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Jof :: Ciencia creativa :: Julio 2014<br />

REDACCIÓN<br />

COLABORADORES<br />

Ana Bárcena Panero<br />

Antonio Martín<br />

Bernardo Herradón<br />

Carlos Martín Guevara<br />

Carlos Ocaña<br />

Carlos Romá Mateo<br />

César Tomé<br />

Daniel Moreno<br />

Dani Torregrosa<br />

Francisco R. Villatoro<br />

Galiana<br />

Jesús David Tavira Guerrero<br />

Jose Antonio López Guerrero<br />

Jose Manuel López Nicolás<br />

José Ramón Alonso<br />

Josep Biayna<br />

Julián Royuela<br />

Laura Mengíbar<br />

Laura Morrón<br />

Marta Pérez Folgado<br />

Molinos<br />

Nahúm Méndez Chazarra<br />

Patricia Rodríguez<br />

Pedro L. Méndez<br />

Rafael Medina<br />

Raúl de la Puente<br />

Rosa Porcel<br />

LUGAR DE EDICIÓN: Madrid<br />

ISSN: 2254-3651<br />

Ainhoa Balagué<br />

F.J. Pérez-Martínez<br />

Jesús Varela López<br />

Jose Manuel Echevarría Mayo<br />

Leticia Puerta<br />

María Docavo<br />

Marisa Alonso Nuñez<br />

Miguel A. Chico<br />

Nieves Espinosa<br />

Raquel Buj<br />

Santiago Campillo<br />

Sergio Ferrer<br />

Teresa Ferrer-Mico<br />

DISEÑO Y MAQUETACIÓN<br />

Sr.Brightside<br />

CO-EDICIÓN<br />

Patricia Rodríguez<br />

Rafael Medina,<br />

Santiago Campillo<br />

Raúl de la Puente<br />

EDICIÓN JOF EN LAS AULAS<br />

Rafael Medina<br />

REPORTEROS GRÁFICOS<br />

Carlos T. Piriz y Mery Vg<br />

DIRECCIÓN Y EDICIÓN<br />

Enrique Royuela (@eroyuela)<br />

Envíanos tus comentarios :<br />

jof@feelsynapsis.com<br />

La web Feelsynapsis.com no se responsabiliza de la opinión expresada en esta revista


Índice<br />

6<br />

El milagro que pudo, pero no fue<br />

Biología Celular<br />

JAL Guerrero<br />

14<br />

Biosensores, el otro legado de Clark<br />

Biología | Tecnología<br />

Daniel Moreno<br />

18<br />

Cajal, fotógrafo<br />

Neurociencias | Fotografía<br />

José Ramón Alonso<br />

26<br />

Explicando una fotografía en el aula<br />

Las letras de Galiana<br />

Galiana<br />

34<br />

Ciencia Forense: de la teoría a la práctica<br />

Jof en las aulas | Ciencia Forense<br />

Teresa Pons<br />

38<br />

Neurozapping. Aprende sobre el cerebro<br />

viendo series de televisión<br />

Reseña literaria<br />

Daniel Torregrosa


40<br />

Jeanne Villepreux-Power. La gran bióloga<br />

de los océanos<br />

Mujeres de Ciencia<br />

Patricia Rodríguez<br />

46<br />

Los chivatos moleculares señalan el<br />

camino de la enfermedad<br />

Biología Molecular<br />

Carlos Romá-Mateo<br />

52<br />

Botellas en el océano cósmico<br />

Astronomía<br />

Antonio Martín<br />

60<br />

Los criterios de conservación y el dilema<br />

de la protección de especies<br />

Biodiversidad<br />

Sergi Vila de Vicente<br />

73<br />

Materiales para encerrar un trozo<br />

de Sol en la Tierra<br />

Física<br />

Francis R. Villatoro<br />

80<br />

Newton. La gravedad en acción<br />

Reseña literaria<br />

Enrique Royuela


El milagro que pudo,<br />

pero que no fue<br />

Por Jal Guerrero (@jalguerrero)<br />

OUCH!<br />

Dice la sabiduría popular –la de mi abuela era infinita– que<br />

dura poco la alegría en la casa del pobre. Yo sé poco de<br />

alegrías –esta pertinaz crisis da poca opción a verbenas–,<br />

pero, al menos, sí he podido documentarme sobre unas<br />

células milagro que pudieron revolucionar el concepto de<br />

terapia celular a corto plazo y, sin embargo, no pasaron de<br />

culebrón nipón de verano. Las dos caritas de su protagonista,<br />

Haruko Obokata, investigadora del Centro de Biología del<br />

Desarrollo (CDB) del Instituto RIKEN de Japón, no dejaba<br />

lugar a dudas. Por una parte, esa mirada risueña, de alguien<br />

que se siente heredera de una porción de Olimpo, cuando<br />

anunciaba, mediante publicación doble en Nature, la<br />

obtención de unas células madre de pluripotencia adquirida<br />

bajo estímulos denominadas células STAP. Por otro lado,<br />

pocos meses después, bajo un manto de lágrimas huidizas,<br />

pedía perdón y se retractaba de sus resultados; ya saben,<br />

donde dije “digo”…<br />

6 | JoF | NO. 16 | 2014


Pero vayamos por partes –como diría Jack<br />

el Destripador– y resumamos, sucinta y<br />

cronológicamente, esta historia de una muerte<br />

anunciada. Muerte que, si el señor Noyori –y<br />

no es un chiste-, presidente del Instituto RIKEN<br />

no evita, afectará al conjunto del CDB –sí, ya<br />

sé que una manzana pocha no justifica tirar la<br />

cesta, pero…–.<br />

Enero 2014. Fabrican<br />

células madre en media<br />

hora<br />

Sin genes peligrosos y sin muchas<br />

complicaciones metodológicas. Un trascendental<br />

trabajo llevado a cabo por científicos<br />

japoneses presenta un método sencillo para<br />

conseguir células madre. Si el proceso pudiera<br />

extrapolarse desde los modelos en ratones a<br />

humanos, estaríamos ante una forma segura<br />

y simple de obtener células pluripotentes<br />

para reparar tejidos u órganos dañados.<br />

Según aparece publicado en dos artículos de<br />

la revista Nature, científicos del laboratorio<br />

RIKEN de Kobe, Japón, muestran elegantemente<br />

cómo sumergiendo células animales durante<br />

media hora en una solución ligeramente ácida,<br />

adquirían características de células madre. El<br />

potencial real de estas células se comprobó<br />

tras ser inyectadas en un embrión de ratón<br />

y observar cómo se integraban y crecían en<br />

tejidos y órganos a lo largo de todo el animal.<br />

Ratones “creados” con este método tuvieron<br />

una longevidad y salud normal. Desde luego,<br />

todo el foco científico y mediático se ha girado<br />

–como el ojo de Sauron– hacia Japón. Si se<br />

confirman los resultados, las reticencias de las<br />

células derivadas de embriones o las dudas de<br />

seguridad hacia las denominadas inducidas<br />

pluripotentes, podrían desaparecer. “Se abre<br />

una nueva era en la biología de las células<br />

madre”, dicen los científicos. Como muchos<br />

de los grandes logros de la humanidad, la idea<br />

le vino a Haruko Obokata, primera firmante de<br />

los trabajos, por casualidad. Al pasar células por<br />

un tubo delgado observó cómo encogían hasta<br />

el tamaño de células madre. Después estudió<br />

diferentes métodos de estrés: calor, privación de<br />

alimento y condiciones acídicas. Se comprobó<br />

que células sanguíneas blancas obtenidas de<br />

ratones recién nacidos podían convertirse en<br />

células pluripotentes.<br />

Marzo 2014. Se<br />

avinagran las células<br />

STAP<br />

El trabajo llevado a cabo desde el CDB del<br />

Instituto japonés RIKEN sobre la descripción de<br />

las células STAP generadas en medio ligeramente<br />

ácido, costó mucho publicarlo –algo que<br />

finalmente ocurrió y en dos artículos en Nature,<br />

para envidia de propios y extraños–. Al parecer,<br />

las razones de dicha reticencia eran más que<br />

fundadas. Los científicos denuncian errores en el<br />

trabajo de Haruko Obokata. Dicha investigadora<br />

comentó que llegó a los fantásticos resultados<br />

por casualidad. Ahora, una inspección sobre<br />

su trabajo parece señalar que la casualidad…<br />

ha sido que la pillaran con datos y técnicas<br />

dudosos. Según se comenta en un editorial de<br />

la propia revista, Nature, el mismo centro donde<br />

se llevó a cabo el trabajo ha presentado algunas<br />

dudas sobre su validez y credibilidad. En un<br />

blog institucional se señalan las dificultades de<br />

repetir los resultados por otros grupos, además<br />

de la supuesta utilización de figuras idénticas<br />

en varios artículos simultáneamente.<br />

Las células que, en teoría, se desdiferenciaban<br />

hasta un estadio casi embrionario podrían<br />

utilizarse, según los autores, como fuente<br />

ideal para algunos pacientes o como banco de<br />

pruebas para ensayar ciertas drogas.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 7


OBOKATA<br />

FELIZ<br />

OBOKATA<br />

RETRACTADA<br />

OBOKATA<br />

HUMILLADA<br />

Las primeras pesquisas apuntan a que una<br />

misma figura se habría publicado en un artículo<br />

del 2011 y otra vez en éste del 2014, señalando<br />

resultados distintos, donde las células mostrarían<br />

marcadores de pluripotencia diferentes. Así,<br />

a bote pronto, uno de los autores, Charles<br />

Vacanti, habla ya de algunas anomalías, “no<br />

intencionadas”, como mezclas de paneles, de<br />

figuras que, en cualquier caso y siempre según<br />

los autores, no habrían afectado a la honestidad<br />

del trabajo y la validez de los resultados. Otra<br />

de las controversias incluye a los embriones<br />

de ratones obtenidos por inyección de estas<br />

células madre supuestamente nuevas. Muchos<br />

científicos están escribiendo a los autores para<br />

hablar de protocolos sin haber obtenido, hasta el<br />

momento, respuestas… Algo no huele muy bien.<br />

Junio 2014. El tifón<br />

Obokata amenaza con<br />

llevarse al CDB<br />

A pesar de haber sido declarada “investigación<br />

bajo sospecha”, los artículos publicados en enero<br />

en la prestigiosa Nature sobre las denominadas<br />

células STAP o células con pluripotencia adquirida<br />

bajo estímulos siguen sin retirarse. Estas células<br />

mágicas, supuestamente obtenidas tras cultivo<br />

a pH 5.5 en el Centro de Biología del Desarrollo<br />

(recuerden, CDB) de la institución científica<br />

RIKEN, en Japón, por Haruko Obokata y Teruhiko<br />

Wakayama, entre otros muchos científicos,<br />

nunca más han podido ser obtenidas en otros<br />

laboratorios.<br />

La investigación, lejos de poder ser reproducida<br />

por otros grupos, ha mostrado alguna que<br />

otra sospechosa anomalía, como resultados<br />

duplicados o parcialmente alterados. Las<br />

investigaciones iniciadas en torno a estas<br />

células STAP siguen sin poder demostrar su<br />

existencia. Sin embargo, y mientras la parte<br />

científica continúa buscando la verdad, la parte<br />

administrativa y política ha cobrado vida propia<br />

y amenaza con provocar todo un terremoto en<br />

el ámbito científico de Japón desmantelando<br />

al mismísimo CDB del Instituto RIKEN en Kobe,<br />

Japón.<br />

8 | JoF | NO. 16 | 2014


El<br />

desmantelamiento<br />

del Centro de<br />

Biología del<br />

Desarrollo se<br />

está solicitando<br />

desde diferentes<br />

estamentos<br />

de la sociedad<br />

japonesa que no<br />

admite fraudes<br />

científicos como el<br />

que parece tener<br />

entre manos con<br />

las falsas células<br />

madre<br />

El desmantelamiento del Centro de Biología del<br />

Desarrollo se está solicitando desde diferentes<br />

estamentos de la sociedad japonesa que no<br />

admite fraudes científicos como el que parece<br />

tener entre manos con las falsas células madre<br />

pluripotentes estresadas. Sin embargo, no todos<br />

los primeros espadas en biología celular mundial<br />

opinan igual; muchos expertos quieren desligar<br />

este lamentable incidente de la excelente<br />

investigación llevada a cabo en el RIKEN y<br />

han lanzado una campaña mundial, como la<br />

emprendida por Austin Smith, de Cambridge,<br />

para recoger firmas y evitar el cierre del centro.<br />

Los expertos proclaman la necesidad de separar<br />

el incidente aislado de conducta científica<br />

equivocada, que debe ser condenada, de la<br />

excelencia del CDB, excelencia con la que tratan<br />

de convencer al Presidente del Instituto RIKEN,<br />

Noyori. ¡Yo estoy de acuerdo!<br />

Julio 2014. Y llegó la<br />

retirada…<br />

Estaba cantado. Finalmente, los autores y Nature<br />

se retractan de los dos artículos sobre las células<br />

STAP, cerrando este lamentable episodio de<br />

conducta científica inapropiada que arrancó, en<br />

enero, con el anuncio de la creación de unas<br />

células pluripotentes mágicas en poco más de<br />

media hora a pH ligeramente ácido.<br />

Según el editorial publicado en la misma Nature<br />

el pasado 2 de julio, las dos retractaciones ponen<br />

de relevancia un asunto de falta de confianza<br />

y dejadez que deben ser abordadas con<br />

detenimiento. Los dos artículos, ahora retirados,<br />

mostraban –como ya he repetido “cienes” de<br />

veces– cómo una perturbación física podía<br />

transformar células adultas en pluripotentes<br />

capaces de diferenciarse en prácticamente<br />

cualquier linaje celular.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 9


¡Lástima de condición humana! Desde que la<br />

revista empezó a detectar fallos estructurales<br />

y experimentales en los datos aportados por el<br />

equipo que encabezaba Haruko Obokata hasta la<br />

descalificación final, todos nos agarrábamos -¡sí,<br />

todos!- a un clavo científico ardiendo, deseando<br />

que esas irregularidades sólo alcanzaran al<br />

continente y no al contenido. No ha sido posible<br />

mantener más tiempo la utopía. Nadie ha podido<br />

repetir los datos y, desconsolada, la joven Obokata<br />

–acaba de cumplir 31 primaveras– daba por<br />

bueno la retirada de su trabajo. ¡Punto pelota!<br />

Finalmente, quiero comentar algo que parecería<br />

extraordinario en otros países –y no miro a<br />

ninguno…–. Todas estas irregularidades han<br />

podido ser detectadas gracias a la investigación<br />

llegada a cabo, desde el principio, por el propio<br />

RIKEN, observando imágenes idénticas descritas<br />

en condiciones y artículos diferentes, paneles<br />

irregulares, figuras mostrando células y embriones<br />

distintos que, en realidad, describían a las mismas<br />

células y embriones o protocolos con deficiencias<br />

e irreproducibles… En cuanto al destino del propio<br />

CDB de RIKEN, esperemos que no llegue el<br />

harakiri al río y se cierre el asunto con los “listillos”<br />

marcados y adecuadamente sancionados –sin<br />

ver series manga, por ejemplo–.<br />

Por cierto, los artículos, aunque anulados,<br />

seguirán en la web de la revista puesto que,<br />

como dicen sus responsables, no se puede dar<br />

marcha atrás en la historia. No lo veo mal… Eso sí,<br />

los editores de Nature ya se desgañitan dejando<br />

claro en el editorial que ni ellos ni los evaluadores<br />

–referees– actuaron incorrectamente, ni<br />

cuando aceptaron los artículos ni al anularlos.<br />

La evaluación científica se basa en la confianza<br />

entre pares, dicen… o si no… “pa chulos ellos”. Aquí<br />

les dejo su alegato final; que cada cual lo traduzca<br />

–no solo en el sentido lingüístico– como pueda:<br />

“In short: although editors and referees could<br />

not have detected the fatal faults in this work,<br />

the episode has further highlighted flaws in<br />

Nature’s procedures and in the procedures of<br />

institutions that publish with us. We — research<br />

funders, research practitioners, institutions and<br />

journals — need to put quality assurance and<br />

laboratory professionalism ever higher on our<br />

agendas, to ensure that the money entrusted by<br />

governments is not squandered, and that citizens’<br />

trust in science is not betrayed”.<br />

ANEXO<br />

Por si el morbo no les dejara dormir, adjunto la<br />

copia de la retractación de los dos artículos a<br />

modo de decálogo de lo que nunca habría que<br />

hacer –o, al menos, haberlo hecho mejor, claro…–<br />

Retraction: Stimulus-triggered fate conversion<br />

of somatic cells into pluripotency<br />

Haruko Obokata, Teruhiko Wakayama, Yoshiki<br />

Sasai, Koji Kojima, Martin P. Vacanti, Hitoshi<br />

Niwa, Masayuki Yamato & Charles A. Vacanti.<br />

Nature 511, 112 (03 July 2014) doi:10.1038/<br />

nature13598. Published online 02 July 2014<br />

Several critical errors have been found in our<br />

Article and Letter (http://dx.doi.org/10.1038/<br />

nature12969), which led to an in-depth<br />

investigation by the RIKEN Institute. The RIKEN<br />

10 | JoF | NO. 16 | 2014


investigation committee has categorized some<br />

of the errors as misconduct (see Supplementary<br />

Data 1 and Supplementary Data 2). Additional<br />

errors identified by the authors that are not<br />

discussed in RIKEN’s report are listed below.<br />

(1) Figure 1a and b in the Letter both show<br />

embryos generated from STAP cells, not a<br />

comparison of ES- and STAP-derived chimaeric<br />

embryos, as indicated in the legend.<br />

(2) Extended Data Fig. 7d in the Article and<br />

Extended Data Fig. 1a in the Letter are different<br />

images of the same embryo and not, as indicated<br />

in the legends, a diploid chimaera embryo and<br />

tetraploid chimaera embryo.<br />

(3) There is an erroneous description in Fig. 1a<br />

in the Letter. The right panel of Fig. 1a is not a<br />

‘long exposure’ image at the camera level but a<br />

digitally enhanced one.<br />

(4) In Fig. 4b of the Letter, STAP cell and ES cell<br />

are wrongly labelled in a reverse manner.<br />

(5) In the Article, one group of STAP stem cells<br />

(STAP-SCs) was reported as being derived from<br />

STAP cells induced from spleens of F1 hybrids<br />

from the cross of mouse lines carrying identical<br />

cag-gfp insertions in chromosome 18 in the<br />

background of 129/Sv and B6, respectively, and<br />

that they were maintained in the Wakayama<br />

laboratory. However, further analysis of the<br />

eight STAP-SC lines indicates that, while sharing<br />

the same 129×B6 F1 genetic background, they<br />

have a different GFP insertion site. Furthermore,<br />

while the mice used for STAP cell induction are<br />

homozygous for the GFP transgene, the STAP-SCs<br />

are heterozygous. The GFP transgene insertion<br />

site matches that of the mice and ES cells kept<br />

in the Wakayama laboratory. Thus, there are<br />

inexplicable discrepancies in genetic background<br />

and transgene insertion sites between the donor<br />

mice and the reported STAP-SCs.<br />

We apologize for the mistakes included in the<br />

Article and Letter. These multiple errors impair<br />

the credibility of the study as a whole and we<br />

are unable to say without doubt whether the<br />

STAP-SC phenomenon is real. Ongoing studies<br />

are investigating this phenomenon afresh, but<br />

given the extensive nature of the errors currently<br />

found, we consider it appropriate to retract both<br />

papers.<br />

Retraction: Bidirectional developmental<br />

potential in reprogrammed cells with acquired<br />

pluripotency<br />

Haruko Obokata, Yoshiki Sasai, Hitoshi Niwa,<br />

Mitsutaka Kadota, Munazah Andrabi, Nozomu<br />

Takata, Mikiko Tokoro, Yukari Terashita,<br />

Shigenobu Yonemura, Charles A. Vacanti &<br />

Teruhiko Wakayama. Nature 511, 112 (03 July<br />

2014) doi:10.1038/nature13599. Published online<br />

02 July 2014<br />

Several critical errors have been found in our<br />

Article (http://dx.doi.org/10.1038/nature12968)<br />

and Letter, which led to an in-depth investigation<br />

by the RIKEN Institute. The RIKEN investigation<br />

committee has categorized some of the errors<br />

as misconduct (see Supplementary Data 1 and<br />

Supplementary Data 2). Additional errors identified<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 11


