Antoniano126

Gran responsabilidad, de nosotros los cusqueños, obligados a asumir la
grandeza que nos signaron los constructores del Tahuantinsuyo; los que
en la colonia aprendieron a resistir para continuar cimentando rebeliones para la
forja de la independencia nacional, bien dice el doctor Ángel Avendaño que “El
Qosqo es cal, arena, arcilla, pero sobre todo hombre: esa borbotante multitud de
qosqorunas que entierran los pies en el futuro para seguir viviendo raigalmente
nutridos por su tierra. El Qosqo es porvenir. Porvenir que demanda ideas claras y
veraces. Estilo enfebrecido, sanguíneo, lejos de las anuencias anémicas y las
contorciones del acomodo”.
La grandeza de nuestra ciudad, no se debe a los múltiples títulos conferidos. Su
grandeza está en su misma razón de ser que no tiene espacios con ausencia
histórica y testimonial. El Cusco, va más allá de sus piedras, porque estando “Frente
a los muros incas, podemos ver a los hombres que lo proyectaron, plantearon y
ejecutaron. Una primera mirada de este contexto nos muestran que conocieron
diferentes tipos de rocas; en efecto podemos observar directamente el uso de
diferentes tipos de rocas en las edificaciones, así por ejemplo: fue utilizada la caliza, en
los muros de Sacsayhuaman, granito en algunos recintos de Machupicchu (…) Otros
tipos que utilizaron en el levantamiento de muros, fue la diorita, que se ve en los muros
de Hatunrumiyoq. Andesita en la mayoría de las canchas, como en Korikancha y otros
edificios del Qosqo; entonces podríamos ahora decir que efectivamente distinguían un
tipo de otras piedras” (Ríos Mencia, Jesús. El Antoniano Nº 112. Universidad
Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Pág. 134. 2007). En cambio, estando
frente a la Catedral, encontramos diferentes tipos de piedra y sin uniformidad de
tonos; particularidad que delata, la destrucción de los andenes que antes de la
invasión española existían y rodeaban al Qosqo. Estas diferencias, existen y
conviven, porque el Qosqo, está eslabonado y engarzado en el todo de su
identidad, el Qosqo viaja en el espiral de los tiempos, con raíz propia.
El doctor Alfredo Yépez Miranda, con mucho acierto dijo en uno de sus tantos
trabajos: “Los incas construyeron monumentos a la vida y no a la muerte”, afirmación
tan verás que se manifiestan en todos y en cada uno de los complejos incas,
atravesados por excelentes canales de irrigación, los mismos que fueron
experimentados en el complejo hidráulico de Tipón —único en el mundo— y
gracias a los experimentos que realizaron en el laboratorio de fito genética de
Moray, nuestros incas aportaron al mundo una serie de productos alimenticios
como la diversidad de papa, quinua, kañiwa, maíz, y muchísimos otros.
En esta nueva edición de El Antoniano, en Homenaje al Cusco, la Universidad
Nacional de San Antonio Abad, seguirá formando profesionales, en la fragua de la
ciencia con el eterno fuego para la vida.
Dr. Germán Zecenarro Madueño
Rector de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.
El Antoniano 126 – Junio de 2014

EL ANTONIANO 126
Cozco, Cuzco, Qosqo, Cusco, Kosko. .............................................................5
Jor ge A. Flo res Ochoa
Ecosofía andina ...............................................................................................12
Josef Estermann
Pedagogía de–colonizadora.............................................................................28
Manuel Alberto Gamarra Moscoso
Semiología de Cerrito de Waqsapata...............................................................33
Efraín Cáceres Chalco
La ban de ra de la iden ti dad an di na....................................................................41
Rodolfo Sánchez Garrafa
Conmoción en el Cusco de 1950...................................................................53
Erwic Flores Caparó
Gestión integral del patrimonio cultural del Cusco...........................................65
Jorge Pérez Meza
La acreditación universitaria.............................................................................73
Lu cio V. Far fán Angu lo
Evaluación de competencias profesionales en odontología...............................77
Herbert Cosio Dueñas
Sistema de gestión de la calidad.......................................................................83
Jorge Washington Atapaucar Condori
Espe cies de la fa mi lia Cac ta ceae ......................................................................91
Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Derecho genético en el Perú ........................................................................125
Kathie Rodríguez Ayerbe
La justicia global ............................................................................................133
Pável H. Valer Bellota
Enseñanza de la matemática mediante uso de software .................................141
Hermitaño Ayala Huillca
Construcción del túnel Bonanta ....................................................................149
Juan Fran cis co Soto Elgue ra
Predictibilidad refractiva de la formula SRK/T .................................................157
Abel Flo res Boza, Ma rio De la To rre E., José Ticona Pari.
Afrontamiento y calidad de vida.....................................................................161
Timoteo Díaz Díaz
Conducta suicida en estudiantes....................................................................169
Alberto Perales, Elard Sán chez, Ma ría Arcaya, Esmeralda Cortez, Alejandra Parhuana, Rosa Ca rre ra, Harold To rres.
Impacto ambiental del yeso...........................................................................175
Mariela Román Gutiérrez, Lizardo Rivera Gómez, Betzy Llerena Cajigas, Hozmary Coasaca Bravo.
El Valle Sagrado de los Inkas..........................................................................183
Lean dro Zans Can dia
De la revolución de Túpac Amaru al movimiento nacional criollo ..................191
Edwin Peralta Alvarez
¿Verdad o castigo? o castigar la verdad...........................................................195
Car los Mi guel Zea Ca nal
Tapa de “El Anto nia no” N° 125
ISSN 2223-3067
9 7 7 2 2 2 3 3 0 6 0 0 9
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“El Anto nia no” N° 126
edi ción on–line
El Anto nia no
Tomo 24 – N° 126 – ju nio de 2014
ISSN 2223–3067 (edi ción im pre sa) – ISSN 2223–8662 (edi ción on–line)
Web: http://www.un saac.edu.pe/in ves ti ga cion/pu bli ca cio nes/elan to nia no126/
He cho el De pó si to Le gal en la Bi blio te ca Na cio nal del Perú Nº 2014–08161
Pro du ci do por la Di rec ción del Con se jo de Pro yec ción So cial
Av. De la Cul tu ra 733, Ciu dad del Cus co, Perú, Tel. +51 84 232398 ane xo 1046
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO
Rec tor
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Vi ce rrec tor Aca dé mi co
Dr. Pom pe yo Co sio Cuen tas
Vi ce rrec to ra de Inves ti ga ción
Dra. Gladys Geor gi na Con cha Flo res
Di rec tor del Con se jo de Pro yec ción So cial
Mgt. Efraín Gre go rio Cá ce res Chal co
Di rec tor de El Anto nia no
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Jefa de Re dac ción
Gua da lu pe Angu lo Sal dí var
Co mi té Edi to rial
Dr. Jor ge Flo res Ochoa
Dr. Gus ta vo Val di via Ri ve ra
Dr. Wa shing ton Ga lia no Sán chez
Dr. San tia go Saco Mén dez
Mag. Fredy Mon ge Ro drí guez
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Con cep to, ma que ta do y gra fis mo
Fer nan do Ovie do Hi no jo sa
Apoyo logístico
Mercedes Pinares Gamarra
Apoyo técnico
Yesenia Concha Ramos, Aguedo Huamaní Huayhua,
Kelvin Jack Huamán Apaza, Moisés Loaiza Cereceda.
Ilus tra cio nes
Lien zos del pin tor cus que ño,
maes tro Teó fi lo Be na ven te Ve lar de (1917 – 1989)
Los ar tícu los son de ex clu si va res pon sa bi li dad de su(s) au tor(es).

COZCO, CUZCO, QOSQO, CUSCO, KOSKO. 1
l tí tu lo re pro du ce al gu nas de las for mas de es -
Ecri bir el nom bre de la ciu dad del Cuz co his tó ri -
co, cen tro del mun do an di no y la úni ca en Amé ri -
ca del Sur que tie ne vida inin te rrum pi da des de su
ori gen mí ti co, al re de dor del si glo XII. Su fun da -
ción y de sa rro llo tie ne im por tan cia his tó ri ca, por -
que su de sa rro llo se ini ció si glos an tes de la in va -
sión es pa ño la del si glo XVI. No tie ne fun da ción,
por que su ori gen se pier de en el le ja no tiem po,
del que dan cuen ta mi tos de crea ción e in ves ti ga -
Jorge A. Flores Ochoa 2
cio nes de arqueólogos, lingüistas históricos y
etnohistoriadores.
No fue la pri me ra ciu dad que sur gió en Sud -
amé ri ca, tan to en las al tu ras an di nas como en la
cos ta. La ci vi li za ción an di na se ca rac te ri za por el
de sa rro llo de cen tros ur ba nos, si glos an tes que
sur gie ran los in cas, que son el úl ti mo ca pí tu lo de
un pro ce so ci vi li za to rio au tó no mo, que en po -
cos si glos de sa rro lló es truc tu ras po lí ti cas com ple -
jas, lo gran do un ni vel que no tu vie ron ci vi li za cio -
1 El título de este artículo: Cozco, Cuzco, Qosqo, Cusco, Kosko, es porque alguna vez fueron utilizados en diferentes tiempos y publicaciones.
Kosko lo creó Santiago Guillén Covarrubias. Fue el nombre que puso a su agencia de publicidad. Sensiblemente falleció en un accidente.
2 Catedrático de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 5

Jorge A. Flores Ochoa
nes ame ri ca nas pre ce den tes. El ur ba nis mo inca
fue pro ce so au tó no mo, sin in fluen cia de los si mi -
la res que le pre ce die ron. Los res tos ar queo ló gi -
cos evi den cian el an ti guo es plen dor. El Cuzco la
ciudad sagrada, es el centro del universo andino,
cuando llegan los invasores venidos de Eu ro pa.
En acto de to tal de su bi ca ción, rea li za ron una
ce re mo nia de fun da ción de la ciu dad del Cuz co
el 24 de mar zo de 1534, de acuer do al ce re mo -
nial es pa ñol. El acto fue aje no a la tra di ción inca y
no es re cor da da, ni con me mo ra -
da, me nos fes te ja da, como ha -
cen las de más ciudades fundadas
por hispanos.
El in te rés de este tra ba jo, no
es ocu par se de la gran dio si dad
de la ciu dad del Cuz co pre in va -
sión, sino de es cri bir su nom bre
de ciu dad inca. Los es pa ño les y
los in cas que apren die ron el cas -
te lla no y su es cri tu ra, lo ha cen
en for ma abru ma do ra como
Cuz co. No se diga, como ar gu -
men to, por que no tie ne base,
que los es pa ño les no po dían pro -
nun ciar el nom bre de nues tra ciu -
dad. Es una opi nión erró nea. Los
in cas que apren die ron es cri bir,
como el Inca Garcilaso, escriben
reiteradamente Cozco y/o
Cuzco.
El Inca Gar ci la so, al ini cio de
su obra fun da men tal, en la par te
de ADVERTENCIAS. Acer ca de
la Len gua Ge ne ral de los Indios
del Perú, es cri ta pen san do en los
lec to res de su épo ca, ma yor men -
te eu ro peos, ini cia su obra con
una acla ra ción re fe ren te a la len -
gua de los in cas (1963 [1609]).
Escri be el Inca:
La pri me ra sea que [el que chua
del Cuz co] tie ne tres ma ne ras
“Es también del
origen y
desarrollo de la
Gran Ciudad del
Cuzco, cabeza
destos reynos
del Perú —La
ciudad del
Cozco —así
escribe su
nombre el Inca
Garcilaso de la
Vega— fue la
más importante
de los andes
centrales al
momento de la
invasión
española.”
di ver sas para pro nun ciar al gu nas sí la bas, muy di -
fe ren tes de cómo la pro nun cia la len gua es pa ño -
la, en las cua les pro nun cia cio nes con sis ten las di -
fe ren tes sig ni fi ca cio nes de un mis mo vo ca blo:
que unas sí la bas se pro nun cian en los la bios,
otras en el pa la dar, otras en lo in te rior de la gar -
gan ta, como ade lan te da re mos ejem plos don de
se ofre cie ren (…) Tam bién es de ad ver tir que en
aque lla len gua ge ne ral del Coz co (de quien es
mi in ten ción ha blar, y no de los particulares de
cada provincia que son innumerables
(1963–1609: 5)
La re fe ren cia, evi den cia que Gar ci la so co no -
cía muy bien la fo né ti ca del es pa ñol y del ru na si -
mi, por tan to de be mos va lo rar sus ob ser va cio -
nes y la for ma de es cri bir las pa la bras, que al gu -
nos afi cio na dos des co no cen y quie ren mo di fi car.
Más de este co no ci mien to y cui da do para es cri -
bir el que chua, se ha lla en el Ca pí tu lo XVI ti tu la -
do La fun da ción del Coz co, ciu dad im pe rial. Su
co no ci mien to de lo que hoy día
de no mi na ría mos lin güís ti ca, le
per mi te ana li zar el es pa ñol y el
que chua con su fi cien cia, mos -
tran do que sus ob ser va cio nes
son im por tan tes. Al escribir
Cozco, toma en cuenta la
pronunciación de sus coetáneos,
que es justamente Cozco.
A par tir de este pun to, se
debe con si de rar la for ma de es -
cri bir el nom bre de la ciu dad inca
por es pa ño les como por in cas
que apren die ron el cas te lla no y
su es cri tu ra. Es abru ma dor es cri -
bir Cuz co. No se diga como ar gu -
men to, que los es pa ño les no po -
dían pro nun ciar el nom bre de
nues tra ciu dad. Opi nión erró -
nea, como mues tra la vas ta can ti -
dad de do cu men tos a par tir del si -
glo XVI, en los que se es cri be
correctamente el nombre de
nuestra ciudad.
Tam bién de be rían in cluir al
Inca Gar ci la so, en tre los que no
es cri ben co rrec ta men te el nom -
bre de nues tra ciu dad. Con la
agre si vi dad ca rac te rís ti ca y la
arro gan cia de su des co no ci mien -
to, til dar de ene mi gos del que -
chua a quie nes uti li zan la “Z” en
el nom bre de nues tra ciu dad,
como lo hace el Inca Gar ci la so, pues to que a lo
lar go de su obra, es cri be Coz co en di fe ren tes
con tex tos. ¿Por qué no lo ha cen? La úni ca res -
pues ta ló gi ca que se pue de te ner o ima gi nar, es
que no han leído y releído, la obra del Inca
Garcilaso de la Vega.
Sin em bar go, es de jus ti cia re fe rir me Al Dr.
Ro dol fo Ce rrón Pa lo mi no, el me jor lin güis ta del
que chua en este mo men to. En 1997 es cri bió el
ar tícu lo ti tu la do Cuz co y no Cus co, me nos Qos -
6 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Cozco, Cuzco, Qosqo, Cusco, Kosko.
qo (1997. 165 – 169). Como
bien sa be mos los cuz que ños, la
im po si ción de es cri bir Cus co,
es pro pio de una his to rie ta de
la pi ca res ca cuz que ña. Más ade -
lan te tra ta ré del pro ce di mien to
uti li za do para lo grar esta im po si -
ción. Ro dol fo Ce rrón Pa lo mi no
en un an to ló gi co de su obra,
vuel ve al tema con el ar tícu lo ti -
tu la do Cuz co, la piedra donde
se posó la lechuza. Historia de
un nombre (2008: 259 – 290).
Inte re sa tra tar del ori gen de
la im po si ción de es cri bir Cus -
co. Es his to ria lo cal muy co no ci -
da, pero de la cual será la pri me -
ra vez que se es cri ba algo. Se ría
di ver ti do, pero de bi do a las con -
se cuen cias que tuvo y tie ne, evi -
den cia que las mal in for ma cio -
nes, se de ben ven ti lar en el mo -
men to, aun que hacerlo tarde
tampoco es tan malo.
En la co rrien te de es cri bir
Cus co, el prin ci pal au tor, del
que co noz co más, por sus pro -
pias de cla ra cio nes fue ARP. Uso
sus ini cia les, por que fa lle ció
hace va rios años. Fue pe rio dis -
ta cul to, es cri bía poe sía, cuen -
tos y edi to ria les en uno de los
dia rios de la ciu dad. Exce len te
per so na. Su cau sa de com ba te
in te lec tual, cual ca ba lle ro an -
dan te, fue que el nom bre de la
ciu dad de bía es cri bir se Cus co,
así con . Fue ob se sión que
guia ba gran par te de su ac ti vi -
dad pe rio dís ti ca. La prin ci pal ra -
zón que ex po nía, fue que la pa -
la bra Cuz co en los dic cio na rios
del idio ma es pa ñol, apa re cía
como pe rro fal de ro. No ne ce si -
ta ba ma yor ar gu men to, para in -
sis tir en el cam bio. Los do cu -
men tos his tó ri cos no te nían im -
por tan cia, ni valor alguno, su
empresa de restitución del
nombre decente de la ciudad
estaba por encima de todo.
ARP fue Se cre ta rio del Con -
ce jo Pro vin cial del Cuz co. En
esa épo ca te nía a su car go va rie -
dad de ta reas, in clu so re pre sen -
tar al al cal de en ac ti vi da des pro -
to co la res. Fue ron tiem pos en
que los al cal des se nom bra ban
por el Mi nis te rio del Inte rior, to -
man do la re fe ren cia una ter na
en via da del Cuz co a Lima. Así
fue nom bra do Alcal de de la Ciu -
dad del Cuz co el dis tin gui do ciu -
da da no JLB, per so na de gran ca -
li dad hu ma na, fina ins truc ción y
mu cho pres ti gio en la ciu dad.
ARP in ten si fi có sus ges tio nes
con más fuer za, lo gran do se
pro mul ga ra una Re so lu ción de
Alcal día. Dis po nía que el nom -
bre de la ciu dad de bía es cri bir -
se con o sea Cus co. Se re -
mi tió la do cu men ta ción per ti -
nen te a Lima, esta vez al Mi nis -
te rio de Edu ca ción, para que
oficializará el cambio de
nombre, porque era acuerdo
oficial del Concejo Provincial
del Cuzco.
No se so li ci tó opi nio nes de
lin güis tas me nos de his to ria do -
res, tam po co se con sul tó a es tu -
dio sos de his to ria del Cuz co.
No se re vi só la fron do sa in for -
ma ción cro nís ti ca y do cu men -
tos co lo nia les y re pu bli ca nos.
Bas tó la de ci sión del Alcal de y
de su Se cre ta rio. Así se cam bió,
nada me nos, que el nom bre de
la ciu dad más an ti gua de nues -
tra pa tria, que fue ra Ca be za
destos Reynos del Perú y
centro del universo andino.
El prin ci pal ar gu men to fue
una bre ve en tra da en el Dic cio -
na rio de la Len gua Espa ño la.
No se to ma ron en cuen ta con si -
de ra cio nes his tó ri cas y lin güís ti -
cas. La en tra da del Dic cio na rio,
to ma do como el mayor
argumento fue:
Cuz co. (de Cuz) m. Pe rro pe que -
ño. (Vo lu men 4, pag.488, Dic cio -
na rio de la Len gua Espa ño la)
El pro po nen te y los com ba -
tien tes para no es cri bir con “Z”
El Antoniano 126 – Junio de 2014 7

Jorge A. Flores Ochoa
el nom bre de la ciu dad más an ti gua de los Andes,
con si de ra ron su fi cien te la pri me ra en tra da del
dic cio na rio. Lo que no hi cie ron, en tre afi cio na -
dos y aca dé mi cos, como los agre si vos pro po nen -
tes y de fen so res de la , fue bus car in for ma -
ción com ple men ta ria en el mis mo dic cio na rio.
Por que nada me nos que en la pá gi na anterior del
mismo volumen se halla la siguiente entrada:
Cus co (De la voz cuz con se seo y re pe ti da, con
que se lla ma al pe rro). M. Arg. Bol. y Uru. Cuz -
co. (Vo lu men 4, Pag. 487. Dic -
cio na rio de la Len gua
Española).
El prin ci pal ar gu men to para es -
cri bir con , pier de le gi ti mi -
dad y res pal do. Evi den cia to tal
au sen cia de cui da do en la in ves ti -
ga ción y para sos te ner pun tos de
vis ta. Ade más evi den cia la fa la cia
del ar gu men to, para que se die ra
el Edic to Mu ni ci pal, que sir vió
para sor pren der al Mi nis tro de
Edu ca ción del mo men to. Prue -
ba como se ac túa, cuan do se
guía sólo por sen ti mien tos y de -
seos de fi gu ra ción, sin ma yor cui -
da do, ni rea li zar el mí ni mo de es -
tu dios. Se com prue ba que el ori -
gen de pro po ner Cus co, cam -
bian do el que se ha lla en la vas ta
do cu men ta ción vi rrei nal que
exis te en el Archi vo De par ta men -
tal, fue pro duc to del error, del
des co no ci mien to de las fuen tes
y actuar por sorpresa, como del
que busca la oscuridad de la
noche para lograr sus
propósitos.
Mos tra ré otro ejem plo de no
te ner cui da do, para sos te ner
pun tos de vis ta sin el su fi cien te
es tu dio de las fuen tes. Vuel vo a
la Mu ni ci pa li dad del Cuz co y a mi
“También es de
advertir que en
aquella lengua
general del
Cozco (de quien
es mi intención
hablar, y no de
los particulares
de cada
provincia que
son
innumerables.”
ami go, que con ven ció al Alcal de, para que die ra
el edic to ya re fe ri do so bre la for ma de es cri bir el
nombre de nuestra ciudad.
La his to ria que vie ne fue, nue va men te de sa -
rro lla da por mi ami go ARP, que como Se cre ta rio
del Con ce jo Pro vin cial del Cuz co, sa bía, de pri -
me ra mano y per fec ta men te las so li ci tu des que
se pre sen ta ban a la Alcal día. Una dama es pa ño la,
M. del C. M. R., que se re cla ma ba his to ria do ra,
en una de sus fre cuen tes vi si tas al Cuz co, co mu -
ni có con gran en tu sias mo a ARP, Se cre ta rio Ge -
ne ral del Con ce jo Pro vin cial del Cuz co, que ha -
bía traí do de Espa ña un do cu men to va lio sí si mo
so bre el Cuz co. Fue una fo to co pia de la ter ce ra
edi ción de las Me mo rias de la Gran Ciu dad del
Cuz co, es cri ta por Juan Mo gro ve jo de la Cer da,
y pu bli ca da en 1690. Interesante documento
aunque no de excepcional valor, mucho menos
que fue ejemplar único.
Mi ami go el Se cre ta rio del Mu ni ci pio, ofre ció
ges tio nar su pu bli ca ción. Puso
una con di ción: que el nom bre
de la ciu dad, es cri ta Cuz co, en
su for ma his tó ri ca, fue ra sus ti tui -
do por la . Es in creí ble,
pero la his to ria do ra es pa ño la
acep to el cam bio. Así se ree di tó
este li bro, con aus pi cio del Ro -
tary Club Cus co Dis tri to 445
R. I. y la CIA. CERVECERA DEL
SUR DEL PERÚ S.A. CUSCO –
PERÚ 1983. Así fi gu ra en la edi -
ción aus pi cia da por dos en ti da -
des de pres ti gio en la ciu dad. Es
ver dad, aunque parezca novela,
propia de la picaresca madrileña.
Hay algo más. En el in te rior
del li bro ree di ta do, se in clu ye un
gra ba do, que debe ha ber se rea li -
za do en plan cha me tá li ca. Está
en una de las pri me ras pá gi nas
del ori gi nal y con tie ne la si guien -
te le yen da: RECOPILACION
DE LEYES DE LOS REYNOS DE
LAS INDIAS. TOMO SEGUN -
DO. De ba jo tam bién en el ori gi -
nal, hay una car te la con la si guien -
te le yen da, que reproduzco en
su totalidad. Dice:
Ley iiij Que la ciu dad del Cuz co
Sea mas prin ci pal del Perú, y ten -
ga el pri mer voto de la Nue va Cas -
ti lla.
A con ti nua ción se men cio na al Rey de Espa ña
y al pie la si guien te le yen da:
EN MADRID, Por Anto nio Pe rez de Soto.
Año de 1774. Ter ce ra Edi ción
En la ree di ción de un li bro, mu cho más si es an -
ti guo, no es lí ci to, éti co, ni cien tí fi co al te rar lo.
Me nos cam biar el nom bre de Cuz co por Cus co.
Es pro pio de la pi ca res ca es pa ño la. De sas tro so
por los efec tos que tie ne en el pú bli co que no
está ad ver ti do o es aje no a los cui da dos que se
8 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Cozco, Cuzco, Qosqo, Cusco, Kosko.
de ben ob ser var al ree di tar edi -
cio nes an ti guas. Me ima gi no
cómo de ben es tar rien do los
que sa ben del cui da do que se
debe te ner al ree di tar libros y
con mayor razón, si son del
siglo XVII.
En este pun to de pi ca res ca
li te ra ria, se debe aña dir la ta -
rea de ARP, de con ven cer a los
cuz que ños, que ocu pa ban po -
si cio nes es pe cia les, para que
acep ta ran cam biar el nom bre
del Cuz co y del de par ta men -
to, que tie ne la mis ma de no mi -
na ción. Fue ta rea en la que
ARP jugó a tres ban das. Como
Se cre ta rio del Con ce jo Pro vin -
cial del Cuz co, con ven ció al
Alcal de de la ciu dad. En su po -
si ción de Pre si den te del Insti tu -
to Ame ri ca no de Arte del Cuz -
co, hizo que esta ins ti tu ción,
que goza de gran pres ti gio,
pues to que sus so cios son pin -
to res, mú si cos, his to ria do res,
li te ra tos, poe tas, ar tis tas, ju ris -
tas, res pal da ra su pro pues ta.
En fin per so nas de alto ni vel y
pres ti gio. Por úl ti mo, como
pe rio dis ta de uno de los dia -
rios pres ti gio en la lo ca li dad,
creó co rrien te de opi nión,
con ar tícu los de la ne ce si dad
de mo di fi car la es cri tu ra del
nom bre de la ciu dad. El prin ci -
pal ar gu men to, nue va men te
fue Cuz co de sig na al pe rro en
el es pa ñol de Espa ña.
Se ría pru den te pen sar en re cu -
pe rar el nom bre ori gi nal de nues -
tra ciudad. La historia escrita, la
do cu men ta ción ori gi nal, como la
que ate so ra el Archi vo His tó ri co
Re gio nal, con do cu men tos des -
de el si glo XVI, está es cri ta con
y no con . No se
pue de cam biar la his to ria con ar -
gu men tos li ge ros. Ade más el
que chua del si glo XVI, va ría del
ac tual, como se pue de com pro -
bar estudiando los diccionarios
antiguos del quechua.
La for ma Cus co, no de fien de
nada in cai co, más bien es otra
for ma de de no mi nar a los ca -
nes. Como se dice en el ha bla
po pu lar ac tual: Es la mis ma cho -
la con otra po lle ra. Los fun da -
men ta lis mos no son vá li dos en
nin gún caso. No son pro duc to
del es tu dio, tan sólo de la su po -
si ción o de la bús que da de ori gi -
na li dad, que se debe lo grar tra -
ba jan do con se rie dad, con sul -
tan do fuen tes ori gi na rias de pri -
me ra mano. Los que no así, re -
cuer dan al que in cen dió la gran
Bi blio te ca de Ale jan dría, so la -
men te para que su nom bre pa -
sa ra a la his to ria.
En la do cu men ta ción des de
el si glo XVI, cuan do se in tro du -
ce la es cri tu ra, en los an des, el
nom bre de nues tra ciu dad, es
Cuz co. Es rei te ra da en for ma
con sis ten te, en la do cu men ta -
ción ofi cial y de todo tipo. Tam -
bién en las de no mi na das, en tér -
mi nos ge ne ra les, cró ni cas. Coz -
co es otra for ma que tie ne va -
lor, por que es como se la es cri -
be en la do cu men ta ción de la
épo ca y em plea da por el Inca
Gar ci la so de la Vega. En las
ADVERTENCIAS. Acer ca de la
len gua Ge ne ral de los Indios
del Perú, que se ha lla al ini cio
de Los Co men ta rios Reales de
los Incas, es clara la advertencia
del Inca Garcilaso:
Para que se en tien da me jor lo
que el favor divino hubiésemos
de es cri bir en esta His to ria, por -
que en ella he mos de de cir mu -
chos nom bres de la len gua ge ne -
ral de los in dios del Perú, será
bien dar algunas advertencias
acer ca de ella. La pri me ra sea,
que tiene tres maneras diversas
para pro nun ciar al gu nas sí la -
bas, muy di fe ren tes de como
las pronuncia la lengua españo -
la, en las cua les pro nun cia cio -
nes consisten las diferentes sig -
ni fi ca cio nes de un mis mo vo ca -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 9

Jorge A. Flores Ochoa
blo: que unas sí la bas se pro nun cian en los la bios,
otras en el pa la dar, otras en lo in te rior de la gar gan -
ta, como ade lan te da re mos los ejem plos don de se
ofre cie ren […] Tam bién es de ad ver tir que en
aque lla len gua ge ne ral del Coz co, (de quien es mi
in ten ción ha blar, y no de las particulares de cada
provincia, que son innumerables) [….] (Garcilaso
de la Vega, 1973:5)
Con ti nua mos en fa ti zan do, que los do cu men -
tos ofi cia les, vi si tas, cró ni cas, le yes, jui cios, en fin
en todo lo es cri to, se ha usa do y
se gui rá usán do se, el nom bre de
nues tra ciu dad, como Cuz co.
Algu nos fun da men ta lis tas des co -
no ce do res del va lor de la do cu -
men ta ción de cin co si glos, creen
[…] al cual
pueblo [de hasta
treinta casas
pequeñas pajizas
y ruines […]
llamaban los
moradores de
él, desde su
antigüedad,
Cozco, y lo que
quiere decir este
nombre Cozco
no lo saben
declarar, más
que ansí se
nombraba
antiguamente.”
que pue den omi tir o mo di fi car
for mas de es cri tu ra. Es re sul ta do
de su des co no ci mien to de las re -
glas ele men ta les de res pe tar, al
tra ba jar con do cu men ta ción, su
escritura. Que una española
aceptara estas sugerencias, es
entendible.
Son los lin güis tas los que
apor tan con ma yor in for ma -
ción en es tos ca sos. Uno de
ellos es el Dr. Enri que Ca rrión
Ordo ñez, pro fe sor de lin güís ti -
ca en la Uni ver si dad Ca tó li ca
del Perú. En el Nº 2 de la re vis -
ta HISTÓRICA de 1993, pu bli -
có el ar tícu lo ti tu la do Cuz co
con “z”. Su pun to de vis ta, di fie -
re com ple ta men te al de los cuz -
que ños, bue nos ha blan tes del
runa simi, pero no ex per tos en
su aná li sis. Ana li za y ex pli ca con
cla ri dad, que el que chua cuz -
que ño ur ba no di fie re al de los
ha blan tes ru ra les. Nin gu no ha
he cho aná li sis para in di car y ex -
pli car las di fe ren cias. El cri te rio
de ver dad, co rres pon de a los pro fe sio na les
del es tu dio cien tí fi co de los idio mas, en este
caso el runa simi. El que chua no es ca pa a la
regla de la especialización. Ser hablante de una
lengua, no convierte a nadie en lingüista.
Es tam bién con ve nien te y ne ce sa rio, con si de -
rar las ob ser va cio nes y ar gu men tos lin güís ti cos
de Ro dol fo Ce rrón Pa lo mi no, ha blan te de que -
chua en la va rian te huan ca. Doc tor en Lin güís ti ca
por la Uni ver si dad de Cor nell, tam bién por el cri -
te rio de au to ri dad lin güís ti ca que po see y ser au -
tor de variados trabajos de lingüística del
quechua.
En 1997, en la re vis ta HISTÓRICA del De par -
ta men to de Hu ma ni da des de la Pon ti fi cia Uni ver -
si dad Ca tó li ca del Perú, es cri bió el ar tícu lo Cuz -
co y no Cus co ni me nos Qos qo. Una cita de San -
ta Cruz, al ini cio del ar tícu lo, se ña la la di rec ción
de su ar tícu lo con una cita de Santa Cruz
Pachacuti que dice:
Y des pués [Man co Ca pac] le bido
una peña que los na tu ra les de allí
[…] les lla ma ban Khuz ko casa. Y
de allí vino a lla mar se Cuz co pam -
pa y Cuz co llac ta, y los yngas que
des pués se in ti tu la ron Cuz co
capac o Cuzco ynca.
San ta Cruz Pa cha cu ti ([1613]
1993: f. 8)
Pos te rior men te, el año 2008,
pu bli ca otro tra ba jo am plian do
sus es tu dios del nom bre de la ciu -
dad del Cuz co. Ti tu la: “Cuz co.
La pie dra don de se posó la le chu -
za. His to ria de un nom bre”
(2008: 259–290). Lo ini cia con
la afir ma ción contundente de:
y no fue
como el nom bre de la an ti gua me -
tró po li del im pe rio in cai co que dó
con sa gra do des de los tiem pos ini -
cia les de la co lo nia. (Ce rrón
Palomino, 2008: 259)
En el ini cio de este ar tícu lo in clu -
ye otra cita, esta vez es de Juan
Diez de Be tan zos. Au tor de una
de las fuen tes tem pra nas, pues
data de 1551. Con si de ro que se -
ría mejor y correcto, reproducir in
ex ten so el ar tícu lo del Dr. Ce -
rrón–Pa lo mi no, para aho rrar con ti -
nuas y ex ten sas ci tas. Citando a
Betanzos escribe:
“[…] al cual pue blo [de has ta trein ta ca sas pe -
que ñas pa ji zas y rui nes […] lla ma ban los mo ra -
do res de él, des de su an ti güe dad, Coz co, y lo
que quie re de cir este nom bre Coz co no lo sa ben
de cla rar, más que ansí se nombraba
antiguamente”.
Be tan zos (1551) 2004: I, III, 56)
He to ma do la li cen cia de usar las dos ci tas
que in clu ye el Dr. Ce rrón Pa lo mi no, pues to
que tie nen im por tan cia en el pro pó si to de es -
10 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Cozco, Cuzco, Qosqo, Cusco, Kosko.
cla re cer el uso in de bi do y
poco cien tí fi co al es cri bir Cus -
co por el nombre de esta
ciudad.
Re tor nan do al tex to del doc -
tor Ce rrón–Pa lo mi no. Mi opi -
nión, de no es pe cia lis ta en lin -
güís ti ca, mu cho me nos en lin -
güís ti ca his tó ri ca, es opi nar
que es el úni co tra ba jo que tra -
ta del nom bre de la ciu dad
como Cuz co y no del equi vo -
ca do que se im pu so por per so -
nas no en tre na das en lin güís ti -
ca y me nos en la his tó ri ca. Tra -
tan de bo rrar la do cu men ta -
ción uti li za da para es tu diar la
ci vi li za ción de los incas y del
proceso posterior que vino
del bien perdido.
En re la ción al uso de Cuz co,
es muy va lio so re fe rir se al úl ti -
mo nú me ro, el 141 de la Re vis -
ta Uni ver si ta ria de la Uni ver si -
dad Na cio nal de San Anto nio
Abad del Cuz co, que cuen ta
con más de cien años de
existencia.
Es gra to in cluir, en este pun -
to, la Nota Bene, del nú me ro
141 de la Re vis ta Uni ver si ta ria
que in clu ye la si guien te Nota
Bene, que es un ade lan to. Res -
pec to a la co rrien te de es cri bir
Cus co por Cuz co. La edi ción
es tra ba jo de una Co mi sión de
Edi ción que pre si de el Dr. Jai -
me Pan ti go so Sa las e in te gra da
por el Dr. Ma rio P. Pan to ja Pa lo -
mi no, el Mgt. Ángel R. Nú ñez
Sa las y la Lic. Irma Sa ma nez
Paz. Re sal ta esta edi ción, por -
que es de va lor, la po si ción edi -
to rial, de res pe tar la es cri tu ra
del nom bre de nues tra ciu dad,
en la for ma que la usen los di fe -
ren tes co la bo ra do res. Cuz co
es el ori gi nal de nues tra ciu dad,
del de par ta men to y tam bién de
la uni ver si dad. Fe li ci to a los
editores.
La Re vis ta Uni ver si ta ria in clu -
ye una Adver ten cia, que con si -
de ro de va lor. Por esta ra zón
trans cri bo en su to ta li dad, al fi -
nal de este articulo. Dice:
Adver ten cia
So bre la es cri tu ra del nom bre
de esta ciu dad de be mos aco -
tar lo si guien te:
CUZCO. En el cas te lla no de
la épo ca de la Con quis ta, s.
XVI coe xis ten dos fo ne mas si -
bi lan tes, una api cal /s/ que
se es cri bía con la le tra ese,
S, y otras si bi lan tes dor sal
/ss/ con la le tra zeta. La pro -
nun cia ción de la si bi lan te en
QUSQU era más apro xi ma -
da a /ss/ que a /s/. Por tal mo -
ti vo, los cro nis tas prin ci pal -
men te, es cri bie ron Cuz co,
cuyo uso con ti nuó has ta la
sép ti ma dé ca da del si glo pa -
sa do y es la for ma más ex ten -
di da fue ra del Perú.
CUSCU. El 12 de mar zo de
1971, a pro pues ta del Insti -
tu to Ame ri ca no de Arte y la
Aca de mia Ma yor de la Len -
gua Que chua, la Mu ni ci pa li -
dad apro bó la for ma Cus co.
En 1986, el Mi nis te rio de
Edu ca ción ofi cia li zó la for ma
grá fi ca de Cuz co. Es la for -
ma más usa da en el Perú. En
esta edi ción res pe ta mos am -
bas for mas.
QOSQO. Pro nun cia do
/qUsqU/. En el que chua su re -
ño va rie dad Wampuy, sub va -
rie dad Chin chay, fue el nom -
bre de la ciu dad del
Tawantinsuyu.
QUSQU. Es la for ma grá fi ca
ofi cial ac tual, de acuer do al
Alfa be to Ofi cial apro ba do por
R.M. Nº 1218 del 18 de no -
viem bre de 1985.
QOSQO. El Con ce jo Mu ni ci -
pal del Cus co, con el Acuer do
Mu ni ci pal Nº 078, del 23 de
ju nio de 1990, dis pu so ins ti -
tuir el uso del nom bre Qos qo
en to dos los do cu men tos del
Gobierno Municipal.
(To ma do del Nº 141 de la Re -
vis ta Uni ver si ta ria, del 2012.
Nota Bene […] Asi mis mo se
pun tua li za que se man tie ne
la or to gra fía ori gi nal de los ar -
tícu los to ma dos de las pu bli -
ca cio nes de co mien zos del si -
glo pa sa do así como el es ti lo
de los tex tos que tie nen ori -
gen oral.
Con si de ro es ta mos en buen
ca mi no, por que per so nas
que po si ble men te no tie nen
me nor idea del res pe to a la
es cri tu ra de ar tícu los, asu -
men por su cuen ta po ner Cus -
co, don de está escrito
Cuzco.
Esta ad ver ten cia es de gran
va lor, por que en mu chas ins ti tu -
cio nes exis ten per so nas que
fun gen de edi to res y/o co rrec -
to res de es ti lo que creen te ner
el de re cho a mo di fi car los ori gi -
na les que se les en tre gan. Es
una de las ra zo nes para no co la -
bo rar con ins ti tu cio nes que rea -
li zan es tas mo di fi ca cio nes.
REFERENCIAS
—Bonavia, Duccio. (1991). Perú. Hom bre e
Historia. De los orí ge nes al si glo XV. Fun -
da ción del Ban co Con ti nen tal para el Fo -
men to de la Edu ca ción y la Cul tu ra. Edi cio -
nes Edubanco, Lima.
—Carrión Ordoñez, Enri que. (1993). Cuz -
co, con z. Histórica, XVII: No.2: 267–270.
—Cerrón Palomino, Rodolfo. (1997). Cuzco
y no Cus co, ni me nos Qos qo. Histórica, Vol.
XXI, Nº 2: 165 – 170. De par ta men to de
Humanidades. Pontificia Universidad Cató
li ca del Perú. Lima.
—Cerrón Palomino, Rodolfo. (2008). Cuzco,
la pie dra don de se posó la le chu za. His to ria
de un nom bre. Voces Del Ande. Ensa yos
sobre onomástica andina. Fondo Editorial
Pontificia Universidad Católica del Perú.
—Flo res Ochoa, Jor ge A. (1976). Enqa, en -
qay chu, illa y khu ya rumi. Aspectos mágico.
religiosos entre pastores. Journal de la So -
ciete des Americanistes. Tome LXIII: 245 –
262. Societé des Americanistes, Pa ris.
—Gar ci la so Inca de la Vega, 1960 (1609).
Comentarios Reales de los Incas. Primera
Parte. Obras Completas del Inca Garcilaso
de la Vega, Vol. II. Biblioteca de Autores
Españoles. Madrid.
—Real Academia Española. (2001). Diccio -
na rio de la Len gua Espa ño la. Real Aca de mia
Espa ño la. Vi gé si ma Se gun da Edi ción,
Impre so en Espa ña
El Antoniano 126 – Junio de 2014 11

ECOSOFÍA ANDINA
—UN PARADIGMA ALTERNATIVO DE CONVIVENCIA CÓSMICA Y DE VIVIR BIEN—
esde una década, vivimos una secuencia de crisis,
Dtan to a ni vel con ti nen tal como glo bal, que pa re -
cen ser la ma ni fes ta ción aún par cial de una cri sis ci vi li -
za to ria ma yor. Lo que el Club de Roma, en for ma in ci -
pien te, pero a la vez de ma ne ra muy de ci di da ya ha -
bía ad ver ti do en los años 1960, está su ce dien do en
es tos mo men tos ante nues tros ojos: el equi li brio eco -
lógico está deteriorado de tal manera que huracanes,
inundaciones, sequías y nuevas enfermedades se tur -
Josef Estermann 1
nan a una ve lo ci dad cada vez ma yor. Esta “cri sis eco ló -
gica” viene acompañada de una crisis “alimentaria”,
una crisis “financiera”, una crisis “económica”, sin hablar
de las crisis de legitimidad política en muchas partes
del mun do, de la cri sis de va lo res, de la cri sis “re li -
gio sa” y de la cri sis de “sen ti do” para la ge ne ra ción jo -
ven con mi ra da al fu tu ro.
“Cri sis” sig ni fi ca, como sa be mos, “tiem po de de -
ci sión”, y la fi lo so fía, si no quie re ser un mero ejer ci -
1 Do cen te de la Uni ver si dad de Lu cer na. Doc tor en Fi lo so fía por la Uni ver si dad de Utrecht – Ho lan da. Fue di rec tor del Insti tu to de Mis kio no -
logía Mission en Aquisgrán (Aachen; Alemania), editor de la revista Chakana en La Paz (Bolivia) y trabajó como catedrático e investigador en
la Universidad Mayor de San Andrés de Bolivia, la Universidad Católica Boliviana San Pablo y la Universidad Andina Simón Bolívar.
12 El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line)

Ecosofía andina
cio men tal o acro ba cia in te lec -
tual, debe de con tes tar ante esta
in fla ción o acu mu la ción de cri sis.
Tal como en la Anti güe dad, ante
la in mi nen te caí da del Impe rio
Ro ma no, el dis cur so do mi nan te,
sin em bar go, no es el de la cri sis,
sino del “cre ci mien to”, de la “ma -
xi mi za ción de ga nan cias” y del
pla cer de sen fre na do pos mo der -
no y neo li be ral–ca pi ta lis ta. Un
pro fe ta de la cri sis no es bien vis -
to, mien tras las ta sas del PIB es -
tán aún —o de nue vo— en di -
rec ción as cen den te. La fi lo so fía
como tal, y la fi lo so fía la ti noa me ri -
ca na en es pe cial, tie nen la tarea
crítica y constructiva de evaluar
alternativas, ante esta situación
poco esperanzadora.
Plan teo en este tra ba jo, des de
la fi lo so fía an di na y en pers pec ti -
va in ter cul tu ral, una mi ra da crí ti -
ca a la con cep ción do mi nan te de
la tra di ción fi lo só fi ca oc ci den tal
respecto a la Naturaleza, como
tam bién pers pec ti vas para una
“ecosofía” en clave holística e
integral.
1. DEL ORGANISMO A
LA MÁQUINA
Si par ti mos del su pues to que
las cri sis ac tua les son mues tras
sec to ria les de una cri sis ci vi li za to -
ria ma yor, y no me ros tras tor nos
co yun tu ra les de un pa ra dig ma bá -
si ca men te pro pi cio, re sul ta ur -
gen te ha cer una re fle xión pro fun -
da de las ca rac te rís ti cas del mo de -
lo ci vi li za to rio oc ci den tal en cues -
tión, de sus ba ses ideo ló gi cas y
su tras fon do fi lo só fi co, a fin de
efec tuar un ejer ci cio “de cons truc -
ti vo” del mis mo. Par to de la con -
vic ción de que se me jan te em pre -
sa no pue de lle var se a cabo den -
tro de una sola tra di ción (de ma -
ne ra in tra–cul tu ral), tal como vie -
ne pro po nien do la fi lo so fía pos -
mo der na. La toma de con cien cia
da la cri sis ci vi li za to ria oc ci den tal
ac tual, sólo es po si ble en pers -
pec ti va in ter cul tu ral, in clu yen do
la ex te rio ri dad o tras cen den cia
pa ra dig má ti ca, es de cir la al te ri -
dad fi lo só fi ca. Con otras pa la -
bras: mi crí ti ca de cons truc ti va no
es in tra–cul tu ral, tal como pre ten -
de ser la fi lo so fía pos mo der na,
sino in ter–cul tu ral, en el sentido
de una “hermenéutica diatópica”
o “politópica” que incluye el
punto de vista del otro y de la
otra, también en clave filosófica,
es decir: la “otra filosofía”.
Por lo tan to, con si de ro que la
fi lo so fía an di na no es so la men te
un asun to etno–fol cló ri co, ni ne -
ta men te his tó ri co, sino una ne ce -
si dad epis te mo ló gi ca para po der
“de ve lar” los pun tos cie gos de
una tra di ción en claus tra da en un
so lip sis mo ci vi li za to rio, fue ra
éste lla ma do “eu ro cen tris mo”,
“oc ci den to cen tris mo” o “he le no -
cen tris mo”. El tema de la al te ri -
dad (u “otre dad”), plan tea do por
el fi ló so fo ju dío li tua no “mar gi na -
do” res pec to al mains tream oc ci -
den tal, Emma nuel Lé vi nas, y re -
cu pe ra do por la ana léc ti ca de la
Fi lo so fía de la Li be ra ción la ti noa -
me ri ca na, me pa re ce fun da men -
tal a la hora de to car el tema de la
Naturaleza. Y esto sería ya una
am plia ción del tema de la al te ri -
dad des de las tra di cio nes in dí ge -
nas, sa lien do del an dro– y an tro -
po–cen tris mo to da vía vi gen tes
en Lé vi nas y parte de la filosofía
liberacionista, incluyendo en las
reflexiones también al otro y la
otra no–humanos, es decir la
alteridad ecosófica.
Me pa re ce que uno de los
pun tos “cie gos” de la tra di ción
do mi nan te de Occi den te, al
me nos des de el Re na ci mien to,
ha sido jus ta men te el tema de
la al te ri dad “eco só fi ca”. Aun -
que la tra di ción se mi ta (ju -
deo–cris tia na) haya in tro du ci do
al dis cur so on to ló gi co de ter mi -
nis ta y ce rra do de la ra cio na li -
dad he lé ni co–ro ma na las pers -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 13

