Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
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que o bien son pretenciosos o esforzados pero convencionales).<br />
Incluso en el mejor taller de todos probablemente se aprenderá<br />
más de los compañeros de clase que de los profesores. El taller<br />
que destaca entre los demás por su calidad atrae a buenos<br />
estudiantes que, puesto que están en período de aprendizaje, es<br />
seguro que se mostrarán dispuestos a examinar con minuciosidad<br />
el trabajo de los demás y a comentarlo con espíritu<br />
constructivo y alentador. Los profesores que enseñan en los<br />
talleres más conocidos pueden <strong>ser</strong> útiles a sus alumnos, pero<br />
también pueden no <strong>ser</strong>lo. En dichas instituciones se suele contratar<br />
a los escritores más famosos, pero no todos los escritores<br />
famosos son buenos profesores. Además, por regla general, el<br />
principal compromiso de los escritores famosos es con su obra.<br />
Por considerados que quieran <strong>ser</strong> con sus alumnos, su ocupación<br />
principal es trabajar en una forma artística que requiere<br />
mucho tiempo. A menudo optan por concentrarse en los alumnos<br />
que más se distinguen y prestar poca atención a los restantes.<br />
No hay duda, creo yo, de que un buen profesor puede <strong>ser</strong><br />
de gran ayuda para el joven escritor; pero en la práctica resulta<br />
que el alumno se encuentra con buenos escritores que enseñan<br />
con relativa dedicación y que no trabajan en ello tanto como<br />
podrían, o con buenos profesores que como escritores no lo son<br />
tanto, con lo cual puede decirse que en parte no enseñan bien,<br />
o con buenos escritores que no saben enseñar en absoluto.<br />
Pero, independientemente de la calidad de su labor docente,<br />
los escritores famosos aportan otras muchas cosas a los<br />
programas de enseñanza de la literatura. Quizá su principal<br />
contribución sea su presencia, su faceta de modelo a seguir.<br />
Por el mero hecho de tratarlo diariamente, el joven escritor<br />
tiene oportunidad de conocer cómo y qué lee el personaje<br />
famoso; cómo percibe la cosas; cómo se relaciona con los<br />
demás y cómo se toma su profesión; incluso cómo se planifica<br />
la vida. La presencia del escritor famoso es la prueba palpable<br />
de que el objetivo del joven escritor no es descabellado. Y<br />
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