3 sumario.indd, page 1 @ Normalize - Centro de Estudios Garrigues

NO TE LO PUEDES PERDER
Los Canales
que inspiraron a Simón Díaz a componer
la ya universal “Caballo Viejo”. Cercano
a Brasil, tenemos la majestuosa e
intrincada selva guayanesa con el caudaloso
río Orinoco alimentando su fl ora
y su fauna; completando este paisaje,
está la cascada más alta del mundo:
el gran Salto Ángel y los Tepuyes que
son formaciones rocosas de origen
prehistórico, y allá en sus entrañas resplandecen
desde el oro hasta las más
diversas piedras preciosas.
Caracas, la ciudad capital, la que
alguien bautizara como la Sultana del
Ávila, debido a que se postra a las faldas
del multicolor cerro El Ávila. Tan
cambiante es el paisaje de El Ávila, que
un maestro de la pintura como Cabre
pintó solo ese cerro con sus múltiples
personalidades. Caracas es una ciudad
bulliciosa, casi como si no quisiera
pasar inadvertida para propios y
visitantes. Sus calles están adornadas
con obras de arte del famoso padre del
cinetismo: Jesús Soto; un tráfi co congestionado
por un mar de automóviles,
Playa Cangrejo
como si la gente
no caminara y
toda anduviera en
coche. Edifi caciones
que compiten
por sus modernos
diseños arquitectónicos.
Centros
comerciales en los
que se encuentra
de todo un poco,
o de todo mucho.
En ese país
bendito por Dios en la creación, nuestra
gente es el mayor tesoro. ¿Sabían que,
aunque no tenemos monarquía, también
tenemos reyes y reinas? Pues sí,
nada más y nada menos que el Rey de
la Salsa: Oscar de León y nuestras numerosas
reinas de la belleza. Miles de
jóvenes profesionales que, por razones
ajenas a su voluntad, salieron del país
para trabajar en las aéreas de petróleo,
medicina, informática, son en la actualidad
un producto de exportación por su
alto nivel educativo y capacidad. Las
personas que viven y echan “pa’lante”
en Venezuela, sueñan
siempre con un país
mejor. Como en otras
zonas del mundo nos
falta mucho por hacer
y otro tanto por valorar,
pero en eso estamos.
Ah, pero no podemos
olvidar a nuestra
embajadora culinaria:
la “arepa”. Redondita,
de maíz, doradita, y
rellenable con lo que a
usted más le apetezca,
Playa Lido
vamos desde el tradicional queso blanco
duro rallado, de mano, guayanés...
hasta el de calamares en su tinta y otras
exquisiteces gourmet. En New York acaban
de abrir un establecimiento de venta
de arepas y está compitiendo con la
venta de hamburguesas como alternativa
de comida rápida. Donde quiera que
vaya un venezolano, la arepa va con él.
Todo lo que he contado inspiró a
una famosa compositora nuestra llamada
Conny Méndez a retratarnos en
una canción cuyas líneas nos defi nen:
“Al decir venezolano, ya lo dice uno
cantando, y el secreto, compañeros, es
algo muy singular, que arrullamos a los
niños con el Himno Nacional”.
Lechería
47