Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
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escribir en un día determinado. Cuando los fluidos corren,<br />
cuando el escritor está «lanzado», es como si una pared<br />
invisible se derrumbara, y entonces éste pasa con soltura de<br />
una realidad a otra. Cuando no está inspirado, el escritor<br />
tiene la sensación de que todo es mecánico, de que está<br />
hecho de componentes numerados: no ve el todo sino las<br />
partes, no ve espíritu sino materia; o para decirlo de otra<br />
forma, en dicho estado el escritor, cuando contempla las<br />
palabras que ha escrito en la página, no consigue ver más<br />
que palabras en una página y no el sueño vivo que éstas<br />
han de desatar. Pero cuando de verdad escribe –cuando está<br />
inspirado–, el sueño surge lleno de vida: el escritor se olvida<br />
de las palabras que ha escrito y ve a sus personajes<br />
moviéndose por sus habitaciones, revolviendo en los armarios,<br />
buscando entre la correspondencia con gesto irritado,<br />
poniendo trampas para ratones, cargando pistolas. El sueño<br />
en que se halla es tan vivo e ineludible como los que se<br />
tienen al dormir, y cuando el escritor pone en el papel lo<br />
que ha imaginado, las palabras, por inadecuadas que sean,<br />
no le distraen de su ficción sino que le concentran en ella,<br />
de tal modo que cuando la intensidad del sueño decae, al<br />
releer lo que ha escrito resurge la ilusión. Éste y sólo éste<br />
es el fragilísimo proceso en el que tan desesperadamente<br />
ansía entrar el escritor: en la imaginación ve personas que<br />
actúan –las ve claramente– y cuando se pregunta qué harán<br />
a continuación, lo ve, y lo escribe con toda la precisión de<br />
que es capaz, consciente, no obstante, de que quizá después<br />
tenga que buscar palabras más adecuadas y que el cambio<br />
de una palabra por otra puede agudizar o hacer más<br />
profunda la visión, y el sueño o la visión se va haciendo<br />
cada vez más y más lúcido, hasta que la realidad comparada<br />
con éste, le parece fría, tediosa y muerta. Éste es el<br />
proceso que tiene que aprender a provocar y a resguardar<br />
de fuerzas mentales hostiles.<br />
Todo escritor ha experimentado este estado mágico y<br />
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