <strong>la</strong> Apologética. Le dije a mi<br />

esposa inmediatamente: Marcos es o fue alumno de <strong>jesuitas</strong>. Y no<br />

me equivoqué.<br />

La universidad jesuítica era, para quienes nos formamos en el<br />

c<strong>la</strong>ustro previo, una versión light de <strong>la</strong> educación que habíamos<br />

26 IBERO<br />

“Luego de una odisea, para dar con el<strong>la</strong>, en <strong>la</strong> tumba del<br />

jesuita Matteo Ricci, en Pekín, China”. Febrero de 2010.


“Siete lustros después de mi examen profesional en <strong>la</strong><br />

Ibero, en una imagen reciente de Nina Subin”. Mayo<br />

de 2010.<br />

Narrador, poeta y ensayista, además<br />

de editor, Alberto Ruy Sánchez es<br />

Licenciado en Ciencias y Técnicas<br />

de <strong>la</strong> Información por <strong>la</strong> Universidad<br />

Iberoamericana Ciudad de México;<br />

Maestro en Estudios Cinematográficos<br />

y Licenciado en Fi<strong>los</strong>ofía, por <strong>la</strong><br />

Universidad de Vincennes, y doctor<br />

en Comunicación por <strong>la</strong> Universidad<br />

de Jussieu, en París. En su obra literaria,<br />

traducida a diversos idiomas y merecedora<br />

de múltiples ga<strong>la</strong>rdones en<br />

México y el extranjero, destacan <strong>los</strong><br />

libros Los nombres del aire, Los jardines<br />

secretos de Mogador, La mano del<br />

fuego, Los demonios de <strong>la</strong> lengua ,<br />

Nueve veces el asombro y En <strong>los</strong> <strong>la</strong>bios<br />

del agua. Desde 1988 dirige <strong>la</strong> revista<br />

Artes de México, que ha obtenido más<br />

de ciento cincuenta premios nacionales<br />

e internacionales. De él escribió<br />

Octavio Paz: “Su inteligencia es aguda<br />

sin ser cruel; su ánimo, compasivo, sin<br />

condescendencia ni complicidad”. Un<br />

auténtico Líder Ibero.<br />

aquí y allá y que incluso es necesaria como contrapeso y antídoto a<br />

muchos de <strong>los</strong> males que <strong>la</strong> modernidad mal entendida que vivimos<br />

nos impone en el mundo. Hemos aprendido el valor de ser barrocos.<br />

Una lección que quisiéramos difundir cada día más ampliamente.<br />

Como comencé hab<strong>la</strong>ndo de c<strong>la</strong>ustro, de edificio en el sentido<br />

figurado, quisiera terminar contradiciendo esa figuración y regresar<br />

a <strong>la</strong> materialidad del término para hacer una evocación del edificio<br />

mismo del Colegio y lo que significó para mí. Sobre todo porque<br />

ha sido destruido y, en su lugar, significativamente, se levanta un<br />

centro comercial.<br />

Durante seis años, de <strong>los</strong> doce a <strong>los</strong> dieciocho, pasé mis días en<br />

un <strong>la</strong>berinto. Tenía <strong>la</strong> forma de un edificio enorme, recubierto de<br />

tezontle, esa piedra roja que dio carácter al centro de <strong>la</strong> ciudad de<br />

México durante sig<strong>los</strong>. La que Octavio Paz, en un poema, describía<br />

como “color de sangre seca”. Se entraba subiendo una ancha<br />

escalera por <strong>la</strong> calle de Molière, en el número de resonancias mágicas<br />

222. Ocupaba toda <strong>la</strong> manzana. Atrás tenía varios patios y<br />

gimnasios, una cancha de basketball cubierta, talleres muy diversos,<br />

incluyendo uno obscuro de fotografía, cafeterías, sa<strong>la</strong> de bil<strong>la</strong>r, una<br />

biblioteca cuyo orden e inventario todavía recuerdo; y un enorme<br />

teatro con sótanos y pasadizos secretos. En <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta alta había <strong>la</strong>boratorios<br />

científicos que parecían del siglo XIX. Y esa misteriosa<br />

antigüedad de máquinas misteriosas resultaba fascinante. Las au<strong>la</strong>s<br />

tenían forma de anfiteatro, con techos muy altos, cada hilera a una<br />

altura diferente y un sótano enorme debajo de <strong>la</strong>s bancas al que,<br />

por supuesto, entrábamos c<strong>la</strong>ndestinamente.<br />

La azotea, cerrada con un candado del que siempre encontrábamos<br />

<strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve debajo de algún <strong>la</strong>drillo suelto, era un mirador privilegiado.<br />

En esa época remota era uno de <strong>los</strong> edificios más altos de<br />

Po<strong>la</strong>nco. Veíamos <strong>la</strong>s copas de <strong>los</strong> árboles porque entonces había<br />

muchos más en <strong>la</strong>s calles y <strong>los</strong> jardines privados y hasta en <strong>los</strong><br />

parques. Entre <strong>la</strong>s disparejas y abundantes manchas verdes surgían<br />

como agujas <strong>la</strong>s torres de <strong>la</strong>s iglesias, <strong>la</strong> Fuente de Petróleos y <strong>la</strong><br />

masa del Auditorio Nacional anunciando el comienzo del Bosque<br />

de Chapultepec. Hacia atrás, el terreno subía hasta <strong>la</strong> Defensa Nacional<br />

y antes había ya algunos edificios de departamentos que entonces<br />

eran modernos. Sobre todo después de <strong>la</strong>s vías del ferrocarril.<br />

Algunos de quienes vivían en <strong>la</strong> colonia podían ver sus casas.<br />

En ese <strong>la</strong>berinto extraño y para mí fascinante, que por fuera parecía<br />

y se anunciaba como una escue<strong>la</strong>, fui muchas veces feliz y<br />

también lo contrario. Hice amigos que sigo queriendo y aprendí<br />

muchas de <strong>la</strong>s actitudes vitales que aún me mueven y que ante<br />

diferentes situaciones me hacen ser escéptico o entusiasta, curioso<br />

o indiferente, esforzado o distante, exigente o tolerante. En sus patios<br />

y gimnasios, cada tarde formé parte del equipo de atletismo y<br />

seguramente ahí tomaron forma <strong>los</strong> pocos múscu<strong>los</strong> que aún tenga<br />

o siga perdiendo. En <strong>la</strong> moderna iglesia de San Ignacio, justo al<br />

<strong>la</strong>do, donde reina todavía una sufriente imitación de un cuerpo de<br />

Giacometti crucificado, tuve mis breves dosis de desliz místico y mi<br />

extenso aprendizaje del escepticismo religioso. En <strong>la</strong>s habitaciones<br />

de <strong>la</strong> biblioteca aprendí, como lo dije, que lo interesante estaba también<br />

más allá de <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s. Y en <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s a sobrevivir y vivir en una<br />

dinámica colectiva. Siendo una escue<strong>la</strong> católica ahí tuve sin embargo<br />

maestros de otras religiones y eso era a veces una lección más<br />

grande que todo lo que se enseñaba. Como yo vivía en un pueblo<br />

muy lejano, más allá de ciudad Satélite, Po<strong>la</strong>nco representaba <strong>la</strong> entrada<br />

<strong>la</strong>beríntica a <strong>la</strong> ciudad de México. Y cada tarde, sobre <strong>la</strong> calle<br />

ancha de Ejército Nacional tomaba el primero de <strong>los</strong> “aventones”<br />

o en su defecto de <strong>los</strong> camiones que me llevarían hacia el norte.<br />

Po<strong>la</strong>nco para mí era sobre todo ese edificio del Colegio, ese c<strong>la</strong>ustro,<br />

ese mundo introvertido e interminable, retador y entusiasmante<br />

que, antes de ser un centro comercial idéntico a tantos en el p<strong>la</strong>neta,<br />

presumía con orgullo ser un lugar de excepción y de excelencia por<br />

sus efectos en cada uno de nosotros. El c<strong>la</strong>ustro c<strong>la</strong>usurado.<br />

Ibero 27


<strong>la</strong> l<strong>la</strong>ma inextinguible<br />

Dolores Castro. Fotografía de Rogelio Cuél<strong>la</strong>r.<br />

›Dolores Castro:<br />

La poesía es <strong>la</strong><br />

emoción acendrada<br />

Nacida en <strong>la</strong> ciudad de Aguascalientes el 12 de abril<br />

de 1923, Dolores Castro es, actualmente, <strong>la</strong> decana<br />

de <strong>la</strong> poesía de México. A sus 87 años continúa escribiendo<br />

e impartiendo cursos de poesía, y tiene en<br />

proceso de escritura un libro de poemas que, afirma, será muy<br />

diferente a <strong>los</strong> que a <strong>la</strong> fecha ha publicado: Dos nocturnos (1952),<br />

La tierra está sonando (1959), Cantares de ve<strong>la</strong> (1960), Soles (1977),<br />

Qué es lo vivido (1980), Oleajes (2003) e Íntimos huéspedes (2004),<br />

entre otros títu<strong>los</strong>.<br />

Forma parte de <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada generación del Medio Siglo, junto<br />

con Rosario Castel<strong>la</strong>nos (de <strong>la</strong> que fue gran amiga), Jaime Sabines,<br />

Emilio Carballido, Sergio Magaña y Enriqueta Ochoa. Su<br />

obra se inserta en <strong>la</strong> tradición de <strong>la</strong> mejor poesía escrita por mujeres<br />

en México, desde Sor Juana Inés de <strong>la</strong> Cruz, Laura Méndez<br />

de Cuenca, María Enriqueta, Josefa Murillo, Concha Urquiza,<br />

Rosario Castel<strong>la</strong>nos y Margarita Michelena, entre otras grandes figuras<br />

de <strong>la</strong> lírica nacional.<br />

En 1993, con motivo de <strong>la</strong> publicación de su antología poética<br />

No es el amor el vuelo, sentenció: “Escribir poesía es salvar <strong>los</strong> instantes.<br />

Se adquiere <strong>la</strong> conciencia de que si no se es capaz de escribir o<br />

de concebir de algún modo <strong>la</strong> poesía, viviremos a medias. Resolver<br />

un poema es resolver un problema vital y <strong>la</strong> resolución de cada<br />

uno de esos problemas vitales es también un ordenamiento total<br />

del mundo”.<br />

En uno de sus poemas emblemáticos, Dolores Castro escribe:<br />

“No es el amor el vuelo./ Es lo que va despacio/ elevándose apenas,<br />

flotando como espuma/ adherida, adherida./ Es lo que arrastra<br />

el agua sin ahogarlo./ La rama verde de cualquier diluvio,/ lo que<br />

guarda humedad de <strong>los</strong> diluvios/ porque se hundió y flotó./ Es lo<br />

que no se ahoga entre lo ahogado”.<br />

28 IBERO


poemas inéditos<br />

Dolores Castro<br />

Migrante (I)<br />

Duró cuanto duró:<br />

Asombrado<br />

abrió cinco ventanas<br />

a <strong>la</strong> luz, a <strong>la</strong> sombra.<br />

Hospedó en cada célu<strong>la</strong> suya<br />

huevecil<strong>los</strong><br />

de crisálida<br />

y vuelo<br />

Satisfizo su hambre<br />

el pan de cada día<br />

y no pudo digerir<br />

el sufrimiento.<br />

Poeta sutil por excelencia, su obra ha ido creciendo lentamente,<br />

con pausas y silencios, y a su obra propia de creación, ha<br />

añadido <strong>la</strong> no menos importante de docencia mediante <strong>la</strong> cual<br />

ha formado a muchas generaciones.<br />

Recientemente, su <strong>la</strong>bor poética y formativa fue reconocida en<br />

<strong>la</strong> ciudad de México al inaugurarse, en junio de 2010, <strong>la</strong> Casa del<br />

Poeta que lleva su nombre, en <strong>la</strong> Delegación Miguel Hidalgo. Antes,<br />

en 2008, el Instituto Nacional de Bel<strong>la</strong>s Artes le rindió un merecido<br />

homenaje con motivo de sus 85 años. En esa ocasión dijo: “Éste no<br />

es un homenaje para mí, sino para <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de <strong>la</strong> poesía. La poesía<br />

es una luz que aparece si leemos, y a veces resurge si escribimos.<br />

También me ha permitido saborear mucho mejor el mundo”.<br />

“La poesía es <strong>la</strong> emoción acendrada”, afirma Dolores Castro. Y<br />

muestra de esta emoción acendrada es el par de poemas, inéditos<br />

hasta ahora, con el que honra <strong>la</strong>s páginas de IBERO.<br />

Migrante (II)<br />

Lanzado hacia <strong>la</strong> flor<br />

de <strong>los</strong> vientos,<br />

aún así<br />

pediría una brizna de respeto<br />

a mi dignidad.<br />

Y desearía cerrar <strong>los</strong> ojos<br />

y antes de dormir<br />

ver una luz<br />

un camino,<br />

una puerta abierta para mí.<br />

Y en mis sueños<br />

un rumor de pa<strong>la</strong>bras conocidas,<br />

unas pa<strong>la</strong>bras que entienda: un buen deseo<br />

una buena intención, un Dios te guarde.<br />

Caminar en lugar en donde pueda<br />

ir libremente.<br />

Un lugar en donde me conozcan,<br />

por mi nombre y mis hechos<br />

en el buen tiempo o bajo <strong>la</strong> tormenta.<br />

Por quien he sido, quien soy:<br />

un hombre solo,<br />

sólo un hombre.<br />

Ibero 29


LITERATURA /un inédito de Juan Rulfo<br />

›Rafael F. Muñoz<br />

Juan Rulfo<br />

Muñoz fue el primero, que yo sepa, que<br />

incursionó en <strong>los</strong> áridos temas de <strong>la</strong> Revolución<br />

enmarcando <strong>la</strong>s acciones de aquel<strong>los</strong> guerreros con<br />

hi<strong>los</strong> poéticos, describiéndo<strong>los</strong> amablemente,<br />

se puede decir que hasta con lástima.<br />

De <strong>los</strong> escritores de <strong>la</strong> Revolución Mexicana Rafael F.<br />

Muñoz es quien mejor refleja en sus obras un ámbito<br />

poético, dentro del árido mundo en que éstas se desarrol<strong>la</strong>n.<br />

Nació Rafael F. Muñoz en Chihuahua en 1899. A <strong>los</strong> 16 años<br />

toma parte activa en <strong>la</strong> Revolución como reportero de un diario<br />

de <strong>la</strong> capital de su Estado y así conoce y presencia de cerca <strong>los</strong><br />

acontecimientos que más tarde servirán de materia prima para<br />

sus libros.<br />

R. Morton dice de él que en <strong>la</strong> obra de Muñoz siempre estará<br />

presente <strong>la</strong> sombra impresionante de Francisco Vil<strong>la</strong>, así como<br />

que nunca lo abandonará, ni aún en sus nove<strong>la</strong>s, ese estilo directo,<br />

exento de detalles que caracteriza al periodista, oficio en el<br />

que sigue activo Rafael F. Muñoz.<br />

Al término de <strong>la</strong> Revolución inicia Muñoz sus actividades<br />

en <strong>la</strong> capital de <strong>la</strong> República y publica periódicamente en El<br />

Universal sus primeros cuentos, que reúne posteriormente en el<br />

volumen titu<strong>la</strong>do El feroz cabecil<strong>la</strong>.<br />

Estos re<strong>la</strong>tos, verdaderos ejemp<strong>la</strong>res de pureza narrativa literaria,<br />

se caracterizan desde luego por el estilo crudo que Muñoz<br />

seguirá manejando subsecuentemente con mayor habilidad. Uno<br />

de <strong>los</strong> cuentos incluidos en esta serie, “Oro, caballo y hombre” es<br />

el que con más frecuencia se reproduce en antologías. Narra <strong>la</strong><br />

muerte del sanguinario Fierro, lugarteniente de Vil<strong>la</strong>, al hundirse<br />

en un pantano bajo el peso del oro.<br />

El tratamiento que Muñoz utiliza para contarnos esta anécdota<br />

nos recuerda el usado por el escritor norteamericano Conrad<br />

Aiken, en el sentido de escamotearle al lector hasta el final el resultado.<br />