Josef Estermann
pec ti vas de la “tras cen den cia”, “con tin gen cia” y
“re la cio na li dad”, es de cir: la no–con men su ra bi li -
dad en tre el uno y el otro, en tre el ego cen tris mo
hu ma no y la re sis ten cia de la tras cen den cia cós -
mi ca, re li gio sa y es pi ri tual, la ra cio na li dad oc ci -
den tal mo der na se ha vuel to nue va men te un lo -
gos de la “mis mi dad”, del en ce rra mien to on to ló -
gi co sub je ti vo, de la fa ta li dad que
tie ne nom bres como “la mano in -
vi si ble del Mer ca do”, “coac ción
fác ti ca” (Sach zwang), “cre ci mien -
to ili mi ta do” o “fin de la his to ria”.
La cri sis ci vi li za to ria ac tual tie ne
que ver con el ago ta mien to de los
plan tea mien tos de la mo der ni dad
y pos mo der ni dad oc ci den tal, plan -
tea mien tos que se fun da men tan
bá si ca men te en una fa la cia que
in actu re cién se des vir túa en nues -
tros días: la ex pan sión hu ma na, en
to das sus for mas, no tie ne lí mi tes.
O con otras pa la bras: vi vi mos su -
pues ta men te en un mun do ili mi ta -
do. Esta fa la cia re tor na a nues tros
pre con cep tos como bu me rán, en
for ma de los co lap sos de eco– y
bio–sis te mas, mer ca dos fi nan cie -
ros hi per vo lá ti les, ne cro–com bus -
ti bles, ham bru nas y re vuel tas po lí ti -
cas de las per so nas que siem pre
han su fri do las li mi ta cio nes rea les
de su mun do. Exis te un solo cre ci -
mien to apa ren te men te “ili mi ta do”
que se lla ma “cán cer”, y to dos/as
sa be mos que sólo lle ga a su fin en
la muer te. Esta fa la cia fue ex pre sa -
da por He gel en for ma in su pe ra -
ble al iden ti fi car la fi lo so fía de lo ab -
so lu to con la fi lo so fía ab so lu ta, es
de cir: con el es pí ri tu oc ci den tal
mo der no. El “afán in fi ni to” (unend -
liches Streben) de Fich te, de sen ca -
de na do so bre la Na tu ra le za “cie ga
y sor da”, se ha con ver ti do en ava ri -
cia ili mi ta da, en ex plo ta ción y acu -
“La crisis
civilizatoria actual
tiene que ver con
el agotamiento de
los
planteamientos
de la modernidad
y posmodernidad
occidental,
planteamientos
que se
fundamentan
básicamente en
una falacia que
in actu recién se
desvirtúa en
nuestros días: la
expansión
humana, en todas
sus formas, no
tiene límites.”
mu la ción de bie nes y di ne ro en for ma de sen fre na -
da. El homo oe co no mi cus de la ac tua li dad no es otra
cosa que la ma ni fes ta ción ma te ria li za da de la ab so -
lu ti za ción del su je to hu ma no, plan tea do de dis tin -
tas ma ne ras por la fi lo so fía oc ci den tal mo der na.
Esta con cep ción ab so lu tis ta y mas cu li na (an dro -
cén tri co) del su je to mo der no (res co gi tans) que tie -
ne to das las ca rac te rís ti cas del dios me die val, co -
rres pon de con la ob je ti va ción, me ca ni za ción, ins -
tru men ta li za ción y de sa cra li za ción de todo lo que
se plan tea fren te a este su je to “ideal” del va rón blan -
co adulto y propietario: la Naturaleza, la corporalidad,
lo fe me ni no, lo afec ti vo, la vida y la se xua li dad.
Como muy bien ha des ta ca do la Fi lo so fía de la Li be -
ra ción: el co gi to ergo sum se vuel -
ve irre me dia ble men te con qui ro
ergo sum, y en nues tros días con su -
mo ergo sum. La ac ti tud pre do mi -
nan te de la Mo der ni dad oc ci den -
tal fren te a la al te ri dad es una ac ti -
tud de ne ga ción, opo si ción, in cor -
po ra ción, ex tir pa ción e ins tru men -
ta li za ción. Se tra ta de una ac ti tud
emi nen te men te an dro cén tri ca,
en el sen ti do de una ra cio na li dad
ana lí ti ca, con quis ta do ra, ins tru -
men ta li za do ra y ne cró fi la. La ten -
den cia “ne cró fi la” de la Mo der ni -
dad oc ci den tal se ma ni fies ta en el
he cho de que las “vir tu des” (de
vir: “va rón”) y va lo res se re du cen,
en úl ti ma ins tan cia, en va lo res de
bol sa y equi va len tes de di ne ro, y
la Naturaleza viva se convierte en
má qui na y me ca nis mo. Todo se
vuel ve “in ter cam bia ble” y “com -
pra ble”; in clu si ve el cuer po hu ma -
no y sus ór ga nos tie nen va lor mo -
ne ta rio. Con se cuen cia fi nal de
todo este pro ce so: el mis mo ser
hu ma no, al sub ir al tren del li be ra -
lis mo eco nó mi co, pier de su li ber -
tad y se vuel ve me dio de pro duc -
ción, me dio de con su mo, me dio
de una “mano in vi si ble” y de una fa -
ta li dad de se gun da po ten cia.
Por su pues to que no toda la tra -
di ción fi lo só fi ca de Occi den te ha
con tri bui do a este de sen la ce fa tal
y con tra dic to rio. Has ta in clu si ve el
Re na ci mien to, el ser hu ma no se
en ten día como par te in te gral de la
“gran ca de na del ser”, del gran or -
ga nis mo cós mi co, de los múl ti ples pro ce sos de
vida. La Anti güe dad y la Edad Me dia sos tu vie ron
aún una con cep ción or gá ni ca de la Na tu ra le za, plas -
ma da en con cep tos como la “en te le quia”, la “ani mi -
ci dad” de to dos los se res vi vos, la ar mo nía en tre mi -
cro– y ma cro–cos mos. Sin em bar go, tan to la ver -
tien te he lé ni co–ro ma na como la se mi ta ma ni fes ta -
14 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Ecosofía andina
ban siem pre una ac ti tud de mie -
do, des pre cio, so ber bia o aler ta,
se gún el caso, fren te a lo “na tu -
ral”, aso cia do con el caos, lo fe -
me ni no, lo de sen fre na do, pa sio -
nal, amo ral y pro fa no. Sal vo con -
ta das ex cep cio nes (Estoa, epi cu -
reís mo, ro man ti cis mo, hi lo zoís -
mo), la fi lo so fía y teo lo gía oc ci -
dentales consideraban a la Natu -
ra le za (y la mu jer) como un pe li -
gro que hay que con tro lar, sub yu -
gar, domesticar y conquistar. Esta
ac ti tud hos til re fle ja el tras fon do
pa triar cal de las gran des re li gio -
nes mo no teís tas y po li teís tas,
heredadas en forma secular por
la racionalidad masculina de
enfrentarse a lo dionisíaco,
natural, sensitivo, material,
femenino, o sea: a lo que se
considera “irracional”.
Los es tu dios fe mi nis tas y de gé -
ne ro han de mos tra do su fi cien te -
men te que exis te una re la ción
muy es tre cha en tre la pos tu ra
del homo oc ci den ta lis (en cuan -
to vir) fren te a la Na tu ra le za y su
pos tu ra fren te a la mu jer. Ge ne ra -
cio nes de fi ló so fos y teó lo gos aso -
cia ron la mu jer con la ma te ria
(mater), Naturaleza, el cuerpo y
lo irra cio nal (sen ti mien tos, afec -
tos, pa sio nes). La ex plo ta ción,
ins tru men ta li za ción y des truc -
ción de la Na tu ra le za va de la
mano con la ex plo ta ción, ins tru -
men ta li za ción y sub yu ga ción de
la mu jer y de los va lo res gi nó fi -
los. La éti ca oc ci den tal es, en
gran me di da, una éti ca de va ro -
nes para va ro nes, ba sa da en las
“virtudes” de la fortaleza, bravu -
ra, valentía (andreia) y pru den cia,
en des me dro de las “mu lier tu -
des” de la com pa sión, em pa tía,
cui da do y sen si bi li dad. Cuan do
hablamos de la “Naturaleza” y la
con cep ción que la fi lo so fía ha de -
sa rro lla do al res pec to, con vie ne
ha blar, en for ma pre ci sa, de una
con cep ción del va rón blan co
adul to y libre, frente a todo lo
que en su perspectiva no tenía o quien aca bó con la te leo lo gía in -
sigue no teniendo “mayoría de trín se ca del mun do ma te rial de
edad”: mujeres, esclavos, niños, los cuer pos, re du cien do la ex pli -
ancianos, animales, plantas, ca ción de cau sa li dad y mo vi mien -
cosmos.
to a la cau sa efi cien te. Por lo tan -
La con cep ción “or gá ni ca” que to, el mun do apa re ce como un
pre va le cía en la fi lo so fía oc ci den - me ca nis mo que pue de ser ex pli -
tal hasta entrada al Renacimien - ca do en base al fun cio na mien to
to, se re fe ría so la men te a la “al te - de to das sus par tes. Este giro “co-
ri dad” co rre la ti va al ideal va ro nil per ni ca no” (Ores me ade lan tó el
de una ra cio na li dad ana lí ti ca, cla si - mo de lo he lio cén tri co en más de
fi ca to ria e in te lec tua lis ta. Mien - cien años a Co pér ni co) de una ra -
tras que el va rón as pi ra ra a la in - cio na li dad “or gá ni ca” a una ra cio -
mor ta li dad del alma ra cio nal (lo-
na li dad me ca ni cis ta, per mi tió uni -
gis ti kón) y una exis ten cia es pi ri - ver sa li zar el en fo que y mé to do
tual, las mujeres, niños, esclavos ana lí ti co de la “des com po si ción”
y toda la naturaleza extra–huma - (”des com po ner para en ten -
na es tu vie ran con de na dos/as a der”). Y esto quie re de cir que
vol ver al seno del gran or ga nis - tam bién la vida se vuel ve un fe nó -
mo na tu ral de la ma te ria li dad, me no me cá ni co, con to das las
por ca re cer de alma ra cio nal. con se cuen cias para la me di ci na,
Esta disyuntiva —una naturaleza el tra to de ani ma les, plan tas,
desalmada y una humanidad, res - como para el eco sis te ma como
pec ti va men te mas cu li ni dad ani - una “mega–má qui na” cie ga, in -
ma da— se im pon dría a toda fuer - sen si ble y ob je ti va. René Des car -
za a la so cie dad mo der na y el tes y la fí si ca del si glo XVII sólo sa -
cien ti fi cis mo, una vez ablan da do ca ron las úl ti mas con se cuen cias
o de sa pa re ci do del todo el nexo de este giro, al es ta ble cer la di vi -
re li gio so de la dig ni dad cria tu ral. so ria de aguas en tre la res co gi -
Ya en la Anti güe dad y Edad Me - tans y res ex ten sa, un es pí ri tu li -
dia, el va rón “ra cio nal” se ex cep - bre, es pon tá neo, ac ti vo y por ta -
tuó de la or ga ni ci dad del mun do dor de de re chos, por un lado, y
y de la na tu ra le za, en y a tra vés una ma te ria de ter mi na da, su mi -
de una su pues ta in de pen di za - sa, pasiva y objeto de domina -
ción “idea lis ta” del es pí ri tu res - ción, por otro lado. Y esto,
pec to al sus ten to or gá ni co vi tal como sabemos, sólo era posible
(el ol vi do de la pro ce den cia ma - gracias al dualismo antropológico
ter nal; la sub li ma ción de las ne ce - y la condenación de la
si da des fí si cas; la de le ga ción de la - Naturaleza a mero “medio de
bo res ma nua les). La pau la ti na producción” (Marx) o “campo de
des na tu ra li za ción del ser hu ma - autorrealización” del espíritu
no, en y a tra vés de las con quis - (Hegel).
tas cul tu ra les y del tra ba jo, con lle - Sin em bar go, la con tra dic ción
va una gran ilu sión: ya no de pen - in trín se ca del mo de lo me ca ni cis -
de mos del sus tra to vi tal, sino que ta sur ge hoy en día con ma yor
po de mos pres cin dir, a lar go pla - fuer za, al en ten der que el ser hu -
zo, de todo lo que es “natural”. ma no no pue de pres cin dir de la
Uno de los pri me ros fi ló so fos “alteridad” natural y proyectarse
oc ci den ta les que aban do nó la a una in fi ni tud ilu so ria, sea en sen -
con cep ción or gá ni ca del cos - ti do fi nan cie ro y he do nis ta o sea
mos, en ple na Edad Me dia, fue el en sen ti do idea lis ta y es ca to ló gi -
obis po y teó lo go fran cés Ni co lás co. El bu me rán de la re la cio na li -
Ores me (ca. 1323 – 1382), dad e in ter de pen den cia “na tu ral”
El Antoniano 126 – Junio de 2014 15

Josef Estermann
le persigue en sus hazañas virtuales y posmodernas
con una ver dad que se ig no ra ba por si glos, pero
que se vie ne im po nien do nue va men te, aun que
fue ra por la fuer za: si el or ga nis mo cós mi co su fre y
está en fer mo, el ser hu ma no tam bién lo es. La an -
tro po lo gía oc ci den tal (mo der na) es, en su ma yo ría,
una an tro po lo gía con flic ti va, tan to ad in tra como ad
ex tra: el ser hu ma no está en cons tan te lu cha en tre
dos fuer zas an ta gó ni cas, lo que se plas ma en mu -
chas metáforas, desde la parábola platónica de la ca -
rroza alada, el antagonismo paulino
entre “espíritu” y “carne”, hasta
el mo de lo psi coa na lí ti co de las pro -
vin cias y la lu cha in tra–psí qui ca
ente “ello” y “su per–yo”. Ha cia
fue ra, la con flic ti vi dad se plas ma
en una lu cha per ma nen te con tra
el “caos” y las amenazas de las
fuerzas naturales y en la
competitividad económica y
política que conlleva el axioma
suicida: “Si yo vivo, tu no vives; y si
tu vives, yo no vivo”.
“Para el ser
humano andino,
resulta un tanto
absurdo el
problema
heredado de
Occidente de
encontrarse
entre individuos
separados y
autónomos,
para emprender
y construir la
‘convivencia’ en
sentido social,
político y
ecosófico.”
2. RELACIONALIDAD
VERSUS SUSTANCIALIDAD
El sur gi mien to o la vi si bi li za ción
de una fi lo so fía an di na —en tre tan -
tas otras filosofías indígenas— se
debe a mu chos fac to res, en tre
ellos la toma de con cien cia por el
Quin to Cen te na rio del “des cu bri -
mien to”, “en cu bri mien to”, “de sen -
cuen tro” o “con quis ta” (se gún la
pers pec ti va) de Abya Yala, esta tie -
rra lla ma da “Amé ri ca La ti na” por
los co lo ni za do res. Ade más, el en -
fo que de la fi lo so fía in ter cul tu ral
vie ne plu ra li zan do el con cep to de
‘fi lo so fía’ y de cons tru yen do el mo -
no po lio oc ci den tal so bre lo que es
o no “fi lo so fía”. Al re cu rrir a la fi lo -
so fía an di na, en mi afán de una crí ti -
ca in ter cul tu ral de la con cep ción do mi nan te de la
Na tu ra le za de la fi lo so fía oc ci den tal y de una pro -
puesta alternativa para la convivencia cósmica, no
me re fie ro a una fi lo so fía pre co lo nial “pura”, que
po dría te ner un va lor his tó ri co, sino a la sa bi du ría fi -
lo só fi ca de los pue blos an di nos, des de el sur de Ve -
ne zue la has ta el nor te de Argen ti na, en la ac tua li -
dad. Este te so ro sa pien cial, plas ma do en una se rie
de há bi tos, cos tum bres, ri tua les, creen cias, na rra -
cio nes y mi tos, si gue im preg nan do el “estar en el
mundo” de grandes mayorías de pueblos
originarios y personas mestizas en la región andina
de Sudamérica, a pesar de la hibridad cultural y del
sincretismo religioso vigentes.
Com pa ran do la fi lo so fía an di na con la tra di ción
do mi nan te de Occi den te, no se tra ta de una fi lo so -
fía cen tra da en la sus tan cia li dad de los en tes y del
uni ver so, sino en la re la cio na li dad como un dato
irre duc ti ble de la es truc tu ra cós mi ca en glo ban te.
Este he cho se pue de ex pli car, en par te, por la es -
truc tu ra lin güís ti ca de los idio mas
en jue go: los idio mas in doeu ro -
peos, ante todo el grie go como
idio ma “pro to–fi lo só fi co” de Occi -
den te, se es truc tu ran al re de dor
de su je to y pre di ca do, es de cir de
un “sus tan ti vo” que re pre sen ta
una “sus tan cia”, y que es por ta do -
ra de predicados, representando a
los ac ci den tes, in clu yen do a la re la -
ción. Los idio mas na ti vos de Abya
Yala, en es pe cial el que chua y ai ma -
ra en el con tex to an di no, se es truc -
tu ran en tor no a la re la ción como
ele men to pri mor dial, re pre sen ta -
do por el ver bo con sus múl ti ples
su fi jos re la cio na les y afec ti vos. Exis -
te un sin nú me ro de su fi jos que ex -
presan esta relacionalidad, tanto
en tre per so nas como en tre se res
no–humanos. Tal vez podríamos
de cir que, mien tras para Occi den -
te el gran pro ble ma me ta fí si co
siem pre ha sido la “relación”
(psico–física; interpersonal; con la
Naturaleza; religiosa), para la
filosofía andina es más bien la
“sustancialidad”, es decir la
identidad personal e individual.
Sólo un ejem plo del con tex to
in ter per so nal. Para la mo der ni dad
oc ci den tal, la cons ti tu ción de una
pa re ja hu ma na (sea homo– o he te -
ro–se xual) pre su po ne la cons ti tu ción de per so na li -
dades individuales autónomas, es decir: de “sustancias”
que li bre men te se re la cio nan para cons ti tuir,
en sen ti do se cun da rio, una unión de dos. En el
mun do an di no, la cons ti tu ción de la pa re ja re cién
con lle va la iden ti dad per so nal de los in di vi duos uni -
dos en la pa ri dad com ple men ta ria. La ex pre sión ai -
mara para “casarse” —ja qi cha si ña— sig ni fi ca li te ral -
men te ‘ha cer se per so na’, ‘de ve nir una per so na hu -
ma na’. Es de cir: la re la ción es lo pri mor dial, y la
16 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Ecosofía andina
iden ti dad “sus tan cial” o per so nal
es más bien un de ri va do o efec to
de la re la ción. Esta re la cio na li dad
es, para ha blar en tér mi nos oc ci -
den ta les, un transcendentale, o
sea una ca rac te rís ti ca de to dos
los es tra tos, en tes y tiem pos. Se
tra ta, por tan to, de un ho lis mo re -
la cio nal, ex pre sa do en el con cep -
to pa nan di no pacha. Pa cha es
—una palabra quechumara com -
pues ta de pa– [”dos”; dua li dad] y
–cha [”ener gía”]— el todo de lo
que exis te en for ma in te rre la cio -
na da, el uni ver so or de na do me -
dian te una com ple ja red de re la -
cio nes, tan to en pers pec ti va es pa -
cial como tem po ral; la re la cio na li -
dad es su característica
constituyente primordial o
axiomática. Fuera de pacha, no
existe nada, porque la absoluteza
es una característica (de la
filosofía occidental) que es
ña) es, al igual que la re la cio na li -
dad, un transcendentale, es de cir
una ca rac te rís ti ca de to dos los en -
tes, es tra tos y prin ci pios. O en
otras pa la bras: pa cha es una
realidad viva, un ente orgánico
vivo, desde lo divino hasta los
minerales, incluyendo pasado,
presente y futuro.
Por lo tan to, la “vida” no se res -
trin ge, en el mun do an di no, a los
se res vi vos en sen ti do oc ci den tal
clá si co (se res hu ma nos, ani ma les
y plan tas), sino abar ca a todo el
uni ver so en sus di fe ren tes di men -
sio nes y es tra tos. Esta con cep -
ción, en pers pec ti va oc ci den tal
llamada “panzoísmo”, se fundamen
ta en la re la cio na li dad como
una con di tio sine qua non de la
vida. No exis te vida fue ra de la
red de re la cio nes, sean es tas de
ín do le re li gio so, so cial, eco nó mi -
co, eco ló gi co o per so nal. La
incompatible con la re la cio na li - “vida” se de fi ne, en los Andes,
dad del todo.
Esta re la cio na li dad se ma ni fies -
ta, a ni vel cós mi co, an tro po ló gi -
co, eco nó mi co, po lí ti co y re li gio -
so en y a tra vés de los prin ci pios
de co rres pon den cia, com ple -
men ta rie dad, re ci pro ci dad y ci cli -
ci dad. No voy a ex pli ci tar en esta
oca sión cada uno de es tos prin ci -
pios fun dan tes de la fi lo so fía an di -
na, sino sólo res pec to a su apli ca -
ción y per ti nen cia al tema de la
eco so fía. Sin em bar go, quie ro
ade lan tar una ca rac te rís ti ca muy
pe cu liar del pen sa mien to in dí ge -
na an di no que se de ri va di rec ta -
men te del prin ci pio de re la cio na -
li dad y que es fun da men tal para
en ten der el plan tea mien to al ter -
na ti vo al ego– y an tro po–cen tris -
mo mo der nos de Occi den te.
Me re fie re a la con cep ción de la
‘vi da’ que jue ga un pa pel pri mor -
dial a la hora de pen sar en la con -
prác ti ca men te por la re la cio na li -
dad, y la muer te —si exis tie ra en
forma absoluta— sería la expresión
de la más ab so lu ta fal ta de ar -
ti cu la ción y re la ción, el ais la mien -
to o so lip sis mo to tal. De ahí que
se en tien de que el ho rror va cui
de la per so na an di na es el mie do
te rro rí fi co por la so le dad, el ais la -
mien to, la se pa ra ción o —ha blan -
do en tér mi no teo ló gi cos— de
lo ab so lu to. Un dios com ple ta -
men te “ab so lu to” y “tras cen den -
te”, es de cir: “suel to” o se pa ra do
de todo tipo de re la ción, no es
so la men te ini ma gi na ble, sino se -
ría la en car na ción de la muer te, y
no de la vida. La re la ción es, a la
vez, el fun da men to in dis pen sa -
ble para y la ma ni fes ta ción más
pre cio sa de la vida. Por lo tan to,
vida es, en si mis ma, “con–vi ven -
cia”. Para el ser hu ma no an di no,
re sul ta un tanto absurdo el
vi ven cia cós mi ca y en el ideal an - problema heredado de
di no del “Vi vir Bien”. Como todo Occidente de encontrarse entre
tie ne que ver con todo (prin ci pio individuos separados y
ho lís ti co), la vida (kaw say; qa ma - autónomos, para emprender y
El Antoniano 126 – Junio de 2014 17

Josef Estermann
construir la “convivencia” en sentido social, político
y ecosófico.
La con vi ven cia tie ne prio ri dad on to ló gi ca
—para usar una ter mi no lo gía oc ci den tal— o pa -
cha só fi ca, por que pa cha es el “or ga nis mo” cós mi -
co que sólo vive y fun cio na gra cias a las múl ti ples re -
la cio nes y ar ti cu la cio nes que lo cons ti tu yen. La
“des–con vi ven cia” que se vive ac tual men te en mu -
chas par tes del pla ne ta —en tre ser hu ma no y Na tu -
raleza, entre los seres humanos, entre culturas y ci -
vi li za cio nes— no es un dato ori gi -
nal, sino el re sul ta do de una “de ca -
den cia” o de tras tor nos en la red
de re la cio nes. Lo cons ti tu ti vo no
es el co gi to ergo sum, sino el vi vi -
mus ergo su mus. Des de la pers pec -
ti va de la fi lo so fía an di na, es evi den -
te que una fi lo so fía y so cie dad que
se cons tru yen so bre la base del in -
di vi duo au tó no mo y com pe ti dor,
con lle va de por si una cri sis glo ba li -
za da, por que to dos los su pues tos
de la Mo der ni dad oc ci den tal —in -
de pen den cia, in di vi dua lis mo, en -
fren ta mien to en tre hu ma ni dad y
Naturaleza, desacoplamiento de
lo pro fa no de lo re li gio so, etc.—
con tie nen in nuce lo que el ser hu -
ma no an di no es ti ma como una
ame na za a la vida.
Las zo nas de tran si ción en tre
un es tra to a otro, en tre un pe río -
do a otro, en tre una en ti dad a
otra, son de vi tal im por tan cia para
la gé ne sis, el fo men to y con ser va -
ción de la vida. Estas zo nas de tran -
si ción, ge ne ral men te co no ci das
como cha ka nas o “puen tes cós mi -
cos”, se cons ti tu yen en re la cio nes
pa cha só fi cas in dis pen sa bles para
el equi li brio y la ar mo nía de todo
el uni ver so. La gran ma yo ría de los
ri tua les an di nos se “ubi can” en es -
tas zo nas y tie nen que ver con los fe nó me nos que
tie nen ca rac te rís ti ca de cha ka na. La Cruz Andi na es
la Cha ka na por ex ce len cia, por que ar ti cu la el es tra -
to de arri ba (hanaq/ alax pa cha) con el es tra to de la
co ti dia nei dad del aquí y aho ra (kay/ aka pa cha),
pero tam bién la es fe ra iz quier da aso cia da con lo fe -
me ni no, con la es fe ra de re cha de aso cia ción mas -
cu li na. O en otras pa la bras: la Cruz Andi na ar ti cu la
las re la cio nes de co rres pon den cia con las de com -
ple men ta rie dad, y se con vier te, por tan to, en cha -
“El ser humano no
es el homo faber u
homo consumens,
sino ante todo
arariwa, es decir:
“cuidante” o
“guardián” del
pacha y su orden
cósmico. La única
fuerza que
realmente
“produce”, es la
pachamama, la
Madre Tierra; el
ser humano es
transformador y
facilitador de esta
producción que
obedece a los
principios básicos
de la cosmovisión
y filosofía andinas.”
ka na de las cha ka nas. El cui da do y la con ser va ción
de es tas cha ka nas son de vi tal im por tan cia para sal -
va guar dar el equi li brio so cial, eco nó mi co, re li gio so
y ecosófico.
3. ECOSOFÍA ANDINA
Joan de San ta Cruz Pa cha cu ti Yam qui Sal ca may -
gua, un cro nis ta in dí ge na acrio lla do en el Perú de
prin ci pios del si glo XVII, re pre sen tó la cos mo vi sión
an di na de su tiem po me dian te la me tá fo ra de la
“casa universal” (wasi). En su “di bu -
jo cos mo gó ni co” de 1613 plan -
teó, bajo la for ma de una Biblia
Pauperum, una sín te sis de la cos -
mo vi sión ori gi na ria y la nue va fe
cristiana, usando la metáfora de la
“casa” e in clu yen do en ella la prin ci -
pal cha ka na en las fi gu ras de la pa -
re ja hu ma na en el kay pa cha (es tra -
to de aquí y aho ra) y el hue vo cós -
mi co de la di vi ni dad en el hanaq
pacha (es tra to su pe rior). La me tá -
fo ra de la “casa”, tam bién ya pro -
pues ta por Aris tó te les para el ma -
ne jo y cui da do de los bie nes vi ta -
les para la pro crea ción, re crea ción
y re pro duc ción de la vida (oi kos),
re pre sen ta en el mun do an di no
toda el pacha, el uni ver so en te ro
con la red to tal de re la cio nes. En
los rituales andinos, se habla del
“nido de pla ta” y del “nido de
oro”, fuen tes de vida y lu ga res de
la gé ne sis de vida. La casa an di na
no es sim ple men te una vi vien da,
sino un uni ver so en mi nia tu ra, con
sus cua tro di rec cio nes car di na les,
lugares para los espíritus, espacios
para el ga na do, un or den que se
orien ta por la sa li da y pues ta del
Sol, y una dis tri bu ción pa cha só fi ca
de la parte diurna (fogón; mesa) y
nocturna (cama), en plena
complementariedad y correspondencia con el
macrocosmos.
La “casa” (wasi; uta) es a la vez el nú cleo eco nó -
mi co de pro duc ción y re pro duc ción, como tam -
bién el cen tro eco ló gi co, en el sen ti do del cui da do
fí si co y ri tual del equi li brio en tre to dos los ac to res,
in clu yen do a los an ces tros, los es pí ri tus tu te la res,
las futuras generaciones, los antepasados y todos
los ele men tos de la vida, des de el mis mo ser hu ma -
no has ta las pie dras que son de igual ma ne ra “se -
18 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Ecosofía andina
xua das” que to dos los de más ele -
men tos. La di vi sión o in clu si ve se -
pa ra ción oc ci den tal en tre “eco -
no mía” y “eco lo gía” no tie ne vi -
gen cia en la sa bi du ría mi le na ria
del mun do an di no. El cui da do de
la “casa” (oi kos) no per mi te una
diás ta sis en una ra cio na li dad de
acu mu la ción y ga nan cia
(“eco–no mía”) y una ra cio na li -
dad de equi li brio y ar mo nía
(“eco–lo gía”). La casa es una sola
y debe de co bi jar a to das y to dos
por igual, in clu yen do al mun do
es pi ri tual, re li gio so y me teo ro ló -
gi co. Entre lo que Occi den te vie -
ne dis tin guien do o se pa ran do, es
de cir: en tre eco no mía y eco lo -
gía, no debe ha ber con tra dic ción
o in com pa ti bi li dad. Más al revés:
se trata de dos lados de una
misma medalla que es la “casa”
como nido de vida para todas y
todos, incluyendo a la
Naturaleza.
Por lo tan to, pre fie ro ha blar
de la “eco so fía”, que en glo ba e in -
te gra tan to el as pec to eco nó mi -
co como eco ló gi co. No se tra ta
de una “ley” (no mos) ni de una
“razón” (lo gos) hu ma nas que di se -
ñan esta “casa” cós mi ca (oi kos),
sino una sa bi du ría (sop hia) que
sepa acom pa ñar los ci clos vi ta les
de pro duc ción, re pro duc ción,
con ser va ción y cui da do, y vi gi lar
so bre el equi li brio muy pre ca rio
que man tie ne las re la cio nes vi ta -
les. El ser hu ma no no es el homo
fa ber u homo con su mens, sino
ante todo ara ri wa, es de cir: “cui -
dan te” o “guar dián” del pa cha y
su or den cós mi co. La úni ca fuer -
za que real men te “pro du ce”, es
la pa cha ma ma, la Ma dre Tie rra;
el ser humano es transformador
y fa ci li ta dor de esta producción
que obedece a los principios
básicos de la cosmovisión y
filosofía andinas.
En pri mer lu gar, la eco so fía an -
di na es una ex pre sión del axio ma
fun da men tal de la sa bi du ría an di -
na, a ser el prin ci pio de re la cio na -
li dad, que dice, en for ma sin té ti -
ca, que la re la ción an te ce de a la
sus tan cia y al ente par ti cu lar, o en
otras pa la bras: que todo tie ne
que ver con todo. Se gún este
prin ci pio, la Na tu ra le za (pacha)
es con ce bi da como un or ga nis -
mo en el que cada par te está vin -
cu la da con to das las de más par -
tes. Un cam bio en una par te con -
lle va ne ce sa ria men te un cam bio
co rres pon dien te en las de más
par tes. Este prin ci pio, tam bién
co no ci do en las “teo rías del
caos” y de la “com ple ji dad”
como “efec to ma ri po sa”, im pli ca
una con cep ción ho lís ti ca del uni -
ver so, y ade más, como la re la cio -
na li dad es al mis mo tiem po vi ta li -
dad, un pan zoís mo. En los Andes,
exis te una es tre cha co rre la ción o
in clu si ve equi va len cia en tre “re la -
ción” y “vida”: sin re la ción, no
hay vida, y ésta es un cier to tipo
o una de ter mi na da ca li dad de re -
la ción. Para la “eco so fía”, el prin ci -
pio de re la cio na li dad tie ne am -
plias con se cuen cias. En pri mer lu -
gar, cada tran sac ción eco nó mi ca
con lle va efec tos eco ló gi cos, sean
po si ti vos o ne ga ti vos. En se gun -
do lu gar, la ca li dad “vi tal” de las re -
la cio nes eco só fi cas se ex pre sa en
tér mi nos de equi li brio y ar mo nía
(tay pi) Y en tercer lugar,
cualquier deterioro de este
equilibrio en una parte del
“organismo” ecosófico conlleva
deterioros en las demás partes.
Como este or ga nis mo es prin -
ci pal men te fi ni to y li mi ta do, no
pue de exis tir “cre ci mien to ili mi ta -
do” de bie nes y di ne ro. La ilu sión
de este cre ci mien to “can ce rí ge -
no” sólo es po si ble a cos ta del de -
te rio ro del Me dio Ambien te, de
la sub al ter ni za ción de otra par te
del “or ga nis mo” (o sea: en fer me -
da des cró ni cas o cri sis sis té mi -
cas) y de un de se qui li brio y una
de sar mo nía que tar de o tem pra -
no vuel va como bu me rán a los
pro me teos del Mer ca do Li bre.
En el mun do an di no, este pun to
crí ti co del des ba lan ce se lla ma pa -
chakuti (li te ral men te: “vuel ta de
pa cha”), un ca ta clis mo de di men -
sio nes cós mi cas. La “en fer me -
dad” (o sea: pobreza, injusticia,
de si gual dad, mar gi na ción, des -
truc ción, etc.) de una par te del
“or ga nis mo” eco só fi co lle va a la
“fie bre” de todo el or ga nis mo (o
sea: “cri sis”) que se pue de re du -
cir con an ti bió ti cos (o sea: ac cio -
nes de salvataje de los mercados
financieros), pero no ser curada.
El único remedio consiste en la
puesta en equilibro de lo que ha
salido de él.
El prin ci pio de co rres pon den -
cia, co ro la rio del prin ci pio de re -
la cio na li dad, sig ni fi ca para la eco -
so fía que el ma cro cos mos se re -
fle ja en el mi cro cos mos y al re -
vés, es de cir que el or den cós mi -
co de la pa cha so fía (ha naq/alax
pacha) en cuen tra su re fle jo (“co -
rres pon den cia”) en el or den eco -
só fi co del es tra to vi ven cial del ser
hu ma no (kay/aka pa cha). La eco -
so fía es el cui da do y la con ser va -
ción del equi li brio cós mi co y es pi -
ri tual a ni vel del ma ne jo de re cur -
sos, el apro ve cha mien to de los
me dios de pro duc ción (tie rra, mi -
ne ra les, aire, agua, mano de
obra) y las cos tum bres de con su -
mo. La “jus ti cia cós mi ca”, es de -
cir el equi li brio cós mi co del pa -
cha, debe de re fle jar se a ni vel an -
tro po ló gi co, so cial y eco nó mi co,
como ci clos de pro duc ción y con -
su mo auto–re gu la do res, en don -
de el input equi va le al output, o
sea: en don de la suma de las
energías producidas y reproduci -
das lle gan a cero, equi li brio per -
fec to. Una eco no mía de ex plo ta -
ción des me su ra da de los re cur -
sos na tu ra les (no re no va bles) no
co rres pon de a la ló gi ca de la jus ti -
cia cós mi ca y daña se ve ra men te
el equi li brio de la vida. Una de las
for mas pre di lec tas para res ta ble -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 19

Josef Estermann
cer este equi li brio de te rio ra do a ni vel cós mi co es
para el y la an di no/a el ri tual. Como no exis te una
re la ción de cau sa li dad “me cá ni ca” en tre el ma cro–
y el mi cro–cos mos, la efec ti vi dad del ri tual no pasa
tam po co por esta lógica mecanicista, sino por la
racionalidad de la “eficiencia simbólica”. El ritual es
un acto eminentemente ecosófico, tanto eco nó mi -
co (con su mo y restitución) como
ecológico (cuidado y retribución
simbólica).
El prin ci pio de com ple men ta rie -
dad que rige en el mun do an di no
para to dos los ám bi tos de la vida,
tan to po lí ti co, so cial y eco nó mi co,
como re li gio so, es pi ri tual y cós mi -
co, tam bién es vi tal para las re la cio -
nes eco só fi cas. En prin ci pio, este
prin ci pio siem pre se ex pre sa en
tér mi nos de “se xui dad”, o sea:
como com ple men ta rie dad en tre
lo fe me ni no (iz quier da) y mas cu li -
no (de re cha). Sólo que la “se xui -
dad”, a igual que la re la cio na li dad y
la “vida”, es un trans cen den ta le,
una ca rac te rís ti ca que com pe te a
to dos los en tes, es tra tos y fe nó me -
nos. El fun cio na mien to ple no de la
com ple men ta rie dad “se xua da” es
im pres cin di ble para la pro duc -
ción, re pro duc ción y con ser va -
ción de la vida, con tal de que la
uni la te ra li dad o el ais la mien to de
un ele men to sean cau sas para la in -
te rrup ción del flu jo vi tal. A ni vel
eco só fi co, tan to la pro duc ción
como la dis tri bu ción y re pro duc -
ción de bie nes y ser vi cios, la di vi -
sión del tra ba jo y los há bi tos de
con su mo se de ben orien tar en
este prin ci pio de com ple men ta rie -
dad. En los Andes, nor mal men te
son las mu je res que pas to rean al
ga na do que tie ne con no ta ción
masculina, y los varones que aran
las cha cras y siembran porque la
pachamama es claramente
femenina.
El prin ci pio de re ci pro ci dad, como apli ca ción
prác ti ca y éti ca de los dos prin ci pios pa cha só fi cas
de la co rres pon den cia y com ple men ta rie dad, tam -
bién tie ne re per cu sión para las re la cio nes eco só fi -
cas. Igual que los de más prin ci pios, no hay ex cep -
cio nes a este prin ci pio que rige tan to para la hu ma -
“Para la ecosofía,
el principio de
reciprocidad
significa, entre
otros, que el ser
humano debe
retribuir a la
Naturaleza
(pachamama) lo
que ésta le ha
dado, para
restablecer el
equilibrio
temporalmente
distorsionado.”
nidad como para el mundo sagrado, la Naturaleza
y el ám bi to po lí ti co, pero tam bién para los an ces -
tros, los di fun tos (“al mas”) y las fu tu ras ge ne ra cio -
nes. El prin ci pio de re ci pro ci dad, en su for ma ge ne -
ral, ex pre sa la “jus ti cia” equi li bra da en las in te rac cio -
nes y tran sac cio nes de co no ci mien to, sa be res, bie -
nes, ser vi cios, di ne ro y de be res. La tri lo gía éti ca an -
dina —ama suwa, ama llu lla, ama
qe lla [“no seas la drón, no seas
men ti ro so/a, no seas flo jo/a”]—
ex pre sa en for ma con cen tra da
este prin ci pio al ni vel de la éti ca so -
cial. El cum pli mien to ple no de la
re ci pro ci dad, en el sen ti do de la
de vo lu ción de lo que uno/a ha re -
ci bi do, in clu ye las di men sio nes ri -
tua les y sim bó li cas, pero se ex tien -
de tam bién al cos mos en su to ta li -
dad, a las futuras generaciones, a
las per so nas di fun tas y a los es pí ri -
tus tu te la res y protectores (apus;
achachilas).
Para la eco so fía, el prin ci pio de
re ci pro ci dad sig ni fi ca, en tre otros,
que el ser hu ma no debe re tri buir
a la Naturaleza (pa cha ma ma) lo
que ésta le ha dado, para res ta ble -
cer el equi li brio tem po ral men te
dis tor sio na do. Esta re tri bu ción
nor mal men te se efec túa en for ma
ri tual, me dian te un ri tual que de
ma ne ra sig ni fi ca ti va se lla ma
“pago” o “tri bu to”. Pero tam bién
exis te la con tri bu ción ade lan ta da,
para ga ran ti zar una re tri bu ción
por par te de la da do ra de vida, la
pa cha ma ma: Se la pide “li cen cia”
(licenciaykiwan: “con tu per mi so”)
para poder trabajarla, para sem -
brar y cul ti var, y para ello se ade lan -
ta una “ofren da”. La cos tum bre
bas tan te di fun di da en los Andes de
la ch’a lla (li ba ción) es un acto de re -
ci pro ci dad del con su mo; se ofre ce
una par te de la be bi da (nor mal -
men te chi cha de maíz) a la pa cha -
ma ma, an tes de be ber. Los di fe ren tes ri tua les res -
pec to a la muer te tie nen la fi na li dad de ase gu rar el
equi li brio re cí pro co en tre vi vos y muer tos; pue de
ser que los fa mi lia res de ben de com ple men tar la re -
ci pro ci dad trun ca da por la muer te de uno de sus se -
res que ri dos, pero tam bién se da el caso que el di -
fun to (“alma”) re tri bu ya en for ma sim bó li ca fa vo res
20 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Ecosofía andina
que ha re ci bi do du ran te la vida. lo que se con si de ra “pre mo der -
Un caso ex tre mo es la cos tum - no”, “an ti cua do” y “pa sa do de
bre de las ña ti tas (del que chua: moda”. Para los Andes, la uto -
“na riz apla na da”), ca la ve ras de pía es re tros pec ti va, de acuer -
per so nas a ve ces des co no ci das do al or den pa cha só fi co: Las pa -
que sir ven de pro tec ción del ho - la bras en que chua y ai ma ra
gar y en los via jes y con las que para “pa sa do” se re fie ren a los
hay que es ta ble cer una es tric ta ojos (ñaw pa/nai ra pa cha), y
re la ción de re ci pro ci dad. para “fu tu ro” a la es pal da (qhi pa
Para el equi li brio eco só fi co, las pa cha). En ex pre sión me ta fó ri -
re la cio nes que Occi den te lla ma ca, el ser hu ma no ca mi na de re -
“eco nó mi cas” es tán siem pre en tro ha cia el fu tu ro, fi jan do sus
un con tex to es pi ri tual y re li gio so. ojos en el pa sa do como pun to
Se tra ta de una suer te de “co mu - de orien ta ción.
nión” en tre ser hu ma no y Na tu ra - Cada ci clo cam bia me dian te
le za, y el prin ci pal ri tual an di no un pa cha ku ti (li te ral men te:
(qo way, mesa, waxt ’a, lluqt ’a, des - “vuel ta del pa cha”), un ca ta clis -
pa cho) es un ban que te en tre los mo cós mi co que tie ne como
humanos y espíritus. Otra conse - ob je ti vo res ta ble cer el equi li -
cuen cia eco só fi ca im por tan te brio da ña do y vol ver al or den
con sis te en la in clu sión de las fu tu - ar mo nio so del pa cha. Nor mal -
ras ge ne ra cio nes en el ma ne jo men te, el ser hu ma no tie ne la
de los re cur sos y el cui da do del ca pa ci dad de en men dar dis tor -
equi li brio. Una eco no mía que ex - sio nes y da ños res pec to al equi -
plota las riquezas perjudicando a li brio de la red to tal de re la cio -
las fu tu ras ge ne ra cio nes (como nes, de co rres pon den cia, com -
tam bién al mun do es pi ri tual y a ple men ta rie dad y re ci pro ci dad,
los an ces tros), no está en ba lan - me dian te las ac ti vi da des ri tua -
ce y no con tri bu ye a la vida, sino les, re li gio sas y eco só fi cas, pero
a la muerte.
en ca sos ex tre mos como la
El prin ci pio de ci cli ci dad cues - Con quis ta o el Cam bio Cli má ti -
tio na la con cep ción oc ci den tal co, un pa cha ku ti es emi nen te.
de la li nea li dad del tiem po que El prin ci pio de ci cli ci dad tam -
im pli ca al mis mo tiem po pro - bién sig ni fi ca que el tiem po tie -
gre si vi dad, irre ver si bi li dad y ne ca rac te rís ti cas cua li ta ti vas
cuan ti fi ca bi li dad. El prin ci pio cí - que no co rres pon den a la can ti -
cli co sos tie ne que el pa cha (es-
dad abs trac ta del re loj y de su
pa cio–tiem po) se ma ni fies ta en mo ne ta ri za ción (time is mo -
for ma de una es pi ral, una su ce - ney). Tan to para las ac ti vi da des
sión pe rió di ca de ci clos re gi dos eco nó mi cas como para los ri -
por los rit mos as tro nó mi cos, tua les, exis ten mo men tos pro -
me teo ro ló gi cos, agrí co las y vi ta - pi cios y me nos pro pi cios. La pa -
les. Res pec to a las re la cio nes cha ma ma no siem pre pro du ce
eco só fi cas, el prin ci pio de ci cli ci - de la mis ma ma nera; tie ne sus
dad cues tio na la ideo lo gía del “días in to ca bles” (en los que no
de sa rro llo como un avan ce “es cu cha”; pri me ra se ma na de
prác ti ca men te au to má ti co, des - agos to; Se ma na San ta), épo cas
de un ini cio a un su pues to fin, de ma yor vi ta li dad (Luna Lle na;
como tam bién la de fi ni ción Ana ta o Car na val), épo cas de
cuan ti ta ti va del “pro gre so” des can so (bar be cho) y épo cas
(PIB, tasa de cre ci mien to, etc.) de fe cun da ción (siem bra). Tan -
y la ideo lo gía de la Mo der ni dad to la pro duc ti vi dad como el con -
como su pe ra ción de fi ni ti va de su mo si guen los ci clos es ta cio -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 21

Josef Estermann
na rios y los mé to dos “eco ló gi cos” de la con ser va -
ción de los ali men tos (char ki o car ne se ca da; ch’u -
ñu o papa con ge la da; pi sos eco ló gi cos para los
cul ti vos; etc.). La con cep ción del ca pi ta lis mo con -
tem po rá neo y del he do nis mo pos mo der no de
que todo debe y pue de ser pro du ci do y con su mi -
do a lo lar go del año, sin con si de ra ción de la es ta -
ción, con lle va una pre sión in creí ble a los sis te -
mas eco ló gi cos y cons ti tu yen para la ra cio na li dad
an di na un sin sen ti do y una ame na za de sui ci dio
co lec ti vo.
4. CONVIVENCIA CÓSMICA
COMO “VIVIR BIEN”
La ecosofía andina se sustenta
por la con cep ción ho lís ti ca de la
“vida” que se en tien de como ex -
pre sión ma ni fies ta de la re la cio na li -
dad de todo y el or den que ga ran ti -
za este flu jo de ener gía (–cha) en
la com ple men ta rie dad po lar
(pa–). A fin de con cre ti zar el plan -
tea mien to an di no al ter na ti vo al
mo de lo ca pi ta lis ta de un “cre ci -
mien to ili mi ta do” que es en sí can -
ce rí ge no, se pro po ne, des de unas
dos dé ca das, el con cep to del ‘vi vir
bien’ que in clu si ve ha en con tra do
re so nan cia en las nue vas Cons ti tu -
cio nes Po lí ti cas de Esta do de Bo li -
via y Ecua dor. Se tra ta de la tra duc -
ción cas te lla na un tan to de fi cien te
de las ex pre sio nes ori gi na les en
quechua, aimara, guaraní y mapu -
che: del que chua allin kaw say (res -
pec ti va men te su mak kaw say en el
kich wa del Ecua dor), del ai ma ra
suma qa ma ña, del gua ra ní teko
kavi y del ma pu che küme mo gen.
Al mis mo tiem po, ha sur gi do
en Occi den te una re fle xión so -
bre el con cep to de pro ce den cia
aris to té li ca de la ‘bue na vi da’ (eu -
“El principio de
complementa–
riedad que rige
en el mundo
andino para
todos los
ámbitos de la
vida, tanto
político, social y
económico,
como religioso,
espiritual y
cósmico,
también es vital
para las
relaciones
ecosóficas.”
biós) y la me tá fo ra bí bli ca del “Jar dín de Edén”
(“lu gar puro y na tu ral”) que pa re cen a pri me ra
vis ta en con trar eco en los con cep tos an di nos,
pero que dis tan en mu chos as pec tos de és tos.
Se pue de men cio nar va rias di fe ren cias pa ra dig -
má ti cas que tie nen que ver con el tras fon do fi lo -
só fi co o pa cha só fi co. En pri mer lu gar, el con cep -
to aris to té li co se res trin ge al ser hu ma no; es, por
lo tan to, en su mis mo ori gen an tro po cén tri co.
La Estoa lo ha am plia do en un sen ti do más cos -
mo cén tri co, al in cluir la ca te go ría de una “vida en
ar mo nía o se gún la Na tu ra le za”. En se gun do lu -
gar, a pe sar de una pers pec ti va so cial y po lí ti ca, la
“bue na vida” aris to té li ca se orien ta en el ideal in -
di vi dual de la per so na hu ma na que as pi ra a la fe li -
ci dad, lo que se re fuer za tam bién en las con cep -
cio nes es toi cas y epi cú reas de la ata ra xia y apa tía
como idea les emi nen te men te in di vi dua les del eu -
biós. En ter cer lu gar, el ideal aris to té li co se re fie -
re al “ciu da da no” de la po lis grie ga, es de cir a la
per so na mas cu li na, adul ta y pro -
pie ta ria que vive en la ciu dad;
por lo tan to, la “bue na vida” aris -
to té li ca se con ci be en to tal se pa -
ra ción con el en tor no na tu ral y
como un ideal muy par cial, para
una par te mi no ri ta ria de la hu ma -
ni dad. En cuar to lu gar, se tra ta de
una ideal in te lec tual (bios tho re ti -
kós) que toma como su pues to la
es tra ti fi ca ción de la so cie dad, la
es cla vi tud y la ga ran tía del sus ten -
to de vida. En quin to lu gar, la re -
cep ción de la idea aris to té li ca de
la “bue na vida” por la fi lo so fía
pos mo der na, re ve la una no ción
cen tra da en el as pec to he do nis ta
y con su mi dor, con tal de que la
“bue na vida” en cla ve oc ci den tal
de ri va en una suer te de vida en
lujo y en abun dan cia, ré pli ca fi lo -
só fi ca del Ame ri can Way of Life.
Res pec to al ideal bí bli co del
“Jar dín de Edén”, éste plan tea
una ar mo nía su pra lap sa ria (an tes
de la caí da o pe ca do ori gi nal) en -
tre el ser hu ma no y su en tor no
na tu ral que se pa re ce mu cho al
con cep to an di no del suma qa ma -
ña, allin o su mak kaw say. Sin em -
bar go, este ideal “utó pi co” fue se -
ve ra men te cues tio na do e ig no ra -
do por la his to ria y con cep tua li za -
ción pos te rior, en es pe cial la con cep ción bas tan -
te ne ga ti va de lo “na tu ral”, tan to en el ser hu ma -
no como fue ra de él. Se gún el mito bí bli co de Gé -
ne sis, la con se cuen cia del pe ca do ori gi nal no es
sólo un dis tan cia mien to del ser hu ma no de una
unión sim bió ti ca pri mor dial, sino una cre cien te
hos ti li dad en tre el ser hu ma no y la na tu ra le za
(sim bo li za da en la ser pien te) que es con ce bi do
como algo que hay que so me ter, con quis tar, do -
mes ti car y hu ma ni zar. En las teo lo gías ju día y cris -
22 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Ecosofía andina
tia na ul te rio res, el ideal pri mor -
dial del Jar dín de Edén se con -
vier te en la uto pía es ca to ló gi ca
del Rei no de Dios que se orien -
ta más en ca te go rías an tro po -
cén tri cas y ci ta di nas (“la ciu dad
de Dios”) que en un ho lis mo
cós mi co. Sin em bar go, si guen
exis tien do re mi nis cen cias de la
“bue na vida” su pra lap sa ria,
como por ejem plo en la afir ma -
ción de Pa blo de Tar sos de una
re den ción que in clu ye a toda la
crea ción que está en do lo res
de par to, o en la con cep ción
del apo ca tás ta sis, la re cu pe ra -
ción cós mi ca de una ple ni tud
per di da.
La nue va Cons ti tu ción Po lí ti -
ca del Esta do Plu ri na cio nal de
Bo li via de 2009 em plea el tér -
mi no ai ma ra suma qa ma ña
como un tér mi no ge ne ral que
tam bién in clui ría la ver sión que -
chua del allin kaw say. Este úl ti -
mo tér mi no no apa re ce li te ral -
men te en la Cons ti tu ción; se
men cio na en el Artícu lo 8, in ci -
so I, suma qa ma ña y aña de en -
tre pa rén te sis la tra duc ción al
es pa ñol de “vi vir bien”. En el
mis mo in ci so se agre ga a la tri lo -
gía éti ca an di na (ama qhi lla,
ama llu lla, ama suwa – “no seas
flo jo, no seas men ti ro so, no
seas la drón”) otra ex pre sión en
que chua, como para equi li brar
el uso mo no pó li co del ai ma ra
con el suma qa ma ña: qha paj
ñan, tra du ci do al cas te lla no
como “ca mi no o vida no ble”.
En la nue va Cons ti tu ción Po lí ti -
ca de la Re pú bli ca del Ecua dor
de 2008, se in clu ye en el
Preám bu lo una re fe ren cia a la
Pa cha Mama y al ideal del su -
mak kaw say: “… la Pa cha
Mama, de la que so mos par te y
que es vi tal para nues tra exis ten -
cia. […] Una nue va for ma de
con vi ven cia ciu da da na, en di -
ver si dad y ar mo nía con la na tu -
ra le za, para al can zar el buen vi -
vir, el su mak kaw say”. Y el
Artícu lo 14 “…re co no ce el de -
re cho de la po bla ción a vi vir en
un am bien te sano y eco ló gi ca -
men te equi li bra do, que ga ran ti -
ce la sos te ni bi li dad y el buen vi -
vir, su mak kaw say”.
Sin en trar en un aná li sis lin -
güís ti co ex haus ti vo, po de mos
sa car al gu nas con clu sio nes al
res pec to. Tan to en las acep cio -
nes que chua como ai ma ra, la
no ción de “vida” se usa en for -
ma de ver bo, aun que es po si -
ble tam bién una in ter pre ta ción
sus tan ti vis ta. Qa ma ña y kaw say
son for mas in fi ni ti vas y re fle jan
el di na mis mo de con cep to de
‘vi da’. En se gun do lu gar, la ca li fi -
ca ción de esta “vida” por suma,
su mak o allin re pre sen ta for mas
ad ver bia les más que ad je ti vas;
con vie ne, por lo tan to, tra du cir
las no cio nes de las len guas na ti -
vas al es pa ñol como “vi vir bien”
y no como “bue na vida”, “buen
vi vir” o “vida bue na”. En ter cer
lu gar, las pa la bras suma, su mak
o allin no tie nen acep ción prio ri -
ta ria men te éti ca, an tro po ló gi ca
o eco nó mi ca, sino más sen si ti -
va, de gus to y de un sen ti mien -
to; si la co mi da es “rica”, se dice
en que chua mihuy su maq mi.
Por esta ra zón, al gu nos au to res
tra du cen las no cio nes an di nas
como “vida dul ce” (mis ki kaw -
say). En cuar to lu gar, no se tra ta
de un com pa ra ti vo, en el sen ti -
do de una “me jor vida”. Los dis -
cur sos de sa rro llis tas ha blan fre -
cuen te men te de “me jo rar la
vida”, “as pi rar a una vida me jor”
y “me jo res con di cio nes de
vida”. Para la fi lo so fía an di na,
cada me jo ra que no toma en
cuen ta la gran red de re la cio nes
a ni vel cós mi co, con lle va un em -
peo ra mien to de otra par te del
cos mos, de la hu ma ni dad o de
la Na tu ra le za. En quin to lu gar,
las no cio nes an di nas para “vida”
(qa ma ña, kaw say) no se res trin -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 23

