Seguridad vial Seguridad vial - Revista Profesiones
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eportaje<br />
El riesgo sísmico<br />
y la gestión del desarrollo<br />
El riesgo sísmico es uno de los más destructivos a los que está expuesta la Humanidad, especialmente por<br />
su carácter súbito y catastrófico. Desde comienzos del siglo XX, los seísmos han causado una media anual<br />
aproximada de 20.000 víctimas mortales y un tercio de la población de nuestro planeta vive en zonas<br />
consideradas “de riesgo”. Sin embargo, los grandes terremotos causan muchos más daños humanos y<br />
materiales en países en desarrollo aunque la exposición a este fenómeno sea la misma.<br />
Mónica Raspal Jorquera<br />
Las pasadas navidades contemplábamos las terribles<br />
imágenes de la ciudad de Bam (Irán) reducida a un<br />
montón de escombros en décimas de segundo y con<br />
unos resultados de más de 50.000 muertos, caos y desolación.<br />
Dos meses después, un terremoto de 6,1 grados de<br />
la escala Ritcher azotaba una decena de pueblos en torno a la<br />
ciudad de Alhucemas (Marruecos), causando<br />
564 muertos y decenas de casas<br />
derrumbadas como castillos de arena.<br />
“Las casas ya estaban afectadas por el<br />
terremoto de 1994 y sólo hacía falta empujarlas”,<br />
“esto es Marruecos, ¿qué van<br />
a construir aquí?”, eran las clarividentes<br />
palabras de la población afectada. Sin<br />
embargo, el terremoto de 6,5 grados en<br />
la escala de Richter que, el pasado diciembre,<br />
sacudió California, causó tan<br />
sólo dos muertos y 40 heridos.<br />
Miguel Herraiz Sarachaga, Subdirector<br />
General Adjunto de Planificación y<br />
Seguimiento del Ministerio de Ciencia y<br />
Tecnología y Profesor de la Universidad<br />
Complutense de Madrid, señala que dos<br />
terremotos con la misma magnitud pueden<br />
producir efectos muy diferentes según<br />
la profundidad del foco, las características<br />
de la ruptura, la duración, los<br />
procesos de interferencia de ondas sísmicas,<br />
etc. Sin embargo, “las diferencias en<br />
los daños causados por dos terremotos<br />
similares se deben fundamentalmente al<br />
diferente tipo de construcciones que se<br />
ven afectadas: en Bam las edificaciones eran de tierra, material<br />
con muy mal comportamiento ante los terremotos por presentar<br />
mucha masa y poca ductilidad (los edificios tienen una gran<br />
inercia y poca capacidad de respuesta ante los movimientos), al<br />
igual que en Alhucemas (casas de adobe, tapial y mampostería<br />
no reforzada). También había edificios de mejores materiales<br />
(ladrillo, hormigón...) pero mal diseñados o deficientemente<br />
construidos”, explica.<br />
Carlos Hernández Pezzi, presidente del Consejo General<br />
de Arquitectos, apunta como causas fundamentales la falta de<br />
La prevención<br />
de desastres naturales<br />
implica una nueva<br />
gestión del desarrollo<br />
más sostenible y justo<br />
normativas técnicas de ejecución, la carencia de estructuras<br />
antisísmicas y de hormigón estructural, así como la escasez<br />
de proyectos de construcción, de disciplina urbanística y de<br />
inspección. Para el presidente, los gobiernos son responsables<br />
de la falta de seguridad de las poblaciones afectadas “por no<br />
ejercer su labor de regulación e inspección y por consentir la<br />
construcción en esas condiciones de miseria y la miseria de<br />
esas condiciones de vida”.<br />
Gestión del desarrollo<br />
Hernández Pezzi cree que la prevención<br />
de este tipo de desastres naturales, implica<br />
una nueva concepción y gestión<br />
del desarrollo más sostenible y justo,<br />
siendo sus componentes fundamentales<br />
el reequilibrio de rentas, la cooperación,<br />
nuevas formas financiación de la deuda<br />
externa y la ayuda a los países no desarrollados<br />
o, más claramente, pobres.<br />
Según el último informe del Programa<br />
de las Naciones Unidas para el Desarrollo<br />
(PNUD), “millones de vidas<br />
podrían salvarse en los países en desarrollo<br />
en los próximos decenios si los<br />
gobiernos prestaran más atención a la<br />
reducción de los desastres naturales”.<br />
Cerca del 75% de la población del mundo<br />
está expuesta periódicamente a un<br />
terremoto, un ciclón tropical, una inundación<br />
o una sequía y estos desastres<br />
naturales causan, como promedio, 184<br />
muertes al día. Pero las tasas de mortalidad<br />
son infinitamente más elevadas en<br />
los países pobres que en los países ricos,<br />
aunque la exposición a los desastres sea la misma. Según el estudio,<br />
“lo que realmente mata es la pobreza, no las fuerzas naturales”<br />
ya que sólo el 11% de las personas expuestas a peligros<br />
naturales vive en países pobres, pero más del 53% del<br />
número total de muertes registradas se produce en esos países.<br />
“El riesgo de desastres debería formar parte integral de<br />
la planificación para el desarrollo”, apunta.<br />
Para Ramón Capote, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio<br />
Oficial de Geólogos y catedrático de la Universidad<br />
Complutense de Madrid, en el momento actual no es posible<br />
62| <strong>Profesiones</strong> Marzo-Abril 2004