Y también al empezar a re<strong>la</strong>tar aquel<strong>la</strong> cosa como algo sin<br />

importancia, <strong>la</strong> que va adquiriendo conforme se avanza en <strong>la</strong> lectura,<br />

pero, como antes decía, sin dar a sospechar el resultado final.<br />

Esta coincidencia viene al caso, ya que Aiken es uno de <strong>los</strong> más<br />

hábiles escritores de este tipo de narraciones y el que Muñoz,<br />

seguramente creador de su propio estilo, coincida, nos muestra<br />

una más de sus cualidades.<br />

Sin abandonar su tarea periodística, Muñoz publica su primera<br />

30 IBERO


LITERATURA/primicia<br />

nove<strong>la</strong>, ¡Vámonos con Pancho Vil<strong>la</strong>! Aunque tratada en forma anecdótica,<br />

limitada a episodios breves, tal parece como si estuviéramos<br />

ante una serie de cuentos; con todo, <strong>la</strong> acción sigue una secuencia<br />

lógica y nove<strong>la</strong>da, y su personaje central, Francisco Vil<strong>la</strong>, no<br />

abandonado en ningún momento, le da <strong>la</strong> unidad requerida.<br />

Pocas obras tienen el raudal de conocimientos sobre <strong>la</strong> sombría<br />

figura de Vil<strong>la</strong> como el que posee Muñoz para re<strong>la</strong>tarnos<br />

sus hazañas. Y lo más admirable de esto es <strong>la</strong> imparcialidad, pues<br />

a pesar de <strong>la</strong> admiración que el autor tiene hacia su personaje,<br />

siempre lo trata de manera objetiva, sin conmoverse ni exaltarse.<br />

Antes, y en frecuentes ocasiones, se vale de <strong>la</strong>s circunstancias para<br />

usar un tono irónico, casi burlesco.<br />

Fue con ¡Vámonos con Pancho Vil<strong>la</strong>! que Muñoz se dio a conocer<br />

no sólo como el narrador de <strong>los</strong> hechos del Guerrillero del Norte,<br />

sino como uno de <strong>los</strong> clásicos de <strong>la</strong> Revolución Mexicana.<br />

Su estilo, diferente al de Azue<strong>la</strong> o al de Martín Luis Guzmán,<br />

le otorgó una categoría muy personal y, más que nada, su manera<br />

de decir <strong>la</strong>s cosas lo diferencia marcadamente de <strong>los</strong> escritores de<br />

Juan Rulfo,<br />

lector profesional<br />

Víctor Jiménez<br />

Arquitecto e investigador. Director de <strong>la</strong><br />

Fundación Juan Rulfo. Coautor del libro<br />

Nuevos indicios sobre Juan Rulfo<br />

(México, Juan Pab<strong>los</strong>, 2010), coordinado<br />

por Jorge Zepeda<br />

Este texto vuelve a poner en<br />

evidencia que <strong>la</strong> admiración que<br />

sentía Rulfo por algunos autores<br />

era el resultado de hacer una lectura<br />

a fondo de sus obras.<br />

Rulfo dijo en una entrevista concedida en Buenos Aires el<br />

13 de mayo de 1979, en el marco de <strong>la</strong> Feria Internacional<br />

del Libro de aquel<strong>la</strong> ciudad, algo que le gustaba enfatizar:<br />

“Yo escribo por afición, no soy un profesional. Leo, eso sí; soy<br />

un profesional de <strong>la</strong> lectura, me interesa mucho <strong>la</strong> lectura. Y [...]<br />

no es por modestia, pero quizá hay pocos autores que leen como<br />

yo, a veces leo dos libros por noche... amanezco leyendo, soy un<br />

vicioso de <strong>la</strong> lectura”. 1<br />

No son tan escasos <strong>los</strong> testimonios que dejó Rulfo sobre sus<br />

lecturas, aunque no todos son accesibles. En algunas entrevistas<br />

y conferencias se refirió a <strong>los</strong> autores que lo habían atraído<br />

desde su niñez y aquel<strong>los</strong> que iría descubriendo con el tiempo,<br />

pues siempre se mantuvo actualizado. Quienes conversaron con<br />

él se asombraban ante el universo de lecturas que constituyó<br />

buena parte de su vida. Pero <strong>los</strong> testimonios verbales se pierden.<br />

Quedan abundantes notas de lectura en sus cuadernos y algunos<br />

textos —de <strong>los</strong> que se ha publicado una parte— como prólogos,<br />

respuestas escritas a entrevistas, conferencias y programas de radio.<br />

Aquí damos a conocer uno que estaría en cualquiera de <strong>los</strong><br />

dos últimos casos, inédito.<br />

En <strong>la</strong> que quizá fue <strong>la</strong> época de oro de Radio UNAM, <strong>la</strong>s décadas<br />

de 1950 y 1960, Rulfo co<strong>la</strong>boró en programas de <strong>los</strong> que<br />

quedan tenues noticias, como esta nota periodística de mediados<br />

de <strong>la</strong> década de 1950. 2<br />

Juan Rulfo empezó sus pláticas por <strong>la</strong> Radio Universidad (860<br />

Kcs.) con el título de Nove<strong>la</strong>s y novelistas de nuestro tiempo, tratando<br />

un tema desconocido por muchos escritores: <strong>la</strong> obra de José<br />

Guadalupe de Anda, cuyo nombre figura con cierta vaguedad<br />

como uno de <strong>los</strong> novelistas del ciclo cristero.<br />

Ibero 31


LITERATURA /un inédito de Juan Rulfo<br />

LITERATURA/<strong>la</strong> nove<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Revolución<br />

La Revolución<br />

Mexicana en <strong>la</strong>s<br />

obras de Juan Rulfo<br />

y Rafael F. Muñoz<br />

Juan Domingo Argüelles<br />

Director editorial de IBERO<br />

La verdad es que Santa-Anna existió y<br />

Muñoz, con <strong>los</strong> trazos de su buena calidad<br />

de escritor, va forjando esta figura novelesca<br />

hasta darnos un libro extraordinario.<br />

El destacado historiador Friedrich Katz ha afirmado, en su<br />

libro De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de <strong>la</strong> Revolución<br />

mexicana (México, Era, 2004), que “en vísperas de una revolución<br />

tiene que existir un muy difundido descontento ante<br />

<strong>la</strong>s condiciones políticas, económicas y sociales que afectan, no<br />

sólo a un sector o c<strong>la</strong>se de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, sino a una amplia variedad<br />

de c<strong>la</strong>ses y grupos sociales. Tal era el caso de 1910”.<br />

La Revolución mexicana en el siglo XX tuvo un fondo eminentemente<br />

agrario, pero es indudable que esta circunstancia se<br />

combinó con otros componentes de inconformidad que venían<br />

incluso desde un siglo atrás con el triunfo de <strong>la</strong> Independencia.<br />

José Emilio Pacheco lo explica del siguiente modo: “En un<br />

México que en vez de liberarse sólo ha cambiado de amos, <strong>la</strong> única<br />

tarea importante es impugnar <strong>los</strong> privilegios o, por el contrario,<br />

defender<strong>los</strong>. En términos generales <strong>los</strong> criol<strong>los</strong> forman <strong>la</strong> nueva<br />

élite del poder y <strong>los</strong> mestizos constituyen <strong>la</strong> oposición. Nadie hace<br />

nada por beneficiar a <strong>la</strong>s masas y se cree que <strong>la</strong> riqueza minera<br />

compensa <strong>la</strong> falta de desarrollo agríco<strong>la</strong> e industrial. En <strong>la</strong> búsqueda<br />

de un nuevo orden el ejército se vuelve <strong>la</strong> única fuerza capaz de<br />

mantener el control. El país osci<strong>la</strong> entre el caos y el despotismo”.<br />

No es de extrañar, por esto, que, como afirma Katz, “el 20<br />

de noviembre de 1910, no se sublevó ninguna de <strong>la</strong>s fuerzas en<br />

que Madero había confiado. Con una significativa excepción,<br />

sólo hubo unos pocos levantamientos esporádicos, en general de<br />

pequeños grupos de hombres, en diversas partes de México. La<br />

única rebelión seria que tuvo lugar en noviembre y diciembre<br />

de 1910, cuando <strong>la</strong> mayor parte del país estaba aún tranqui<strong>la</strong> y<br />

en paz, sucedió en el estado de Chihuahua. Pero lo que en efecto<br />

ocurrió allí fue algo más que un simple movimiento armado o<br />

un alzamiento. Fue una verdadera insurrección de <strong>la</strong>s masas”.<br />

De Chihuahua, <strong>la</strong> insurrección armada se extendería, con parecida<br />

fuerza, a <strong>los</strong> demás estados del norte, con el Centauro<br />

Pancho Vil<strong>la</strong> a <strong>la</strong> cabeza, para luego, andando el tiempo, coincidir<br />

con <strong>la</strong> Revolución del sur del cuadillo agrario Emiliano Zapata.<br />

esta época. Fue el primero, que yo sepa, que incursionó en <strong>los</strong><br />

áridos temas de <strong>la</strong> Revolución enmarcando <strong>la</strong>s acciones de aquel<strong>los</strong><br />

guerreros con hi<strong>los</strong> poéticos, describiéndo<strong>los</strong> amablemente,<br />

se puede decir que hasta con lástima, dentro de <strong>la</strong> socarronería<br />

que encierra allá en sus profundidades el estilo de Muñoz.<br />

Esta misma característica identificará al Muñoz que escribe<br />

más tarde <strong>la</strong> vida de Su Alteza Serenísima, don Ignacio López de<br />

Santa-Anna. La biografía de este infortunado rector de México,<br />

infortunado para México, adquiere en <strong>la</strong> obra de Muñoz matices<br />

heroicos dentro de lo grotesco. Escrita con originalidad, prepondera<br />

en el<strong>la</strong> el lenguaje satírico, el episodio farsa y dentro de<br />

todo esto, <strong>la</strong> vida serena de Su Alteza Serenísima, envuelto en el<br />

ropaje de su desfachatez y sus oscuras y personales ambiciones.<br />

Los tristes días que vivió entonces nuestro país, que más que<br />

país era un panino de rencil<strong>la</strong>s y de luchas mezquinas por mezquinos<br />

intereses, se reflejan en <strong>la</strong> biografía de Santa-Anna que<br />

escribiera Muñoz, y que, al cabo, como toda buena obra, hecha<br />

con sinceridad, nos deja un sabor amargo.<br />

Nos amarga porque desearíamos que todo aquello no hubiera<br />

sucedido o no hubiera tenido <strong>los</strong> resultados desastrosos que<br />

tanto error acumu<strong>la</strong>do le produjo a México. Cuando vemos,<br />

por ejemplo, el gigantesco obelisco que <strong>los</strong> tejanos han erigido<br />

en San Jacinto para conmemorar el triunfo de unos aventureros<br />

sobre el fantoche de Santa-Anna —que como dice Muñoz, ganaba<br />

<strong>la</strong>s batal<strong>la</strong>s y perdía <strong>la</strong>s guerras—, más parece que existiera<br />

ese monumento para seña<strong>la</strong>r <strong>la</strong> humil<strong>la</strong>ción de México y no de<br />

quien decía representarlo.<br />

Pero <strong>la</strong> verdad es que Santa-Anna existió y Muñoz, con <strong>los</strong><br />

trazos de su buena calidad de escritor, va forjando esta figura<br />

novelesca hasta darnos un libro extraordinario.<br />

Casi al mismo tiempo publica su segundo volumen de cuentos:<br />

Si me han de matar mañana. En el<strong>los</strong> regresa Muñoz a <strong>los</strong><br />

acontecimientos de <strong>la</strong> Revolución Mexicana y puede considerarse<br />

éste, de sus libros, como unido a El feroz cabecil<strong>la</strong> por <strong>los</strong><br />

temas, aunque se advierte un dominio mucho más amplio, dijéramos<br />

más confiado en <strong>los</strong> elementos que maneja.<br />

También aquí, como en su anterior libro, no sabemos por<br />

qué partido simpatiza Muñoz en esta guerra de hermanos; pues<br />

vuelve a advertirse <strong>la</strong> sátira con que trata a <strong>los</strong> personajes de uno<br />

y otro bando.<br />

32 IBERO


En el cuento titu<strong>la</strong>do “La muerte del perro”, en que narra<br />

lo superficial de <strong>la</strong> fraternidad entre <strong>los</strong> ejércitos triunfadores,<br />

vuelve Muñoz a practicar ese escamoteo de que hablábamos en<br />

un principio. Comienza a re<strong>la</strong>tarnos una cosa aparentemente<br />

sin importancia, como es quizá <strong>la</strong> muerte de un perro; pero al<br />

cabo, aquello se torna en una sangrienta carnicería de hombres<br />

en que, como él mismo lo dice: “La media noche, acostumbrada<br />

a presenciar <strong>los</strong> más sórdidos y misteriosos sucesos, tuvo que<br />

cerrar <strong>los</strong> ojos y huir amedrentada ante tanta sangre.”<br />

Se llevaron el cañón para Bachimba, <strong>la</strong> penúltima de sus nove<strong>la</strong>s y<br />

una de <strong>la</strong>s más importantes, tardó varios años en salir a <strong>la</strong> publicación.<br />

La razón es que Muñoz exige mucho de sí mismo y al<br />

escribir intenta mejorar lo anterior. A esto se debe <strong>la</strong> parquedad<br />

de su obra y el tiempo que dejó transcurrir para darnos esta<br />

nueva nove<strong>la</strong>.<br />

Sin embargo, a pesar de distar mucho de sus primeras publicaciones<br />

sigue en el<strong>la</strong> tratando el tema inagotable de <strong>la</strong> Revolución<br />

y flota también en el ambiente <strong>la</strong> sombra de Francisco Vil<strong>la</strong>,<br />

aunque aquí sí es realmente <strong>la</strong> pura sombra, ya que Vil<strong>la</strong> aparece<br />

sólo esfumado.<br />

Nos refiere Muñoz, a través de <strong>la</strong> narración de un muchacho<br />

que se <strong>la</strong>nza a <strong>la</strong> “bo<strong>la</strong>”, <strong>la</strong> fracasada e inútil insurrección de<br />

Pascual Orozco contra el gobierno constituido. El chamaco que<br />

espera regresar a su pueblo después de haber obtenido gloriosas<br />

victorias, sólo es testigo de derrotas. Y <strong>la</strong> final, en Bachimba,<br />

donde el cañón “niño” desmiembra <strong>los</strong> restos de <strong>los</strong> forajidos.<br />

Por otra parte, Pascual Orozco, otro Santa-Anna de pacotil<strong>la</strong>, se<br />

presta para que Muñoz ejercite <strong>la</strong> sorna y <strong>la</strong> abierta ironía hacia<br />

una causa que no perseguía otro fin que el saqueo y <strong>la</strong> rapiña.<br />

Es aquí donde se encuentran también <strong>la</strong>s mejores páginas descriptivas<br />

del paisaje áspero del Norte donde se desarrol<strong>la</strong> <strong>la</strong> acción<br />

de <strong>la</strong> nove<strong>la</strong>, como el cuadro casi plástico que hace de <strong>la</strong>s<br />

regiones pob<strong>la</strong>das de mezquites, digno de ser transcrito. Dice:<br />

“En una hora de <strong>la</strong> tarde atravesamos nuevamente el mezquital,<br />

ahora perforado por <strong>la</strong> negra barrena resop<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> locomotora.<br />

Era el mismo mezquital, compacto, invasor, que llegaba<br />

hasta <strong>los</strong> bordes inclinados del terraplén para tocar con sus ramas<br />

<strong>los</strong> discos rodantes y <strong>la</strong>s tab<strong>la</strong>s de <strong>los</strong> carros. Y al pasar a <strong>la</strong> carrera<br />

ante nuestra puerta, el mezquite me fascinó, me atrajo hacia él,<br />

me hizo completamente suyo.<br />

Juan Rulfo. Archivo de <strong>la</strong> Fundación Juan Rulfo.<br />

Sin vanos a<strong>la</strong>rdes de crítico, Rulfo eligió, de <strong>los</strong> muchos temas<br />

que <strong>la</strong> obra de José Guadalupe de Anda sugiere, <strong>la</strong> riqueza de <strong>los</strong><br />

vocab<strong>los</strong> popu<strong>la</strong>res que emplea, <strong>la</strong> profunda visión de <strong>la</strong> vida de<br />