Josef Estermann
gen ni al ser hu ma no, ni a los se res vi vos en sen ti -
do oc ci den tal (lo “bio ló gi co”), sino que in clu yen
la di men sión eco só fi ca y cós mi ca (la pa la bra qa -
ma ña tie ne que ver con qa ma sa que es la “ener -
gía” co mún y com par ti da [el su fi jo –sa se re fie re
a la pri me ra per so na plu ral in clu si va]).
Así que po de mos es ta ble cer como as pec tos
esen cia les del con cep to an di no
del ‘vi vir bien’ (suma qa ma -
ña/allin kaw say) los si guien tes:
a. Se tra ta de un con cep to di ná -
mi co (ver bo) y no es tá ti co (sus -
tan ti vo). Des cri be un pro ce so
con ti nuo y no un es ta do que se
al can za rá ple na men te al gún día.
b. El con cep to de ‘vi da’ en el con -
tex to an di no in clu ye todo y su -
pe ra con cre ces lo pu ra men te
bio ló gi co. Es, para ha blar en
ter mi no lo gía oc ci den tal, un
tras cen den tal (trans ce den ta -
le).
c. El “vi vir bien” está ba sa do en la
ra zón fun da men tal de las ca te -
go rías de la sa bi du ría y de fi lo -
so fía an di nas. El prin ci pio de la
re la cio na li dad es cru cial, se -
gún el cual todo está in ter co -
nec ta do con todo.
d. Cual quier cam bio en cuan to
“me jo ra” o “de te rio ro” de una
si tua ción, de un ser vivo, de
una tran sac ción, de cual quier
acto o de la ca li dad de vida tie -
ne con se cuen cias para los as -
pec tos co rres pon dien tes
(com ple men ta rie dad y co rres -
pon den cia) de otros en tes y
“lu ga res” (to poi).
e. El “vi vir bien” no es ni an tro po -
cén tri co, ni an dro cén tri co,
sino que en su con jun to in clu -
ye aque llo que se ha con si de -
ra do fue ra de la na tu ra le za hu -
ma na: los an te pa sa dos, los di -
fun tos, las fu tu ras ge ne ra cio -
nes, el mun do es pi ri tual y lo di vi no.
“Para el ‘vivir
bien’ y la
ecosofía
andinos, el
hecho de que
bienes naturales
como el agua, la
biodiversidad, la
materia prima,
tierra y territorio
fueran
propiedad de
personas
particulares o de
empresas (es
decir:
‘propiedad
privada’), resulta
algo absurdo.”
f. El “vi vir bien” de los Andes se basa en el ideal
del equi li brio cós mi co o de la ar mo nía uni ver -
sal (”jus ti cia”), que se ex pre sa en to dos los ni -
ve les y as pec tos.
g. “Vi vir bien” en el sen ti do an di no no im pli ca
una re la ción de com pa ra ti vo o su per la ti vo,
que ten dría como con se cuen cia que el prin ci -
pio de apli ca ción uni ver sal (“glo ba li za bi li dad”
o “cos ma bi li dad”) ya no exis ti ría.
h. La uto pía an di na del “vi vir bien” no es el re sul ta -
do de la ideo lo gía del pro gre so y el cre ci mien -
to eco nó mi co ili mi ta do ba sa da en una com -
pren sión li neal del tiem po. El “fu tu ro real” se
en cuen tra en el “pa sa do” que te -
ne mos por de lan te.
i. Por lo tan to, el “vi vir bien” an di no
al can za di men sio nes cós mi cas,
eco ló gi cas (en el sen ti do de una
eco lo gía es pi ri tual o in clu so me -
ta fí si ca), re li gio so–es pi ri tua les,
so cia les, eco nó mi cas y po lí ti cas.
5. CONSECUENCIAS PARA
LA CONVIVENCIA CÓSMICA
Y LA REHABITACIÓN DE
LA TIERRA
En lo que vie ne, tra ta ré de es -
bo zar, par tien do de la eco so fía
an di na y de la fi gu ra del “vi vir
bien”, al gu nos as pec tos de un
mo de lo al ter na ti vo de con vi ven -
cia cós mi ca y de reha bi tar la Tie -
rra, sin per ju di car a una par te
(ma yo ri ta ria) de la hu ma ni dad,
las fu tu ras ge ne ra cio nes, la Na tu -
ra le za y el equi li brio cós mi co, es -
pi ri tual y eco só fi co.
1. La con cien cia de la fi ni tud de
los re cur sos na tu ra les (mi ne ra -
les, agua po ta ble, tie rra, hi dro car -
bu ros, aire, bio di ver si dad, etc.)
con lle va un ma ne jo eco nó mi co
en el sen ti do de una “eco no mía”
ori gi nal que se orien ta en el pla -
ne ta Tie rra y el uni ver so como
“casa” (oi kos; wasi/uta) co mún y
úni ca de to dos los se res vi vos y
re la cio nes.
2. “Sos te ni bi li dad” debe ser en ten -
di da, por con si guien te, en un sen ti -
do cós mi co y trans–ge ne ra cio nal.
Una eco no mía co rres pon de al
con cep to an di no del ‘vi vir bien’ y de una con vi ven -
cia cós mi ca, siem pre y cuan do re nue ve los me dios
con su mi dos y usa dos y los pon ga a dis po si ción tam -
bién de las fu tu ras ge ne ra cio nes.
3. En la con cep ción an di na, el ser hu ma no no es en
primer lugar “productor” y “consumidor”, sino
“guardián” (ara ri wa) de los pro ce sos na tu ra les de
24 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Ecosofía andina
transformación y “partícipe” de “pro tec ción am bien tal”, sino un
los prin ci pios cós mi cos de com - pa ra dig ma ho lís ti co de vida y de
ple men ta rie dad, co rres pon den - eco no mía que está en sin to nía
cia y re ci pro ci dad que ha cen po si - con las fuer zas y la red de re la -
ble la vida y la con ser van. cio nes del cos mos. La con cep -
4. El “vi vir bien” y la con vi ven cia - ción an di na del uni ver so como
li dad en sen ti do an di no se orien - “or ga nis mo” con si de ra cual -
tan por los va lo res de la “jus ti cia quier de te rio ro del equi li brio
cós mi ca” que se ma ni fies ta y cós mi co como “en fer me dad”
rea li za como “equi li brio” y “ar-
que se vuel ve, en el caso del
mo nía”. Este equi li brio (en el “cre ci mien to ili mi ta do” ca pi ta lis -
sen ti do de un ba lan ce en tre ta, en cán cer con me tás ta sis ge -
opues tos po la res) se ma ni fies ta ne ra li za das.
en to dos los ni ve les y en to dos 7. El su je to de las ini cia ti vas y de -
los as pec tos de la vida hu ma na ci sio nes po lí ti cas y eco nó mi cas
y no–hu ma na: ar mo nía en tre la no es el in di vi duo (”ciu da da no”
na tu ra le za hu ma na y no–hu ma - o “con su mi dor”), sino la co mu -
na, en tre lo re li gio so y lo “pro fa - ni dad. Por lo tan to, por ta dor de
no”, en tre vida y muer te, en tre de re chos no es en pri me ra ins -
cul ti var y con su mir, en tre in put tan cia la per so na in di vi dual,
y out put, en tre don y re tri bu - sino el co lec ti vo, la na ción, el
ción, en tre hoy y ayer, en tre pue blo, pero tam bién la Tie rra
esta y las ge ne ra cio nes ve ni de - (pa cha ma ma) y el agua, el aire y
ras, en tre tra ba jo y ri tual. los re cur sos na tu ra les.
5. El ideal del “vi vir bien” no es 8. Para el “vi vir bien” y la eco so -
el ideal del dol ce far nien te, del fía an di nos, el he cho de que bie -
just have fun post mo der no o de nes na tu ra les como el agua, la
una vida en la que el tra ba jo fue - bio di ver si dad, la ma te ria pri ma,
ra cosa del pa sa do. El tra ba jo fí - tie rra y te rri to rio fue ran pro pie -
si co no es ni una “mal di ción” dad de per so nas par ti cu la res o
(tra di ción se mi ta) ni algo “in dig - de em pre sas (es de cir: “pro pie -
no” para el ser hu ma no (tra di - dad pri va da”), re sul ta algo ab -
ción he lé ni ca), ni un mero me - sur do. El lla ma do “so cia lis mo”
dio de sub sis ten cia y crea ción o co mu ni ta ris mo an di no no es
de plus va lía (tra di ción ca pi ta lis - una cues tión de una ideo lo gía
ta), sino un modo de “co mu - mar xis ta oc ci den to cén tri ca,
nión” con el se cre to de la vida y sino una for ma de vi vir que de ri -
del uni ver so. En y a tra vés del va de los prin ci pios fun da men ta -
tra ba jo, el ser hu ma no coad yu - les de la pa cha so fía y eco so fía
va a la vida (en un sen ti do cós mi - an di nas.
co) a de sen vol ver se y po si bi li - 9. La con cep ción del ‘vi vir bien’
tar nue va vida. El tra ba jo es y de la con vi ven cia cós mi ca an -
igual men te re pro duc ti vo como di nas im pli ca el ac ce so de to dos
la ri tua li dad (es pi ri tual), y, por lo los se res hu ma nos a los bie nes
tan to, es un es fuer zo cul tu ral. bá si cos para su exis ten cia (ali-
En sen ti do es tric to, sólo la pa - men tos, sa lud, edu ca ción, vi -
cha ma ma (ma dre tie rra) —y vien da), la de su des cen den cia
con ella las de más fuer zas na tu - y la vida del mun do no–hu ma -
ra les— es pro duc ti va; el ser hu - no. En un mun do li mi ta do, esto
ma no es me ra men te su “cul ti va - sólo es po si ble si un ter cio de la
dor” (agri–cul tor) y abo ga do. hu ma ni dad re nun cie a su abun -
6. La eco lo gía o —me jor— dan cia y des pil fa rro y acep te
eco so fía no es una cues tión de una con trac ción de la eco no -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 25

Josef Estermann
mía y una “dis mi nu ción del bie nes tar”. Un mun -
do en que to das y to dos adop ta rían un Ame ri can
Way of Life, no so la men te es im po si ble, sino una
ce gue ra cri mi nal del mo de lo neo li be ral exis ten -
te. El mo de lo ac tual de la glo ba li za ción neo li be -
ral y con su mis ta ni es glo ba li za ble, ni cos mi za ble
y me nos com pa ti ble con las fu tu ras ge ne ra cio -
nes.
10. Para lle gar a rea li zar el ideal
del “vi vir bien”, no se tra ta en pri -
mer lu gar de la “crea ción” de ri -
que za, sino de una dis tri bu ción y
re dis tri bu ción jus ta de los bie nes
exis ten tes. Mien tras al guien esté
“me jor”, otras per so nas es tán
“peo res”; y mien tras al guien
haga gran des ga nan cias en un
mun do li mi ta do, otras per so nas
su fren pér di das. En el ca pi ta lis -
mo no exis te una si tua ción
win–win (am bos/as ga nan), a pe -
sar de que se siga pre di can do el
evan ge lio del “efec to del go teo”
(tric kle down ef fect). De bi do a la
re dis tri bu ción de la ri que za, al gu -
nos/as cier ta men te “su fren pér di -
das” (en el sen ti do de la res tric -
ción de lujo); en vis ta del “vi vir
bien”, sin em bar go, es tas “pér di -
das” de ben de ser con si de ra das
“ga nan cias” de to das y to dos, en
el sen ti do de una nue va ar mo nía
y una ca li dad de vida re no va da.
11. El “so cia lis mo de mo crá ti co”
pro mue ve una trans fe ren cia de
bie nes y ca pi tal de acuer do al
prin ci pio de so li da ri dad, re ci pro -
ci dad y com ple men ta rie dad, tal
como lo pre vé el ALBA (Alter na -
ti va Bo li va ria na para Amé ri ca La ti -
na y el Ca ri be) y lo vie ne rea li zan -
do en for ma in ci pien te. En vez
de pro mo ver el prin ci pio de la
com pe ten cia fun da men ta da en
el egoís mo in di vi dual y na cio nal,
tal como lo de fien de el ca pi ta lis -
“Todo tipo de
superioridad
debida a poder,
riqueza,
estructuras
heredadas o
legitimación
biológica
(racismo), no es
compatible con
el “vivir bien”. Y
esto, a su vez,
implica también
una
de–construcción
profunda de la
tradición
filosófica
dominante, en
clave de
inter–culturalidad
y género.”
mo, el nue vo so cia lis mo fo men ta el vie jo prin ci -
pio del mu tua lis mo (ayu da mu tua y apo yo mu -
tuo). La con cien cia de la “glo ba li dad” e “in ter de -
pen den cia” con lle va la ur gen cia de que tam bién
los in te re ses e idea les sean en ten di dos como
“glo ba les”, es de cir: cos mo po li tas, cos mo–eco -
nó mi cos y cos mo–so cia les.
12. La con vi ven cia y reha bi ta ción de la Tie rra en
sen ti do eco só fi co, pre su pues tos pa cha só fi cos de la
fi lo so fía an di na, se cons tru yen en Abya Yala codo a
codo con una trans for ma ción pro fun da de la so cie -
dad, en el sen ti do de la in ter cul tu ra li dad y des co lo -
ni za ción. La di ver si dad de mo dos de vi vir, cul tu ras,
mo de los eco nó mi cos y or ga ni za cio na les im pli ca
un diá lo go abier to y “li bre de do mi -
na ción”, para di se ñar y cons truir
nues tra “casa co mún”. Ni la idea
pos mo der na de ám bi tos o ha bi ta -
cio nes (‘cul tu ras’ o ‘ci vi li za cio nes’)
en tre si in co mu ni ca bles, ni la idea
neo li be ral glo ba li zan te de un sa lón
que de ter mi na ra la im ple men ta -
ción y con trol de los de más am -
bien tes, son com pa ti bles con el fu -
tu ro de la hu ma ni dad. En el pri -
mer caso (in di fe ren cia pos mo der -
na), los mendigos acecharán, des -
de el só ta no, las suites de los pent -
houses —lo que hoy en día ya ocu -
rre en mu chas par tes del pla ne -
ta—, y obli gan a sus ha bi tan tes a
re for zar los can da dos (lla ma dos
“mu ros de con ten ción” fron te ri -
zos). Y en el se gun do caso (do mi -
nio neo li be ral), toda la casa se as fi -
xia rá por fal ta de oxí ge no, de se -
chos y ga ses tó xi cos o sim ple men -
te pres cin de de dos ter cios de los
ha bi tan tes me dian te ham bru nas in -
du ci das.
13. El im pe ra ti vo ca te gó ri co del
“vi vir bien” y de la “con vi ven cia
cós mi ca” re sul tan te po dría ser
como si gue: “Actúa siem pre se -
gún la má xi ma de acuer do a la
que una vida hu ma na en dig ni dad
(sa tis fac ción de las ne ce si da des
bá si cas; au to de ter mi na ción so -
cial, po lí ti ca y cul tu ral; res pe to e
igual dad de opor tu ni da des) pue de
ser ga ran ti za da para to dos los se -
res hu ma nos en pre sen te y fu tu ro
y que ga ran ti ce a la vez la su per vi -
ven cia del pla ne ta Tie rra”. Y esto sig ni fi ca que una
po lí ti ca y eco no mía co rres pon dien tes de ben de
ser com pa ti bles con el cos mos, las fu tu ras ge ne -
ra cio nes, el mun do es pi ri tual y re li gio so, la di ver -
si dad cul tu ral y, so bre todo, las y los po bres.
14. Por fin, el “vi vir bien” y la con vi ven cia eco só fi ca im -
plican un reordenamiento fundamental de las relacio-
26 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Ecosofía andina
nes de po der, en el sen ti do de
equidad de género y la superación
del patriarcado y androcentrismo.
Todo tipo de superioridad debida
a poder, riqueza, estructuras heredadas
o legitimación biológica (racis
mo), no es com pa ti ble con el “vi -
vir bien”. Y esto, a su vez, im pli ca
también una de–construcción profunda
de la tradición filosófica dominante,
en clave de inter–culturalidad
y gé ne ro.
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El Antoniano 126 – Junio de 2014 27

PEDAGOGÍA DE–COLONIZADORA
RESUMEN
El pre sen te ar tícu lo tie ne la in ten ción de ge ne rar una re fle xión en -
tre to dos los ac to res aca dé mi cos de las cien cias so cia les so bre el te -
ma pe da go gía de–co lo ni za do ra, es cri to por Cat he ri ne Walsh, te -
nien do co mo eje prin ci pal la pe da gó gi ca que co mo bien sa be mos
al igual que la di dác ti ca es par te im plí ci ta de la edu ca ción y re pre sen -
ta un an cla je sus tan cial con la in ter cul tu ra li dad con si de ra da una he -
rra mien ta pe da gó gi ca. se pre ten de una re la ción en tre pe da go gía
crí ti ca con pe da go gía de–co lo ni za do ra y que se gún la au to ra se de -
be lo grar a tra vés del dia lo go. En otras pa la bras, sig ni fi ca al can zar
un me jor en cuen tro en tre la so cie dad mo der na y la so cie dad tra di -
cio nal sos te ni do en los prin ci pios del ser, sen tir, pen sar, ha cer y so -
bre to do en se ñar, te mas que se de ben es tu diar con ma yor ra zón
des de la ca pi tal his tó ri ca del Pe rú, el Cus co, ha cia el mun do.
PALABRAS CLAVE: Pe da go gía de-co lo ni za do ra, pe da go gía crí ti ca,
edu ca ción, cul tu ra, so cie dad, éti ca y hu ma nis mo.
Manuel Alberto Gamarra Moscoso 1
ABSTRACT
This ar ti cle is in tended to gen er ate a re flec tion among all ac a demic
fac tors of so cial sci ence on the sub ject: Ped a gogy Of-col o niz ing,
writ ten by Dr. Catherine Walsh, with the – main axis “ped a gogy”.
As Well we know as the same of di dac ti cism is an im plicit part of ed -
u ca tion and rep re sents a sub stan tial an chor with intercultural that is
con sid ered a ped a gog i cal tool. To achieve a re la tion ship be tween
crit i cal ped a gogy with of-col o niz ing ped a gogy, ac cord ing to the au -
thor, it is achieved through the di a logue. in other words, to
archieve a better match be tween mod ern so ci ety and tra di tional
so ci ety, sus tained in val ues of be, feel ,think, do and over all teach,
top ics that must be stud ied more from the his tor i cal cap i tal of Peru.
Cusco to the wold.
a pe da go gía hoy lla ma da teo ría de la edu ca ción
Les in dis cu ti ble men te una cien cia nor ma ti va que
1 Magíster en Educación Superior en la Facultad de Educación. E–mail: manuelunsaac@hotmail.com
28 El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line)

Pedagogía de–colonizadora
tras cien de a otras dis ci pli nas, lla -
mé mos la de di rec cio na li dad
trans dis ci pli na ria, así po de mos
ad ver tir como ejem plos a las de -
no mi na cio nes de his to ria de la
edu ca ción, so cio lo gía de la edu -
ca ción, fi lo so fía de la edu ca ción
etc. Nues tro ob je ti vo prin ci pal
es com par tir, re fle xio nar de ma -
ne ra se lec ti va la trans crip ción es -
pe cí fi ca del sub tema: “pe da go gía
de-co lo nial des de la pers pec ti va
de la in ter cul tu ra li dad crí ti ca”
(pag.13) del li bro “Inter cul tu ra li -
dad Crí ti ca y Pe da go gía De-co lo -
nial” de Cat he ri ne Walsh 2
.
Sobre Interculturalidad, tema
de actualidad en Educación, se tiene
co no ci mien to que en otros es -
pacios geográficos, caso del país
mediterráneo de Bolivia, lo denomi
nan hoy en día como des co lo ni -
zación. Al respecto permítaseme
disgregar o deslindar términos preci
sos de cul tu ra (otros lo lla ma ran
civilización, sociedad, asentamiento
humano).
Así te ne mos di dác ti ca men -
te el grá fi co 1.
Pre ci san do. Te ne mos que:
a. Intercambio de cultura. Ejemplo:
A con A.
b. Res pe to en nues tros pro pios es -
pa cios. Ejem plo: A con B.
c. Cuan do apren de mos de otras
culturas (viceversa). Ejemplo: A
Gráfico 1.
y B – B y A (in cor po ra ción mu -
tua).
d. Pro ce so de C + E, A + C y/o
M + E (crea ción, en se ñan -
za–apren di za je, con ser va -
ción–modificación y evaluación
(C + C) = cua li ta ti vo y cuan ti ta -
tivo).
La doctora Walsh anota: “pro -
pongo la interculturalidad crítica
como He rra mien ta Pe da gó gi ca
que cuestiona de manera continua
la racialización, subalternización, in -
feriorización y sus pa tro nes de po -
der, visibiliza maneras distintas de
Ser, Vi vir y Sa ber, y bus ca el de sa -
rro llo y crea ción de com pren sio -
nes y con di cio nes que no solo ar ti -
culan y hacen dialogar las diferencias
en un mar co de le gi ti mi dad,
dignidad, igualdad, equidad y respe
to, sino que tam bién, y a la vez,
alien tan la crea ción de “otros” mo -
dos de pen sar, ser, es tar, apren der,
Ense ñar, so ñar y vi vir que cru zan
fronteras. La interculturalidad crítica
y la de–co lo nia li dad, en este sen -
tido, son Proyectos, procesos que
se entretejen Conceptualmente y
Pedagógicamente, alentando una
iniciativa y agencia ética–moral que
hacen cuestionar y construir. (…)
culmina este segmento anotando,
ésta ini cia ti va dan base para lo que
nombró “Pedagogía De-colonial”.
Más ade lan te se lee “como
pro yec to po lí ti co, so cial, epis té -
2 Catherine Walsh (1). Profesora Principal y Directora del Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos. Universidad Andina Simón Bolívar.
Ecuador.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 29

Manuel Alberto Gamarra Moscoso
mi co y éti co, la in ter cul tu ra li dad crí ti ca, es cri be la
Doc to ra Walch, expresa y exige una pedagogía, y
una apuesta y práctica pedagógica. (…) La pedago -
gía se en tien de más allá del sis te ma edu ca ti vo, de la
enseñanza y transmisión de saber, y como proceso
y prác ti ca so cio po lí ti co, pro duc ti vo y trans for ma ti -
vo asentado en las realidades, subjetividades, historias
y lu chas de la gen te, vi vi das en
un mun do re gi do por la es truc tu ra -
ción co lo nial”.
De igual ma ne ra en con tra mos
estos párrafos valiosos para un me -
jor en ten di mien to de lo que es
de–co lo ni za ción o des co lo ni za -
ción, al de cir so bre los pro yec tos
de in dí ge nas que “apun tan la des -
co lo ni za ción, es opor tu no pen sar
y significar hoy una perspectiva pe -
da gó gi ca —o de pe da go gías que
se en la cen con los pro yec tos y
pers pec ti vas de in ter cul tu ra li dad
crí ti ca y de–co lo nia li dad—. Pe da -
go gías que dia lo gan con los an te ce -
den tes crí ti co-po lí ti cos a la vez
que par ten de la pra xis de orien ta -
ción de–co lo nial. Al re fe rir se a
este pun to, anota acer ta da men te
las palabras de Rafael Bautista (2):
“el mito ra cis ta que inau gu ra la mo -
der ni dad (…) y el mo nó lo go de la
ra zón mo der no-oc ci den tal”
Walsh agrega: “pedagogías que es -
fuercen por transgredir, desplazar
e in ci dir en la ne ga ción on to ló gi ca,
epis té mi ca y cos mo gó ni ca-es pi ri -
tual que ha sido —y es es tra te gia,
fin y re sul ta do del po der de la co lo -
nia li dad. Es de cir, pe da go gías
de–co lo nia les”.
En este sen ti do, pro si gue, “la
pe da go gía o las pe da go gías de-co -
lo nia les se rían ellas cons trui das y
por cons truir: en es cue las, co le -
gios, uni ver si da des, en el seno de
las organizaciones, en los barrios,
co mu ni da des y en la ca lle, en tre
“La pedagogía se
entiende más allá
del sistema
educativo, de la
enseñanza y
transmisión de
saber, y como
proceso y
práctica
sociopolítico,
productivo y
transformativo
asentado en las
realidades,
subjetividades,
historias y luchas
de la gente,
vividas en un
mundo regido
por la
estructuración
colonial.”
otros lu ga res. Ellas que vi si bi li zan todo lo que el
mul ti cul tu ra lis mo ocul ta, in clu yen do la geo po lí ti ca
del sa ber (…) aque llas pe da go gías que in te gran el
cues tio na mien to y el aná li sis crí ti co”.
Cul mi na Walsh so bre este seg men to: “con si de -
ra da de esta ma ne ra, pe da go gía de–co lo nial,
como la pe da go gía crí ti ca, es en úl ti ma ins tan cia, un
sue ño, pero uno que se sue ña en el in som nio de la
pra xis. Esto se debe, con ti nua, a que un in di vi duo
no pue de de cir que ha lo gra do la pe da go gía crí ti ca
o la pe da go gía de–co lo nial, si deja de lu char por
con se guir la en lo cul tu ral, so cial, po lí ti ca, epistémico–intelectual
y edu ca ti va. Con esta re fe ren cia, no
es toy su man do la pe da go gía de–co lo nial a la pe da -
go gía crí ti ca, ni su gi rien do la pri me -
ra como ma ni fes ta ción con tem po -
rá nea de la úl ti ma. De he cho, la
pe da go gía de–co lo nial tie ne su
pro pia ge nea lo gía, sin te ner que
ne ce sa ria men te de no mi nar la así
—en rai za da en la pra xis que las co -
munidades afro e indígenas han ve -
ni do ejer cien do des de años
atrás—, las que re cien te men te es -
tán sa lien do a la luz y sien do re -
construidas y revitalizadas como
par te de un pro yec to”.
La in ten ción, dice Walsh, “es
Enta blar un diá lo go en tre am bas”.
De Boa ven tu ra de Sou sa (3) re -
co ge lo si guien te: “el pro yec to de
de–co lo nia li dad, como he rra mien -
ta que ayu de (…) un pro yec to
que pro vo ca cues tio nar las au sen -
cias —de sa be res, tiem pos, di fe -
ren cias— y pen sar y tra ba jar a tra -
vés de la am plia ción sim bó li ca de
pis tas o se ña les de la ex pe rien cia
mis ma”.
Estas pers pec ti vas se alían con
las de la lla ma da Pe da go gía crí ti ca
ini cia da por Pau lo Frei re (4) en
los ‘60 re sal tan do sus con tri bu -
cio nes, in clu yen do su po si ción
hu ma nis ta más que todo, su cri ti -
ci dad y re to ma da por mu chos
edu ca do res y ac ti vis tas in te lec -
tua les a lo lar go del mun do has ta
los ‘90, cuan do em pe zó su dis mi -
nu ción “y a la vez dis tin guir los
apor tes de Frantz Fa non (5),
apor tes acer ta dos para la apues -
ta de-co lo nial”.
REFERENCIAS
—1. Catherine Walsh. (2002). Interculturalidad Crítica y Pedagogía
De–colonial.
—2. Rafael Bautista. (2009). Bolivia: del Estado Colonial al Estado
Plurinacional.
—3. Boaventura de Sou sa, San tos. (2005). De–colonizar el Pensar.
—4. Pau lo Frei re. (1960). Pedagogía del Oprimido.
—5. Frantz Fanon. (1961). Los Con de na dos de la Tie rra.
30 El Antoniano 126 – Junio de 2014

SEMIOLOGÍA DE CERRITO DE WAQSAPATA
—LÓGICA DE LA COMUNICACIÓN ANDINA A TRAVÉS DE LA MÚSICA—
ar ti re mos por se ña lar que toda la cul tu ra es
Pcon si de ra da como pro ce so de sig ni fi ca dos y
sig ni fi ca ción. Des de la apa ri ción de la se mió ti ca,
cada ob je to del mun do ya no es so la men te “un
ob je to”, sino es tam bién “otro ob je to” no pre -
sen te, al que re pre sen ta y por el que a ve ces tie -
ne más im por tan cia que la que le otor ga su pro -
pia na tu ra le za.
A. J. Grei mas, es el pri mer es tu dio so del con -
te ni do de dis cur sos, adap ta dor de esta me to do -
Efraín Cáceres Chalco 1
lo gía con el ob je to de pro fun di zar en su ri gor
cien tí fi co, ago ta el co no ci mien to de los ele men -
tos ar ti cu la do res y or ga ni za do res del sen ti do de
un dis cur so, y es ta ble ce las re la cio nes ocul tas de
los en la ces pro duc to res del sen ti do.
El Psi coa ná li sis, in cor po ra la se mió ti ca al aná li -
sis de los dis cur sos de sus pa cien tes, por que en
ella aflo ra la es truc tu ra del in cons cien te, pues “el
in cons cien te tie ne es truc tu ra de dis cur so.” (La -
can en Blan co: 1980: 10).
1 Antropólogo. Magíster. Director del Consejo de Proyección Social.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 33

Efraín Cáceres Chalco
Por otro lado, es ne ce sa rio re cor dar, el ca rác ter
de la evo lu ción de los hu ma nos o “ru nas”, este se
fun da men ta en el apren di za je cul tu ral, pues me -
dian te ella crea, re cuer da y ma ne ja las ideas, con -
tro lan do y apli can do sis te mas es pe cí fi cos de sig ni fi -
ca do sim bó li co, y la con cep tua li za ción de cul tu ra
ma ne ja da por Clif ford Geertz, es una de las más
ade cua das, a nues tro pro pó si to de com pren sión
de la cul tu ra de los pue blos, des de el men sa je co -
mu ni ca ti vo de su mú si ca: “la cultura, conjunto de
me ca nis mos de con trol (pla nos, re -
ce tas, re glas, cons truc cio nes), lo
que los técnicos en ordenadores llaman
pro gra mas para re gir el com -
por ta mien to”. (Geertz, en Phi llip:
1999; 18).
La mú si ca en los an des (ru ral y
ur ba no), siem pre ex pre san men -
sa jes cul tu ra les, ma ne ja dos
como sím bo lo e in clu so him nos.
Así por ejem plo, las ciu da des
más im por tan tes del sur del
Perú, tie nen como ma ni fes ta -
ción de iden ti dad una me lo día, y
en opor tu ni da des, aun cuan do
sea solo por un día, se vuel ve en
un him no to tal, toda la so cie dad
ur ba na o ru ral, la in ter pre ta, la
vive, la sien te y la llo ra en mu -
chos ca sos. Así por ejem plo: en
Cus co du ran te la vís pe ra de su
ani ver sa rio (24 de Ju nio) el Way -
ñu más es cu cha do, in ter pre ta do
y bai la do es “Va li cha”, mien tras
que en Apu rí mac Aban cay, otra
me lo día mues tra esta mis ma
iden ti dad, el “Car na val de Apu rí -
mac”. Esta mis ma con duc ta de
iden ti dad mu si cal, se ob ser va en
Puno con el way ñu “Ce rri to de
Waq sa pa ta”, se ma ni fies ta con to -
tal in ten si dad en los car na va les
ur ba nos. Como se pue de ob ser -
“La música del
wayno ha sido
poco alterada,
mientras que la
letra ha
evolucionado
con rapidez y a
tomado formas
infinitamente
diversas, casi
una forma para
cada hombre.”
var, es tor tres ca sos men cio na dos, co rres pon -
dien tes a tres lo ca li da des del sur an di no del Perú,
mues tra la mis ma con duc ta re pli ca da en cada
una de sus pro vin cias, por que en cada pue blo an -
di no de los de par ta men tos del sur del Perú, un
way ñu se vuel ve en el ele men to de iden ti dad, pe -
ga da a su es pa cio y po ten cia li za do en un tiem po
per fec ta men te de fi ni do por los ri tos, ca len da ri za -
do con sus ac ti vi da des pro duc ti vas, ya sean agra -
rias, pe cua rias o de in ter cam bio.
El tema de la mú si ca an di na es ma gis tral men te
tra ta do por José Ma ría Argue das a tra vés de sus
di fe ren tes tex tos, tan to li te ra rios y en sa yís ti cos;
Argue das uti li za la his to ri ci dad del can to y la mú si -
ca para pro po ner una exé ge sis del tiem po his tó ri -
co. Estas prác ti cas cul tu ra les pue den leer se
como ob je tos mar ca dos por el tiem po; pasa por
ellas las di fe ren tes tem po ra li da des vi vi das en los
pue blos del ande pe rua no. Esta mis ma per cep -
ción tie ne Rowe al es tu diar las obras de Argue -
das li ga das al so ni do y la mú si ca:
“… la mú si ca en Argue das se ma -
ne ja como la crea ción de un es pa -
cio so no ro, con el cual la ima gi na -
ción com po ne las per cep cio nes y
po si bi li ta la com prehen sión. (...)
Nos pa re ce que ha bría que te ner
en men te que des de la con quis ta
la es cri tu ra, y los sig nos grá fi cos
aso cia dos con ella, se es ta ble ce
como la ma yor ins tan cia del po der
co mu ni ca ti vo. El so ni do, en la
obra de Argue das, se con vier te en
acer vo al ter na ti vo de sig ni fi ca ti vos
y cau ce y ci fra mien to de una me -
mo ria his tó ri ca”. (Rowe: 1996:
17).
Al mar gen de esta opi nión, evi -
den te men te vá li da, la des crip ción
y con cep tua li za ción he cha por
Argue das del way ñu es más pro -
funda y finamente hilvanada; “El
Way no es como la hue lla cla ra y mi -
nuciosa que el pueblo mestizo ha
ido de jan do en el ca mi no de sal va -
ción y de crea ción que ha se gui do.
En el way no ha que da do toda la
vida, to dos los mo men tos de do lor,
de ale gría, de te rri ble lu cha, y to dos
los ins tan tes en que fue en con tran -
do la luz y la sa li da al mun do gran de
en que po día ser como los me jo res y
ren dir como los me jo res”. (Argue -
das: 1985: 59).
De este tra ta mien to teó ri co del way ñu, este
pen sa dor pe rua no, lle ga a una con clu sión sor pren -
den te, y se pue de ve ri fi car a tra vés de ma te ria les et -
no grá fi cos de cam po, ri gu ro sa men te tra ta dos: “La
mú si ca del way no ha sido poco al te ra da, mien tras
que la le tra ha evo lu cio na do con ra pi dez y ha to ma -
do for mas in fi ni ta men te di ver sas, casi una for ma
para cada hom bre”. (Argue das: 1985: 60), a esta
mis ma con clu sión lle ga tam bién J. J. Gar cía (1987).
34 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Semiología de Cerrito de Waqsapata
1. MENSAJE SIMBÓLICO Y
TEXTUAL DE “CERRITO DE
WAQSAPATA”
A par tir de este bre ve mar co
teó ri co, tan to de la se mió ti ca
así como del sig ni fi ca do del ele -
men to mu si cal an di no, ana li za -
re mos con el mé to do (se mió ti -
co) el way ñu “Ce rri to de Waq -
sa pa ta”, con di fe ren tes ma te -
rias sig ni fi can tes, des com po -
nien do el pla no del con te ni do
en di fe ren tes ni ve les de or ga ni -
za ción y en los com po nen tes in -
te gra do res, para de este modo,
te ner el men sa je to tal.
Par ti re mos por pre sen tar el
ma te rial de aná li sis (Ce rri to de
Waq sa pa ta), en su to ta li dad
como sín te sis in te gra da de men -
sa jes sim bó li cos, para un aná li -
sis ri gu ro so, y des cu brir la di ná -
mi ca in ter na de la pro duc ción
del sen ti do, com pro me te dor
de la con duc ta de los ele men -
tos se mió ti cos ope ran tes. Para
este fin, to ma re mos la in for ma -
ción de cam po de sa rro lla do
por los her ma nos Gon zá les
Ríos, Yo lan da y José, que la con -
si de ra mos la ver sión más com -
ple ta:
1. Cerrito de Waqsapata,
Tes ti go de mis amo res,
Tes ti go de mis amores.
Tu no mas está sa bien do,
la vida que es toy pa san do,
la vida que es toy pa san do.
2. Un be si to y un abra zo,
A cual quie ra se le da,
A cual quie ra se le da.
Al rico por su di ne ro,
Y al po bre por ca ri dad,
Y al po bre por ca ri dad.
3. Te acuer das cuan do en las tar des,
Contemplaba tu hermosura,
Contemplaba tu hermosura.
Desparramada la dicha,
Naufragaba la esperanza,
Naufragaba la esperanza.
4. Bai la no mas vida mía,
Bai la que te pa ga ré,
Bai la que te pa ga ré.
Una rosa en cada mano,
Y un cla vel en cada pie,
Y un cla vel en cada pie.
5. Cerrito de Waqsapata,
Tes ti go de mis amo res,
Tes ti go de mis amores.
Tú no mas sa bes que su fro,
Tú no mas sa bes que llo ro,
Tú no mas sa bes que lloro.
6. Con tus flo res ama ri llas,
Cerrito de Waqsapata,
Cerrito de Waqsapata.
Olvidaré para siempre,
El nom bre de aque lla in gra ta,
El nom bre de aque lla in gra ta.
7. Bailemos alegremente,
Zapateando fuertemente,
Zapateando fuertemente.
Al son de la man do li na,
Que toca Nés tor Mo li na,
Que toca Nés tor Mo li na.
8. Una lá gri ma he ver ti do,
Más amar ga que el ol vi do,
Más amar ga que el ol vi do.
Como na die lo ha en jua ga do,
Yo mis mo me la he be bi do,
Yo mis mo me la he be bi do.
9. Chunquito corazoncito,
Mal pago no me has de dar,
Mal pago no me has de dar.
Y si mal pago me die ras,
La vida te he de qui tar,
La vida te he de qui tar.
10. Que her mo sa vida yo paso,
To das las no ches de fa rra,
To das las no ches de fa rra.
Gráfico 1. Cuadro Estructural de Relaciones.
Cantando mis pasacalles,
Al com pás de mi gui ta rra,
Al com pás de mi gui ta rra.
11. Car te les ya van pe gan do,
Anunciando mi partida,
Anunciando mi partida.
Todo Puno va di cien do,
Ya se va el abo rre ci do,
Ya se va el abo rre ci do.
Fuente: Gonzales Ríos, Yolanda y José Gonzales
Ríos: 1998: [Pp. 25 – 29].
La particularidad de esta textualiza
ción aquí pre sen ta da, es el dis -
cur so com ple to en toda su mag ni -
tud con to das las va ria bles di fe ren -
ciándose de otras anteriores, y
está fuertemente articulada al sonido
y a las ló gi cas ar mó ni cas de su
melodía.
2. DECODIFICACIÓN DEL
MENSAJE EN FUNCIÓN A
SUJETO – OBJETO:
Ve mos al ce rro de Waq sa pa -
ta como un ac tan te [ac tor] pa si -
vo que mues tra su ca rác ter ac ti -
vo para el su je to (“S”) que per si -
gue el amor como ob je to
(“O”).
Aplicando el esquema de Greimas
(1972: 14) te ne mos lo si -
guiente cuadro estructural de relaciones:
Ver gráfico 1.
A par tir de este es que ma o
cua dro re la cio nal, ha lla mos lo si -
guien te:
El Antoniano 126 – Junio de 2014 35

Efraín Cáceres Chalco
Entre los pla nos de ex pre sión y el pla no del con -
te ni do en el ni vel pro fun do exis te una dis yun ción,
es de cir:
S → O; Su je to y amor (no exis te co rres pon den -
cia).
– Plano de la expresión, nivel profundo = S ∧ O[ + ]
(positivo: búsqueda de amor o realización).
– Plano del nivel profundo = S ∨ O[ ]
− (negativo: no
ha lla el amor), en con se cuen cia un cam bio sus tan -
cial o radical de actividades será necesario; “Carteles
ya van pe gan do/ anun cian do mi par ti da/ …/ todo
Puno va di cien do/ ya se va el abo rre ci do”.
– En tor no a este dis cur so cen tral gira to dos los de -
más elementos incluido el Cerro de Waqsapata,
cuya con cu rren cia no solo es ale go ría o de co ra -
ción natural o paisajístico, sino participa como un
actante [actor] pasivo, pero que cumple roles activos:
“tes ti go”, de po si ta rio de todo tipo de vi ven -
cias y al mismo tiempo, implícitamente consuela y
comprende esa relación [ S O]
→ con ma yor sa bi -
duría, “Tu no mas esta sa bien do/ la vida que es toy pa -
sando”. Así mis mo al ser un ac tan te pa si vo y ac ti vo
al mis mo tiem po, cum ple tam bién el rol re fe ren te
y contextualizador; porque en él [cerrito], se
realiza todo, o sea, es el teatro de operaciones o el
contexto de la realización.
Re su mien do ten dría mos de acuer do a la di co to -
mía de Saus su re el si guien te cua dro:
La contrariedad:
Por lo tan to, per fec ta men te di se ña el pri mer eje
de la con tra rie dad de la sig ni fi ca ción:
4. OPUESTOS SIMBÓLICO SEXUALES EN
“CERRITO DE WAQSAPATA”
Los ele men tos se xua les in ter vi nien tes como ele -
men tos opues tos son:
Des de es tos ele men tos de con tra dic ción se pue -
de gra fi car el si guien te cua dro se mió ti co:
3. DECODIFICACIÓN EN FUNCIÓN A
CLASEMAS Y LEXEMAS:
Un ni vel de tex to con un sema nu clear “Ce rri to
de Waqsapata”, cuenta con clasemas o variaciones
del le xe ma nuclear:
a. Tes ti go de mis amo res
b. Obser va la des di cha
c. So bre la vida que pasa
d. Sabe que llo ra
e. Sabe que su fre
f. Tiene flores amarillas
g. Absorbe promesas: “Cerrito de Waqsapata/ olvidaré
para siem pre / el nom bre de aque lla in gra ta/…”.
En cuan to a la es truc tu ra ele men tal de la sig ni fi ca -
ción, ha lla mos en el tex to, un ve la do dis cur so a la
se xua li dad. Pues es el hom bre (sexo mas cu li no) el
que de sea te ner a la mu jer (sexo fe me ni no) mos -
trán do se, este de seo en un eje se mió ti co de la
siguiente manera.
De aquí las nor mas so cia les sur gen como:
Las re la cio nes se xua les no son per ti nen tes, no
posibles, excluidos, por ser estas prescritas y prohi-
36 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Semiología de Cerrito de Waqsapata
bi das, por ser la re la ción anor mal
[¿in ces tuo sa?; ¿a dul te rio?;
¿racista?].
5. COMPORTAMIENTO DE
LAS MODALIDADES
SINTACMÁTICAS
En fun ción a la trans for ma ción
con jun ti va te ne mos:
a. De seo – apro pia ción – atri bu -
ción [con el que rer y po der].
b. Re nun cia – de po si ción [con el
de ber y sa ber].
Este se gun do (b), ex pre sa la
trans for ma ción dis yun ti va, de
don de las mo da li da des sin tac má -
ti cas se mues tran en el grá fi co 2.
Estas modalidades sintagmáticas,
es tán mos tran do en todo el
corpus del wayñu “Cerrito de
Waqsapata”, claramente la coexisten
cia de dos seg men tos opues tos
con un cam po neu tral, que les sir -
ve de im pul so y res pi ro al au tor
y/o sujeto.
Gráfico 2.
En con cre to, apli can do el eje
ac tan cial de Grei mas (1966:
180), ver el grá fi co 3.
De este modo, sur gen los
seis ac tan tes cla ra men te de fi ni -
dos, a tra vés de los cua les gira
la te má ti ca del dis cur so en
tres ejes di rec cio na les sig ni fi -
ca do res de sen ti dos e in ten si -
da des:
6. VERDAD Y FALSEDAD
SEMIOLÓGICA:
Finalmente la veridicción semiológica,
constituye una isotopía inde-
Gráfico 3.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 37

