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COLABORACIONES
plimiento de BIS II con las normas contables
(IAS).
Conviene resaltar que la normativa
de Basilea no debería ser una mera
fórmula para calcular el capital regulatorio
que se va a exigir a las entidades.
Se trata de establecer un modelo que
optimice la valoración de los riesgos inherentes
a los proyectos de inversión,
asignando de una forma más efi ciente
los recursos disponibles hacia inversiones
con mayor rentabilidad para la
sociedad. Por tanto, se trata de no solo
generar efectos positivos para los bancos
sino que se benefi cie la economía
en su conjunto, los prestatarios y el propio
supervisor.
Pero esto no signifi ca que obligatoriamente
suponga un incremento de los
requerimientos de capital. Existen incentivos
para que las entidades locales
no especializadas adopten el enfoque
estándar, las pequeñas especializadas
adopten el IRB básico y los grandes
bancos internacionales operen con el
avanzado. La cartera minorista marca
la diferencia entre unas y otras entidades.
Los voces críticas al nuevo marco
regulatorio están centradas en el
supuesto carácter cíclico donde se
estimula la concesión de crédito en
momentos de crecimiento y se incentiva
el freno al crédito en momentos de
desaceleración, lo que acentuaría aún
más la desaceleración económica. Por
lo tanto, no solo es necesario un marco
que regule y propicie una mejor asignación
de recursos, sino que las propias
entidades serán las últimas responsables
en la adecuada admisión de los
riesgos y por lo tanto de la estabilidad
fi nanciera.
Por tanto, este proceso de implantación
de Basilea II ha permitido a los
gestores conocer mejor, el negocio y
funcionamiento de sus entidades, lo
que constituye un aspecto positivo en
si mismo. Esto también implica que las
inversiones realizadas en tecnología,
en estructuras de control y de gestión
con el fi n de mejorar la medición y valoración
interna de los riesgos son inversiones
que deberían haberse realizado
en cualquier caso, incluso en ausencia
de BIS II.
De la misma forma, otro de los colectivos
que resultarán más favorecidos
son los destinatarios de la inversión. La
mejor evaluación del riesgo hará que
los prestatarios y los proyectos de menor
riesgo inherente tengan que hacer
frente a intereses más reducidos. Para
los proyectos más arriesgados BIS II
será asimismo benefi ciosa, pues evidentemente
tendrán que hacer frente
a costes mayores, pero en muchos
casos podrán acceder a la fi nanciación
que necesitan cuando antes estaban
excluidos del canal fi nanciero.
Como conclusión, podemos afi rmar
que BIS II tendrá un impacto positivo
dado que si las entidades operan en un
marco económico más estable, están
mejor gestionadas, conocen y cubren
mejor sus riesgos y asignan efi cientemente
los recursos. Todo ello se resumirá
en menos situaciones de impagos
y, en consecuencia, en que las crisis
serán más infrecuentes y de menor
magnitud.
Agradecimientos
No quisiera terminar el artículo sin
agradecer tanto al departamento de
Auditoría Interna del Grupo Santander
por permitirme participar en un proyecto
tan interesante, como al Centro de
Estudios Garrigues por el interés mostrado
en la publicación de este artículo.
BIBLIOGRAFÍA
Bank for International Settlements
FSA
Banco de España
Servicio de Estudios del BBVA
Informes del Grupo Santander
Basilea (Suiza)
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