y the authors that are not discussed in RIKEN’s<br />

report are listed below.<br />

(1) Figure 1a and b in the Letter both show<br />

embryos generated from STAP cells, not a<br />

comparison of ES- and STAP-derived chimaeric<br />

embryos, as indicated in the legend.<br />

(2) Extended Data Fig. 7d in the Article and<br />

Extended Data Fig. 1a in the Letter are different<br />

images of the same embryo and not, as indicated<br />

in the legends, a diploid chimaera embryo and<br />

tetraploid chimaera embryo.<br />

(3) There is an erroneous description in Fig. 1a<br />

in the Letter. The right panel of Fig. 1a is not a<br />

‘long exposure’ image at the camera level but<br />

a digitally enhanced one.<br />

(4) In Fig. 4b of the Letter, STAP cell and ES cell<br />

are wrongly labelled in a reverse manner.<br />

(5) In the Article, one group of STAP stem cells<br />

(STAP-SCs) was reported as being derived from<br />

STAP cells induced from spleens of F1 hybrids<br />

from the cross of mouse lines carrying identical<br />

cag-gfp insertions in chromosome 18 in the<br />

background of 129/Sv and B6, respectively, and<br />

that they were maintained in the Wakayama<br />

laboratory. However, further analysis of the<br />

eight STAP-SC lines indicates that, while sharing<br />

the same 129×B6 F1 genetic background, they<br />

have a different GFP insertion site. Furthermore,<br />

while the mice used for STAP cell induction<br />

are homozygous for the GFP transgene, the<br />

STAP-SCs are heterozygous. The GFP transgene<br />

insertion site matches that of the mice and ES<br />

cells kept in the Wakayama laboratory. Thus,<br />

there are inexplicable discrepancies in genetic<br />

background and transgene insertion sites<br />

between the donor mice and the reported<br />

STAP-SCs.<br />

We apologize for the mistakes included in the<br />

Article and Letter. These multiple errors impair<br />

the credibility of the study as a whole and we<br />

are unable to say without doubt whether the<br />

STAP-SC phenomenon is real. Ongoing studies<br />

are investigating this phenomenon afresh, but<br />

given the extensive nature of the errors currently<br />

found, we consider it appropriate to retract both<br />

papers.<br />

…¡San Pedro se la bendiga!<br />

JAL Guerrero<br />

ALGUNA REFERENCIA ADICIONAL:<br />

- Editorial de Nature con la retractación<br />

- Retirada de los papers y disculpas de los autores:<br />

http://www.nature.com/nature/journal/v511/<br />

n7507/full/nature13598.html<br />

http://www.nature.com/nature/journal/v511/<br />

n7507/full/nature13599.html<br />

Y los papers, en sí, online:<br />

http://www.nature.com/nature/journal/v505/<br />

n7485/full/nature12968.html<br />

http://www.nature.com/nature/journal/v505/<br />

n7485/full/nature12969.html<br />

- Comentarios sobre la retirada en el blog de<br />

células madre de Paul Knoepfler.<br />

12 | JoF | NO. 16 | 2014


2014 | NO. 16 | JoF | 13


BIOSENSORES<br />

EL OTRO LEGADO DE CLARK<br />

Por Daniel Moreno (@Banchsinger)<br />

Clark mostrando<br />

su oxigenador de<br />

sangre (1952). Probar<br />

su funcionamiento<br />

le llevó a inventar<br />

el primer biosensor.<br />

Severinghaus, J. W.<br />

(2002).<br />

Los cinco sentidos (algunos tienen<br />

seis) es lo único que nos ha brindado<br />

la naturaleza para enterarnos de<br />

qué ocurre a nuestro alrededor. De<br />

momento no han funcionado mal<br />

porque aún no nos hemos extinguido.<br />

Sin embargo, a nadie se le escapa que<br />

ni el más agudo oído, ni la más afilada<br />

vista, ni el más fino tacto, ni el más<br />

entrenado gusto, ni el más vivo olfato<br />

perciben muchos matices, a veces de<br />

vital importancia, acerca del mundo<br />

molecular.<br />

14 | JoF | NO. 16 | 2014


Por ello, y porque la penuria agudiza<br />

el ingenio cosa mala, ya desde el<br />

antiguo Egipto hay indicios (Papiro de<br />

Ebers, 1553 a. de C. probable copia de<br />

otro libro del 3000 a. de C. del uso de<br />

determinados comportamientos animales<br />

como indicadores de anomalías en la<br />

composición de la orina de enfermos que<br />

hoy llamamos diabéticos. Probablemente<br />

la misma treta o similares fueron usadas<br />

para determinar la normalidad en la<br />

composición de todo tipo de alimentos,<br />

líquidos y excrementos durante milenios;<br />

en un intento de prevenir desgracias o de<br />

anticipar el curso de las enfermedades<br />

que nos han asolado desde el principio<br />

de los tiempos. Obviamente, la mayoría<br />

de estos conatos de análisis fracasaron<br />

hasta que en un alarde de chulería<br />

máxima fueron inventadas la química<br />

y la bioquímica. Ellas hicieron visible lo<br />

invisible. El desarrollo de los métodos<br />

analíticos clásicos nos llevó a constatar<br />

la presencia y cantidad (incluso muy baja,<br />

por cierto) de una sustancia concreta<br />

dentro de una mezcla. Todo ello mediante<br />

una reacción o proceso fisicoquímico<br />

reproducible y controlable. La medición<br />

de parámetros biológicos y químicos se<br />

estandarizó desvelando muchos de los<br />

matices de composición molecular que<br />

sustentan nuestra existencia.<br />

Sin embargo, los métodos analíticos<br />

clásicos, a pesar de lo útiles que<br />

fueron y son, tienen, generalmente,<br />

algunas desventajas importantes:<br />

necesitan mucha muestra, bastante<br />

equipo de análisis, personal formado<br />

para ello y tardan comparativamente<br />

bastante tiempo en realizarse. En esto<br />

precisamente es donde Leland C. Clark<br />

volvió a revolucionar la ciencia de su<br />

tiempo como ya os adelantaba en las<br />

últimas líneas de mi artículo en el anterior<br />

y gratuito JoF.<br />

Electrodo de tipo Clark<br />

para medir oxígeno:<br />

A) Electrodo de<br />

platino. B) electrodo<br />

de plata que actúa de<br />

referencia. C) cloruro<br />

de potasio, electrolito.<br />

D) membrana de<br />

teflón que aísla de<br />

manera permeable<br />

los electrodos para<br />

no consumir mucho<br />

oxígeno. (E) anillo de<br />

goma (F) batería (G)<br />

galvanómetro para<br />

medir las variaciones de<br />

potencial dependientes<br />

de la concentración<br />

de oxígeno. (fuente:<br />

Wikipedia Commons)<br />

Corrían los años cincuenta cuando Clark estaba<br />

desarrollando uno del los primeros sistemas para<br />

oxigenar la sangre. Cuando intentó publicar su<br />

invento en Science (una de las revistas científicas<br />

más importantes), el editor lo rechazó y le dijo que<br />

necesitaría poder medir la presión parcial de oxígeno<br />

en sangre, probablemente para poder asegurar que<br />

el oxigenador funcionaba adecuadamente. Las<br />

técnicas de las que se disponía en la época para<br />

cuantificar el oxigeno presente en sangre consumían<br />

prácticamente todo el oxigeno de la muestra con<br />

lo que eran muy difíciles de calibrar y por tanto,<br />

probablemente, poco exactas. Así que, ni corto<br />

ni perezoso, el señor Clark inventó el electrodo<br />

de Clark. El cual en su momento fue un enfoque<br />

revolucionario, no por ser una idea totalmente nueva,<br />

sino por mejorar una ya existente de una manera<br />

ingeniosa, elegante y simple. De hecho, al invento de<br />

Clark también se le denomina electrodo polarográfico<br />

de tipo Clark. La polarografía había nacido de la mano<br />

de Jaroslav Heyrovský a principios de los años veinte,<br />

inaugurando toda una rama de métodos de química<br />

analítica, la voltamperometría.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 15


En ella se usaban las variaciones de potencial de<br />

corriente eléctrica producidas en un electrodo al<br />

reaccionar con sustancias químicas para determinar<br />

la concentración de esas sustancias en la mezcla<br />

en la que estaba inmerso. Pues bien, lo que hizo<br />

Leland Clark fueron dos cosas, a saber: introducir<br />

otro electrodo que actuaría de referencia para poder<br />

calibrar al principal, aumentado así la precisión; y<br />

recubrir ambos con plástico y cristal hasta la punta,<br />

reduciendo el consumo de oxígeno. Al mismo<br />

tiempo, Richard W. Stow había hecho algo parecido<br />

para el electrodo de CO2 pero al parecer no funcionó<br />

bien.<br />

El diseño de Clark estaba lejos de ser óptimo, pero<br />

abrió una nueva era. Había demostrado que el análisis<br />

químico mediante electrodos era factible y fiable. La<br />

aplicación de este sensor químico (o quimiosensor, si<br />

les gusta más) en cirugías cardíacas, para monitorizar<br />

el oxígeno presente en la sangre de los pacientes<br />

mientras eran operados, fue casi instantánea. Todo<br />

el mundo vio el enorme potencial de lo que se<br />

empezaba a perfilar como una alternativa fácil, barata<br />

y miniaturizable de las técnicas analíticas clásicas.<br />

Pero eso no fue todo, Clark tuvo la brillantez de ver<br />

que aquel electrodo que podía medir la concentración<br />

de oxígeno en la sangre o en otros fluidos o gases,<br />

lo haría igualmente con oxígeno desprendido de una<br />

reacción enzimática. Las enzimas son proteínas que<br />

catalizan (hacen más fácil) una reacción química.<br />

En una reacción química determinados reactivos se<br />

convierten en productos (el oxígeno puede formar<br />

parte de unos u otros). La actividad de una enzima<br />

depende de la cantidad de reactivos y productos<br />

que existan en el medio en el que se encuentra.<br />

De esta manera, dada un reacción química donde<br />

interviene el oxígeno, el electrodo sería capaz de<br />

medir la actividad de la enzima que la cataliza en<br />

basándose en la velocidad de producción o consumo<br />

de oxígeno. Así pues, a principios de los sesenta,<br />

demostró este concepto acoplando una membrana<br />

embebida con la enzima glucosa oxidasa a<br />

la punta de su electrodo para medir oxígeno.<br />

Pictograma<br />

de medidor<br />

de glucosa<br />

moderno<br />

(Fuente:<br />

ARASAAC).<br />

El resultado: el primer biosensor,<br />

que era efectivo para medir la<br />

concentración de glucosa. En<br />

presencia de glucosa y oxígeno,<br />

la glucosa oxidasa los convierte en<br />

ácido glucónico y agua oxigenada,<br />

de manera que la desaparición<br />

de oxígeno es proporcional a la<br />

concentración de glucosa. Una<br />

vez calibrado con concentraciones<br />

de glucosa conocidas, cualquier<br />

señal eléctrica procedente de<br />

la reacción del oxígeno con el<br />

electrodo al ponerse en contacto<br />

con la muestra, podrá ser asignada<br />

a una concentración de glucosa<br />

concreta.<br />

La idea del biosensor de glucosa<br />

se empezó a comercializar en<br />

los años setenta. A partir del<br />

primer desarrollo de Clark, se<br />

han ido desarrollado infinidad de<br />

biosensores para medir todo tipo<br />

de sustancias. Los biosensores<br />

actuales son instrumentos capaces<br />

de medir parámetros biológicos<br />

o químicos combinando casi<br />

siempre componentes de<br />

naturaleza biológica (e.g. enzimas)<br />

y físico-química (e.g. electrodos).<br />

16 | JoF | NO. 16 | 2014


Lentilla<br />

desarrollada por<br />

Google para medir<br />

la glucosa en las<br />

lágrimas (Fuente:<br />

GOOGLE).<br />

Desde el medidor de tirita hasta la revolucionaria tecnología de la<br />

lentilla de Google pasando por las narices electrónicas que detectan<br />

compuestos volátiles, ya casi se puede medir de todo, en cualquier<br />

sitio a concentraciones que rozan las partes por millón: metabolitos,<br />

agentes químicos de toda índole, presencia de microorganismos,<br />

material genético, etc. Aprovechando el desarrollo tecnológico del<br />

los últimos cuarenta años se han hecho más pequeños, más rápidos,<br />

más precisos, más baratos y con tantas funciones que levantan la<br />

envidia de la navaja del mismísimo McGiver.<br />

Daniel Moreno<br />

Referencias:<br />

- Iqb.es<br />

-Juan Carlos Álvarez Torices. La diabetes en el antiguo Egipto.<br />

- Wikipedia Commons<br />

-Severinghaus, J. W. (2002). The invention and development of<br />

blood gas analysis apparatus. Anesthesiology, 97(1), 253–6.<br />

- Vanibala.<br />

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18 | JoF | NO. 16 | 2014


CAJAL,<br />

FOTÓGRAFO<br />

Por José Ramón Alonso (@jralonso3)<br />

La primera noticia que conocemos de Cajal en relación con la fotografía o, al<br />

menos con su fundamento óptico, se produce cuando siendo un niño travieso<br />

—sus caricaturas corren de mano en mano y no abandona la cháchara con<br />

los camaradas— es castigado a quedarse encerrado en clase en su escuela de<br />

Ayerbe. En el aula en penumbra, Cajal hace un descubrimiento sorprendente:<br />

la luz que entra por una grieta de la contraventana proyecta sobre el techo,<br />

cabeza abajo y con sus naturales colores, las personas y caballerías que pasan<br />

por el exterior.<br />

En sus memorias Recuerdos de mi vida.<br />

Mi infancia y juventud escribe: «Ensanché<br />

el agujero y reparé que las figuras se<br />

hacían vagas y nebulosas; achiqué la<br />

brecha del ventano sirviéndome de<br />

papeles pegados con saliva y observé,<br />

lleno de satisfacción, que conforme<br />

aquélla menguaba, crecía el vigor y<br />

detalle de las figuras». Así, lo que el<br />

maestro consideraba un duro castigo se<br />

convirtió en una diversión, gracias a esta<br />

cámara oscura. Cajal, siempre con su<br />

lápiz, cuenta: «propúseme sacar partido<br />

de mi impensado descubrimiento. Y<br />

montado sobre una silla entreteníame<br />

en calcar sobre papel aquellas vivas<br />

y brillantes imágenes, que parecían<br />

consolar, como una caricia, las soledades<br />

de mi cárcel».<br />

En torno a 1868, cuando tenía dieciséis<br />

años, Cajal queda fascinado por el<br />

descubrimiento de la fotografía. Antes<br />

había topado con daguerrotipistas<br />

ambulantes, de esos que provistos de<br />

tienda de campaña, cámara de cajón<br />

y un objetivo enorme iban por los<br />

pueblos y ferias viviendo de fotografiar<br />

a los paisanos. En Huesca, invitado<br />

por un amigo puede penetrar «en el<br />

augusto misterio del cuarto obscuro»<br />

situado en un improvisado laboratorio<br />

fotográfico que usa como galería las<br />

bóvedas de la derruida iglesia de Santa<br />

Teresa, cerca de la estación, y queda<br />

cautivado por el proceso de revelado:<br />

«…la revelación de la imagen latente,<br />

mediante el ácido pirogálico, causome<br />

verdadera estupefacción».<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 19