Efraín Cáceres Chalco
pen dien te, ca paz de ins ta lar su pro pio ni vel de re fe -
rencia al interior del discurso; clasifica las diferencias
entre los estados verdaderos y los falsos, instituyendo
la “verdad” intrínseca del relato, porque, el discurso,
cons tru ye siem pre su pro pia ver dad. Para este efec to
glo ba li za re mos el análisis del texto “Cerrito de
Waqsapata” de este modo:
– El Cerrito de Waqsapata [naturaleza], asume ro -
les hu ma nos de ser el fiel ob ser va dor, ates ti gua -
dor y/o es el ob ser va dor del sen ti mien to y re la -
cio nes del au tor. A más del sen ti mien to (amor),
tam bién tes ti mo nia el con tex to so cial del au tor,
ex pre sa do en “vida” (“… La vida que es toy pa -
sando.”).
– Dos acciones denotadotes de actitudes, como
“beso” y “abra zo” ex pre san afec tos y res pe tos, no
ne ce sa ria men te se da por lo que se sien te, sino,
éste pue de te ner otro tipo de mó vi les como “di ne -
ro” y “caridad”, estos dos elementos condicionantes
ge ne ran de por sí, dos ac to res o ac tan tes asi mé -
tri cos y opues tos: “rico” y “po bre”. A cada ac tan te
le co rres pon de las ac cio nes en fun ción a su es tra to
socio – económico: “al pobre” le corresponde la
“ca ri dad”, y el “Rico”, ha lla el me re ci mien to por su
“di ne ro”. Por tan to el sen ti mien to de amor para el
au tor está ausente en una sociedad marcada por
elementos materiales de posesión.
– Una co yun tu ra es pe cí fi ca de la evo lu ción ho ra ria
y cro no ló gi ca de lo co ti dia no [“tar des”], para el
au tor se pre sen ta como el ar que ti po ideal para
per ci bir la be lle za [“her mo su ra”]. Las tar des se
le pre sen tan al ac tan te como el mo men to pro pi -
cio para el ro man ce, este sen ti mien to es abun -
dan te y se ha lla en to dos los lu ga res del es pa cio
ro mán ti co de “Ce rri to de Waq sa pa ta” en for ma
desparramada, al ser abundante, al mismo tiem -
po es apren si ble y ge ne ra frus tra ción en el au tor
por ello ve nau fra gar sus es pe ran zas.
– El bai le es un con di cio nan te ne ce sa rio com ple -
men to del ro man ce, sin cuya con cu rren cia im -
po si ble la apro xi ma ción de su je to – ob je to. Pero
esta apro xi ma ción tie ne tam bién un cos to sim -
bólico necesario: “Rosas” para las “manos” y
“Cla ve les” para los “pies”, es de cir, la rosa fe me -
ni na se pre sen ta ele va da y el cla vel mas cu li no
ocu pa un lu gar in fe rior de se gun do or den, por
lo tan to el sen ti mien to ro mán ti co, al au tor hace
per der le toda vi sión, de mo crá ti ca y si mé tri ca,
configurándose así, en la perdida de sus valores
y auto es ti ma del ac tan te.
– En el dis cur so (5) mues tra el re sul ta do de sus ac cio -
nes y apro xi ma cio nes, a tra vés del dís ti co
semántico:
– “Tu no mas sa bes que su fro”
– “Tu no mas sa bes que llo ro.”
Cada uno de es tos as pec tos ex pre san, con ni ti -
dez los re sul ta dos de dis yun ción de los ac tan tes:
sujeto ∨ objeto amor ∨ correspondencia
7. ESQUEMA Y ESTRUCTURA DE LA
PERFORMANCE:
A par tir de ello ob ser va mos el si guien te es que -
ma:
a) Esque ma del pro gra ma na rra ti vo del dis cur so
total:
Ce rri to de Waq sa pa ta
1.
= 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Un be si to yKun a bra so
2.
= 8
1 2 3 4 5 6 7 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Te a cuer das cuan do en las tar des
3. K
K = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Bai la no mas vi da mi a
4. = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Ce rri to de Waq sa pa ta
5. = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Con tus flo res a ma ri llas
6. = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Bai le mos a le gre men te
7. = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
U na laK
gri ma he ver ti do
8. = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
chun qui to co ra zon ci to
9. = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Que her mo za vi da yo pa so
10. K = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Car te les ya van pe gan do
11. = 8
1 2 3 4 5 6 7 8
b) Esque ma de dis tri bu ción en fun ción al eje de
la per for man ce:
1.
12345678
5 →
2.
12345678
3.
12345678
4.
12345678
5. 123456 78
EJENEUTRAL → 6.
12345678
5 →
7.
12345678
8.
12345678
9. 123 45678
10.
12345678
11.
12345678
38 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Semiología de Cerrito de Waqsapata
c) Esque ma de dis tri bu ción en
fun ción a la opo si ción de la per -
for man ce:
1.
+ ingreso
( + ) 5 →
2.
3.
4.
5.
( ∅) 1→ 6.
∅
( −)
5 →
7.
8.
9.
10.
11.
+
+
+
+
−
−
−
−
[ ]
[ ]
− Fuga
A par tir de ello se pue de
con cluir que el dis cur so en
“Ce rri to de Waq sa pa ta” está
per fec ta men te or ga ni za do en
una ló gi ca geo mé tri ca: cin co
(del 1 al 5) quin te tos po si ti -
vos, de bús que da del amor co -
rres pon di do; y cin co (del 7 al
11) quin te tos ne ga ti vos de ex -
pre sión de do lor “su fro” y “llo -
ro”, con un eje neu tral (6) que
ha bla de dos ca te go rías sé mi -
cas “ol vi do” e “in gra ta”, a par -
tir de este eje neu tral cam bia
el “Ce rri to de Waq sa pa ta” de
tes ti go a cu ran de ro, pues con
sus flo res ama ri llas debe re ver -
tir lo ex pre sa do y sen ti do en
el dís ti co se mán ti co “su fro” y
“llo ro” a “ol vi da re para siem -
pre”.
Gráfico 4.
– El discurso cambia totalmente a
par tir del sie te (7), opta por
otro objeto.
– De esta ma ne ra, se en sam bla
un nue vo co mien zo:
S ∧ O = Autor ∧ Alegria y baile
Por lo tan to se es ta ría gra fi can -
do el re fle jo del es pe jo ana li za do
por Tris tan Platt (1976:).
El co men zar nue va men te,
pero con otros ob je ti vos “bai lar
para ol vi dar a la in gra ta”, mues -
tra otro pro gra ma na rra ti vo.
A par tir de este mo men to, los
ele men tos usa dos son:
“bai la re mos”, “ale gre men -
te”, “za pa teo”, “man do li na”, “ol -
vi do”, “mal pago”, “fa rra”, “gui -
ta rra”, “car te les”, “par ti da”,
“abo rre ci do”.
Estos ele men tos con no tan
un cam bio de ac ti tud en vis ta
de la im po si bi li dad del pri mer
cuer po (1 al 5).
La ve ri fi ca ción glo bal por lo
tan to tie ne el si guien te sen ti do
en “Ce rri to de Waq sa pa ta”: Ver
grá fi co 4.
Cree mos, es tas lí neas acla -
ran el men sa je del con te ni do
de este ma te rial de es tu dio “Ce -
rri to de Waq sa pa ta”.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 39

Efraín Cáceres Chalco
CONCLUSIÓN
En cada pue blo an di no del Sur del Perú, un
way ñu arrai ga do a su es pa cio y po ten cia li za do
por el tiem po per fec ta men te de fi ni do y ar ti cu la -
do con sus ri tos, se vuel ve en el ele men to de
iden ti dad, ex pre san do ca len da rios que ri gen las
ac ti vi da des pro duc ti vas de los ru nas, ya sean agra -
rias, pe cua rias, de in ter cam bio o mo vi li dad mi -
gra to ria.
La mú si ca in dí ge na an di na, mues tra con te ni -
dos, uti li za có di gos, ex pre sa sig ni -
fi ca dos, tex tua li za men sa jes, de -
ter mi na la his to ri ci dad del can to,
y la mú si ca, para pro po ner una
exé ge sis del tiem po his tó ri co de
un pue blo.
Con la me to do lo gía se mió ti -
ca, di fe ren tes ma te ria les sig ni fi -
can tes, como el “Ce rri to de Waq -
sa pa ta”, re ve lan men sa jes, del
cons cien te y sub cons cien te co -
lec ti vo, los que des com po nien -
do el pla no del con te ni do, en di -
fe ren tes ni ve les de or ga ni za ción
y en los com po nen tes in te gra do -
res, mues tran con cla ri dad men -
sa jes de ca rác ter éti co, en fun -
ción a amor y sexo te nien do
como fon do la es tra ti fi ca ción so -
cial de ter mi na da por la base eco -
nó mi ca (“rico” – “po bre”).
La par ti cu la ri dad de la tex tua li -
za ción del way ñu “Ce rri to de
Waq sa pa ta” pre sen ta do en el tra -
ba jo, mues tra un dis cur so com -
ple to en to das sus va ria bles, y
está fuer te men te ar ti cu la da al so -
ni do y ló gi cas de su me lo día, rit -
mo y ca den cia. Así mis mo, mues -
tra una com po si ción geo mé tri ca
per fec ta men te di se ña da. En to -
das sus es tro fas mues tra con
exac ti tud, la fre cuen te pre sen cia
del oc ta vo, como una cons tan te
per ma nen te.
La ló gi ca del dis cur so, tran si ta des de la ilu sión,
“Coexistirían dos
segmentos
opuestos, con
un campo
neutral, que les
sirve de impulso
y respiro al autor
y/o sujeto, para
articular una
nueva propuesta
surgida de la
verdad y
realidad en
defensa de la
vida en contra
de la muerte del
runa indígena
andino.”
a la frus tra ción; des de lo per mi ti do, a lo prohi bi -
do; de la fe li ci dad a la des gra cia; pero cons tru yen -
do (con o sin su fri mien to), fu tu ras al ter na ti vas
ver da de ras ga ran ti za do ras de la in te gri dad del ac -
tan te. Por lo tan to, la cul tu ra in dí ge na an di na,
mues tra su po ten cia li dad crea ti va a todo ni vel,
allí ra di ca, a nues tra mo des ta opi nión, la ri que za
de la cul tu ra dia léc ti ca in clu si va o in te gra do ra de
los “ru nas” in dí ge nas an di nos.
En tor no a este dis cur so cen tral, gira to dos
los de más ele men tos in clui do el Ce rro de Waq -
sa pa ta, cuya con cu rren cia no solo es ale go ría o
de co ra ción na tu ral o pai sa jís ti co, sino, par ti ci -
pa como un ac tan te [ac tor] pa si vo, pero en un
de ter mi na do mo men to, al ta men te sen si ble,
cum ple ro les ac ti vos de “tes ti go”, de po si ta rio
de todo tipo de vi ven cias y al mis mo tiem po,
im plí ci ta men te, con sue la y
com pren de esa re la ción anó mi -
ca, a modo de cual quier Apu en
la con cep ción y men ta li dad in dí -
ge na an di na.
Las re la cio nes se xua les no
son per ti nen tes, no po si bles,
ex clui dos, por ser es tas pres cri -
tas y prohi bi das, y por ser la re -
la ción anor mal [¿in ces tuo sa?; ¿a -
dul te rio?; ¿ra cis ta?].
Por lo tan to, cla ra men te coe -
xis ti rían dos seg men tos opues -
tos, con un cam po neu tral, que
les sir ve de im pul so y res pi ro al
au tor y/o su je to, para ar ti cu lar
una nue va pro pues ta sur gi da
de la ver dad y rea li dad en de fen -
sa de la vida en con tra de la
muer te del runa in dí ge na
an di no.
REFERENCIAS
—Argue das, José Ma ría. (1985). La Can -
ción Po pu lar Mes ti za e India en el Perú, su
Va lor Do cu men tal y poé ti co, en “Indios
Mes ti zos y Se ño res”; [Pp. 59 – 60] Ed.
Ho ri zon te, Lima – Perú.
—Blan co, De si de rio; Raúl Bue no (1980).
Me to do lo gía del Aná li sis Se mió ti co; Ed.
Uni ver si dad de Lima, Lima – Perú.
—Rowe, Wi lliam. (1996). Ensa yos Argu dia -
nos; Ed. Uni ver si dad Na cio nal Ma yor de
San Mar cos – SUR Casa del So cia lis mo;
Lima – Perú.
—Phi llip Kot tak, Con rad. (1999) Antro po lo -
gía Cul tu ral: Espe jo Para la Hu ma ni dad;
Ed. Mc Graw–Hill; Ma drid – Espa ña.
—Gar cía, Juan José. (1987) Expre sio nes Mi gra to rias en la Mú -
si ca Ver na cu lar de Hua man ga; en “Tie rra den tro” Arte
Ideo lo gía Rea li dad, N° 4 [Pp. 202 – 237]; Ed. La Fra gua;
Lima – Perú.
—Gon za les Ríos, Yo lan da y José Gon za les Ríos. (1998) Ce rri to
de Huac sa pa ta: Estu dian ti nas y Mú si ca de Puno del Si glo XX;
Ed. Edmun do Pan ti go zo; Cuz co – Perú.
—Grei mas, Algir das Ju lien. (1972). Sé mio ti que; Ed. Idia na Uni -
ver sity Press, 4° edi tions; Esta dos Uni dos de Amé ri ca.
—Saus su re, Fer di nad de. (2002). Escri tos de Lin güís ti ca Ge ne ral;
Ed. Ga lli mard, NRF, (353 págs) ISBN 978–2–07–076116–6;
Pa ris – Fran cia.
40 El Antoniano 126 – Junio de 2014

LA BANDERA DE LA IDENTIDAD ANDINA
e un tiem po a esta par te se ha en cen di do una
Ddis cu sión en tor no a la exis ten cia de la lla ma -
da “Ban de ra del Ta wan tin su yu”, la mis ma que
pre sen ta los sie te co lo res del arco iris. En cier tos
me dios exis te ac tual men te preo cu pa ción por de -
ter mi nar su vi gen cia y va li dez, con el su pues to
pro pó si to de con tri buir a un es cla re ci mien to
que per mi ta re vi sar la de ci sión de asu mir la como
tal y en con trar qui zá otro símbolo que pueda
considerarse auténtico y apropiado.
Rodolfo Sánchez Garrafa 1
El es cri tor Ma rio Var gas Llo sa, en su ar tícu lo de -
no mi na do “Los His pa ni ci das”: ex pre só que esta
ban de ra del Ta wan tin su yo nun ca exis tió (El País
11/05/2003). Todo se ori gi na al pa re cer en el asun -
to de la es ta tua ecues tre de Pi za rro man da da a re ti -
rar de una es qui na de la Pla za de Armas de Lima
por su al cal de don Luis Cas ta ñe da Los sio. La po si bi -
li dad de que una gi gan tes ca ban de ra del Ta wan tin -
su yo sus ti tu ye ra even tual men te al me mo rial del
con quis ta dor alar mó al ilus tre es cri tor, quien per ci -
1 Rodolfo Sánchez Garrafa, Antropólogo por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Magíster en Antropología por la Pontifica
Universidad Católica del Perú, Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. E–mail: rodosang@sitiohoy.net
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 41

Rodolfo Sánchez Garrafa
bió en la me di da una mues tra de in di ge nis mo tru cu -
len to. Tal ban de ra iba a in ven tar se —se gún él— e
iba a re pre sen tar a los in cas, que a su modo de ver
cons ti tu ye ron apenas un segmento minúsculo del
vasto abanico de culturas, civilizaciones y señoríos
prehispánicos.
No cabe aquí tra tar el re ti ro —que se hizo— de
la es ta tua de Pi za rro, pero sí ma ni fes tar es cep ti cis -
mo ante tan ines pe ra da de fen sa de la mul ti cul tu ra li -
dad na cio nal y de una pe rua ni dad plu ral, que la di -
cha bandera habría estado en ver -
dad le jos de me llar. Pero qui zá no
fue Pi za rro ni la ban de ra lo que en
el fon do preo cu pa ba al es cri tor,
sino el na cio na lis mo his pa ni ci da
que cre yó ver aso mar. Sea como
fue se, su con de na de sa tó los ím pe -
tus de la crio lli dad na cio nal y des -
de en ton ces han me nu dea do crí ti -
cos y en ten di dos es cla re ce do res
de la ver dad histórica.
María Rostworowski, investigado
ra prin ci pal del Insti tu to de Estu -
dios Pe rua nos y vi ce pre si den ta de
la Aca de mia Na cio nal de His to ria,
opi na que tal ban de ra ja más exis -
tió; en el mis mo sen ti do se pro -
nun cian José Agus tín de la Puen te
Can da mo, ca te drá ti co de la Pon ti fi -
cia Uni ver si dad Ca tó li ca del Perú,
y Li lia na Re ga la do, es pe cia lis ta en
et nohis to ria an di na, quie nes pre ci -
san que no hay do cu men tos u
otras fuen tes que per mi tan co rro -
bo rar la exis ten cia de la su pues ta
bandera del Tawantinsuyo y que
las banderas y blasones corresponden
a la tra di ción del Vie jo Mun do
y no al área an di na an ti gua
(www.peru.com: 01/10/2006). El
asun to se re du ce, apa ren te men -
te, a una cues tión ob je ti va, de con -
cor dan cia con hechos históricos,
“Los que
condenan la
identificación de
los colores del
arco iris con el
Tawantinsuyo y,
más
propiamente,
con los pueblos
andinos, esgrime
como
argumento que
este símbolo: la
bandera con los
siete colores del
arco iris, no ha
sido reconocido
por los
historiadores
como
perteneciente a
la Cultura Inka.”
pero ello no es así o, por lo menos, no es tan
simple como se quisiera hacer consentir.
Una bue na par te de los que con de nan la iden ti fi -
ca ción de los co lo res del arco iris con el Ta wan tin su -
yo y, más pro pia men te, con los pue blos an di nos,
es gri me como ar gu men to que este sím bo lo: la ban -
de ra con los sie te co lo res del arco iris, no ha sido
re co no ci do por los his to ria do res como per te ne -
cien te a la Cul tu ra Inka (Ra mí rez 2005), aun que a
su pe sar ésta haya fla mea do más de una vez en Pa la -
cio de Gobierno junto al Pabellón
Nacional peruano.
De otro lado, re sul ta que en tre
los auto pro cla ma dos “de fen so res
de la historia”, están algunos que
re co no cen a los co lo res del arco
iris como em ble ma in ter na cio nal
del mo vi mien to ho mo se xual, por -
que fue usa da en una ma ni fes ta -
ción pú bli ca que los gays rea li za -
ron en San Fran cis co en 1978.
Gen te que se de cla ra to le ran te
con la li bre op ción de gé ne ro es,
pa ra dó ji ca men te, la que se “due -
le” por que no so por ta que la fra -
ter ni dad gay del mun do haya he -
cho suyo des de 1978 un sím bo lo
mul ti co lor que los an di nos ma ni -
fies tan ha ber te ni do des de tiem -
pos in me mo ria les. De he cho, les
im por ta poco que la lla ma da “Ban -
dera del Tawantinsuyo” ya había
sido pre sen ta da como tal en 1973
en la Pla za de Armas del Cuz co,
para se ña lar sólo uno de los even -
tos más re cien tes en el me dio na -
cio nal.
Como sa be mos hace ya mu -
chos años la co mu ni dad cuz que ña
y sus instituciones representativas,
en tre ellas el ho no ra ble Con ce jo
Mu ni ci pal del Cuz co, han asu mi do
como sím bo lo cuz que ño la lla ma da Ban de ra del Ta -
wan tin su yo. En 1978 fue de cla ra da em ble ma de la
ciu dad del Cuz co por su Alcal de don Gil ber to Mu -
ñiz Ca pa ró. Esta tra di ción pro si gue y se ha ido afir -
man do con los años (Ver por ejem plo el De cre to
de Alcal día de 06/06/2005 que en el día ju bi lar del
Cuz co dis po ne el em ban de ra mien to general de la
Ciudad con la Bandera del Tawantinsuyo).
Por otro lado, esta ban de ra mul ti co lor fue uti li za -
da por el ex Pre si den te Ale jan dro To le do y es enar -
42 El Antoniano 126 – Junio de 2014

La bandera de la identidad andina
bo la da tam bién por los se gui do -
res del Pre si den te Ollan ta Hu ma -
la, lí der del Par ti do Na cio na lis ta y
esto es lo que ter mi na por exas -
perar y sublevar la escasa toleran -
cia de crio llos y aris tó cra tas his pa -
nis tas. El he cho con cre to es que
a lo lar go y an cho de Sud amé ri ca
Indí ge na, son mi les los po bla do -
res an di nos que asu men como
suya, esto es como sím bo lo de
iden ti dad, a la re pre sen ta ción del
arco iris.
La crea ción de la ban de ra del
Ta wan tin su yo es atri bui da por
mu chos de nos ta do res a Raúl
Mon te si nos Espe jo, un broad cas -
ter cuz que ño, na tu ral de Can chis
– Cuz co, y cria do en Co cha bam -
ba – Bo li via, pro pie ta rio des de
1948 de una emi so ra lla ma da
pre ci sa men te Ra dio Ta wan tin su -
yo. En un arran que de cuz que ñis -
mo y como pro duc to de su ape - tan ban de ras con los sie te co lo -
go a la “raza inca”, Mon te si nos res del arco iris, las cua les lle van
—di cen— ha bría creí do ver en pe na chos, cas ca be les y guir nal -
los co lo res del arco iris, un em - das en sus res pec ti vas as tas (Var-
ble ma de la ado ra ción que los in - gas 2005: 118, 249); algo si mi lar
cas prodigaron a la naturaleza y a ocu rre en la zona ay ma ra de
los as tros. En ver dad no sor pren - Puno don de los dan zan tes del
de que Raúl Mon te si nos hu bie se Cin ta ca na o Cin tak ’a na gi ran en
te ni do la re fe ri da ini cia ti va, pues tor no a un palo que en su ex tre -
en Bo li via se pudo fa mi lia ri zar mo su pe rior lle va una pa lo ma
con esta re pre sen ta ción, ya que blan ca di se ca da y te ñi da con co lo -
allí la wip ha la mul ti co lor era am - res rojo, azul y ama ri llo, y del
plia men te usa da por la po bla ción cual cuel gan cin tas de sie te co lo -
campesina aymara. No obstan - res (Cuen tas 1995: 127). Bas tien
te, es de pun tua li zar que en las (1978: 68) do cu men tó una ban -
co mu ni da des cam pe si nas de los de ra si mi lar a la usa da en Huan za
Andes pe rua nos las ban de ras en tre los Qo llahua ya de Bo li via.
son de am plio uso, par ti cu lar - Por lo de más, no tie ne por qué
men te en oca sio nes fes ti vas li ga - sor pren der a na die que has ta hoy
das al calendario productivo agra - la es cue la no haya tra ta do o en se -
rio. En Huan za – Hua ro chi rí, por ñado consistentemente sobre la
ejem plo, los par ti ci pan tes de la exis ten cia de una tal ban de ra del
cham pe ría o fies ta del agua por - Ta wan tin su yo. Des de 1821, si -
guiendo la tradición colonial, hemos
sido históricamente un país
con pretensiones de homogeneidad
monocultural. El brutal develamiento
de la insurrección Túpac
Amarista del siglo XVIII conllevó la
proscripción de todo símbolo o
práctica que pudiera considerarse
sub ver si va o sirviera de recuerdo
sobre un pasado que debía ser
definitivamente olvidado.
Pero vol vien do a los re pa ros
“aca dé mi cos” que en la ac tua li -
dad se for mu lan a la exis ten cia de
la dis cu ti da ban de ra, exa mi ne -
mos he chos que se sue le pa sar
por alto e im pli can cias sig ni fi ca ti -
vas a to mar en cuen ta, des de el
pun to de vis ta de la construcción
de representaciones:
1. LOS CUESTIONAMIENTOS
1.1 La ban de ra en re fe ren -
cia se ría obra ex clu si va de los úl ti -
mos vein ti sie te años de la his to -
ria con tem po rá nea del Cuz co,
un sím bo lo sig no mo der no de
iden ti dad de los cuz que ños de fi -
nes del si glo XX. Se gún Ma ría
Rostworowski habría aparecido
El Antoniano 126 – Junio de 2014 43

Rodolfo Sánchez Garrafa
en 1939 y se gún otros esto ha bría ocu rri do —con
posterioridad— a fines del siglo XX.
1.2 La resurrección de lo que consideran una
pretendida bandera del Tawantinsuyu, de siete colores
a imi ta ción del arco iris, ca re ce ría de sus ten to en
las informaciones cronísticas andinas de los siglos XVI
y XVII. Los cro nis tas, con la sola ex cep ción de Ber na -
bé Cobo, un cro nis ta que es cri be en la se gun da mi -
tad del si glo XVII, se rían uná ni mes en ig no rar la exis -
ten cia de una ban de ra del Ta wan tin su yu, con los sie te
colores del arco iris. No existiría información cronística
que res pal de la le gi ti mi dad de la ban de ra del Ta -
wan tin su yu. Los cuzqueños y sus instituciones
habrían “resucitado” una bandera que jamás existió.
1.3 Ade más de no ha ber in for ma ción es cri -
ta que res pal de la exis ten cia de di cha ban de ra, tam -
po co exis ti rían res pal dos grá fi cos, cual quie ra sea su
na tu ra le za, lo cual se ría ca te gó ri co te nien do en
cuen ta que los po bla do res an di nos de tra di ción
emi nen te men te oral ha brían po di do plas mar al gún
tipo de re pre sen ta ción ico no grá fi ca que pu die ra
do cu men tar se con ha llaz gos ar queo ló gi cos o de
otro tipo. En par ti cu lar, no ha brían evi den cias en la
ico no gra fía colonial contenida en qeros y tampoco
en los cuadros pictóricos de la época.
1.4 Finalmente, la palabra “bandera” estaría ausente
de los registros lexicográficos tanto del quechua
como del ay ma ra ha bla dos a la lle ga da de los con quis -
tadores españoles, las voces laphara, unancha y wipha
la no ha brían exis ti do en el si glo XVII y se ha bría ca -
recido de cualquier otro vocablo que pudiera correspon
der a la idea de ban de ra. Estas pa la bras ha brían
aparecido en el quechua republicano y moderno,
mudando en todo caso sus originales significaciones.
2. DISCUSIÓN Y EVIDENCIAS EN
CONTRARIO
2.1 Cier ta men te se tra ta de un sig no mo der -
no de iden ti dad, mas no sólo de los cuz que ños, sino
de todo un movimiento indígena que cobra fuerza en
Sud amé ri ca. En todo caso, la ban de ra del arco iris no
es una obra que haya sido ela bo ra da de ma ne ra “ex -
clu si va” en el si glo XX pues, como ha de ver se en se -
guida, tiene clara y definida inspiración en patrones de
representación prehispánicos.
El uso ac tual de la ban de ra con los co lo res del arco
iris es am plio, esta ban de ra se en cuen tra acep ta da
como un símbolo amerindio reconocible en el entorno
político de las naciones indígenas del Continente
Americano. En Bolivia, la wiphala (bandera indígena)
está ligada a todo tipo de manifestaciones públicas, reivindicaciones
políticas y acciones de resistencia civil
por par te de la po bla ción ay ma ra y que chua. El uso cí -
vi co de la wip ha la en la vida dia ria de las co mu ni da des
44 El Antoniano 126 – Junio de 2014

La bandera de la identidad andina
indígenas se ha extendido con fuerza
(Wikipedia 2007).
La bandera de la Confederación
de Nacionalidades Indígenas
del Ecua dor (CONAIE) in clu ye el
Sol so bre el arco iris de los in kas. El
21 de ene ro del 2004 la wip ha la
lle ga a fla mear, por vez pri me ra,
en la sede del Con gre so Na cio nal
del Ecua dor; y, el 25 de se tiem bre
de este mis mo año es iza da en el
City Hall de To ron to – Ca na dá,
como sím bo lo de iden ti dad de los
indígenas de Sudamérica.
2.2 No es cier to que nin -
gún cro nis ta a ex cep ción de Ber na -
bé Cobo haya he cho re fe ren cia a
una bandera del Tawantinsuyu o a
ban de ras de cual quier tipo que pu -
die ran ha ber sido de uso en
tiempos prehispánicos.
Para empezar, Garcilaso de la
Vega en sus Co men ta rios Rea les
de los Incas apa re ci dos en ju nio de
1609, proporciona referencias de
sumo interés:
“Otro apo sen to (que era el cuar -
to) de di ca ron al arco del cie lo,
porque alcanzaron que procedía
del Sol, y por ende lo to ma ron los
Re yes Incas por di vi sa y bla són,
porque se jactaban descender
del Sol. Este apo sen to es ta ba
todo guar ne ci do de oro. En un
lien zo de el, so bre las plan chas
de oro te nían pin ta do muy al na -
tu ral el arco del cie lo, tan gran de,
que to ma ba de una pa red a otra
con to dos sus co lo res al vivo. Lla -
man al arco cuichu, [...]”. Gar ci -
la so de la Vega, libro III, capítulo
XXI (2004: 259).
“[...] el pri mer mes de la muer te
del Rey le llo ra ban cada día, con
gran sentimiento y muchos alaridos,
to dos los de la ciu dad. Sa lía
a los cam pos cada ba rrio de por
si; lle va ban las in sig nias del Inca,
sus ban de ras, sus ar mas y ropa
de su ves tir, las que de ja ban de
en te rrar para ha cer las exe -
quias”. (Gar ci la so de la Vega, li -
bro VI, capítulo V) (2004: 399).
“Y usan do de su buen jui cio, res -
pondió que holgaba mucho que
el Impe rio del Inca y sus ban de -
ras hu bie sen lle ga do a los con fi -
nes de su tie rra, que por las bue -
nas nue vas que ha bía oído de
su re li gión y buen go bier no ha -
cía años que lo de sea ba por su
Rey y se ñor; [...]”. (Gar ci la so de
la Vega, li bro VI, capítulo XIV)
(2004: 418).
Como pue de apre ciar se, más
allá de un uso me ra men te me ta -
fó ri co, Gar ci la so hace re fe ren cia
a un tipo de re pre sen ta cio nes
con cre tas que son usa das por di -
vi sa y bla són, o lo que es lo mis -
mo como sím bo los de iden ti fi ca -
ción. En las exe quias del Inca se
exhibían sus banderas, sus armas
y ropa de ves tir. No hay duda po -
si ble en lo que Garcilaso quiere
decir al escribirlo.
A po cos años de la in va sión his -
pa na, Cie za de León [1553] ha -
bía re gis tra do tam bién como de -
ta lle que las unan cha iden ti fi ca -
ban a cada una de las ca pi ta nías in -
dí ge nas:
“Y cada capitanía llevaba su vande
ra y unos heran honderos y
otros lan ce ros y otros peleavan
con ma ca nas y otros con ayllos y
dar dos y al gu nos con po rras y ha -
chas” (Cie za de León 1996: 69).
El cro nis ta in dí ge na Joan de
San ta Cruz Pa cha cu ti Yan qui Sal -
ca may gua [1613] apor ta da tos to -
da vía más pre ci sos: La ca pac
unan cha (ban de ra del inka) se en -
contraba en el Qorikancha, esta
ban de ra le fue en tre ga da a Way -
na Qha paq el día de su as cen so
al tro no y de su sub si guien te ma -
tri mo nio, los ku ra ka tam bién lle -
va ban sus co rres pon dien tes
unanchakuna, cada mil hombres
de ar mas se dis tin guía con una
unan cha, las hues tes de gue rra
por ta ban unan chas, Man co Inka
al ser re co no ci do como se ñor
del Ta wan tin su yo lle vó la in sig nia
real de capac unancha (Pachacuti
El Antoniano 126 – Junio de 2014 45

Rodolfo Sánchez Garrafa
Yamqui 1993: 18v, 30v, 31v, 33v, 38v, 43v).
Juan José Vega re úne in for ma ción adi cio nal que ali via
la tarea de documentar esta argumentación, los cronistas
tempranos que cita testimonian coincidentemente
que los ejér ci tos de Man co Inka y Atawallpa empleaban
ban de ras; uno de ellos es Fran cis co Ló pez de Je rez
([1534] 1917: 78), quien al re fe rir se a la cap tu ra de Ata -
wallpa dice que los sol da dos del inka: “to dos ve nían re -
partidos en sus escuadras con sus banderas y capitanes
que los man dan, con tan to con cier to como tur cos”.
Otro cro nis ta de la épo ca pre ci sa que las in sig nias de
gue rra eran “ban de ras di fe ren cia das” y que “en sus ba ta -
llas y gue rras usa ban traer ban de ras y es cua dras bien or -
de na das” (Fer nán dez de Ovie do [1557] 1959: 59,
239). Die go de Sil va y Guz mán, el “anó ni mo pi za rris ta”
([1539] 1934: 55), anota que en el ata que de Qui su Yu -
pan qui a Lima en tiem pos de Man co Inka, los re bel des
“movieron todo el ejército con grandísimo número de
ban de ras”. Por su par te, Pe dro Gu tié rrez de San ta Cla ra
([1544–1548] 1963: 234) in di ca que los soldados inkas
“Iban repartidos por capitanías y debaxo de banderas y
con mucha orden y concierto y con gran silencio”.
Sin duda que es Ber na bé Cobo [1653] quien
pro por cio na el dato más con tun den te res pec to a
la ban de ra del arco iris:
“el guión o es tan dar te real era una ban de ri lla cua dra -
da y pe que ña, de diez o doce pal mos de rue do, he -
cha de lien zo de al go dón o de lana, iba pues ta en el
re ma te de una asta lar ga, ten di da y tie sa, sin que on -
dea se al aire, y en ella pin ta ba cada rey sus ar mas y
divisas, porque cada uno las escogía diferentes, aunque
las ge ne ra les de los Incas eran el arco ce les te y
dos cu le bras ten di das a lo lar go pa ra le las con la bor la
que le ser vía de co ro na, a las cua les so lía aña dir por
di vi sa y bla són cada rey las que le pa re cía, como un
león, un águi la y otras fi gu ras. Te nía por bor la el di cho
es tan dar te cier tas plu mas coloradas y largas puestas
a trechos” (Cobo 1956: Lib XII, Cap. 3).
El re gis tro de Cobo nos per mi te co no cer que la
ban de ra, es tan dar te o guión tuvo como re pre sen -
ta ción prin ci pal el “arco ce les te”, arco del cie lo o
arco iris. Tal ban de ra era por ta da al es ti lo del lá ba ro
ro ma no, al ex tre mo de una lar ga lan za gran de.
Como di vi sa de los Incas —pre ci sa Cobo—, se
agre ga ban “dos culebras” con una borla de corona.
2.3 Es com pren si ble, que pese a la va rie dad
de estandartes y banderas prehispánicas éstas no
siempre hayan podido conservarse, por la fragilidad
de los ma te ria les con que fue ron he chas (Vega
1998). Sin em bar go, poco a poco se in cre men tan las
evi den cias de su am plio uso en el Ta wan tin su yo. En la
actualidad se dispone de diversos registros iconográficos,
en múltiples soportes materiales, que permiten
apre ciar la evolución particular de estos emblemas
prehispánicos.
A gui sa de ejem plo vale re fe rir se al caso del tem -
plo–pa la cio de Se chín – Cas ma (1800 a.C. –
800 a.C.), don de se con ser va bajo re lie ves lí ti cos que
mues tran a dos gru pos de gue rre ros semi des nu dos
que van por tan do un arma o ce tro en la mano y des fi -
46 El Antoniano 126 – Junio de 2014

La bandera de la identidad andina
lan des de la dos opues tos ha cia la
puerta encabezados por sus propios
estandartes (Bischof 1988; Sa -
maniego 1985). Otra mues tra re -
levante corresponde a los sensacionales
descubrimientos hechos
en Si pán (200 d.C. – 400 d.C.)
por el equi po de Wal ter Alva; aquí
se encontró numerosos estandartes
la bra dos en co bre que per ma -
ne cían en la tum ba del Se ñor de Si -
pán, jun to a las jo yas y otras po se -
sio nes y ofren das que lo acom pa -
ñaban, “los estandartes metálicos
pue den aso ciar se a bie nes de cul -
to considerando que representan
imágenes o iconos, aunque también
podrían haberse empleado
en desfiles o presentaciones militares”
(Alva 1994: 120). De otro
lado, estos hallazgos ratifican los
abundantes registros de
iconografía en cerámica conocidos
desde tiempo atrás.
Descubrimientos como los referi
dos y otros que se sus ci tan en el
amplio espacio del otrora Tawantinsuyo,
acreditan las referencias
cronísticas ya anotadas.
Con seguridad, las banderas
prehis pá ni cas eran usa das no
sólo por hues tes mi li ta res o es col -
ta de au to ri da des sino en di ver -
sos even tos fes ti vos del ca len da -
rio agra rio anual. Un qero co lo -
nial del si glo XVII, con ser va do en
el Mu seo Inka de la Uni ver si dad
Na cio nal del Cuz co, con tie ne un
re gis tro de sumo in te rés: “Los
dan zan tes apa re cen en fila, en ca -
be za dos por el ‘ca po ral’, que se
apo ya en su vara de man do. Es el
úni co que mira a la iz quier da,
pues el res to de dan zan tes ca mi -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 47

Rodolfo Sánchez Garrafa
na en di rec ción con tra ria. Fren te al ‘ca po ral’ va el
aban de ra do, que por ta una gran ban de ra con for -
ma da por cua dra dos con los co lo res del arco iris.
Le si guen dos mú si cos que to can la cor ne ta y el
tam bor” (Flo res et al 1998: 238–40). Con esto, los
anti in di ge nis tas de siem pre, no pue den se guir
echan do lodo so bre la wip ha la in dí ge na se ña lán do -
la como ar bi tra ria in ven ción del siglo XX.
Otros registros iconográficos sobre la wiphala en
qeros coloniales han sido reportados en Bolivia (Chuki
wan ka 2003: 274 – 279). Pero hay más. El em pleo
de guio nes o es tan dar tes por los pue blos na ti vos en
tiempos del Tawantinsuyo no escapa a los atentos y
de ta lla dos re gis tros del cro nis ta Gua mán Poma
[1615]. Su información gráfica es objetiva y nos permite
ver que es tos em ble mas o di vi sas eran de uso en
los rituales propiciatorios del oma raymi, en procesiones
y sa cri fi cios con cer nien tes a la sit wa, y en otros ac -
tos que debían servir para conjurar enfermedades y
pes ti len cias; se nos mues tra tam bién que las unan cha
lucieron en la ceremonia de ascenso de Manko Inka
al tro no, y en la ges ta de su al za mien to en con tra de
los españoles. Comprobamos, por otra parte, que
los in kas no eran los úni cos en uti li zar es tan dar tes o
banderas, pues Guamán Poma grafica a los in dios de
Chile con su correspondiente estandarte en su enfrentamiento
a los españoles asentados en el fuerte
de la sie rra de San ta Cruz (Gua mán Poma 1993:
188, 211, 303, 869).
Una in for ma ción di fun di da en ene ro del 2007
por el dia rio “La Re pú bli ca” de Lima lla mó la aten -
ción so bre un lien zo co lo nial del tema San tia go Ma -
tain dios, res tau ra do por el Insti tu to Na cio nal de
Cul tu ra del Cuz co y hoy ubi ca do en la igle sia de
Puc yu ra – Cuz co, que re ve la la exis ten cia de una
ban de ra inka. En di cho cua dro se ob ser va una es ce -
na de con fron ta ción en tre hues tes in kas y es pa ño -
las que son ayu da das por San tia go Após tol. Uno de
los ore jo nes (miem bros de la no ble za inca) por ta
un es tan dar te que tie ne ins cri ta la fi gu ra de dos cón -
dores sosteniendo una maska paycha (insignia real
con que se ce ñían los in kas).
Siguiendo antiguas prácticas, en una procesión de
la Vir gen de Lo re to (agos to de 1692) lle va da a cabo
en Cuzco, tres “indios” vestidos al estilo antiguo
acompañaban a Sicos Inga, un noble descendiente de
los Inkas, por tan do un es tan dar te que en un lado lle va -
ba pin ta da la ima gen de un inka en “tra je an ti guo” con
mas ka pay cha, cham bi y val can ca; y, en el an ver so,
presentaba el arco iris o K’uychi, la corona española y
otra maska paycha. Este emblema complementaba al
es tan dar te de la co fra día que era por ta do por el pro -
pio Si cos Inga (Cahill 2005: 7).
2.4 En len guas na ti vas, que chua y ay ma -
ra, exis ten vo ca blos es pe cí fi cos que co rres pon -
den a la idea de “ban de ra” y que es tán re gis tra -
dos en las cró ni cas (con for me se ha ex pues to)
así como en di ver sos re po si to rios le xi co grá fi -
cos le van ta dos a par tir del si glo XVI, ellos son:
unan cha y lahua chu qui. Esto es ab so lu ta men te
ló gi co, pues ha bien do exis ti do el o los ob je tos
ma te ria les, te nían que exis tir tam bién las vo -
ces em plea das para nom brar los. Dic cio na rios
mo der nos apor tan vo ca blos como wip ha la y
lap ha ra o lap ha kax que son de am plio uso en el
mun do an di no.
Fray Do min go de San to To más ([1560]
1951: 133, 1543, 223, 331) pre sen ta las si -
guien tes en tra das:
– Estandarte: Onancha.
– Insignias de honrra: Onan cha.
– Vandera; Onancha.
– Onancha: estandarte, o vandera, generalmente.
– Onancha appac: alférez.
– Anto nio Ri car do ([1586] 1951: 88, 192) con sig na:
– Vnancha: Qualquiera señal, estandarte, insignia, escu
do de ar mas, exemplar o for ma.
– Vandera: Vnancha.
– To rres Ru bio ([1603] 1754: 105, 145) con sig na:
– Vnancha: Señal, bandera.
– Vandera: Vnancha.
48 El Antoniano 126 – Junio de 2014

La bandera de la identidad andina
tiem po. La ban de ra más an ti -
gua re fe ri da en fuen te ma te -
rial apa re ció en una se rie de
ce rá mi cas pin ta das que fue -
ron ha lla das en una tum ba fa -
raó ni ca del pri mer pe río do
egip cio. El es tan dar te o ban de -
ra pe que ña, nor mal men te de
for ma cua dra da, se usa ba en
Egip to y Asi ria, Se tie ne no ti -
cias so bre es tan dar tes que
por ta ban los ejér ci tos per sas.
Las doce tri bus de Israel se dis -
tin guían en tre sí por el co lor
de sus ban de ras y por las efi -
gies que en ellas pin ta ban. Es
cla ro que las ban de ras tal cual
se usan ac tual men te son mo -
der nas, pero al gu nas de ellas
se en tron can con re pre sen ta -
cio nes usua les de la Edad Me -
dia que es cuan do abun da ron
es tan dar tes rea les y pen do nes
de ciu da des.
So bre las ac tua les ban de ras
de iden ti dad an di na pue de ale -
gar se per fec ta men te una pro -
sa pia in dí ge na si mi lar a sus pa -
res de ori gen eu ro peo.
– Gon za lez Hol guin ([1608]
1989: 236, 355, 518) anota:
– Mayui mayuini: Campear o tre -
molar la vandera.
– Ma yuiy ca cha cun: Tre mo lar se
ella (la ban de ra).
– Vnancha: Qualquiera señal, estandarte,
insignia, escudo de armas.
– Estandarte: Aucanacuncca vnancha
cinchicuna tantachina vnancha.
En aymara, entramos una referen
cia de Ber to nio ([1612]
1967: 464):
– Van de ra al modo de in dios:
Lahuachuqui.
Po de mos se ña lar tam bién el
re gis tro del pa dre Die go de To -
rres Ru bio ([1616] 1966: 133,
178):
– Bandera: Unancha
– Unancha: Bandera.
Aun que es tas an ti guas ban -
de ras no ha brían te ni do la for -
ma con que ac tual men te las
co no ce mos, es pre ci so te ner
en cuen ta que se ajus tan al sig -
ni fi ca do ge ne ral atri bui do a la
pa la bra “ban de ra”: sig no, en -
se ña o se ñal de una na ción,
una ciu dad, una co lec ti vi dad o
una ins ti tu ción, que con sis te
en una pie za con fec cio na da
en tela u otro ma te rial, de for -
ma co mún men te rec tan gu lar,
ase gu ra da por uno de sus la -
dos a un asta o palo que le sir -
ve de so por te.
En el mun do, el ori gen de
las ban de ras se pier de en el
3. COROLARIO
Fi nal men te, ha bría que re fe -
rir se a la de nun cia de “ar bi tra -
rie dad” que se hace re caer en
los pue blos in dí ge nas, a los
cua les se acu sa de in ven tar un
sím bo lo, la ban de ra del arco
iris, que se fun da ría en un
mito, en la idea de algo que
nun ca exis tió. Tén ga se en
cuen ta al res pec to que en ge -
ne ral, los sím bo los son re pre -
sen ta cio nes cons trui das y que
el mito es una de las tan tas ba -
ses so bre las que co mún men -
te se han cons trui do las ban de -
ras por do quier.
Se gún una le yen da, la ban -
de ra de Aus tria fue in ven ta da
por el Du que Leo pol do V
(1157 – 1194) du ran te las Cru -
za das, cuan do sus ro pa jes de
co lor blan co que da ron to tal -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 49

Rodolfo Sánchez Garrafa
men te man cha dos de san gre, ex cep to la par te
que ta pa ba su cin tu rón, que que dó blan ca. El
ori gen de la ban de ra de Di na mar ca es tam bién
le gen da rio en tan to se dice que cayó de los cie -
los —con su cruz blan ca so bre fon do rojo—
du ran te una ba ta lla me die val con tra tri bus es to -
nias; esta cruz es aso cia da al sue ño del em pe ra -
dor ro ma no Cons tan ti no con ver ti do al cris tia -
nis mo en el año 312 d.C. En el caso de la ban -
de ra de Mé xi co es co no ci do que las fi gu ras del
águi la y la ser pien te ha blan del ori gen mí ti co
de la na ción. Los tres co lo res de la ac tual ban -
de ra de Ru sia pro ven drían del es cu do del an ti -
guo Du ca do de Mos cú, pero otra ver sión los
vin cu la con el ro pa je de la Vir gen Ma ría, pro tec -
to ra de este pue blo. Sin ir muy le jos, y para no
abun dar más, de be mos re cor dar que los co lo -
res rojo y blan co de nues tra ban de ra na cio nal
es tán aso cia dos al sue ño mí ti co del li ber ta dor
San Mar tín.
Cabe con cluir se ña lan do que hoy en día la
ex pli ca ción de cómo es que se cons tru yen las
re pre sen ta cio nes so cia les va más allá de tra di -
cio na les ar gu men tos re la ti vos a pro ce sos cog -
ni ti vos, y se re co no ce más el pa pel que jue gan
as pec tos fun da men ta les de la sub je ti vi dad ta les
como: ne ce si da des, mo ti va cio nes, emo cio -
nes, afec tos, ima gi na ción y pul sio nes in cons -
cien tes, in vo lu cra das en ca te go rías teó ri cas de
iden ti dad, len gua je, pen sa mien to, ac ción, con -
cien cia, en tre otras (Banchs 1999, 1998; Du -
rand 2004). Es pues le gí ti mo y nada tie ne de
raro que los pue blos in dí ge nas de Amé ri ca
cons tru yan sus re pre sen ta cio nes iden ti ta rias
con for me a su cos mo vi sión y a los ele men tos
que les pro por cio na su pro pia tra di ción cul tu -
ral. Los pue blos an di nos es tán en su de re cho al
re pre sen tar el Ta wan tin su yo con la ban de ra
del arco iris, tie nen to dos los ele men tos ne ce -
sa rios para sos te ner su ima gi na rio co lec ti vo.
Este es un asun to de iden ti dad cul tu ral y no ne -
ce sa ria men te de ver dad his tó ri ca, pues si de
eso se tra ta se se ría ur gen te ve ri fi car a quien co -
rres pon de la osa men ta atri bui da a Fran cis co Pi -
za rro y hon ra da en la Ca te dral de Lima.
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de Convergencia, http://www.boletindenewyork.com/punto.la -
bandera....htm ob te ni da el 18 Jul 2007 20:16:05 GMT.
—Ri car do, Anto nio (1951). Vo ca bu la rio y phra sis en la len gua ge ne -
ral de los in dios del Perú, lla ma da Qui chua [1586]. Uni ver si dad
Na cio nal Ma yor de San Mar cos, Lima.
—Sa ma nie go Roman, Lo ren zo (1985). Escul tu ra Lí ti ca del Tem -
plo–Pa la cio de Se chín, Cas ma, Ancash. En Actas y Tra ba jos del VI
Con gre so Pe rua no: Hom bre y Cul tu ra Andi na. Fran cis co E.
Iriar te Bre ner (Edi tor). Lima.
—Sil va y Guz mán Die go [anó ni mo pi za rris ta] (1934). Re la ción de
la con quis ta de la Nue va Cas ti lla [1538]. Co lec ción Urtea ga–Ro -
me ro, 2da Se rie, t. X. Lima.
—Sil va y Guz mán Die go [anó ni mo pi za rris ta] (1968). La Con quis ta
de la Nue va Cas ti lla o Cró ni ca Ri ma da [1538]. En Bi blio te ca Pe -
rua na, Tomo I, Edi to res Téc ni cos Aso cia dos, Lima.
—San to To más, Do min go de (1951). Le xi con o vo ca bu la rio de la
len gua ge ne ral en el Perú [1560]. Insti tu to de His to ria de la Uni -
ver si dad Na cio nal Ma yor de San Mar cos, Lima.
—To rres Ru bio, Die go de (1967). Arte de la len gua ay ma ra [1616].
Lyrsa, Lima.
—To rres Ru bio, Die go de (1754). Arte y vo ca bu la rio de la len gua
qui chua [1603]. Impren ta de la Pla zue la de San Cris to bal. Lima.
—Var gas Sal ga do, Hum ber to (2005). El ri tual de la cham pe ría y la
eco no mía cam pe si na en los Andes pe rua nos. Te sis de Doc to ra do
en Cien cias So cia les, Uni ver si dad Na cio nal Ma yor de San
Mar cos.
—Vega, Juan José (1998). La ban de ra de los in cas. En: Se qui lao: Re -
vis ta de His to ria, Arte y So cie dad 12, pp. 9 – 15. Lima.
50 El Antoniano 126 – Junio de 2014

CONMOCIÓN EN EL CUSCO DE 1950 1
—PRIMERAS ACCIONES EN LA CIUDAD HISTÓRICA – VISIÓN URBANA DEL ESTADO—
Erwic Flores Caparó 2
RESUMEN
El pre sen te es tu dio tie ne por ob je to abor dar el pun to de par ti da
que dio ori gen a la for mu la ción de di fe ren tes pla nes y pro yec tos de
de sa rro llo de Cus co, prin ci pal men te, to can do el te ma de la pre ser -
va ción y de sa rro llo de la ciu dad y la re gión del Cus co que ini cia ría
en 1950 y se ex ten de ría has ta el sis mo de 1986 en la pro pia ciu -
dad. Un gran im pac to que ha ce po si ble to do ese pro ce so de re -
cons truc ción de la ciu dad, en me dio de cam bios cul tu ra les po lí ti -
cos so cia les y eco nó mi cos y que fue más allá de la pro pia re gión,
en di ver sos as pec tos, fue el gran te rre mo to que sa cu dió la ciu dad
al ini ciar la se gun da mi tad del si glo XX. Des de ese mo men to la in -
ter ven ción del Esta do pe rua no (de ré gi men mi li tar) en tró de ma ne -
ra de ci si va con ayu da de es pe cia lis tas, de en ti da des in ter na cio na les
con pla nos y pro yec tos de de sa rro llo que fue ron más allá de los lí -
mi tes de la pro pia ciu dad.Algu nos de ta lles su ce di dos, en ese pri -
mer ins tan te, fue ron po si bles res ca tar los an tes de ini ciar la gran re -
cons truc ción de la ciu dad del Cus co.
PALABRAS CLAVE: te rre mo to, con mo ción, es ta do, me di das de
emer gen cia, re cons truc ción.
ABSTRACT
The pres ent study aims to ad dress the start ing point that led
the for mu la tion of dif fer ent plans and pro jects of Cusco,
1 Parte del Contenido de la Tesis doctoral realizada durante el cuatrienio 2009-2013 en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Universidad
Fe de ral de Bahía – Bra sil.
2 Arqui tec to, do cen te prin ci pal de la Fa cul tad de Arqui tec tu ra y Artes Plás ti cas de la Uni ver si dad Na cio nal de San Anto nio Abad del Cus co,
doctor en arquitectura y urbanismo, especialidad conservación y restauración. E–mail: erwicflo@hotmail.com
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 53