<strong>los</strong> rancheros de Jalisco y <strong>la</strong> verdad que predomina en su re<strong>la</strong>to<br />

de <strong>la</strong> rebelión de <strong>los</strong> cristeros.<br />

José Guadalupe de Anda nació el 12 de diciembre de 1880, y<br />

murió hace poco. Empezó a escribir a <strong>los</strong> 60 años. Parece haber<br />

cumplido aquel consejo de Tolstoi: escribir después de haber vivido.<br />

Fue telegrafista y ferrocarrilero. Su habilidad, el dominio<br />

del oficio, afirma Rulfo, puede advertirse en <strong>la</strong> fidelidad que<br />

predomina en <strong>los</strong> diálogos y vocab<strong>los</strong> de su nove<strong>la</strong> Juan del Riel,<br />

lo mismo que en el mundo de <strong>los</strong> pueblerinos rebeldes de Los<br />

cristeros.<br />

Hacia 1941 editaron Los cristeros y Los bragados, aunque <strong>la</strong> primera<br />

tenía una primera edición que pasó inadvertida, que data<br />

de 1937. En el prólogo de Los cristeros escribió Octavio G. Barreda:<br />

“El mismo título de <strong>la</strong> obra era ya de por sí un obstáculo<br />

para su difusión o mejor aceptación entre <strong>la</strong>s élites del país; sin<br />

embargo, va imponiéndose poco a poco —de abajo hacia arriba,<br />

dijéramos— y en <strong>los</strong> momentos actuales, a pesar de ser lo único<br />

que el autor ha dado a <strong>la</strong> estampa, éste goza de fama importante<br />

Al conmemorarse, este 20 de noviembre,<br />

el centenario del inicio de <strong>la</strong> Revolución Mexicana,<br />

para IBERO es una gran satisfacción entregar a<br />

sus lectores como primicia editorial el texto<br />

inédito hasta ahora, del gran escritor mexicano<br />

y universal Juan Rulfo.<br />

Ibero 33


LITERATURA /un inédito de Juan Rulfo<br />

La historia de <strong>la</strong> Revolución Mexicana es materia de historiadores,<br />

pero también de escritores, y así como en el caso de <strong>la</strong> Independencia<br />

lo que caracterizó a ésta fue <strong>la</strong> poesía insurgente, el verso<br />

inf<strong>la</strong>mado de patriotismo y reivindicación nacional; en el caso de <strong>la</strong><br />

Revolución de 1910, fue <strong>la</strong> narrativa sobre todo <strong>la</strong> que dio cuenta<br />

literaria de este episodio fundamental de <strong>la</strong> historia mexicana.<br />

En 1915, Mariano Azue<strong>la</strong> publicó, por entregas, en un periódico,<br />

<strong>la</strong> nove<strong>la</strong> emblemática de <strong>la</strong> Revolución, Los de abajo,<br />

obra que retrata, con todas sus luces y sombras (más éstas que <strong>la</strong>s<br />

primeras), el movimiento armado. A decir de Car<strong>los</strong> Monsiváis,<br />

“<strong>la</strong>s circunstancias literarias y básicamente el tono cultural de <strong>la</strong><br />

época, le permitieron a <strong>la</strong> tendencia narrativa conocida como<br />

Nove<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Revolución establecer, también programáticamente,<br />

su arduo pesimismo en re<strong>la</strong>ción con <strong>los</strong> alcances positivos de<br />

<strong>la</strong> transformación nacional”.<br />

Lo que cohesiona y caracteriza a esta corriente literaria es,<br />

como bien seña<strong>la</strong> Monsiváis, su “ánimo sombrío y el terco escepticismo<br />

y el sentimiento de escribir a partir del despojo y <strong>la</strong><br />

amargura ante el auge de <strong>los</strong> logreros”. Este ánimo sombrío y<br />

esta desilusión por el movimiento armado continuarán incluso<br />

después de cuatro décadas, cuando Juan Rulfo publica sus<br />

cuentos de El L<strong>la</strong>no en l<strong>la</strong>mas y su nove<strong>la</strong> Pedro Páramo, en 1953<br />

y 1955, respectivamente, dos obras universales que reflejan en<br />

muchos momentos esa trágica experiencia.<br />

Hay por supuesto, dentro de esta narrativa, historias que reivindican<br />

el afán y <strong>la</strong> noble entrega de algunos personajes, pero<br />

es que precisamente <strong>la</strong> Revolución Mexicana se salva por ciertos<br />

hombres y mujeres que creyeron en el<strong>la</strong> como vía de reivindicación<br />

social y no por sus logros institucionalizados.<br />

Si algo fundamental dejó el movimiento revolucionario de<br />

México, fue <strong>la</strong> aportación literaria que recoge algunos de <strong>los</strong><br />

momentos más nobles, pero también otros muy trágicos e innobles,<br />

de hechos y personajes en esa etapa de nuestra historia.<br />

Y entre <strong>la</strong>s obras emanadas de ese movimiento, que nos hab<strong>la</strong>n<br />

de <strong>los</strong> anhe<strong>los</strong> y <strong>la</strong> tragedia de nuestro país, están <strong>los</strong> libros de Rafael<br />

F. Muñoz (especialmente ¡Vámonos con Pancho Vil<strong>la</strong>! y Se llevaron el<br />

cañón para Bachimba), leídos y comentados tan agudamente por Juan<br />

Rulfo, quien <strong>los</strong> pone en el sitio privilegiado que merecen.<br />

Al conmemorarse, este 20 de noviembre, el centenario del<br />

inicio de <strong>la</strong> Revolución Mexicana, para IBERO es una gran satisfacción<br />

entregar a sus lectores como primicia editorial el texto,<br />

inédito hasta ahora, del gran escritor mexicano y universal Juan<br />

Rulfo, sobre Rafael F. Muñoz, uno de <strong>los</strong> clásicos de <strong>la</strong> Revolución<br />

Mexicana, como dijera el propio Rulfo.<br />

En este texto Rulfo se muestra como un lector profesional<br />

y un magistral crítico de <strong>la</strong> materia que conocía y dominaba a<br />

<strong>la</strong> perfección y, al final, nos entrega <strong>la</strong> imagen más exacta de un<br />

escritor al que él admiró, revalorándolo y reivindicándolo con<br />

inteligencia y emoción. La lectura crítica de Rulfo enriquece<br />

nuestra comprensión sobre este gran autor y, al mismo tiempo,<br />

sobre <strong>los</strong> intereses literarios del autor de Pedro Páramo.<br />

La Universidad Iberoamericana agradece a <strong>la</strong> Fundación Juan<br />

Rulfo, a su director Víctor Jiménez y, muy especialmente, a <strong>la</strong><br />

señora C<strong>la</strong>ra Aparicio de Rulfo, <strong>la</strong> distinción que han hecho a<br />

IBERO para que sea en sus páginas donde se dé a conocer este<br />

inédito del más universal de nuestros escritores.<br />

Pocas obras tienen<br />

el raudal de<br />

conocimientos sobre <strong>la</strong><br />

sombría figura de Vil<strong>la</strong><br />

como el que posee<br />

Muñoz para re<strong>la</strong>tarnos<br />

sus hazañas.<br />

“Lo había creído agresivo y es humilde. Es un arbusto del campo;<br />

nadie lo p<strong>la</strong>nta, nadie lo cuida; lo mismo asoma en el arenal<br />

que en <strong>la</strong>s arrugas del basalto, donde <strong>los</strong> vientos han dejado una<br />

costra de tierra. Parece no tener sed ni hambre, pues crece donde<br />

nunca llueve y donde el suelo es estéril; vive de <strong>la</strong> luz, vive del<br />

viento, corre por el l<strong>la</strong>no, sube por <strong>los</strong> f<strong>la</strong>ncos de <strong>los</strong> cerros, asoma<br />

curioso en <strong>la</strong> corona de <strong>los</strong> cantiles y se vuelca locamente<br />

por <strong>los</strong> precipicios. A veces es un solo tronco, grueso como un<br />

muslo; en otras son cien ramas que salen en todas direcciones de<br />

un mismo hoyo en <strong>la</strong> tierra, sin cuidarse de ser rectos, despreocupados,<br />

versátiles. Los troncos y <strong>la</strong>s ramas son siempre chuecos<br />

porque un día quieren crecer para un <strong>la</strong>do y otro día para otro.<br />

No les interesa elevarse; en ocasiones, troncos gruesos como una<br />

pierna de hombre se arrastran por el suelo y abanicos de ramas<br />

trazan un arco verde como un pompón. Tiene una hoja pequeñita<br />

como el b<strong>la</strong>nco de <strong>la</strong> uña, y cien de el<strong>la</strong>s salen de una varita<br />

a<strong>la</strong>rgada como una aguja. Tiene también espinas, pero nada más<br />

para proteger unas vainas rojas que se hinchan con <strong>la</strong> semil<strong>la</strong>, que<br />

caen, que se dejan arrastrar por <strong>la</strong> fuerza del viento y que van a<br />

convertirse en más mezquites, miles de mezquites, millones de<br />

mezquites, que no piden agua ni tienen hambre nunca.<br />

“En algunos lugares llegan a ser más altos que un hombre a<br />

caballo; y careciendo de todo, siendo misérrimos, faltos de don<br />

alguno, rega<strong>la</strong>n un bien supremo: <strong>la</strong> sombra. Los becerros cansados,<br />

y <strong>la</strong>s vacas sedientas, van a tumbarse bajo su ramaje a rumiar<br />

el pasto escaso; y <strong>los</strong> burros raquíticos, a calmar <strong>la</strong> sed con <strong>la</strong>s<br />

vainas llenas de jugo. Los pastores y caminantes disfrutan también,<br />

dormitando tendidos en el suelo, mientras el sol declina.<br />

En otras regiones, el mezquite apenas puede llegar a <strong>la</strong> altura<br />

de <strong>la</strong> rodil<strong>la</strong> del hombre, porque sus raíces, por más profundamente<br />

que se extiendan, palpan tan sólo arena seca y movediza;<br />

impotente para dar sombra, se conforma entonces con ap<strong>la</strong>car <strong>la</strong><br />

reverberación del sol sobre el arenal.<br />

“Envejece cada año y el invierno lo vuelve gris. Después, sus<br />

ramas se van quedando calvas, ennegrecidas como por un incendio;<br />

se tornan quebradizas, caen en pedazos, se dispersan. Pero<br />

del palo duro que quedó enterrado, salen en primavera unos<br />

gusanos verdes; ¡el mezquite ha resucitado!<br />

34 IBERO


“No desaparecerá nunca asesinado, como otros árboles, por<br />

el hacha, porque sirve para muy poca cosa. Es eterno, como<br />

<strong>la</strong>s rocas; es variable, como <strong>la</strong>s ondas que el viento hace en <strong>la</strong>s<br />

dunas. Vive si necesidades, sin preocupaciones, sin cuidados. Se<br />

expande, se eleva, se arrastra. Llega confiadamente hasta <strong>la</strong> puerta<br />

misma de <strong>la</strong> casa del campesino; asoma, tímido, en <strong>la</strong>s primeras<br />

calles de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones. Cuando lo quitan porque estorba, resurge<br />

más allá. Servicial, ofrece sus ramas para formar cercados<br />

espinosos que protegen a <strong>la</strong>s gallinas contra el coyote voraz. Y<br />

cuando nadie lo utiliza ni para val<strong>la</strong>do, ni para leña ni para sombra,<br />

como es libre, como es alegre, como nada le preocupa ni le<br />

detiene, como no posee nada ni quiere nada, allá se va el mezquitero<br />

correteando por el l<strong>la</strong>no, como un muchacho travieso que<br />

persigue <strong>la</strong> puesta del sol.”<br />

Esperamos, con todo, que <strong>la</strong> autocrítica excesiva de Muñoz,<br />

obligándose a superar <strong>la</strong> obra anterior, le permita darnos más<br />

cosas suyas, ya que sus libros serán siempre valiosos y sorprendentes.<br />

© Juan Rulfo, herederos de Juan Rulfo, 2010.<br />

Se publica con <strong>la</strong> autorización de <strong>la</strong> Sra. C<strong>la</strong>ra Aparicio de Rulfo. Prohibida su reproducción<br />

por cualquier medio, impreso o electrónico, sin <strong>la</strong> autorización previa<br />

correspondiente.<br />

por ser considerado como uno de <strong>los</strong> 6 o 7 clásicos de <strong>la</strong> Revolución<br />

Mexicana”.<br />

De Anda dejó varios manuscritos inéditos: Los Mochos, El catorce<br />

y unos Cuadros de costumbres que ojalá algún editor tuviera en<br />

cuenta para bien de <strong>la</strong>s letras mexicanas.<br />

En el archivo que custodia <strong>la</strong> familia de Juan Rulfo se conservan<br />

algunos textos que habrían sido leídos por él en <strong>los</strong> programas<br />

(todo hace pensar en más de uno) dedicados a José Guadalupe de<br />

Anda, que el autor de <strong>la</strong> nota periodística citada escuchó y comenta<br />

en parte. Pero sería necesario un estudio cuidadoso de <strong>los</strong><br />

manuscritos para organizar<strong>los</strong> y dar<strong>los</strong> a conocer. Lo que queda<br />

en evidencia en esos escritos es <strong>la</strong> gran admiración que sentía<br />

Rulfo por De Anda, injustamente marginado a causa de <strong>la</strong> visión<br />

extremadamente crítica que adoptó sobre el papel del clero en<br />

<strong>la</strong> revuelta cristera, e igualmente advertimos en esas notas <strong>la</strong> profundidad<br />

que podía alcanzar el juicio de Rulfo como lector.<br />

También se conserva entre sus papeles un manuscrito completo,<br />

unitario (y podríamos decir que “listo para publicarse”)<br />

dedicado a otro autor que Rulfo admiraba sin reservas: Rafael F.<br />

Muñoz. Es posible que haya leído este ensayo en <strong>la</strong> serie de programas<br />

de Radio UNAM (sin descartar que fuese una conferencia<br />

preparada para otra ocasión), y sólo tuvimos que incorporar<br />

al manuscrito de Rulfo <strong>la</strong> cita sobre <strong>los</strong> mezquites que, seguramente,<br />

debió leer para el público directamente en su ejemp<strong>la</strong>r<br />

de Se llevaron el cañón para Bachimba: se trata del pequeño capítulo<br />

que lleva como título “Divagando”. Rafael F. Muñoz falleció en<br />

1972 y Rulfo lo exhorta al final, a mediados de <strong>los</strong> cincuenta (si<br />

fue en su programa de radio, como es lo más probable), a seguir<br />

escribiendo. Este texto vuelve a poner en evidencia que <strong>la</strong> admiración<br />

que sentía Rulfo por algunos autores era el resultado de<br />

hacer una lectura a fondo de sus obras.<br />

Rulfo actuaba entonces como algo más que un crítico literario<br />

común. No sólo era un “profesional de <strong>la</strong> lectura”, sino el reciente<br />

autor de El L<strong>la</strong>no en l<strong>la</strong>mas y Pedro Páramo. El vocablo “panino”,<br />

olvidado mexicanismo por “criadero”, “guarida o cubil” —según<br />

Santamaría—, provendría de su familiaridad con viejos escritos…<br />

Había leído, desde luego, todo lo escrito por Muñoz, abordándolo<br />

con agilidad; compara su estilo con el de Mariano Azue<strong>la</strong> y<br />

Martín Luis Guzmán (le basta con decir que es “diferente”), lo<br />

que se podía esperar, pero también recurre a <strong>la</strong> historia de México,<br />

al especialista estadounidense en <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Revolución<br />

