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E S P E C I A L 2 4 / 7 CUADERNOS DE BDSM - nº 7
vincularnos, practicar y crecer, y para nosotros eso es más que suficiente para
entenderlo como un Estilo de Vida.
Nosotros somos el resultado de un proceso, - que para muchos es una
aspiración -, que empezó allá por el 2002 conociéndonos dentro del universo
virtual del BDSM. Por supuesto que cuando aquello empezó no teníamos ni la
más remota intención que sucediera del modo en que ha ocurrido. Tras unos
meses de probaturas y buenas sensaciones, y con mucha honestidad por
parte de ambos, nuestras conversaciones empezaron a incluir un plan para el
futuro, y por tanto nuevas formas de pensar, dudas, incertidumbres e ilusiones.
Así que llegado un
determinado momento
pusimos patas arriba
nuestras respectivas
vidas para hacer
posible
una
convivencia real y
física, bajo la
necesidad de partir
literalmente de cero en
el afecto, las
necesidades materiales y las demás obligaciones como cualquier persona. Y
en nuestro caso llegamos a Extremadura. Desde la perspectiva de la esclava,
te aseguro que no hay mayor acto de entrega para su Amo, y desde la
perspectiva del dominante ninguna otra que implique mayor compromiso con
su esclava.
Atrás había quedado año y medio de encuentros en Internet, atrás las siete
horas de diferencia horaria, atrás las dificultades de conexión, atrás las faltas
de caricias y el uso de los cinco sentidos... Pese a todo esto, Internet permitió
vincularnos y también tuvo sustanciales ventajas. Cuando nos sentábamos
delante del PC para escribirnos, charlar en videoconferencia y sesionar en la
distancia, abríamos una ventana donde la intensidad del deseo, del juego, de
la comunicación adquiría una intensidad que hacían únicos aquellos
momentos. La etapa ciber nos sirvió para conocernos, para confiar, para tener
la certeza del mismo lenguaje interior, para adquirir grandes dosis de
paciencia, para controlar la ansiedad, para asumir lo que se tiene y lo que es
posible, también sirvió para soñar, para planear, para sufrir en silencio y para
desear el momento del desenlace final, la convivencia 24/7.
El camino emprendido no es de ida y vuelta, no es un camino que opta entre
el BDSM y la vida vainilla, no es una opción sobre la que se ensaya esperando
algún tipo de suerte que resulte positiva y favorable. Nuestra Sociedad vive el
tiempo de lo mediato, bajo el deseo de satisfacer necesidades que al poco
tiempo dejan de tener sentido y utilidad, y sobre este axioma los individuos se
comportan tanto para adquirir cosas materiales como incluso en las relaciones
interpersonales del tipo que sea. Si bien, cuando analizamos nuestro vínculo
dominación – sumisión, y miramos todo lo que hemos tenido que dejar atrás y
dar por perdido para lograr esta forma de convivencia 24/7,
inconscientemente hemos aprendido y aumentado nuestras respectivas
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