Erwic Flores Caparó
mainly touch ing on the pres er va tion and de vel op ment of the
city and the re gion of Cusco that be gan in 1950 and lasted un -
til the great seism of 1986 in the main city. A great im pact
which made pos si ble all that pro cess of re con struc tion of the
city, in the midst of po lit i cal so cial and eco nomic cul tural
changes that went be yond the own re gion, in many re spects,
was the great earth quake that shook the city to start the sec -
ond half of the twen ti eth cen tury. Since then the in ter ven tion
of the Pe ru vian State (mil i tary re gime) came de ci sively with
the help of spe cial ists from in ter na tional or ga ni za tions with
plans and de vel op ment pro jects that went be yond the lim its
of the city it self. Some de tails that hap pened in that first mo -
ment, were pos si ble to res cue be fore start ing ma jor re con -
struc tion of the city of Cusco.
Keywords: earth quake, shock, state, emergencial ac tions, re -
con struc tion.
ntes del even to sís mi co de
A1950, en tre 1940 y 1949 la
po bla ción de Cus co ya ha bía
sen ti do ocho tem blo res. La re -
gión del Cus co, se gún su his to -
rial sís mi co, mues tra ser una
zona con fre cuen te aco mo da -
ción en tre las pla cas tec tó ni cas.
Para te ner una idea, Cuen ca
(1991, Ane xo 2) da cuen ta de
los re gis tros su ce di dos en la Re -
gión de Cus co en tre los si glos
XVI al XX (Ver Ta bla 1).
Con esos an te ce den tes,
cuan do Cus co ya ha bía ini cia do
los pri me ros me ses de la se gun -
da mi tad se cu lar y la ciu dad go -
za ba de quie tud y tran qui li dad
de un día do min go su ce dió el
gran te rre mo to, (gra do sie te
en la es ca la de Mer ca lli). Eran
las 3:39 ho ras y de mo ró seis se -
gun dos
3
(Ku bler, 1950, p. 5).
El te rre mo to mo vió y re mo -
vió todo, con si guió abrir fi su ras
en las ca lles (en las ave ni das del
sol y par do), en los ba rrios y en
la ma yo ría de las edi fi ca cio nes.
Las ca lles fue ron se ve ra men te
afec ta das ca ye ron prin ci pal -
men te por que sus es truc tu ras
es ta ban cons trui das con ado -
be, 50% de las edi fi ca cio nes
“La primera
noche,
La Crónica
afirmaba que
habían 33 casas
desplomadas y 36
muertos. Es
evidente que los
números
aumentarían
posteriormente
El Comercio,
indicaba que eran
59 muertos;
Aguilar señalaba
86 víctimas, o
más, y 100
heridos,
Kubler aproxima
a 100 y 200
respectivamente.”
fue ron to tal men te des trui das, vol vién do se in -
ha bi ta bles. (Se ra ja ron…, 1950. p. 1). Los mo -
nu men tos y edi fi cios más im por tan tes fue ron
afec ta dos fuer te men te, en di fe ren tes es ca las.
Mi nu tos des pués, hom bres y mu je res veían
ató ni tos los es com bros, la po bla ción que dó
3 Otro diario aseveraba que había durado 12 segundos (La Crónica, Lima, 22-5-50)
asom bra da, las per so nas des con so la das llo ra -
ban y los ni ños no en ten dían lo que su ce día. El
mie do aún ha bi ta ba en la men te de la po bla -
ción y al cons ta tar se la pér di da de vi das hu ma -
nas, se ha cía más de ses pe ran te las per te nen -
cias fue ron res ca ta das, en par te para unos, fa -
mi lias en te ras ha bían per di do todo y las ha bi ta -
cio nes es ta ban prác ti ca men te re du ci das a
nada, no era fá cil ima gi nar dón de pa sa rían o
cómo re sol ve rían sus ne ce si da des bá si cas.
Pero de bían ser to ma das de ci sio nes so bre
lo que res ta ba, gran par te de la
po bla ción aban do nó sus ca sas
para ir a las pla zas, par ques y lu -
ga res abier tos. Otros se ima gi -
na ban la mi gra ción para otras
re gio nes (En masa…, 1950,
p. 12). La ciu dad es ta ba sin co -
mu ni ca ción te le grá fi ca ni luz
eléc tri ca y la si tua ción se com -
pli ca ba para las di fe ren tes fa mi -
lias. Las fuer zas mi li ta res co -
men za ron a res guar dar la ciu -
dad para evi tar pá ni co de la po -
bla ción y ga ran ti zar que los ex -
tra ños in ci ta sen los sa queos.
Las in for ma cio nes de la des -
truc ción de la ciu dad, va ria ron
mu cho, de pen dien do de la
fuen te, que las no ti cia ba. Para
la pri me ra no che (a las 22 ho ras
del día 21), La Cró ni ca (22 de
mayo de 1950) afir ma ba que ha -
bían 33 ca sas des plo ma das y 36
muer tos. Es evi den te que los
nú me ros au men ta rían pos te -
rior men te El Co mer cio, (24 de
mayo de 1950) in di ca ba que
eran 59 muer tos (56 en el dis tri -
to de Cus co y tres en San Se bas -
tián); Agui lar se ña la ba 86 víc ti -
mas, o más, y 100 he ri dos,
KUBLER apro xi ma a 100 y 200
res pec ti va men te.
To das las ca sas sin ex cep ción su -
frie ron fuer tes da ños, no hay nin gu na que haya
sido sal va da, in te rio res co lo nia les fue ron al sue -
lo, bien como las ca sas re cien te men te cons trui -
das en la ave ni da par do [...] Será ne ce sa rio que
es tos sean de mo li dos por el per so nal de tro pa y
ope ra rios, pues ofre ce en se rio pe li gro. 10% pre -
sen tan ra ja du ras le ves y 90% de ca sas ame na -
54 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Conmoción en el Cusco de 1950
Ta bla 1. Registro histórico de los sismos ocu rri dos en la región Cusco entre los siglos XVI Y XX
Siglo XVI XVII XVIII XIX
Fecha 1581 1590
1650
(31 Marzo)
1707
(17 Set)
1717
1946
(11 Feb)
1804
(22 Abr)
1823
(07 Set)
1832 1832
(18–19 Jul) (16 Nov)
Lugar Yanaoca Cusco Cusco Capi (Paruro) Quiquijana Urcos Cusco Cusco Cusco Cusco
Hora
Grado
14:00
SIglo XIX XX
Fecha
1870
(27 Mar)
1870
(10 Jul)
Terremoto
1905
(23 Jan)
1928
(17 May)
1938
(05 Mar)
1938
(06 Mar)
1939
(23 Jun)
1941
(18 Set)
1943
(30 Jan)
Lugar Cusco Chumbivilcas Cusco Cusco Acopia (Acomayo) Tinta Canchis) Pomacanchi Cusco Yanaoca Cusco
Hora
Grado
Siglo
Fecha
01:10 13:30 06:15 05:55 07:00 13:13 23:00
XX
1946
(21 Feb)
1946
(17 Abr)
1946
(30 May)
1947
(03 Jun)
1947
(31 Oct)
1948
(10 Ene)
III M.M.
1948
(10 Oct)
08:15
00:00
VI–VII M.M. VI M.M.
1948
(06 Nov)
1949
(10 Ene)
Lugar Cusco Marcahuasi Cusco Canas Quillabamba Cusco Marcahuasi Cusco Cusco Cusco
Hora
Grado
Siglo
Fecha
05:48
III M.M.
XX
1950
(21 May)
12:30
III–IV M.M. III M.M. IV M.M.
1952
(26 Feb)
1952
(06 Jul)
1952
(26 Ago)
10:00
IV M.M.
1953
(30 Mar)
03:55
III M.M.
1954
(16 Mar)
03:40
III M.M.
1954
(21 May)
05:17
1944
(01 Feb)
III–IV M.M.
1949
(03 Jun)
III M.M. II M.M. III M.M.
1954
(26 Feb)
1954
(06 Jul)
1955
(26 Ago)
Lugar Cusco Cusco Cusco Cusco Cusco Cusco Cusco Cusco Marcapata Yanaoca
Hora
Grado
Siglo
Fecha
13:35
VII M.M.
XX
1955
(30 Mar)
06:31
V M.M.
1955
(16 Mar)
02:00
III–IV M.M.
1961
(08 Nov)
05:45
IV M.M.
1965
(08 Mai)
17:16
V M.M.
1980
(03 Jun)
10:10
IV M.M.
1986
(05 Abr)
Lugar Yanaoca Anta Acos Urcos Mollepata Cusco
Hora
Grado
07:20
III–IV M.M.
21:00
IV-V M.M.
13:35
VII M.M.
Fuen te: Cuen ca (1991, Ane xo 2).
06:31
V M.M.
02:00
III-IV M.M.
05:45
IV M.M.
10:10
IV M.M.
03:40
II M.M.
05:10
22:00
III–IV M.M. III–IV–II M.M.
Ilustración 1. Fachada Sur de la Plazoleta Nazarenas. El asentamiento del suelo desestabilizó
los cimientos, en consecuencia, la pared cedió provocando la desestructuración
to tal de la pro pie dad par ti cu lar. Este caso de des truc ción no fue el úni co en la ciu -
dad, hubo otras pro pie da des que su frie ron el mis mo pro ce so de fa lla del sue lo.
Fuen te: José C. Huay hua ca, (1991).
zan caer (Dra má ti co…,
1950, p.1)
Di ver sos da ños ma te ria les,
en las pro pie da des par ti cu la -
res, apa re cen como de no mi -
na dor co mún, pro duc to de las
fi su ras, ra ja du ras, ca sos don -
de las pa re des ca ye ron de for -
ma par cial y otras to tal men te.
Algu nos ca sos de asen ta mien -
to del sue lo pre sen ta ron par ti -
cu la res da ños.
En la ma yo ría de los ca sos
las edi fi ca cio nes ca ye ron o su -
frie ron da ños, fue por con se -
cuen cia de la de ses ta bi li za ción
de sus pro pios mu ros sus ten -
tan tes. Esto es, da ños ma yo -
res o me no res (Ilustraciones 1
al 7).
La re fe ren cia del te rre mo -
to, rea li za da por la Mi sión Ku -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 55

Erwic Flores Caparó
Ilustración 2. Local del Paraninfo Universitario. Las estructuras de las edificaciones sufrieron colapso en gran parte de forma que fue
necesaria la ayuda de maquinaria pesada para el levantamiento de escombros. Fuente: Revista Life (1950).
bler por en car go de la ‘Orga ni za ción de las Na -
cio nes Uni das para la Edu ca ción, Cien cia y Cul -
tu ra’ (UNESCO), la más de ta lla da para fi nes ofi -
cia les con ci fras es ta dís ti cas, des pués de una
eva lua ción, con clu yó:
Fue ron des trui das 3000 ca sas, y de las res -
tan tes sólo 1200 es ta ban en con di cio nes de
ser ha bi ta das. Con lo que 30000 o 40000 re si -
den tes se que da ron sin al ber gue. Entre ellas,
15000 se han ins ta la do ul te rior men te en re fu -
gios pro vi sio na les, le van ta dos en di ver sos pun -
tos de la ciu dad, en cuan to 20000 aban do na -
ron la ciu dad de Cus co en el trans cur so de
1950. (Ku bler, 1853, p. 5)
Algu nas ini cia ti vas y me di das de pro tec ción
de sus in mue bles son rea li za das por la pro pia
po bla ción al co lo car pies de re chos de ma de ra,
a modo de pun ta les para evi tar la caí da de las
pa re des, lo que co men zó a apa re cer en las di fe -
ren tes ca lles. El ac ce so vehi cu lar fue res trin gi -
do ape nas para pea to nes en se ñal de, pre ser -
var tan to la in te gri dad fí si ca de los ha bi tan tes
cuan to de la pro pie dad.
Esos cui da dos se ge ne ra li za ron en la ciu dad por -
que otorgaban garantías mínimas necesarias a fin
de evi tar la caí da to tal o par cial de la edi fi ca ción. La
ciu dad aún su fría, en días pos te rio res, tem blo res
que no de ja ban de preo cu par.
Ilus tra ción 3. Ca lle Arra yán, en el fon do el áb si de del templo de
Santo Domingo. Fuente: Archivo JRFIC (1950).
56 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Conmoción en el Cusco de 1950
En el caso de los mo nu men -
tos ta les ac cio nes pa lia ti vas no
se rían las más in di ca das pues
se exi gía todo cui da do par ti cu -
lar, por la gran de za y mag ni tud
de sus cons truc cio nes. La eva -
lua ción rea li za da por la mi sión
de la Unes co fue ex haus ti va y
al can zó una lis ta de prio ri da -
des que obe de cía la ur gen cia
de los tra ba jos de re cons truc -
ción o de re pa ra ción. 4
El ejem plo más sig ni fi ca ti vo
para la re cons truc ción fue el
con ven to de San to Do min go
por pre sen tar múl ti ples da ños
que es ta ban, en gran par te, en
el áb si de del muro tes te ro 5 ,
en la to rre del tem plo y las bó -
ve das lo ca li za das en el coro
alto y en el tran sep to del
templo. Ambas ha bían caí do
en gran par te por que, en el pri -
mer caso, la to rre cayó so bre
ella. En el se gun do caso, por -
que la es truc tu ra no re sis tió el
mo vi mien to sís mi co.
En el in te rior del con ven to
y del tem plo otros de ta lles en
ma de ra, como al ta res y mar -
cos de gran des pin tu ras, pie -
zas lí ti cas di ver sas imá ge nes
es cul pi das, su frie ron tam bién
di ver sos da ños como con se -
cuen cia de la caí da de otras es -
truc tu ras en el caso de los crí ti -
cos que ca ye ron de ma yo res
al tu ras se de sin te gra ron, par -
cial o com ple ta men te, al con -
tac to con el piso. El pro ce so
no fue sim ple para ini ciar la re -
cons truc ción, en la ma yo ría
de los ca sos, fue ron ne ce sa -
rias de sar mar las es truc tu ras
an te rio res sino eran to das
(Ilus tra cio nes 3 y 4)
El tem plo de Be lén tuvo un
asen ta mien to en el sue lo y,
como con se cuen cia, su frió un
fi su ra mien to ver ti cal que afec -
tó prác ti ca men te la to ta li dad
de la to rre de la epís to la. La
pri me ra, la del lado del evan -
ge lio, es ta ba to tal men te des -
trui da, la se gun da, la del lado
de la epís to la, mos tra ba par cia -
les da ños en la bó ve da de su
úni ca to rre. (Ilustración 7).
Templos, como los de San
Se bas tián y San Cris tó bal mos -
tra ban tam bién di fe ren tes ti -
pos de da ños. Pero se par ti cu -
la ri za ron prin ci pal men te en
las to rres. Al in te rior de la pri -
me ra, por cau sa de la caí da de
pie zas lí ti cas, lle gó a da ñar los
en ta lla dos en ma de ra de ba -
laus tres, mar cos de lien zos y
pie zas exis ten tes en el coro
alto y bajo.
Otros templos como San
Pe dro, la Ba sí li ca Ca te dral, la
Re co le ta y la Com pa ñía de Je -
sús, su frie ron da ños me no res,
con pe rjui cios en me nor es ca -
la que los de más tem plos. En
el claus tro an ti guo al ‘Pa ra nin -
fo Uni ver si ta rio’ que for ma
par te del com ple jo del tem plo
de la Com pa ñía de Je sús, cayó
todo el sec tor nor te. Las edi fi -
ca cio nes ci vi les su frie ron di fe -
ren tes for mas de des truc ción,
prin ci pal men te en los mu ros
(Ilustración 2).
El con jun to de la Ba sí li ca
Me nor y Con ven to de la Mer -
ced su frie ron los ma yo res pro -
ble mas en los mu ros del ala
sur del se gun do claus tro. La
bó ve da de las es ca le ras del
lado oes te y el te ja do, en el en -
cuen tro de las alas, ca ye ron.
Las co lum nas pa rea das el pri -
mer claus tro, en el pri mer
piso, en sus dos ni ve les ca ye -
ron to tal men te por es tar cons -
trui da en ado be. Sólo que da -
ron en pie las fi las de ar cos sus -
ten ta dos por pi la res, la bra dos
4 La mi sión de la UNESCO ha bía cla si fi ca do los edi fi cios re li gio sos, para to dos los efec tos de in ter ven ción, en cin co gru pos bajo tres cri te rios:
la importancia artística del monumento, la importancia de los daños y la necesidad del edificio para la comunidad.
5 En arquitectura religiosa del barroco español se denomina así al muro que se localiza detrás del altar mayor.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 57

Erwic Flores Caparó
Ilus tra ción 4. Ave ni da El Sol y ca lle Arra yán, al fon do el áb si de del tem plo de San to Do min go. Antes de caer el muro del áb si de fue
desatado. Vías sin escombros. Fuente: Fotógrafo Guillén (Archivo INC) (1950).
en pie dra, de las cua tro ar que rías del se gun do
claus tro.
LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA DE
MANUEL A. ODRÍA
Las no ti cias de lo su ce di do en la ciu dad del
Cus co lle ga ron a las es fe ras in ter na cio na les las
cua les aler ta ron más por tra tar se de la “ca pi tal
ar queo ló gi ca de Sud amé ri ca”. La so li da ri dad
6
a tra vés de men sa jes de los je fes de Esta do no
tar dó y la preo cu pa ción por el Cus co lle ga ría
des de va rias la ti tu des.
Por ci tar al gu nos, el pre si den te de los Esta -
dos Uni dos Harry Tru man, des ta có su pe sar
“por la des truc ción de la ciu dad his tó ri ca del
Cus co”; el pre si den te chi le no por su vez la en -
gran de cía “his tó ri ca ciu dad del Cus co”; la pren -
sa ar gen ti na rea fir ma ba “Cus co fue sede de
una de las ci vi li za cio nes más avan za das del pe -
rio do pre co lom bi no”. (Una tra ge dia…, 1950,
p. 4)
En ver dad, para la pren sa de mu chos paí ses,
el sis mo fue un ins tru men to que abrió los ojos
del mun do para el or gu llo de Amé ri ca (ese Cus -
co ocul to por dé ca das). El He rald Tri bu ne de
Nue va York (apud Vi bran te..., 1950, p. 4) pu -
bli ca ba el re por ta je: “es un de fec to de nues tra
edu ca ción el he cho de que mu chí si mos de no -
so tros no co noz ca mos la gran de za de la ci vi li za -
ción que for jó aque lla im po nen te me tró po li
[...]).
Entre el 22 y 28 de mayo de 1950, es de cla -
ra da la “ba ta lla de la so li da ri dad!” que con vo ca
a ni vel mun dial todo mo vi mien to de la Cruz
Ilus tra ción 5. Cues ta de San ta Ana si tua da en otro ba rrio tra di -
cional de la ciudad. Pies derechos de madera fueron colocados
para evi tar la caí da de las pa re des de las ca sas. Fuen te: Uni ver si -
dad de Pensilvania, Estados Unidos de América (1950).
6 Desde Madrid, República Dominicana, Nicaragua, Paraguay, Honduras, Colombia, Ecuador y Bolivia entre los primeros.
58 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Conmoción en el Cusco de 1950
Ilus tra ción 6. La úni ca to rre del tem plo de San to Do min go. Ape nas que dó la cara nor -
te. El res tan te cayó so bre la bó ve da del coro alto des tru yen do, in clu si ve, el coro bajo.
Fuente: Revista Life (1950).
Roja de Amé ri ca y del mun do
para aten der a la ciu dad del
Cus co, como Paz-Sol dán
(1951, p.60) afir ma:
Se ali neó un ver da de ro fren -
te de so co rros con las ex pre -
sio nes de sim pa tía y la ofer ta
de con cur sos de las so cie da -
des que tra ba jan bajo el sig -
no ca ri ta ti vo de Gi ne bra
7
[...] El Co mi té in ter na cio nal
de la Cruz Roja y la liga de
las so cie da des de la Cruz
Roja.
El go bier no de la épo ca en
se en con tra ba sin co no ci mien -
to de la real si tua ción ape nas
en el di le ma de “¿qué ha cer?
¿có mo ha cer? y por ¿dón de
em pe zar?”. La preo cu pa ción
del Esta do era con tro lar la si -
tua ción y su gran ta rea de aten -
der a los de sam pa ra dos, a las
ne ce si da des de pro duc tos y a
la fal ta de po li cía.
Las ca sas es ta ban abier tas y
mu chos dor mían a la in tem pe -
rie. Era ne ce sa rio evi tar los sa -
queos por par te de la dro nes
en me di da de pre cau ción,
para man te ner el or den en la
ciu dad (Se de cre tó…, 1950,
p.2) Pa sa das las 48 ho ras se de -
cre tó el “to que de que da” ini -
cial men te en el ho ra rio noc tur -
no y pos te rior men te du ran te
las 24 ho ras 8 , con el ob je ti vo
de fre nar la onda de in for tu -
nios a las pro pie da des de los
mo nu men tos (El to que…,
1950, p. 3)
Para con tro lar la si tua ción
el pre si den te Odría, via ja al lu -
gar de la tra ge dia para eva luar
la ver da de ra ca tás tro fe 9
.
Entre tan to, ciu da da nos y el go -
bier no lo cal ini ciar un pro ce so
de au toa yu da co lec ti va y so co -
rro a los he ri dos, vis to que los
cen tros de aten ción a la sa lud
no con se guían aten der a todo
un con ti nen te de per so nas
que lle ga ban bus can do asis ten -
cia mé di ca.
De esa for ma se ins ta la ron
ba rra cas pro vi sio na les en el
cam po del es ta dio uni ver si ta -
rio de Cus co (Uni ver si dad Na -
cio nal de San Anto nio Abad
7 La Con ven ción de Gi ne bra en 1864 en vuel ve a la “Cruz Roja” sien do su lema: ‘ser vir y ayu dar’. El com pro mi so es ir don de pre ci san de ayu -
da. La cruz roja pe rua na sur gió des de abril de 1879.
8 Pri mer mo men to: por an ti ci pa ción la Co man dan cia Mi li tar de la Re gión de cre ta el “to que de que da” en tre las nue ve de la no che y las cin co
de la ma dru ga da. Se gun do mo men to: en el dia rio lo cal el Co ro nel Co man dan te de Armas de la pla za Car los He rre ra Lynch pe día a la po bla -
ción para to mar las me di das del caso in di can do que el nue vo ho ra rio vi gen te (de 24 ho ras) ini cia ba en esa fe cha de pu bli ca ción. (INICIA..., El
sol. 13-7-1950)
9 Su via je del Cus co se rea li zó el 23 de mayo de 1950
El Antoniano 126 – Junio de 2014 59

Erwic Flores Caparó
del Cus co) y, ló gi ca men te, se le van ta rían di fe -
ren tes eva lua cio nes pre li mi na res, pero po cos
con ex haus ti vo de ta lle, se gún Val cár cel (1972,
p. 376):
El go bier no de en ton ces nom bró de in me dia to
una Co mi sión [...] Fui ele gi do su pre si den te y
la com ple ta ron con al gu nos ar qui tec tos
como: Enri que Seoa ne Ross, Luis Miró Que sa -
da Gar land y Ju lio Haa ker Ford. Nues tra ta -
rea se con cen tró en la eva lua ción de los da ños
su fri dos por nu me ro sos edi fi cios an ti guos.
El Esta do cons cien te de que no po dría es pe -
rar para to mar ac cio nes in me dia tas por me dio
del Mi nis te rio de Fo men to y Obras Pú bli cas, el
Mi nis te rio de Agri cul tu ra des ti na in me dia ta -
men te para los dam ni fi ca dos, por vía aé rea, to -
ne la das de pro duc tos ali men ti cios (Me di -
das…, 1950, p.1). 10
Del pro pio in te rior de la re gión, tam bién
con ti nua ron lle gan do di ver sos pro duc tos ali -
men ti cios, Zu ri te, Hua ro con do y Si cua ni en ca -
be za ban la lis ta (Bajo la..., 1950, p.1).
Lle gó un equi po de téc ni cos pro fe sio na les
(ex per tos en obras sa ni ta rias, ur ba nís ti cas, ins -
ta la cio nes eléc tri cas, apre cia cio nes geo ló gi -
cas) con di ver sos ma te ria les de cons truc ción
11
, para el res ta ble ci mien to del ser vi cio de
agua e ilu mi na ción eléc tri ca, todo eso con el
ob je ti vo de de ter mi nar las con di cio nes de ha bi -
ta bi li dad, para rea li zar dis po si cio nes y fu tu ros
pro yec tos en la ciu dad. (Me di das…, 1950,
p.1)
Como pro gra ma de pre ven ción fue usa do el
in sec ti ci da para erra di car los pio jos del cue ro
ca be llu do en mo ra do res de es ca sos re cur sos.
He cho que lla mó la aten ción de la pren sa, de
los ciu da da nos y de la crí ti ca en ge ne ral. (Ilus -
tra ción 8)
No se con si de ró la pos gue rra de crear un
am bien te es pe cial para el ais la mien to de las
per so nas afec ta das por la pla ga. El go bier no
del Esta do, fren te a toda esa si tua ción y sus ne -
ce si da des, or ga ni za pro vi sio nal men te gru pos
de ayu da a tra vés de nor mas le ga les, como so -
por te para ga ran ti zar su cum pli mien to y que lle -
ga se de for ma efec ti va la ayu da ne ce sa ria para
la ciu dad de Cus co.
Ilus tra ción 7. Fa cha da del tem plo de Be lén en obras. Cuan do
visitó la ‘Misión Kubler’ habían sido recuperadas piezas del suelo
y api la das en la base del atrio del templo. En el cuer po de la
torre del Evangelio, una fisura vertical, que atravesaba el cuerpo,
no fue un pro ble ma co mún a la hora de la re cons truc ción.
Fuente: Revista Life (1950).
La pri me ra ac ción del Esta do fue la crea ción
de la “Jun ta de Au xi lio Pro-Dam ni fi ca dos de
Cus co” (Re so lu ción Su pre ma 132–1951),
cuya mi sión era jun tar las do na cio nes y rea li zar
un ca tas tro es pe cí fi co para una me jor dis tri bu -
ción en be ne fi cio de los dam ni fi ca dos.
El Mi nis te rio de Sa lud Pú bli ca de be ría for -
mar el “Co mi té Cen tral de Ayu da a los Dam ni fi -
ca dos” y sub co mi tés para eje cu tar me jor los
tra ba jos en la ciu dad. Para tal, se or ga ni zó sie te
pues tos pro vi sio na les de asis ten cia, como cen -
tros de aten ción mé di ca, con dos mé di cos en
cada pues to.
Las au to ri da des obli ga ron a las far ma cias a
fun cio nar en tur nos de 24 ho ras para pres tar
ser vi cios a la co mu ni dad, por ello se prohi bió
la sa li da de pro duc tos de pri me ra ne ce si dad de
la re gión y se es ta ble cie ron 10 zo nas para po si -
bi li tar la or ga ni za ción de abas te ci mien to ali -
men ta rio. Se ins ta ló un res tau ran te po pu lar
con ca pa ci dad de aten der a 1500 per so nas/co -
mi da.
12
(El Peruano..., 1950, p. 1)
El gran nú me ro de ca sas des trui das en las pe -
ri fe rias de la ciu dad, así como el cen tro an ti -
guo, exi gían gran des es fuer zos para re mo ver
los es com bros de bi do al gran vo lu men de es -
com bros que se acu mu la ba en las ca lles, ta rea
que se mos tra ba len ta.
10 El día 22 de mayo fue ron ha bi li ta dos cin co avio nes para lle var la car ga, el día 23 sa lió otro avión con car ga con te nien do otros pro duc tos
alimenticios
11 Las direcciones de caminos de las diferentes regiones enviaron recursos: Lima envió cinco camiones de accesorios para 500 hombres más 1
tractor; Arequipa envió cinco camiones con herramientas (palas, picos y pies de cabras); Tacna envió dos camiones de accesorios para 100
hom bres y Puno en vió tres ca mio nes con ase so res para 150 tra ba ja do res.
12 El restaurante popular completamente equipado (con cocina, servicio de comedor, cocineros y mozos con 1700 almuerzos y 1500 cenas
por día) se instaló en el estadio universitario.
60 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Conmoción en el Cusco de 1950
Ilus tra ción 8. Apli ca ción de una do sis de DDT para evi tar la epi de mia de pio jos. En adul tos, jó ve nes, ado les cen tes y ni ños. Fuen te:
Revista Life (1950).
Ilus tra ción 9. El caso del puen te de Be lén que cayó so bre el río Chun chull ma yo con sus an ti guas es truc tu ras crí ti cas. La téc ni ca
constructiva de “cal y canto” resistió parcialmente. Fuente: Nishiyama (1950).
El Antoniano 126 – Junio de 2014 61

Erwic Flores Caparó
Ilustración 10. Avenida del Ejército (o sector de Chunchullmayo) ocupada por otros desamparados. Otro tipo de carpas levantadas
más organizadas. En primer plano están siendo levantados los servicios higiénicos colectivos en previsión de contar con los míni
mos ser vi cios de hi gie ne. Fuen te: Fotógrafo Antonio Mendoza Ney ra (1950).
Ilustración 11. Plaza Mayor de la ciudad del Cusco. Los desabrigados ocuparon todos los jardines de la plataforma central, proceso
que se re pi tió en mu chas áreas abier tas. Fuen te: Re vis ta Life (1950).
62 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Conmoción en el Cusco de 1950
Las ur gen cias de alo ja mien to
para al ber gar a los de sa gre ga -
dos eran los más ur gen tes
15000 ha bi tan tes pre ci sa ban
de te cho 13 , como Aze ve do
(2009, p. 125) afir ma: “los cua -
les ins ta la ron en tien das y tol -
dos en cua dras de por ti vas, ca -
lles y pla zas” (Ilus tra ción 10 y
11, los di fe ren tes dam ni fi ca dos
ocu pan do áreas abier tas de la
ciu dad).
Evi den te men te, las ne ce si -
da des de vi vien da eran las más
preo cu pan tes, pero el Esta do
per ci bió que las di fe ren tes
áreas de la ciu dad pre sen ta ba
un de no mi na dor co mún que
era la fal ta de ser vi cios bá si -
cos. La idea de le van tar vi vien -
das im pro vi sa das con los de -
sam pa ra dos co men za ba a to -
mar fuer za.
El es tu dio de ter mi nó la cons -
truc ción de vi vien das pro vi sio -
na les para aten der las ne ce si da -
des de abri go con con di cio nes
mí ni mas de ha bi ta bi li dad. El es -
ta dio de la Uni ver si dad del Cus -
co (Uni ver si dad Na cio nal de
San Anto nio Abad del Cus co)
fue el cen tro de aco gi mien to
para las fa mi lias des po seí das de
sus per te nen cias.
Al fi na li zar el mes de agos to,
den tro de la Cá ma ra de Se na -
do res, se apro bó un cré di to de
2 mi llo nes de so les, para las
obras más ur gen tes de re cons -
truc ción. (Para la con clu sión
[sic] de ba rra cas, ins ta la cio nes
de ser vi cios hi gié ni cos y cons -
truc ción de de fen sas con ce -
men to, en los gru pos de ba rra -
cas ac tual men te cons trui das”
(Se na do res…, 1950, p.2).
La se gun da ac ción del Esta -
do fue ga ran ti zar a la pro pie -
dad pri va da a tra vés del D.L.
N° 11366, que au to ri zó al
Ban co Cen tral Hi po te ca rio
del Perú para con ce sión de
prés ta mos ex clu si va men te
des ti na do a la re pa ra ción de in -
mue bles dam ni fi ca dos por el
te rre mo to. Era fi nan cia do por
el Ban co Cen tral Hi po te ca rio
del Perú has ta el 75% del cos -
to for ma do por el va lor del te -
rre no, de la cons truc ción apro -
ve cha ble o de la in ver sión por
re pa rar la.
La ter ce ra ac ción fue un cré -
di to ex traor di na rio de 3 mi llo -
nes de so les, que au to ri za ba al
mi nis te rio de ha cien da y co -
mer cio a abrir una cuen ta para
acu dir a los de sam pa ra dos, re -
pa ra cio nes de in me dia ta ur -
gen cia, al res ta ble ci mien to de
los ser vi cios pú bli cos y reha bi -
li ta ción de la vida ur ba na de la
ciu dad del Cus co, en con cor -
dan cia a las ne ce si da des de
los: Mi nis te rio de Fo men to y
Obras Pú bli cas, Mi nis te rio de
Agri cul tu ra, Mi nis te rio de Sa -
lud Pú bli ca y Asis ten cia So cial.
Antes de ju lio, los re cur sos
se vol vie ron in su fi cien tes y a
tra vés del D.L. N° 11367, el
go bier no cen tral del Esta do ha -
bi li tó un “cré di to ex traor di na -
rio” con el de cre to ley nú me -
ro ex clu si vo para el res ta ble ci -
mien to de los ser vi cios pú bli -
cos con el D.L. N° 11425.
Pero las ne ce si da des con ti nua -
ban y los mon tos es ti ma dos
no al can za rían lo re que ri do.
Más tar de, el go bier no cen tral
am plió el cré di to abier to y pro -
mul gó el D.L. N° 11478 adi -
cio nan do me dio mi llón de so -
les más, para evi tar la pro pa ga -
ción de epi de mias.
En ese pro ce so pre si den -
cial, asu mió tam bién de di ca -
13 Diferentes lugares de la ciudad fueron ocupados y se dirigieron variadas carpas provisionales. Entre ellas fueron, en primera instancia la Plaza
Ma yor y las pla zas Re go ci jo y San Fran cis co. Con ti nua ron en los al re de do res de la ciu dad, las lo sas de por ti vas de los ba rrios, la ave ni da del
Ejército (Chunchullmayo) aún no consolidada en la época, la avenida Pardo y todas las áreas de cultivo inmediatas al perímetro de la ciudad.
Hoy son cons ti tui dos los ba rrios de Za guán del cie lo, Tahuan tin su yo, los dis tri tos de Wan chaq y San tia go. Des pués se con so li da ron los al re -
de do res de los tem plos de Be lén, San tia go, Almu de na y San ta Ana.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 63

Erwic Flores Caparó
ción y es pe cial cui da do para con los mo nu men -
tos his tó ri cos (con Obras de Arte y los Edi fi cios
de pro pie dad del Esta do). Como as pec to re sal -
tan te, se ad ver tía que la res ti tu ción de los mo -
nu men tos de be ría obe de cer a un es tu dio pre -
vio de un plan in te gral y la ne ce sa ria apro ba -
ción para eje cu tar su re cons truc ción to tal. Por
esa de ci sión de las au to ri da des, se abrió una
cuen ta ex clu si va en un va lor de 10 mi llo nes de
so les (D.L. N° 11392), im por te con si de ra do
como mon to anual y una si mi -
lar can ti dad, para los años
ve ni de ros.
De bi do a las cir cuns tan cias
del mo men to de emer gen cia y
a las ne ce si da des de la po bla -
ción, es que el Esta do de ci dió
rea li zar la de mo li ción de edi fi -
cios rui na, tras la do de es com -
bros, la cons truc ción de vi vien -
das pro vi sio na les y de más
obras de ca rác ter ur gen te, en -
fa ti zan do que de be rían ser eje -
cu ta das an tes de la pró xi ma es -
ta ción de llu vias. De esa for ma,
se crea la Ley N° 11489 y se
des ti nan 2 mi llo nes de so les en
la cuen ta abier ta del D.L.
N° 11392, para lo grar los
ob je ti vos.
Bá si ca men te la ayu da en de -
fen sa del pa tri mo nio se re du cía
a la rea li za ción de ta reas de
emer gen cia, esto es, co lo can -
do pun ta les de ma de ra, “pies
de re chos”
14
y cim bras para la
es ta bi li za ción de es truc tu ras,
mu ros, te chos, bó ve das y ar -
cos, a fin de evi tar la caí da to tal
de ele men tos ta les como las
pie zas de pie dra de las to rres
más al tas de los mo nu men tos.
REFERENCIAS
—Aze ve do, P. O. de. (2009). Cusco continuidad y cambio. 2ª Ed. Cus -
co: Municipalidad Provincial del Cusco.
—Bajo La di rec ción del Pre si den te de la Jun ta Mi li tar de Go bier no
con ti nua la la bor de au xi lio a las víc ti mas del Te rre mo to del Cus co.
Lle ga da de ali men tos. El Pe rua no Dia rio Ofi cial. Lima, p. 1. 25 de
mayo de 1950.
—Dramático Relato del Terremoto del Cusco. Dia rio La Cró ni ca, Edi -
ción es pe cial. Lima, 22 de mayo de 1950.
—El To que de que da será a las 24 ho ras. Dia rio El Sol, Cus co, 13 de
ju lio de 1950.
“La ayuda en
defensa del
patrimonio se
reducía a la
realización de
tareas de
emergencia, esto
es, colocando
puntales de
madera, ‘pies
derechos’ y
cimbras para la
estabilización de
estructuras,
muros, techos,
bóvedas y arcos,
a fin de evitar la
caída total de
elementos.”
—En Masa aban do na el Cus co la po bla ción. Sem bró el pá ni co el tem -
blor que se pro du je ra ayer. Dia rio La Cró ni ca. Lima, 26 de mayo
de 1950.
—Kubler, George. (1953). Cuz co. Re cons truc ción de la ciu dad y res -
tauración de sus monumentos. Infor me de la mi sión en via da por la
UNESCO en 1951 por Geor ge Ku bler. Pa rís: Se rie: Mu seos y Mo -
numentos III (s).
—Medidas Tomadas por las reparticiones oficiales en auxilio de las víctimas
del terremoto. Envío de víveres por el Ministerio de Agricultura. El
Pe rua no dia rio ofi cial. Lima, p. 1, 23 de mayo de 1950.
—Paz–Sodán Car los Enri que. (1951). Cus co, La ciu dad he ri da: Un re -
portaje gráfico. Lima: C.E. Paz–Sol dán e Imp. To rres Agui rre.
—Perú. Re so lu ción Su pre ma Nº 132 de 20 de abril de 1951. Re -
gla men to de Cons truc ción de Ciu dad de
Cus co. Que pro mue ve el re ti ro fron tal y la -
te ral de la fa cha da y el en san che de la ca lle
de es ti lo co lo nial en la ciu dad de Cus co.
(Pu bli ca da por la Escue la Mi li tar de Cho -
rri llos: 1951. 46 p). Dis po ni ble en:
Acce so el 23 de Ago de 2011.
—Perú. De cre to Ley Nº 11367, de 22 de
mayo de 1950. Au xi lio a la ciu dad de Cuz co
por el movimiento sísmico para normalizar la
vida de la po bla ción. Dis po ni ble en:
Acce so el 24 de ene ro de 2012.
—Perú. De cre to Ley Nº 11392, de 31 de mayo
de 1950. Reconstrucción de Monumentos Histó
ri cos y Obras de Arte en edi fi cios de Esta do.
Disponible en:
Acce so el 24 Ene 2012.
—Perú. De cre to Ley Nº 11425, de 10 de ju -
lio de 1950. “Subsidio Municipal de Cusco”
como crédito extraordinario (300,000 soles)
por imprevistos realizados por la municipalidad
Provincial para el restablecimiento de los
ser vi cios bá si cos. Dis po ni ble en:
Acce so el 24 Ene 2012
—Perú. De cre to Ley Nº 11478, de 18 de ju -
lio de 1950. Amplía el cré di to abier to por
D.L. 11367. Dis po ni ble en:
Acce so el 24 de ene ro de 2012.
—Perú. De cre to Ley Nº 11489, de 31 de
agos to de 1950. Abre una cuen ta de 2 mi llo -
nes para obras de ca rác ter ur gen te de la ciu -
dad. Dis po ni ble en: Acce so el 24
de ene ro de 2012.
—Senadores Aprueban dos Millones para obras
ur gen tes en el Cus co. Dia rio EL Sol, Cus co,
31 de agos to de 1950.
—Se De cre tó el to que de que da en el Cus co.
Dia rio La Cró ni ca, Lima, p. 2, 23 de mayo
de 1950.
—Se Rajaron…, Dia rio La Cró ni ca, Edi ción es pe cial. Lima, 22 de
mayo de 1950. p. 1.
—Una Tra ge dia para todo el con ti nen te. Dia rio La Cró ni ca. Lima, 23
de mayo de 1950.
—Val cár cel, Luis E. (1952). Memorias Nueva Visión del Cusco. Fa nal,
Lima, Año VII. Nº 3. p.18 – 25.
—Vasconcelos, Marco Antonio; García, Manuel Enríquez. (1998).
Fundamentos de economía. Sao Pau lo: Sa rai va.
—Vibrante Recordatorio es para américa la Catástrofe del Cusco. Dia rio
La Cró ni ca, Lima, p. 4, 24 mayo 1950.
14 Elementos, en general, de madera colocados provisionalmente, que evitan el colapso de variadas estructuras en inminente peligro, tales
como: muros, arcos bóvedas entre otros.
64 El Antoniano 126 – Junio de 2014

GESTIÓN INTEGRAL DEL PATRIMONIO
CULTURAL DEL CUSCO
RESUMEN
Si se en tien de el con cep to de Pa tri mo nio Cul tu ral co mo un lu -
gar de en cuen tro y de com pli ci dad so cial, en ton ces su ges tión
de be ser vis ta ya no des de una pers pec ti va mo nu men ta lis ta y
mer can ti lis ta (co mo has ta aho ra se da), si no mas bien, Par ti ci pa -
cio nis ta; es de cir, que ge ne re la in cor po ra ción de los dis tin tos ac -
to res so cia les al pro ce so de con ser va ción y pues ta en uso de los
bie nes pa tri mo nia les, don de ca da sec tor de la po bla ción, des de
su pro pia pers pec ti va y exi gen cias so cia les con tem po rá neas,
par ti ci pe ac ti va men te, ade más de cu yos com por ta mien tos,
sean com ple men ta rios con el pa tri mo nio cul tu ral y la (re) cons -
truc ción de la iden ti dad cul tu ral. En tal sen ti do, es ne ce sa rio la
des vin cu la ción de pre jui cios tra di cio na lis tas que re sul tan ya re -
Jorge Pérez Meza 1
tró gra das a es tas al tu ras de las cir cuns tan cias, y, me dian te el pre -
sen te, se in vo ca la edu ca ción de la po bla ción con un rol de va lo -
res pa tri mo nia les que in trín se ca men te fun da men ten sus pro -
pios ob je ti vos y fi na li da des, a tra vés de pro ce sos de ani ma ción
so cio cul tu ral e in ter pre ta ción tu rís ti ca que pue dan es ti mu lar la
con fian za y la par ti ci pa ción de la po bla ción en la con se cu ción de
esos ob je ti vos. Es de cir, la fi na li dad no so lo es la cons truc ción de
la iden ti dad cul tu ral, si no tam bién, que la po bla ción se sien ta
iden ti fi ca da con la Ges tión del Pa tri mo nio Cul tu ral, así co mo
con sus ges to res.
PALABRAS CLAVES: Iden ti dad Cul tu ral, Ges tión Pa tri mo nial, Pa -
tri mo nio Cul tu ral, Empo de ra mien to, Par ti ci pa ción Ciu da da na,
Va lo res Pa tri mo nia les.
1 Licenciado en turismo. Maestrista en economía. mención en gestión pública y desarrollo regional, en la Universidad Nacional de San Antonio
Abad del Cus co. e–mail: coco_11186@hot mail.com
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 65

Jorge Pérez Meza
ABSTRACT
If it un der stands the con cept of cul tural her i tage as a meet ing place
and so cial com plic ity place, then its man age ment should be seen
no lon ger from a monumentalist per spec tive and a mer can ti list per -
spec tive (as up to now it gives), but rather, participationist, it
means, the in cor po ra tion of the dis tinct so cial ac tors to the pro cess
of con ser va tion and put into use of the her i tage as sets, where ev -
ery sec tor of the pop u la tion have to par tic i pate ac tively, from their
own per spec tive and con tem po rary so cial re quire ments, in ad di -
tion their be hav iors have to be complementaries with the cul tural
her i tage and the (re ) con struc tion of cul tural iden tity. In this sense,
the de–link ing of the tra di tion al ist prej u dices re sult ing is re quired as
you re ac tion ary at this stage in the cir cum stances, and, by means of
the pres ent, it in vokes that the ed u ca tion of the pop u la tion needs a
role of pat ri mo nial val ues that in trin si cally it bases through his own
aims and pur poses, through pro cesses of an i ma tion socio cul tural
and tour ist in ter pre ta tion that can stim u late the con fi dence and the
par tic i pa tion of the pop u la tion in the achieve -
ment of these aims. That is to say, the pur -
pose no only is the con struc tion of the cul -
tural iden tity, but also, that the pop u la tions
have to iden tify with the Managment of the
Cul tural Her i tage, as well as with his agents.
KEYWORDS: Cul tural iden tity, Her i tage
man age ment, Cul tural her i tage, Em pow er -
ment, Par tic i pa tion, Her i tage val ues.
s de co no ci mien to ge ne ra li za -
Edo, en el ám bi to re gio nal e in -
clu so na cio nal, que la pre ser va -
ción sos te ni ble del pa tri mo nio cul -
tu ral, así como pro mo ver su con -
ser va ción, pro tec ción y pro mo -
ción ha sido des de siem pre re cu -
rren te preo cu pa ción de los cus -
que ños (tan to de su po bla ción
como de sus ins ti tu cio nes). Sin em -
bargo, de tanta presumida perora -
ta, la úni ca sos te ni bi li dad que he -
mos alcanzado, hasta ahora, ha
sido la de so rien ta ción e ig no ran cia
ba nal en tor no a ello. Es de cir, aún
nos per de mos en una ne bu lo sa su -
per fi cia li dad con cep tual lo que im -
pi de ver con cla ri vi den cia los te -
mas de dis cu sión esen cia les, que
per mi tan a su vez pro cu rar la vir -
tua li dad de ella. En este sen ti do,
des de nues tro pun to de vis ta (y en -
tre otras causas), el estancamiento
teó ri co y la rei te ra ción te má ti ca se
cons ti tu yen como las prin ci pa les
ca rac te rís ti cas de quie nes pro cu -
“La preservación
sostenible del
patrimonio
cultural, así
como promover
su conservación,
protección y
promoción ha
sido desde
siempre
recurrente
preocupación de
los cusqueños
(tanto de su
población como
de sus
instituciones).”
ran su ges tión y ad mi nis tra ción a tra vés de pro gra -
mas y pro yec tos de en fo que cul tu ral.
Esto es fá cil men te per cep ti ble, por ejem plo, a
par tir del con te ni do cu rri cu lar es co lar que in sis ten -
te men te se con ti núa im par tien do en la ma yo ría de
las Insti tu cio nes Edu ca ti vas tan to pú bli cas como pri -
vadas, en las distintas especialidades profesionales
de las uni ver si da des, de los ins ti tu tos téc ni cos y/o
tec no ló gi cos y otros cen tros de for ma ción pro fe sio -
nal.
Del mis mo modo, aca so no por con se cuen cia
de ello, este úl ti mo se re pli ca en la ges tión cul tu -
ral poco in no va do ra de las ins ti tu cio nes es ta ta les
en car ga das, los cua les ges tio nan sus pla nes y pro -
gra mas de de sa rro llo sub or di nan do y re za gan do
el con cep to cul tu ral ante cues tio nes po lí ti cas y
me diá ti cas. Y ni qué de cir de las em pre sas pri va -
das, que ob vian po lí ti cas de res pon sa bi li dad so -
cial y los cá no nes cul tu ra les del te rri to rio so bre
el cual ejer cen sus ac ti vi da des. A
ello se suma la es ca za par ti ci pa -
ción y com pro mi so de la po bla -
ción en cuan to a la sal va guar dia
de su pro pio pa tri mo nio.
Por todo ello, el pre sen te en -
sa yo está orien ta do a es ta ble cer
un atis bo teó ri co que sea, ade -
más, el im pul so de un nue vo en -
fo que prag má ti co con mi ras a lo -
grar la in cor po ra ción de los dis tin -
tos ac to res so cia les al pro ce so
de con ser va ción y pues ta en uso
de los bie nes pa tri mo nia les y
que al mis mo tiem po per mi ta su
sos te ni bi li dad y el de las co mu ni -
da des que lo aco gen.
En esa pers pec ti va, para fa ci li -
tar la com pren sión del pre sen te
ar tícu lo, se par tió de la apli ca ción
de los dis tin tos mo de los de ges -
tión pa tri mo nial, con una pre via
ca rac te ri za ción de pre jui cios
ideo ló gi cos y su re per cu sión en
la es ca za par ti ci pa ción de la po -
bla ción en la ela bo ra ción de las
po lí ti cas cul tu ra les lle va das a
cabo por nues tras ins ti tu cio nes
pú bli cas. A con ti nua ción, se es ta -
ble ce una se rie de pro pues tas
que pre ten den ahon dar aún más
este vas to tema. En tal sen ti do,
di chos plan tea mien tos se cen tra -
ron en tres al can ces, cuya vir tud pri mor dial es su
co rre la ti vo y sis te má ti co pro ce so; la or ga ni za -
ción po bla cio nal, los va lo res pa tri mo nia les, la im -
por tan cia y apli ca ción de la Ani ma ción So cio cul -
tu ral. Esta ul ti ma como es tra te gia en la edu ca -
ción ciu da da na de to das las eda des.
Ello fa ci li ta ra la ge ne ra ción de he rra mien tas ne -
ce sa rias para la apro pia ción, por par te de la po -
66 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Gestión integral del patrimonio cultural del Cusco
bla ción, de su pa tri mo nio cul tu -
ral, y, por ende, un cam bio de
pa ra dig ma en la ges tión
patrimonial del Cusco.
¿QUIÉN ES EL ENEMIGO?
Ver bi gra cia, al gún sa bihon do
lo es cri bió y otro más des pués
lo vo ci fe ró; “El Cus co es la pros -
ti tu ta del tu ris mo”. A par tir de
nues tro pun to de vis ta, esa es
una opi nión li ge ra y de sa cer ta -
da, re tró gra da y es ca sa men te
fun da men ta da 2
. Así como
aque llas opi nio nes que exal tan
las bar ba ries de las Mega ten -
den cias, las te le co mu ni ca cio -
nes y el in ter net pro pia men te
di cho, por cuan to pre su po nen
que cada vez más jó ve nes, en
su ma yo ría, se sien ten atraí dos
por cul tu ras ex tem po rá neas y
poco virtuosas que dañan las
simientes de la identidad
nacional.
No obs tan te, por ejem plo, si
ana li za mos las mega ten den cias
des de un en fo que dia léc ti co,
ello per mi te en tre ver otro pun -
to de vis ta; con cu rren te men te,
si bien es cier to la glo ba li za ción,
a tra vés del in ter net prin ci pal -
men te, ha he cho que co noz ca -
mos di fe ren tes cul tu ras y per so -
na jes, que se han con si de ra do,
en al gún mo men to, dig nos de
co piar y emu lar, esa mis ma vir -
tud nos ha de vuel to au to má ti ca -
men te al acer ca mien to e in ves ti -
ga ción de no so tros mis mos,
como cul tu ra y na ción. Es de cir,
mien tras más abri mos nues tras
puer tas a las demás culturas del
orbe, más queremos conocer
las virtudes de nuestro
entorno.
A modo de com pa ra ción, la
uni ver sa li za ción pue de ser con -
si de ra da como la li te ra tu ra, o
como una men ti ra que se cuen -
ta ver da de ra en una obra de tea -
tro; así, al co no cer a sus per so -
na jes, a su hé roes o an tihé roes,
sus aven tu ras y des di chas, tra ta -
mos de enal te cer su for ma de
pen sar y ha cer lo que ellos hi cie -
ron, al fi nal esto tie ne un pro ce -
so re tros pec ti vo que nos re gre -
sa a la bús que da de no so tros
mis mos, acep tar nos y asi mi lar -
nos tal y como so mos. En la cul -
tu ra su ce de lo mis mo, si bien es
cier to la uni ver sa li za ción ha he -
cho que co noz ca mos los ca rac -
te res de una in fi ni dad de pue -
blos; sus for mas de pen sar, ves -
tir y ha blar, y al gu nas ve ces ade -
más in ten ta mos imi tar las (pro -
ce sos co no ci dos como a cul tu ri -
za ción o alie na ción), hay que re -
co no cer que en me dio de este
pro ce so, y como con se cuen cia
de ello, es ta mos tra tan do de en -
con trar nos a no so tros mis mos
como na ción. Es así que cada
vez más per so nas se iden ti fi can
como par te de la re cu pe ra ción
del pa sa do glo rio so del Cus co,
esto en mú si ca y cos tum bres;
con más in ten sio nes de re cu pe -
rar las tra di cio nes pa sa das y al -
gu nas que ya creía mos ol vi da -
das; se apre cian más las imá ge -
nes fo tos tá ti cas del Cus co an ti -
guo pe ren ni za das por Cham bi
a tra vés del in ter net y sus pá gi -
nas so cia les; se re cu pe ra ron los
al ta res de es pe jos y con ello par -
te de la pom po si dad del Cor -
pus Cris ti; la me jor épo ca del
huay no pe rua no, ade más de es -
cu char se en más fies tas po pu la -
res o pri va das, es cada vez ob je -
to de in ves ti ga ción de dis tin tas
te sis uni ver si ta rias. Es de cir, la
re troa li men ta ción de la Uni ver -
sa li dad y la Glo ba li za ción que
aca rrean por sí mis mas, han en -
va len to na do un me jor op ti mis -
mo res pec to a ver nos y en con -
trar nos den tro de nues tra pro -
pia cul tu ra, iden ti fi car nos y sen -
2 Mao Tse Tung de cía que aque lla per so na que no haya es tu dia do o in ves ti ga do algo, no tie ne de re cho a ha blar. Si la de mo cra cia no exis tie se,
estamos seguros que no habríamos sabido nunca de aquel desliz.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 67