Esta imagen latente es la que existe impresionada por<br />

la luz en los cristales de sal de plata y es la base del<br />

fenómeno fotográfico tanto en el negativo como en<br />

el positivo. «No me explicaba cómo pudo sospecharse<br />

que en la amarilla película del bromuro argéntico,<br />

recién impresionada en la cámara oscura, residiera<br />

el germen de maravilloso dibujo, capaz de aparecer<br />

bajo la acción de un reductor». Cajal sigue contando<br />

ese embeleso de todos los niños que han entrado<br />

por primera vez en un cuarto oscuro y han visto<br />

el proceso de revelado: «Todas estas operaciones<br />

produjéronme indecible asombro» aunque en su<br />

memoria cuenta que aquellos modestos fotógrafos<br />

estaban: «limpios de toda curiosidad intelectual y …<br />

lo importante consistía en retratar mucho y cobrar<br />

más». Casi cincuenta años después escribe que<br />

aquel momento despierta en él «una pasión, apenas<br />

mitigada hoy, cumplidos los sesenta y cinco».<br />

Este inicial hechizo se refuerza años más tarde en su<br />

convalecencia en el balneario de Panticosa, donde cura<br />

de la malaria y los problemas pulmonares contraídos<br />

en su estancia como capitán médico en Cuba y<br />

aumenta su interés por la fotografía como sustituto<br />

a sus frustradas ilusiones artísticas. Es muy probable<br />

que con los ahorros de las soldadas acumuladas en la<br />

isla caribeña se comprara, además de un microtomo<br />

y un microscopio, su primera cámara, y allí en el<br />

balneario bajo los Pirineos «… me entregué al dibujo, a<br />

la fotografía, a la conversación y al paseo… su cultivo<br />

vino a ser como una compensación feliz, destinada<br />

a satisfacer tendencias pictóricas definitivamente<br />

defraudadas por consecuencia de mi cambio de<br />

rumbo profesional».<br />

La fotografía canalizará su frustrada vena artística o,<br />

utilizando sus propias palabras, su anhelo de belleza.<br />

En ese sentido todo le interesaba: personas, grupos<br />

humanos, monumentos, paisajes... Hacia 1870 escribe<br />

una Historia de la fotografía, inédita hasta 1983, donde<br />

define este invento como «una de las maravillas de<br />

los fenómenos de la materia, que eclipsa y deja muy<br />

atrás a las siete celebradas maravillas del mundo».<br />

Se conservan de él estereografías de Madrid y sus<br />

calles, del acueducto de Segovia, de la Venus de Milo,<br />

de su viaje a los Estados Unidos, de su mujer y sus<br />

hermanas entre las palomas de la Plaza de San Marcos<br />

de Venecia... Llega a declarar: «Yo debo a la fotografía<br />

satisfacciones y consuelos inefables». Pero quizá lo<br />

más interesante de su producción fotográfica son sus<br />

autorretratos. Si nos fijamos en muchas de estas fotos,<br />

una de sus manos se cierra en un puño para ocultar el<br />

«LA FOTOGRAFÍA<br />

COMÚN Y, SOBRE<br />

TODO, LA FOTOGRAFÍA<br />

CROMÁTICA,<br />

CONSTITUYEN<br />

DISTRACCIÓN<br />

INCOMPARABLE PARA<br />

EL TRABAJADOR<br />

INTELECTUAL».<br />

disparador y, en ocasiones, realiza varias<br />

tomas sobre la misma placa para ahorrar<br />

material. Aparece con traje, o con la<br />

toga y la medalla académica o con la<br />

ropa vieja que debe usar cualquiera<br />

que trabaje con sales de plata y haya<br />

visto sus manchas indelebles; solo,<br />

rodeado de su mujer y sus hijos, con<br />

sus discípulos, con sus hermanos; con<br />

aquellos objetos de los que está más<br />

orgulloso, su microscopio, ¡en alguna<br />

con tres microscopios!; en su despacho,<br />

en una mesa que parece del salón de su<br />

casa, en la cocina, en el laboratorio; en<br />

una excursión del gastronómico Gaster<br />

Club, amigos con los que compartía el<br />

gusto por el aire libre, la fotografía y los<br />

arroces; jugando al ajedrez con Olóriz,<br />

catedrático de Granada que se rasca la<br />

nuca como queriendo dejar constancia<br />

de la maestría de Cajal… Mucho de don<br />

Santiago está en sus fotografías.<br />

20 | JoF | NO. 16 | 2014


Con su formación investigadora, Cajal experimentará<br />

y trabajará con diferentes técnicas, desde el primitivo<br />

daguerrotipo en cobre, pasando por el colodión<br />

húmedo hasta llegar al gelatino-bromuro. Esta nueva<br />

técnica que trabaja sobre placas secas permite realizar<br />

tomas con exposiciones inferiores a un segundo, que<br />

permitirán, por fin, hacer retratos sin tener que posar,<br />

captar con nitidez seres que se mueven, capturar la<br />

espontaneidad y naturalidad de un momento, las<br />

famosas «instantáneas».<br />

Gracias a tan bello invento [se refiere al gelatinobromuro]<br />

los minutos se convirtieron en fracciones<br />

de segundo. Y fue posible abordar la instantánea del<br />

movimiento, fijar para siempre la veleidad incopiable<br />

del oleaje, reproducir la fisonomía humana en sus<br />

gestos más bellos y expresivos sorprenderla, en fin,<br />

durante los cortos instante en que, libre del filo de la<br />

infatuación o de la pose, la verdadera personalidad<br />

del modelo asoma por ojos y labios.<br />

Cajal tenía, además, un gran habilitad técnica y así irá<br />

fabricando sus propias placas fotográficas y será un<br />

pionero del primer microfilm. Sus experimentos con<br />

la fotografía los afronta de manera similar al trabajo<br />

de laboratorio. Lleva un cuaderno donde anota sus<br />

ideas, las sugerencias para mejorar las técnicas, los<br />

resultados obtenidos. Es un avanzado a su tiempo y<br />

antes de que nadie se ponga a hablar de granularidad<br />

y granulación, de sensibilidad y definición, él ya ha<br />

llegado de una forma empírica a la mejora de estos<br />

aspectos técnicos. Cajal aconseja que «durante la<br />

fabricación de placas, la disolución de plata en la<br />

solución de gelatina, no debe hacerse por encima<br />

de 40 ºC …porque corremos el riesgo de obtener<br />

emulsiones de grano demasiado grueso y por tanto,<br />

poco apropiadas a la reproducción del color».<br />

Fruto de todo este trabajo Cajal publica en 1912 un<br />

libro titulado Fotografía de los colores. Bases científicas<br />

y reglas prácticas, una obra importante en la historia<br />

de la fotografía en España. En la introducción a este<br />

libro, Cajal cuenta cómo su propia vida ha seguido<br />

la vida de la fotografía:<br />

«En mi larga carrera de cultivador de la placa sensible,<br />

he sorprendido todas sus fases evolutivas. De niño,<br />

me entusiasmó la placa daguerriana, cuyos curioso<br />

espejismos y delicados detalles me llenaron de<br />

ingenua admiración. Durante mi adolescencia aspiré<br />

con delicia el aroma del colodión, proceder fotográfico<br />

que tiene los irresistibles atractivos de la dificultad<br />

vencida, porque obliga a fabricar por sí la capa sensible<br />

y a luchar heroicamente con la rebeldía<br />

de los baños de plata y la desesperante<br />

lentitud de la exposición. Alcancé después<br />

el espléndido período del gelatinobromuro<br />

de Bennet y V. Monckhoven… Ya<br />

en plena madurez, saludé regocijado la<br />

aparición del autocromatismo de Vögel y<br />

la exquisita sensibilidad de las emulsiones<br />

argénticas…Faltaba todavía alcanzar el<br />

soñado ideal, es decir, descubrir medios<br />

prácticos para fotografiar los colores…<br />

Hétenos ya, gracias al maravilloso de<br />

invento de Lumière, emancipados de la<br />

intolerable esclavitud del blanco y negro».<br />

En los Recuerdos de mi vida. Mi labor<br />

científica dice que escribió este libro por<br />

dos motivos, el primero «… contribuir<br />

con mi modesta iniciativa a divulgar<br />

entre los aficionados a la heliocromía<br />

los principios físicos fundamentales de<br />

esta maravillosa aplicación de la ciencia».<br />

El segundo es sentimental y se debe a<br />

que su hijo Santiago enfermó seriamente<br />

del corazón «y para estimular iniciativas<br />

editoriales escribí los primeros capítulos<br />

del libro».<br />

Según va avanzando en su carrera<br />

científica, la fotografía y la Neurobiología<br />

se van imbricando. Habla del papel<br />

intacto de positivar fotografías y el<br />

cerebro en blanco del niño que va<br />

impresionando imagen tras imagen<br />

con el paso del tiempo. Cuenta en las<br />

memorias de su infancia que «una pared<br />

lisa y blanca ejercía sobre mí (cuando<br />

todavía contaba 8 o 9 años) irresistible<br />

fascinación». Por otro lado, usa en el<br />

laboratorio técnicas de plata, con las<br />

que hace la parte fundamental de su<br />

investigación. Cajal, que valora lo que<br />

una nueva técnica abre para estudiar lo<br />

desconocido, aprende los métodos de<br />

tinción que le enseña Simarro en uno de<br />

los cuales el paso nº 4 dice «Exposición<br />

de los cortes [histológicos] a la luz<br />

como si fueran papeles fotográficos».<br />

Aún en la actualidad se utiliza fijador<br />

fotográfico para estabilizar alguna de<br />

estas preparaciones argénticas.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 21


«SOLO LAS<br />

FOTOGRAFÍAS<br />

CONTEMPORÁNEAS DE<br />

NUESTRA JUVENTUD<br />

O DE NUESTRA<br />

MADUREZ SABEN<br />

HACER EL MILAGRO<br />

DE RESUCITAR A LOS<br />

MUERTOS».<br />

También mejora sus preparados argénticos del<br />

encéfalo y a la vuelta de un viaje de verano a Italia<br />

decide modificar el método de Simarro y da lugar<br />

a lo que conocemos como los métodos de plata<br />

reducida Cajal, cuyos paralelismos con las técnicas<br />

fotográficas son innegables. Más aún, Simarro y Cajal<br />

incluyen las piezas de cerebro en celoidina, un buen<br />

medio de inclusión y corte, pero la celoidina no es<br />

otra cosa que el colodión (mezcla de algodón pólvora,<br />

alcohol y éter) que es con lo que se fabrican las placas<br />

húmedas que tan bien conocía Cajal.<br />

Al igual que en la Neurociencia, los estudios de Cajal<br />

sobre la fotografía se reflejan en una importante serie<br />

de publicaciones. Entre 1901 y 1926 publica dieciséis<br />

artículos y una monografía con temas diversos<br />

tales como la aplicación científica de la fotografía,<br />

morfología de las emulsiones, reproducciones del<br />

color, etc.<br />

Cajal vive la fotografía como una prolongación de la<br />

existencia y al mismo tiempo también la reivindica<br />

como esparcimiento, como ocio.<br />

En su libro Fotografía de los colores hay al menos<br />

dos frases en ese sentido. Al comienzo escribe<br />

«La fotografía común y, sobre todo, la fotografía<br />

cromática, constituyen distracción incomparable para<br />

el trabajador intelectual. En los prosaísmos y miserias<br />

de la lucha profesional o de la vida oficinesca, pone<br />

un poco de poesía y algo de emoción imprevista»<br />

y más adelante añade «es dicha grande para todos<br />

los que de vez en cuando necesitamos interrumpir<br />

con un poco de solaz el duro batallar del trabajo».<br />

Cajal, y es otra de las constantes de su<br />

vida, no se conforma con seguir una receta<br />

sino que mejora los protocolos. Analizó las<br />

placas fotográficas con un microscopio,<br />

lo que le permitió entender las imágenes<br />

obtenidas con las placas impresionadas por<br />

el método interferencial de Lippmann. Su<br />

análisis, probablemente nunca realizado<br />

con anterioridad, permitió resolver algún<br />

problema muy discutido, como el modo<br />

de obtención del blanco.<br />

Ramón y Cajal también habla de la fotografía para<br />

dejar huella, como un elemento de perdurabilidad,<br />

de, en una palabra cargada de sentido, inmortalizar.<br />

«Privilegio de la fotografía, como del arte, es<br />

inmortalizar las fugitivas creaciones de la naturaleza.<br />

Gracia a aquélla, parecen revivir generaciones<br />

extinguidas, seres sin historia que no dejaron la menor<br />

huella de su existencia. Porque la vida pasa pero la<br />

imagen queda».<br />

De forma especial lo liga al recuerdo de los que ya<br />

no están. Cajal ha vivido ese cambio de época en la<br />

22 | JoF | NO. 16 | 2014


que de la generación anterior no queda una imagen,<br />

solo los reyes y los ricos dignatarios podían permitirse<br />

pagarse un retrato y ahora un avance tecnológico lo<br />

ha hecho posible para todas las clases medias.<br />

«Solo las fotografías contemporáneas de nuestra<br />

juventud o de nuestra madurez saben hacer el<br />

milagro de resucitar a los muertos». Esta nostalgia<br />

conecta con un lamento incluido en los Recuerdos de<br />

mi vida «No poseo por desgracia retratos de la época<br />

juvenil ni siquiera de la madurez de mis progenitores».<br />

Cajal busca perdurar y en ese deseo de perdurar<br />

está también en su fotografías, en sus múltiples<br />

autorretratos, en las fotos de su mujer y sus hijos,<br />

en aferrar y cristalizar los momentos, los recuerdos,<br />

los viajes.<br />

«¡Qué pena se siente al pensar en la muchedumbre<br />

de seres ignotos, descendidos a la tumba, y que<br />

viven y palpitan sin embargo en nuestras viejas<br />

fotocopias! Saludemos de pasada a estos muertos<br />

transeúntes, ignorantes de que, gracias a nuestro<br />

objetivo fotográfico, alcanzaron una sombra de vida<br />

y un momento de actualidad».<br />

Al igual que en el laboratorio y en contra de esa<br />

imagen del sabio trabajando en la penuria y con<br />

escasez de medios, Cajal intentó tener el mejor<br />

microscopio y contaba con un muy buen equipo<br />

de máquinas fotográficas y accesorios. Poseía una<br />

Steinheil estereoscópica construida en Múnich, una<br />

“Verascope”, una «E. Krauss» con objetivo Zeiss y<br />

otra más moderna, una «L. Gaumont & Cía.» modelo<br />

«Stereo Spido». Algunos de esos instrumentos,<br />

cámaras, visores, etc. se conservan en el museo del<br />

Instituto Cajal.<br />

Hay una pregunta última cuya repuesta es difícil de<br />

saber. Siendo Cajal un experto en fotografía, ¿por<br />

qué sus artículos, sus libros solo contienen, salvo<br />

algún caso excepcional y prácticamente anecdótico,<br />

dibujos y ninguna foto? Cada dibujo detallado —<br />

un aspecto clave de la “marca Cajal”, reconocibles<br />

universalmente todavía al día de hoy— implica un<br />

trabajo ingente y además, arriesgado. A pesar del<br />

uso de la cámara clara, un aparato que permite<br />

seguir con el lápiz o el pincel los contornos de lo<br />

que estás viendo en el microscopio, siempre hay<br />

mayor riesgo de subjetividad en un dibujo<br />

que en una foto. Por otro lado, Cajal disponía<br />

de aparatos microfotográficos y además, la<br />

calidad de sus preparaciones histológicas era<br />

excelente, no se trataba por tanto de recurrir<br />

al dibujo para ocultar las imperfecciones que<br />

una fotografía desvelaría. Entonces ¿por qué?<br />

Hay varias respuestas posibles:<br />

• Una pasión artística. A Cajal le<br />

encantaba dibujar y eso es una constante en<br />

su vida. En el colegio, en Cuba, en el balneario<br />

de Panticosa, Cajal dibuja y dibuja. Muchos<br />

de sus dibujos científicos están coloreados<br />

y son de una belleza apabullante, auténticas<br />

obras de arte.<br />

• Un ejercicio de realismo. La preparación<br />

histológica no deja de ser un artefacto, algo<br />

hecho por el hombre, es la célula muerta,<br />

deshidratada, tratada con numerosas<br />

sustancias químicas, procedimientos que<br />

muestran unas cosas y ocultan otras, una<br />

preparación no deja de ser un «dibujo» de<br />

la célula real.<br />

• Un afán didáctico. El dibujo interpreta<br />

y la fotografía no, o lo hace en menor medida.<br />

El dibujo permite llevar al lector a los detalles<br />

importantes. Cajal guía, «sabe ver» y enseña a<br />

ver, discrimina lo importante de lo anecdótico,<br />

muchas de sus ilustraciones están a medio<br />

camino entre el dibujo y el esquema, son<br />

representaciones morfológicas que quieren<br />

sugerir una explicación funcional.<br />

• Un problema técnico. La fotografía<br />

enfoca en un único plano y tiene poca<br />

profundidad de campo lo que genera<br />

un problema con las neuronas que<br />

lanzan sus extensiones por grandes<br />

distancias de un volumen amplio.<br />

Muchos de los preparados con la técnica de<br />

Golgi que usa Cajal se cortan a un grosor treinta<br />

veces superior o más al de las preparaciones<br />

histológicas habituales para poder seguir las<br />

prolongaciones. La fotografía puede hacer<br />

perder muchos detalles valiosos.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 23


• Un trabajo inclusivo. Cajal llega a sus<br />

conclusiones tras estudiar cientos de preparados, a<br />

menudo comparando distintas especies, distintas<br />

edades de la misma especie. Sus dibujos no<br />

son una representación gráfica de uno de esos<br />

detalles histológicos, como sería necesariamente<br />

una fotografía sino una imagen integradora,<br />

ideal, construida a partir de observar cientos<br />

de imágenes parecidas y cogiendo los mejores<br />

detalles de cada una de ellas.<br />

En el ámbito del microscopio nos perdimos al<br />

Cajal fotógrafo pero disfrutamos del Cajal artista,<br />

además del esforzado trabajador, pues en cinco<br />

años, los que tardó en preparar La Histología del<br />

sistema nervioso del hombre y los vertebrados<br />

escribió 1800 páginas de texto y 887 grabados<br />

originales, un ejemplo más de la tenacidad y la<br />

capacidad de trabajo de este aragonés universal.<br />

Para terminar su reflexión sobre la fotografía<br />

realizada cuando ya había cumplido los sesenta<br />

años:<br />

«La fotografía no es deporte vulgar, sino ejercicio<br />

científico y artístico de primer orden y una dichosa<br />

ampliación de nuestro sentido visual. Por ella<br />

vivimos más, porque miramos más y mejor. Gracias<br />

a ella, el registro fugitivo de nuestros recuerdos<br />

conviértese en copiosa biblioteca de imágenes,<br />

donde cada hoja representa una página de nuestra<br />

existencia y un placer estético redivivo. Y es algo<br />

más. Constituye también medicina eficacísima<br />

para las decadencias del cuerpo y las desilusiones<br />

del espíritu; seguro refugio contra los golpes<br />

de la adversidad y el egoísmo de los hombres.<br />

De mí sé decir que olvidé muchas mortificaciones<br />

gracias a un buen cliché, y que no pocas<br />

pesadumbres crónicas fueron conllevadas y casi<br />

agradecidas al dar cima a una feliz excursión<br />

fotográfica».<br />

Para leer más:<br />

• Abadía Fenoll, F., Carrato Ibáñez, A.<br />

(1984) Cajal una vez más. Universidad<br />

de Granada, Granada.<br />

• Argerich Fernández, I. (2004) Cajal y la<br />

fotografía. En: Santiago Ramón y Cajal<br />

(1852-2003). Ciencia y Arte. Catálogo de<br />

exposición. La Casa Encendida, Madrid.<br />

• Hernández Latas, J.A. (2000) Viajes<br />

fotográficos de Santiago Ramón y<br />

Cajal. De París a Estados Unidos, 1899.<br />

Catálogo de exposición. Cortes de<br />

Aragón, Zaragoza.<br />

• Hernández Latas, J.A. (2001) Viajes<br />

fotográficos de Santiago Ramón y Cajal.<br />

Italia, 1903. Catálogo de exposición.<br />

Cortes de Aragón, Zaragoza.<br />

• López Piñero, J.M- (2000) Cajal. Ed.<br />

Debate, Madrid.<br />

• Ramón y Cajal, S. (2004) La fotografía<br />

de los colores: Fundamentos científicos<br />

y reglas práctica. Nicolás Moya, Madrid<br />

1912, 2ª ed. Ed. Clan, Madrid.<br />

• Ramón y Cajal, S. (2007) Mi infancia y<br />

juventud. El mundo visto a los ochenta<br />

años. Ed. Prames, Zaragoza.<br />

José Ramón Alonso<br />

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EXPLICANDO<br />

UNA<br />

FOTOGRAFÍA<br />

EN EL AULA<br />

Por Galiana (@GalianaRGM)<br />

En mi primer día de clase en el instituto siempre<br />

les hago el mismo juego a los alumnos. Les muestro<br />

una fotografía y les invito a que me digan sin tapujos<br />

qué ven en ella.<br />

La primera respuesta suele ser sobre que está<br />

hecha en blanco y negro, y que en ella aparecen<br />

personas viejas. Les pregunto si sobre eso hay alguna<br />

discrepancia y nadie dice lo contrario porque quien,<br />

levantando la mano, opinó de esa manera tiene razón.<br />

En la imagen aparecen personas de determinada edad;<br />

no todos peinan canas, pero se nota que no son ya<br />

unos jovencitos.<br />

Intento que mis alumnos vean alguna cosa más, y<br />

lo siguiente que suelen destacar es la vestimenta de<br />

otro siglo. Cierto; el retrato coral —ahora lo llamaríamos<br />

selfie—, está complementado por una película rodada<br />

en 1927 y los que salen en ella van vestidos según los<br />

usos y costumbres de la época.<br />

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¿Alguna observación más? Casi siempre contesta a esta<br />

pregunta una alumna que, con cierto tono de ofensa, espeta:<br />

-¡Solo hay una mujer!<br />

La verdad es que no hace falta ser una lumbrera para darse<br />

cuenta de ello, pero explicar en clase de Física y Química<br />

que las mujeres han sido ninguneadas en la Ciencia a lo<br />

largo de la historia es entrar en materias más propias de<br />

otras asignaturas.<br />

A continuación, los que siguen la “religión del fútbol”<br />

lo comparan con la foto de la temporada del equipo de<br />

sus amores, con lo que me veo obligado a cortar el tema<br />

porque las rivalidades futboleras nos alejan de la materia que<br />

debemos tratar, y toca mandar callar antes que se desmadren<br />

del todo.<br />

Una vez puesta la sordina al aula, hago la pregunta del<br />

millón.<br />

-¿Quién de vosotros sabría identificar a alguno de los<br />

retratados?<br />

El silencio es aterrador. Y digo que es aterrador porque<br />

siempre espero que entre los 25 alumnos por lo menos<br />

uno diga un nombre y, año tras año, me encuentro con la<br />

callada por respuesta.<br />

-Os daré alguna pista por si eso os ayuda.<br />

La fotografía fue hecha en Bruselas, y todas estas personas<br />

fueron reunidas por un químico industrial belga que nació en<br />

1838 y murió en 1922. Este hombre se hizo inmensamente<br />

rico gracias a la sosa, tanto que se dedicó a labores de<br />

filantropía, como por ejemplo la creación de varios institutos<br />

internacionales de investigación científica en fisiología,<br />

sociología, física y química.<br />

¿Alguno sabe de quién estoy hablando?<br />

De nuevo el silencio en el aula me confirma que mis<br />

alumnos son poco observadores y nada curiosos, lo cual<br />

dada la materia que imparto no es nada bueno.<br />

-Sé que es vuestro primer día de clase, pero habéis estado<br />

en las instalaciones de este Centro varias veces antes de<br />

hoy, y habéis dicho, o por lo menos escrito, más de una<br />

vez el nombre de la persona a la que me estoy refiriendo.<br />

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Todos callados, las cabezas mirando a las mesas, y ese miedo a que yo les<br />

pregunte directamente y deje a alguno en evidencia el primer día, lo cual no entra<br />

en mis intenciones.<br />

-Supongo que todos sabéis como se llama este Centro. Uno que se atreva a<br />

decir su nombre.<br />

-¡Ernest Solvay!- suelen gritar casi todos a coro<br />

-No era tan complicado.<br />

La persona que da nombre a este Instituto fue el promotor de una serie de<br />

Congresos en los que reunió a las personas que aparecen en la fotografía que os<br />

estoy enseñando. Esta pertenece en concreto al quinto.<br />

Ahora quiero que volváis a mirar bien la fotografía. Buscad en la imagen a la<br />

mujer que hay y según miráis contad dos hombres a la derecha. Uno que tiene<br />

pelo blanco y bigote negro.<br />

¿Lo tenéis todos localizado?<br />

Mis alumnos suelen asentir con la cabeza<br />

-¿Alguno puede decirme si conoce a esta persona?<br />

De nuevo todos callados.<br />

-Ahora mirad en la segunda fila; empezando por la derecha, el primero. Uno que<br />

está muy repeinado hacía atrás. ¿Localizado?<br />

La clase entera asiente con la cabeza, pero no se atreven a decir ni mu.<br />

-Pues entre los dos personajes que os he señalado tuvieron sus más y sus menos<br />

sobre un principio que había desarrollado un tercero. Éste está situado en la última<br />

fila, los que están de pie, contando tres. Teniendo en cuenta que el segundo podría<br />

ser considerado como una cuarta fila.<br />

¿Todo el mundo sabe a quién me refiero?<br />

Nadie suele decir nada, pero los ojos de todos están fijos en la fotografía.<br />

