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ExpresARTE
procedentes de otras instituciones
y colecciones privadas, lo que unido
a la alta calidad de las mismas,
hace que sea la exposición internacional
más importante que se dedica
a este artista desde la de 1996,
también del Prado.
Aunque los años de la guerra
son el núcleo central no es el único
asunto de la exposición, que se
extiende a lo largo de 25 años de la
vida del autor. Comienza en 1794
año en que, tras una grave enfermedad,
Goya queda sordo. Son años
de profunda transformación en España,
con gran repercusión en su
historia y sociedad. La Guerra de la
Independencia es el acontecimiento
más importante del primer tercio
del siglo XIX. Trajo consigo, además de
muerte y hambre, la liberación política y
social de las dos Españas: la de Cádiz,
con la proclamación de la Constitución
de 1812, y la francesa, desde Madrid,
bajo el gobierno progresista de José
Bonaparte, todo ello abolido con el regreso
de Fernando VII en 1814.
El soberbio catálogo dedicado a
esta magna muestra presenta, además
de los estudios de investigación de su
comisaria Manuela Mena, ensayos de
autoridades en la materia,las fi chas
catalográfi cas de 202 obras y una cronología
relacionando la actividad de
Goya con los sucesos históricos del
momento.
A partir del 3 de junio, el Museo
Nacional del Prado abre una gran exposición
sobre retratos europeos de los
siglos XV y XVI, en colaboración con la
Carga de los mamelucos. Goya
Autoretrato de Durero. Alberto Durero
National Gallery de Londres, donde se
presentará en octubre.
Son más de un centenar de obras,
muchas procedentes de otras instituciones
e inéditas en España, en las que
están presentes las grandes fi rmas de
los inicios del género del retrato en el
Renacimiento: Piero della Francesca,
Durero, Tiziano, Rafael, Boticcelli, Holbein
y Rubens, entre otros. La evolución
del retrato de corte es el hilo conductor
de la exhaustiva muestra desde que el
retrato alcanza la valoración de género
pictórico autónomo. Al principio solo
se retrataban personas de estamentos
privilegiados, para llegar, más tarde, a
todo el espectro social a la vez que va
aumentando el tamaño de los cuadros.
En sus comienzos, los retratos se contemplaban
y después se guardaban
en un arcón; era algo más íntimo. Después,
comienzan a colgarse de las paredes
lo que hace necesario que sean
más grandes.
El retrato nos muestra muchos aspectos
de los representados, pues satisfi
zo propósitos muy diversos, aspiraciones
sociales devociones religiosas,
de enamorados, de familias, encargados
para seducir, convencer o imponentes
imágenes de poder. El pintor
El Cardenal. Rafael
experimenta también con el autorretrato
mostrando en él gran sinceridad o bien
audacia.
Grandes logros conseguidos en las
exposiciones de esta última primavera
que hacen esperar con anhelo las previstas
para el siguiente otoño de este
fascinante Madrid artístico.
Brigida Spinola. Rubens
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