Jorge Pérez Meza
tir nos par te de un gru po, don de cada in di vi duo
se rea fir ma al sen tir se par te de la cons truc ción
de una me mo ria colectiva única y distinta.
LA GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL
Los dis tin tos en fo ques y pun tos de vis ta, en tor -
no a la re tó ri ca de pa tri mo nio y ges tión cul tu ral es
di ver so y com ple jo, e in clu so, de un tiem po a esta
parte, controvertido, dada las distintas actividades
so bre las cua les se en mar ca su frí vo lo uti li ta ris mo,
ya que al igual que los con cep tos
de sos te ni bi li dad y sus ten ta bi li dad
me dioam bien tal, son uti li za dos de
acuer do a los intereses de cada
grupo que decide hacer uso de él.
Es por ello, an tes que nada,
para en mar car nos en el co rrec to
en ten di mien to de la Ges tión Pa tri -
mo nial, es ne ce sa rio en mar car nos
en una sola idea que nos per mi ta
vis lum brar la com ple ji dad del asun -
to. En vir tud de ello to ma mos
como re fe ren cia la con cep tua li za -
ción de pa tri mo nio que hace Gar -
cía, Z.; se gún el cual “Pa tri mo nio
Cul tu ral es un lu gar de en cuen tro
don de las edi fi ca cio nes, mo nu -
men tos, obras de arte y va lo res in -
ma te ria les le han dado y le dan
sen ti do a los ciu da da nos y a su me -
mo ria. Lu ga res y ac tos don de in te -
rac túan mo dos de vida, creen cias,
len gua jes y prácticas de
comunicación para construir la
identidad cultural de cada grupo”.
Des de ya in fe ri mos que aque -
llos bie nes o ac ti vi da des cul tu ra les
que son con si de ra dos como pa tri -
mo nio, no tie nen sólo un va lor es -
té ti co o mo nu men ta lis ta, sino tam -
bién, y mu cho más im por tan te qui -
zás, son: por las ac ti tu des y/o ap ti -
tu des que pue den for jar en la con -
cien cia so cial de los po bla do res o ac to res so cia les
que al mis mo tiem po se ven in fluen cia do por ellos.
Es de cir, exis te una co ne xión di rec ta y mu tua, así
como una suer te de com ple men ta rie dad en tre el
pa tri mo nio cul tu ral y el com por ta mien to y for mas
de pen sar de aque llos que los po seen o que al me -
nos realizan sus actividades cotidianas en torno a
ellos. La Pla za de Armas por más be lla y os ten to sa
que sea nun ca será lo mis mo sin un Cor pus Cris ti
que le de vida, jun to con la gen te y la po bla ción
“Existe una
conexión directa
y mutua, así
como una
suerte de
complementarie
dad entre el
patrimonio
cultural y el
comportamiento
y formas de
pensar de
aquellos que los
poseen o que al
menos realizan
sus actividades
cotidianas en
torno a ellos.”
que se sien te iden ti fi ca da con él; Las ciu da des pa tri -
mo nia les no son úni ca men te im por tan tes por su ar -
qui tec tu ra mo nu men ta lis ta, sino tam bién por su ar -
qui tec tu ra cul tu ral; Las na cio nes no son na cio nes
por sus ciudades con bellas casas y altos edificios,
son naciones, más bien, por su gente, su memoria
atávica y cultural, tradicional y costumbrista.
Acla ra da ya la idea so bre Pa tri mo nio Cul tu ral po -
de mos en ton ces, a par tir de ello, en ten der la im -
por tan cia y el pro ce di mien to de su ges tión, en con -
se cuen cia; Ba llart y Tres se ras de fi -
nen la Ges tión Pa tri mo nial como
“el con jun to de ac tua cio nes pro -
gra ma das con el ob je ti vo de con -
se guir una óp ti ma con ser va ción
de los bie nes pa tri mo nia les y un
uso de es tos bie nes ade cua do a
las exi gen cias so cia les con tem po -
ráneas”. Empero, estas actuaciones
se gún Can cli ni, se han orien ta -
do de di ver sas ma ne ras en dis tin -
tas épo cas, por ello di vi de los pro -
ce sos de Ges tión Pa tri mo nial en
cuatro paradigmas con marcadas
ca rac te rís ti cas que res pec ti va men -
te las di fe ren cian unas de otras; la
pri me ra es el Tra di cio na lis mo Exis -
ten cia lis ta; el cual se cir cuns cri be
en que la con ser va ción es in de pen -
dien te de su uso ac tual. La Mer can -
ti lis ta, se orien ta a las po ten cia li da -
des eco nó mi cas que pue da te ner
el bien pa tri mo nial. El Con ser va -
cio nis ta y mo nu men ta lis ta; se cen -
tra a real zar va lo res nacionales. Y
finalmente el paradigma
Participacionista; el cual entiende
la importancia del patrimonio en
su relación con las necesidades
globales de la sociedad.
En base a ello po de mos rea li zar
dos ti pos de aná li sis, cada uno con
sus respectivas metodologías; uno
de ellos con un enfoque histórico y retrospectivo que
nos describa la consecución de aquellos procesos (los
des cri tos por Can cli ni) en un flu jo de tiem po den tro
del área de es tu dio en base a las pers pec ti vas del Par ti -
cularismo Histórico, el cual puede ser objeto de estudio
en futuras investigaciones; el otro, un análisis inductivo
de la productividad de los proyectos culturales
y a base de sus res pec ti vas ca rac te rís ti cas, a ni vel
agregado, establecer el paradigma de gestión patrimonia
les en el que nos en con tra mos. Estos nos da rán
68 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Gestión integral del patrimonio cultural del Cusco
una mejor perspectiva del estado
de la cues tión. Por lo cual es ne ce -
sario establecer la realidad del Cusco
des de dos ám bi tos.
Pri me ro, los pro yec tos de or -
den cul tu ral en el Cus co co rres -
pon den a las ca rac te rís ti cas de
un pa ra dig ma par ti ci pa cio nis ta
indo len te y re tró gra da; in do len -
te, por cuan to con cep tos de
ges tión par ti ci pa cio nis ta y dia ló -
gi ca son co no ci dos por to dos,
esto no es una no ve dad ni este
en sa yo es in ven to de la pól vo -
ra, pero exis te una rei te ra ción
te má ti ca y de si dia ins ti tu cio nal
acom pa ña da de un en tor pe ci -
mien to po lí ti co ha cia la exi to sa
y efi cien te rea li za ción de los co -
rres pon dien tes pro yec tos. Re -
trógra da, por cuan to to da vía se
adop tan los pro ce di mien tos de
los Pa ra dig mas Mo nu men ta li -
tas, por ello di rec cio nan sus
pro gra mas y pro yec tos úni ca -
men te a iden ti fi car, diag nos ti -
car, re gis trar, in ves ti gar, con ser -
var y res tau rar (áreas tra di cio na -
les de ges tión es ta tal) y no to -
man efi caz men te en cuen ta las
di ná mi cas so cia les lo ca les para
pro mo ver la apro pia ción y par ti -
ci pa ción de la po bla ción fren te
a los bie nes de va lor pa tri mo -
nial. Es por ello que los po bla do -
res no cui dan o no sien ten la
res pon sa bi li dad de pre ser var
su pa tri mo nio. Esto es una cau -
sa jus ta. Si en los pro yec tos di ri -
gi dos a la pre ser va ción del pa tri -
mo nio no se adap tan to da vía a
las ne ce si da des con tem po rá -
neas de las per so nas, en ton ces
no ten drán ra zón de exis ten cia.
De la mis ma ma ne ra, los em -
pre sa rios de di ca dos a la co mer -
cia li za ción de los bienes
patrimoniales (quienes aun
creen en un Paradigma
Mercantilista y egoísta al mismo
tiempo), tampoco tienen la
necesidad de comprometerse
a su cuidado en tanto no
entienden que el turismo es
solo un medio, mas no un fin
per se.
Esta con cep ción, re tró gra da
e in do len te, es la cau san te de
es tig ma ti zar las emi nen tes ca -
rac te rís ti cas no me diá ti cas de
los pro yec tos cul tu ra les como
un obs tácu lo en la vía bi li za ción
del desarrollo y progreso.
Las au to ri da des mu ni ci pa les,
y esto es una ca rac te rís ti ca a ni -
vel na cio nal, pre fie ren orien tar
sus re cur sos eco nó mi cos a la
rea li za ción de obras pú bli cas
rim bom ban tes, por que son
ellas las que son vis tas por la po -
bla ción y en tér mi nos po lí ti cos
ese es el fin úl ti mo de una ges -
tión. Los pro yec tos cul tu ra les
son de ja dos de lado por que im -
pli can lar gos pe rio dos de tiem -
po para su ma te ria li za ción y
ade más sus in di ca do res no son
me di bles en tér mi nos téc ni cos
o con cre tos (eco no mi cis tas).
Por lo que se pre ten den abor -
dar pro gra mas ne ta men te de
de sa rro llo y pro gre so y no cul -
tu ra les, este es el quie bre real y
el tras fon do ver da de ro de la
pro ble má ti ca en la rei te ra ción
te má ti ca de los pro gra mas de
de sa rro llo. Es de cir, los con cep -
tos e in di ca do res de la cul tu ra,
en su vir tud, han sido sub or di na -
dos a los del do mi nan te de sa -
rro llo. Los pro yec tos de cul tu ra
aquí no ven den. No es ta mos
en el pun to en el que to dos los
pro yec tos de de sa rro llo son
elaborados en función de la
cultura de una población (con
sus propias creencias y
costumbres), estas más al
contrario son dejadas de lado.
Es de cir, si en ten de mos la cul -
tu ra como un con cep to om ni -
pre sen te, el en tor no en el cual
nos he mos de sa rro lla do y de la
que se des pren den nues tra for -
ma par ti cu lar de ver el mun do;
es ob vio en ton ces que to dos
El Antoniano 126 – Junio de 2014 69

Jorge Pérez Meza
los pro yec tos de de sa rro llo de ben ser solo ela bo -
ra dos en esa mis ma pers pec ti va para po der ser
en ten di dos en su real di men sión. “No pue de ha -
ber un con cep to de de sa rro llo o un pro yec to de de -
sa rro llo fue ra de un mar co cul tu ral, por que to dos
los que pro yec tan un plan de de sa rro llo vie nen de
una de ter mi na da cul tu ra y es tán in ser tos den tro
de una so cie dad es pe cí fi ca”.
El de sa rro llo ne ce sa ria men te emer ge y se cir -
cuns cri be den tro de un de ter mi na do con tex to
cul tu ral y en tan to no se re co noz -
ca como tal, no po drá ser asi mi la -
do con éxi to y apro ba ción por
las dis tin tas rea li da des sobre las
cuales se da.
La consecuencia principal de este
último análisis, en el sentido de rezagar
el di na mis mo y en fo que de la
Cul tu ra al úl ti mo va gón en el tren
del pro gre so (en cues tión de los
mo de los de ges tión de las dis tin tas
instituciones públicas), dejando de
lado, en tre otros; pro pues tas nue -
vas de proyectos de revitalización
cultural, educación patrimonial, gestión
integral y participativa del patrimonio
cultura, entre otros, traerá
como perjuicio una población que
no sien te el pa tri mo nio cul tu ral
como suyo; por lo tan to, es una po -
bla ción que no sabe ha cer dis fru te
de éste, te nien do en cuen ta que el
patrimonio cultural se constituye
como un es pa cio en tor no al cual se
dan procesos de complicidad social,
una po bla ción en cuya vir tud no se
sien te iden ti fi ca da con él, lo que de -
semboca naturalmente en su poco
interés para direccionar sus energías
en protegerlo y preservarlo para las
futuras generaciones.
Lo cual nos lle va a la ne ce si -
dad de vi rar el pa ra dig ma de
“La gestión
patrimonial
deberá
contribuir al
disfrute de los
bienes culturales
y a la
construcción de
distintos
espacios de
convivencia
social donde
redefinamos el
sentido de vivir
juntos los
ciudadanos y
nuestro
patrimonio
cultural.”
nues tra ges tión cul tu ral, bus car que los pro gra -
mas de cor te cul tu ral es tén cons ti tui das por
pro yec tos y ac ti vi da des en fo ca das en los pro ce -
sos so cio cul tu ra les que ro dean a los bie nes cul -
tu ra les, de tal ma ne ra que pro pi cie el em po de -
ra mien to y sen ti do de apro pia ción, y por lo tan -
to, dé va lo ra ción del patrimonio en la
población a quien afecta el proyecto.
En tal sen ti do, la ges tión pa tri mo nial de be rá
con tri buir al dis fru te de los bie nes cul tu ra les y
a la cons truc ción de dis tin tos es pa cios de con vi -
ven cia so cial don de re de fi na mos el sen ti do de
vi vir jun tos los ciu da da nos y nuestro
patrimonio cultural.
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70 El Antoniano 126 – Junio de 2014

LA ACREDITACIÓN UNIVERSITARIA
—EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO—
Lucio V. Farfán Angulo 1
RESUMEN
El articulo “La acreditación en la Universidad Nacional de San Antonio
Abad del Cus co” ha si do ela bo ra do pa ra mos trar a la co mu ni dad uni -
versitaria y regional que nuestra casa de estudios ha ingresado a este
pro ce so con la crea ción de la Ofi ci na de Ges tión de la Ca li dad Uni ver -
si ta ria apro ba da por la asam blea uni ver si ta ria el 2011. A par tir de es ta
fecha se han dado pasos importantes como constituir y capacitar a los
co mi tés Inter nos de au toe va lua ción en el 57% de las ca rre ras pro fe -
sionales con que contamos e impulsar el proceso de autoevaluación
en estas carreras. Para cumplir con estos objetivos trazados en el ejercicio
2013 la autoridad universitaria otorgó con fondos del canon un
monto importante que ha permitido impulsar este proceso, con lo
que se es pe ra que en el pre sen te año se acre di ten las ca rre ras pro fe -
sionales obligadas por ley es decir la carrera profesional de educación
y de cien cias de la sa lud. La Ofi ci na de Ges tión de la Ca li dad Uni ver si -
ta ria, tie ne pre vis to du ran te el pre sen te año pres tar apo yo a las ca rre -
ras profesionales en proceso de autoevaluación en lo concerniente al
soft wa re a uti li zar, las en cues tas que de ben ser apli ca das a los ac to res
del proceso docentes, estudiantes, administrativos egresados y grupos
de in te rés, con lo que se es pe ra con cluir el pro ce so de au toe va -
lua ción con fi nes de acre di ta ción en la ma yo ría de las ca rre ras pro fe sio -
nales de nuestra institución. Estas estrategias planteadas para el cambio
intercultural no solo permitirán mayor cantidad de conocimientos
y el uso de tec no lo gías que hoy nos abru man si no un pen sa mien to crí -
tico y mayor capacidad en el aprendizaje, por lo tanto la acreditación
en nuestras carreras profesionales permitirá alcanzar la excelencia con
una tendencia creciente de mejora continua que responda a las exigen
cias ac tua les de la so cie dad. Pa ra el pre sen te año se pre vé que las
1 Magíster. Presidente de la Oficina de Gestión de la Calidad Universitaria, Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 73

Lucio V. Farfán Angulo
carreras profesionales de educación y ciencias de la salud que fueron
las que iniciaron el proceso de autoevaluación con fines de
acreditación concluyan estos trabajos y estén acreditadas por el
Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de
la Educación Superior Universitaria CONEAU.
ABSTRACT
The article “Accreditation in the State University of San Antonio Abad
of Cusco” has been pre pared to show the uni ver sity and re gional com -
mu nity that our uni ver sity has en tered this pro cess with the cre ation
of the Of fice of Man age ment Uni ver sity Qual ity, which was ap proved
by uni ver sity as sem bly in 2011. From this date we have taken im por -
tant steps such as es tab lish ing and train ing in ter nal com mit tees of self
eval u a tion in 57% of pro fes sional ca reers at our dis posal, do ing that
we hope to pro mote the self–as sess ment pro cess in these ca reers. To
meet these ob jec tives out lined in 2013 the uni ver sity au thor ity
granted, with funds taken from the canon, a sig nif i cant amount which
per mit ted to im pulse this pro cess, so, it is ex pected this year that ca -
reers re quired by law, like pro fes sional ed u ca tion and health sci -
ences,to be cred ited. The Of fice of Uni ver sity Qual ity Man age ment
plans this year to sup port ca reers in the pro cess of self–as sess ment
with re gard to soft ware use, sur veys to be ap plied to pro fes sors, Stu -
dents, Ad min is tra tive staff, grad u ates and other groups tak ing part in
the ed u ca tional pro cess, which is expected to conclude the process of
accreditation in most of the careers in our institution.
a educación superior a nivel mundial enfrenta una
Lserie de desafíos y dificultades, debido a que la globalización
del conocimiento es una realidad, por lo
que, para te ner ac ce so a los es tu dios y me jo rar la ca li -
dad de la enseñanza, la investigación y ofrecer mejores
servicios que las universidades peruanas ofrecen,
se ha pro mul ga do la Ley N° 28740 (Ley del
SINEACE), que es la que ini cia el ca mi no de la acre di -
ta ción en las ins ti tu cio nes edu ca ti vas en el país. las uni -
versidades y sus carreras profesionales y programas
de post gra do son com pe ten cia del Con se jo de Eva -
luación, Acreditación y Certificación de la Calidad de
la Educación Superior Universitaria —CONEAU—
quie nes en base a un con jun to de di men sio nes, fac to -
res, criterios, estándares e indicadores permitirán
conseguir la acreditación de las carreras profesionales
del sistema universitario peruano.
La Uni ver si dad Na cio nal de San Anto nio Abad del
Cusco, para ingresar al Proceso de Acreditación de
las Carreras Profesionales que funcionan en su sede
central y en provincias procurando un eficiente funcionamiento
institucional y satisfacer las necesidades de
de sa rro llo de la zona de in fluen cia es de cir la re gión
Gráfico 1. Estructura Orgánica de la Oficina de Gestión de la Calidad Universitaria
74 El Antoniano 126 – Junio de 2014

La acreditación universitaria
Gráfico 2. Etapas del proceso de acreditación.
sur este y el país, ha crea do la Ofi ci -
na de Ges tión de la Ca li dad Uni -
versitaria por acuerdo del Consejo
Universitario y la Asamblea Universi
ta ria mediante las resoluciones
CU–039–2010–UNSAAC y
AU–016–2011–UNSAAC.
A par tir de es tas fe chas se ha ini -
ciado el Proceso de Acreditación
en nues tra Casa de Estudios.
Ha bien do rea li za do las si -
guien tes ac cio nes:
– Con for mar los Co mi tés Inter -
nos de Au toe va lua ción de las
ca rre ras pro fe sio na les que
Tabla 1. Etapas del proceso de acreditación.
fun cio nan en nues tra casa de
estudios.
– Capacitar a los Comités Internos
de Autoevaluación para dar
inicio al proceso de autoevaluación
con fi nes de acreditación.
– Habilitar y equipar la oficina de
gestión de la calidad ubicado en
el ter cer piso pa be llón del con -
trol de calidad.
– Gestionar los recursos que requieren
las carreras profesionales
que han ini cia do el pro ce so
de autoevaluación con fines de
acreditación.
– Alcan zar los in for mes de los
avan ces al CONEAU.
– Impulsar con carácter prioritario
los procesos de autoevaluación
con fi nes de acre di ta ción en la
carreras profesionales obligados
por ley es de cir las ca rre ras pro -
fesionales de educación y las de
ciencias de la salud.
– Propiciar el inicio de la autoevaluación
con fi nes de acre di ta ción en
las carreras profesionales que tengan
constituido su Comité Interno
de Autoevaluación.
Para informar plenamente del
funcionamiento de esta oficina se
alcanza la estructura orgánica de la
mis ma y las lí neas de au to ri dad,
que jerárquicamente depende del
vice rectorado académico.
La Uni ver si dad Na cio nal de
San Anto nio Abad del Cus co,
como una ma ne ra de en fren tar
los de sa fíos y di fi cul ta des pro duc -
to del en tor no cam bian te que
hoy enfrentamos y la globalización
en la so cie dad del co no ci -
mien to, ha ini cia do el ca mi no a la
acre di ta ción de la ca li dad en sus
ca rre ras pro fe sio na les con lo que
pre ten de mos un efi cien te fun cio -
Dimensión Factor Criterio Indicadores
Gestión institucional
Proceso de
desarrollo
institucional.
Servicios de apoyo
para el proceso de
desarrollo
institucional
Planificación, organización, dirección y control
Planificación 01 – 10
1.2 Organización, dirección y control 11 – 17
Posicionamiento institucional. 2.1 Imagen y relación externa institucional 18 – 21
Enseñanza – aprendizaje.
3.1 Enseñanza-aprendizaje 22 – 25
3.2 Estudiantes y egresados 26 – 34
Investigación. 4.1 Investigación, ciencia y tecnología 35 – 38
Extensión universitaria y proyección social. 5.1 Extensión universitaria y proyección social 39 – 44
Docentes e investigadores
6.1 Labor de enseñanza y tutoría 45 – 49
6.2 Labor de investigación 50 – 56
6.3 Labor de extensión universitaria y de proyección social 57 – 60
Infraestructura y equipamiento. 7.1 Ambientes y equipamiento 61 – 64
Bienestar universitario 8.1 Implementación de programas de bienestar 65 – 68
Recursos financieros. 9.1 Salud financiera 69 – 75
Grupos de Interés. 10.1 Vinculación con los grupos de interés 76 – 80
3 10 14 80
Elaborado por DEA - CONEAU, 2010. Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación, Certificación de la Calidad de la Educa -
ción Universitaria, Modelo de Calidad para la Acreditación Institucional Universitaria.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 75

Lucio V. Farfán Angulo
na mien to de nues tra Insti tu ción para satisfacer los
requerimientos de la sociedad.
Con este pro pó si to te ne mos que se tie nen que
cum plir con el mo de lo de la ca li dad para la acre di ta -
ción de las carreras profesionales universitarias y los
es tán da res los que a ma ne ra de ilus tra ción se con sig -
nan en el pre sen te ar tícu lo; que se to man como re fe -
ren tes, aun que a la fe cha se tie nen es tán da res para la
mayoría de carreras profesionales de manera específica,
sin embargo se consignan las dimensiones, factores,
cri te rios e indicadores para la acreditación de
cada una de manera general.
Sa tis fa ce mos trar que el 57% de las ca rre ras pro -
fe sio na les de nues tra casa de es tu dios han dado ini -
cio al pro ce so de au toe va lua ción con fi nes de acre -
di ta ción con la con for ma ción del co mi té interno de
autoevaluación.
Al 2013 Se consignan las carreras profesionales
con comité interno de autoevaluación, de acuerdo al
de ta lle mos tra do en el cuadro anterior.
Recursos para el Proceso de Acreditación 2013
La acreditación en la carreras profesionales comprende
luego de formado el comité interno de autoevaluación,
un proyecto de autoevaluación con fines
de acre di ta ción, que vie ne a ser un diag nós ti co de la
realidad de cada una de las carreras profesionales en
función de los indicadores exigidos. Al término de la
mis ma se po drá efec tuar los planes de mejora en
función al estudio realizado.
Es oportuno enfocar que mediante resolución recto
ral N° CU–091–2013–UNSAAC se asig nó para el
2013 la suma de 15.070.082,70 de tal ma ne ra que
las carreras profesionales cuentan con los recursos necesarios
para impulsar el proceso de acreditación en
cada ca rre ra pro fe sio nal en los porcentajes que se
muestran.
Quienes laboramos en el contexto universitario tenemos
el compromiso de apoyar a las autoridades
universitarias de nuestra tricentenaria casa de estudios
de im pul sar el pro ce so de acre di ta ción en to das
las carreras profesionales con las que cuenta nuestra
Gráfico 3. Distribución del canon para acreditación.
Ta bla 2. Co mi tés Inter nos de Autoeva lua ción, de las Ca rre ras
Profesionales de la Universidad Nacional de San Antonio Abad
del Cusco aprobados con resolución rectoral y reconocidas
por CONEAU.
N° Carrera Profesional Número de Resolución
1 Antropología R–2234–2013–UNSAAC
2 Arqueología R–2220–2013–UNSAAC
3 Arquitectura R–2545–2013–UNSAAC
4 Biología R–1874–2013–UNSAAC
5 Ciencias Administrativas R–011–2014–UNSAAC
6 Economía R–936––2013–UNSAAC
7 Educación R–1662–2012–UNSAAC
8 Educación Yanaoca – Canas R–2424–2013–UNSAAC
9 Enfermería R–2051–2013–UNSAAC
10 Escuela de Post Grado R–1791–2013–UNSAAC
11 Farmacia, Bioquímica R–2188–2013–UNSAAC
12 Física R–2187–2013–UNSAAC
13 Historia R–2243–2013–UNSAAC
14 Ingeniería Agroindustrial Sicuani R–2471–2013–UNSAAC
15 Ingeniería Civil R–2384–2013–UNSAAC
16 Ingeniería Geológica R–190–2014–UNSAAC
17 Ingeniería Informática y Sistemas R–2193–2013–UNSAAC
18 Ingeniería Metalúrgica R–166–2014–UNSAAC
19 Matemática R–2186–2013–UNSAAC
20 Medicina Humana R–2216–2013–UNSAAC
21 Obstetricia Andahuaylas R–2086–2013–UNSAAC
22 Odontología R–2216–2013–UNSAAC
23 Psicología R–2242–2013–UNSAAC
24 Química R–2189–2013–UNSAAC
25 Turismo R–1978–2013–UNSAAC
universidad, procurando un eficiente funcionamiento
de la institución para un mejor servicio a la sociedad.
Conseguida la acreditación de las carreras profesionales
se darán mayores posibilidades de trabajo a nuestros
egresados y se posibilitara mayor cooperación internacional
con instituciones de educación superior no solo
del país, sino del extranjero, posibilitando la movilidad de
estudiantes, egresados y docentes.
La calidad en la enseñanza superior comprende
no solo actividades de enseñanza en las carreras profesionales
sino también en la investigación de docentes
y es tu dian tes para dar so lu ción a los pro ble mas
que en fren ta nues tra so cie dad en to das las áreas del
co no ci mien to, y al con cluir la auto eva lua ción con fi -
nes de acre di ta ción en la eta pa de los pla nes de me jo -
ra podremos optimizar nuestra infraestructura y el
equipamiento de los laboratorios que se requieran y
por su pues to se dará me jor ser vi cio a la co mu ni dad
en especial regional, así como la movilidad de Profesores
y es tu dian tes. En el me dia no y lar go pla zo per mi ti -
rá desarrollar proyectos de investigación internacionales
para estudiar aspectos culturales y de recursos de
la re gión y del país.
76 El Antoniano 126 – Junio de 2014

EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS
PROFESIONALES EN ODONTOLOGÍA
RESUMEN
La op ti mi za ción de los re cur sos hu ma nos del sec tor sa lud, con el
ob je ti vo de in cre men tar la ca li dad de los ser vi cios ofer ta dos, es
una ta rea prio ri za da que exi ge de los tra ba ja do res el do mi nio de
co no ci mien tos, ha bi li da des, ac ti tu des y des tre zas pa ra adap tar se a
los di ná mi cos cam bios de las de man das. El uso de la tec no lo gía de
avan za da es in dis pen sa ble pa ra lo grar la pro duc ti vi dad que hoy exi -
ge el mun do la bo ral, pe ro el éxi to de la mi sión del ejer ci cio de la
Odon to lo gía ra di ca rá ca da vez más en el ni vel de pre pa ra ción y de -
sem pe ño del ca pi tal hu ma no, se tra ta en ton ces de un ade cua do de -
sa rro llo de las com pe ten cias pro fe sio na les inherentes a este tipo
de especialista. En esto radica la vigencia de este artículo de
revisión.
Pa la bras cla ve: com pe ten cias, cer ti fi ca ción, eva lua ción.
1 Magíster C–D.
Herbert Cosio Dueñas 1
ABSTRACT
The op ti mi za tion of the hu man re sources of the sec tor health, for
the sake of in cre ment ing the qual ity of the of fered ser vices, is a pri -
or i tized task that de mands of the work ers the com mand of knowl -
edge, abil i ties, at ti tudes and skill ful ac tions to be come adapted to
the ex pe di tious changes of the re quests. The use of ad vance
guard’s tech nol ogy is in dis pens able to achieve the pro duc tiv ity that
to day the la bor world de mands, but the suc cess of the mis sion of
the ex er cise of Odontology will con sist more and more in the level
of prep a ra tion and per for mance of the hu man cap i tal, it has to do
with an ad e quate de vel op ment of the pro fes sional in her ent com -
pe ti tions then to this spe cial ist’s type. At this mo ment you es tab lish
the va lid ity of this ar ti cle of re vi sion.
Key words: Com pe ti tions, cer tif i ca tion, eval u a tion.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 77

Herbert Cosio Dueñas
a ca te go ría Com pe ten cia Pro fe sio nal vie ne
Lmar can do la orien ta ción de los pro ce sos de
cam bios es tra té gi cos que du ran te la úl ti ma dé ca -
da se es tán po nien do en marcha en distintos
países.
En el mun do ac tual la in for ma ción y la tec no lo gía
cam bian rá pi da men te, pero la par ti cu la ri dad de
una per so na, re fe ri da a sus fa ci li da des de in te rre la -
cionarse, de hacerse responsable de sus actos, de
ser coo pe ra ti vo en su pues to de tra ba jo y de in te re -
sar se por su pro pio cre ci mien to pro fe sio nal, tie -
nen un ca rác ter más per ma nen te
y son el eje que hace la ver da de ra
di fe ren cia entre un trabajador
competente y un trabajador
incompetente.
Si la com pe ten cia pro fe sio nal
en esen cia se ha de fi ni do como el
con jun to de las ha bi li da des, des tre -
zas, ac ti tu des, va lo res y co no ci -
mien tos teó ri cos–prác ti cos que re -
quie re un pro fe sio nal de cual quier
dis ci pli na, ser com pe ten te im pli ca
el do mi nio de la to ta li dad de los
ele men tos y no sólo de al gu na de
las par tes, ra zón esta por lo que
no re sul ta con ve nien te en la ac tua -
li dad con ti nuar uti li zan do la eva lua -
ción tra di cio nal de los pro fe sio na -
les, en tan to se de sea te ner un ca -
pi tal hu ma no de ex ce len cia en los
ser vi cios y más cuando se dispone
de una alternativa superior: el
enfoque de competencias.
Con el en fo que de com pe ten -
cias el pues to de tra ba jo ya no es
la unidad organizativa básica de la
organización o empresa. Ahora lo
es la per so na y se la eva lúa no solo
en fun ción de lo que sabe (sus co -
no ci mien tos), sino, y so bre todo,
por lo que sabe ha cer (sus ha bi li da -
des) y por lo que quie re ha cer (sus
ac ti tu des). La op ti mi za ción de los
re cur sos hu ma nos del sec tor sa lud, con el ob je ti vo
de in cre men tar la ca li dad de los ser vi cios ofer ta -
dos, es una ta rea prio ri za da que exi ge de los tra ba -
ja do res el do mi nio de co no ci mien tos, ha bi li da des,
actitudes y destrezas para adaptarse a los dinámi -
cos cam bios de las de man das. El uso de la tec no lo -
gía de avan za da es in dis pen sa ble para lograr la
productividad que hoy exige el mundo laboral,
para el éxito de la misión del sector salud.
“La particularidad
de una persona,
referida a sus
facilidades de
interrelacionarse,
de hacerse
responsable de
sus actos, de ser
cooperativo en
su puesto de
trabajo y de
interesarse por
su propio
crecimiento
profesional,
tienen un
carácter más
permanente.”
MÉTODO
Las com pe ten cias pro fe sio na les hoy en día exi ge
res pon sa bi li dad má xi ma, ya que se ad quie ren en
una for ma ción in te gral de ni vel su pe rior y se eje cu -
tan a ni vel del de sem pe ño pro fe sio nal; se tie ne
que te ner en cuen ta que se tra ba ja con vi das y la sa -
lud de nues tro pa cien tes, lo cual com pro me te una
mayor responsabilidad; así entonces, estas compe -
ten cias de ben te ner el más alto ni vel y se debe de
ser muy exigente a nivel de la formación
profesional.
Toda for ma ción aca dé mi ca pro -
fe sio nal, en los claus tros uni ver si ta -
rios, debe ca rac te ri zar se por un
per fil de fi ni do, el cual debe abar -
car las com pe ten cias ne ce sa rias
MARCO TEÓRICO
para poder atender las diferentes
ne ce si da des y pro ble mas de la po -
bla ción, en cuan to a su sa lud se re -
fie re. El per fil del egre sa do de las
fa cul ta des de es to ma to lo gía lo
debe definir la universidad, el cual
debe ser único.
El odon tó lo go debe te ner la for -
ma ción co rrec ta para de sem pe -
ñar se en la vida como un pro fe sio -
nal com pe ten te en el ejer ci cio
odon to ló gi co, debe de der com -
pe ten te para la rea li za ción del con -
jun to de ac ti vi da des ne ce sa rias
para el cui da do de la sa lud oral
Para ello, debe es tar en cons tan te
ac tua li za ción en el cam po odon to -
ló gi co ca pa ci tán do se en los re cien -
tes apor tes de la tec no lo gía, nue va
ins tru men ta ción y ma te rial den tal,
me dian te es tu dios, cur sos de ac -
tua li za ción, educación con
postgrados y una revisión
constante de la literatura.
Esta re vi sión bi blio grá fi ca pre -
sen ta un bre ve aná li sis del con -
cep to de com pe ten cia en
odontología.
Concepto de competencia
En tér mi nos ge ne ra les y bá si cos po de mos de fi -
nir com pe ten cia como una dispu ta una opo si ción,
o como una ap ti tud e ido nei dad, o en un con tex to
como algo pro por cio na do, opor tu no o ade cua do,
se gún tér mi nos de la Real Aca de mia de la Len gua
78 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Evaluación de competencias profesionales en odontología
Espa ño la. En otros tér mi nos ser
com pe ten te co rres pon de a las
pro pie da des de un cam po em -
brio na rio que lo ca pa ci ta para res -
pon der de una manera
característica a un organizador.
(3, 5)
En tér mi nos con tem po rá neos
com pe ten cia es la com bi na ción
in te gra da de co no ci mien tos,
como un sa ber; ha bi li da des,
como un sa ber ha cer y ac ti tu des,
como un sa ber ser y un sa ber ser
con los de más; que se po nen en
ac ción para un de sem pe ño ade -
cua do en un con tex to dado. Se -
gún la re vi sión rea li za da a las Re -
co men da cio nes so bre De sa rro -
llo de los Re cur sos Hu ma nos pri -
me ra dis cu sión de Gi ne bra en el
año 2003, se de fi ne como los
“co no ci mien tos, las ap ti tu des
pro fe sio na les y los co no ci mien -
tos téc ni cos especializados que
se aplican y domina en un
contexto especifico”. (3, 5, 9)
El con cep to y pro ce so de
com pe ten cia apa re cen en los
años ochen ta en los paí ses in dus -
tria li za dos con ma yo res pro ble -
mas para re la cio nar el sis te ma
edu ca ti vo con el pro duc ti vo, qui -
zás como una exi gen cia de ri va da
del pro ce so de glo ba li za ción,
como un fe nó me no de com pe ti -
ti vi dad, nú cleo cen tral de la eco -
no mía glo ba li za da. Este con cep -
to qui zás sur ge como una bús -
que da de la equi dad, que im pul -
sa al ser hu ma no: la igual dad de
opor tu ni da des, po ten cia ción del
ser humano, seguridad humana,
eli mi na ción de las dis cri mi na cio -
nes de gé ne ro, de et nias, de cre -
dos y cul tu ras, de con di cio nes so -
cioe co nó mi cas, de edad, de
discapacidades, cumplimiento
de los derechos del niño y un
crecimiento con equidad. (3, 5)
En el sec tor edu ca ción las
com pe ten cias re sul tan sien do:
un fac tor para ace le rar la mo -
der ni za ción y el pro gre so, para
con du cir a so cie da des mas equi -
ta ti vas, es un me dio pri vi le gia -
do para su pe ra so cie da des in se -
gu ras, es vis to como in ver sión,
como re cu pe ra ción de un pen -
sar cri ti co de la rea li dad, como
re duc ción de desigualdades y
como formadora de
ciudadanía.
Para la nue va so cie dad del co no -
cimiento, el concepto de competencia
es la respuesta centrada en
la cultura general, como instrumen
to de com pren sión del mun -
do, para aprender el significado de
las cosas, para tener capacidad de
comprender y crear y finalmente
como la ca pa ci dad de te ner cri te -
rio y to mar de ci sio nes. En el ám bi -
to laboral, los tradicionales mecanismos
de acceso y permanencia a
los em pleos han cam bia do, dos
grades vertientes del cambio se
han dado: cualitativos, de conocimiento
y cuantitativos que lo dice
la crítica situación del empleo. En
el pasado se hablaba de estabilidad
y el tra ba jo para toda la vida, don -
de el de sem pleo era un fe nó me -
no coyuntural, la población activa
era predominantemente masculina,
don de la ma yor par te del em -
pleo es for mal y asa la ria do, el em -
pleo era con ta reas y ope ra cio nes
altamente específicas, y el acceso y
permanencia eran basados en credenciales
educativas y de experiencia.
En el pre sen te se dice que hay
frecuentes cambios de empleo,
de posición ocupacional, de tareas
y funciones, se alternan periodos
de desocupación, el desempleo
se con vier te en un pro ble ma es -
tructural y permanente, pero se
en cuen tra una ma yor par ti ci pa -
ción de la mu jer en el em pleo y
persistencia de desigualdad de genero,
valoración del conocimiento
y de com pe ten cias para el éxi to
del em pleo y se ve que hay ac ce so
y per ma nen cia, en el pues to la bo -
ral, basados en competencias demos
tra das. (3, 5, 9, 10) .
El Antoniano 126 – Junio de 2014 79

Herbert Cosio Dueñas
Competencia profesional
Esta a cargo de las instituciones formadoras, usa
como re fe ren cia las com pe ten cias la bo ra les, son
aque llas que ad quie ren las per so nas en la edu ca -
ción téc ni co pro duc ti vo y edu ca ción su pe rior no
uni ver si ta ria y uni ver si ta ria. En su ela bo ra ción par ti -
ci pan es pe cia lis tas en con te ni do y especialistas en
diseño curricular. (7)
Competencias laborales
Su man a lo re ci bi do en la ins ti tu ción for ma do ra
y a la ex pe rien cia de su de sem pe ño, se dice que
tam bién son aque llas que ad quie ren las per so nas
fue ra de las ins ti tu cio nes edu ca ti vas en su de sem pe -
ño ocu pa cio nal. En su ela bo ra ción par ti ci pan re pre -
sen tan tes es pe cia li za dos, empleadores,
trabajadores y el gobierno. (6)
Procesos asociados a las competencias
Iden ti fi ca ción, o de ter mi na ción de com pe ten -
cias, se la de fi ne como el pro ce so de ana li zar el tra -
ba jo para de ter mi nar los co no ci mien tos, ha bi li da -
des, destrezas, actitudes y comprensión que son
mo vi li za das a fin de lo grar los ob je ti vos que tal ocu -
pa ción per si gue. Para tal fin se tie nen que de fi nir y
cons truir las com pe ten cias. Para la iden ti fi ca ción de
las com pe ten cias se ne ce si ta ela bo rar un mapa fun -
cio nal o diagnostico, luego del cual se obtendrá el
perfil de competencias.
Nor ma li za ción, se de fi ne como una des crip -
ción or de na da del con te ni do de una rea li za ción
pro fe sio nal es pec ífi ca; es de cir lo que el pro fe sio -
nal debe lo grar, la ca li dad con que lo lo gra y la for -
ma de eva luar si lo lo gró bien. Se uti li za la nor ma
de com pe ten cia para la for ma ción, eva lua ción y
cer ti fi ca ción de com pe ten cias, se uti li za en al gu -
nos ca sos como re fe ren te en la se lec ción y com -
pen sa ción de per so nal. En el pro ce so aso cia do a
las com pe ten cias es ne ce sa rio la uni dad nor ma li -
za do ra, que está cons ti tui do por ex per tos y los
cua les ne ce si tan ela bo rar las nor mas de aten -
ción. El producto resulta la norma de
competencia profesional y los posibles
estándares de desempeño.
Eva lua ción, se re quie re una uni dad eva lua do ra
que ten ga ins tru men tos de eva lua ción. El pro duc to
de la eva lua ción es el jui cio que se es ta ble ce y ver si
es competente o aun no.
Cer ti fi ca ción, se ne ce si ta una uni dad cer ti fi ca do -
ra, que os ten te le gi ti mi dad, cre di bi li dad y trans pa -
ren cia. El pro duc to de la cer ti fi ca ción es el re co no -
ci mien to ofi cial, otor gán do se el certificado de
competencia. (8,9,10)
DESARROLLO
Se pue de de fi nir eva lua ción como un pro ce so
sis te má ti co de re co gi da de in for ma ción que im pli -
ca un jui cio de va lor y que se orien ta a la toma de
de ci sio nes. La de fi ni ción y las con di cio nes que
debe cum plir toda eva lua ción, de no ta su ca rác ter
mul ti di men sio nal. Re pa rar en las di fe ren tes di men -
sio nes de la eva lua ción, per mi te pla ni fi car la de ma -
ne ra per ti nen te con la rea li dad a eva luar. Las
dimensiones que pueden considerarse son las
siguientes:
Obje to. Co rres pon de con lo que que re mos
evaluar.
– Fi na li dad. La cual pue de ser diag nos ti ca, for ma ti -
va o sumativa.
– Mo men to. Pue de rea li zar se an tes de lle var a
cabo una ac ción, du ran te el pro ce so de la mis -
ma o al final.
– Mo de lo. Con lle va re pa rar en el pa ra dig ma bajo
el que di ri gi mos la eva lua ción.
– Instru men tos. Que ga ran ti ce el aco pio de una in -
for ma ción sig ni fi ca ti va y relevante.
– Evaluadores. Todas las personas implicadas en el
pro ce so de eva lua ción.
– Re fe ren te. Fuen te de cri te rios e in di ca do res.
Formación basada en competencias en
Odontología
Actual men te, la edu ca ción por com pe ten cias es
cla ra men te una ten den cia, la cual se ex tien de a la
ma yo ría de los cen tros edu ca ti vos. Su pre sen cia
den tro del pa no ra ma edu ca ti vo re quie re ser es tu -
dia da, para co no cer la y com pren der la, ade más de
iden ti fi car las op cio nes que hay para su im ple men ta -
ción y para ele gir la que pue da ade cuar se a las ca -
rac te rís ti cas pro pias del país. El mo de lo edu ca ti vo
por com pe ten cias pro fe sio na les in te gra das para la
edu ca ción su pe rior es una op ción que bus ca ge ne -
rar procesos formativos de mayor calidad, pero sin
per der de vis ta las ne ce si da des de la sociedad, de
la profesión, del desarrollo disciplinar y del trabajo
académico
Competencias del Odontólogo
Ante la cons tan te trans for ma ción, la ver ti gi no sa
in no va ción tec no ló gi ca y la vo raz com pe ten cia, en
es tos úl ti mos tiem pos, la ne ce si dad de re la cio nar
de una ma ne ra más efec ti va la edu ca ción con el
mun do del tra ba jo es una de man da que no de ben
de soír las ins ti tu cio nes edu ca ti vas que pre ten dan
man te ner la ex ce len cia en su ca li dad de for ma do -
res. El for mar pro fe sio na les real men te ca pa ci ta -
dos, está ín ti ma men te li ga do a la no ción de apren di -
80 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Evaluación de competencias profesionales en odontología
za je como pro ce so abier to, fle xi -
ble y per ma nen te. Lo im por tan -
te no es sólo la po se sión de de -
ter mi na dos conocimientos, sino
el uso que se haga de ellos en la
práctica diaria, es decir hacer.
Ya a fi na les del si glo pa sa do se
re co men da ba que los pro fe sio na -
les Odon tó lo gos deben de:
1.Mejorar sus destrezas co mu ni -
ca cio na les.
2.De ben ser ca pa ces de in tro -
du cir en la prác ti ca dia ria la
Odon to lo gía ba sa da en la evi -
den cia.
3.Te ner la ca pa ci dad de tra ba jar
bien como par te de un equi -
po y no como su es tre lla prin -
ci pal.
4.Tra ba jar e in te re sar se en los sis -
te mas de in for ma ción.
5.Com pren der cómo tra ba jan
las grandes organizaciones.
6.Fi nal men te uti li zar de ma ne ra
cos to–efec ti vo las fuen tes
para los cui da dos de sa lud bu -
co den tal.
La ex pe rien cia de los paí ses eu -
ro peos ha sido la in te gra ción, bá si -
camente de competencias técnicas
y de de sa rro llo per so nal y hu -
ma no como son: La co mu ni ca -
ción como me dio de ex pre sión
oral y escrita, la formación científica
y tec no ló gi ca, el uso de las nue -
vas tecnologías, el desarrollo humano
personal (emociones y percepciones),
la cooperación y la resolución
de problemas como forma
emprendedora y creadora y la
Cul tu ra del es fuer zo con el fin de
mejorar los resultados. Experiencia
que en Latinoamérica se ha
venido emulando con resultados
significativos en algunos como es
el caso de Colombia.
Últi ma men te se bus ca con ti -
nuar fa ci li tan do la con ver gen cia
ha cia ma yo res es tán da res en
edu ca ción den tal. Se bus ca ar mo -
ni zar los di fe ren tes pla nes de es -
tu dio y trans fe rir tan to co no ci -
mien tos y ha bi li da des como ac ti -
vi da des, incluidas consultas y
controles de calidad.
De be ría ser el caso de un
pro fe sio nal que se ini cia en el
Perú, ser ca paz de brin dar sa lud
oral para el be ne fi cio de los pa -
cien tes y las co mu ni da des de
una ma ne ra in te gral. La com pe -
ten cia no pue de lo grar se sin la
ca pa ci dad de auto eva lua ción.
Más aún de fi nen que no hay gra -
dos de com pe ten cias: el odon -
tó lo go es competente o no
competente.
Por todo lo an te rior el ob je ti -
vo pri mor dial de la for ma ción
odon to ló gi ca, el de sa fío, debe
ser for mar in di vi duos ca pa ces,
con pen sa mien to crí ti co y que
po sean la ha bi li dad de con ti -
nuar apren dien do durante toda
la vida.
En el caso de las com pe ten -
cias pro fe sio na les del odon tó lo -
go, el re cién egre sa do debe com -
pro me ter se a ser ca paz de ejer -
cer in de pen dien te men te en una
con sul ta sin cau sar daño al pa -
cien te, uti li zan do mé to dos de tra -
ta mien to mo der nos, apro pia -
dos, efec ti vos y ac tual men te
acep ta dos. El re cién gra dua do
debe con ve nir asi mis mo po ner
en prác ti ca pro gra mas pre ven ti -
vos apropiados para individuos y
gru pos den tro del con tex to de
pro gra mas orien ta dos a la co mu -
nidad. Para lograr este propósito,
la edu ca ción debe ofre cer al es tu -
dian te una for ma ción clí ni ca só li -
da basada en principios humanís -
ti cos, cien tí fi cos y en la en se ñan -
za ba sa da en la evi den cia. Sin em -
bar go, en los úl ti mos 20 años los
avan ces en ins tru men tal y ma te -
ria les han pro du ci do un cam bio
dra má ti co con una ex pan sión de
co no ci mien to, pero el cu rrícu lo
y el tiem po utilizado para la
enseñanza no va a la par de este
desarrollo, ya que los alumnos
reciben información, pero no la
analizan, ni sintetizan.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 81

