Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
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tejanos en Cleveland); se sienten irreales. Un caso especial<br />
de este problema es el del escritor de origen humilde que<br />
accede a determinado medio –la universidad, sobre todo–<br />
cuyo refinamiento, al transmitírsele, o bien afecta de forma<br />
negativa a su lenguaje y a su escala de valores o desnaturaliza<br />
su experiencia del mundo.<br />
<strong>Para</strong> el escritor o la escritora, no hay mejor manera de<br />
mantenerse que vivir de su cónyuge. Lo malo es que, psicológicamente<br />
al menos, es duro, aun cuando al citado cónyuge<br />
le sobren medios. A ninguna de las falsas lecciones de nuestra<br />
cultura se le da más importancia que a la que dice que hay<br />
que <strong>ser</strong> independiente. De ahí que el escritor novel o aún<br />
desconocido, a quien bastante trabajo le cuesta creer en sí<br />
mismo, tenga que soportar, además, la carga de la vergüenza.<br />
Ésta es una de las razones de que los escritores, como otros<br />
artistas, frecuentemente hayan decidido vivir de personas a<br />
las que, ya fuera consciente o inconscientemente, no tenían<br />
necesidad de respetar –prostitutas generosas, pongamos por<br />
caso–. Es difícil que alguien con sentimiento de culpabilidad<br />
pueda <strong>ser</strong> al mismo tiempo buen escritor; la falta de respeto<br />
hacia uno mismo aflora en la prosa. De todos modos, a pesar<br />
de lo que se pueda decir en contra de ello, vivir del cónyuge<br />
o el amante de uno es una excelente táctica de supervivencia.<br />
Hay hombres de negocios a quienes nada les produce mayor<br />
satisfacción que los logros artísticos de su mujer o de su<br />
amante; y también hay mujeres que, de una forma que sólo<br />
a un cínico se le ocurriría tachar de mórbida, se sienten<br />
orgullosas y satisfechas de poder proporcionar a su marido o<br />
a su amante los medios necesarios para que éste pueda<br />
desarrollar su labor artística. Con esto no quiero decir que el<br />
escritor tenga que buscarse a alguien de quien poderse<br />
alimentar como un vampiro. Pero el que, por razones dignas,<br />
viva con alguien que se sienta feliz de poder financiar su arte,<br />
debería hacer un esfuerzo por librarse de prejuicios convencionales<br />
y aceptar este don de Dios, y poner de su parte todo<br />
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