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E S P E C I A L 2 4 / 7 CUADERNOS DE BDSM - nº 7<br />

La zona que vivimos limita, por prudencia, mis exigencias en cuanto a su ropa. Ahora<br />

bien, son inexcusables los tacones (10 ó 12 cm) y muy recomendables las cazadoras de<br />

cuero. Me encantan las faldas, pero eso la haría ir demasiado llamativa. Los jeans<br />

ceñidos son la opción. Los colores preferidos: negro, rojo y verde. Ideales para su tez y<br />

su pelo.<br />

Nuestras sesiones durante la época de trabajo se limitan a nuestra habitación, aunque<br />

cuando tenemos disponibilidad (y buen tiempo), frecuentamos la playa de Torimbia<br />

(Llanes) donde realizamos juegos de exhibición. Asimismo, de forma más suave<br />

(deliciosos bikinis Wicked Weasel) solemos jugar en las playas llaniscas.<br />

Entre mis deseos no estaba convertirla en una esclava. Nunca le he exigido lavar,<br />

limpiar o realizar otro tipo de logística imprescindible en la vida diaria. Sin embargo, de<br />

ella ha partido la realización de dichas labores. Muchas veces me pide que permanezca<br />

en el sillón mientras hace las tareas de la casa: recoge, friega, lava, plancha y cocina.<br />

Curiosamente, nunca, con anterioridad, se había tenido que encargar de ninguna de esas<br />

labores.<br />

En general, somos reacios a mantener contactos dentro de Asturias con personas o<br />

grupos afines por el temor a las consecuencias negativas que de ellos pueden derivarse<br />

y, por otra parte, nuestros viajes están limitados por nuestras obligaciones. Para<br />

soltarnos el pelo, hemos de esperar al verano. Somos asiduos a ese paraíso de libertad<br />

que es Cap d´Agde. Allí damos rienda suelta a nuestras fantasías y juegos y<br />

recuperamos fuerzas para todo el año.<br />

En fin. Como habrás podido leer, nuestra forma de entender la dominación no es, en<br />

absoluto extrema. No he detallado los juegos que realizamos, pues entiendo que no es el<br />

objeto de este artículo y sí me he detenido más en concretar cómo engarzamos nuestro<br />

entorno vital real (¿prosaico?) con nuestra forma de entender la pareja en la D/s.<br />

Vivimos una vida que procuramos no nos perjudique ni hiera a los de nuestro entorno<br />

pero sin renunciar a algo tan importante como es nuestra manera de entender la D/s.<br />

Desde luego, es difícil mantener el equilibrio sin pasarte ni quedarte corto. Lo que te<br />

hemos contado dista de los soberbios cuadros o experiencias que algunos cuentan y<br />

quizás vivan. Sin embargo, en nuestro caso, esto es lo que hay.<br />

ADRIANO<br />

Recomendamos la lectura:<br />

http://diario-de-torimbia.blogspot.com/<br />

Pag. 35

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