-El tipo del bigote negro con el pelo blanco le dijo a éste ultimo «Usted cree en<br />

un Dios que juega a los dados», a lo que el primero de la segunda fila empezando<br />

por la derecha le dijo «…deje de decirle a Dios lo que debe hacer con sus dados».<br />

Los tres personajes son nada más y nada menos que Albert Einstein siendo<br />

socarrón con el Principio de Incertidumbre de Werner Heisenberg, y Niels Bohr<br />

tratando de dejar en evidencia al físico alemán de origen judío.<br />

La cara de sorpresa de mis alumnos es tremenda, y los comentarios sobre ¿ése<br />

es Einstein?, que dicho sea de paso es el único que les suena de los tres.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 29


Soy incapaz de reproducirlos dado que incluyen algunos calificativos poco<br />

afortunados.<br />

-De momento ya conocéis a tres protagonistas. Nos quedan veintiséis por<br />

identificar y tenemos que hacerlo antes de que se acabe la clase. Tenemos mucha<br />

tarea por delante antes que dé la hora, no podemos perder el tiempo.<br />

Diecisiete de los diecinueve fueron Premio Nobel, pero solo uno de ellos lo<br />

fue por dos disciplinas diferentes, una en Física y otra en Química. Y para más<br />

señas es la única mujer. ¿Alguno se atreve, sabiendo que es contemporánea del<br />

creador de la Teoría de la Relatividad, a decir su nombre?<br />

Aquí siempre alguno levanta la mano. Normalmente, lo dice a boleo no porque<br />

esté seguro de lo que está diciendo, pero como es la única mujer que le viene<br />

a la mente lo suelta por si cuela, y atina.<br />

-Marie Curie.<br />

-¡Has acertado!, la mujer en cuestión es Maria Salomea Skłodowska-Curie.<br />

Ya van quedando menos<br />

Sobre la Conferencia que estamos comentado, os he dicho que existe una<br />

película, que os enseñaré en otra ocasión, grabada por Irving Langmuir, el<br />

neoyorquino fue Premio Nobel en Química en 1932 y está sentado el primero<br />

por la izquierda en la primera fila.<br />

En este punto siempre algún alumno comenta que porqué no la vemos en ese<br />

momento, a lo que tengo que decirle que hoy solo vamos a analizar la fotografía.<br />

Ahora viene la parte que los docentes odiamos porque siempre es compleja:<br />

cómo hacer que tus alumnos te presten atención. Toca echar mano de todos los<br />

recursos y empezar por aquello que puede resultarles más llamativo.<br />

-¿Alguno ha oído hablar del gato de Schrödinger?<br />

Esta pregunta me la contestó hace un par de años un alumno diciendo que<br />

así se llamaba el minino de su vecina que no hacía más que bufarle a su perro.<br />

Tentado estuve de explicarle que el físico austriaco elaboró una composición<br />

mental diabólica, allá por 1935, según la que encerraba a un gato en una caja de<br />

acero, en la que suponía una vasija cerrada con cianuro de hidrógeno amenazada<br />

por un martillo acoplado a un contador Geiger, de manera que si se producía la<br />

desintegración radiactiva de algún átomo el contador dispararía el martillo, que<br />

romperá la vasija y el gato moriría. Dejé pasar la ocurrencia de mi alumno porque<br />

matar animales en clase, aunque sea de palabra, suele herir sensibilidades.<br />

Este año nadie conocía al dichoso gato, con lo que decidí pasar a otro personaje<br />

de la fotografía.<br />

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-Visto que ninguno ha oído hablar de Schrödinger ni de su gato,<br />

veamos si alguno ha oído hablar de Mecánica Cuántica y del Principio<br />

de Exclusión. Localizad de nuevo a Heisenberg; el morenito que está<br />

a su lado izquierdo es Wolfgang Pauli. Al físico austro-suizo no se le<br />

ocurrió otra cosa que pensar sobre la imposibilidad que dos electrones<br />

de un mismo átomo puedan tener la misma energía, el mismo lugar,<br />

e idénticos números cuánticos. Teoría por la cual, en 1945, le dieron<br />

un Nobel en Física.<br />

Me gusta ver las caras de mis alumnos fijos en la foto y esperando<br />

que les cuente algo que no tenga que ver con teorías de las que<br />

nunca han oído hablar, así que vuelvo a los chascarrillos que es lo<br />

que más les atrae.<br />

-En la última fila, el primero por la izquierda, el que le saca la cabeza<br />

a todos... Fue la primera persona en utilizar una aeronave presurizada<br />

colgada de un globo para ascender a la estratosfera, acompañado de<br />

su mujer. Su nombre es Auguste Piccard, y a los que les guste “Las<br />

aventuras de Tintín”, el personaje del Profesor Tornasol está inspirado<br />

en este físico suizo.<br />

Ni que decir tiene que siempre alguno conoce al reportero salido<br />

de la imaginación de Hergé, y el resto preguntan por sus héroes<br />

preferidos, con lo cual de nuevo tengo que cortar el tema alegando<br />

que tenemos que ver un montón de científicos antes que toque la<br />

sirena.<br />

-Tú, el de la primera fila —me gusta señalar a un alumno y voy<br />

rotando por filas en cada curso—, señálame uno de los retratados<br />

del que no haya hablado.<br />

-El que se parece a Charlot.<br />

-No veo a ninguno con bombín y bastón, pero supongo que te<br />

refieres al tercero por la derecha de la segunda fila.<br />

-A ése, a ése.<br />

-Se trata nada más y nada menos que del Príncipe Louis-Victor<br />

Pierre Raymond de Broglie, séptimo Duque de De Broglie, y par de<br />

Francia. Este noble francés, que además era físico, recibió un Nobel<br />

en Física en 1929 por descubrir la dualidad onda-corpúsculo, pero<br />

intentaré a lo largo del curso contactar con Stephen Hawking por<br />

si pudiera pasarse por aquí para explicar la hipótesis de De Broglie<br />

como Dios manda.<br />

Curiosamente todos conocen al científico y gritan alborozados<br />

ante la posibilidad de una visita del británico al Centro.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 31


De nuevo corto la algarabía y sigo con mi explicación.<br />

-Para hacer esto un poco más rápido voy a citar la fila de atrás desde Piccard<br />

hasta el final. Si alguno quiere saber sobre alguien en particular, que anote el<br />

nombre y que me diga cuando llegue al final.<br />

Junto al explorador suizo del que ya os he hablado está situado el doctorando<br />

de Marie Curie, Émile Henriot, que demostró la radioactividad del potasio y del<br />

rubidio, elementos químicos de los que hablaremos a lo largo del curso. A su lado, el<br />

físico austriaco Paul Ehrenfest, que desarrolló el teorema que lleva su nombre, pero<br />

que nadie se asuste porque no tendréis que estudiar sus teorías sobre Mecánica<br />

Cuántica. El siguiente es un químico belga llamado Edouard Herzen; tras él está<br />

Théophile Ernest de Donder —matemático y físico belga—, famoso por desarrollar<br />

la Afinidad Química. El moreno de las cejas blancas me lo salto porque ya hemos<br />

hablado de él, y a su lado está el físico flamenco Emile Verschaffelt, que fue secretario<br />

del Instituto Internacional de Física Solvay. A continuación, Pauli, Heisenberg, el<br />

astrónomo británico Sir Ralph Howard Fowler y el último de esa fila, el creador de<br />

la Teoría de la Información, el físico francés Léon Nicolas Brillouin.<br />

- ¿Alguien está interesado en saber sobre los científicos que acabo de citar?<br />

Normalmente aquí no hay preguntas porque esto de enumerar no les gusta<br />

nada, así que me toca rebuscar en el anecdotario antes de que empiecen a remover<br />

sus culos en las sillas y entremos en la fase de interrumpir la clase con alguna<br />

payasada típica de adolescente.<br />

-¿Quién de vosotros ha visto la película de Grease? Ya sé que es de 1978, pero<br />

alguna reposición en la TV han puesto.<br />

Aquí siempre alguno suele decir que su padre es muy fan de Travolta. Entonces<br />

yo les digo que el matemático y físico alemán Max Born que aparece en la fotografía<br />

es abuelo de Olivia Newton-John, la actriz que da vida a Sandy en la película.<br />

Es nombrar el cine y los alumnos vuelven a prestar atención, pero hay que<br />

seguir ahí y los profesores no lo tenemos nada fácil. Así que utilizar el recurso de<br />

los amantes es lo siguiente que me toca.<br />

-Entre Marie Curie y Einstein debería estar sentado Paul Langevin, pero, para<br />

evitar que las malas lenguas comentaran el romance que éste mantenía con la<br />

viuda de Pierre Curie, sentaron al matemático holandés Lorentz. Y, sí, Langevin<br />

estaba casado.<br />

Por cierto, el físico francés fue arrestado por la Gestapo y cuando fue puesto<br />

en libertad huyó a Suiza como alma que lleva el diablo. Sentado a su derecha está<br />

el matemático suizo Charles-Eugène Guye, que hizo la tontería de demostrar que<br />

la masa de los electrones se incrementa con su velocidad.<br />

¿Alguno me puede decir cuántos retratados nos quedan?<br />

Llegado a este punto siempre hay alguno que da una cifra y, por increíble que<br />

sea, acierta.


-Profesor, quedan 9.<br />

Sigo con la explicación sin confirmarle que está en lo cierto,<br />

que luego se crecen que no veas.<br />

-Debye, físico-químico, en cuyo honor se dio su nombre<br />

al asteroide 30852 descubierto en octubre de 1991, cuando<br />

todavía ninguno de vosotros había nacido. Otro que tiene su<br />

nombre unido al espacio es Hendrik Kramers, porque se le dio<br />

su nombre a un cráter lunar, lo mismo que el físico escocés<br />

Charles Wilson, que está sentado en primera fila, el segundo<br />

por la derecha. A su lado, en el extremo derecho, está el<br />

Premio Nobel de Física en 1928 Owen Willans Richardson,<br />

que por si os interesa es el que estableció las bases de la<br />

emisión termoiónica.<br />

He pronunciado un palabra que con toda probabilidad<br />

nunca habéis escuchado, pero ir acostumbrándoos porque<br />

en esta clase hablaremos del crecimiento epitaxial por haces<br />

moleculares. Y no, no es otro idioma, son vocablos manejados<br />

por Martin Knudesen.<br />

A Arthur Compton le otorgaron el Nobel de Física en 1927<br />

por los espectros de los rayos X, esto ya os suena algo más.<br />

Al lado izquierdo de Marie Curie ocupa asiento Max Planck,<br />

al que se le ocurrió relacionar la energía con la frecuencia de<br />

la radiación, y de ahí está la constante que lleva su nombre.<br />

De William Lawrence Bragg os diré que le otorgaron el<br />

Nobel de Física cuando tenía 25 años. Ahí lo dejo por si alguno<br />

se aplica en mis clases y quiere invitarnos a Estocolmo dentro<br />

de una década.<br />

El último de los que quedan es el más callado de todos; no<br />

en vano Paul Dirac, pronunció la frase «A mí me enseñaron<br />

en la escuela que nunca se debe empezar una frase sin saber<br />

el final de la misma». Aprender esto no os vendría nada mal.<br />

No sé como lo hago pero cuando pronunció esta frase<br />

coincide con el sonido de la sirena que indica el cambio de<br />

clase y apenas me queda tiempo para decirles a mis alumnos<br />

que les veré el próximo día.<br />

Galiana<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 33


JoF EN LAS AULAS<br />

CIENCIA<br />

FORENSE<br />

DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA<br />

Por Teresa Pons (@Teresa_Pons)<br />

En el Londres del siglo XIX, en plena época<br />

victoriana tardía, una serie de acontecimientos dejaron<br />

a la sociedad inglesa/británica asustada y confusa.<br />

Eran tiempos de industrialización y progreso que<br />

hicieron de la capital la ciudad más grande del imperio<br />

británico (y del mundo). Y junto con ello, nacieron<br />

los suburbios donde reinaban barrios abarrotados<br />

de gente, condiciones insalubres y proliferación de<br />

burdeles. Las crónicas de la época hablan de lo poco<br />

segura que era Londres debido al gran número de<br />

ladrones, niños carteristas y bandas callejeras.<br />

No debió de ser una época fácil, sobre todo en la<br />

zona de “East End” de Londres, área conocida por<br />

sus notables “slums” habitados por gentes de clase<br />

obrera, nativos ingleses o bien, inmigrantes llegados de<br />

diferentes partes de Europa. En estas condiciones de<br />

gran pobreza, acontecieron unos eventos atroces: al<br />

menos cinco casos de mujeres muertas y mutiladas se<br />

asociaron a un asesino en serie, Jack el Destripador.<br />

Mucho ha llovido desde los casos de “Whitechapel” del<br />

1888 y hoy en día, aunque todavía haya<br />

casos por resolver, la ciencia forense ha<br />

avanzado a pasos de gigante y el tal Jack<br />

se lo pensaría dos veces antes de cometer<br />

semejantes atrocidades en la actualidad.<br />

Prueba de ello son las iniciativas que<br />

cualquier aficionado o experto en la<br />

materia puede disfrutar: fascinantes series<br />

de TV tales como CSI, Bones o la increíble<br />

doctora Jan Garavaglia en Dra. G. Médica<br />

Forense. También hay interesantísimos<br />

libros que enseñan a hacer experimentos<br />

forenses caseros (ver referencias) y un<br />

largo etcétera. Asimismo, no hay que<br />

olvidar esas charlas y congresos en las<br />

que se juntan profesionales del sector para<br />

exponer y debatir nuevos hallazgos que<br />

puedan beneficiar en el estudio forense<br />

y la sociedad como última beneficiaria.<br />

Tuve la oportunidad de participar en el<br />

2º Congreso internacional en Ciencias<br />

34 | JoF | NO. 16 | 2014


Póster del<br />

Segundo<br />

Encuentro<br />

Internacional<br />

de Ciencias<br />

Forenses y<br />

Comportamiento<br />

Criminal<br />

Forenses y Comportamiento Criminal que se celebró el pasado Mayo en<br />

Portugal y que fue organizado por el “Instituto Superior de Ciências da Saúde Egas<br />

Moniz”, ISCSEM. En él se dieron cita algunos de los expertos de gran renombre<br />

internacional en las más diversas y cautivadoras áreas con las que la ciencia<br />

forense cuenta hoy en día.<br />

Tal es el caso del Dr. Dallas Mildenhall experto neozelandés en palinología a<br />

nivel mundial y de quien esta misma revista Jof publicó una entrevista en el<br />

número 14. Mildenhall expuso el problema de la falsificación de medicamentos<br />

aportando escalofriantes datos tales como que dicho fenómeno representa del<br />

15 al 20% de los fármacos comercializados llegando a ser del 100% en algunas<br />

áreas. Respecto a los fármacos antimaláricos, el 53% de éstos en el sur este de<br />

Asia son falsos. No supone una tarea fácil descubrir su origen y cuáles son las<br />

rutas de comercio o entrada. Por ello, un enfoque interdisciplinar que cuente<br />

con el estudio de diversas áreas como el estudio del polen, de los compuestos<br />

químicos, de blisters, e incluso de folletos es lo que recopila la “Operación Júpiter”.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 35


“<br />

Ésta nació originalmente como programa dirigido<br />

por la Interpol para estudiar la falsificación de<br />

mercancía en Sudamérica y que gracias a los<br />

recursos disponibles, se pudo expandir en el<br />

análisis de medicamentos falsos. Con certeza, una<br />

tarea para nada fácil.<br />

Mildenhall expuso el problema de la falsificación de medicamentos<br />

aportando escalofriantes datos tales como que<br />

dicho fenómeno representa del 15 al 20% de los fármacos<br />

comercializados llegando a ser del 100% en algunas áreas<br />

Un campo de lo más atractivo en el estudio forense<br />

es la antropología, ciencia que aplicada a esta rama<br />

estudia restos humanos utilizando técnicas en<br />

arqueología, paleopatología e incluso osteología<br />

para reconstruir qué sucedió durante la muerte<br />

de cierto individuo o grupo de personas. La Dra.<br />

Gillian Fowler, experta en antropología forense<br />

de la Universidad de Lincoln (Reino Unido) y con<br />

una amplia experiencia en exhumaciones de fosas<br />

comunes en Guatemala y Afganistán, habló de<br />

la importancia de establecer el perfil biológico<br />

para identificar cuerpos asignables a personas<br />

desparecidas. La actividad del experto antropólogo<br />

también engloba la creación del perfil de la víctima<br />

por medio de entrevistas a familiares así como<br />

de establecer una versión de los hechos lo que a<br />

veces supone un difícil hito dadas las circunstancias<br />

en que se engloben los mismos. Fowler también<br />

hizo hincapié en la importancia que el trabajo<br />

de antropólogo supone a nivel individual, para la<br />

comunidad y nacionalmente así como también<br />

como refuerzo del sistema legal. Sin lugar a dudas,<br />

un trabajo extraordinario.<br />

El estudio de los residuos de disparos con arma<br />

de fuego (también conocidos como “Gunshot<br />

residues”) son de especial interés ya que permiten<br />

esclarecer si un arma se ha disparado o quién ha<br />

estado en contacto con ella. La gran experta en<br />

este tema es la Dra. Suzanne Bell del departamento<br />

de química de la Universidad de Virginia Occidental<br />

en Estados Unidos. La Dra. Bell contó cómo el<br />

estudio de los componentes del cebador del<br />

arma (en inglés conocido como primer) son<br />

el blanco para el desarrollo de métodos de<br />

obtención de residuos o restos de las manos<br />

para identificar si se ha disparado con el arma,<br />

“entre las 12 y 24 horas” tal y como ella afirma.<br />

Todo un reto.<br />

Además de los campos citados para el estudio<br />

de la ciencia forense, existen otros importantes<br />

como la entomología o la genética, que pueden<br />

contribuir a la resolución de casos y por ende, a<br />

la justicia y seguridad de los civiles.<br />

Teresa Pons<br />

Referencias:<br />

- Roland, P. 2006. The Crimes of Jack the Ripper.<br />

Arcturus Publishing.<br />

- Thompson, R. B. & Thompson, B.F. 2012. The<br />

Illustrated Guide to Home Forensic Science Experiments.<br />

O’Reilly.<br />

- 2nd International Meeting in Forensic Sciences<br />

and Criminal Behaviour website<br />

- Jupiter Operation Interpol website<br />

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Reseña de libros<br />

Por Dani Torregrosa (@DaniEPAP)<br />

Neurozapping.<br />

Aprende sobre el<br />

cerebro viendo series<br />

de televisión<br />

Autor: José Ramón Alonso Peña<br />

Editorial: Laetoli, 2014<br />

¿Podemos -como reza el subtítulo de este<br />

libro- aprender sobre el cerebro viendo series<br />

de televisión? Respuesta corta: No.<br />

Pero antes de dar por terminada la lectura<br />

de esta reseña y de que el autor del libro me<br />

retire definitivamente la palabra o maldiga<br />

mi estirpe, he de matizar tan contundente<br />

afirmación.<br />

No se aprende sobre ciencia viendo<br />

televisión, cine o leyendo ficción, en plan<br />

como sucede en la película Matrix, donde se<br />

implantan los conocimientos y habilidades<br />

con la facilidad del que se toma una cerveza<br />

con los amigos. No, el mundo no funciona<br />

de esa manera.<br />

Sería pretender algo parecido a lo que<br />

buscaba el rey Claudio Ptolomeo cuando<br />

le preguntó a Euclides si no había otra forma<br />

más rápida para aprender geometría que<br />

con los Elementos, y Euclides le respondió<br />

aquella mítica frase que ha quedado para<br />

la historia o la leyenda: “Majestad, no hay<br />

caminos reales para la Geometría”.<br />

Y no, no hay atajos, ni para la geometría ni<br />

para la neurociencia ni para casi nada en<br />

este mundo. La ciencia y el conocimiento<br />

en general requieren un esfuerzo en su<br />

camino, años de estudio y a veces hasta<br />

cierto sufrimiento. Y no podemos pretender<br />

encontrar una vía tan fácil como una<br />

serie de televisión para atajar ese camino.<br />

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De hecho, de existir, yo no la querría. Supondría<br />

