Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
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personaje y acción tienen que compenetrarse, que apoyarse<br />
y verterse unos en otros; que el argumento tiene que tener<br />
ritmo, que ir creciendo en intensidad hacia un climax emotivo;<br />
que la narración ha de tener una estructura firme que dé valor<br />
a cada parte y, sin embargo, pase desapercibida; que estilo,<br />
trama y significado tienen que <strong>ser</strong> finalmente uno.<br />
Al escribir relatos cortos –como al escribir novelas– no<br />
hay que hacer más de una cosa a la vez. (Habrá a quien le<br />
convenga seguir el consejo al hacer el primer borrador; a otros<br />
les puede restar fluidez al principio, pero probablemente sea<br />
útil cuando llegue el momento de revisar.) Tómese un breve<br />
pasaje descriptivo y considérese como una unidad, y perfecciónese<br />
tanto como se pueda ; luego pásese a la siguiente<br />
unidad –un pasaje de diálogo, pongamos por caso– y perfecciónese<br />
también tanto como se pueda. Abórdense unidades<br />
mayores, los episodios que componen la trama, y trabájese<br />
cada uno hasta que resplandezca. Como el cómico que pule<br />
cada chiste hasta sacarle el máximo partido (dándole el tono<br />
y el ritmo más adecuados, acompañándolo de gestos y rizando<br />
el rizo cuando conviene), púlase cada elemento del relato para<br />
que éste no sólo sea bueno globalmente sino que arrebate a<br />
cada momento. Como se demuestra en los ejercicios de clase,<br />
casi cualquiera es capaz de escribir de forma más que<br />
aceptable si el objetivo que se plantea queda al alcance de<br />
sus posibilidades. Al escritor sólo se le escapan maneras de<br />
aficionado cuando se confunde. Divídase el relato en sus<br />
componentes, razónese hasta tener bien clara la función de<br />
cada uno de ellos (un relato es como una máquina con<br />
numerosos engranajes: no debe contener ninguno que no haga<br />
girar algo), y una vez colocado en su sitio cada componente,<br />
contémplese el todo con cierta perspectiva. Luego modifíquese<br />
lo necesario para conseguir que el relato fluya con la<br />
naturalidad de un río, hasta que cada elemento se complemente<br />
tanto con los demás que nadie, ni siquiera uno mismo,<br />
transcurridos un par de años, pueda distinguir las partes que<br />
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