Mexicana F. Rand Morton y, menos previsiblemente, lleva el<br />

análisis, con pertinencia, a <strong>la</strong> obra de Conrad Aiken. Muy pocos<br />

permanecerán insensibles a su elección de <strong>la</strong> cita de Se llevaron el<br />

cañón para Bachimba, ese “cuadro casi plástico” que constituye, sin<br />

duda, una de <strong>la</strong>s mejores páginas de <strong>la</strong> literatura mexicana, donde<br />

resulta imposible distinguir entre narración y poesía.<br />

“Rafael F. Muñoz”, de Juan Rulfo, hasta ahora inédito, se reproduce<br />

en <strong>la</strong> revista IBERO con <strong>la</strong> autorización especial de <strong>la</strong><br />

señora C<strong>la</strong>ra Aparicio de Rulfo.<br />

1 Citado por Alberto Vital, Introducción, Retales. Compi<strong>la</strong>ción de Juan Rulfo,<br />

Terracota, La escritura invisible, México, 2008, p. 27.<br />

2 No proporciono más información sobre esta referencia para proteger<strong>la</strong> del<br />

p<strong>la</strong>gio que realiza habitualmente de estos materiales el periodista Roberto<br />

García Bonil<strong>la</strong>.<br />

Ibero 35


mirador<br />

Car<strong>los</strong> Monsiváis<br />

Car<strong>los</strong> Monsiváis (1938-2010) supo ver e interpretar el oficio y el<br />

arte fotográfico de Rogelio Cuél<strong>la</strong>r (ciudad de México, 1950). Al<br />

presentarlo ante <strong>los</strong> lectores nos permite apreciar de un modo más<br />

profundo y sutil sus imágenes. En este caso se trata de retratos de<br />

artistas (escritores, dramaturgos, pintores), de entre <strong>los</strong> miles que ha<br />

hecho a lo <strong>la</strong>rgo de su precoz carrera que inició a <strong>los</strong> 17 años de edad.<br />

(Su más reciente exposición fue Tabu<strong>la</strong> Rasa, en 2010.) Sin duda,<br />

uno de <strong>los</strong> mejores fotógrafos de México, Cuél<strong>la</strong>r ha retratado a varias<br />

generaciones de artistas. Y, algunos de el<strong>los</strong>, se ven a sí mismos y le<br />

dicen al fotógrafo lo que les inspira el espacio vacío, <strong>la</strong> página en b<strong>la</strong>nco,<br />

<strong>la</strong> te<strong>la</strong> en b<strong>la</strong>nco.<br />

›<br />

Rogelio Cuél<strong>la</strong>r:<br />

La distancia más corta entre dos imágenes<br />

Rogelio Cuél<strong>la</strong>r en <strong>la</strong> Universidad de Alcalá de<br />

Henares, abril de 2010. Fotografía de Ana C<strong>la</strong>vel.<br />

A veces <strong>la</strong> hoja b<strong>la</strong>nca, simple, sencil<strong>la</strong>, sin mancha, es más<br />

valiosa que después de haber sido repasada por <strong>la</strong> pluma del poeta.<br />

Para mí, que he corrido el riesgo de tropezarme con ese inconveniente,<br />

siempre ha sido <strong>la</strong> hoja en b<strong>la</strong>nco <strong>la</strong> alberca en que, con gusto y<br />

entusiasmo me <strong>la</strong>nzo a nadar. Alí Chumacero. Poeta.<br />

La hoja en b<strong>la</strong>nco<br />

es lo inconfensable.<br />

Car<strong>los</strong> Fuentes. Escritor.<br />

36 IBERO


Irma Pa<strong>la</strong>cios. Pintora.<br />

Variedad de imágenes y de ata<strong>la</strong>yas. Oficio<br />

de “luz y sombra”. Entrecruce de<br />

perspectivas. Árboles que no dejan ver<br />

el bosque. Confluencia de lealtades contemp<strong>la</strong>tivas<br />

o testimoniales. Reunido, este<br />

trabajo de Rogelio Cuél<strong>la</strong>r necesita de<br />

discernimientos y sedimentaciones para<br />

hal<strong>la</strong>r <strong>la</strong> unidad en <strong>la</strong> diversidad, para encontrar<br />

<strong>la</strong>s rec<strong>la</strong>maciones de <strong>la</strong> diversidad<br />

que no aceptan fácilmente <strong>la</strong> incorporación<br />

a <strong>la</strong> unidad. ¿A qué amo sirve este<br />

fotógrafo: a <strong>la</strong> información periodística, a<br />

ese imponderable l<strong>la</strong>mado “fotografía artística”,<br />

a <strong>la</strong> denuncia política, al intenso<br />

gusto personal por el hal<strong>la</strong>zgo de formas<br />

caprichosas o por <strong>la</strong> seducción de formas<br />

El espacio en b<strong>la</strong>nco es como un mar<br />

sin fondo, y feliz de no saber nada, como<br />

soy. Gabriel Macote<strong>la</strong>. Pintor.<br />

insólitas? Cuél<strong>la</strong>r no se decide porque<br />

ya no es <strong>la</strong> época de <strong>la</strong>s opciones como<br />

etiquetas perdurables (“Soy realista, soy<br />

artístico, soy denunciativo...”) y él, a un<br />

tiempo confía en y desconfía de <strong>la</strong>s apariencias,<br />

<strong>la</strong>s dispone como en un retrato<br />

de familia y <strong>la</strong>s asume tal y como se le<br />

van dando, <strong>la</strong>s acepta sin remilgos y <strong>la</strong>s<br />

escudriña minuciosamente.<br />

“La realidad de <strong>la</strong> mirada da realidad a<br />

<strong>la</strong> mirada” (Octavio Paz). Para Cuél<strong>la</strong>r (o<br />

eso me reve<strong>la</strong>n sus fotos, por lo menos;<br />

si él piensa de otro modo aquí iniciamos<br />

Phil Kelly. Pintor.<br />

Ibero 37


mirador<br />

Un espacio en b<strong>la</strong>nco: <strong>la</strong> te<strong>la</strong> / el tiempo<br />

quieto / el silencio / o lo casi dicho.<br />

Magali Lara. Pintora.<br />

Fuente de todo vacío y todos <strong>los</strong> miedos, un<br />

espacio en b<strong>la</strong>nco es un lugar insoportable<br />

donde deslumbramiento y silencio conspiran<br />

atrozmente; pontífice torpe, tiendo sobre<br />

él un desmañado puente que me lleva sin<br />

remedio incapaz de ver, cegado por el<br />

vértigo hasta una nueva batal<strong>la</strong>, prodigio<br />

que se repite una vez y otra, de tal suerte que<br />

perdido, extraviado, sin más arma que el amor<br />

intento llegar hasta el siguiente, el siguiente, el<br />

siguiente y así por toda <strong>la</strong> vida.<br />

Gilberto Aceves Navarro. Pintor.<br />

Luis Nishizawa. Pintor.<br />

<strong>la</strong> controversia), <strong>la</strong> fotografía es lo desdramatizado,<br />

aquello que prescinde de fi<strong>los</strong>,<br />

advertencias, cuchil<strong>la</strong>s sentenciosas que se<br />

desploman sobre el espectador. Su punto<br />

de vista carece de escalofríos literarios y,<br />

preocupado por <strong>la</strong> nitidez y <strong>la</strong> perfección<br />

técnicas, regresa sin complicaciones ni<br />

miedos de “pérdida de <strong>la</strong> originalidad” a<br />

<strong>los</strong> temas de una generación anterior de<br />

fotógrafos mexicanos (admirable por lo<br />

demás). Él reconoce su inserción en <strong>la</strong>s<br />

tradiciones internacionales y nacionales<br />

y lo hace sin el sobresalto conmovido o<br />

autocomp<strong>la</strong>cido de quien arriba por vez<br />

primera a una realidad. Él no “descubre”:<br />

informa; no “reve<strong>la</strong>”: ayuda a ver.<br />

Ante <strong>los</strong> prestigios acumu<strong>la</strong>dos de <strong>la</strong><br />

“foto del contraste irónico”, Cuél<strong>la</strong>r se<br />

decide por el entusiasmo permanente ante<br />

<strong>la</strong>s aportaciones de <strong>la</strong> imagen y se rehúsa<br />

a permitir <strong>la</strong> fácil acción de quien no ve<br />

<strong>la</strong> foto preocupado en interpretar<strong>la</strong> (manía<br />

frecuente de este comentarista).<br />

Lo reiterativo es lo directo, lo evidente<br />

es lo oculto. No estamos ante el más<br />

obvio de <strong>los</strong> juegos verbales sino ante <strong>la</strong>s<br />

continuas lecciones de <strong>la</strong> fotografía. Fíjense<br />

en el Cuél<strong>la</strong>r retratista que espía y<br />

acecha temeroso de <strong>la</strong> rigidez, de <strong>la</strong>s innumerables<br />

mentiras de una pose, de <strong>los</strong><br />

artificios de <strong>la</strong> conciencia del sujeto frente<br />

al objeto que perpetuarán sus gustos,<br />

máscaras y maquinaciones.<br />

Otra dimensión del trabajo de Cuél<strong>la</strong>r:<br />

<strong>la</strong> búsqueda de <strong>la</strong> abstracción, <strong>la</strong> incorporación<br />

incesante de texturas, agresiones<br />

del tiempo, desgastes de <strong>la</strong> materia.<br />

La abstracción, suma azarosa de elementos,<br />

triunfo de <strong>la</strong> mirada, corrupción de<br />

lo orgánico. Cuél<strong>la</strong>r sigue viendo en <strong>la</strong><br />

fotografía el acceso a otra realidad, esa<br />

que —reitero <strong>la</strong> frase de Lezama Lima—<br />

siempre escapa en el momento que había<br />

alcanzado su definición mejor.<br />

La hoja en b<strong>la</strong>nco es un vacío lleno<br />

de rostros. Juan Gelman. Poeta.<br />

38 IBERO


La página en b<strong>la</strong>nco. Una nube que<br />

se arrebuja en mi escritorio, un a<strong>la</strong><br />

de albatros que nunca he tocado.<br />

También una botel<strong>la</strong> con un mensaje<br />

desconocido hasta para mí que voy a<br />

inventarlo. Un barco que zarpa al mar<br />

innombrado de <strong>la</strong> desmemoria que de<br />

pronto se ha tornado color bermellón.<br />

Ahí donde un hombre l<strong>la</strong>mado Giotto<br />

se ve a sí mismo repentinamente en una<br />

barca y descubre <strong>la</strong> transparencia rojiza<br />

de <strong>la</strong>s aguas. Piensa: Es un ardiente mar<br />

del atardecer. Una voz lo interrumpe:<br />

‘Te equivocas, le dice <strong>la</strong> voz desde el sol<br />

de <strong>la</strong> fiebre, ese mar no es más que el<br />

torrente de tu propio corazón. Navegas<br />

solitario por <strong>los</strong> ríos de tu sangre, cuerpo<br />

adentro. Por otra parte, no hay otra<br />

manera: es un viaje que siempre hay<br />

que emprender solo’. Ahora <strong>la</strong> nube de<br />

papel, que fue a<strong>la</strong> y barco, roza ya el<br />

horizonte de su propia historia.<br />

Ana C<strong>la</strong>vel. Escritora.<br />

Luis de Tavira. Dramaturgo.<br />

El espacio en b<strong>la</strong>nco, sea te<strong>la</strong>, papel o muro<br />

es un reto para el artista creador, quien<br />

se enfrenta a una aventura cada vez que<br />

inicia una obra. Si se tiene <strong>la</strong> disciplina y<br />

el ojo educado, cualquier mancha o línea<br />

que aplica el artista cae en sección de oro.<br />

Raúl Anguiano. Pintor.<br />

Ibero 39


SABERES/sabores<br />

Gloria López Morales.<br />

›La cocina mexicana,<br />

un símbolo nacional<br />

Entrevista con Gloria<br />

López Morales<br />

Beatriz Pa<strong>la</strong>cios<br />

Asistente editorial de IBERO<br />

En estos momentos ya podemos decir que lo que<br />

hemos logrado con <strong>la</strong> cocina mexicana es inédito,<br />

porque <strong>la</strong> resistencia para el reconocimiento de <strong>la</strong>s<br />

cocinas era muy grande.<br />

Maestra en letras francesas por <strong>la</strong> UNAM y <strong>la</strong> Sorbona<br />

de París, y con posgrado en re<strong>la</strong>ciones internacionales<br />

por El Colegio de México, Gloria López Morales fue<br />

también periodista y profesora de Literatura Francesa. Su actividad<br />

profesional siempre ha estado re<strong>la</strong>cionada con <strong>la</strong> cultura<br />

y durante más de tres décadas desempeñó diversos cargos en<br />

organismos internacionales como <strong>la</strong> FAO y <strong>la</strong> UNESCO. En<br />

esta última institución dirigió <strong>la</strong> Oficina Regional de Cultura<br />

para América Latina y El Caribe, con sede en La Habana, así<br />

como <strong>la</strong> revista Ciencias de <strong>la</strong> Comunicación y <strong>los</strong> programas para<br />

el Quinto Centenario del Encuentro de Dos Mundos.<br />

Co<strong>la</strong>boradora del periódico Excélsior y de <strong>la</strong> Agencia IDOC de<br />

Roma, además de Coordinadora de <strong>la</strong> División Internacional del<br />

Centro de Estudios del Tercer Mundo y directora de <strong>la</strong> Revista<br />

Medio Oriente para Latinoamérica, entre otras actividades, es autora<br />

de múltiples artícu<strong>los</strong> y estudios re<strong>la</strong>cionados con <strong>los</strong> víncu<strong>los</strong> entre<br />

<strong>la</strong>s culturas, el diálogo intercultural y el desarrollo sostenible.<br />

En México, fue Coordinadora Nacional de Patrimonio Cultural<br />

y Turismo del Consejo Nacional para <strong>la</strong> Cultura y <strong>la</strong>s Artes<br />

y coordinó <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de <strong>la</strong> candidatura que nuestro país<br />

presentó en 2004 ante <strong>la</strong> UNESCO, como un primer intento<br />

para el reconocimiento de <strong>la</strong> cocina mexicana como patrimonio<br />

inmaterial de <strong>la</strong> humanidad.<br />

Actualmente es Presidenta del Conservatorio de <strong>la</strong> Cultura<br />

Gastronómica Mexicana, asociación civil que tiene entre sus<br />

principales objetivos <strong>la</strong> salvaguardia, preservación y promoción<br />

de <strong>la</strong> cocina y el sistema alimentario mexicano, a <strong>los</strong> que reconoce<br />

como una manifestación sobresaliente del patrimonio<br />

cultural de México. Así, desde este organismo, <strong>la</strong> doctora López<br />

Morales, junto con un grupo de especialistas, dio continuidad e<br />

impulsó <strong>la</strong> iniciativa de incluir a <strong>la</strong> Cocina Tradicional Mexicana<br />

en <strong>la</strong> lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de<br />

<strong>la</strong> Humanidad, que en su Convención de noviembre de 2010 en<br />

Nairobi, Kenia, <strong>la</strong> UNESCO dará a conocer de manera oficial.<br />

¿Cómo surgió <strong>la</strong> idea de postu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> cocina mexicana<br />

como patrimonio cultural inmaterial de <strong>la</strong> humanidad?<br />

Quizá haya que aludir inevitablemente a mi trayectoria personal.<br />

Yo soy jubi<strong>la</strong>da de <strong>la</strong> UNESCO, donde hice toda mi carrera en<br />

el sector de cultura, y ahí observé, entre otros fenómenos, <strong>la</strong> evolución<br />

del concepto de cultura. En 1982 se realizó en México<br />

una gran conferencia mundial sobre <strong>la</strong>s políticas culturales, en<br />

donde por primera vez se vincu<strong>la</strong>ron <strong>los</strong> conceptos de cultura<br />

y desarrollo, y en donde se amplió <strong>la</strong> visión de <strong>la</strong> cultura, concibiéndo<strong>la</strong><br />

no sólo como <strong>la</strong>s bel<strong>la</strong>s artes, sino también como un<br />

elemento que amalgama, ordena y rige <strong>la</strong> vida de <strong>la</strong>s comunidades<br />

y de <strong>los</strong> pueb<strong>los</strong>.<br />

Para mí eso fue esencial, ya que empecé a vislumbrar que <strong>la</strong><br />

cultura era algo mucho mayor y pude entender y encontrar que<br />

en México tenemos altísimas culturas, que son <strong>la</strong>s que nos han<br />

permitido el desarrollo tan notable que hemos alcanzado durante<br />

milenios, y que incluyen elementos muy importantes, que<br />

40 IBERO


van desde nuestras visiones cosmogónicas y modos de vivir hasta<br />

cómo nos alimentamos. Así empezó <strong>la</strong> reflexión sobre <strong>la</strong> complejidad<br />

del sistema alimentario, que conlleva una gran cantidad<br />

de procesos, ritos, ceremonias, símbo<strong>los</strong>, etcétera.<br />

Por otro <strong>la</strong>do, me di cuenta de otro debate que se estaba llevando<br />

a cabo a nivel internacional: el del turismo, especialmente<br />

el cultural, que ha sido <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve del éxito de muchas regiones.<br />