perderse el paisaje y la satisfacción de cada<br />

descubrimiento, de cada detalle. Supondría<br />

hacerse adultos de la noche a la mañana sin<br />

haber experimentado y saboreado el tiempo<br />

entre asombro y asombro. Sería el fin de la<br />

infancia.<br />

Una vez matizado esto, que no deja de ser una<br />

advertencia inicial para aquellos despistados<br />

que creen que se puede aprender un idioma<br />

en siete días o discutir con un científico a<br />

su nivel porque has leído un libro de esos<br />

que comienzan con ambiciosos títulos<br />

como “Todo lo que necesita saber sobre…“<br />

he de reconocer que estamos ante una<br />

extraordinaria obra de divulgación científica.<br />

Y digo extraordinaria porque Neurozapping<br />

recoge una exquisita explicación y selección<br />

de patologías, conceptos y curiosidades del<br />

mundo de la neurociencia, con la excusa de<br />

su aparición en una serie de televisión. ¡Es<br />

un libro-trampa! Con el anzuelo de la cultura<br />

popular de algunas series de televisión, José<br />

Ramón Alonso nos acerca de forma rigurosa y<br />

con su estilo tan personal a los últimos avances<br />

en este campo de la ciencia, a la descripción de<br />

trastornos como los síndromes de Asperger o<br />

Tourette, los efectos de drogas y neurotóxicos,<br />

la encefalofagia, el donjuanismo, la anosmia,<br />

las altas capacidades, la psicopatía… Y así hasta<br />

veintiún capítulos a cuál más interesante y<br />

entretenido.<br />

Reformulando la pregunta con la que<br />

comencé, ¿se puede aprender neurociencia<br />

leyendo este libro? Respuesta corta y sin<br />

matices: Sí. Y no solo eso, sino que tras<br />

su lectura se sale con un ansía de seguir<br />

aprendiendo. De leer, estudiar y disfrutar<br />

descubriendo cómo funciona ese objeto<br />

tan misterioso que tenemos sobre nuestros<br />

hombros. E incluso, te entran ganas de ver<br />

de nuevo alguna serie de televisión, salvo<br />

que sea La casa de la pradera, en cuyo caso<br />

yo me lo haría mirar.<br />

Resumiendo, Neurozapping es un libro muy<br />

interesante y entretenido, en la línea tan<br />

unificadora de las mal llamadas “dos culturas“<br />

que tan bien se le da a su autor mezclar y lo<br />

recomiendo tanto si te gustan o no las series<br />

de televisión que aparecen en él.<br />

Y para finalizar, qué mejor que hacerlo con<br />

un pequeño diálogo de Los Simpsons, una de<br />

las series que también aparecen en el libro:<br />

- Homer, hay un hombre que puede<br />

ayudarte.<br />

- ¿Batman?<br />

- No, es un científico.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 39


Patricia Rodríguez (@_Argi_)<br />

JEANNE<br />

VILLEPREUX-<br />

POWER.<br />

La gran bióloga<br />

de los océanos.<br />

Jeanne Villepreux-Power (1794-1871) dejó atrás sus raíces humildes en<br />

la Francia rural para probar fortuna en París como modista. Trabajando<br />

en el vestido de novia de una dama de la realeza, Jeanne encontró<br />

su príncipe azul con el que vivió su propia aventura en una isla del<br />

Mediterráneo. Allí, Jeanne encontró otra de sus grandes pasiones: la<br />

naturaleza, y desarrolló su actividad científica, estudiando la flora y<br />

fauna de Sicilia y dedicando gran parte de sus investigaciones a la<br />

observación de la vida acuática. Su devoción por el trabajo le llevó a<br />

inventar el acuario, por lo que será siempre recordada en el mundo<br />

de la biología marina.<br />

MUJERES DE CIENCIA<br />

40 | JoF | NO. 16 | 2014


Retrato de<br />

Jeanne Villepreux-Power<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 41


Concha de Argonauta<br />

argo exhibida en el<br />

Museo Fernbank de<br />

Historia Natural en<br />

Atlanta, USA<br />

LOS COMIENZOS<br />

Jeanne Villepreux fue la hija mayor de<br />

un humilde zapatero del pueblecito<br />

de Juillac, Pierre Villepreus y su mujer<br />

Jeanne Nicot. Nació el 25 de septiembre<br />

de 1794, una época en la que Francia<br />

había sido arrasada por la Revolución<br />

y el reinado de terror de Robespierre enviaba a<br />

miles de personas a la guillotina. Sin embargo,<br />

Jeanne vivió una infancia tranquila creciendo<br />

en el campo. Su educación fue muy básica,<br />

limitándose poco más que a aprender a leer y<br />

a escribir.<br />

Jeanne abandonó su pueblo natal a los 18 años<br />

para ir a París, haciendo el trayecto desde Juillac,<br />

unos 400 kilómetros, a pie. Una vez en la capital,<br />

Jeanne empezó a trabajar como asistente de<br />

una modista de la alta sociedad francesa. A pesar<br />

de su humilde posición, Jeanne comenzó a ser<br />

conocida tras realizar el vestido de novia de la<br />

futura Duquesa de Berry, una princesa siciliana<br />

que se casó con un sobrino del rey Luis XVIII<br />

en 1816. Gracias a su diseño nupcial, Jeanne<br />

conoció a un rico noble inglés, James Power.<br />

La pareja se casó en 1818 en Messina, Sicilia,<br />

instalando allí su residencia durante más de<br />

20 años.<br />

OBSERVANDO LA VIDA MARÍTIMA<br />

Poco después de su matrimonio, Jeanne<br />

Villepreux-Power empezó a demostrar su interés<br />

por la historia natural. Aprendió de manera<br />

autodidacta y viajó por toda la isla observando,<br />

registrando y describiendo toda su flora y su fauna,<br />

recogiendo minerales, fósiles, distintas especies<br />

de mariposas y conchas. Sin embargo, Jeanne<br />

estaba fascinada por la vida animal y se sentía tan<br />

especialmente atraída por las criaturas acuáticas<br />

que buscó la manera de poder estudiarlas más<br />

de cerca.<br />

Jeanne Villepreux-Power centró sus estudios<br />

en los moluscos y dedicó gran parte de su<br />

trabajo al cefalópodo Argonauta argo. Fue<br />

la primera persona en descubrir cómo esta<br />

criatura fabrica su concha recubriéndose a sí<br />

mismo en lugar de obtenerla de otro animal,<br />

como se pensaba, y cómo se reproduce.<br />

42 | JoF | NO. 16 | 2014


Cuadro de Anne Lan en homenaje a<br />

Jeanne Villepreux-Power<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 43


Ilustración de<br />

Argonauta argo<br />

Sus investigaciones sobre esta especie le reportaron<br />

un gran prestigio y fueron las responsables de su gran<br />

avance científico: la invención del acuario.<br />

Con el objetivo de observar la vida acuática de las<br />

especies debajo del mar, ideó tres tipos diferentes de<br />

acuarios: el primero, de cristal y muy parecido a los<br />

que podemos encontrar en la actualidad, lo utilizaba<br />

en su propio estudio; otro, también hecho de cristal<br />

pero rodeado de una rejilla para ser sumergido en el<br />

mar y estudiar pequeños moluscos; y el tercero, una<br />

especie de jaula para grandes moluscos, que podía<br />

ser anclado a una profundidad determinada.<br />

PUBLICACIONES, NAUFRAGIOS Y VUELTA AL<br />

HOGAR<br />

En 1839, Jeanne Villepreux-Power publicó su primer<br />

libro “Observations et expériences physiques sur<br />

plusleurs animaux marins et terrestres” con los<br />

resultados de sus experimentos. Tres años después<br />

apareció su segundo libro “Guida per la Sicilia”, que<br />

ofrecía una detallada descripción medioambiental<br />

de la isla. En 1995 la Sociedad Histórica de Messina<br />

volvió a publicar esta obra.<br />

En ella no sólo se describe la naturaleza<br />

de Sicilia, sino que Jeanne hace algunas<br />

sugerencias para su conservación. También<br />

sentó las bases de la acuicultura de la<br />

región, recomendando la repoblación de los<br />

ríos con peces capturados y alimentados<br />

hasta alcanzar el tamaño suficiente para ser<br />

introducidos en las aguas.<br />

Jeanne Villepreux-Power y su marido dejaron<br />

Sicilia en 1843 y desde entonces dividieron su<br />

tiempo entre París y Londres. Por desgracia,<br />

en uno de los viajes, el barco que trasportaba<br />

la mayor parte de la colección de Jeanne,<br />

anotaciones y dibujos, naufragó camino a<br />

Londres, destruyendo todos estos trabajos.<br />

Después de este desastre, Jeanne abandonó<br />

sus investigaciones, aunque siguió escribiendo<br />

y publicando.<br />

Durante cuatro meses, París fue sitiada en el<br />

invierno de 1780 a 1781 por la armada de Prusia,<br />

que intentó matar de hambre a la ciudad<br />

para conseguir su rendición. Este hecho hizo<br />

a Jeanne huir de la capital y volver a su hogar<br />

natal en Juillac. Poco después, falleció.<br />

44 | JoF | NO. 16 | 2014


Fotografía<br />

de Argonauta argo<br />

LOGROS CIENTÍFICOS<br />

La mejor herencia que dejó Jeanne Villepreux-<br />

Power a la biología marina fue la invención del<br />

acuario, aunque la observación sistemática de los<br />

animales contribuyó a mejorar su legado, a pesar<br />

de que gran parte de su material de investigación<br />

se encuentra literalmente bajo el agua.<br />

Desde 1832, Jeanne fue la única mujer<br />

miembro de la Academia de las Ciencias<br />

Naturales de Catania y además fue miembro<br />

corresponsal de otras 17 academias,<br />

incluida la Sociedad Zoológica de Londres.<br />

Durante más de un siglo después de su muerte,<br />

Jeanne Villepreux-Power ha sido tremendamente<br />

olvidada, sin embargo, recientemente su trabajo<br />

ha sido redescubierto y en 1997 un cráter de<br />

Venus fue bautizado con su nombre.<br />

Fuentes:<br />

- ‘Women in Science’. European Commision.<br />

Directorate General of Research.<br />

- “Jeanne Villepreux-Power”. Encyclopedia<br />

Britannica.<br />

- Wikimedia Commons.<br />

- Women rock science<br />

Patricia Rodriguez<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 45


46 | JoF | NO. 16 | 2014


Los chivatos<br />

moleculares<br />

señalan el camino<br />

de la enfermedad<br />

Por Carlos Romá-Mateo (@DrLitos)<br />

L<br />

a evolución de la medicina y sus estrategias, tanto<br />

diagnósticas como de tratamientos, ha avanzado siempre<br />

pareja al nivel de conocimiento respecto al cuerpo humano y sus<br />

mecanismos. Desde el principio de su historia, la medicina se ha<br />

basado en descripciones y observaciones minuciosas que han<br />

ido profundizando en nuestro organismo, pasando del sistema al<br />

órgano, del órgano a la célula, y de la célula a las moléculas. Tras<br />

desentrañar cómo funciona el material genético y establecer la<br />

relación entre los genes y las proteínas, diseccionar las estructuras<br />

celulares y desvelar la función de cada una de ellas, la moderna<br />

biología molecular ha proporcionado las claves para entender<br />

cómo determinado fallo puede dar lugar a una patología concreta.<br />

El colofón de esta estrategia de disección podría considerarse el<br />

conocer la secuencia completa del genoma humano: en el extremo<br />

más utópico, este conocimiento permitiría establecer relaciones<br />

inequívocas y unívocas entre cada uno de nuestros genes, las<br />

proteínas que producen, y las funciones que éstas realizan. Teniendo<br />

este catálogo a nuestro alcance, sólo tenemos que ir subiendo<br />

en la escala para asociar cada fallo orgánico a un defecto en este<br />

mapa genético, y trabajar de manera focalizada para corregirlo.<br />

Lamentablemente, la realidad es mucho más compleja.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 47


