19.11.2014 Views

Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)

Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)

Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

con tanta claridad como, en otro estado, vería ante él la<br />

máquina de escribir y la mesa atestada de papeles o el<br />

calendario del año pasado colgado en la pared. Pero a veces<br />

–para la mayoría de nosotros, con menor frecuencia que la<br />

deseada– sucede algo, un espíritu se apodera de nosotros o la<br />

pesadilla entra en el mundo, y lo imaginario se convierte en<br />

real<br />

Recuerdo que una vez, escribiendo el último capítulo de<br />

Grendel, este estado de percepción alterada de las cosas me<br />

sobrevino con gran fuerza. No era para mí una experiencia<br />

nueva o sorprendente; el único rasgo desusado de la misma<br />

fue que, cuando hubo pasado, yo recordaba muy bien lo que<br />

había ocurrido. Grendel acaba de perder un brazo y se da<br />

cuenta de que va a morir. En toda la novela ha estado<br />

insistiendo en que no tenemos libre albedrío, en que la vida<br />

es crudamente maquinal, en que toda visión poética de la<br />

misma es una cínica tergiversación, e incluso en momentos<br />

como aquéllos se aferra a esta opinión, en parte por temer<br />

que el optimismo pueda <strong>ser</strong> cobardía y en parte por obstinado<br />

amor propio: a pesar de que Beowulf le ha golpeado la cabeza<br />

contra la pared, incitándole con sorna a que haga un poema<br />

sobre las paredes, Grendel se mantiene desesperadamente<br />

firme en sus convicciones, aterrado por la idea de <strong>ser</strong> engullido<br />

por el universo y convencido de que sus opiniones y él<br />

son una misma cosa. El pasaje «inspirado» (y desde luego<br />

que con esto no me estoy refiriendo a su valor estético)<br />

comienza aproximadamente aquí:<br />

Ya no me sigue nadie. Vuelvo a tropezar y con mi único y<br />

débil brazo me agarro a las raíces enormes y retorcidas de un<br />

roble. Miro hacia abajo y más allá de las estrellas contemplo<br />

una oscuridad aterradora. Me parece que reconozco el sitio, pero<br />

es imposible. «Accidente», susurro. Voy a caer. Parece como si<br />

deseara la caída, y aunque lucho contra ella con toda mi<br />

voluntad, sé de antemano que no puedo vencer. Desconcertado,<br />

93

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!