Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
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eneficioso. Por un lado, los talleres tienen la virtud de<br />
congregar a los jóvenes escritores, lo cual, aún en la ausencia<br />
de profesores de categoría, les puede <strong>ser</strong>vir a aquéllos para<br />
ayudarse entre sí. Estando con otros escritores del mismo<br />
nivel, el joven principiante se siente menos extraño que en<br />
condiciones normales, y la posibilidad de poder intercambiar<br />
puntos de vista con ellos y de conocer lo que escriben puede<br />
<strong>ser</strong>virle para acelerar el proceso de aprendizaje. Nunca está<br />
de más insistir en que, tras la etapa de iniciación, el escritor<br />
necesita apoyo.<br />
Cuando alguien empieza a escribir, siente la misma emoción<br />
que quien se inicia en el juego o en la técnica del oboe:<br />
el jugador, por ejemplo, tras haber ganado un poco y perdido<br />
algo, vislumbra gloriosas posibilidades, de la misma manera<br />
que el intérprete de oboe siente una emoción indescriptible<br />
cuando consigue que unas cuantas frases suenen a auténtica<br />
música, frases que implican infinitas posibilidades de satisfacción<br />
y expresión. Mientras el jugador o el oboe se limitan<br />
a jugar a que son lo que desean <strong>ser</strong>, todo parece posible. Pero<br />
llegado el día en que deciden convertirse en profesionales, se<br />
dan cuenta de pronto de lo mucho que tienen que aprender,<br />
de lo poco que saben.<br />
El joven escritor termina el primer ciclo universitario<br />
habiendo recibido elogios de todo el mundo y se matricula,<br />
supongamos, en el taller de literatura de la universidad de<br />
Iowa, o de Stanford, Columbia o Binghampton. Allí se<br />
encuentra con que prácticamente cada uno de sus compañeros<br />
o compañeras de clase ha llegado allí con la misma aureola<br />
de joven valor de la literatura; y también con que sus<br />
profesores, personajes famosos, leen sus escritos y se muestran<br />
bastante poco impresionados; y de repente comienza a<br />
sentir principalmente alarma y decepción. ¿Cómo pueden<br />
haberle engañado hasta tal punto sus anteriores profesores?,<br />
se pregunta. Yo mismo no sé muy bien por qué incluso<br />
profesores buenos y con criterio alaban con tanta facilidad;<br />
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