Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
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horas al día sentado ante la máquina. (Incluso al profesional<br />
de éxito le puede costar un rato entrar en situación; se tarda<br />
horas en escribir unas cuantas páginas en borrador, y muchísimas<br />
en revisarlas hasta dejarlas en condiciones de poderlas<br />
leer varias veces sin retocarlas.) Por necesidad, el escritor, a<br />
diferencia de algunos de sus amigos, no deja de trabajar a las<br />
cinco; si tiene mujer e hijos, no puede dedicarles tanto tiempo<br />
como su vecino a los suyos, y si es digno de su profesión, se<br />
siente culpable por ello. Debido a la dificultad que entraña su<br />
arte, el escritor no prosperará tan notoriamente como los<br />
demás: mientras sus amigos del colegio o de la universidad<br />
se convierten en socios de prestigiosos despachos de abogados<br />
o abren sus propias funerarias, él puede estar aún sudando<br />
su primera novela. Incluso habiendo publicado uno o dos<br />
relatos en revistas acreditadas, el escritor duda de sí mismo.<br />
En los años que he pasado dedicado a la enseñanza, una y<br />
otra vez he visto a jóvenes escritores con talento evidente<br />
mortificarse casi hasta el anquilosamiento por creer que no<br />
cumplían con sus obligaciones familiares y sociales, por creer<br />
–aun habiendo conseguido publicar varias narraciones– que<br />
estaban haciendo castillos en el aire. Cada negativa por parte<br />
de un editor es un chasco tremendo, y un discreto comentario<br />
de apremio por parte de algún familiar –«¿No te parece que<br />
ya va siendo hora de que tengáis un hijo, Martha?»– puede<br />
desatar una crisis. Sólo la fortaleza de carácter, reforzada por<br />
el aliento de los pocos que creen en él, permitirá al escritor<br />
superar esta mala época. El escritor debe convencerse como<br />
sea de que sí se toma en <strong>ser</strong>io la vida, tan en <strong>ser</strong>io que está<br />
dispuesto a correr grandes riesgos. Debe encontrar la forma<br />
–con humor malicioso o de cualquier otra manera– de repeler<br />
los ataques que con buena o mala intención se le dirigen.<br />
Sólo el escritor que ha llegado a comprender lo difícil que<br />
es contar una historia de excepcional calidad –sin manipulaciones<br />
fáciles, sin romper su continuidad, sin jactancia ni<br />
cohibición– está en condiciones de apreciar en su totalidad la<br />
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