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CRÓNICA DE UN PRESENTIMIENTO De Conchi León - Dramared

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muere su pareja vuela lo más alto que puede y se deja caer… ¡que increíble, hasta los<br />

animales son románticos! Yo creo que este fenómeno se da por que han visto telenovelas.<br />

Hay que fijarse, los pájaros en las ventanas están viendo las telenovelas, se acurrucan<br />

de dos en dos, y a veces hasta extienden las alitas arropando al compañero y sí: Ven<br />

las telenovelas, eso ya de veras es un caso perdido. Independientemente de las televisoras,<br />

las telenovelas son las que provocan severos daños en los seres humanos, sobre<br />

todo en nosotras las mujeres. Las mujeres tenemos otra manera de distribuir nuestros<br />

pensamientos y nuestros afectos. Me recuerdo viendo la última telenovela de *Angélica<br />

Aragón, donde Ari Telch- mucho más joven que ella- le rogaba una y otra vez para que se<br />

casaran y ella no aceptaba y yo me veía al espejo y decía, pero si yo soy mas joven que<br />

Angélica Aragón, ¿Por qué no me aparece un tipo como Ari Telch? ¡Por que es una telenovela!,<br />

eso de ninguna manera pasa en la vida real. En la vida Real una mujer de mi<br />

edad puede aspirar a un hombre del doble de la edad de Angélica Aragón o hacerse “Tía”<br />

de un muchacho algo más joven y más feo que Ari Telch.<br />

Mis tías…todas, desde las cinco de la tarde hasta las diez de la noche clavadas en la TV.<br />

En la cena horas discutiendo, no solo del destino de las protagonistas, sino de la profundidad<br />

de las novelas, dependiendo de las televisora. Me he fijado que hasta las peores<br />

cosas tienen ahora su mala copia, los programas de chismes, los casos de mujeres de la<br />

vida real, las telenovelas…todo. Hasta yo tengo una mala copia. Una que se queda en la<br />

cama deprimida hasta la raíz del corazón y otra que se va a la oficina, saca las copias y le<br />

pone dos cucharadas de azúcar a cada una de las tres tazas de café que se toma en el<br />

transcurso de las 8 horas. La que contesta el teléfono con un bellísimo sonsonete: “Travel<br />

Expres, buenas tardes” la que escribe un numerito en una pantalla, asienta la mano y la<br />

maquinita le contesta ok. ¡Me contesta! me da permiso de irme a mi casa. Pero no me voy<br />

para allá, doy media vuelta y me meto al cementerio, me encanta ver llorar a las personas,<br />

me parece un verdadero fenómeno, llorar…dejar salir tanta agua. Me parece una<br />

cascada donde han de escurrirse todas las frustraciones y los recuerdos más inalcanzables.<br />

No recuerdo cuando dejé de llorar; cuando mi pareja me abandono, cuando comenzaron<br />

las pesadillas del cocodrilo, o cuando vi al pájaro estrellarse con el pavimento. ¡Que<br />

derroche de valor! Como si seguir viviendo después de un abandono no implicara sentir<br />

todos los días el golpe seco en la suavidad de la cama vacía.<br />

Hay tantas maneras de llorar; unas apenas dejan salir un pujidito, otras, son idénticas al<br />

sonido de una ambulancia, otras en cambio, dejan salir litros y litros de agua sin que su<br />

rostro tenga la más mínima distorsión. Eso lo hacen sobre todo las actrices de las telenovelas,<br />

lloriquean como magdalenas y cuando les hacen el close up. Están perfectamente<br />

maquilladas, ¡más bellas que nunca! ¡Yo soy tan fea cuando lloro! ¡Cuando lloro! Así, en lo<br />

normal…soy una belleza rara.<br />

LOCUTOR: Yo las prefiero reales, mujeres del cotidiano, con celulitis y llantitas. Así como<br />

le gustaban a este personaje de “El silencio de los Inocentes” Como ustedes recordarán<br />

en esta película ganadora del Oscar, a uno de los personajes masculinos le gustaban las<br />

mujeres robustas, le gustaban tanto que las secuestraba y les arrancaba trozos de piel,<br />

porque lo que quería el muy maniático era hacerse un vestido con piel de mujer. En esta<br />

escena él se “montaba” “se hacía el candado” y aparecía a cuadro vestido únicamente<br />

con una bata, ¡se pintaba los labios el muy degenerado! y se la jalaba…sí, se jalaba la<br />

argolla, el piercing que tenía en una tetilla al ritmo de esto que se llama “Good bye Horses”<br />

(pista good bye horses)<br />

6<br />

ELISA: No es nada fácil tener una madre que tenga presentimientos: ¡Te vas a caer! Y antes<br />

de contestarle ¡Pas! Ya estoy en el piso.

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