Herbert Cosio Dueñas
Es im por tan te re sal tar, que en el caso del
odon tó lo go, es ele men tal man te ner la com pe -
ten cia clí ni ca, que de al gu na ma ne ra se cons ti tu -
ye en un eje in te gra dor para su ejercicio
profesional.
DISCUSIÓN
– Consecuentemente el reto de la educación superior
universitaria de hoy, es ofrecer calidad, equidad
y pertinencia social con recursos limitados, lo
que exige provocar cambios innovadores
y prudentes, pero auda
ces, para ge ne rar las trans for -
ma cio nes que exi ge no sólo la so -
ciedad global del aprendizaje sino
fundamentalmente nuestra
propia realidad.
– Adi cio nal men te cree mos que
de be mos in te re sar nos en for -
mar ex ce len tes téc ni cos y bue -
nos ciu da da nos ac ti vos; es de -
cir pro fe sio na les con un fuer te
arrai go de res pon sa bi li dad so -
cial, me dian te su par ti ci pa ción
en las ac ti vi da des co mu ni ta -
rias y pre sen cia ac ti va en la
cons truc ción de ideas y opi nio -
nes en el es pa cio pú bli co. Ade -
más, pues to que nin gún cu -
rrícu lo pue de per ma ne cer es -
tá ti co, la pon de ra ción sis te ma -
ti za da del do mi nio de com pe -
ten cias es de uti li dad tanto
para la evaluación del
egresado como para
eventuales cambios del
currículo.
“El reto de la
educación
superior
universitaria de
hoy, es ofrecer
calidad, equidad
y pertinencia
social con
recursos
limitados, lo que
exige provocar
cambios
innovadores y
prudentes, pero
audaces.”
CONCLUSIONES
– Se de fi ne com pe ten cia como la
ca pa ci dad de inte grar y mo vi li -
zar sa be res con cep tua les, pro -
ce di men ta les y ac ti tu di na les
para re sol ver pro ble mas pro fe sio na les en for ma
au tó no ma y flexible en contextos
determinados.
– Se de fi ne com pe ten cia pro fe sio nal como aque -
llas que ad quie ren las per so nas en la edu ca ción
téc ni co pro duc ti vo y edu ca ción su pe rior no uni -
versitaria y universitaria.
– Se define competencias laborales como aquellas
que adquieren las personas fuera de las instituciones
educativas en su desempeño ocupacional.
– Por ul ti mo la iden ti fi ca ción de com pe ten cias
es el mé to do o pro ce so que se si gue para es ta -
ble cer, a par tir de una ac ti vi dad pro duc ti va, las
com pe ten cias que se mo vi li zan con el fin de
de sem pe ñar tal ac ti vi dad, sa tis fac to ria men te.
Las com pe ten cias se iden ti fi can usual men te
so bre la base de la rea li dad del tra ba jo, ello im -
pli ca que se fa ci li te la par ti ci pa ción de to dos
los in vo lu cra dos du ran te los ta lle res de aná li -
sis. El Re gla men to de la Ley Nº 28740, Ley
del Sis te ma Na cio nal de Eva lua -
ción, Acre di ta ción y Cer ti fi ca -
ción de la Ca li dad Edu ca ti va
—De cre to Su pre mo Nº
018–2007–ED, es ta ble ce la me -
to do lo gía del aná li sis fun cio nal
para la ela bo ra ción de los per fi -
les la bo ra les y/o pro fe sio na les,
por con si guien te para la iden ti fi -
ca ción de las competencias.
REFERENCIAS
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(1994). Ma nual de la pu bli ca ción de la
Ame ri can Psycho lo gi cal Asso cia tion (4to
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[ci ta do 10 de sep tiem bre de 2005]. Dis po ni ble en:
http://www.gestiopolis.com
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do 1 de sep tiem bre de 2005]. Dis po ni ble en: http://www.mono -
grafias.com/trabajos16/competencias/competencias.shtml
82 El Antoniano 126 – Junio de 2014

SISTEMA DE GESTIÓN DE LA CALIDAD
RESUMEN
En el es ta do Pe rua no no exis te un mar co le gal que obli gue a las en -
ti da des pú bli cas a de fi nir e im ple men tar un Sis te ma de Ges tión de
la Ca li dad (SGC) co mo me ca nis mo cla ve y de apo yo pa ra la ges -
tión pú bli ca del Go bier no Cen tral, Re gio nal y Lo cal. Que sir va pa ra
in te grar in for ma ción, en los pla nes de tra ba jo, co mo me di das de
ges tión, de los ob je ti vos, las me tas y los in di ca do res pa ra es truc tu -
rar ade cua da men te los sis te mas de in for ma ción. De acuer do con
el Art. 82° de la Cons ti tu ción Po lí ti ca del Esta do, la Con tra lo ría Ge -
ne ral de la Re pú bli ca y en con cor dan cia con la Ley Orgá ni ca del Sis -
te ma Na cio nal de Con trol, con el ob je ti vo de op ti mi zar el ejer ci cio
del con trol gu ber na men tal, dic ta un mar co nor ma ti vo sos te ni ble
pa ra afian zar la ca li dad y opor tu ni dad tan to de las au di to rías co mo
de las ac tua cio nes de los di fe ren tes con tro les orien ta dos ha cia la
Jorge Washington Atapaucar Condori 1
ren di ción de cuen tas, la lu cha con tra la co rrup ción, la trans pa ren -
cia, el uso de tec no lo gías de la in for ma ción y co mu ni ca cio nes, in -
cor po ran do ser vi cios de con trol con es tán da res en las Nor mas de
un Sis te ma de Ges tión de la Ca li dad pa ra si tuar al Sis te ma Na cio nal
de Con trol a la al tu ra de las exi gen cias y com pe ti ti vi dad, ca li dad, efi -
cien cia y pro bi dad que re quie re un Esta do efi cien te.
ABSTRACT
In the Pe ru vian sta te the re is no le gal fra me work to com pel pu -
blic en ti ties to de fi ne and im ple ment a Qua lity Ma na ge ment
System (QMS) as a key me cha nism and sup port for the go ver -
nan ce of the Cen tral Go vern ment, Re gio nal and Lo cal. That will
ser ve to in te gra te in for ma tion, work plans, such as mea su res of
ma na ge ment, the goals, tar gets and in di ca tors to pro perly ar ti cu -
la te in for ma tion systems. Accor ding to the Arti cle.
1 Doctor. Docente principal a dedicación exclusiva de la Facultad de Ciencias Contables y Financieras, Universidad Nacional de San Antonio
Abad del Cusco. Coordinador de la maestria de coontabilidad. Ex–Decano de la Facultad de Ciencias Contables y Financieras. E–mail: wachi_ac@hotmail.com
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 83

Jorge Washington Atapaucar Condori
a di ná mi ca co ti dia na obli ga a to das las en ti da -
Ldes de la Admi nis tra ción Pú bli ca a de sa rro -
llar nu me ro sas ta reas fre cuen te men te. Des de
la ad qui si ción de bie nes y con tra ta ción de ser vi -
cios has ta la rea li za ción de ope ra cio nes de deu -
da y con ta bi li dad, pa san do por pro ce sos pre su -
pues ta rios, for man par te de la in gen te can ti -
dad de pro ce di mien tos a los cua les se en cuen -
tra su je to el Esta do, en sus tres ni ve les de go -
bier no.
La ma yo ría de di chos pro ce -
di mien tos, den tro de las cua les
se en cuen tran los se ña la dos en
el pá rra fo an te rior, son pro duc -
to de las nor mas en mar ca das
en los Sis te mas Admi nis tra ti vos
del Esta do.
En el año 2007 se dic tó la Ley
N° 29158, nue va Ley Orgá ni ca
del Po der Eje cu ti vo (LOPE), lue -
go de un lar go pro ce so de de ba -
te y ma du ra ción tan to den tro,
como fue ra del Con gre so de la
Re pú bli ca. En este sen ti do, la
Ley Orgá ni ca del Po der Eje cu ti -
vo reem pla za al De cre to Le gis la -
ti vo N° 560, an te rior Ley del Po -
der Eje cu ti vo, pro mul ga da en
mar zo de 1990.
Es im por tan te se ña lar que
des de el año 1990 a la fe cha,
múl ti ples cam bios se han pro du -
ci do en el con tex to eco nó mi -
co, po lí ti co y so cial del país, los
cua les tu vie ron un re fle jo en la
for ma cómo el Esta do se or ga ni -
zó y re for mó, a fin de sa tis fa cer
las di ver sas y cam bian tes de -
man das de los ciu da da nos. Así,
en tre las prin ci pa les re for mas
im pul sa das se pue den en con -
trar por ejem plo el in cre men to
de la par ti ci pa ción pri va da en la
“La Ley
Orgánica del
Poder Ejecutivo
contiene una
serie de
principios que
deben orientar
la organización
y operación de
todas las
entidades
integrantes del
Poder
Ejecutivo.”
ges tión de los ser vi cios pú bli cos (pri va ti za cio -
nes, con ce sio nes y co par ti ci pa ción del sec tor
pri va do), el cam bio ha cia un mo de lo eco nó mi -
co di fe ren te (eco no mía so cial de mer ca do); y,
la im ple men ta ción en los úl ti mos años del pro -
ce so de des cen tra li za ción que ha obli ga do al
Go bier no Na cio nal a pa sar de un mo de lo des -
con cen tra do a uno des cen tra li za do.
En pri mer lu gar, la Ley Orgá ni ca del Po der
Eje cu ti vo con tie ne una se rie de prin ci pios que
de ben orien tar la or ga ni za ción y ope ra ción de
to das las en ti da des in te gran tes del Po der Eje cu -
ti vo, con te ni dos en su Tí tu lo Pre li mi nar. Den -
tro de és tos cabe re sal tar los prin ci pios de le ga -
li dad; ser vi cio al ciu da da no; or ga ni za ción e in -
te gra ción y, com pe ten cia.
Adi cio nal men te, la Ley Orgá ni ca del Po der
Eje cu tivo re gu la las re la cio nes de coor di na -
ción del Po der Eje cu ti vo tan to a ni vel ho ri zon -
tal (con otras en ti da des de ni vel na cio nal)
como ver ti cal al in te rior del pro -
pio Eje cu ti vo (or ga nis mos pú bli -
cos, em pre sas pú bli cas, en tre
otros). Para el pri mer caso, se
tra ta de de li mi tar cam pos de ac -
ción, res pon sa bi li da des y pro ce -
di mien tos que re quie ren la in -
ter ven ción de or ga nis mos fue -
ra del Po der Eje cu ti vo. Para el
caso de las re la cio nes ver ti ca -
les, pre ten de lo grar se ma yo res
ni ve les de ren di ción de cuen tas
tan to al in te rior como con re la -
ción a la ciu da da nía.
Fi nal men te, la Ley Orgá ni ca
del Po der Eje cu tivo de ter mi na
lo per ti nen te a los Sis te mas que
re gu lan el fun cio na mien to de la
ad mi nis tra ción pú bli ca. En este
sen ti do, es ta ble ce una di fe ren -
cia ción en tre los “Sis te mas Fun -
cio na les” y los “Sis te mas Admi -
nis tra ti vos”. En am bos ca sos, se
en cuen tran a car go de un “Ente
Rec tor” con au to ri dad téc ni -
co–nor ma ti va a ni vel na cio nal.
SISTEMAS FUNCIONALES Y
ADMINISTRATIVOS
Tie nen por fi na li dad ase gu rar
el cum pli mien to de po lí ti cas pú -
bli cas que re quie ren la par ti ci pa -
ción de to das o va rias en ti da des
del Esta do. Están a car go del Po der Eje cu ti vo.
Tie nen por fi na li dad re gu lar la uti li za ción de los
re cur sos en las en ti da des de la ad mi nis tra ción
pú bli ca, pro mo vien do la efi ca cia y efi cien cia en
su uso. Están a car go del Po der Eje cu ti vo, sal vo
el Sis te ma Na cio nal de Con trol
Los sis te mas fun cio na les es tán re la cio na dos
con las fun cio nes sus tan ti vas que ca rac te ri zan
a cada una de las en ti da des pú bli cas. Me dian te
es tos sis te mas se ges tio nan las ma te rias que se
84 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Sistema de gestión de la calidad
le en car gan a una ins ti tu ción
por ley, y se eje cu tan a tra vés
de sus ór ga nos de lí nea ori gi -
nán do se los ser vi cios que le
co rres pon den a la ins ti tu ción.
Las ma te rias son agri cul tu -
ra, am bien te, co mer cio, tu ris -
mo, eco no mía, sa lud, edu ca -
ción, tra ba jo, mu jer, de sa rro -
llo so cial, trans por te, co mu ni -
ca cio nes, sa nea mien to, pro -
duc ción, ener gía, mi nas, jus ti -
cia, de fen sa, in te rior, etc., y
dan lu gar a sis te mas como, el
sis te ma de agua y al can ta ri lla -
do, sis te mas pro duc ti vos, sis -
te ma vial, sis te ma de ries go,
sis te ma ener gé ti co, sis te ma ju -
di cial, etc.
Los sis te mas ad mi nis tra ti -
vos tie nen re la ción con las fun -
cio nes de ad mi nis tra ción in ter -
na que se ejer cen en apo yo al
cum pli mien to de las fun cio nes
sus tan ti vas, es tán re fe ri das a la
uti li za ción efi cien te de los me -
dios y re cur sos ma te ria les,
eco nó mi cos y hu ma nos que
in ter vie nen en el ci clo de la
ges tión pú bli ca para la pro vi -
sión de ser vi cios pú bli cos. Se
eje cu tan a tra vés de sus ór ga -
nos de lí nea, apo yo y ase so ría,
se gún co rres pon da.
La ges tión com bi na da y
com ple men ta ria de los sis te -
mas fun cio na les y ad mi nis tra ti -
vos ori gi na la ges tión pú bli ca.
Los sis te mas es tán a car go
de un ente Rec tor que se cons -
ti tu ye en su au to ri dad téc ni -
co–nor ma ti va a ni vel na cio -
nal, dic ta las nor mas y es ta ble -
ce los pro ce di mien tos re la cio -
na dos con su ám bi to, coor di -
na su ope ra ción téc ni ca y es
res pon sa ble de su co rrec to
fun cio na mien to. Pau la ti na -
men te se debe ade cuar el fun -
cio na mien to de los sis te mas
ad mi nis tra ti vos al pro ce so de
des cen tra li za ción y mo der ni -
za ción del Esta do, en co rres -
pon den cia del ca rác ter uni ta -
rio, de mo crá ti co y des cen tra li -
za do del go bier no pe rua no.
En la ac tua li dad va rios sis te -
mas tie nen ca rác ter cen tra lis -
ta y por con si guien te re quie -
ren mo der ni zar se.
Gestión pública
Exis te un gru po con un gra -
do alto de pro fe sio na li dad en
fun cio nes eco nó mi cas y re gu -
la do ras del Esta do, mien tras
exis te un sis te ma de em pleo
frag men ta do y poco pro fe sio -
na li za do don de no hay aún
me ri to cra cia ni ca rre ra pú bli -
ca. El cos to fis cal del em pleo
pú bli co equi va le casi el 40%
de los gas tos del go bier no, en
par te de bi do a la baja pre sión
tri bu ta ria, y re pre sen ta casi el
6,6% del PBI, ubi cán do se so -
bre el pro me dio re gio nal.
El Esta do pre sen ta una baja
efi ca cia –efec ti vi dad– en la
pres ta ción de bie nes y ser vi -
cios, sien do crí ti co la pro vi -
sión de in fraes truc tu ra y de
ser vi cios de ca rác ter so cial. El
es ta do mues tra un buen de -
sem pe ño en áreas de con duc -
ción ma croe co nó mi ca y fis cal,
y en áreas re gu la do ras. Las
cau sas de la baja efi ca cia son:
la baja ca pa ci dad del era rio fis -
cal pe rua no, la ex ce si va ri gi -
dez pre su pues ta ria. Para so lu -
cio nar uno de los fac to res, la
baja ca pa ci dad del era rio fis -
cal, el Esta do ha co men za do a
ha cer al gu nas ac cio nes como
me jo rar el ré gi men de ex cep -
cio nes y me jo rar la efi ca cia de
la ad mi nis tra ción pública.
El Perú pre sen ta fuer tes ine -
fi cien cias de bi do a: una ina de -
cua da par ti ci pa ción de los in te -
re sa dos en la toma de de ci sio -
nes so bre gas to (ins ti tu cio nes
po lí ti cas y so cie dad ci vil), la au -
sen cia de una di rec ción es tra -
té gi ca, la de bi li dad de los or ga -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 85

Jorge Washington Atapaucar Condori
nis mos im ple men ta do res del gas to (es pe cial -
men te los lo ca les), la iner cia pre su pues ta ria e
in su fi cien tes in cen ti vos, un bajo ni vel de in te -
gra ción y con sis ten cia de los sis te ma de in for -
ma ción de ges tión pú bli ca, y la de bi li dad del sis -
te ma de ad qui si cio nes pú bli cas. El Mi nis te rio
de Eco no mía y Fi nan zas y la Pre si den cia del
Con se jo de Mi nis tros tie nen un li de raz go ins ti -
tu cio nal com par ti do en con cre tar las re for mas
ne ce sa rias para pro mo ver una ges tión pú bli ca
más efi cien te y efi caz. En ren di -
ción de cuen tas, exis ten fac to -
res que per ju di can la ac ción de
ins ti tu cio nes fis ca li za do ras
como el Po der Ju di cial, el Con -
gre so y la Con tro la ría Ge ne ral
de la República.
Los me dios de co mu ni ca -
ción des ta can en la fis ca li za ción
de las ac cio nes del go bier no:
pro veen una am pli fi ca ción de
de nun cias, opi nio nes y pro -
pues tas de po lí ti ca so bre la
agen da pú bli ca del mo men to y
pro pi cian el de ba te po lí ti co so -
bre la ca li dad de las ac cio nes
del Eje cu ti vo. Sin em bar go, el
dé fi cit de fun cio na mien to de las
ins ti tu cio nes fis ca li za do ras evi -
ta que se pro ce se la agen da y el
con trol que dia ria men te plan -
tean los me dios.
“La rendición de
cuentas esta se
puede entender
como la
obligación que
tienen quienes
ejercen el poder
público de
informar,
justificar y
responsabilizarse
públicamente
por sus
actuaciones.”
¿PORQUE EVALUAR LA
GESTIÓN PÚBLICA?
La fis ca li za ción y la ren di ción
de cuen tas, cons ti tu yen ele -
men tos fun da men ta les de las
de mo cra cias, pues su ob ser van -
cia per mi te ele var la cre di bi li -
dad so cial so bre las ins ti tu cio -
nes, for ta le cer el mar co ins ti tu -
cio nal y ju rí di co del Esta do, fa -
vo re cer la pro bi dad y efi cien cia en el queha cer
pú bli co, y re fren dar la vo ca ción de mo crá ti ca
de la ciu da da nía.
La fis ca li za ción es el pro ce so me dian te el
cual se lle va a cabo la re vi sión, ins pec ción y eva -
lua ción de la ges tión pú bli ca. Esta ac ti vi dad es
vi tal para com pro bar si las en ti da des pú bli cas
que re ci ben re cur sos pú bli cos los ad mi nis tran,
ma ne jan y asig nan con for me a lo es ta ble ci do
en las le yes, pla nes y pro gra mas vi gen tes.
Res pec to de la ren di ción de cuen tas esta se
pue de en ten der como la obli ga ción que tie nen
quie nes ejer cen el po der pú bli co de in for mar,
jus ti fi car y res pon sa bi li zar se pú bli ca men te por
sus ac tua cio nes. Se cons ti tu ye por me ca nis -
mos po lí ti cos, so cia les y ju rí di cos de con trol
vin cu la dos en for ma de re des de in ter cam bio.
Es im por tan te acla rar que la fun ción de la ren -
di ción de cuen tas debe ver se como una ma ne ra
de ins ti tu cio na li zar pro ce sos de toma de de ci sio -
nes más trans pa ren tes y re fle xi -
vas que in va ria ble men te se tra du -
cen en po lí ti cas y de ci sio nes pú -
bli cas de ma yor ca li dad.
Es así como en el mar co de la
fis ca li za ción y la ren di ción de
cuen tas se in ser ta la ten den cia
de eva luar el im pac to de los Sis -
te mas de Ges tión de la Ca li dad
toda vez que el sec tor pú bli co
debe con si de rar que un Sis te -
ma de Ges tión de la Ca li dad
cons ti tu ye un me ca nis mo cla ve
y de apo yo para que la ges tión
del Go bier no Cen tral, Re gio nal
y Lo cal se eva lúe con ti nua y pe -
rió di ca men te.
Asi mis mo, la nor ma in ter na -
cio nal ISO es ta ble ce la obli ga to -
rie dad de eva luar los sis te mas
de ges tión de la ca li dad con el
ob je to de com pro bar el cum pli -
mien to de los re que ri mien tos
con te ni dos en di cha nor ma y
en las di rec ti vas y li nea mien tos
de la pro pia or ga ni za ción.
Las au di to rías a los Sis te mas
de Ges tión de la Ca li dad en el
sec tor pú bli co de ben de te ner
como pro pó si to el de re troa li -
men tar el pro ce so de im ple men -
ta ción de los Sis te mas de Ges -
tión de la Ca li dad te nien do en
cuen ta que este es un me ca nis mo que sir ve para
in te grar in for ma ción que es ta ble ce el víncu lo de
la ac tua ción de las en ti da des res pec to de su nor -
ma ti va y ob je ti vos con si de ra dos en sus pla nes.
De acuer do con la in for ma ción con si de ra da
en los Infor mes de Ren di ción de Cuen tas, las
prin ci pa les li mi ta cio nes es truc tu ra les que se
han en con tra do en la im ple men ta ción de los
Sis te mas de Ges tión de la Ca li dad en los en tes
pú bli cos son:
86 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Sistema de gestión de la calidad
– En la ma yo ría de los paí ses
no exis te un mar co le gal
que obli gue a las en ti da des
pú bli cas a de fi nir e im ple -
men tar un Sis te ma de Ges -
tión de la Ca li dad que ar ti cu -
le, la nor ma ti va, los pla nes
de tra ba jo, las me di das de
ges tión, los ob je ti vos, las
me tas y los in di ca do res para
es truc tu rar ade cua da men te
los sis te mas de in for ma -
ción.
– Au sen cia de ob je ti vos per ti -
nen tes y me di bles en cuan -
to a pro duc tos o ser vi cios fi -
na les.
– Inex pe rien cia de los fun cio -
na rios y ser vi do res pú bli cos
en el uso del Sis te ma de
Ges tión de Ca li dad.
– No exis te una pre ci sión en el
di se ño de los ob je ti vos y me -
tas para cons truir ade cua da -
men te los in di ca do res.
Las li mi ta cio nes in di ca das
ha cen prio ri ta rio que se rea li -
cen au di to rías a los Sis te mas
de Ges tión de la Ca li dad cuyo
en fo que sea el de eva luar la efi -
ca cia, mi dién do la por re sul ta -
dos con in di ca do res es tra té gi -
cos y de im pac to; la efi cien cia,
mi dién do la por la fi de li dad de
la ope ra ción al di se ño del sis te -
ma, con in di ca do res de ges -
tión; la eco no mía mi dién do la
por el cos to de la im ple men ta -
ción del sis te ma con tra los re -
sul ta dos; y com pe ten cia de
los ac to res, de las per so nas en -
car ga das de po ner en prác ti ca
el sis te ma así como de los ope -
ra do res.
SISTEMA DE GESTIÓN DE
LA CALIDAD PARA EL
CONTROL
GUBERNAMENTAL
El Sis te ma de Ges tión de la
Ca li dad para el Con trol Gu -
ber na men tal, es apro ba do
por Re so lu ción de la Con tra lo -
ría N° 273–2014–CG, aprue -
ba las nor mas Ge ne ra les de
Con trol Gu ber na men tal y
den tro de su es truc tu ra y apli -
ca ción de di cha nor ma es tán
con tem pla das las Nor mas de
Ges tión de la Ca li dad
– La Con tra lo ría es ta ble ce y
man tie ne un Sis te ma de
Ges tión de la Ca li dad, con
la fi na li dad de ob ser var los
re qui si tos y es pe ci fi ca cio -
nes como es tán da res en la
nor ma ti va es pe cí fi ca, así
como cum plir los re que ri -
mien tos de los clien tes del
con trol Gu ber na men tal.
– Brin dar ser vi cios de con trol
y ser vi cios re la cio na dos
que ge ne ren va lor a las en ti -
da des y a la ciu da da nía, y en
el mar co del sis te ma de ges -
tión de la ca li dad y me jo ra
con ti nua, la Con tra lo ría de fi -
ne la po lí ti ca y ob je ti vos de
la ca li dad acor des con la mi -
sión y vi sión ins ti tu cio nal.
– La ca li dad en los ser vi cios de
con trol y ser vi cios re la cio na -
dos está re fe ri da al gra do en
el que un con jun to de ca rac -
te rís ti cas in he ren tes a los pro -
ce sos y pro duc tos de con trol
cum plen con los re qui si tos y
es pe ci fi ca cio nes es ta ble ci dos
como es tán da res en la nor -
ma ti va es pe cí fi ca. Es res pon -
sa bi li dad del per so nal del Sis -
te ma su cum pli mien to en to -
das las eta pas de los ser vi cios
de con trol.
– El con trol de ca li dad en los
ser vi cios de con trol y ser vi -
cios re la cio na dos, es la apli ca -
ción de un con jun to de po lí ti -
cas, dis po si cio nes y re cur sos
téc ni cos orien ta dos a re vi sar
si los pro ce sos y pro duc tos
de con trol gu ber na men tal
cum plen con los re qui si tos y
es pe ci fi ca cio nes es ta ble ci dos
como es tán da res en la nor -
ma es pe cí fi ca.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 87

Jorge Washington Atapaucar Condori
– El ase gu ra mien to de la ca li dad en los ser vi -
cios de con trol y ser vi cios re la cio na dos, con -
sis te en la apli ca ción de un con jun to de po lí ti -
cas, dis po si cio nes y re cur sos téc ni cos orien -
ta dos a ve ri fi car que los pro ce sos y pro duc -
tos de con trol gu ber na men tal han sido su je -
tos a con trol de ca li dad en cada una de sus
eta pas y cum plen con los re qui si tos y es pe ci -
fi ca cio nes es ta ble ci dos
como es tán da res, así como a
im pul sar la me jo ra con ti nua
del pro ce so ope ra ti vo del
ser vi cio de con trol; a fin de
pro por cio nar con fian za so -
bre el ade cua do ejer ci cio de
con trol gu ber na men tal.
CONCLUSIONES
CUMPLIMIENTO DEL
MANDATO LEGAL: La Re so lu -
ción de la Con tra lo ría N°
273–2014– CG es ta ble ce que
las Nor mas de Con trol Gu ber -
na men tal son dis po si cio nes de
obli ga to rio cum pli mien to para
la rea li za ción del con trol gu ber -
na men tal bajo es tán da res ade -
cua dos de ca li dad, que ga ran ti -
cen su ejer ci cio con efi cien cia,
ob je ti vi dad e ido nei dad. Esta
nor ma re gu la el ejer ci cio de
con trol gu ber na men tal en to -
das sus for mas (pre vio, si mul tá -
neo y pos te rior).
MEJORA
DEL
DESEMPEÑO: El Sis te ma de
Ges tión de la Ca li dad para el
sec tor pú bli co tie ne como ob je -
ti vo au men tar per ma nen te men -
te la ca pa ci dad para cum plir
con su pro pó si to ins ti tu cio nal,
en tre gan do bie nes y ser vi cios
que res pon dan a las ne ce si da -
des de los usua rios.
SATISFACCIÓN DE LOS
USUARIOS: El pro pó si to fun da men tal del Sis -
te ma de Ges tión de la Ca li dad para el sec tor
pú bli co es lo grar que los usua rios de los ser vi -
cios ofre ci dos por las en ti da des, es tén sa tis fe -
chos con los pro duc tos y ser vi cios pres ta dos
por es tas.
ESTANDARIZACIÓN: La adop ción de las
me jo res prác ti cas in ter nas de la Enti dad, se tra -
“Si no existen
métodos
unificados de
trabajo, no se
puede
garantizar una
calidad mínima
de los
productos y
servicios, pues
habrá una gran
variabilidad de
los resultados.”
du ce en pro duc tos y ser vi cios que cum plen
con las ne ce si da des de la ciu da da nía. in ver sa -
men te, si no exis ten mé to dos uni fi ca dos de tra -
ba jo, no se pue de ga ran ti zar una ca li dad mí ni -
ma de los pro duc tos y ser vi cios, pues ha brá
una gran va ria bi li dad de los re sul ta dos. La es -
tan da ri za ción con sis te en di se ñar me to do lo -
gías uni fi ca das de tra ba jo, y lo grar que to dos
los ser vi do res pú bli cos se ci ñan
a ellas.
INCREMENTO EN EL
CONTROL: El sis te ma de ges -
tión de la ca li dad re quie re que
el per so nal del Sis te ma Na cio -
nal de Con trol debe su je tar su
de sem pe ño pro fe sio nal a las
Nor mas Ge ne ra les de Con trol
Gu ber na men tal; con tri bu yen -
do al de bi do cum pli mien to de
las fun cio nes y fi nes del con trol
Gu ber na men tal con res pon sa -
bi li da des que con lle va la su per -
vi sión, vi gi lan cia y ve ri fi ca ción
de una ges tión efi caz y mo der -
na de los re cur sos del Esta do,
en be ne fi cio de to dos los pe rua -
nos y la go ber na bi li dad del país.
TRANSPARENCIA Y
RENDICIÓN DE CUENTAS:
La apli ca ción del sis te ma de ges -
tión de la ca li dad fa ci li ta la obli -
ga ción de los fun cio na rios y ser -
vi do res pú bli cos de dar cuen ta
ante las au to ri da des com pe ten -
tes y ante la ciu da da nía por los
fon dos y bie nes del Esta do y los
or ga nis mos de con trol, per mi -
te una me jor su per vi sión, vi gi -
lan cia y ve ri fi ca ción de los ac tos
y re sul ta dos de la ges tión pú bli -
ca, en aten ción al gra do de efi -
cien cia, trans pa ren cia y eco no -
mía en el uso y des ti no de los re -
cur sos y bie nes del Esta do.
REFERENCIAS
—Auditoría Superior de la Federación de México 2006; Auditoría
Especial de Desempeño.
—Blog.pucp.edu.pe/ Sistemas Funcionales y Administrativos
—Contraloría General de la República; Normas Generales de Control
Gubernamental 2014.
—Rafael Morgan Rios; Eva lua ción del De sem pe ño en el Sec tor Pú bli -
co México 2007.
—Yunis Khan, Muham mad; El ma ne jo de la Ca li dad en la Au di to ría
Pública 2004
88 El Antoniano 126 – Junio de 2014

ESPECIES DE LA FAMILIA CACTACEAE
—REVISIÓN TAXONÓMICA EN LA CUENCA DEL VILCANOTA, URUBAMBA, CUSCO—
Washington Galiano Sánchez 1 , Carlos Ostolaza N. 2 , M. Percy Núñez V. 3
RESUMEN
Se de sa rro lla la re vi sión ta xo nó mi ca de es pe cies de la Fa mi lia Cac ta -
ceae, en la Cuen ca del Vil ca no ta, Uru bam ba, de par ta men to del
Cus co, qué, in clu ye an te ce den tes his tó ri cos en re la ción al co no ci -
mien to por los an ti guos pe rua nos, la des crip ción de la fa mi lia, cla -
ve, des crip ción de gé ne ros, es pe cies, y su dis tri bu ción geo grá fi ca.
Se ana li za y va li da la ta xo no mía de al gu nos taxa y se rea li zan va rias
ob ser va cio nes so bre la bio geo gra fía. Los re sul ta dos nos re ve lan el
re gis tro de 25 es pe cies per te ne cien tes a 16 Gé ne ros, 02 es pe cies
en dé mi cas: Ce reus var ga sia nus Cár de nas, Corr yo cac tus erec tus
(Bac keb.) F. Rit ter. De las 13 es pe cies con si de ra das por He rre ra
(1936) se in cre men tan 12 es pe cies: Aus trocy lin dro pun tia floc co sa
(Salm–Dyck) F. Rit ter, Aus tro cy lin dro pun tia la go pus (K. Schum.) I.
Crook, J. Arnold & M. Lowry, Corr yo cac tus aya cu choen sis Rauh &
1 Profesor principal de la Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Área de Biología Vegetal: Botánica
Sistemática y Ecología Vegetal, Coordinador Científico Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco – Missouri Botanical Garden
(MO).
2 Doctorado en Ciencias Biológicas: Universidad Nacional Mayor de San Marcos/ WWF – EFN – Rus sell E. Train. Sociedad Peruana de
Cactáceas.
3 Biólogo, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Magíster. Master of Science in Ecology, Evolution
and Systematics: Tropical Biology (University of Missouri St. Louis, Esta dos Uni dos de Amé ri ca/ Ful bright– LASPAU/ MOBOT– MBG).
Herbario Vargas – CUZ.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 91

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Bac ke, Corr yo cac tus erec tus (Bac keb.) F. Rit ter, Cu mu lo pun tia bo li -
via na (Salm–Dyck) F. Rit ter, Lo bi via her tri chia na Bac keb. Cylin dro -
pun tia ro sea (DC.) Bac keb, Lo bi via her tri chia na Bac keb, Lo bi via ma -
xi mi lia na var. wes tii (Hut chi son) Rausch, Se le ni ce reus gran di flo rus
(L.) Brit ton & Rose, con los re gis tros nue vos para la flo ra sur pe rua -
na: Pseu dor hip sa lis ra mu lo sa (Salm–Dyck) Bart hlott, Rhip sa lis floc co -
sa sub sp tu cu ma nen sis (F.A.C. We ber) Bart hlott & Tay lor y Sa mai -
pa ti ce reus co rroa nus Cár de nas re gis tro de gé ne ro y es pe cie nue va
para la flo ra pe rua na.
PALABRAS CLAVES: Cac ta ceae, gé ne ros, es pe cies, ta xo no mía,
descripción.
ABSTRACT
Tax o nomic re vi sion of spe cies of Cactaceae Fam ily, Ba sin Vilcanota
– Urubamba, de part ment of Cusco, which is
de vel oped, in cludes his tor i cal back ground
on knowl edge by an cient Pe ru vi ans, the de -
scrip tion of the fam ily, key, de scrip tion of gen -
era, spe cies and their geo graph ical dis tri bu -
tion. Is an a lyzed and val i dated tax on omy of
some taxa and sev eral ob ser va tions on
biogeography are made. The re sults re veal
the re cord of 25 spe cies be long ing to 16 gen -
era, 02 en demic spe cies: Ce reus vargasianus
Cardenas y Corryocactus erec tus (Backeb.) F.
Ritter. Of the 13 spe cies con sid ered by
Herrera (1936), 12 spe cies are in creased:
Austrocylindropuntia floccosa (Salm–Dyck) F.
Ritter, Austrocylindropuntia lagopus (K.
Schum.) I. Crook, J. Ar nold & M. Low ry,
Corryocactus ayacuchoensis Rauh & Backe,
Corryocactus erec tus (Backeb.) F. Ritter,
Cumulopuntia boliviana (Salm–Dyck) F. Ritter,
Lobivia hertrichiana Backeb. Cylindropuntia
rosea (DC.) Backeb, Lobivia hertrichiana
Backeb, Lobivia maximiliana var. westii
(Hutchison) Rausch, with new re cords for
the south ern Pe ru vian flora: Pseudorhipsalis
ramulosa (Salm–Dyck) Barthlott, Rhipsalis
floccosa subsp tucumanensis (FAC Weber)
Barthlott & Tay lor and Samaipaticereus
corroanus Cardenas re cord ge nus and new
spe cies for the Pe ru vian flora.
KEYWORDS: Cactaceae, gen era, spe cies,
tax on omy, de scrip tion.
“La familia
Cactaceae es
reconocida en el
Perú por
presentar 40
géneros y
alrededor de
262 especies.”
a fa mi lia Cac ta ceae es re co -
Lno ci da en el Perú por pre sen -
tar 40 gé ne ros y al re de dor de
262 es pe cies (Bra ko & Za ruc -
chi, 1993; Ulloa Ulloa et al,
2004, Osto la za 2014). Este tra -
ba jo tie ne por ob je ti vo la re vi -
sión ta xo nó mi ca de las es pe -
cies de la Fa mi lia Cac ta ceae en
la Cuen ca del Vil ca no ta, Uru -
bam ba, con base en el es tu dio de su dis tri bu -
ción geo grá fi ca, há bi tat, fe no lo gía, y mor fo lo -
gía. Los es tu dios iní cia les de la fa mi lia Cac ta -
ceae son los de He rre ra (1923, 1924 y 1936)
en su obra “Cac ta ceae Cuz coen se”, men cio na
13 es pe cies, con su res pec ti va des crip ción bo -
tá ni ca, para la Cuen ca del Vil ca no ta – Uru bam -
ba y ade más son im por tan tes las co lec cio nes
de Cac ta ceae por Ja mes West en 1936 y las de
Var gas et al, des de 1937–1966 y co lec cio nes
en las dos úl ti mas dé ca das en los bos ques se -
cos del Vil ca no ta – Uru bam ba.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Ya co lev & He rre ra (1933) re gis tran re fe ren cias
de di ver sos cro nis tas so bre el co no ci mien to y uso
de las Cac tá ceas por los an ti guos pe rua nos. Así Die -
go Pa lo mi no (1541) men cio na: Tu nas; Be tan zos;
cardones y espinos (Cieza); tunas (id). Varias especies
de la Fa mi lia Cac taceae, co -
rres pon dien tes a los gé ne ros
Opuntia, Cereus, Lobivia, etc. Los
cro nis tas es ta ble cen una di vi sión
de ellas en tu nas y pi taha yas, se -
gún es o no per sis ten te la co ro la
en el fru to.
En to das es tas Indias, así en tem -
ples fríos como ca lien tes, nace un li -
naje de plantas que generalmente
los es pa ño les lla man car do nes, el
cual nom bre abra za mu chas es pe -
cies de ellos.
Con vie nen to das es tas ma tas en -
tre sí en que ni bien son yer bas, ni
ár bo les, ni aun pa re cen ma tas,
aun que real men te lo son, por que
de to das las plan tas de Eu ro pa se
di fe ren cian no ta ble men te. Vi ven
mu chos años, en que di fie ren de
las yer bas; no pro du cen ra mas ni
ho jas, sino unos tro zos re don dos o
grue sas pen cas en ca ra ma das e in -
ge ri das unas so bre otras; son tier -
nas, agua no sas, como sá bi las, pe -
pi nos o ca la ba zas; cor ta das, des ti -
la de ellas un hu mor pe ga jo so
como el de la sá bi la, en que mues -
tran no con ve nir con los ár bo les y
ma tas. Están de alto aba jo po bla -
das de agu dí si mas es pi nas, unas
ma yo res que otras, con for me las
di fe ren cias de car do nes que las
pro du cen, sir ven a los in dios es tas es pi nas, que
en su len gua se dice quis cas, de agu jas y al fi le -
res. Las fru tas que lle van mu chos gé ne ros de es -
tas ma tas son muy pa re ci das en tre sí en la sus -
tan cia, sa bor y efec tos, si bien dis cre pan en el ta -
ma ño, co lor y he chu ra. Re dú ce se su va rie dad a
dos gé ne ros que com pren de mos con los nom -
bres co mu nes to ma dos am bos de la len gua de
los in dios de la Isla Espa ño la, que son, tuna, el
uno y el otro pi taha ya. Cobo.
92 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
(En Puer to Vie jo) tie nen… tu -
nas de dos suer tes, las unas
blan cas y de tan sin gu lar sa -
bor, que se tie ne por fru ta gus -
to sa. Cie za:
Austrocylindropuntia subulata
subsp exaltata (A. Berger)
D.R. Hunt (Fam. Cactaceae).
Ppata–quisca, espino
Espe cie ar bo res cen te que a
ve ces tie ne 5 o 6 me tros de al tu -
ra, Cre ce con abun dan cia en la
Sie rra del Sur, en al ti tu des com -
pren di das en tre los 2500 y
3700 m. Cul ti va do en el pe rí me -
tro de las cha cras en ca li dad de
cer co vivo y por sus es pi nas que
sir ven de al fi le res. Cría en pe que -
ña can ti dad un cóc ci do, el Diaspis
echi no cac ti cac ti Com si, que se
pre sen ta tam bién en otras cac tá -
ceas, y que los in dios uti li zan
como un ex ce len te su ce dá neo
de la ver da de ra co chi ni lla de no -
pal. El uso de esta gra na en la tin -
torería fue señalado ya por Pe -
dro de Ri ve ra en 1586
…Ti ñen de co lor co lo ra do con
mag no que es una fru ta de
unos car do nes, y en esta fru ta
se crían unos gu sa nos de que
hacen unos panecillos que los
lla man los in dios mag no, que se
cría en las ca be za das de este
repartimiento sobre e! valle de
Naz ca
Hay unos car do nes que se dan
en la tie rra tem pla da, del gran -
dor de una mano, los cua les se
cul ti van con mu cho cui da do; su
fru to es de gra na co lo ra da fi ní si -
ma con que se tiñe la ropa, que
en esta tie rra se hace de cum pi
y otras co sas cu rio sas para el
ves ti do de los in dios…
Ha sido constatada asimismo
la pre sen cia del car mín de co chi -
ni lla en las te las an ti guas del Perú
sien do pro ba ble que al gu na otra
es pe cie de Opun tia apro pia da
para la co chi ni lla ha bía sido cul ti -
va da tam bién en el li to ral; así se -
ría ex pli ca do lo es cri to por Aste -
te de que en la Cos ta “cría se mu -
cha gra na y al go dón”.
Sa li nas Lo yo la dio a co no cer
el uso de la gra na en la re gión
de Loja (1571); Be llo Ga yo so,
en la re gión de Cuen ca: “A diez
le guas de esta ciu dad, en el va lle
ca lien te, que ha por nom bre Ca -
ña ri bam ba, se dan unos ar bo li -
llos chi cos, que se di cen tu nas,
las cua les tie nen una hoja es pi no -
sa, y en tre ellas tie nen una te la -
ra ña en que se cría gra na e muy
fina, aun que no en can ti dad”. El
ci ta do au tor bien pa re ce re fe rir -
se Aus trocy lin dro pun tia sub u la -
ta sub sp. exal ta ta.
Y tam bién: (En el va lle del río
Ga niel bam ba). “hay gran suma
de gra na que nace en tu nas que
lla man los na tu ra les ca xa ru ros. En
las se pul tu ras pre co lom bi nas se en -
cuentran con frecuencia agujas y
pei nes fa bri ca dos con las es pi nas
de esta es pe cie”.
Austrocylindropuntia floccosa
(Salm–Dyck) F. Ritter, Tuna,
coco (Molina); pulla pulla, en
aymará (Cobo).
De ta llos ci lín dri cos, cor tos, ar -
ti cu la dos, pro te gi dos por una pe -
lusa áspera de aspecto cerdoso y
co lor blan co. Flo res de co lor
ama ri llo ca na rio y fru tos co mes ti -
bles en for ma de baya. Cre ce en
las pu nas en ma sas com pac tas,
cu brien do gran des ex ten sio nes
de te rre no. Nom bre ver ná cu lar:
Hua rac ko, R’oc ka, Inca R’oc ka.
En la épo ca del Inca na to, en la
fies ta cí vi ca de no mi na da Hua -
ra chi coc, cuan do los jó ve nes in -
fantes adquirían el pleno ejerci -
cio de los de re chos ci vi les, “sus
pa rien tes los ape drea ban con
unas tu nas” (Be tan zos). En la
misma ceremonia que finaliza -
ba con la prue ba lla ma da cha -
ca na si mu la cro de com ba te en -
tre los ja nan–ccosc cos y
urín–ccosc cos: “se ti ra ban hon -
da zos con una que lla man
coco, que se da en unos car do -
nes” (Mo li na). En am bos ca sos
se tra ta de los fru tos de Aus -
trocylindropuntia floccosa.
En me di ci na po pu lar in dí ge na
se em plean sus pen cas co ci das y
espolvoreadas con azufre, en calidad
de ca ta plas mas para las afec -
cio nes pul mo na res; en las fies tas
de car na val se usan sus fru tos
como pro yec ti les. Se gún Cobo,
“so lían los in dios co mer esta fru ti -
lla, sin em bar go de que es de sa bri -
da y nada ape ti to sa”.
Lobivia spp. Añapancu (Cobo;
Hachcana (id.)
El nom bre de hachcana… (lo)
dan los in dios aymarás a (una) es -
pe cie de car dón, el cual no se le -
van ta de la tie rra ni he cha ra mas
ni ho jas, …aso ma so bre la tie rra
un ta llo o ca be za de fi gu ra de pe -
pi no gran de tan grue so como el
puño y ma yor, y sólo se le van ta
cua tro de dos, poco más o me -
nos; es todo aca na la do a lo lar go
a ma ne ra de me lón, con mu chos
canales más hundidas y juntas
que las del me lón y na cen en
cada mata mu chos de es tos ta -
llos o pi cos, unos pe ga dos a otros,
con que la mata se pone re don -
da; la cual está por to das par tes
ar ma da, como un eri zo, de mu -
chas es pi nas, como los de más
car do nes, si bien las es pi nas de
este son en mu cha can ti dad,
muy delgadas y larguillas. Es esta
planta de color verde tirante a
rojo, muy tier na y vis co sa como
pen cas de zá bi la. Echa una flor
colorada del tamaño de una clavelina,
sin olor alguno. Á la flor su -
cede una frutilla silvestre tan grande
como un hue vo de pa lo ma,
agria y nada ape te ci ble, que es
especie de pitahaya. Llámese
esta mata en la len gua aymará
ha cha ca na, su fru to san ca yu,
que sue len co mer los in dios, y la
flor añapancu. Cobo.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 93