No, esto no es<br />

un biomarcador.<br />

Sin embargo, no vamos a hablar de<br />

esto hoy. Vamos a asumir que esta utopía<br />

algún día dejará de serlo, pero mientras<br />

los estudios del genoma, los genes que<br />

contiene, las interacciones entre ellos y su<br />

regulación particular siguen avanzando<br />

a pasos agigantados, el conocimiento<br />

molecular de la vida nos proporciona otra<br />

forma particularmente curiosa de analizar,<br />

desde una perspectiva muy específica y<br />

detallada, cualquier enfermedad. Se trata<br />

de una perspectiva relacionada con el<br />

diagnóstico, apoyada en conocimientos<br />

moleculares de última generación y<br />

capaz de producir herramientas clínicas<br />

de gran utilidad, pese a no disponer en<br />

muchos casos de una explicación exacta<br />

de por qué funcionan. Se trata de los<br />

biomarcadores.<br />

No me llames chivato, llámame<br />

biomarcador<br />

En términos generales, un<br />

biomarcador puede definirse como un<br />

parámetro biológico susceptible de ser<br />

medido, y cuya variación correlaciona<br />

con la progresión de determinado<br />

proceso biológico. En el contexto de la<br />

biomedicina, un biomarcador puede ser<br />

cualquier elemento susceptible de ser<br />

detectado y cuantificado, y cuya presencia<br />

o cantidad tenga una relación estrecha<br />

con el desarrollo de un estado patológico.<br />

Para entendernos: los biomarcadores son,<br />

por un lado, chivatos que avisan de una<br />

situación anómala. Por otro lado, son<br />

soplones, informadores infiltrados en el<br />

organismo que proporcionan valiosísima<br />

información sobre los próximos pasos en<br />

el progreso de la enfermedad. A veces<br />

estos chivatos son constituyentes del<br />

propio organismo que aparecen en un<br />

lugar que no les corresponde; en otras<br />

ocasiones, lo que está fuera de lugar es<br />

que aparezcan en una cantidad anómala.<br />

48 | JoF | NO. 16 | 2014


Un buen ejemplo<br />

sería la glucosa: en sí misma,<br />

es una molécula biológica<br />

con determinadas funciones<br />

y presente en diversos<br />

lugares del organismo, tanto<br />

fuera como dentro de las<br />

células; pero pensemos en<br />

los niveles de glucosa en<br />

sangre como una medida<br />

que puede indicar que una<br />

persona sufra hiperglucemia<br />

(una subida de azúcar), y de<br />

alargarse esta circunstancia<br />

en el tiempo, podría ser un<br />

indicador de diabetes. En<br />

este caso, la glucosa nos<br />

está sirviendo como un<br />

biomarcador, que además<br />

podemos utilizar como<br />

referencia a la hora de<br />

aplicar un tratamiento. Al<br />

administrar insulina, los<br />

niveles de glucosa deberían<br />

bajar.<br />

El azúcar puede<br />

servirte a ti para<br />

endulzar tu vida<br />

y tu café, y al<br />

médico para ver<br />

si tienes diabetes<br />

(fuente: ABC.es)<br />

A la hora de intentar usar<br />

los biomarcadores como<br />

una forma de anticiparse<br />

a las enfermedades, suele<br />

buscarse sustancias cuya<br />

mera presencia ya sea<br />

indicadora de que algo<br />

anda mal en los alrededores.<br />

En este caso podríamos<br />

poner como ejemplo<br />

las células del sistema<br />

inmunológico, y las<br />

sustancias que secretan.<br />

Cuando tus anticuerpos<br />

veas aumentar…<br />

Se puede saber<br />

mucho acerca de una<br />

infección antes de que se<br />

manifieste externamente,<br />

sólo analizando el tipo de<br />

anticuerpos mayoritario<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 49


circulando por la sangre de una<br />

persona (recordemos el ejemplo<br />

de las mujeres embarazadas y la<br />

toxoplasmosis, que vimos en este<br />

artículo).<br />

Los microARNs están formados por una<br />

única cadena, a diferencia del famoso<br />

ADN. En esta imagen, el microARN<br />

verde se asocia específicamente a una<br />

hebra de ARN mensajero (del tipo que<br />

contiene información genética que dará<br />

lugar a una proteína) produciendo que<br />

la maquinaria molecular correspondiente<br />

produzca la degradación de esta;<br />

es decir, que las bolitas se unan a aquello<br />

que marca el microARN y lo hagan<br />

trizas (Fuente: Labtimes.org)<br />

En otros casos, los médicos<br />

se encuentran con pacientes que<br />

muestran síntomas peculiares o<br />

difíciles de explicar: un análisis a<br />

nivel molecular puede mostrar<br />

presencia de elementos del sistema<br />

inmunológico que reaccionan contra<br />

estructuras del propio paciente,<br />

dando la voz de alarma y poniendo<br />

el punto de mira en los trastornos<br />

autoinmunes. Esta es la ventaja<br />

a la que nos referíamos de los<br />

biomarcadores como herramienta<br />

diagnóstica: consiguen que vayamos<br />

más allá de las apariencias externas<br />

y lleguemos lo antes posibles a<br />

la auténtica raíz del problema.<br />

En vez de andar buscando algún<br />

factor ambiental externo que<br />

pueda estar afectando al paciente<br />

y produciendo determinados<br />

síntomas, los esfuerzos se centrarán<br />

en analizar detalladamente su<br />

sangre y los parámetros que delatan<br />

enfermedades autoinmunes: en<br />

algunos casos, se podrá aplicar<br />

un tratamiento específico, como<br />

es el caso de algunas terapias<br />

moleculares que se utilizan para<br />

reducir las consecuencias de la<br />

artritis reumatoide, y que tienen<br />

mucho éxito en algunos pacientes.<br />

Pero además del diagnóstico, la<br />

ventaja para el seguimiento de la<br />

enfermedad es fundamental. Si<br />

se aplica un tratamiento crónico<br />

al afectado, el seguimiento de<br />

cómo disminuyen esos mismos<br />

biomarcadores que delataron el<br />

problema es crítico para saber si el<br />

tratamiento está siendo efectivo o<br />

no. La búsqueda de biomarcadores<br />

específicos es un auténtico reto,<br />

pues muchas enfermedades<br />

autoinmunes presentan síntomas<br />

50 | JoF | NO. 16 | 2014


parecidos tanto a nivel externo como molecular.<br />

Al desconocerse muy a menudo la auténtica<br />

causa del trastorno, es crítico poder conocer<br />

lo mejor posible la forma en que se manifiesta,<br />

para poder aplicar un tratamiento lo más<br />

personalizado posible.<br />

Soplones de última generación<br />

Como decíamos, casi cualquier sustancia<br />

puede considerarse un biomarcador. Hoy en día<br />

están siendo muy estudiadas unas pequeñas<br />

moléculas llamadas microARNs. La mayoría de<br />

lectores asociará el ARN (nombre completo: ácido<br />

ribonucleico) con el proceso de transcripción y<br />

traducción de la información genética, actuando<br />

como intermediario desde el ADN hasta las<br />

proteínas. Pero en los últimos años se ha descubierto<br />

que una importante cantidad de moléculas de ARN<br />

no codifican ninguna información, sino que se<br />

encargan de regular la información contenida en<br />

otros genes. Algunas de estas moléculas de ARN<br />

son de muy pequeño tamaño, pero los gigantescos<br />

avances en técnicas de secuenciación (las mismas<br />

técnicas que permitieron leer al completo la<br />

secuencia contenida en el genoma humano)<br />

permiten a un coste relativamente asumible y en<br />

una cantidad de tiempo razonable, identificar la<br />

presencia de microARNs concretos en determinado<br />

tejido. Esto ha permitido descubrir que la cantidad<br />

y variedad de microARNs en cada zona del<br />

organismo tiene relación con un programa genético<br />

concreto, y por lo tanto, ya se va estableciendo<br />

una correlación muy reveladora entre la presencia<br />

o ausencia de ciertos microARNs y el desarrollo<br />

de determinadas patologías. Por si estos datos<br />

no fuesen lo bastante prometedores, se empieza<br />

a comprobar que también existen microARNs<br />

circulantes, que viajan por la sangre sin que se<br />

sepa a ciencia cierta cómo está regulado su viaje<br />

ni cómo consiguen llegar a controlar de manera<br />

fina y concreta la expresión de los genes en zonas<br />

lejanas del organismo. Pero por el momento, el<br />

poder detectarlos e identificarlos (al secuenciar<br />

estas moléculas, podemos asignar a cada una su<br />

propia “matrícula” única e intransferible) puede ser<br />

una forma sencilla, muy poco invasiva (una mera<br />

extracción de sangre bastaría) y reproducible de<br />

prever y anticipar los síntomas irreversibles de<br />

enfermedades tan incurables a fecha de hoy como<br />

el Parkinson.<br />

Aún nos faltan muchas piezas del<br />

rompecabezas para entender la relación entre<br />

estos pequeños chivatos y las enfermedades que<br />

delatan; pero por el momento, y aunque se va<br />

a seguir intentando unir todas las piezas (quién<br />

sabe, la manipulación de los microARNs o entender<br />

por qué están ahí, pueden ser hitos claves en la<br />

comprensión de muchas enfermedades), mientras<br />

las correlaciones estrechas y reproducibles entre uno<br />

y otro factor sigan pudiéndose medir, tendremos<br />

una herramienta de gran utilidad para ir más allá de<br />

lo que se podría analizar a simple vista, observando<br />

alteraciones en tejidos o síntomas muy secundarios<br />

a las causas reales. Como en tantos otros campos, el<br />

análisis molecular supone una visión más profunda,<br />

pero complementaria: sólo puede ser eficiente<br />

combinándola con el conocimiento médico<br />

acumulado previamente. Dicen que el reto de<br />

la nueva biología no será la obtención de datos,<br />

sino la clasificación y manejo de unas cantidades<br />

de datos ingentes que las nuevas tecnologías<br />

están facilitándonos a un ritmo vertiginoso. Esto<br />

no deja de ser cierto en la biomedicina actual,<br />

donde poco a poco vamos siendo capaces de<br />

obtener una cantidad asombrosa de información<br />

específica en cuanto a genes alterados, moléculas<br />

circulantes, y alteraciones metabólicas sutiles pero<br />

relevantes, todo ello en un mismo paciente. El poder<br />

obtener todos estos datos de forma rápida, barata y<br />

automatizada, junto con la capacidad de analizarlos<br />

debidamente en poco tiempo, sentará las bases<br />

para una medicina personalizada. A partir de ahí,<br />

diagnósticos inequívocos, tratamientos enfocados<br />

y sin ramificaciones indeseadas, y un seguimiento<br />

riguroso desde la misma base de las alteraciones<br />

en la raíz de la enfermedad, darían forma a la<br />

utopía de la que hablábamos al principio. Con unos<br />

cuantos años más de investigación y desarrollo<br />

tecnológico, puede que no estemos lejos de ver<br />

cómo se convierte en una realidad.<br />

Mientras tanto, tendremos que seguir<br />

recorriendo las esquinas más recónditas y las<br />

barriadas más conflictivas de nuestro organismo,<br />

en busca de esos informadores fortuitos que nos<br />

señalan el camino.<br />

Carlos Romá-Mateo<br />

Fuente de la imagen de portada: Sneakhype<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 51


BOTELLAS<br />

EN EL OCÉANO<br />

CÓSMICO<br />

Por Antonio Martín (@antoniomartinr)<br />

Hubo un tiempo en el que<br />

enviamos señales al exterior<br />

para que nos encontraran<br />

IMAGEN: Kepler 186b. Fuente: NASA<br />

52 | JoF | NO. 16 | 2014


En la primera mitad del año 2014 se<br />

ha confirmado la existencia de 761 exoplanetas. Ya<br />

se conocen un total de 1.807. Es el mejor año en la<br />

detección y confirmación de nuevos mundos. Los<br />

astrónomos están desarrollando, desde que en 1989 se<br />

describiera el primer planeta fuera de nuestro sistema<br />

solar, una carrera de descubrimientos apasionante.<br />

Este año, además, hemos sabido que uno de esos<br />

exoplanetas, llamado Kepler-186f, es el más parecido a<br />

la Tierra en cuanto a tamaño y energía recibida de su<br />

estrella. La búsqueda de vida extraterrestre avanza por<br />

el camino de hallar planetas habitables para después<br />

determinar los habitados. Hace unas décadas, además<br />

de buscar, nos dedicamos a enviar señales al exterior,<br />

confiando que fueran otros los que nos encontraran.<br />

Por eso, para encontrar vida, primero<br />

hay que hallar lugares que puedan albergarla.<br />

En lo que llevamos de siglo, han pasado cosas<br />

relevantes en la detección de nuevos mundos.<br />

En 1999, se conocían sólo una treintena de<br />

planetas asociados a otras estrellas. Ahora,<br />

y con una gran aportación por parte del<br />

telescopio espacial Kepler, hay entre 1.737<br />

(según el recuento la Nasa) 1 y 1.807 (según el<br />

Observatorio de París) 2 confirmados y otros<br />

3.000 esperando serlo. Las confirmaciones se<br />

suceden tan deprisa que ambos organismos<br />

ofrecen datos algo diferentes. Posiblemente,<br />

cuando el lector llegue a estas líneas, la cifra<br />

habrá aumentado.<br />

El rastreo de nuevos planetas habitables tiene<br />

un sentido muy profundo: saber si estamos<br />

acompañados en el universo. “En la búsqueda de<br />

vida extraterrestre, la mayor posibilidad de encontrarla<br />

es que sea microbiana. No hay que olvidar que la<br />

mayor parte de la historia de la vida en la Tierra<br />

ha estado presidida por este tipo de organismos”,<br />

comenta Manuel Vázquez Abeledo, investigador en<br />

el Instituto de Astrofísica de Canarias. No en vano, en<br />

la evolución de la vida terrestre, desde los primeros<br />

organismos vivos unicelulares (hace de 3.800 a 3.500<br />

millones de años) a la explosión de vida cámbrica en<br />

la que aparecieron ya seres multicelulares y formas<br />

de vida más variadas y especializadas (entre 542 y<br />

530 millones de años antes del presente) pasaron<br />

prácticamente 3.000 millones de años. La vida<br />

compleja en la Tierra comprende sólo una sexta parte,<br />

la última, de toda su historia evolutiva.<br />

No sólo se han detectado exoplanetas<br />

con cada vez más frecuencia, sino que además<br />

sabemos que algunos de ellos están en una<br />

zona denominada de habitabilidad. Esta franja<br />

viene determinada por la posibilidad de que el<br />

agua esté en estado líquido de manera estable,<br />

ni muy cerca de la estrella para no encontrarla<br />

en forma de vapor, ni muy lejana en que esté<br />

en estado sólido.. La zona de habitabilidad<br />

depende también del tamaño y de la edad de la<br />

estrella. Este anillo presupone que el disolvente<br />

necesario para el desarrollo de la vida es el<br />

agua, y no otro.<br />

1 http://planetquest.jpl.nasa.gov<br />

2 http://exoplanet.eu<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 53


IMAGEN: Radiotelescopio de Arecibo. Fuente: James Perker<br />

Vázquez Abeledo es más optimista<br />

en la búsqueda de vida extraterrestre<br />

microbiana que de otro tipo. “Hay una<br />

posibilidad mayor de la detección de<br />

microorganismos que de otras formas de<br />

vida”, apunta. “La vida compleja, como las<br />

plantas y los hongos, es menos frecuente,<br />

más rara. Y más aún la vida inteligente. En<br />

nuestro planeta, sólo una especie, la nuestra,<br />

ha propiciado un desarrollo tecnológico”,<br />

añade Vázquez Abeledo. En todo caso, el<br />

investigador considera que en esta década<br />

se pueden producir avances en el estudio<br />

de planetas extrasolares y que en la próxima<br />

se puede empezar a discernir qué planetas<br />

son habitables y cuáles están habitados.<br />

Por ello, los esfuerzos actuales<br />

en esta materia se centran más en el<br />

descubrimiento de pistas de vida microbiana que<br />

en otras formas más complejas. Entre nuestros astros<br />

vecinos las expectativas están puestas en Marte, en la<br />

luna de Júpiter Europa y en los satélites de Saturno<br />

Titán y Encélado. Fuera del sistema solar, en encontrar<br />

una exotierra lo más parecida posible a la nuestra. “La<br />

comunidad científica prefiere centrar sus esfuerzos y<br />

recursos en la búsqueda de este tipo de vida”, explica<br />

el físico del IAC.<br />

Hay que tener en cuenta algo. La existencia<br />

de vida inteligente no conlleva necesariamente<br />

el desarrollo de una tecnología que permita la<br />

exploración y la comunicación espacial.<br />

Desde los primeros homínidos hasta hace unos<br />

sesenta años, cuando iniciamos la carrera espacial,<br />

así éramos los humanos.<br />

54 | JoF | NO. 16 | 2014


Escuchando señales<br />

Estamos empezando a explorar el universo, cómo<br />

se compone y si está o estuvo habitado o no por<br />

otros seres, además de los de la Tierra. Respecto a<br />

la posibilidad de que exista vida, nos encontramos<br />

en una dicotomía. El escritor y divulgador Arthur<br />

Clarke lo definió así: “Sólo hay dos posibilidades, que<br />

estemos solos o no. Y no sé cuál de las dos es más<br />

aterradora”. Demostrar que estamos solos se antoja<br />

una aventura casi imposible: hay miles de millones<br />

de galaxias con miles de millones de estrellas en<br />

el universo observable. Es lógico pensar que estén<br />

acompañadas por planetas orbitando a su alrededor y<br />

que en algunos de estos planetas existan condiciones<br />

similares a las que existieron en la Tierra para que la<br />

materia orgánica pasara a ser un ser vivo.<br />

En la búsqueda de la vida extraterrestre<br />

inteligente, hubo una etapa en la que se<br />

desarrollaron importantes proyectos de<br />

investigación. En los años 70, la NASA propició<br />

una serie de investigaciones bajo el acrónimo<br />

de SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence).<br />

Sin embargo la agencia estadounidense retiró la<br />

financiación a SETI y tuvo que buscar financiación<br />

privada.<br />

Para la búsqueda de señales artificiales de<br />

otros planetas, se ha optado por dos métodos. Uno<br />

es pasivo y consiste básicamente en escuchar los<br />

mensajes que otras civilizaciones hayan podido<br />

enviar. El otro es activo, y se trata en salir en la<br />

búsqueda de esa vida.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 55


IMAGEN: Un operario inserta el disco de oro<br />

en la Voyager 1. Fuente: NASA<br />

En el primer caso, para captar las emisiones<br />

dejadas en el espacio por una civilización<br />

extraterrestre, sería necesaria la existencia no sólo<br />

de vida inteligente, sino tecnológicamente avanzada.<br />

Además, como no podemos esperar la existencia de<br />

este tipo de vida en nuestro sistema solar, tenemos<br />

que esperar señales un sistema de comunicación<br />

interestelar. Esto condiciona la forma en la que<br />

tendrían que comunicarse con otras civilizaciones.<br />

Carl Sagan afirmaba que esa tecnología a emplear<br />

debería estar basada en un método económico,<br />

rápido y visible para cualquier otra civilización, fuera<br />

cual fuera su nivel de desarrollo. Llevamos empleando<br />

esa tecnología desde hace unos años y, curiosamente,<br />

emitiendo información al exterior a través de ella<br />

de forma involuntaria: se trata de las ondas de<br />

radio. Con el fin de captar mensajes interestelares<br />

y para otros objetivos, hemos construido inmensos<br />

radiotelescopios. El mayor se inauguró recientemente,<br />

en 2013, en el desierto de Atacama (Chile).<br />

56 | JoF | NO. 16 | 2014


Se llama ALMA y sus antenas son capaces<br />

de captar ondas de radio milimétricas y<br />

submilimétricas.<br />

Ni que decir tiene que aún no<br />

hemos detectado una señal de radio de<br />

una fuente no natural. Sin embargo, en<br />

1977, una anomalía nos dio un susto. El<br />

radiotelescopio de la Universidad del<br />

Estado de Ohio (Estados Unidos) detectó<br />

durante unos segundos una señal<br />

diferente al ruido de fondo. El operario<br />

que estaba allí, un profesor universitario<br />

llamado Jerry Ehman, anotó “Wow” en<br />

el papel donde aparecía impresa en<br />

caracteres alfanuméricos. La señal Wow<br />

no se repitió. Bien pudo proceder de<br />

la Tierra o de un satélite artificial que<br />

pasara, en esos momentos, por la zona<br />

de rastreo del radiotelescopio.<br />

Enviando mensajes<br />

Sin embargo, el ser humano es un<br />

animal inquieto y, cuando ha podido,<br />

ha salido a explorar. Nuestro afán por<br />

aprender más del cosmos nos ha llevado<br />

a explorar nuestro sistema solar tanto<br />

con vehículos robotizados como por<br />

nuestro pie, por ahora sólo en nuestra<br />

cercana Luna. También a enviar sondas<br />

y mensajes espaciales fuera de nuestro<br />

sistema.<br />

Tal es el caso de las sondas<br />

Pioneer 10 y 11 y Voyager 1 y 2. Por si en<br />

un futuro se toparan con civilizaciones<br />

extraterrestres, las primeras portan una<br />

placa en la que hay una representación<br />

realista de un hombre y una mujer a<br />

escala de la propia sonda, la ubicación<br />

del Sol respecto a los púlsares más<br />

cercanos y el origen de la propia sonda,<br />

la Tierra, y su ubicación respecto al Sol y su sistema, con<br />

la representación de todos los planetas. La placa contiene<br />

la linda anacronía, para el ser humano del siglo XXI, de<br />

considerar a Plutón como un planeta más. Las Voyager,<br />

por su parte, portan un disco de oro cada una. En ellos<br />

se grabaron saludos en 198 lenguas; 116 fotografías de la<br />

flora y la fauna, de la bioquímica básica de los seres vivos<br />

y de la anatomía humana, así como de construcciones<br />

significativas de nuestra civilización; músicas, como una<br />

canción de Chuck Berry o una composición de Stravinski;<br />

o sonidos de la naturaleza en nuestro planeta: truenos,<br />

cantos de grillos, un saludo de las ballenas. En la cubierta,<br />

vuelve aparecer la ubicación del Sol respecto a los púlsares<br />

e instrucciones para la lectura del disco. Las Pioneer y las<br />

Voyager están destinadas a viajar por el espacio interestelar<br />

durante miles de años camino de estrellas próximas. En<br />

el caso de la Voyager 1, en 2013 se convirtió en el primer<br />

objeto humano en salir del sistema solar.<br />

Carl Sagan, quizá el astrofísico más famoso de todos<br />

los tiempos, estuvo detrás de ambas iniciativas y convenció<br />

a la NASA de incluir en las sondas esta información,<br />

estas “botellas lanzadas al océano cósmico”, como las<br />

denominó. Era unos de los proyectos SETI para contactar<br />

con civilizaciones extraterrestres. Otro fue enviar una señal<br />

al universo.<br />

En 1975, se utilizó el radiotelescopio de Arecibo<br />

(Puerto Rico, Estados Unidos), para enviar una señal al<br />

cúmulo globular M13. En este caso se tardarán 52.000 años<br />

en conocer si hay retroalimentación en la comunicación<br />

(26.000 de ida y 26.000 de vuelta, si alguien recibe la señal<br />

y decide responderla), aunque el mensaje fue más bien una<br />

demostración a la sociedad de los avances en astronomía<br />

y astrofísica.<br />

El mensaje de Arecibo era una pictografía que contenía<br />

un código binario para interpretarlo y la representación<br />

del número de átomos del nitrógeno, carbono, hidrógeno,<br />

oxígeno y fósforo, la estructura química del ADN y un dibujo<br />

y número de sus nucleótidos, un dibujo de un ser humano,<br />

la posición de la Tierra en comparación con el Sistema<br />

Solar (de nuevo aparecía Plutón como noveno planeta) y<br />

la representación del radiotelescopio emisor.<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 57


