EL MUNDO hOy. GESTIÓN DE LA DIVERSIDAD. UN IMPERATIVO ...

INTERNAcionaLIZACIÓN Y CAPITAL HUMANO
Cabe destacar, no obstante, que es difícil asegurar que haya consistencia
a la hora de gestionar las AI, pues entran en juego muchas actividades
(e.g., las prácticas de RRHH de la matriz y de las filiales), grupos
de interés (e.g., matriz, expatriados, empleados locales, gobiernos, etc.)
y factores situacionales (e.g., cultura y legislación local). No es inusual,
por ejemplo, encontrar inconsistencias en el trato a los empelados (Baron
y Kreps, 1999). De hecho, los generosos incentivos diseñados para
fomentar la aceptación de las AI e impulsar la percepción de equidad en
los empleados expatriados (Van der Velde et al., 2005) tienen el inconveniente
de generar amplias brechas entre la remuneración de éstos y la
de los empleados locales. La posición menos afortunada de los locales
puede dañar su percepción de justicia distributiva y de procedimiento
dentro de la empresa (Chen et al., 2002; Toh y DeNisi, 2003). Así pues,
el intentar fomentar las percepciones de justicia dentro de un grupo de
empleados puede conducir a generar percepciones de injusticia dentro
de otro grupo.
3.5. Impacto de las AI
Tal y como se ha mencionado, diversos estudios de entre los revisados
han medido el impacto de la experiencia internacional de los empleados
sobre sus carreras y compensaciones, así como sobre la estrategia
emprendida por las empresas. Sin embargo, de los estudios revisados
ninguno ha medido si la experiencia internacional mejora el desempeño
organizativo (e.g., mejora en el control, coordinación, transferencia de
conocimiento, etc.).
Posiblemente, la dificultad para explicar cómo las AI afectan el
rendimiento de las multinacionales sea el principal problema de la investigación
sobre estas asignaciones, pues solo algunos de los estudios
revisados plantean esta cuestión (e.g., Björkman et al., 2004; Konopaske
et al., 2002). Parece interesante notar que algunos de ellos encuentran
que el uso de expatriados de la matriz tiene un impacto negativo sobre
el desempeño de las joint-ventures (Konopaske et al., 2002) y que no influye
de manera significativa sobre el flujo de conocimiento entre filiales
(Björkman et al., 2004). Estos resultados difieren de los obtenidos por
Gong (2003), los cuales indican la existencia de una asociación positiva
entre el uso de expatriados y el desempeño de las filiales ubicadas en
países culturalmente distantes, especialmente en sus primeras fases de
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