La Europa de <strong>la</strong> segunda posguerra se levantó de <strong>la</strong> postración<br />

gracias a que se abrió al turismo y puso sus riquezas culturales<br />

a <strong>la</strong> vista de todos. Aunque hay que admitir que esta fue una<br />

manera inteligente de empezar a explotar sus recursos, también<br />

se debe decir que había una ceguera por parte de <strong>los</strong> gobiernos<br />

para reconocer que el auge turístico se debía no sólo a <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>yas,<br />

sino a ese fabu<strong>los</strong>o patrimonio cultural que no nada más son <strong>los</strong><br />

sitios históricos, sino que incluye también <strong>los</strong> modos de vivir de<br />

<strong>los</strong> pueb<strong>los</strong>, y <strong>la</strong> comida como uno de <strong>los</strong> principales atractivos<br />

para cualquier viajero.<br />

De este modo se fue haciendo una trama de argumentaciones,<br />

fui profundizando en el tema, y me parecía cada vez más inconcebible<br />

que nuestro país siguiera durmiendo sobre su riqueza y <strong>la</strong><br />

explotara de manera irracional e inconciente. México tiene todo:<br />

patrimonio cultural, histórico, natural. Por ese entonces empezaba<br />

el debate sobre el patrimonio inmaterial, donde está considerado<br />

el gastronómico, y siendo directora de <strong>la</strong> Oficina Regional<br />

de Cultura de <strong>la</strong> UNESCO para América Latina y El Caribe,<br />

empecé a organizar <strong>los</strong> primeros Congresos en <strong>los</strong> que se hizo<br />

una reflexión más sistemática con expertos de toda <strong>la</strong> región.<br />

Después regresé a México y continué con <strong>la</strong> organización<br />

anual de seis Congresos Gastronómicos en Pueb<strong>la</strong>, a <strong>los</strong> que acudían<br />

una gran cantidad de expertos de otros países de <strong>la</strong> región y<br />

también de Europa, para seguir reflexionando sobre el desarrollo<br />

socioeconómico y sustentable, además del patrimonio cultural<br />

y turismo. Producto de esos Congresos, que iniciaron en 1999, y<br />

considerando que <strong>la</strong> cocina mexicana es uno de <strong>los</strong> principales<br />

elementos de nuestra cultura, a instancias de un grupo de expertos<br />

y verdaderos apasionados de <strong>la</strong> gastronomía, surgió <strong>la</strong> idea de<br />

postu<strong>la</strong>r<strong>la</strong> en <strong>la</strong> UNESCO como patrimonio cultural inmaterial.<br />

¿Cuál ha sido el camino recorrido para buscar el<br />

reconocimiento mundial de nuestra tradición culinaria?<br />

Habiendo trabajado tantos años en <strong>la</strong> UNESCO pensé que el<br />

proceso para lograr que nuestra cocina formara parte del patrimonio<br />

cultural inmaterial iba a ser sencillo, pero me equivoqué.<br />

En 2004 hicimos un primer expediente, serio y bien<br />

fundamentado, que en <strong>la</strong> UNESCO fue visto<br />

como una ocurrencia porque hasta ese momento<br />

no habían tenido ningún caso simi<strong>la</strong>r.<br />

No existían <strong>los</strong> parámetros, con criterios fijos<br />

y herramientas teóricas, que les permitieran<br />

determinar si nuestra propuesta era viable y llenaba<br />

<strong>los</strong> requisitos, así que no fue aceptada, me<br />

parece que en gran medida por incomprensión<br />

por parte de <strong>los</strong> jurados y falta de empuje institucional en México.<br />

Visto a <strong>la</strong> distancia no puedo decir que este primer intento fue<br />

un fracaso, porque a partir de ese momento el tema de <strong>la</strong>s cocinas<br />

tradicionales se volvió muy vigente.<br />

Nuestro grupo siguió trabajando y en 2005 se creó el Conservatorio<br />

de <strong>la</strong> Cultura Gastronómica Mexicana, y para 2006<br />

<strong>los</strong> estados miembros de <strong>la</strong> UNESCO aprobaron y ratificaron<br />

<strong>la</strong> convención del patrimonio inmaterial donde figuraban por<br />

primera vez <strong>los</strong> criterios para <strong>la</strong>s cocinas tradicionales que nos<br />

permitieron, ya desde el Conservatorio, trabajar <strong>la</strong> propuesta ciñéndonos<br />

a requisitos muy específicos, entre el<strong>los</strong> el de antigüedad,<br />

continuidad histórica, autenticidad, uso de ingredientes<br />

y productos originarios y vigencia. Y si hay una cocina antigua<br />

que sigue siendo actual como ninguna otra es <strong>la</strong> cocina mexicana.<br />

Ejemplo de ello son <strong>los</strong> ocho milenios del maíz.<br />

No fue fácil conformar este expediente porque una cosa es<br />

decir qué rico comemos y otra demostrarlo, pero lo hicimos y<br />

lo presentamos. Aunque todavía no tenemos el anuncio oficial,<br />

tampoco existe uno en contra, y contamos con el observatorio<br />

necesario para saber que todo va bien y que en noviembre, en<br />

Nairobi, <strong>la</strong> UNESCO va a hacer <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación oficial.<br />

En estos momentos ya podemos decir que lo que hemos logrado<br />

con <strong>la</strong> cocina mexicana es inédito, porque <strong>la</strong> resistencia<br />

para el reconocimiento de <strong>la</strong>s cocinas era muy grande, lo que no<br />

me extraña porque <strong>la</strong> argumentación es muy compleja: va desde<br />

<strong>la</strong> agricultura hasta <strong>la</strong> nutrición pasando por <strong>la</strong>s costumbres<br />

tradicionales, ceremonias, rituales y <strong>la</strong> visión cosmogónica, que<br />

sigue persistiendo en muchas comunidades de México y que no<br />

<strong>la</strong> puede entender fácilmente una persona ajena a este mundo<br />

tradicional.<br />

Vendrá el momento de <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación y <strong>la</strong>s celebraciones,<br />

pero lo más importante es que hemos dado un paso pionero<br />

en el mundo al haber expuesto que hay troncos culturales que<br />

han preservado sus tradiciones culinarias, <strong>la</strong>s cuales deben ser<br />

salvaguardadas, defendidas y promovidas para que no se pierdan,<br />

y para que participen de <strong>la</strong> evolución.<br />

Foto: Corbis.<br />

Ibero 41


SABERES/sabores<br />

Vendrá el momento de <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación y<br />

<strong>la</strong>s celebraciones, pero lo más importante es que<br />

hemos dado un paso pionero en el mundo<br />

al haber expuesto que hay troncos culturales que<br />

han preservado sus tradiciones culinarias.<br />

¿Cuál es el impacto económico, social y cultural que<br />

vislumbra a partir de este nombramiento?<br />

El impacto va a ser muy grande pero va a depender de <strong>la</strong> manera<br />

seria en que se aborde el p<strong>la</strong>n de acción con que nos hemos<br />

comprometido ante <strong>la</strong> UNESCO, que implica entre muchas<br />

otras cosas, el rescate, salvaguarda y difusión de <strong>la</strong> cocina. Para<br />

ello el Conservatorio se tendrá que aliar con diversos sectores,<br />

como el académico, <strong>los</strong> productores de alimentos, <strong>la</strong> gastronomía<br />

profesional, <strong>la</strong>s instancias de gobierno y con todo ese universo<br />

que hace posible que <strong>la</strong> culinaria mexicana siga viva.<br />

El nombramiento no va a ser poca cosa, y nos va a ayudar<br />

a darle seriedad y credibilidad a <strong>la</strong> cocina mexicana tanto en<br />

el país como en el extranjero, y se puede demostrar con cifras<br />

que un porcentaje importante de consumidores alrededor del<br />

mundo busca <strong>la</strong> buena comida, empezando por <strong>los</strong> turistas. Así<br />

que tenemos que lograr que <strong>los</strong> estándares de calidad se conserven<br />

y por eso como Conservatorio nos vamos a empeñar<br />

muchísimo en <strong>la</strong> certificación de <strong>la</strong> verdadera cocina mexicana,<br />

no importando que sea un restaurante de postín, un puesto en el<br />

mercado de Oaxaca o <strong>los</strong> miles de restaurantes mexicanos en<br />

Estados Unidos. Tenemos que estar cerca de <strong>la</strong> gente que trata<br />

de seguir cultivando <strong>la</strong>s cocinas regionales para que, no obstante<br />

su transformación continua, por ser cultura viva, conserven su<br />

autenticidad y salvaguarden <strong>la</strong>s raíces.<br />

Además, dentro de México el objetivo prioritario de este esfuerzo<br />

y de este reconocimiento es que <strong>los</strong> mexicanos recuperen<br />

el gusto por <strong>la</strong> buena comida y <strong>la</strong>s tradiciones de <strong>la</strong> mesa. En<br />

estos días que está muy actual el tema de <strong>la</strong> obesidad y <strong>la</strong> alimentación<br />

de <strong>los</strong> niños en <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s, si le dieran una mirada al<br />

sistema alimentario tradicional, si se enalteciera esa cocina que<br />

es verdaderamente equilibrada y nutritiva, se vería que <strong>la</strong> tenemos<br />

que defender no sólo por sabrosa, sino también<br />

por sana. Y fomentar el consumo de cocina mexicana<br />

nos puede llevar a una cosa más importante: a recuperar<br />

nuestra soberanía alimentaria.<br />

42 IBERO<br />

¿Qué otras acciones tiene previstas el Conservatorio<br />

de <strong>la</strong> Cultura Gastronómica después del<br />

reconocimiento de <strong>la</strong> UNESCO?<br />

Ya empezamos con muchos proyectos. Somos un grupo<br />

de gente de buena voluntad que trabajamos para <strong>la</strong> cocina<br />

mexicana y aunque llevamos casi diez años con esta <strong>la</strong>bor<br />

estamos todavía dando <strong>los</strong> primeros pasos, y el primero<br />

de el<strong>los</strong>, con una visión de mayor trascendencia, fue firmar<br />

un convenio con amplias líneas de co<strong>la</strong>boración con el C<strong>la</strong>ustro<br />

de Sor Juana, que es una institución que privilegia el tema de <strong>la</strong><br />

cocina mexicana. Con el<strong>los</strong> vamos a desarrol<strong>la</strong>r programas educativos<br />

y de turismo gastronómico, por ejemplo.<br />

También hemos tenido desde el inicio re<strong>la</strong>ciones institucionales<br />

con <strong>la</strong> UNAM para <strong>la</strong> organización y desarrollo de algunos<br />

proyectos y programas, y pensamos seguir ampliando nuestra red<br />

porque creemos que este nombramiento es el eje más sólido<br />

que tenemos actualmente para desarrol<strong>la</strong>r un trabajo de alcance<br />

nacional en diversos ámbitos. De ahí <strong>la</strong> importancia de crear un<br />

vínculo sólido con instituciones académicas capaces entender <strong>la</strong><br />

trascendencia de este hecho.<br />

¿Cuál es <strong>la</strong> aportación de <strong>la</strong> cocina mexicana<br />

al mundo?, ¿qué <strong>la</strong> distingue de otras cocinas de<br />

importancia como <strong>la</strong> francesa?<br />

Hay cocinas tradicionales, no muchas, que merecen reconocimiento<br />

si consideramos <strong>los</strong> criterios de antigüedad y autenticidad.<br />

Pienso en China, en el sudeste asiático, <strong>la</strong> India, <strong>la</strong> cuenca<br />

mediterránea, <strong>los</strong> países andinos y México, como centro de<br />

Mesoamérica. Las demás no son tradicionales. La francesa, por<br />

ejemplo, destaca por ese buen gusto que ha tenido para satisfacer<br />

el pa<strong>la</strong>dar apropiándose de todos <strong>los</strong> elementos que le llegan de<br />

afuera. Es decir, ni <strong>la</strong> uva ni el trigo nacieron en Francia. Han<br />

sido <strong>los</strong> inventores de novedosas técnicas para transformar <strong>los</strong><br />

productos y <strong>los</strong> alimentos con gran refinamiento, pero también<br />

con un sentido muy elitista. Mientras que nosotros con <strong>la</strong>s cocinas<br />

tradicionales valoramos lo que hace el pueblo, lo que se vende<br />

en el mercado. Entre una y otra hay una visión divergente.<br />

México ha hecho muchas aportaciones al mundo, sobre todo<br />

a través de productos, entre el<strong>los</strong> el jitomate, el cacao o el aguacate<br />

que en este momento se consume mucho a lo <strong>la</strong>rgo y ancho<br />

del p<strong>la</strong>neta. Pero también aportó una cosa que va más allá de <strong>los</strong><br />

recursos naturales: <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong>s preparaciones gastronómicas.<br />

Sólo <strong>la</strong>s cocinas tradicionales y antiguas de <strong>la</strong>s que hab<strong>la</strong>ba,<br />

por su sabiduría y cultura, son capaces de llevar muy lejos <strong>la</strong><br />

e<strong>la</strong>boración de <strong>los</strong> alimentos.<br />

Otro elemento que caracteriza a nuestra cocina es que no se ha<br />

salido de sus contextos culturales más amplios: ceremonial, ritual,<br />

como aglutinador social y eje familiar. Además, <strong>la</strong> cocina puede ser<br />

vista también como un símbolo nacional. Yo no creo que en este<br />

momento, en un México tan convulso, haya ningún otro valor<br />

nacional que convoque más al mexicano que <strong>la</strong> comida.