Dificultades<br />

El envío de sondas y señales al exterior,<br />

el establecimiento de estos canales de<br />

comunicación, plantea no pocas dudas<br />

éticas. Es fácil suponer que si existiera<br />

una civilización tecnológica que captara<br />

esas señales, estaría más avanzada de lo<br />

que estamos nosotros ahora. No en vano,<br />

llevamos unas sólo décadas explorando<br />

el Sistema Solar. ¿Por qué iban a tener<br />

interés en nuestros mensajes? ¿Tendrían<br />

intenciones amistosas? También plantea<br />

dudas en cuanto a la duración de<br />

una civilización tecnológica como la<br />

nuestra… o la receptora. ¿Estaremos en<br />

el mismo sitio cuando envíen el acuse<br />

de recibo? ¿Habremos llegado a tiempo,<br />

o llegaríamos demasiado pronto para<br />

que en un mundo con vida se hubiera<br />

desarrollado una civilización tecnológica?<br />

Hay que tener en cuenta que si alguien<br />

enviara en tiempos de Napoleón una<br />

señal de radio a la Tierra, no habríamos<br />

sido capaces de captarla. Las inmensas<br />

distancias del cosmos juegan en nuestra<br />

contra. También nuestra capacidad de<br />

entendimiento. Si captamos algún día<br />

una señal, ¿la sabremos interpretar? La<br />

comunicación interestelar es, sin duda,<br />

más compleja y lenta que mandar un<br />

mensaje de texto con el móvil.<br />

“En la inmensidad del cosmos debe<br />

de haber otras civilizaciones mucho más<br />

antiguas y avanzadas que la nuestra. ¿No<br />

deberían pues, habernos visitado? ¿No debería<br />

haber de vez en cuando naves extraterrestres<br />

en nuestro cielo?”. En 1980, Sagan se hacía<br />

esta pregunta en su serie televisiva Cosmos.<br />

En aquellos momentos, el fenómeno OVNI era<br />

una verdadera moda y Sagan lo desmitificaba<br />

en aquel capítulo. La falta de pensamiento<br />

crítico y la confianza en el pensamiento mágico<br />

aún sigue presente en nuestra sociedad. Por<br />

eso, los OVNIS aún siguen perteneciendo a<br />

nuestro imaginario colectivo. Sabemos que<br />

el universo está lleno de materia orgánica y,<br />

quizá haya vida. Sería magnífico que hubiera<br />

otras civilizaciones para desprendernos<br />

de esta sensación de soledad universal, de<br />

excepcionalidad, que envuelve a toda la vida<br />

en la Tierra. Sin embargo, antes de conocer<br />

nuevos planetas habitados, quizá debamos<br />

saber cómo se produjo el salto de materia<br />

orgánica a ser vivo en nuestro pequeño planeta<br />

azul. Es la otra gran pregunta que nos atosiga<br />

junto a la de si estamos solos o acompañados:<br />

cómo se produjo la vida, nuestra vida. “En<br />

todo caso, todo hace pensar que la vida es<br />

otro paso en la evolución de la materia en el<br />

universo”, señala Vázquez Acebedo. Y quizá, las<br />

respuestas a ambas preguntas trascendentales<br />

estén interconectadas.<br />

Antonio Martín<br />

58 | JoF | NO. 16 | 2014


2014 | NO. 16 | JoF | 59


LOS CRITERIOS DE<br />

CONSERVACIÓN<br />

Y EL DILEMA DE<br />

LA PROTECCIÓN<br />

DE ESPECIES<br />

Por Sergi Vila de Vicente (@LetsTalkCiencia)<br />

IMAGEN: Ejemplo<br />

de especie bandera:<br />

el lince ibérico<br />

(Lynx pardinus).<br />

Fuente: José<br />

María Álvarez


“Ellos, y todos los animales silvestres<br />

según sus especies, y todos los animales<br />

domesticados según sus especies, y todo<br />

reptil que se arrastra sobre la tierra<br />

según su especie, y toda ave según su<br />

especie, y todo pájaro de toda especie.”<br />

Estos versos pertenecen al capítulo 7 del Génesis<br />

referidos al Arca de Noé y al Diluvio Universal. La<br />

historia de este personaje es la inspiración para el<br />

“principio de Noé”: la necesidad moral que tiene el<br />

hombre de proteger todas y cada una de las especies<br />

del planeta (muchas de ellas amenazadas por sus<br />

actividades y algunas extinguidas por su culpa).<br />

La diferencia más grande con el relato bíblico<br />

es que en la realidad es imposible proteger todas<br />

las especies, teniendo en cuenta que hay más de<br />

un millón de ellas ya descritas, a las que hay que<br />

sumar las que se van descubriendo y las que nunca<br />

se descubrirán oficialmente. Aun así, es una fuerza<br />

imperativa del hombre intentar proteger al máximo<br />

posible. Teniendo en cuenta esto, es prioritario<br />

centrarse en esas especies que corren más riesgo<br />

de desaparecer, esas que están amenazadas o en<br />

peligro de extinción.<br />

Todas las especies, incluidos nosotros, tienen<br />

una función en su hábitat, en su ecosistema y en<br />

el planeta. Todas ellas se relacionan formando una<br />

red muy compleja de interacciones. El hecho de que<br />

estas relaciones se vayan rompiendo, debido a las<br />

extinciones e impactos que causamos, es un daño<br />

muy grave. Cuanto menos densa es la red, más frágil<br />

y más sensible será a las perturbaciones, de manera<br />

que cualquier impacto tendrá un efecto mucho más<br />

dañino, con una recuperación más lenta.<br />

La desaparición de especies concretas (como pueden<br />

ser las abejas, con su función de polinización) podría<br />

acarrear consecuencias desastrosas económicas para<br />

el hombre y la industria alimentaria. Nuestra salud, la<br />

estabilidad del clima, la salubridad de nuestras aguas<br />

y la resistencia de los suelos a la erosión son sólo<br />

algunos ejemplos de hasta qué punto dependemos<br />

de la buena salud de los ecosistemas.<br />

Hace muchos años que distintas organizaciones<br />

no gubernamentales están haciendo esfuerzos<br />

para proteger a todas las especies, principalmente<br />

las amenazadas. IUCN (International Union<br />

for Conservation of Nature), CI (Conservation<br />

International), WWF (World Wildlife Fund), NatureServe<br />

y TNC (The Nature Conservation) han llevado a cabo<br />

unas labores muy destacables (Cuadro 1). También<br />

han contribuido los gobiernos de ciertos países, como<br />

Estados Unidos, Nueva Zelanda y la Unión Europea<br />

en su conjunto.<br />

Una de las actividades habituales es redactar listas<br />

de especies que se deben proteger (Cuadro 2),<br />

listados que, sin embargo, no implican la creación<br />

de proyectos de conservación (sólo las Directivas<br />

Hábitats y Aves de la Unión Europea, explicadas en<br />

el Cuadro 3, tienen este tipo de consecuencias),<br />

aunque sí que sirven como un apoyo fundamental<br />

para empezar a crearlos.<br />

CRITERIOS CLÁSICOS<br />

Para la confección de una lista de especies protegidas<br />

se siguen un conjunto de criterios estrictos que,<br />

delimitados por los conocimientos científicos que<br />

se tienen de las especies (principalmente biológicos y<br />

ecológicos) permiten distribuirlas en unas categorías<br />

u otras según su estado, y de esta forma otorgar<br />

prioridad a las que más lo necesitan. No todas usan las<br />

mismas categorías, pero a la práctica son equivalentes<br />

y permiten la misma protección. Algunos de los<br />

criterios usados más habitualmente son:<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 61


IUCN – Lista Roja: es el listado de especies y<br />

su grado de amenazas más extendido de todos.<br />

Las primeras se iniciaron en 1963 y actualmente<br />

tiene un rol muy importante en las actividades de<br />

conservación de gobiernos, ONGs e instituciones<br />

científicas. Actualmente contiene más de 60.000<br />

especies evaluadas, de las cuales casi 20.000 están<br />

amenazadas. Tanto las listas como los criterios se<br />

actualizan periódicamente.<br />

CI – Mapa de hotspots: Conservation International<br />

empezó a usar el término de hotspot (creado por<br />

Norman Myers en 1988) como línea de trabajo<br />

en 1989. El primer mapa se creó en 1990, por<br />

parte del mismo Myers, y desde entonces se ha<br />

ido actualizando. El mapa más actual contiene 34<br />

zonas, una de las cuales es la Cuenca Mediterránea.<br />

WWF – Proyectos de conservación: Creada en<br />

1961, ha llevado a cabo muchos proyectos (más<br />

de 12.000 sólo desde 1985) alrededor de todo<br />

el planeta para las especies y sus hábitats. Sus<br />

iniciativas han ido enfocadas a la conservación de<br />

especies que van desde el rinoceronte negro al<br />

tigre, pasando por otros programas más amplios<br />

destinados a la protección de los bosques húmedos<br />

tropicales, la lucha contra el tráfico de especies o<br />

estrategias para el desarrollo sostenible. En España,<br />

su mayor logro fue la protección de Doñana.<br />

Unión Europea – Red Natura 2000: es una red<br />

de áreas protegidas definida por la Directiva<br />

Hábitats y Aves, formada por los LICs (Lugares de<br />

Importancia Comunitaria) y las ZEPAs (Zonas de<br />

Especial Protección para las Aves) , y operativa<br />

desde 2004. En 2007, había 4617 ZEPA (454.723 km 2<br />

de superficie) y 20862 ZEC (560.445 km 2 ) dentro de<br />

la Unión Europea. En España, la red Natura 2000<br />

comprende una superficie de casi 150.000 km 2 , con<br />

1.446 LICs y 595 ZEPAs.<br />

CUADRO 1.<br />

EJEMPLOS DE LABORES DE<br />

LAS ORGANIZACIONES E<br />

INSTITUCIONES<br />

• Tamaño de la población<br />

(principalmente se tienen en cuenta<br />

los individuos adultos): una especie<br />

con menos individuos es más<br />

probable que desaparezca que una<br />

especie con mayor número.<br />

• Área de extensión y<br />

su estructura (localizaciones,<br />

ocupación, abundancia,<br />

fragmentación, aislamiento): un<br />

área grande permite que haya más<br />

individuos, pero si está fragmentada<br />

impide su movimiento, de manera<br />

que este aislamiento aumenta la<br />

probabilidad de desaparecer, sobre<br />

todo si no ocupan todo el espacio<br />

disponible y si no son abundantes.<br />

• Tendencias de la población<br />

(disminuciones, fluctuaciones): una<br />

especie que aumenta su número<br />

con el tiempo tiene un riesgo mucho<br />

menor a desaparecer que una que<br />

lo disminuya. Las fluctuaciones<br />

extremas en la población, por<br />

ejemplo, si la dependencia del<br />

clima es muy grande, afectan<br />

negativamente porque en una<br />

disminución demográfica acusada<br />

podrían quedar muy pocos<br />

individuos o ninguno.<br />

• Probabilidad de extinción<br />

(predicciones a corto y largo plazo):<br />

una especie amenazada pero que<br />

se mantiene estable necesita una<br />

acción menos urgente que aquella<br />

que está a punto de desaparecer.<br />

• Amenazas (grado, impacto,<br />

causas): la presión que ejerce<br />

sobre la especie varía mucho y no<br />

necesariamente pone en riesgo su<br />

supervivencia, a veces solamente<br />

provoca una disminución de la<br />

población hasta un punto concreto.<br />

Estos criterios se basan en aspectos<br />

concretos de las especies, pero<br />

también se usan criterios basados<br />

en los ecosistemas y hábitats para<br />

proteger a las especies que hay<br />

en ellos (como los hotspots o las<br />

directivas de la Unión Europea),<br />

principalmente:<br />

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IMAGEN: El conejo (Oryctolagus cuniculus) es una especie clave: aunque no se encuentra directamente<br />

en peligro (la IUCN la considera “casi amenazada”, NT), su conservación es importante porque de ella<br />

dependen muchas otras. Fuente: F. Castellanos<br />

• Reducción del hábitat: la pérdida de<br />

hábitat es un factor de riesgo de extinción, ya<br />

que reduce el área de extensión de la especie,<br />

así como su alimento.<br />

• Grado de conservación de los elementos<br />

relevantes para las especies: algunas especies<br />

necesitan unos elementos indispensables para<br />

su supervivencia, como márgenes de ríos con<br />

mucha vegetación o arbustos en la base de los<br />

bosques para criar.<br />

• Número de endemismos, grupos<br />

taxonómicos singulares y rarezas: es decir,<br />

especies o grupos de especies únicas del hábitat<br />

o ecosistema a proteger.<br />

La aplicación de estos criterios es<br />

compleja. En numerosos casos la ausencia<br />

de conocimiento de las especies y hábitats<br />

implica el uso de estimaciones, inferencias y<br />

proyecciones a la hora de valorar los criterios,<br />

añadiendo cierta incertidumbre a las categorías.<br />

Por suerte, a medida que se conocen mejor las<br />

especies se define mucho mejor su estado. Por este<br />

motivo son muy importantes los estudios sobre la<br />

biodiversidad.<br />

CRITERIOS COMPLEMENTARIOS<br />

Estas categorías, sin embargo, pueden<br />

complementarse con otros criterios que no<br />

siempre se tienen en cuenta, como la singularidad<br />

genética, la adaptación al movimiento y la<br />

valorización económica. La singularidad genética<br />

es parecida al criterio basado en endemicidad<br />

y grupos singulares, pero la diferencia es<br />

que se centra en la especie y su protección,<br />

no en la protección de una zona concreta (aunque<br />

en la práctica el resultado es casi el mismo).<br />

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IMAGEN: Ejemplo de Singularidad Genética: picozapato (Balaeniceps rex). Fuente: Parkerman & Christie.<br />

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IMAGEN: El oso pardo (Ursus arctos), además de ser una especie amenazada, se puede considerar<br />

una especie paraguas, pues garantizando su supervivencia estamos beneficiando a muchas otras<br />

especies. Fuente: Josu P.<br />

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Riesgo bajo: preocupación menor (LC) y casi<br />

amenazado (NT)<br />

Amenazadas: vulnerable (VU), en peligro (EN) y en<br />

peligro crítico (CR)<br />

Extintas: extinto en libertad (EW) y extinto (EX)<br />

Otras categorías: datos insuficientes (DD), no evaluado<br />

(NE)<br />

CUADRO 2.<br />

EJEMPLO DE LISTADO:<br />

CATEGORÍAS DE UNA LISTA<br />

ROJA DE LA IUCN<br />

La adaptación al movimiento se refiere a esas especies con<br />

mayor capacidad de migrar debido al cambio climático, siendo<br />

capaces de sobrevivir.<br />

En lo que respecta a la valorización económica, para mí es<br />

uno de los criterios con más potencial, aunque también el<br />

más polémico. La cuestión no es tanto dar un valor a una<br />

especie o un hábitat en sí, sino crear un valor generado<br />

por su protección, sobre todo a nivel de economía local.<br />

Se sabe que cuando se implica a la población local en la<br />

gestión de una zona protegida y sus recursos (de manera que<br />

su protección tenga un impacto positivo en la sostenibilidad<br />

económica del área) esta población es más proclive a cooperar.<br />

VALORES POTENCIALES<br />

Aun teniendo en cuenta todos estos criterios, hay veces que<br />

se podrían protegen especies sin abordarlas directamente.<br />

La posibilidad de proteger de forma indirecta un conjunto<br />

de especies a partir de otra distinta tiene gran potencial en la<br />

biología de la conservación.<br />

Este es el caso del uso de especies sucedáneas (surrogate<br />

species en inglés) como indicadores biológicos. Estas especies<br />

son usadas con distintos fines: desde señalar cambios<br />

ambientales o poblacionales hasta atracción del público<br />

para proyectos de conservación; sirviendo en general para<br />

evaluaciones parciales o totales de sistemas ecológicos.<br />

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IMAGEN: Ejemplo de especie amenazada: tortuga mediterránea occidental (Testudo hermanni hermanni).<br />

Cedida por el Centre de Reproducció de Tortuga de l’Albera (CRT l’Albera). La subespecie, presente<br />

en España, está designada como Amenazada (EN) por la Lista Roja de la IUCN.<br />

El reconocimiento de estos indicadores permite tener<br />

un motivo para proteger áreas de una manera más<br />

asequible, ya que la atención que reciben se traduce<br />

en consecuencias positivas para la conservación de<br />

todo el sistema. Las especies sucedáneas se dividen<br />

en cuatro categorías:<br />

• Especies indicadoras: sirven para estimar<br />

características de ciertas especies o condiciones<br />

ambientales cuando es complicado o costoso<br />

medirlas directamente.<br />

• Especies paraguas: necesitan grandes<br />

extensiones para mantener sus poblaciones mínimas,<br />

de manera que su conservación implica la protección<br />

de las especies que comparten el mismo hábitat o<br />

ecosistema.<br />

• Especies bandera: su carisma y popularidad<br />

atraen la atención del apoyo social y de las donaciones<br />

destinadas a programas de conservación para ellas<br />

mismas o para especies menos llamativas asociadas<br />

a ellas.<br />

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IMAGEN: Ejemplo de endemismo: el<br />

