Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
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situación y si su manera de hacerlo habría dado mejor o peor<br />
resultado y por qué. Tiene que leer con la misma actitud que<br />
el arquitecto novel al mirar un edificio, que el estudiante de<br />
medicina al presenciar una operación, con devoción y espíritu<br />
crítico al mismo tiempo, deseando aprender de un maestro y<br />
atento a cualquier error posible.<br />
El proceso de perfeccionamiento de la técnica del escritor<br />
exige por parte de éste aún mayor acorazamiento psicológico.<br />
Si el escritor opta por aprender su oficio lenta y escrupulosamente,<br />
si no busca publicar enseguida y se entrega a la<br />
laboriosa tarea de dar consistencia a su estilo, es posible que<br />
la gente empiece a mirarle de soslayo y a preguntarle con aire<br />
suspicaz: «¿Y tú qué haces?», queriendo decir: «¿Cómo es<br />
que te pasas el día sentado por ahí? ¿Cómo es que tu perro<br />
está tan delgado?» En este caso, la virtud de la puerilidad –la<br />
ligereza con que el escritor se toma la vida, su talante travieso<br />
y su inclinación al llanto, especialmente cuando se emborracha,<br />
truco que ahuyenta enseguida a los entrometidos– es<br />
sumamente útil. Y si la presión se intensifica, se echa mano<br />
de las fijaciones oral y anal: se pone uno a mascar cosas, a<br />
decir insensateces o a arreglarse insistentemente la ropa.<br />
La cosa es <strong>ser</strong>ia; no es mi intención quitarle importancia.<br />
Según mi propia experiencia, no hay nada más duro para el<br />
aprendiz de escritor que superar la ansiedad que le produce<br />
pensar que se está engañando a sí mismo y tomando el pelo<br />
a su familia y a sus amigos o haciendo que se avergüencen<br />
de él. <strong>Para</strong> la mayoría de la gente, incluso para quienes no<br />
leen excesivamente, el <strong>ser</strong> escritor tiene algo especial y<br />
vagamente mágico, y les cuesta creer que alguien a quien<br />
conocen personalmente –y bastante corriente en muchos<br />
aspectos– pueda <strong>ser</strong>lo. Suelen sentir por el joven escritor una<br />
mezcla de cariñosa admiración y de lástima, ya que les parece<br />
que el pobre es un inadaptado. Que yo sepa, ninguna actividad<br />
humana requiere más tiempo que escribir, y es muy raro que<br />
alguien llegue a <strong>ser</strong> un escritor de renombre sin pasar varias<br />
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