19.11.2014 Views

Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)

Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)

Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

episodio, puliéndolo, revisándolo, desechándolo finalmente<br />

y volviéndolo a escribir, a pulir y a revisar, para, al final,<br />

darme cuenta de que ya no sabía lo que estaba haciendo,<br />

de que ni siquiera me acordaba de por qué había creído<br />

necesario incluirlo. La experiencia me ha enseñado que, en<br />

estos casos, por desagradable que resulte, no hay más<br />

remedio que dejar de lado el original durante un tiempo<br />

–meses, a veces– y volver a leerlo entonces. Si ha pasado<br />

el tiempo suficiente, los defectos resaltan con toda claridad.<br />

Quizá se descubra que el episodio está demasiado elaborado<br />

en comparación con los de antes y los de después, o que<br />

no casa en absoluto con la novela, o bien –a mí me ocurrió<br />

una vez– que es sensacional pero que el resto de la novela<br />

se puede tirar a la basura. Incluso para un escritor experto<br />

es duro deshacerse de doscientas páginas de mala literatura,<br />

sobre todo si se recuerda bien el tiempo y el trabajo que ha<br />

costado. Pasados uno o dos años, sin embargo, si esas<br />

páginas del último cajón se vuelven a leer, es fácil –incluso<br />

satisfactorio– <strong>ser</strong> despiadado.<br />

Creo que no hay otra forma de escribir una novela larga,<br />

<strong>ser</strong>ia. Se trabaja, se deja un tiempo en un estante, se trabaja,<br />

se vuelve a dejar en un estante, se trabaja un poco más, mes<br />

tras mes, año tras año, y entonces un día se lee la obra entera<br />

y, por lo que uno ve, no se descubren errores. (Al minuto de<br />

su publicación, leyendo el libro impreso se ven miles.) Este<br />

tortuoso proceso, sospecho, no le hace falta al escritor de<br />

novelas comerciales en las que no existe intención de que los<br />

personajes tengan profundidad y sean complejos, en las que<br />

el personaje A siempre es tacaño, el personaje B siempre es<br />

franco y nadie es un cúmulo de contradicciones, como las<br />

personas reales. Pero para las verdaderas novelas no hay<br />

sustitutivo de la maduración lenta, muy lenta. Todos hemos<br />

oído contar lo que le costó a Tolstoi Ana Karenina, a Jane<br />

Austen, Emma, o a Dostoievski, Crimen y castigo, de la cual<br />

decía arrepentirse de haberla publicado prematuramente, a<br />

102

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!