ACTUALIDAD IBERO<br />

Informe de<br />

Actividades<br />

ante el<br />

Senado<br />

Universitario<br />

de <strong>la</strong> UIA<br />

Al compartir un mensaje correspondiente a su Sexto<br />

Informe de Actividades, el Rector de <strong>la</strong> Universidad<br />

Iberoamericana, doctor José Morales Orozco, S. J., instó<br />

a proponer con urgencia mode<strong>los</strong> alternativos de desarrollo en<br />

este contexto global que se ha traducido en exclusión e injusticias<br />

para muchos pueb<strong>los</strong> y culturas, en superficialidad de<br />

conocimientos y en detrimento del carácter formativo y de proyección<br />

social de <strong>la</strong>s instituciones educativas.<br />

Ante el Senado Universitario de <strong>la</strong> Ibero, aceptó continuar dos<br />

años más como Rector a invitación de <strong>la</strong> Asamblea General de Asociados<br />

de <strong>la</strong> Unidad de Innovación, Aprendizaje y Competitividad<br />

(UIAC), en acuerdo con el Padre Car<strong>los</strong> Morfín, S. J., Provincial de<br />

<strong>los</strong> <strong>jesuitas</strong> en México, y dijo que para él ha sido un honor el haber<br />

estado estos últimos seis años al frente de <strong>la</strong> Universidad Iberoamericana<br />

que ha sumado esfuerzos en estos tiempos difíciles.<br />

Urgen mode<strong>los</strong><br />

alternativos de<br />

desarrollo: Rector<br />

José Morales<br />

Orozco, S. J.<br />

Contexto social<br />

La cultura globalizada, dijo, da un gran valor a <strong>la</strong> libertad individual,<br />

promueve <strong>la</strong> iniciativa privada, ofrece nuevas alternativas a<br />

<strong>la</strong> ciencia y a <strong>la</strong> tecnología para mejorar <strong>la</strong>s condiciones de vida,<br />

genera nuevos modos de conocer y de actuar, y brinda grandes<br />

posibilidades a <strong>la</strong> solidaridad, pero esta misma cultura ha generado<br />

nuevas formas de empobrecimiento: <strong>la</strong> exclusión y <strong>la</strong> injusticia<br />

son signos dolorosos de una economía de mercado.<br />

En Latinoamérica, y particu<strong>la</strong>rmente en México, existen muchos<br />

pueb<strong>los</strong> con culturas que se han caracterizado por <strong>la</strong> solidaridad<br />

comunitaria y una convivencia respetuosa con su entorno<br />

natural, mas para el<strong>los</strong> <strong>la</strong> globalización ha representado insolidaridad,<br />

pobreza cultural, secu<strong>la</strong>rismo, individualismo y destrucción<br />

del medio ambiente.<br />

En México, dijo, se vive una violencia ascendente que vulnera<br />

el tejido social. La corrupción, <strong>la</strong> impunidad, <strong>la</strong> poca participación<br />

de <strong>la</strong> sociedad civil y <strong>la</strong> actuación de una c<strong>la</strong>se política<br />

más preocupada por sus intereses particu<strong>la</strong>res que por <strong>los</strong> de <strong>la</strong><br />

nación han ido erosionando <strong>la</strong> incipiente democracia.<br />

Por lo que se refiere a <strong>la</strong> situación de <strong>la</strong>s instituciones de educación<br />

superior en América Latina, resalta el hecho de que el aumento<br />

en <strong>la</strong> demanda educativa conlleva el riesgo de convertir a<br />

<strong>la</strong>s universidades <strong>la</strong>tinoamericanas en centros de entrenamiento<br />

o capacitación, que no generan conocimiento, lo cual se suma a<br />

esa superficial percepción de <strong>la</strong> realidad a <strong>la</strong> que <strong>la</strong>s tecnologías<br />

están llevando a <strong>los</strong> jóvenes.<br />

La globalización de <strong>la</strong> superficialidad, dijo el doctor José Morales<br />

Orozco, S. J., constituye para <strong>la</strong>s universidades <strong>jesuitas</strong> un<br />

difícil reto que debe llevar<strong>la</strong>s a promover en sus estudiantes <strong>la</strong><br />

profundidad de pensamiento y <strong>la</strong> imaginación.<br />

Logros de excelencia<br />

Como instrumento eficaz y responsable del crecimiento y desarrollo<br />

de <strong>la</strong>s personas y de <strong>la</strong> sociedad, <strong>la</strong> Ibero, detalló, ha<br />

obtenido logros que son <strong>la</strong> constatación del esfuerzo realizado<br />

como Comunidad Universitaria durante varios años, entre el<strong>los</strong>,<br />

en 2009, el Premio SEP-ANUIES como <strong>la</strong> mejor universidad<br />

privada de México y el Reconocimiento a <strong>la</strong>s Instituciones de<br />

Educación Superior por <strong>la</strong> calidad de sus programas.<br />

Comentó que <strong>la</strong> Ibero, que por ahora tiene becado al 13% del<br />

total de su alumnado, y recién abrió <strong>la</strong> Prepa Ibero, ha aprendido<br />

que no existen puertos ni puntos de llegada y que siempre es<br />

necesario tener parámetros exigentes y generalizados que permitan<br />

ponderar el trabajo realizado, y esto lo tiene reflejado en<br />

el hecho de que el 100% de <strong>la</strong>s licenciaturas en condiciones de<br />

hacerlo han conseguido su acreditación; ocho de el<strong>la</strong>s por instancias<br />

internacionales.<br />

44 IBERO


También ha logrado ingresar diez programas de posgrado al<br />

Padrón Nacional de Posgrado de Calidad (PNPC) del Conacyt,<br />

y dos cuentan con reconocimiento internacional de excelencia<br />

académica.<br />

Y en lo que concierne a profesores, desde el 2004 se ha registrado<br />

un incremento del número de académicos de tiempo con<br />

posgrado, hasta alcanzar hoy el 80%. Se prevé que para mediados<br />

del 2011 <strong>la</strong> totalidad de el<strong>los</strong> cuente con ese nivel de estudios.<br />

Asimismo, entre <strong>los</strong> muchos logros que han sido posibles gracias<br />

al apoyo del FICSAC, que es el Patronato Económico y de<br />

Desarrollo de <strong>la</strong> UIA, el número de académicos pertenecientes<br />

al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) se ha incrementado<br />

a 85 y se tiene <strong>la</strong> proyección de que para<br />

el 2011 sean 100; se ha duplicado el financiamiento<br />

interno y externo a <strong>la</strong> investigación:<br />

se cuenta con 72 proyectos agrupados en<br />

33 líneas de investigación.<br />

Co<strong>la</strong>boración internacional<br />

En el terreno de <strong>la</strong> difusión y <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración<br />

con otras instituciones a nivel<br />

mundial, <strong>la</strong> Ibero ha tenido también una<br />

agenda muy intensa: fue sede de <strong>la</strong> Conferencia<br />

internacional de universidades <strong>jesuitas</strong><br />

de todo mundo; de <strong>la</strong> Primera Jornada<br />

de <strong>la</strong> Asociación Universidades Confiadas a <strong>la</strong><br />

Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL);<br />

del encuentro de <strong>la</strong> señora Michelle Obama con estudiantes,<br />

acompañada por <strong>la</strong> señora Margarita Zava<strong>la</strong>, y de <strong>la</strong>s<br />

conferencias del escritor Car<strong>los</strong> Fuentes y del doctor Eric Maskin,<br />

Premio Nobel de Economía.<br />

En el ámbito editorial, ha alcanzado una elevada producción<br />

de libros y revistas. Hoy cuenta con un total de mil 400 títu<strong>los</strong><br />

en su catálogo.<br />

Compromiso social<br />

Y en el rubro de <strong>la</strong> acción social, en el pueblo de Santa Fe se<br />

concluyó <strong>la</strong> segunda etapa de <strong>los</strong> proyectos de Mejoramiento Barrial,<br />

por <strong>los</strong> que obtuvo mención honorífica del Premio Urban<br />

Age Award que otorga el Deutsche Bank; se apoyó a <strong>los</strong> indígenas<br />

productores de café, de <strong>la</strong> Misión Jesuita de Bachajón, en el estado<br />

de Chiapas, un esfuerzo que entre sus resultados destaca <strong>la</strong><br />

cafetería “Capeltic: Nuestro Café”.<br />

Desde <strong>la</strong>s graves inundaciones que sufrió Tabasco, <strong>la</strong> Ibero<br />

inició en <strong>la</strong> Parroquia jesuita de Plátano y Cacao un proyecto<br />

de autoconstrucción y mejoramiento integral de vivienda rural,<br />

con apoyo de <strong>la</strong> Comisión Nacional de Vivienda (Conavi).<br />

Este año, se construyeron cincuenta casas y se acondicionaron<br />

más de cien. También se brindó ayuda en otras situaciones de<br />

emergencia como fueron <strong>los</strong> casos del terremoto en Haití y <strong>la</strong>s<br />

inundaciones en Valle de Chalco.<br />

Otras acciones trascendentes de <strong>la</strong> universidad son el proyecto<br />

de Formación para <strong>la</strong> Certificación de Docentes en Contextos Indígenas<br />

desde un Enfoque Intercultural, que arrancará con mil 500 profesores<br />

del estado de Guerrero con <strong>la</strong> seguridad de que se replicará<br />

en muchos otros estados; <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración con el Instituto<br />

Superior Intercultural Ayuuk, en <strong>la</strong> comunidad mixe<br />

de Jaltepec, Oaxaca, y <strong>la</strong> preocupación por <strong>los</strong><br />

migrantes y por <strong>los</strong> derechos humanos que<br />

ha llevado a <strong>la</strong> realización, entre otras actividades,<br />

del Sexto Congreso Internacional<br />

de Migración y participación en el Mecanismo<br />

de Seguimiento y Evaluación<br />

del Programa de Derechos Humanos del<br />

Distrito Federal.<br />

Servicios<br />

En infraestructura y servicios, fueron certificados<br />

con <strong>la</strong> norma ISO 9001:2008 <strong>los</strong><br />

33 procesos de <strong>la</strong>s seis dependencias administrativas<br />

de <strong>la</strong> DGA; se han implementado nuevos<br />

sistemas en el área de compras; se ha automatizado el<br />

ingreso al estacionamiento y se ha incrementado significativamente<br />

el uso del transporte esco<strong>la</strong>r. Y con el interés de reducir <strong>la</strong><br />

huel<strong>la</strong> ambiental de <strong>la</strong> Ibero, se puso al día <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta que permite<br />

tratar el agua residual para utilizar<strong>la</strong> en el riego de <strong>los</strong> jardines; se<br />

instaló una p<strong>la</strong>nta purificadora que contribuyó a reducir en un<br />

54% <strong>la</strong> compra de botel<strong>la</strong>s de agua en este año; se cambiaron <strong>la</strong>s<br />

luminarias por equipos ahorradores, con <strong>los</strong> que se redujo en un<br />

18.6% el consumo de energía eléctrica y se evitará <strong>la</strong> emisión de<br />

mil tone<strong>la</strong>das de bióxido de carbono al año, y se desarrol<strong>la</strong> un<br />

proyecto de hidroponia en <strong>la</strong> azotea del edificio R, que permite<br />

demostrar <strong>la</strong> forma de aprovechar productivamente <strong>la</strong>s azoteas.<br />

Si bien en <strong>la</strong> incesante marcha de <strong>la</strong> excelencia académica no<br />

existen terminales, concluyó el Rector, conviene hacer un alto<br />

en el camino para considerar lo andado y perfi<strong>la</strong>r <strong>la</strong> nueva ruta<br />

en un contexto que sabemos que cambia aceleradamente y exige<br />

respuestas nuevas a situaciones inéditas.<br />

Ante el Senado Universitario de <strong>la</strong> Ibero, aceptó<br />

continuar dos años más como Rector a invitación de<br />

<strong>la</strong> Asamblea General de Asociados de <strong>la</strong> Unidad<br />

de Innovación, Aprendizaje y Competitividad (UIAC).<br />

Ibero 45


ACTUALIDAD IBERO<br />

El Jefe de Gobierno del Distrito<br />

Federal, Marcelo Ebrard, reconoció<br />

el trabajo de <strong>la</strong> universidad e instó<br />

a impulsar más espacios.<br />

›Inauguran Corredor Cultural<br />

Santa Fe, ideado por estudiantes<br />

de Arquitectura<br />

Cohesionar <strong>la</strong>s zonas Santa Fe corporativa y Santa Fe tradicional<br />

es el espíritu del Corredor Cultural Santa Fe<br />

que se consolidó a partir de un proyecto ideado por <strong>los</strong><br />

estudiantes de posgrado de Arquitectura Iván Labastida, Sonia<br />

Solís y Delfín Montañana, e inaugurado el 3 de septiembre de<br />

2010 por el Rector de <strong>la</strong> Ibero, doctor José Morales Orozco, y<br />

el Jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard<br />

Casaubón.<br />

Consiste en un circuito de seis kilómetros —sobre<br />

<strong>la</strong>s avenidas Vasco de Quiroga, Juan Salvador<br />

Agraz y Santa Fe, en el <strong>la</strong>do sur poniente de <strong>la</strong><br />

Ibero— con 35 obras escultóricas colocadas<br />

en <strong>los</strong> camellones, <strong>la</strong> mayoría sobre discos de<br />

hierro que a <strong>la</strong> vez cumplen <strong>la</strong> función de p<strong>la</strong>cas informativas.<br />

Son creaciones de 18 grandes artistas, entre el<strong>los</strong> Vicente Rojo,<br />

Manuel Felguérez y José Luis Cuevas.<br />

El Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el Rector de <strong>la</strong><br />

Universidad Iberoamericana coincidieron, durante <strong>la</strong> ceremonia<br />

inaugural, en que <strong>los</strong> espacios culturales contribuyen a una<br />

mayor integración de <strong>la</strong> sociedad y reconocieron <strong>la</strong> participación<br />

de <strong>la</strong> Asociación de Colonos Santa Fe y de <strong>la</strong><br />

Coordinación de <strong>la</strong> Maestría en Proyectos Urbanos<br />

de <strong>la</strong> Ibero para fundamentar <strong>la</strong> promoción<br />

cultural y <strong>la</strong> integración social a través de <strong>la</strong><br />

recuperación de espacios públicos.<br />

La doctora Gabrie<strong>la</strong> Lee A<strong>la</strong>rdín, coordinadora<br />

de <strong>la</strong> Maestría en Proyectos de Desarrollo<br />

Urbano, explicó que el Corredor Cultural<br />

Santa Fe se gestó en un principio como anteproyecto<br />

de <strong>los</strong> estudiantes bajo <strong>la</strong> supervisión<br />

del académico José Luis Arvizu Verdusco, y<br />

luego, como proyecto ejecutivo, lo concretó el arquitecto<br />

Juan Pablo Serrano, también académico del<br />

Departamento de Arquitectura de <strong>la</strong> UIA.<br />

Lo que se busca con el Corredor, comentaron el Rector de <strong>la</strong><br />

Ibero y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal es evitar factores<br />

que dividen a <strong>la</strong> sociedad, y contribuir a una ciudad sustentable.<br />

Los espacios culturales, dijo el segundo, ayudan a cambiar <strong>los</strong><br />

patrones de violencia por <strong>los</strong> de mayor convivencia social.<br />

Elena Cepeda de León, Secretaria de Cultura del Distrito Federal,<br />

quien también participó en <strong>la</strong> ceremonia inaugural en el<br />

Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor y luego en el recorrido de<br />

<strong>la</strong>s obras, reconoció <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s delegaciones Álvaro<br />

Obregón y Cuajimalpa. Por su parte, el presidente de <strong>la</strong> Asociación<br />

de Colonos Santa Fe, Sergio Haua Miguel, agradeció<br />

<strong>la</strong> consolidación del Corredor Cultural y dijo que <strong>la</strong> siguiente<br />

etapa contemp<strong>la</strong> <strong>la</strong> construcción de otros espacios donde <strong>la</strong>s familias<br />

puedan llegar a convivir de manera integral.<br />

46 IBERO


GENTE QUE CAMBIA AL MUNDO<br />

›Los alumnos de <strong>la</strong> Ibero<br />

Internet es, sin duda, el medio de información,<br />

comunicación e interacción más importante<br />

en <strong>la</strong> actualidad. Sus aplicaciones pueden ser<br />

positivas o negativas, formativas o deformadoras,<br />

según sean <strong>la</strong>s intenciones, propósitos y<br />

fines de sus usuarios, y <strong>los</strong> múltiples intereses<br />

sociales, educativos, comerciales, políticos, etcétera,<br />

que existen en torno de <strong>la</strong> red de redes.<br />

A <strong>la</strong> utilización de esta tecnología, con sus<br />

diversas aplicaciones, se refieren algunos estudiantes<br />

de <strong>la</strong> Ibero, en <strong>la</strong> presente encuesta.<br />

Entre <strong>la</strong> libre<br />

expresión y <strong>la</strong>s falsas<br />

informaciones<br />

Pedro Rendón<br />

Redactor de IBERO<br />

Alberto Herrera Aragón<br />

Prácticamente todo el día estoy conectado<br />

en facebook, y el twitter lo utilizo no<br />

para fines personales, sino para mensajes<br />

institucionales de Amnistía Internacional.<br />

Tengo, además, tres cuentas de correo<br />

electrónico. Todas estas aplicaciones de Internet<br />

<strong>la</strong>s usamos en Amnistía Internacional<br />

como herramientas de movilización;<br />

por ejemplo, para hacer l<strong>la</strong>mados urgentes<br />

48 IBERO<br />

a <strong>la</strong>s autoridades. Tenemos incluso un sistema<br />

de movilización a través de mensajes<br />

sms: <strong>la</strong> gente se inscribe y les mandamos<br />

acciones urgentes por mensaje de celu<strong>la</strong>r,<br />

a <strong>los</strong> cuales responde con su firma y nosotros<br />

<strong>los</strong> enviamos a <strong>la</strong>s autoridades.<br />

Lo importante es que <strong>la</strong>s redes sociales<br />

sean espacios para el ejercicio de <strong>la</strong><br />

libre expresión. Es impresionante lo que<br />

<strong>la</strong> gente puede hacer y construir a través<br />

de estas redes. Lo otro es que, más<br />

allá de lo que se pueda expresar, facilita <strong>la</strong><br />

movilización. Las repercusiones masivas<br />

del twitter, por ejemplo, ante acciones y<br />

comentarios que nos afectan socialmente<br />

son muy importantes. En <strong>la</strong> medida en<br />

que <strong>la</strong> gente se expresa, se indigna, demanda<br />

a través de estos medios, <strong>la</strong>s autoridades<br />

se sienten forzadas también a<br />

responder. Ésta es <strong>la</strong> dimensión tecnológica<br />

de <strong>la</strong> globalización. Es <strong>la</strong> posibilidad<br />

de obviar <strong>la</strong>s fronteras, aunque también<br />

hay que tener un poco de cuidado con lo<br />

que significa <strong>la</strong> invasión a <strong>la</strong> privacidad.<br />

