Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
Gardner, John - Para ser novelista (Ensayo)
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Etc.<br />
Melville, podemos estar bien seguros, no se sentó y anotó<br />
los ritmos como un compositor, pero los encontró de oído,<br />
encontró sutiles variaciones rítmicas, aliteraciones de poético<br />
efecto (compárese «broke the broad expanse of the ocean», en<br />
Omoo, con «watery part of the world. It is a way I have», en<br />
Moby Dick), y al mismo tiempo encontró un tono retórico<br />
orbicular como el de los congresistas del siglo XIX –o los<br />
ministros presbiterianos (que podría haber dicho Mark Twain),<br />
y una manera enérgica y comprimida de buscar el significado.<br />
Alcanzó autoridad.<br />
A diferencia del poeta y del escritor de relatos cortos, el<br />
<strong>novelista</strong> no puede confiar en alcanzar autoridad por medio de<br />
éxitos frecuentes. Yo me declaré <strong>novelista</strong> por primera vez en<br />
1952, cuando empecé Nickel Mountain; es decir, decidí entonces<br />
que, contra viento y marea, iba a <strong>ser</strong> <strong>novelista</strong>. Publiqué mi<br />
primera novela en 1966 –no era Nickel Mountain–. Entre<br />
1952<br />
y 1966 escribí varias, pero ninguna buena ni siquiera según mi<br />
juvenil criterio. Trabajaba, y sigo haciéndolo, muchas horas<br />
los siete días de la semana. De joven trabajaba normalmente<br />
dieciocho horas al día; ahora trabajo menos, pero es que ahora<br />
sé más trucos y rindo más en una hora. Con esto no pretendo<br />
presumir. Casi todos los buenos <strong>novelista</strong>s trabajan lo que yo,<br />
106