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La elite científica española
reclama un Pacto de Estado
para la Ciencia
Dimisión en bloque de 2.000 científicos franceses
Lo anunciábamos en el número anterior
de Profesiones: diez de los
más destacados científicos españoles
remitieron el pasado mes
de febrero al Gobierno, partidos políticos,
comunidades autónomas y agentes
socioeconómicos una propuesta de Pacto
de Estado para la Ciencia.
El documento Pacto de Estado por la
ciencia ha sido preparado por Jesús Ávila,
Mariano Barbacid, Miguel Beato, Félix
Goñi, Joan J. Guinovart, Carlos Martínez
Alonso, José López Barneo, Federico Mayor
Menéndez, Vicente Rubio y Margarita
Salas. Estos investigadores señalan seis
“compromisos” imprescindibles:
• Por el desarrollo: “Invertir en ciencia
es invertir en desarrollo”, señala el texto.
Las cumbres de jefes de Estado de
Lisboa y Barcelona, ratificadas ambas
por España, fijaron entre sus grandes
objetivos alcanzar en 2010 una inversión
media en investigación, desarrollo e innovación
correspondiente al 3% del PIB.
La inversión actual en España es del 1%.
“Si España quiere invertir en su futuro y
formar parte de la Europa desarrollada,
debe asumir este compromiso”.
Basta con poco
para salir de pobres
• Institucional: Existe una gran dispersión
de organismos públicos de los que
depende la investigación y apenas hay
instrumentos, como sucede en países
avanzados, que medien en su coordinación.
“El actual ministerio de Ciencia
y Tecnología no ha sabido, o no ha podido,
ejercer bien esta función”.
• De financiación: “Basta con poco para
salir de pobres”. El esfuerzo inversor
El CSIC, posible Entidad de
Derecho Público
El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio
Lora-Tamayo, presentó el pasado mes de febrero al Ministerio de Ciencia
y Tecnología una propuesta de nueva estructura para transformar el organismo
en una Entidad de Derecho Público.
Según informa el diario ABC, en el texto se dice que el CSIC se adscribe al
Ministerio de Ciencia y Tecnología y tiene como fin primordial “fomentar y
realizar investigación pluridisciplinar, tanto básica como aplicada, dentro del
marco y al servicio de la política científica y tecnológica de España”. Asimismo,
el texto recoge que el presidente del CSIC tendrá rango de subsecretario
y será nombrado por el Consejo de Ministros. En el texto articulado se dice
igualmente que el CSIC “está facultado para crear o participar en sociedades
mercantiles, fundaciones o consorcios”.
Por lo que se refiere al régimen presupuestario, se contempla que el CSIC “elaborará
y tramitará anualmente un presupuesto, al que se acompañará una cuenta
especial de operaciones de investigación”. Finalmente, se establece que el organismo
elaborará y aprobará de forma autónoma su oferta de empleo público.
que debería hacer España para alcanzar
en pocos años la actual media europea
del 2% del PIB, aunque en términos absolutos
pueda parecer importante, no lo
es en términos relativos ni está fuera del
alcance de los gobiernos si hay voluntad
política para ello.
• Con el investigador: El científico es la
base de todo sistema de investigación.
“En España, no obstante, prima la precariedad
frente a la estabilidad”. Ello
obliga a definir un marco adecuado y
coherente para el desarrollo de la carrera
investigadora y duplicar el número
de investigadores para 2010.
• Con la estructura: España padece una
carencia inaceptable de centros. La
ciencia actual exige acceder a redes internacionales,
contar con plataformas
tecnológicas y servicios técnicos. Hay
que vincular la ciencia con la industria,
“así se beneficia el tejido productivo”.
• Con la sociedad: “Ciencia es sinónimo
de progreso. También de cultura”, dice
el documento. “Los países que han invertido
en conocimiento han logrado
mejoras y aumentado el nivel de bienestar”.
Plantón en Francia
Mientras, en Francia, más de dos mil directores
y responsables de laboratorios
científicos del país presentaron en marzo
su dimisión de todas sus funciones
administrativas, para protestar contra la
falta de medios y el retroceso de la investigación
científica nacional. Se trata
del estallido anunciado de una crisis
que no ha dejado de crecer desde el 7 de
enero pasado, cuando un grupo de científicos
lanzaron un manifiesto titulado
“Salvemos la investigación”, que ha recibido
el apoyo de 65.000 firmas, entre
las que se encuentran las de varios premios
Nobel, demandando la falta de
medios.
16| Profesiones Marzo-Abril 2004