En términos generales, en una forma de<br />

comunicación libre que nos ayuda a tomar<br />

conciencia de <strong>los</strong> demás.<br />

Estudiante de <strong>la</strong> Maestría en Derechos<br />

Humanos. Es Director Ejecutivo de Amnistía<br />

Internacional en México.<br />

Rafael Pajares<br />

Internet es <strong>la</strong> tecnología que más uso, lo<br />

mismo para consultas de información, que<br />

para referencias de fuentes bibliográficas,<br />

y como medio de comunicación. Desde<br />

luego, para tener acceso a muchos productos<br />

tecnológicos se necesita un presupuesto<br />

que no todo el mundo tiene.<br />

Estudiante de <strong>la</strong> Maestría en Letras Mexicanas.<br />

Sergio Moctezuma Pérez<br />

Actualmente ya no podemos pensar en<br />

<strong>la</strong>s sociedades sin todo lo que significa<br />

Internet y <strong>la</strong>s redes sociales. Las tecnologías<br />

de información no sólo tienen que<br />

ver con información, sino también con<br />

comercio, economía, política, etcétera.


ante el uso de Internet<br />

Desde el punto de vista antropológico<br />

debemos centrar cierta atención en <strong>los</strong><br />

diferentes usos de <strong>la</strong>s tecnologías para ver<br />

cómo es posible mejorar nuestras sociedades,<br />

pues Internet y sus aplicaciones inciden<br />

en <strong>los</strong> comportamientos individuales<br />

pero también en <strong>los</strong> contextos sociales<br />

más amplios.<br />

Estudiante del Doctorado en Antropología<br />

Social.<br />

ción de información. Bien aprovechadas,<br />

constituyen herramientas muy importantes<br />

para el desarrollo profesional y personal.<br />

Internet está funcionando como un<br />

agente globalizador de <strong>la</strong> información<br />

y ha traído ciertas ventajas, aunque si se<br />

emplea mal puede conllevar un problema<br />

para <strong>la</strong>s personas que no saben aprovecharlo<br />

y que son víctimas de una adicción<br />

sin utilidad.<br />

Estudiante del Doctorado en Investigación<br />

Psicológica.<br />

Car<strong>los</strong> Alejandro López<br />

Magaña<br />

No tengo una b<strong>la</strong>ckberry ni un Iphone,<br />

pero en mi computadora, en <strong>la</strong> que me<br />

paso mucho tiempo, estoy continuamente<br />

checando facebook y twitter. Procuro<br />

no estar todo el día conectado a estas redes<br />

porque también me gusta hacer otras<br />

cosas, pero en general sí me mantengo<br />

conectado. El uso que hago de estas redes<br />

sociales depende su utilidad. Por ejemplo,<br />

facebook lo uso para compartir con mis<br />

amigos, socializar enviarnos fotos. Twitter<br />

no lo uso tanto para decir lo que me está<br />

pasando, sino más bien para compartir<br />

otras cosas, lecturas, videos, etcétera. Lo<br />

que sí creo importante es <strong>la</strong> propia autorregu<strong>la</strong>ción,<br />

por así decirlo, de lo que<br />

decimos a través de estas aplicaciones de<br />

Internet; distinguir entre lo privado y<br />

lo público, para evitar el mal uso de <strong>la</strong><br />

información. Tal vez suene contradictorio,<br />

pero lo mejor que tiene Internet es<br />

que te brinda <strong>la</strong> posibilidad de conocer a<br />

personas que de otro modo, a través del<br />

contacto real, sería casi imposible. Yo, por<br />

ejemplo, he entrado en contacto con editores,<br />

escritores y artistas de muchos lugares,<br />

a través de <strong>la</strong>s redes sociales. Lo que<br />

hay que evitar es que esa realidad virtual<br />

sustituya del todo al mundo real.<br />

Estudiante de <strong>la</strong> Licenciatura en Diseño<br />

Interactivo.<br />

Marta Elvira Santos<br />

La importancia de <strong>la</strong>s tecnologías<br />

informativas en <strong>la</strong> vida<br />

cotidiana me parece fundamental.<br />

Éstas han venido a facilitar muchos<br />

procesos de aprendizaje y obten-<br />

Ixel Pao<strong>la</strong> González García<br />

Utilizo mucho <strong>la</strong>s aplicaciones de Internet. B<strong>la</strong>ckboard es básica para<br />

<strong>la</strong> universidad, pues es <strong>la</strong> p<strong>la</strong>taforma de <strong>la</strong> Ibero para tareas, trabajos,<br />

todo. Utilizo también el correo de hotmail y el facebook; no así<br />

el twitter. No me conecto durante todo el día, pero con bastante<br />

frecuencia checo mi correo y mi b<strong>la</strong>ckboard. Internet nos<br />

proporciona una ayuda muy buena porque así podemos estar en<br />

contacto con compañeros que viven muy lejos, a cualquier hora.<br />

Lo mejor es que agilizan <strong>la</strong> información. El mejor uso que se le<br />

puede dar a Internet es <strong>la</strong> difusión de información verídica, porque<br />

también es cierto que el mal uso propaga informaciones falsas.<br />

Estudiante <strong>la</strong> Licenciatura en Ingeniería Química.<br />

Ibero 49


LA VOZ DEL LIBRO/el eco de <strong>la</strong> lectura<br />

Qué leer<br />

y por qué<br />

Eugenio Páramo Ortega, S. J.<br />

Un estudio sobre <strong>la</strong> espiritualidad<br />

del cristianismo en Oriente.<br />

El primer germen del pensamiento<br />

es el deseo.<br />

EL DESEO ESENCIAL, DE JAVIER<br />

MELLONI RIBAS, S. J. [Sa l Te r r a e,<br />

Sa n t a n d e r, 2009]<br />

Se trata de otro libro más reciente de Javier<br />

Melloni, doctor en Teología y licenciado<br />

en Antropología Cultural. Como<br />

gran estudioso y especialista de <strong>la</strong>s religiones<br />

orientales, nos recrea de nuevo<br />

con el saboreo de textos antiguos y nuevos<br />

de orantes, filósofos y poetas. Desde<br />

<strong>la</strong> primera página toma una reflexión que<br />

se encuentra en el Rig Veda X, 129, siglo<br />

XII-X a. C.: “En primer lugar apareció<br />

el Deseo, que fue el primer germen del<br />

pensamiento”. De ahí el titulo de su libro,<br />

sobre en qué consiste el deseo, y por qué<br />

lo l<strong>la</strong>ma esencial. Es decir como un inicio,<br />

base, fundamento del anhelo insaciable, en<br />

forma de impulso potente del interior de<br />

cada ser de <strong>la</strong> búsqueda de lo espiritual, a<br />

partir de <strong>la</strong> materia. Y también, con Kena<br />

Upanishad, IV, 6, del siglo VIII a. C., “El<br />

Deseo de lo Absoluto es el único anhelo<br />

digno de todos <strong>los</strong> seres”.<br />

El anhelo es una moción,<br />

ideal más puro por alcanzar<br />

del ser humano que<br />

nos enaltece.<br />

De ahí que desde <strong>la</strong> introducción<br />

y después en<br />

<strong>los</strong> nueve capítu<strong>los</strong> del<br />

libro nos va guiando sabiamente,<br />

hasta llegar al<br />

epílogo (“Somos deseo<br />

de Dios”). Lo buscamos<br />

como un deseo atractivo,<br />

como necesidad imperiosa,<br />

como el término de <strong>la</strong> felicidad, de<br />

<strong>la</strong> paz. De este modo, entre citas notables<br />

y con reflexiones profundas, comenta el<br />

autor su tesis sobre <strong>la</strong> esencialidad del<br />

deseo. También anota: “Mientras el sediento<br />

busca el agua, el agua está buscan-<br />

do también al sediento”.<br />

(Ja<strong>la</strong>l Al-Din Rumi, siglo<br />

XIII.)<br />

Esta afirmación me recuerda<br />

el diálogo de Jesús<br />

con <strong>la</strong> Samaritana, en el<br />

pozo de Jacob: “Si supieras<br />

quién soy yo que te<br />

pido agua, sin duda que<br />

tú misma me pedirías a<br />

mí de beber, y yo te daría<br />

agua viva”. (Juan 4, 10).<br />

En <strong>los</strong> nueve capítu<strong>los</strong> y<br />

el epílogo, Melloni Ribas<br />

desarrol<strong>la</strong> también <strong>la</strong> idea del deseo esencial<br />

de <strong>la</strong>s más básicas pasiones humanas:<br />

respiración, hambre, sed, amor, poder, belleza,<br />

tecnología, conocimiento, vocación,<br />

oración. Especialmente atractivo es el capítulo<br />

del deseo de <strong>la</strong> belleza.<br />

LOS CAMINOS DEL CORAZÓN: EL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL EN LA “FILOCALIA”,<br />

DE JAVIER MELLONI RIBAS, S. J. [Sa l Te r r a e, Sa n t a n d e r, 1995]<br />

En este libro se encuentra el novedoso descubrimiento de <strong>la</strong> riqueza espiritual de <strong>los</strong> l<strong>la</strong>mados<br />

“Padres vigi<strong>la</strong>ntes o Santos Padres” que nos llevan al “Conocimiento espiritual en <strong>la</strong> Filocalia”.<br />

“Este libro es un estudio sobre <strong>la</strong> espiritualidad del cristianismo en Oriente”. El término se traduce<br />

como <strong>la</strong> búsqueda de amor a <strong>la</strong> belleza, amor a Jesús. El arzobispo de <strong>la</strong> iglesia griega en Francia,<br />

Meleitos, define así a <strong>la</strong> filocalia: “Esa belleza divino-humana, divino-cósmica, de <strong>la</strong> que tienen sed<br />

<strong>los</strong> hombres de hoy”. También filocalia significa una antología, y aquí encontramos una variada<br />

selección de textos sobre <strong>los</strong> itinerarios espirituales de muchos orantes, contemp<strong>la</strong>tivos de <strong>la</strong> naturaleza,<br />

que escribieron sus profundas experiencias. ¿Dónde aprendieron esas enseñanzas que ahora<br />

nos transmiten? De <strong>la</strong> constante y humilde invocación a Dios. Todos estos grandes hombres de<br />

oración llevaban también una vida austera, humilde.<br />

En este libro Javier Melloni Ribas, jesuita español (Barcelona 1962), doctor especialista de <strong>la</strong>s<br />

religiones orientales, presenta y comenta escritos místicos antiguos. Y estos textos, al meditar<strong>los</strong>, nos<br />

pueden ayudar a <strong>la</strong> realización de sus significados para <strong>la</strong> práctica de <strong>la</strong> vida humana y espiritual.<br />

Nos benefician también en <strong>la</strong> purificación de <strong>la</strong> conciencia, para el dominio de <strong>la</strong>s pasiones, para<br />

crecer en <strong>la</strong> paz interior. Y nos pueden facilitar, además del equilibrio personal, a crear armonía en<br />

<strong>la</strong> caridad.<br />

50 IBERO


ITINERARIO DEL OCIO Festival Internacional Cervantino 2010<br />

adónde<br />

ir y<br />

por qué<br />

DANZA<br />

Cloud Gate Dance Theatre of Taiwan: Moon Water<br />

Para <strong>los</strong> chinos agua de luna o shui yuei es una metáfora de dos cosas. La<br />

primera es un proverbio budista: “Las flores en el espejo y <strong>la</strong> luna en el agua<br />

son so<strong>la</strong>mente una ilusión”. La otra describe el estado ideal de aquel<strong>los</strong> que<br />

practican el Tai Chi: “La energía fluye como el agua, mientras que el espíritu<br />

bril<strong>la</strong> como <strong>la</strong> luna”. El notable coreógrafo Lin Hwai-min utiliza estas dos citas<br />

como punto de partida para crear un poético homenaje a <strong>la</strong> fi<strong>los</strong>ofía taoísta.<br />

Con esta pieza <strong>la</strong> compañía taiwanesa demuestra por qué se le considera<br />

una de <strong>la</strong>s mejores del mundo, cuyas puestas en escena han dejado una<br />

marca indeleble en el público occidental.<br />

Auditorio del Estado (Guanajuato), 14 de octubre<br />

ÓPERA<br />

Montezuma<br />

No es usual que <strong>los</strong> monarcas<br />

escriban libretos para óperas,<br />

sin embargo el ilustrado<br />

melómano y f<strong>la</strong>utista Federico<br />

II, rey de Prusia, lo hizo<br />

redactando el texto de <strong>la</strong> ópera<br />

Montezuma para <strong>la</strong> música de<br />

Carl Heinrich Graun. Aunque más<br />

reflexión personal que historia, esta ópera<br />

permite trazar parale<strong>los</strong> entre el último emperador<br />

azteca y el monarca germano. Es<br />

ahí donde radica el interés de esta singu<strong>la</strong>r<br />

pieza de teatro musical, en <strong>la</strong> que Europa<br />

vuelve ojos y oídos a América. Coproducida<br />

por el Festival Internacional Cervantino<br />

y el Festival Internacional de Edimburgo,<br />

en Montezuma confluye el talento europeo<br />

con el <strong>la</strong>tinoamericano: <strong>la</strong> dirección musical<br />

es del argentino Gabriel Garrido, y <strong>la</strong><br />

dirección de escena, del mexicano<br />

C<strong>la</strong>udio Valdés Kuri.<br />

Teatro Juárez (Guanajuato) 14<br />

y 15 de octubre. Teatro Julio<br />

Castillo (Ciudad de México), 21<br />

y 22 de octubre<br />

MÚSICA<br />

Jazz at Lincoln Center<br />

Orchestra: Celebremos<br />

América<br />

El trompetista estadounidense Wynton<br />

Marsalis está convencido de que el jazz propicia<br />

el entrecruzamiento de culturas. Por<br />

ello no resulta extraño que encabece<br />

un proyecto en el que, además de<br />

<strong>la</strong> Lincoln Center Jazz Orchestra,<br />

incorpora a músicos iberoamericanos:<br />

el pianista catalán Chano<br />

Domínguez, el saxofonista<br />

y c<strong>la</strong>rinetista cubano Paquito<br />

D’Rivera, el baterista mexicano<br />

Antonio Sánchez y el arpista colombiano<br />

Edmar Castañeda. El resultado: una celebración<br />

musical de América como un continente<br />

generoso en matices que transitará<br />

del swing al bolero, del blues al tango, del<br />

corrido al canto nuevo y otros esti<strong>los</strong>, todo<br />

sazonado con <strong>la</strong> savia del jazz.<br />

Auditorio Nacional (Ciudad de México), 13<br />

de octubre. Exp<strong>la</strong>nada de <strong>la</strong> Alhóndiga de<br />

Granaditas (Guanajuato), 15 de octubre<br />

TEATRO<br />

Teatro Sunil: Donka, de Daniele Finzi<br />

En el mundo del teatro global el nombre<br />

de Daniele Finzi es sinónimo de finura,<br />

calidad y emotividad, es decir: de<br />

poesía teatral. Finzi ha cultivado <strong>la</strong><br />

ternura, <strong>la</strong> bondad, <strong>la</strong> me<strong>la</strong>ncolía<br />

y <strong>la</strong> belleza como elementos<br />

esenciales de sus figuraciones<br />

dramáticas. Con su espectáculo<br />

sobre <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> obra de Antón<br />