tritón pirenaico (Calotriton asper), que<br />

sólo habita en los Pirineos. Fuente:<br />

Sergi Vila.<br />

DIRECTIVA HÁBITATS: es una directiva de la Unión<br />

Europea de 1992 que tiene por objeto la conservación,<br />

la protección y la mejora de la calidad del medio ambiente,<br />

incluidos los hábitats naturales y la fauna y flora<br />

silvestre. Protege alrededor de 220 hábitats y 1000 especies,<br />

todas ellas de interés europeo. Además, ordena<br />

crear una red de espacios protegidos llamados Natura<br />

2000, formada por los LICs (Lugares de Importancia<br />

Comunitaria) y las Zonas de Especial Protección para<br />

las Aves (ZEPAs).<br />

DIRECTIVA AVES: es una directiva de la Unión Europea<br />

de 2009, que reemplaza otra directiva de 1979<br />

relativa a la conservación de las aves silvestres y modificada<br />

en varias ocasiones. Su propósito es proteger<br />

todas las aves silvestres europeas y los hábitats de<br />

unas especies concretos, a través de las ZEPAs. Complementa<br />

a la directiva anterior para formar, como se<br />

ha comentado, la red de espacios protegidos Natura<br />

2000.<br />

CUADRO 3.<br />

DIRECTIVAS EUROPEAS SOBRE<br />

CONSERVACIÓN<br />

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IMAGEN: Los anfibios<br />

son buenas especies<br />

indicadoras. Su presencia<br />

suele ser síntoma<br />

de un buen estado de<br />

conservación del ecosistema,<br />

sobre todo del<br />

agua. En las fotos: ranita<br />

meridional macho<br />

(Hyla meridionalis) y<br />

tritón jaspeado hembra<br />

(Triturus marmoratus).<br />

Fuente: Sergi Vila<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 69


Hotspot: área con gran diversidad de especies, elevado<br />

número de endemismos y una pérdida de territorio<br />

de al menos un 70%.<br />

Endemismo: especie única de un lugar concreto,<br />

con un área de extensión bastante limitada.<br />

Singularidad genética: se produce cuando una<br />

especie no tiene ningún pariente cercano, de manera<br />

que posee un conjunto de genes únicos que no<br />

comparte con ningún grupo ni especie.<br />

CUADRO 4.<br />

CONCEPTOS CLAVE<br />

• Especies clave: su actividad<br />

afecta a otras especies, a la estructura<br />

y a la función del sistema natural. No<br />

siempre son consideradas un tipo de<br />

especie sucedánea. Para serlo deben<br />

ser sensibles a perturbaciones de<br />

manera continua.<br />

Para conocer si una especie se puede<br />

considerar dentro de alguno de estos<br />

grupos sigue siendo muy importante<br />

conocer su biología y ecología, de<br />

manera que la conservación de la<br />

biodiversidad, que puede tener una<br />

vertiente más social, debe ir de la<br />

mano de la investigación.<br />

TRIAJE Y RESPONSABILIDAD<br />

Teniendo en cuenta todos los<br />

criterios y valores comentados y,<br />

relacionado con el hecho de que<br />

no se pueden proteger todas las<br />

especies, tomar la decisión de cuáles<br />

proteger de forma prioritaria es muy<br />

delicado sin entrar en conflicto con<br />

el mencionado “principio de Noé”. Se<br />

debe hacer un triaje de especies con<br />

protección prioritaria, incluso si eso<br />

implica dejar desatendidas aquellas<br />

que no requieren una intervención<br />

inmediata (de forma similar a lo<br />

que hacen los médicos cuando hay<br />

emergencias y desastres para clasificar<br />

a los pacientes).<br />

Obviamente esto genera una<br />

discrepancia ética, pero para<br />

evitar las subjetividades, tenemos<br />

todos los criterios, valores e<br />

investigaciones científicas: los<br />

criterios para otorgar esa prioridad<br />

deben ser puramente científicos, o<br />

científico-económicos si permiten<br />

la subsistencia de poblaciones<br />

locales. Eso no quiere decir que<br />

debamos dejar especies en la<br />

estacada, sino que los esfuerzos<br />

más grandes se deben centrar en<br />

especies concretas.<br />

La conservación de la biodiversidad<br />

es una responsabilidad de la<br />

sociedad en su conjunto. Todos<br />

nosotros, podemos contribuir con<br />

un nuestro esfuerzo y nuestro<br />

interés colectivo. Aunque a menudo<br />

parece que sólo las grandes<br />

organizaciones e instituciones<br />

tienen poder de decisión y<br />

capacidad de llevar a cabo políticas<br />

ambientales, los ciudadanos (como<br />

consumidores y votantes) también<br />

podemos aportar nuestro granito de<br />

arena con pequeñas acciones que<br />

respalden determinadas iniciativas.<br />

Sergi Vila de Vicente<br />

70 | JoF | NO. 16 | 2014


FUENTES CONSULTADAS<br />

Artículos y publicaciones:<br />

- Borrell, B. (2013) Reservas marinas<br />

y población local. Investigación<br />

y Ciencia 441; 76-81.<br />

- Isasi-Catalá, E. (2011) Los conceptos<br />

de especies indicadoras,<br />

paraguas, banderas y claves: su<br />

uso y abuso en ecología de la<br />

conservación. Interciencia 36;<br />

1; 31-38.<br />

- Jetz, W.; Thomas, G.H.; Joy, J.B.<br />

et al. (2014) Global distribution<br />

and conservation of evolutionary<br />

distinctness in birds. Current<br />

Biology 24; 919-930.<br />

- López-Sepulcre, A. (2009) Evolución<br />

en movimiento. Investigación<br />

y Ciencia 388; 8-9.<br />

- Nijhuis, M. (2012) ¿Qué especies<br />

sobrevivirán? Investigación<br />

y Ciencia 433; 66-71.<br />

- Rey Benayas, J.M. (2009) La<br />

rareza de las especies. Investigación<br />

y Ciencia 392; 62-69.<br />

Páginas web:<br />

- IUCN Red List<br />

- Comité Español de la IUCN<br />

- Directiva Hábitats UE<br />

- Directiva Aves UE<br />

- Red Natura 2000 España<br />

- NatureServe<br />

- Conservation International<br />

- WWF<br />

Wikipedia<br />

- Estado de Conservación<br />

- Directiva Hábitats<br />

- Directiva Aves<br />

- Hotspot de Biodiversidad<br />

- Lista Roja de la UICN<br />

- Red Natura 2000<br />

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MATERIALES<br />

PARA ENCERRAR<br />

UN TROZO DE SOL<br />

EN LA TIERRA<br />

Por Francis R. Villatoro (@emulenews)<br />

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M<br />

uchos divulgadores españoles son científicos<br />

en activo. En muchos casos, su intensa labor<br />

divulgativa ensombrece su producción científica.<br />

Máxime cuando no les gusta divulgar sobre su<br />

propio trabajo. Sergio L. Palacios (@Pr3cog, antes @<br />

ondasolitaria) es autor de los libros “La Guerra de dos<br />

mundos” (2009) y “Einstein versus Predator” (2011),<br />

del blog, ya difunto, “Física en la Ciencia Ficción” y<br />

del blog, este en activo, “El Tercer Precog”. Palacios<br />

investiga en la Universidad de Oviedo, España, la<br />

simulación por ordenador de materiales para reactores<br />

de fusión. Quizás te interese conocer más sobre su<br />

labor científica. Permíteme describir brevemente uno<br />

de sus últimos artículos técnicos [1].<br />

Las dos metáforas más populares en relación a<br />

la producción de energía por fusión nuclear son<br />

reproducir el Sol en la Tierra y la explosión controlada<br />

de una bomba de hidrógeno. En ambos casos, lo<br />

primero que nos viene a la cabeza es la necesidad<br />

de materiales altamente resistentes a la radiación<br />

capaces de contener la reacción de fusión. La<br />

selección y el diseño de nuevos materiales capaces<br />

de soportar las condiciones extremas que se dan en<br />

el interior de un reactor de fusión requieren grandes<br />

avances científicos en nuestro conocimiento de la<br />

ciencia básica del proceso por el que los materiales se<br />

dañan bajo radiación por neutrones de alta energía.<br />

La fragilización por átomos de helio es una de las<br />

fuentes más importantes de daño severo en metales y<br />

aleaciones; este helio proviene de la transmutación de<br />

los neutrones dentro del material. Sergio L. Palacios y<br />

varios colegas han desarrollado la primera simulación<br />

ab initio de la formación de burbujas de helio en<br />

cobre usando un simulador basado en la teoría del<br />

funcional densidad [1]. En este artículo trataré de<br />

resumir sus resultados, que pueden ser incorporados<br />

a códigos de simulación multiescala para el diseño de<br />

nuevos materiales basados en aleaciones de cobre<br />

para los futuros reactores de fusión comerciales.<br />

Los reactores de fusión tipo tokamak<br />

Los rectores de tipo tokamak son la tecnología más<br />

prometedora en fusión. Un tokamak es una vasija<br />

en forma toroidal (como un dónut) que confina<br />

un plasma de deuterio y tritio a alta temperatura<br />

(más de 100 millones de grados) por medio de<br />

intensos campos magnéticos toroidales y poloidales<br />

que evitan que toque sus paredes interiores. Para<br />

generar estos campos magnéticos se usan imanes<br />

superconductores de tres tipos: solenoidales, situados<br />

de forma transversal al toroide para calentar el plasma,<br />

toroidales, situados en espiral alrededor del toroide<br />

para estabilizar el plasma, y poloidales, situados<br />

longitudinalmente al toroide para posicionar el<br />

plasma.<br />

La reacción de fusión D-T, entre el deuterio y el tritio,<br />

dos isótopos pesados del hidrógeno, produce calor y<br />

neutrones de alta energía que deben ser absorbidos<br />

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Fotografía del interior de JET (Joint European Torus), Oxfordshire, Reino Unido, el<br />

mayor tokamak en funcionamiento. Fuente de la imagen: EFDA-JET public relations<br />

page.<br />

por los materiales de la primera pared del tokamak<br />

y por los materiales estructurales que lo rodean. Las<br />

estimaciones actuales para el flujo de calor en estado<br />

estacionario sobre la primera pared están en el rango<br />

de 1 a 10 MW/m 2 . Una cifra enorme si la comparamos<br />

con los reactores nucleares de fisión, en los que el<br />

flujo máximo de calor sobre el recubrimiento del<br />

combustible recibe menos de 1 MW/m 2 [2].<br />

El daño de materiales por radiación ionizante<br />

Durante la vida útil de un reactor, los neutrones<br />

energéticos bombardean los materiales estructurales<br />

y desplazan sus átomos fuera de sus posiciones<br />

originales en la red cristalina. Los defectos más<br />

comunes en un material se pueden clasificar en<br />

vacantes, queda un hueco donde antes había<br />

un átomo, y átomos instersticiales: átomos extra<br />

situados entre otros átomos bien colocados en<br />

la red cristalina. El daño por radiación se suele<br />

cuantificar en términos del número de átomos<br />

desplazados (dpa por las siglas en inglés de<br />

displacements per atom): el cociente entre el<br />

número de átomos desplazados (tanto de forma<br />

temporal como de forma definitiva) y el número<br />

total de átomos en el sólido que actúa como<br />

blanco para el bombardeo con radiación ionizante.<br />

A temperaturas muy altas, mayores que la mitad<br />

de la temperatura a la que se funde el material,<br />

y al aplicar esfuerzos mecánicos intensos, el helio<br />

producido por las reacciones de transmutación<br />

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Daño por desplazamiento estimado (en dpa) en los materiales estructurales de un reactor<br />

nuclear en función de la temperatura de operación para reactores de fisión actuales<br />

(segunda generación) y para los futuros (cuarta generación), así como para los futuros<br />

reactores de fusión comerciales. Figura 4 en la ref. [2].<br />

nuclear de neutrones dentro del material puede<br />

migrar en el interior del mismo y dar lugar a<br />

cavidades (burbujas). La formación (nucleación)<br />

y crecimiento de estas burbujas de helio<br />

conduce a una fragilización del material que<br />

causa daños severos.<br />

Los materiales de la primera pared del reactor<br />

de fusión experimental ITER han sido diseñados<br />

para soportar como mucho 5 dpa; sin embargo,<br />

el daño en los reactores de fusión comerciales<br />

estará en el rango de 10 a 200 dpa [2]. De hecho,<br />

se considera este daño como el factor limitante<br />

más importante para la temperatura máxima a<br />

la que pueden operar los reactores de fusión.<br />

Para entender los procesos dinámicos<br />

responsables de la nucleación, crecimiento<br />

y migración de las burbujas de helio hay<br />

que usar simulaciones por ordenador<br />

multiescala y validar sus resultados


Técnicas para el estudio multiescala del helio en una matriz metálica, desde los cálculos<br />

DFT a su validación experimental mediante TEM. Figura 2 en la ref. [3].<br />

mediante experimentos específicos [3]. En el nivel<br />

más bajo se usan simulaciones cuánticas ab initio<br />

que se implementan gracias a la teoría del funcional<br />

densidad (DFT por las siglas en inglés de Density<br />

Functional Theory). En los niveles siguientes se utiliza<br />

la dinámica molecular (MD por Molecular Dynamics),<br />

la teoría cinética basada en métodos de Montecarlo<br />

(KMC/RT por Kinetic Monte-Carlo/Rate Theory) y<br />

la dinámica de dislocaciones (DD por Dislocation<br />

Dynamics). Para validar los resultados se comparan<br />

las simulaciones por ordenador con las medidas<br />

experimentales obtenidas por espectroscopia de<br />

desorción térmica de helio (THDS por Thermal<br />

He Desorption Spectrometry) y por microscopía<br />

electrónica de transmisión (TEM por Transmission<br />

Electron Microscopy), entre otras técnicas.<br />

La teoría del funcional densidad es una técnica para<br />

calcular la estructura electrónica de un material,<br />

tanto en física de la materia condensada como en<br />

la química cuántica. Este método se basa en resolver<br />

la ecuación de Schrödinger minimizando el funcional<br />

de la energía electrónica con respecto a la densidad<br />

electrónica. La DFT es la herramienta ab initio más<br />

usada para estudiar defectos en la nanoescala<br />

producidos por irradiación y sus interacciones [4]. En<br />

esta teoría los defectos se tratan como cuasipartículas<br />

caracterizadas por su posición, velocidad, masa y<br />

movilidad efectiva. Se puede estudiar su migración,<br />

reacción, coalescencia y crecimiento dentro de la<br />

estructura reticular del material.<br />

Para implementar el método DFT, González et<br />

al [1] usan un software comercial llamado VASP<br />

(The Vienna Ab initio Simulation Package) [5], que<br />

calcula una solución aproximada para la ecuación<br />

de Schrödinger en un sistema multicuerpo.<br />

Me gustaría destacar que en el campo DFT es<br />

común, en lugar de desarrollar un código propio,<br />

usar códigos comerciales o de acceso libre


Representación esquemática de las estructuras más estables para las burbujas de helio<br />

con uno (a), dos (b), tres (c) y cuatro (d) átomos de helio. Se representan en rojo los<br />

átomos de He y en marrón los de Cu. Figura 3 en la ref. [1].<br />

que han sido implementados por terceros, que están<br />

bien documentados y ampliamente validados, como<br />

VASP, CASTEP, SIESTA, PLATO, PWSCF y ABINIT [6].<br />

El cobre como material estructural<br />

Para el desarrollo de materiales estructurales para la<br />

primera pared de un reactor de fusión se ha propuesto<br />

el uso del cobre por su alta temperatura de fusión<br />

(1084 °C) y por su inmiscibilidad con la mayoría de<br />

los metales elementales [7]. La estructura cristalina<br />

de la celda unidad del cobre es la de una red cúbica<br />

centrada en las caras (FCC). En las simulaciones de<br />

González et al. [1] los defectos se estudian en una<br />

supercelda cúbica de 4×4×4 compuesta por 256<br />

átomos de cobre. Esta supercelda permite estudiar<br />

hasta cuatro vacantes y la incorporación de hasta<br />

cuatro átomos de helio, en ambos casos tanto en<br />

la estructura pura como combinados con vacantes<br />

de cobre.<br />

Para validar su enfoque, González et al. [1] comparan<br />

sus resultados con los obtenidos por otros autores para<br />

defectos de tipo vacante y para átomos intersticiales.<br />

En concreto, minimizando la energía de formación,<br />

obtienen las estructuras más estables con uno, dos,<br />

tres y cuatro vacantes. Sus resultados coinciden de<br />

forma razonable con los ya conocidos, lo que valida<br />

su metodología. Ello les permite acometer el estudio<br />

novedoso de la formación de burbujas de helio tanto<br />

en el material libre de defectos como en el que tiene<br />

algunos.<br />

El fenómeno más destacado que se observa en las<br />

simulaciones es la gran movilidad de los átomos<br />

de helio dentro de los vacantes. En caso de que<br />

haya una sola vacante, el primer átomo de He<br />

ocupa dicho espacio vacío, la llamada posición<br />

de substitución; pero cuando hay varias vacantes,<br />

el primer átomo de He se sitúa en el centro de<br />

su configuración. Al añadir más átomos de helio<br />

se produce una reconfiguración geométrica de todos<br />

los átomos de helio ya presentes en la burbuja. Los<br />

resultados indican que la energía de formación crece<br />

(casi) linealmente con el número de átomos de He que<br />

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forma la burbuja. Además, las simulaciones<br />

muestran que los defectos puntuales más<br />

favorables para la nucleación y crecimiento<br />

de las burbujas son los que tienen un mayor<br />

número de vacantes.<br />

Por supuesto, el trabajo de González et al. [1]<br />

no es la última palabra sobre esta cuestión<br />

y presenta varias limitaciones que requieren<br />

futuros estudios. Lo más obvio es que se<br />

necesitan simulaciones con superceldas<br />

de mayor tamaño, capaces de albergar<br />

burbujas de helio con mayor número de<br />

átomos; por supuesto, hay que usar recursos<br />

computacionales de mayor coste. También<br />

parece claro que la dependencia lineal de la<br />

energía de formación de las burbujas con<br />

el número de átomos de helio no puede<br />

sostenerse de forma indefinida: se espera<br />

la aparición de algún tipo de saturación<br />

para burbujas lo grandes. En caso de existir,<br />

este fenómeno podría ser muy útil para el<br />

diseño de materiales basados en cobre para<br />

la primera pared que se enfrenta al plasma y<br />

para materiales diagnósticos.<br />

En resumen, los valores cuantitativos de las<br />

energías de enlace y formación de burbujas<br />

de helio calculados por González et al. [1]<br />

son un parámetro de entrada necesario para<br />

el modelado mediante técnicas multiescala<br />

de los procesos de migración, coaelescencia<br />

y crecimiento de burbujas de helio en la<br />

estructura tridimensional del cobre metálico<br />

usado como material para reactores de fusión.<br />

Como dice Duffy en su artículo de<br />

tipo review [7]: “Los retos que exige<br />

el diseño de materiales para una<br />

planta de energía de fusión económicamente<br />

viable son formidables, pero ninguno de los obstáculos<br />

encontrados hasta el momento parece imposible de<br />

superar.”<br />

Francis R. Villatoro<br />

Referencias<br />

[0] Este artículo es una traducción al español de<br />

Francisco R. Villatoro, “Materials for caging the Sun<br />

on Earth,” Mapping Ignorance, 25 April 2014. http://<br />

goo.gl/MmzytH<br />

[1] C. González, D. Fernández-Pello, M. A. Cerdeira, S.<br />

L. Palacios, and R. Iglesias, “Helium bubble clustering<br />

in copper from first principles,” Modelling Simul.Mater.<br />

Sci. Eng. 22: 035019, Mar 2014.DOI:10.1088/0965-<br />

0393/22/3/035019<br />

[2] Steven J. Zinkle and Jeremy T. Busby, “Structural<br />

materials for fission & fusion energy,” Mater. Today 12:<br />

12-19, Nov. 2009. DOI: 10.1016/S1369-7021(09)70294-9<br />

[3] Maria Samaras, “Multiscale Modelling: the role of<br />

helium in iron,” Mater. Today 12:46-53, Nov. 2009.<br />

DOI: 10.1016/S1369-7021(09)70298-6<br />

[4] S. L. Dudarev, “Density functional theory models<br />

for radiation damage,” Rev. Mater. Res. 43: 35-61, 2013.<br />

[5] Vienna Ab initio Simulation Package (VASP)<br />

[6] Available Electronic Structure Codes<br />

[7] D. M. Duffy, “Fusion power: a challenge for materials<br />

science,” Phil. Trans. R. Soc. A 368: 3315-3328,<br />

June 2010. DOI: 10.1098/rsta.2010.0060<br />

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Reseña de libros<br />

Por Enrique Royuela (@eroyuela)<br />

Newton.<br />

La gravedad en<br />

acción<br />

Autor: Jordi Bayarri<br />

Editorial: Anillo del Sirio<br />

PVP: 12€<br />

Sir Isaac Newton fue, sin duda alguna, el<br />

mayor científico de todos los tiempos.<br />

Pero ¿conocemos su historia y los avatares<br />

que le deparó el destino hasta convertirlo<br />

en Presidente de la Royal Society, Caballero<br />

y Jefe de la Casa de la Moneda británica?<br />

En este comic, Jordi Bayarri nos ilustra y<br />

acerca, de forma clara y sencilla, a la vida<br />

de este singular personaje, cuyos trabajos<br />

constituyeron un antes y un después en el<br />

mundo de la ciencia.<br />

Pero repasemos brevemente la vida de<br />

Newton y lo que podemos encontrar entre<br />

estas páginas.<br />

Debido a sus aptitudes y notable<br />

inteligencia, Newton fue enviado a<br />

estudiar a la prestigiosa Universidad de<br />

Cambridge, donde se vería obligado a<br />

ordenarse sacerdote una vez hubiese<br />

terminado sus estudios –pues eran las<br />

normas de la Universidad-. Además,<br />

tal y como ocurre en la actualidad con<br />

una alta incidencia, tuvo que trabajar<br />

como sirviente para poder pagarse la<br />

matrícula (espero que esto no lo lea<br />

ningún político indocumentado y lo<br />

utilice como propaganda: “Si Newton<br />

trabajó para pagarse los estudios, no sé<br />

por qué vosotros vais a ser menos...”, lo<br />

veo venir).<br />

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Muy pronto manifestó sus preferencias<br />

por las matemáticas (gracias a su mentor,<br />

Isaac Barrow) y –sobre todo- por la óptica,<br />

donde más tarde desarrollaría importantes<br />

descubrimientos sobre la naturaleza y<br />

composición de la luz. Estudios que llegaron<br />

a producirle más de un quebradero de cabeza<br />

al recibir las críticas de los mismísimos Robert<br />

Hooke y Christiaan Huygens, llegando a<br />

tacharle de plagiador.<br />

Sin embargo, su trabajo más notable y por<br />

el que sería reconocido para la posteridad<br />

sería su Philosophiae naturalis principia<br />

mathematica, comunmente conocidos<br />

como Principia (atended zagales porque este<br />

nombre pronto dará mucho de qué hablar).<br />

Unos trabajos que describen las leyes que<br />

se aplican al movimiento de los objetos, a<br />

partir de las cuales se describió la Ley de la<br />

gravitación universal (os sonará la historia<br />

de la manzana, ¿verdad?), estableciendo las<br />

bases de la mecánica clásica.<br />

Pero el hecho de ser un científico notable<br />

no contribuyó a que tuviese una trayectoria<br />

cómoda, ya que también publicó algunos<br />

trabajos en el campo de las matemáticas<br />

que no se libraron de la polémica, llegando<br />

a enfrentarle con el filósofo y matemático<br />

alemán Gottfried Leibniz.<br />

Pero dejemos que esto y el resto de la historia<br />

de este genial científico nos lo cuente el<br />

trabajo de Jordi.<br />

Este comic recoge los principales<br />

acontecimientos de una vida extraordinaria,<br />

de la trayectoria del que ha sido definido<br />

por los más grandes como el más grande<br />

(lamento ser yo quién os de la noticia de<br />

que no es Rocío Jurado).<br />

La vida del físico, inventor, alquimista y<br />

matemático inglés es retratada con rigor y<br />

con un maravilloso y certero estilo gráfico<br />

marca de la casa, consiguiendo generar una<br />

pieza de entretenimiento imprescindible,<br />

no solamente para niños, sino para adultos,<br />

curiosos, amantes de la ciencia y los comics,<br />

es decir, para todos.<br />

Antes de cerrar esta reseña, no quería dejar<br />

de hablar del próximo proyecto de Jordi<br />

dentro de su colección científicos, y es<br />

-nada más y nada menos- que el de la<br />

mismísima dama de las ciencias, primera<br />

persona en recibir dos premios Nobel en<br />

distintas materias (Física y Química), casada<br />

con Premio Nobel y madre de Premio Nobel.<br />

Lleva tatuado con radiactividad el Nobel<br />

en la piel. Sí amigos, con “Marie Curie. La<br />

actividad del radio”, Jordi Yabarri se adentra<br />

en la historia de una mujer que dio su vida<br />

por la ciencia (literalmente).<br />

Enrique Royuela<br />

2014 | NO. 16 | JoF | 81


"La verdad siempre se halla<br />

en la simplicidad y no en la<br />

multiplicidad y confusión<br />

de las cosas"<br />

Isaac Newton

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