Chéjov, montado este año expresamente<br />

para celebrar <strong>los</strong> 150 años del nacimiento<br />

del autor, conmovió tanto al público<br />

como a <strong>la</strong> crítica. El Teatro Sunil, de Suiza,<br />

creado por Finzi en 1983, se ha convertido<br />

en una referencia del mejor teatro físico, visual<br />

y dramático por el virtuosismo que despliega<br />

en cada uno de estos apartados, en el<br />

que no falta, por cierto, <strong>la</strong> tragedia humana.<br />

Teatro Principal (Guanajuato), 4 al 6 de<br />

noviembre<br />

La patria en construcción en <strong>la</strong> Galería del Pa<strong>la</strong>cio Nacional<br />

México 200 años. La patria en construcción<br />

Considerada como <strong>la</strong> mayor muestra histórica jamás montada en México, en el<strong>la</strong> se exhiben más de 500 piezas<br />

históricas y artísticas, entre pintura, escultura, grabado, manuscritos, documentos originales, impresos, monedas,<br />

indumentaria, textiles, armamento, fotografías y mobiliario, entre <strong>la</strong>s que se encuentran el Acta de Independencia,<br />

<strong>los</strong> Sentimientos de <strong>la</strong> Nación de José María More<strong>los</strong>, el estandarte de <strong>la</strong>s tropas Insurgentes durante<br />

<strong>los</strong> años 1810-1813, el acta de excomunión de Miguel Hidalgo, el Sillón Presidencial de Benito Juárez,<br />

objetos conmemorativos del Centenario de <strong>la</strong> Independencia, <strong>la</strong> bandera del General Emiliano Zapata, y <strong>la</strong>s<br />

Constituciones Políticas de <strong>los</strong> Estados Unidos Mexicanos, entre otras valiosas obras. La magna exposición<br />

permitirá también al público asistente recorrer, por vez primera, <strong>los</strong> Salones Presidenciales, además del Museo<br />

Recinto Homenaje a Juárez, <strong>la</strong>s Bibliotecas de Pa<strong>la</strong>cio, el Recinto Par<strong>la</strong>mentario y <strong>los</strong> murales pintados por el<br />

artista mexicano Diego Rivera, recién restaurados para <strong>la</strong> ocasión.<br />

Galería del Pa<strong>la</strong>cio Nacional, hasta julio de 2011<br />

52 IBERO


Agenda IBERO<br />

Actividades de<br />

<strong>la</strong> Universidad<br />

Iberoamericana<br />

Ciudad de México<br />

octubre-diciembre de 2010<br />

Octubre<br />

Conferencia del Chef Enrique Olvera<br />

La gastronomía contemporánea en México.<br />

» Lunes 4, 11:00 horas.<br />

» Auditorio Ángel Palerm, Edificio S, p<strong>la</strong>nta baja.<br />

XV Encuentro Nacional CONEICC<br />

La comunicación que necesitamos, el país que<br />

queremos.<br />

» Del jueves 7 al sábado 9, de 9:00 a 19:00 horas.<br />

» Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor, Edificio N, piso 1.<br />

Concierto del Bicentenario de <strong>la</strong> Comunidad Ibero.<br />

Orquesta Sinfónica de Minería. Director: José Areán.<br />

» Domingo 17, a <strong>la</strong>s 18:00 horas.<br />

» Sa<strong>la</strong> Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario-UNAM,<br />

Insurgentes Sur 3000<br />

Informes: exalumno@uia.mx.<br />

Teléfono: 5950 4000 ext. 7399 y 4245.<br />

La Mirada Invisible<br />

Exposición colectiva internacional de<br />

fotógrafos ciegos.<br />

Departamento de Difusión Cultural.<br />

» Del 19 de octubre al 31 de diciembre,<br />

de 9:00 a 19:00 horas.<br />

» Galería Andrea Pozzo. Edificio T, p<strong>la</strong>nta baja.<br />

XVIII Congreso Mexicano de Psicología<br />

Rumbo a <strong>la</strong> certificación profesional: 60 años de<br />

psicología mexicana<br />

» Del lunes 20 al miércoles 22, a partir de <strong>la</strong>s 9:00 horas.<br />

» Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor, Edificio N, piso 1.<br />

Foro de Políticas de Digitalización del Patrimonio Cultural<br />

¿Qué digitalizar y para qué? ¿Para quiénes? ¿Para<br />

un acceso abierto o uno restringido? ¿Con qué<br />

implicaciones para <strong>los</strong> autores? ¿A quién le corresponde<br />

<strong>la</strong> tarea? ¿Deben coordinarse <strong>los</strong> esfuerzos?<br />

¿Reemp<strong>la</strong>zarán <strong>los</strong> medios digitales a <strong>los</strong> tradicionales,<br />

como el libro?<br />

» Martes 21, a <strong>la</strong>s 10:00 horas.<br />

» Biblioteca Francisco Xavier C<strong>la</strong>vigero.<br />

Noviembre<br />

Foro Internacional sobre Innovación Universitaria<br />

Las universidades como agentes de innovación<br />

y de compromiso social.<br />

La innovación es una competencia c<strong>la</strong>ve de <strong>la</strong><br />

actividad universitaria en <strong>la</strong> que se pueden distinguir<br />

tres dimensiones: innovación curricu<strong>la</strong>r y pedagógica,<br />

innovación y compromiso social, innovación en<br />

investigación científica y tecnológica.<br />

» Del miércoles 10 al viernes 12, de 9:00 a 19:00 horas.<br />

» Au<strong>la</strong> Magna San Ignacio de Loyo<strong>la</strong>, Edificio S, piso 1.<br />

The International English Language Testing<br />

System is a trusted indicator of English skills.<br />

Disponible en <strong>la</strong> IBERO<br />

Presentamos:<br />

ROAD TO IELTS<br />

30 horas de prácticas y material de<br />

estudio GRATIS al inscribirte al<br />

examen. Exclusivo del British Council.<br />

To register, visit<br />

www.britishcouncil.org.mx<br />

Diabetes Mellitus en México<br />

Una persoectiva transdisciplinaria para <strong>la</strong> sinergia de<br />

<strong>la</strong> prevención.<br />

» Viernes 12 y sábado 13, a <strong>la</strong>s 8:00 horas.<br />

» Auditorio José Sánchez Vil<strong>la</strong>señor, Edificio N, piso 1.


MÚsica para camaleones<br />

Qué<br />

escuchar<br />

y por qué<br />

Beatriz Pa<strong>la</strong>cios<br />

Asistente editorial de Ibero<br />

Música para camaleones está dedicada a <strong>la</strong> recomendación de<br />

obras musicales, para lo cual se ha invitado a melómanos,<br />

investigadores, expertos, editores, musicólogos y denodados<br />

amantes de <strong>la</strong> música. En esta ocasión agradecemos a Eduardo<br />

Lizalde, Eugenio Toussaint y Roberto D’Amico, el que con<br />

tanta gentileza y generosidad hayan accedido a compartir con<br />

<strong>los</strong> lectores de IBERO su experiencia y su pasión.<br />

Eduardo Lizalde recomienda: Die<br />

Verkaufte Braut (La novia vendida), de Bedrich<br />

Smetana [2007]; La sonnambu<strong>la</strong>, de Vincenzo<br />

Bellini [2008] y Armida, de Haydn [2007]<br />

La ópera Die Verkaufte Braut del compositor<br />

checo Bedrich Smetana, de melodías evocadoras<br />

de un ambiente popu<strong>la</strong>r, está protagonizada<br />

por dos grandes de <strong>la</strong> ópera: <strong>la</strong> soprano<br />

Lucia Popp y el tenor Siegfried Jerusalem.<br />

Está cantada en alemán y es una grabación en<br />

directo de <strong>la</strong> Staatsoper de Viena, bajo el sello<br />

discográfico Deutsche Grammophon DVD<br />

Collection. Realmente disfrutable La sonnambu<strong>la</strong><br />

con <strong>la</strong>s voces de <strong>la</strong> italiana Cecilia Bartoli<br />

y el peruano Juan Diego Flórez, acompañados<br />

por <strong>la</strong> Orchestra La Scintil<strong>la</strong>, bajo <strong>la</strong> dirección<br />

de Alessandro de Marchi. En este disco del<br />

sello Teldec, <strong>la</strong> ópera cumbre de Haydn, Armida,<br />

es interpretada magistralmente por Cecilia<br />

Bartoli, Christopher Pregardien y Patricia<br />

Petibon, con <strong>la</strong> orquesta Concentus Musicus<br />

54 IBERO<br />

Wien de Viena, dirigidos por Niko<strong>la</strong>us Harnoncourt.<br />

EDUARDO LIZALDE. Poeta, traductor, ensayista y narrador,<br />

además de experto en música de ópera, es<br />

autor, entre otros libros emblemáticos, de El tigre en<br />

<strong>la</strong> casa, La zorra enferma y Caza mayor. Ha obtenido<br />

<strong>los</strong> más importantes premios de nuestro país, entre<br />

el<strong>los</strong> el Premio Nacional de Lingüística y Literatura,<br />

y es miembro de <strong>la</strong> Academia Mexicana de<br />

<strong>la</strong> Lengua.<br />

Eugenio Toussaint recomienda: The man<br />

I love, de Alberto Cruzprieto [2010]<br />

Sugiero escuchar un disco de muy reciente<br />

aparición que lleva por título The man I<br />

love, interpretado por el pianista mexicano<br />

Alberto Cruzprieto y publicado por el sello<br />

Quindecim. Se trata de música para piano<br />

solo del compositor estadounidense George<br />

Gershwin, pero que está adicionada por <strong>la</strong>s<br />

maravil<strong>los</strong>as transcripciones realizadas por el<br />

también pianista Earl Wild. Lo que el público<br />

puede encontrar en este álbum es <strong>la</strong> riqueza<br />

de <strong>la</strong> música de piano de Gershwin interpretada<br />

magistralmente por Alberto Cruzprieto y<br />

una manera distinta de acercarse a este compositor,<br />

ya que <strong>la</strong>s transcripciones de Wild son<br />

aún más complejas pianísticamente hab<strong>la</strong>ndo.<br />

Con este disco el escucha puede ponerse en<br />

contacto con el mundo de Gershwin, conocer<br />

su estilo de una forma más cercana y de una<br />

época determinada, e incluso verlo desde una<br />

perspectiva distinta, que es <strong>la</strong> de Earl Wild, y<br />

compenetrarse con su mundo pianístico.<br />

EUGENIO TOUSSAINT. Compositor y pianista, es autor<br />

de música para orquesta y jazz. Con <strong>los</strong> grupos<br />

Sacbé y Eugenio Toussaint Trío, ha grabado más de<br />

una veintena de discos, el más reciente de el<strong>los</strong> titu<strong>la</strong>do<br />

Oinos. Con su álbum Gauguin fue nominado<br />

para el Grammy Latino como mejor disco de música<br />

clásica de 2001. Fue anfitrión del programa de<br />

revista Suave es <strong>la</strong> noche de canal 22.<br />

Alberto Cruzprieto.


Roberto D’Amico recomienda: La<br />

pasión, de Luz Casal [2009]; Duets, Anna<br />

Netrebko & Ro<strong>la</strong>ndo Vil<strong>la</strong>zón [2007] y El<br />

último trago, de Buika [2009]<br />

En lo personal, <strong>la</strong> música representa un espacio<br />

profundamente inspirador y un refugio<br />

emocional, y este disco de <strong>la</strong> españo<strong>la</strong> Luz<br />

Casal inspira y emociona. La pasión es al mismo<br />

tiempo popu<strong>la</strong>r y sofisticado, y a través<br />

del bolero, hace un viaje por canciones clásicas<br />

y recupera otras poco conocidas. Muy<br />

recomendable. El tenor mexicano Ro<strong>la</strong>ndo<br />

Vil<strong>la</strong>zón hace una interpretación realmente<br />

emotiva en este disco en el que comparte créditos con <strong>la</strong> extraordinaria soprano rusa Anna<br />

Netrebko. Es un recuerdo de algunas de <strong>la</strong>s actuaciones que han cantado juntos en el escenario<br />

y ofrecen además duetos de óperas menos conocidas. El último trago es una recreación,<br />

desde un punto de vista clásico, de música mexicana memorable, interpretada por <strong>la</strong> cantante<br />

Concha Buika, en el que co<strong>la</strong>bora con el músico cubano Chucho Valdés para homenajear a<br />

Chave<strong>la</strong> Vargas.<br />

ROBERTO D’AMICO. Actor, director teatral, coreógrafo y traductor. Es profesor de música y actuación, así<br />

como creador de múltiples espectácu<strong>los</strong> históricos y clásicos que se han presentado en países de Europa,<br />

Medio Oriente, América Latina, Estados Unidos y Canadá. Actualmente produce y dirige <strong>la</strong> obra teatral<br />

Amores mexicanos protagonizada por Angélica Aragón.


innovación tecnológica<br />

Computadora con pantal<strong>la</strong> multitáctil y giratoria<br />

Fabricada en aluminio, <strong>la</strong> nueva computadora portátil HP TouchSmart TM2<br />

cuenta con una pantal<strong>la</strong> multitáctil giratoria de 12 pulgadas que puede transformarse<br />

en un pizarrón digital. Su interfaz permite realizar zoom, rotar objetos<br />

o desp<strong>la</strong>zar<strong>los</strong> por <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> mediante el movimiento de <strong>los</strong> dedos; además<br />

incorpora un lápiz digital para tomar notas, dibujar o retocar fotos de forma<br />

sencil<strong>la</strong>. Tiene capacidad de 8 GB de RAM y 500 GB de disco duro, y utiliza el<br />

procesador Intel Core 2 Duo de bajo consumo que asegura 9 horas de funcionamiento<br />

continuo sin necesidad de recarga.<br />

Dispositivos e instrumentos<br />

que facilitan <strong>la</strong> vida<br />

Venti<strong>la</strong>dor sin aspas<br />

La empresa Dyson <strong>la</strong>nzó al mercado el Air Multiplier, un<br />

venti<strong>la</strong>dor que funciona sin aspas, y que es capaz de generar<br />

quince veces más flujo de aire que <strong>los</strong> mode<strong>los</strong> tradicionales.<br />

Este aparato centra su potencial en una nueva<br />

tecnología que le permite expulsar 450 litros de aire fresco<br />

por segundo, de forma continua y sin interrupciones.<br />

Con 20 centímetros de diámetro, el Air Multiplier funciona<br />

con un motor digital de alto rendimiento energético<br />

colocado en <strong>la</strong> base del venti<strong>la</strong>dor.<br />

Tripié magnético para<br />

cámaras compactas<br />

Los creativos de <strong>la</strong> firma Gollipod han<br />

desarrol<strong>la</strong>do el Goril<strong>la</strong>pod Magnetic,<br />

un tripié para cámara fotográfica<br />

que sólo pesa 74 gramos y mide 15<br />

centímetros de <strong>la</strong>rgo, el cual puede<br />

adherirse a <strong>la</strong>s superficies metálicas<br />

e imantadas, gracias a que le han<br />

añadido imanes en <strong>la</strong> parte final de<br />

cada una de <strong>la</strong>s patas además de<br />

seguir incorporando el sistema de extremos<br />

segmentados flexibles. Puede<br />

soportar cámaras fotográficas compactas<br />

o pequeñas videocámaras<br />

con un peso máximo de 325 gramos.<br />

Navaja con memoria USB<br />

La compañía suiza Victorinox ha creado <strong>la</strong> navaja<br />

Presentation Master, que además de <strong>los</strong><br />

aditamentos tradicionales como tijeras, lima<br />

de uñas, l<strong>la</strong>vero, desatornil<strong>la</strong>dor y pluma con<br />

punta retráctil, incluye una memoria USB con<br />

capacidad de hasta 32 GB, <strong>la</strong> cual es posible<br />

separar de <strong>la</strong> navaja en caso de que se requiera.<br />

Este modelo está equipado con tecnología de<br />

cifrado, <strong>la</strong> cual protege <strong>los</strong> datos de tal modo<br />

que sólo es posible acceder a el<strong>los</strong> mediante el<br />

reconocimiento de huel<strong>la</strong> digital o introducción<br />

de contraseña. Además de estas funciones,<br />

<strong>la</strong> Presentation Master posee un control<br />

remoto Bluetooth para <strong>la</strong> computadora y un<br />

seña<strong>la</strong>dor láser.<br />

56 IBERO

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