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Plan ta de for ma glo bu lar, con nu me ro sas
cos ti llas (12 o más), pro fun da men te den ta das,
con lar gos pe los cer do sos en las axi las; areo las
con 6 a 9 es pi nas ama ri llen tas; flo res de co lor
rojo es car la ta. Sus fru tos de sa bor azu ca ra do,
muy agra da ble, son co mes ti bles. Se cul ti va
como plan ta de ador no. Cobo la des cri be con
el nom bre ay ma rá hach ca na; sus fru tos de no -
mi na san ca yu (“que sue len co mer los in dios”) y
la flor aña pan cu.
Trichocereus cuzcoensis Britton et Rose.
Aguacolla–quisca (Betanzos); avacollay (Cobo).
Gigantón. jahuackollai.
De gran ta lla y as pec to co lum nar. Pro du ce la ma -
te ria co no ci da con el nom bre de goma de no pal,
em plea da en el Cus co como su ce dá neo de la cola
en el blan queo de mu ros de las ca sas. Sus fru tos de -
no mi na dos ppescce–man cíi (her vi do de qui nua) o
ppata–nuca, son co mes ti bles. Se cul ti va para for -
mar cer cos vi vos. Be tan zos atri bu ye al Inca Yu pan -
qui la or de nan za so bre el em pleo de su goma en el
blan queo de las vi vien das.
Para que la mez cla que ha bían de lle var en el
lu ci mien to de las ca sas, así por de den tro como
por fue ra, pe ga se bien y no se res que bra ja se,
man dó que tra je sen para aquel tiem po mu cha
can ti dad de unos car do nes que ellos lla man agua -
co lla quis ca, con el sumo de los cua les fue sen un -
ta das las ta les pa re des. (Be tan zos).
Se gún Cobo, en Hachacana “se crían cier tos gu sa -
ni llos, que los in dios nom bran ascancoy: son larguillos
como me dio dedo y de co lor ro sa do y blan co; los
cua les cor ta dos, echan de sí cier to hu mor blan co
como le che. Cómenlos las in dias cuan do les fal ta la le -
che para criar sus hi jas, con que se les au men ta en
abundancia…”
Ahuaruncu, Gigantón grande, de las espinas de
que hacían agujas; ahuakolla, Gigantón de las
espinas largas (Holguín).
Ce reus pe ru via nus (L.) Mill. La plan ta, se gún
Cobo, co rres pon de al gé ne ro Quey lla cardones
cre ci dos de ta llos le ño sos.
Los cac tus que con su pre sen cia ani man las
que bra das y are na les de la cos ta pe rua na, fi gu ran
con fre cuen cia en las pin tu ras an ti guas in ter pre -
tan do el me dio en que se de sa rro llan las es ce nas
de caza, com ba tes, etc. Tam bién in te re sa ban al
al fa re ro an ti guo como plan tas úti les por sus fru -
tos “pi taha yas”.
Las re pre sen ta cio nes di fí cil men te se pres tan
para la iden ti fi ca ción de las es pe cies, aun que mu -
chas ve ces se in si núan cla ra men te de al gún Ce -
reus, con ta llos ci lín dri cos so los o ra mi fi ca dos,
pro vis tos de fu ga ces es pi nas; otras ve ces, se tra -
ta in du da ble men te de al gún Me lo cac tus, de ta llo
glo bo so con sus apre cia dos san ca yus. Hay fi gu -
ras que pa re cen re fe rir se cla ra men te a una es pe -
cie muy se me jan te a Opun tia fi cus —in di ca, con
su ta llo com pues to de las ar ti cu la cio nes ova les u
oblon gas, a pe sar de que no hay da tos so bre la
exis ten cia de aque lla en el Perú pre co lom bi no.
Es cu rio so que en la al fa re ría Naz ca, el mo ti vo
en for ma de es tre lla pa re ce de ri var se de la re pre -
sen ta ción de las es pi nas agru pa das de los cac tus
Hay también las representaciones de pitahayas,
de sancayos en su ma yo ría.
Trichocereus pachanoi Britton & Rose,
Hay otra fruta que nace en unos cardones
anchos que nosotros llamamos tunas; son de las
buenas; llámanlas los indios ubicas; es buena fruta,
aunque trabajosa en coger, por causa de Oliva y
Cobo aseguran que hubo una clase de pitahaya
que era apreciada entre los indios por los efectos
narcóticos tóxicos que produce. Se llama achuma.
“La achuma es cier ta es pe cie de car dón. …cre ce
un es ta do de alto y a ve ces más, es tan grue so
como la pier na, cua dra do y de co lor de sá bi la; pro -
du ce unas pi taha yas pe que ñas y dul ces. Es ésta
una plan ta con que el de mo nio te nía en ga ña dos a
los in dios del Perú en su gen ti li dad; de la cual usa -
ban para sus em bus tes y su pers ti cio nes. Be bi do el
zumo de ella, saca de sen ti do, de ma ne ra que que -
dan los que lo be ben como muer tos, y aun se han
vis to mo rir al gu nos a cau sa de la mu cha frial dad
que el cerebro recibe. Transportados con esta bebi -
da los in dios, so ña ban mil dis pa ra tes y lo creían
como si fue ran ver da des. Cobo. Tam bién Oli va:
Para sa ber la vo lun tad mala o bue na que se tie -
nen unos a otros to man un bre ba je que lla man
Achu ma que es una agua que ha cen del zumo
de unos car do nes grue sos y li sos que se crían en
va lles ca lien tes, bé ben la con gran des ce re mo -
nias y can ta res, y como ella sea muy fuer te lue -
go los que la be ben que dan sin jui cio y pri va dos
de su sen ti do, y en vi sio nes que el de mo nio les re -
pre sen ta, y con for me ellas juz gan sus sos pe chas
y de los otros las in ten cio nes.” (Oli va)
Se gún J. de Ulloa Mo go llón, co rre gi dor de la pro -
vincia de Collaguas, los in dios “se cu ra ban las he ri das
con unos car do nes que hay en esta pro vin cia”.
Tam bién Cobo men cio na una es pe cie de los
Car do nes que los mis mos es pa ño les lla man ár bol
de las soldaduras.
94 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
MATERIALES Y MÉTODOS
La me to do lo gía de es tu dio
es a tra vés de di ver sas ex pe di -
cio nes bo tá ni cas, ma te rial fo -
to grá fi co, mues tras de her ba -
rio co lec ta das y de po si ta das
en el Her ba rio Var gas CUZ, el
Mis sou ri Bo ta ni cal Gar den
(MO) y re vi sión bi blio grá fi ca
ana lí ti ca de la fa mi lia.
ÁREA DE ESTUDIO
Cuen ca del Vil ca no ta – Uru -
bam ba.
El río Vil ca no ta, nace en el ne va -
do de Cunurana a 5443 m. de al ti -
tud, cer ca del abra La Raya 4335
m, tie ne una lon gi tud de 862 km.
Des de su ori gen re co rre en di rec -
ción SE a NW atravesando locali -
dades importantes como: Maran -
gani, Si cua ni, San Pe dro, San Pa -
blo, Tinta, llegando hasta Combapata.
Cer ca de esta lo ca li dad, el río
Vil ca no ta, se une con el río Salqa,
que vie ne de la la gu na Qasqara,
meseta de Siwinaqocha. El río Vil -
canota – Urubamba, atraviesa longitudinalmente
el departamento
del Cusco recorriendo las provincias
de Can chis, Quispicanchi, Pau -
Ilus tra ción 1. Mapa geo grá fi co de la re gión Cus co y re co rri do del río Vil ca no ta – Urubamba.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 95

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
cartambo, Cal ca, Uru bam ba y La Con ven ción. Su
cau dal es va ria ble y de acuer do a las es ta cio nes del
año, el pro me dio anual del sec tor Ma chu pic chu es de
131 m/seg. (Mo li na 2014). Des pués de la afluen cia
del rio Watanay (en la lo ca li dad de Huambutio) el río
Vilcanota continua por el llamado Valle Sagrado de los
Incas, donde se ubican localidades importantes como
San Salvador, P'isaq, Coya, Lamay,
Calca. Urubamba y Ollantaytambo,
lue go de esta lo ca li dad, el río con ti -
nua por el ca ñón del Ma chu pic chu.
Al atra ve sar el ca ñón del Ma chu pic -
chu en el sec tor de San ta Te re sa, el
río nuevamente ha formado un valle
am plio y de gran pro duc ción agrí -
cola donde se ubican localidades
como San ta Ma ría, Chaullay, Maranura,
Quillabamba. Echarati, Quiteni,
etc. Lle gan do al pon go de Mainique,
el río ha cor ta do la ca de na de
Vilcanota formando una garganta estre
cha con pen dien te muy sua ve.
Pa san do el pon go, el río se en cuen -
tra en sel va baja y re co rre ha cien do
va rios mean dros has ta la con fluen -
cia con el río Tam bo por cer ca nías
de la localidad de Atalaya, departamento
de Ucayali.
Los sectores que comprende el
río Vilcanota – Urubamba son tres:
a. Alto Vilcanota, comprende, desde
el abra La Raya has ta el po bla do
de Pisqa k’uchu (Chil ca – Uru bam -
ba). b. Medio Vilcanota, se desplaza
desde Pisqa K’uchu has ta el pon go
de Mainique, don de el río re co rre
en forma torrentosa. c. Bajo Vilcanota
(Urubamba), comprende desde
el Pon go de Mainique has ta la unión
con el Tam bo, don de se ori gi na el
río Ucayali (Molina 2014).
Algu nos ríos afluen tes son: Por la
margen derecha: Salqa (Can chis) Ti -
gre Quíspicanchi), Jatun Mayo (Pau -
cartambo), Jochoq (Cal ca), Patacancha
(Uru bam ba), San ta Ma ría,
“Después de la
afluencia del rio
Watanay el rio
Vilcanota
continua por el
llamado Valle
Sagrado de los
Incas, donde se
ubican
localidades
importantes
como San
Salvador, P'isaq,
Coya, Lamay,
Calca.
Urubamba y
Ollantaytambo,
luego de esta
localidad, el río
continua por el
cañón del
Machupicchu.”
Sahuayacu, Yanatile, Yavero, Ticumpinia, Timpia, Ca -
misea (La Con ven ción), etc. Por la mar gen iz quier da:
Langui – Herqa, (Ca nas – Can chis) Watanay (Cus co
– Quspéancni). Vilcabamba, Chuyapi, Coribeni, Cirialo,
Cushireni, Cumpirusiato, Mantalo, (La Con ven -
ción). Es ne ce sa rio acla rar que el río Vil ca no ta se une
con el río Salqa por cer ca nías de la lo ca li dad de Com -
bapata (Can chis), sin em bar go, el río Salqa es más ex -
tenso y más caudaloso que el Vilcanota. Sobre el
nombre de río Urubamba, este aparece en localidades
más aba jo de del po bla do de Echarati, al res pec to
falta realizar estudios más detallados. Los ecosistemas
y/o formaciones vegetales tomados para el estudio
son los Bosques Tropicales Estacionalmente Secos
—BTES, de no mi na dos tam bién
montes pluvifolios y/o bos ques se -
cos de va lles in te ran di nos y la sa ba -
na pluvifolia de La Con ven ción.
CACTACEAE
Lind ley, A na tu ral system of bo -
tany, 2 ed.: 53, 1836.
Ca rac te res Mor fo ló gi cos de la
Fa mi lia Cac ta ceae
CUERPO O TALLO: Son de
consistencia suculenta, por lo general
de co lor ver de a ve ces lig ni fi ca -
das con la edad; re cu bier tas de una
gruesa cutícula. Su cuerpo puede estar
constituido por segmentos denominados:
1. Cladodios, tallos aplana -
dos; 2. Columnar, tallo cilíndrico
con o sin ramificaciones; 3. Globoso,
tallo casi esférico.
COSTILLAS: Cres tas so bre sa -
lien tes, que sur can las plan tas lon gi -
tu di nal men te a es pi ra la das. Las
cos ti llas ha cen muy re sis ten tes a
los cac tus a la fuer za de fle xión.
Pre sen tan so bre sí pro tu be ran cias
lla ma das ma mi las o tu bércu los.
MAMILA: Estruc tu ra so bre la
cos ti lla que con tie ne a la areo la.
Pue den va riar mu cho dan do a los
cac tus as pec to pe cu liar; se adap ta
a las con di cio nes del cli ma, en co -
gién do se en los pe rio dos de se -
quía y au men tan do más de un ter -
cio de su peso si dis po nen de
agua.
AREOLAS: Son ye mas axi la res
especializadas en forma de almohadi
llas que se de sa rro llan en las cos ti -
llas de los cac tus y dan ori gen a las es pi nas, gloquidios,
la no si dad o cer das. Tam bién dan ori gen a las flo res.
ESPINAS: Son hojas modificadas, especializadas y
adap ta das para cli mas ári dos. Pue den ser frá gi les o po -
derosamente fuertes, de superficie brillante, lisa, rugosa
o estriada. De forma acicular, cilíndrica, prismática,
ganchosa, retorcida, chata, como lengüeta o viruta.
96 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
De color uniforme o cambiante, e
ir del blan co al ne gro, pa san do por
el gris, ama ri llo, ver de, rojo, ma -
rrón o púr pu ra. El ta ma ño es igual -
men te va ria ble, des de 20 cm. a di -
mi nu tas. La fun ción de las es pi nas
es proteger contra la depredación
de los ani ma les, los que, si no exis -
tieran, se comerían sus suculentos
cuer pos. Otra fun ción es con den -
sar la hu me dad del aire, para que
la plan ta la uti li ce para su pro pia hi -
dra ta ción. En mu chos ca sos hay es -
pi nas que se afe rran a ani ma les y
así logran la dispersión vegetativa
de la es pe cie (Cumulopuntia sphae -
rica). Tam bién los cuer pos den sa -
mente cubiertos de espinas se protegen
de la extrema insolación.
RAÍZ: Ge ne ral men te es su per -
fi cial y ra mi fi ca da, pue de te ner
una raíz prin ci pal a me nu do en -
grosada, napiforme y suelen acu -
mu lar gran can ti dad de “agua”,
mu chas ve ces su pe ran do el ta ma -
ño del cuer po.
FLOR: Las flo res de las cac tá -
ceas son solitarias, sésiles, en ge -
ne ral ac ti no mor fas o le ve men te
zi go mor fas. Están com pues tas
por las si guien tes es truc tu ras:
1. Pe ri car pe lo: Es la es truc tu ra de
la flor que ro dea al ova rio, en
la base de la flor. Está par cial -
men te re ves ti do de te ji do pa -
ren qui ma to so, lo que de mues -
tra su ca rác ter de ra mi fi ca ción
se cun da ria, esto se evi den cia
en al gu nas es pe cies, que tie -
nen el pe ri car pe lo re cu bier to
de areo las, es pi nas y pe los, del
mis mo tipo que se en cuen tra
so bre el ta llo, pue de además
tener brácteas, escamas o
bien ser desnudos.
2. Pe rian to: Está cons ti tui do por
la co ro la (pé ta los) y el cá liz (sé -
pa los), en el caso de las cac tá -
ceas como és tas dos son muy
si mi la res, se de no mi nan té pa -
los, son de for mas y co lo res
vistosos y estás ordenados en
es pi ral.
3. Ova rio: Se ubi ca bajo una es truc -
tu ra tu bu lar, de la cual cre cen
los es tam bres. En la base del
tubo hay un te ji do glan du lar que
secreta néctar y que constituye
los nec ta rios, este lí qui do es dul -
ce, aro má ti co y atrae a los agen -
tes polinizadores. El ova rio con -
tie ne los óvu los y está cu bier to
por tejido caulinar que forma el
pericarpelo, que a la vez pue de
es tar cu bier to por es ca mas,
areolas, espinas y pelos.
4. Tubo flo ral o re cep tácu lo: Es la
pro lon ga ción del pe ri car pe lo y
sue le te ner es ca mas por fue ra
que au men tan de ta ma ño ha -
cia la par te alta de la flor, trans -
for mán do se en los té pa los.
Den tro de este tubo es tán los
es tam bres.
5. Estambres: Constituido por una
parte fina, llamada filamento y
una en gro sa da en la pun ta, lla -
mada antera, donde se produce
el po len. Las an te ras pue den
ser muy numerosas y producen
abun dan te po len, que son di mi -
nu tos y se agru pan en con glo -
merados para ser transportados
por agen tes polinizadores.
6. Gi ne ceo: Es la par te fe me ni na
de la flor, cons ti tui da por 3 o
más car pe los uni dos en tre sí.
La par te de aba jo es el ova rio,
lue go el es ti lo o tubo po lí ni co
úni co, y en la par te de arri ba el
es tig ma di vi di do con tan tas ra -
mi fi ca cio nes como carpelos
tenga el gineceo.
FRUTO: Por lo ge ne ral son car -
nosos, dehiscentes, semejantes a
bayas, raramente secos o indehiscen
tes. Son los ova rios fe cun da -
dos que se hin chan, al igual que el
pericarpelo, pue den te ner es ca -
mas, areo las, es pi nas, pe los o cer -
das, tam bién res tos de flo res o pe -
rianto adheridos, etc. Presentan
gran cantidad de formas, tamaños,
coloridos, texturas.
SEMILLA: Ge ne ral men te son
nu me ro sas. Tie nen una for ma,
ta ma ño, co lor, tex tu ra y es truc tu -
ras características, y siendo estos
ca rac te res inal te ra bles por los fac -
to res am bien ta les, se uti li za
como pa rá me tro para la cla si fi ca -
ción (Se ño ret y Acos ta 2013).
CLAVE DE LAS
SUB FAMILIAS
1. Plan tas con ho jas ge ne ral -
mente reducidas, cilíndricas, excepcionalmente
planas y con nervaduras;
nunca epífitas. Óvulos
con fu nícu los cor tos. Ta llos de di -
ver sas for mas, pero sin cos ti llas.
Aréolas con gloquidios, Semillas
con tegumento duro, generalmente
de co lor cas ta ño cla ro a ne gras.
Hojas caducas, cilíndricas, reducidas,
sin nervaduras (excepcionalmente
aplanadas). Flores rotáceas,
solitarias. Cojines, matas, arbustos
o árboles. Ovario siempre ínfero.
Opuntioideae
1'. Plan tas sin ho jas, te rres tres
o epífitas. Aréolas sin glo qui dios.
Óvu los con fu nícu los lar gos. Ta -
llos ge ne ral men te ci lín dri cos o
glo bo sos, pre sen tan do cos ti llas;
pero tam bién de otras for mas.
Se mi llas con tes ta par da a ne gra,
sin ari lo. Cereoideae
CLAVE DE GÉNEROS DE
CACTACEAE DEL
VILCANOTA – URUBAMBA.
Sub fa mi lia Opuntioideae
1. Ho jas au sen tes. Arbó reos o
ar bo li llos.
Bra si lio pun tia
1'. Ho jas re du ci das, ci lín dri -
cas, su cu len tas. Co ji nes,
ma tas, ar bus tos o ar bo li tos.
2. Arte jos ci lín dri cos o glo bo -
sos.
3. Arte jos lar ga men te ci lín dri -
cos, fru to car no so.
4. Espi nas des nu das.
Aus trocy lin dro pun tia
4'. Espi nas cu bier tas por una
vai na mem bra ná cea.
Cylin dro pun tia
El Antoniano 126 – Junio de 2014 97

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
3'. Arte jos glo bo sos elip soi dal u oval, fir me, Fru tos
carnosos.
Cumulopuntia
2'. Arte jos com pri mi dos
5. Ta llos oval–oblon gos, de 3 a 5 cm de lar go, ob tu -
sas en am bos ex tre mos y con es pi nas cer do sas.
Opuntia
5'.Ta llos ova la dos a re don dos, de 4 a 8 cm de lon gi -
tud, aplanados, angostos abajo, con mamilas
bien de fi ni das.
Ai ram poa
Sub fa mi lia Cereoideae
1. So bre todo epí fi tas o vo lu bles en apa rien cia (o
con jun tas in di vi dua les si son te rres tres); flo res
tu bu la res.
2. Flo res ro tá ceas, sin tubo o muy cor to. Epi fi tos.
Ta llos ci lín dri cos, com pri mi dos o pris má ti cos.
Flo res con una sola se rie de es tam bre. Pe ri car pe -
lo y fru to gla bro, rara vez con pe que ñas brác teas
es ca mi for mes y cer das. Ta llos ci lín dri cos, tri go -
nos o com pri mi dos.
Rhipsalis
2'. Flo res de dis tin tas for mas, pero no ro tá ceas;
con tubo más o me nos no ta ble.
– Te rres tres o epi fi tos, pero en este caso con tubo
flo ral muy no ta ble. Ta llos fo lio sos, aréo las sin es -
pi nas. Epi fi tos.
Epiphyllum
– Cac tus más o me nos ras tre ros. Ta llos por lo ge -
ne ral no trian gu la res, di ver sa men te aca na la do,
es tria do o en án gu lo; flo res alar ga das (po li ni za -
das por Esfín gi dos) con brác teas poco vi si bles
Selenicereus.
– Epí fi tos, oca sio nal men te li tó fi tos, ar bus ti vos
con ta llos ar quea dos y re don dea das en la
base. Los pri me ros seg men tos son re don dea -
dos al prin ci pio, des pués apla na do y for ma de
hoja, con mues cas mar gi nal men te. Sin es pi -
nas. Flo res de cor to em bu do, co lor blan co o
blan co ama ri llen to, tu bos flo ra les bre ves pero
cla ra; pe ri car pe los y tubo flo ral con una pe que -
ña es ca ma.
Pseu dor hip sa lis,
1'. Cac tus ar bó reos (más de tie rras ba jas); Ce reus
y sus parientes más cercanos se caracterizan por
el ovario sin escamas (desnudos o espinosas o
con me cho nes de pe los cor tos.
3. Cac tus ar bó reos, co lum na res.
– Ta llos no fo lio sos, con cos ti llas o ma me lo na dos.
Terrestres o trepadores. Aréolas con espinas. Peri
car pe lo y tubo flo ral sin es ca mas (o muy po cas,
aisladas y pequeñas).
Cereus
– Flo res den sa men te cu bier tas por pe los; noc -
tur nas o diur nas, de du ra ción va ria ble. Ta llos
ci lín dri cos des de jó ve nes, as cen den tes o
erec tos. Flo res con tubo an cho, acam pa na -
das.
Tri cho ce reus
– Flo res con tubo muy es tre cho, fu nel for me,
ubi ca das en la pun ta de las ra mas, una de
cada aréo la, más nu me ro sos. Ta llos del ga -
dos, va rios, es ca sa men te ra mi fi ca do des de
cer ca de la base, 4 a 5 cos ti lla do, de co lor
ver de pá li do.
Sa mai pa ti ce reus
3'. Cac tus ar bus ti vos, con irre gu lar ra mi fi ca -
ción. Cac tus co lum na res es bel tos, del ga -
dos, pero ra mi fi ca ción sólo en la base, o
más, con flo res ro jas. Bos ques se cos de los
Andes del sur del Perú.
Corr yo cac tus
RESULTADOS
GÉNEROS Y ESPECIES DE CACTACEAE
DE LA CUENCA DEL
VILCANOTA – URUBAMBA
Airampoa Fric, Akklimatisations un
Versuchs–Garten 1. 1933. (=Tunilla D.R. Hunt
& Iliff)
Plan tas ces pi to sas, ba jas, me no res de 10 cm
de alto. Seg men tos irre gu lar men te com pri mi -
dos ta llos (taro) ovoi des, con las aréo las muy
cer ca nas. Aréo las con nu me ro sos glo qui dios y
es pi nas aci cu la res. Flo res ro tá ceas, con pe rian -
to de di fe ren tes co lo res (ana ran ja dos has ta
rojo o ama ri llos), in clu so en la mis ma po bla -
ción; pero siem pre con el es tig ma ver de. Po -
len tec ta do (lo que lo dis tin gue de Opun tia)
Fru tos ma yor men te ro ji zos, con los fu nícu los
del mis mo co lor. Se mi llas con en vol tu ra fu ni cu -
lar irre gu lar men te arri ño na da. Las es pe cies de
Ai ram poa fue ron in clui das has ta hace poco en
Opun tia. Ai ram poa fue des cri ta como gé ne ro
por por Fri cen 1933, en una pu bli ca ción che -
ca, ig no ra da por mu chos años. En un tra ba jo
so bre Opun tioi deae, Kies ling (1974) su gi rió
que este gru po no co rres pon de a Opun tia por
los ca rac te res de po len y por los ar te jos de cre -
ci mien to obli cuo. Lue go Hunt & Iliff (2000a
y b) crea ron el gé ne ro Ai ram poa, de mos tran -
do su va li dez ta xo nó mi ca y efec tuan do va rias
com bi na cio nes.
98 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
Airampoa ayrampo (Azara)
Doweld, comb. nova Cactus
ayrampo Azara 1809, Voy.
Amér. Mérd. 2 : 256. Nombre
común: Airampu, Airampo.
Co rres pon de a una es pe cie
muy plás ti ca en múl ti ples po -
bla cio nes con di fe ren tes for -
mas. Cre ce prin ci pal men te
como sub ar bus to bajo, ces pi -
to so, de 30 a 60 cm de diá me -
tro y unos 10 a 20 de al tu ra, ra -
mi fi ca do la te ral men te. Ta llos
ova la dos a re don dos, de 4 a 8
cm de lon gi tud, apla na dos, an -
gos tos aba jo, con ma mi las
bien de fi ni das. Areo las pro vis -
tas de fiel tro ma rrón, ho ji tas
alez na das, glo qui dios ama ri -
llos a ca fés y 4 a 12 es pi nas aci -
cu la res, de re chas, de lar go y
co lor va ria bles. Flo res diur -
nas, ama ri llas; té pa los ex te rio -
res con la lí nea me dia ro ji za;
sa ti na das, sin per fu me; tubo
flo ral cu bier to de es ca mi tas an -
gos tas y areo las con glo qui -
dios y/o es pi nas. Fru to co mes -
ti ble, de 1.5 a 2.5 cm de lar go,
rojo pur pú reo, con poca car -
ne pero dul ce; se abre por arri -
ba y por el cos ta do, de jan do
sa lir las se mi llas ama ri llen tas
(Hoff mann & Wal ter 2004).
Área geográfica: Tierras altas de
Bo li via y nor te de la Argen ti na.
Re gis tro: Cre ce so bre las ro -
cas. Va lle del Vil ca no ta y Uru -
bam ba, 2800 a 3500 m. Flo re -
ce de no viem bre a fe bre ro.
Cus co: San Je ró ni mo 3200 a
3800 m; C. Var gas 167.
Aplicación: Cultivado en los cercos
por sus semillas colorantes,
que dan un her mo so co lor rojo,
desgraciadamente muy fugaz, emplea
do en la con fec ción de ali men -
tos y bebidas refrescantes y por
sus matas espinosas que sirven de
pro tec ción a las cha cras y vi vien das
de los in dios. Cons ti tu ye un apre -
ciable artículo de comercio en los
departamentos del sur del Perú.
Austrocylindropuntia
Backeberg, Blätterfür
Kakteenfng, 6, 1938.
Flo res la te ra les, na cien do
de aréo las jó ve nes. Pe ri car pe -
lo glo bo so o ci lin droi de, con
aréo las se me jan tes a las ve ge -
ta ti vas, pro vis tas de ho ji tas,
glo qui dios, to men to la no so y
cer das. Té pa los ex ter nos se -
pa loi des, de co lor ver de, mo -
ra do o ro ji zo, los in ter nos pe -
ta loi des, ama ri llos o ro jos.
Estam bres más cor tos que el
es ti lo. Esti lo ci lín dri co; es tig -
ma plu ri lo bu la do, ama ri llo o
ver de. Pe rian to ca du co al mar -
chi tar se. Fru tos car no sos pro li -
fe ran tes, con po cas se mi llas, a
ve ces es té ri les. Plan tas co lum -
na res, ra mi fi ca das, ge ne ral -
men te ci lín dri cas (glo bu la res
en con di cio nes ri gu ro sas).
Aréo las den sas o la xas, con
glo qui dios, to men to la no so,
es pi nas des nu das y ho jas ci lín -
dri cas a sub u la das, re la ti va -
men te lar gas.
Espe cie tipo: Aus trocy lin dro -
pun tia exal ta ta (Ber ger) Bac ke -
berg (Opun tia exal ta ta Ber ger).
Área geo grá fi ca: Ecua dor,
Perú, Chi le, Bo li via, Uru guay,
Pa ra guay; y Argen ti na.
Este gé ne ro se se gre gó de
Cylin dro pun tia por te ner es pi -
nas sin una vai na que las cu bra,
por los ma me lo nes del ta llo
que no son alar ga dos lon gi tu di -
nal men te, y por las di fe ren tes
to na li da des de sus flo res.
Austrocylindropuntia floccosa
(Salm–Dyck) F. Ritter, Kakteen
in Südamerika 4: 1244. 1981.
Basónimo: Opuntia floccosa
Salm–Dyck
Nom bres co mu nes: R’oc ka,
Inca–r’oc ka, Cka ra–r’oc ka,
Hua rac ko.
Ta llo ar ti cu la do, ci lín dri co,
di la ta do en for ma de huso,
sim ple o poco ra mi fi ca do, de
El Antoniano 126 – Junio de 2014 99

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Ilustración 2. Airampoa ayrampo (Aza ra) Doweld, comb. nova Cac tus ayrampo Aza ra 1809, Voy. Amér. Mérd. 2: 256
Ilustración 3. Austrocylindropuntia floccosa (Salm–Dyck) F. Rit ter. Foto: W. Ga lia no.
100 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
Ilustración 4. Austrocylindropuntia lagopus (K. Schum.) I. Crook, J. Arnold & M. Lowry
Ilustración 5. Austrocylindropuntia subulata subsp. exaltata (A. Berger) D.R. Hunt. Foto: W. Galia no.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 101

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
15 a 20 cm de lon gi tud y 5 cm de diá me tro en
su par te me dia; ho jas ci lín dri cas, ca du cas y
muy pe que ñas in ser ta das en su ex tre mi dad.
Sus areo las dis pues tas en for ma es pi ral es tán
pro vis tas de pe los lar gos y blan cos, ás pe ros al
tac to, que lo re cu bren por com ple to y le sir -
ven de pro tec ción en el me dio ex ce si va men te
frío en que ha bi tan y de un nú me ro va ria ble de
es pi nas de si gua les que no ex ce den de seis,
con fre cuen cia 4 o 5, agu dí si mas y pun zan tes,
de las que la ma yor tie ne 28 a 30 mm de lar go.
Flo res so li ta rias con pe ri go nio com pues to de
nu me ro sos té pa los de co lor ama ri llo–ca na rio;
es tam bres nu me ro sí si mos; es ti lo cor to con 8
es tig mas ra dia dos. El fru to es una baya de for -
ma ovoi dea de 3 a 4 cm de diá me tro, um bi li ca -
do, des pro vis to de es pi nos y cu bier to en su mi -
tad su pe rior por pe que ños pe los que na cen de
sus areo las, en la ma du rez toma un co lor ama -
ri llo–ver do so. Se mi llas nu me ro sas de 4 a 5
mm de diá me tro.
Área Geo grá fi ca: Bo li via, Perú.
Cus co: Anta: Mo lle pa ta: Ña ñuhuay qo,
4120 m. W. Ga lia no 13998. Cus co: Sac say hua -
man 3650 m. C. Var gas 168. Uru bam ba: Chin -
che ro 3 700 m. CVC 2197. Cor di lle ras del
Cus co y Pau car tam bo, 3700 a 4200 m. Flo re -
ce de se tiem bre a di ciem bre.
Apli ca ción: Se cul ti va en los cer cos para la
pro tec ción de las cha cras. Sus fru tos de sa bor
azu ca ra do son co mes ti bles; co ci dos y es pol vo -
rea dos con azu fre se em plean en me di ci na ca -
se ra in dí ge na, en for ma de ca ta plas mas, en el
tra ta mien to de las afec cio nes pul mo na res (He -
rre ra 1936)
Austrocylindropuntia lagopus (K. Schum.) I.
Crook, J. Arnold & M. Lowry, Bradleya; Yearbook
of the British Cactus and Succulent Society 21:
89. 2003.
Este cac tus cre ce en gran des y apre ta dos
gru pos de has ta 1 m de diá me tro y una al tu ra
de 60 cm. Los ta llos y sec cio nes son cor tos y ci -
lín dri cos de 25 cm. o más de lon gi tud. Las areo -
las de has ta 2 cen tí me tros de lar go con pe los
que es tán dis pues tos en una sola fila. Las ho jas
que se ocul tan en tre los pe los mi den unos 7
mm de lar go. Las flo res son de co lor ama ri llo
do ra do de 2 a 3 cm de lar go. Los fru tos son de
co lor ver de bri llan te an tes de la ma du ra ción, y
lue go de co lor ro sa do.
Cre cen en Aya cu cho, Puno, Cus co: Can chis,
4600 m.
Austrocylindropuntia subulata subsp. exaltata (A.
Berger) D.R. Hunt, Cactaceae Systematics
Initiatives: Bulletin of the International
Cactaceae Systematics Group 14: 11. 2002.
Basónimo: Opuntia exaltata A. Berger
Nom bres co mu nes: Ppa ta–quis ca, Chchan -
qui (Pau car tam bo), Kac lla (Anta) y Ppa ta cu
(Can chis),
Espi no de al tu ra, de ta llo ci lín dri co y muy ra mo -
so, hojas cilíndricas, caducas, situadas en la extremi -
dad de las ra mas jó ve nes, que son de un co lor ver -
de–cla ro. Areo las pro vis tas de 4 a 5 es pi nas de si -
guales, agudísimas, dispuestas en haces divergentes,
de la que la ma yor tie ne de 4 a 6 cm de lon gi -
tud. Flo res ro jas, so li ta rias con pe ri go nio de mu -
chos tépalos, estambres numerosos y anteras de
co lor ama ri llo; ova rio ín fe ro y mul tio vu la do con es -
ti lo sen ci llo, di la ta do en su base y de ma yor lon gi -
tud que los es tam bres, ter mi na do por 6 o 7 es tig -
mas radiados. Fruto una baya umbilicada con areo -
las tomentosas provistas de espinas. Planta polimor -
fa, que pre sen ta con fre cuen cia el fe nó me no de las
fas cia ción, to man do el ta llo for ma pla na y en san -
chán do se a ma ne ra de aba ni co, con los bor des fes -
to nea dos y de si gual men te re cor ta dos, en cuya lí -
nea me dia se pre sen tan nu me ro sas ho jas ci lín dri -
cas. Ca re ce de flo res y fru tos, se re pro du ce con fa -
ci li dad y en idén ti ca for ma me dian te sus ar ti cu la cio -
nes. En que chua se la de no mi na Tta ta –ppata–quis -
ca, alu dien do a su for ma pla na y tam bién Cuti–ppa -
ta–quis ca a su pro pen sión a re cu pe rar su for ma
nor mal.
Área geo grá fi ca: Ecua dor, Bo li via y pro ba ble -
men te nor te de Chi le.
Cus co: Cus co: Sac say hua man, Oct. 1941.
C. Var gas 2209. Es de am plia área de dis per -
sión en el de par ta men to, va lles del Uru bam ba,
Apu rí mac y Pau car tam bo, 2500 a 3700 m. Flo -
re ce todo el año, par ti cu lar men te du ran te los
me ses de se tiem bre a fe bre ro.
Apli ca ción: Cul ti va do en el pe rí me tro de las cha -
cras en ca li dad de alam bra do o cer co vivo. Su tron -
co le ño so de no mi na do Tojro, se em plea por la po -
blación indígena en diversos usos y sus espinas en
ca li dad de al fi le res. Cría en pe que ña can ti dad un
cóc ci do; el Dact ylo pus con fu sus, Ckll, que los in -
dios uti li zan como un ex ce len te su ce dá neo de la
co chi ni lla del no pal. (He rre ra 1936)
Brasiliopuntia (K. Schum.) A. Berger, Die
Entwicklungslinien der Kakteen 94. 1926.
Plan tas ar bo res cen tes, de tron co rec to, có ni -
co, pul po so, con areo las que dis tan en tre si 5 cm
102 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
y que lle van es pi nas de 3 cm de
lon gi tud, esta co ro na do por
una copa de pen cas muy ra mo -
so y de as pec to ho rri do. Las pa -
le tas tie nen has ta 18 cm de lon -
gi tud, por 6 cm de an cho y son
pla nas, ova la das y de co lor ver -
de cla ro; pre sen tan areo las or bi -
cu la res un tan to to men to sas;
las mar gi na les pro vis tas de 1 a 2
es pi nas rí gi das y de 15 a 19
mm. Flo res ais la das y mar gi na -
les, de pe ri go nio de 4 cm de diá -
me tro, dis pues to en ver ti ci los
de a seis pé ta los de co lor ama ri -
llo–ca na rio; es tam bres nu me ro -
sos, blan cos; ova rio en for ma
de piña de un cen tí me tro de diá -
me tro y de co lor ver de os cu ro.
Sus fru tos son una baya oblon -
ga, um bi li ca da con el in te rior
blan co que pasa al ama ri llo, pro -
vis to de areo las que lle van nu -
me ro sos abro jos, me nu dos y
muy pun zan tes.
Brasiliopuntia brasiliensis
(Willd) Berg., Die
Entwicklungslinien der
Kakteen 94. 1926. Basónimo:
Cactus brasiliensis Willd.
Nom bre co mún: Su pai–
man cha chi
Arbo li tos o ár bo les con tron -
co y copa de fi ni dos. Tron co ci -
lín dri co, con ti nuo y rec to, de 1
a 8 (a 15) m de al tu ra; aréo las
del tron co muy an chas, de 1,2
cm diá me tro; es pi nas del ga das,
sub u la das y muy pun tia gu das,
75 (o más), de 1 a 5 (a 6,5) cm
lon gi tud×1 a 1,5 mm diá me -
tro, cas ta ño gri sá ceas. Glo quí -
dios cas ta ños. Ra mas ho ri zon ta -
les sub ci lín dri cas. Artícu los ter -
mi na les si mi la res a ho jas en as -
pec to y gro sor; obo va dos, obo -
va do–oblon gos a lan ceo la dos,
al gu nos trun ca dos (es pa tu la -
dos), de 3,5 a 16 (a 21) cm lon -
gi tud×2,5 a 4,5 cm an cho, ver -
des, con los ner vios bas tan te vi -
si bles cuan do se cos; areo las a
am bos la dos, con 1 (a 2) es pi -
nas lar gas, del ga das, agu das, de
1 a 4 cm lon gi tud, ápi ce os cu ro.
Bo to nes flo ra les de 18 mm lon -
gi tud×10 mm diá me tro Flo res
ro tá ceas, de 18 a 35 mm lon gi -
tud×18 a 30 mm diá me tro,
mar gi na les, so li ta rias; re cep -
tácu lo có ni co de 10 mm lon gi -
tud×8 a 10 mm diá me tro;
areo las de 1 a 2 mm diá me tro,
con abun dan te pi lo si dad blan ca
y glo quí dios cas ta ños. Té pa los
pe ta loi des en tres hi le ras, ama ri -
llos. Estam bres nu me ro sos: los
ex ter nos es té ri les, más lar gos
que los in ter nos; los in ter nos
con an te ras ba si fi jas con dos te -
cas de dehis cen cia lon gi tu di nal;
po len abun dan te, de 83,33 y
107,87 cm diá me tro, es fé ri cos
o po lié dri cos, exi na per fo ra da,
re ti cu la da o re ti cu la da–ve rru co -
sa, co lu me las fu sio na das o no,
es pe su ra de la exi na en tre 5,23
y 9,05 cm (se xi na más es pe sa),
po ros ge ne ral men te 12. Estig -
ma de 5 ló bu los di gi ti for mes,
no con cres cen tes; es ti lo y es tig -
ma mo ra dos. Fru tos de pri mi -
dos a glo bo sos, co lor blan -
co–ver do so o ama ri llo, o obo -
va dos, ro jos, de 1,7 a 3,5 cm
diá me tro Areo las del fru to de 2
a 3 mm diá me tro, con abun dan -
te pi lo si dad blan ca y glo quí dios
muy so bre sa lien tes, de 25 mm
lon gi tud Cas ta ños; al gu nas de sa -
rro llan 1 es pi na de has ta 7 mm
lon gi tud Ari lo bi con ve xo casi es -
fé ri co, de 6 a 7 mm lon gi tud×5
a 6 mm an cho × 3 mm gro sor,
le ño so, cas ta ño, con abun dan -
te pi lo si dad de igual co lo ra ción
que el fru to. Se mi llas po cas, de
3 a 7, vir gu li for mes, de 4 mm
lon gi tud×4 mm an cho, co lor
cas ta ño. (Pin 1993).
Área geo grá fi ca: Bra sil, Perú,
Bo li via, Pa ra guay y Argen ti na.
Cus co: La Con ven ción: Qui lla -
bam ba, Pin to bam ba 1 110 m.
M.N. Nu ñez & Walsh 6350
Re gis tro: Cre ce aso cia do a
va rias otras es pe cies de cac tá -
ceas en pe dre ga les y for ma cio -
nes pi za rro sas.
Cus co: La Con ven ción:
Qui lla bam ba, Pin to bam ba 1
110 m. M.P. Nu ñez & Walsh
6350
Va lles de San ta Ana y La res,
de 800 a 1050 m. Co mien za a
flo re cer des de muy tem pra na
edad y se ha lla en flor casi
todo el año, par ti cu lar men te
de mayo a ju lio.
Cumulopuntia Kakteen,
Südamerika 2: 399. 1980.
Cac tos pe que ños, for man -
do gru pos de den sos co ji nes,
ra mi fi ca dos en los la te ra les o
los ex tre mos ter mi na les, Raí -
ces tu be ro sas a fi bro sas. Ta llos
lla ma dos ar te jos glo bu la res a
ao va dos, tu ber cu la dos o no tu -
ber cu la dos. Tie nen gran des
flo res vis to sas, fru tos no mu ci -
la gi no sos y den tro se mi llas glo -
bo sas a ovoi des a glo bo sas en
for ma de pera, de co lor ama ri -
llen to al ma rrón, a ve ces arru -
ga das, las cres tas y faja la te ral
sue le ser pro mi nen te.
Dis tri bu ción: al sur de Perú,
Chi le, Bo li via y nor te de
Argen ti na.
Cumulopuntia boliviana
(Salm–Dyck) F. Ritter, Kakteen
in Südamerika 2: 492. 1980.
Basónimo: Opuntia boliviana
Salm–Dyck.
Cac tus que for ma un den so
y en oca sio nes hin cha do co -
jín. Las gran des, ova la das y
fuer tes sec cio nes del ta llo son
có ni cas con pi cos de 8 cm de
lar go y tu bércu los vi si bles. Tie -
ne so bre 15 areo las que es tán
si tua dos en la par te su pe rior
del ta llo, con has ta 20 es pi nas
que sur gen sólo de las areo las
su pe rio res. Estas son erec tas,
de co lor ma rrón ro ji zo, es tán
El Antoniano 126 – Junio de 2014 103

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Ilustración 6. Brasiliopuntia brasiliensis (Willd.) A. Berger.
Ilustración 7. Cilindropuntia ro sea (DC.) Bac keb. Foto. W. Ga lia no.
104 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
Ilustración 8. Cilindropuntia tunicata (Lehm.) F. M. Knuth. Foto: M. A. Atausupa, G. A. Cooper.
Ilustración 9. Cereus vargasianius Cár de nas. Foto: W. Ga lia no. A. Rodriguez.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 105

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
muy cer ca nas y mi den has ta 8 cm de lar go. Las
flo res son de co lor rojo a na ran ja–ama ri llo y al -
can zan una lon gi tud de has ta 3,5 cen tí me tros.
Los fru tos en for ma de ba rril es tán lle nas de nu -
me ro sas es pi nas en el bor de de has ta 6 cen tí -
me tros de lar go. Cus co; Can chis en tre La Raya
y Aguas Ca lien tes. (Foto W. Ga lia no).
Cereus (Herm.) Miller, Gard. Dict., ed. 8, 1768.
Flo res in fun di bu li for mes, abier tas una sola
no che, gla bras, gran des. Pe ri car pe lo y tubo gla -
bros, sin (o con muy po cas) es ca mas, glau cos o
ver des, ge ne ral men te con sur cos o es trías lon -
gi tu di na les. Pe rian to con tubo lar go ver do so u
obs cu ro, lo mis mo que las pie zas ex te rio res
del pe rian to; las in te rio res blan cas o ro sa das.
Estam bres más cor tos que el pe rian to y es ti lo,
en dos se ries, una en el fon do del tubo y otra
en la fau ce flo ral; es ti lo del ga do, ci lín dri co, más
cor to que el pe rian to, con ló bu los del es tig ma
li nea res. Fru tos gla bros con el es ti lo per sis ten -
te, su cu len tos. Plan tas ar bus ti vas o ar bó reas,
con ta llos co lum na res ci lín dri cos, con cos ti llas
pro fun das, glau cos o ver des.
Espe cie tipo: Cereus hexagonus (L) Mi ller (Cac -
tus he xa go nus L). Gé ne ro su da me ri ca no.
Cereus vargasianus Cárdenas, Succulenta 1951:
34. 1951
Nombre común: Pitajaya, Gi gan ton del Va lle.
Plan ta de tron co le ño so, sim ple o poco ra mi -
fi ca do y a poca al tu ra de su base, que al can za
una ta lla de 8 a 15 m con diá me tro de 25 a
30 cm; ra mas pro vis tas de tres a cua tro cos ti -
llas pro mi nen tes, ala das, de un co lor ver de azu -
la do, areo las que dis tan en tre sí 2.5 cm ar ma -
das con fuer tes es pi nas, aci cu la res, os cu ras, en
nú me ro de seis ra dia les y una cen tral que tie ne
al re de dor de 6 mm de lar go. Flo res so li ta rias,
ais la das, de 12 a 15 cm de lar go, de co lor rojo
vivo, dis pues tas so bre un pe dúncu lo de 15
mm de diá me tro, es tam bres nu me ro sos; es ti -
lo so bre sa lien te de co lor blan co y es tig ma ra -
dia do. Fru to ovoi deo, liso, de 8 cm de lon gi -
tud, por lo ge ne ral ama ri llo–cla ro, a ve ces de
co lor ro sa do, que pre sen ta ex te rior men te 8 a
9 sur cos lon gi tu di na les.
Área geo grá fi ca: Orien te del Perú y Bo li via.
Re gis tro: Cre cen te rre nos pe dre go sos y en for -
maciones pizarrosas.
Cus co, La Con ven ción San ta Ma ría, 1000 –
1500 m 22 Sep 1936 Bos que sa ba ne ro de ci -
duo Ja mes West 8010. 2 Km W de Qui lla bam -
ba. Ja mes C. So lo mon 3216 “Pi taha ya”. San tua -
rio His tó ri co de Ma chu pic chu: Zona de Amor -
ti gua mien to en tre el Km 122 al 127.
Va lles de San ta Ana y La res, 800 a 1500 m.
Flo re ce en oc tu bre y di ciem bre cuan do la plan -
ta ha ad qui ri do su com ple to de sa rro llo.
Apli ca ción: Sus fru tos de no mi na dos en que -
chua Ppesc ce man ca, que sig ni fi ca Her vi do de
Qui nua, de un sa bor agra da ble, son co mes ti bles.
Corryocactus. The Cactaceae; descriptions and
illustrations of plants of the cactus family 2: 66.
1920.
Gé ne ro de cac tus ge ne ral men te sub ar bus ti -
vos, vás ta gos muy ra mi fi ca dos en la base, al gu -
nas ve ces pri ma ria men te sub te rrá neos, de ra -
mas del ga das, erec tas, as cen den tes o pen dien -
tes, cos ti llas po cas, den ta das, con areo las es pi -
no sas; flo res pe que ñas cam pa nu la das, en for -
ma de em bu do, de tubo y gar gan ta cor tos; es -
tam bres cu bier tos, seg men tos del pe rian tio ex -
te rior ob tu sos o al gu nas ve ces agu dos en su ex -
tre mi dad: fi la men tos nu me ro sos blan cos, cuya
lon gi tud no pasa de una mi tad más lar go que
los es tam bres; ova rio tu ber cu la do de as pec to
pe que ño, ao va do, es ca mo so con es pi nas y pe -
lu sa en sus axi las; fru tos ju go sos, pe que ños,
glo bu la res con ha ces de es pi nas ca du cas, se mi -
llas nu me ro sas, pe que ña, cur vas, ma rro nes o
negras.
Corryocactus ayacuchoensis Rauh & Backeb. *
246. 1958. (Stizungsber. Heidelberger Akad.
Wiss., Math.– Naturwiss. Kl.)
Plan tas erec tas con pro mi nen tes cos ti llas, 6
glo quí dios blan que ci nos, la cos ti lla es on dea da
has ta la par te de in ser ción de los glo quí dios
(areo la), con 10 a 15 es pi nas blan cas de 1 a 5
cm de lar go. Fru to re don do, ver de y car no so,
no pre sen ta el ari lo o ani llo blan que ci no, se mi -
llas dis per sas en gran can ti dad con es pi nas en -
tre 0.1 a 1.5 cm de lar go en el fru to
Corryocactus erectus (Backeb.) F. Ritter,
Kakteen in Südamerika 4: 1281. 1981.
Basónimo: Erdisia erecta Backeb.
Nom bre co mún: Chi na jahuac co llay.
Plan ta se mi pos tra da a erec ta, co lum nar del ga -
da, que pue de lle gar a 1 m de a sólo 3 cm de diá -
me tro; se ra mi fi ca de la base; ta llos co lor ver de,
con po cas cos ti llas, an gos tas; es pi nas de si gua les
flo res cer ca del ápi ce o la te ra les, co lor car -
106 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
mín–es car la ta, de 2,5 a 4 cm de
lar go; fru to baya ju go sa, de 2
cm, con abun dan tes se mi llas.
Dis tri bu ción: Cus co;
Urcos, Quis pi can chis, Pi sac,
Ollan tay tam bo y Uru bam ba,
en tre 3000 a 3500 m Cus co:
Uru bam ba: Mu yocc 2800 m.
Feb. 1947. C. Var gas.
Corryocactus squarrosus
(Vaupel) Hutchison,
Sukkulentenkunde7–8: 9.
1963. Basónimo: Cereus
squarrosus Vaupel
Nom bres co mu nes: Uyun -
qui, Accja–acc ja, Jum pusc coi
(Cuz co); Sonc con–ppui ño,
Cuhuin qui llo (Quis pi can chi)
Juis qui, Hui bis co (Uru bam -
ba), Añan huai, Chi na–jahuanc -
ko llai (Pau car tam bo).
Plan ta de ta llo ar ti cu la do,
de por te muy di ver so que en
oca sio nes al can za has ta más
de 2 m de alto; de 2.5 a 3 cm
de diá me tro; mar ca do de cos -
ti llas sa lien tes que for man 7 a
9 án gu los. Las areo las dis tan
en tre si unos doce mm y cada
una de ellas esta ar ma da con 9
a 10 es pi nas de co lor ama ri -
llo–cla ro, blan das en su base
cuan do tier nas, dis pues tas en
for ma ra dia da al re de dor de
una cen tral más gran de que
tie ne 20 a 25 mm de lar go. Flo -
res de 4 cm de lon gi tud, so li ta -
rias, con pe ri go nio com pues -
to de nu me ro sos seg men tos
de un her mo so co lor pun zó;
el tubo ver de de la flor es de
15 mm; es tam bres in clu sos,
es ti lo más lar go que los es tam -
bres y es tig ma 11 ra dia do. Fru -
to ovoi deo que lle va en sus
areo las es pi nas pe que ñas de
fá cil des pren di mien to en la
ma du rez; se mi llas muy me nu -
das, de co lor ne gruz co.
Área geo grá fi ca: Ju nín, Cus co:
Uru bam ba: Entre Pachar a Ollan -
ta. 3700 m. Jul. 1988 M. P. Nu -
ñez 9293. Pumahuanca, 3100m.
Mar. 1987. M. P. Nu ñez 7449.
Cylindropuntia (Eng.) Knuth,
Den Nye Kaktusbog.
Kobenhavn, Gyldendal. 102.
1930. Basónimo: Opuntia
subgen. Cylindropuntia
Engelm.
Flo res la te ra les.Pe ri car pe lo
glo bo so a pi ri for me, con aréo -
las que lle van glo qui dios, es pi -
nas y ho jas ci lín dri cas. Pe rian to
ro tá ceo, rosa, ama ri llo o blan -
co. Estam bres in clui dos. Esti lo
ob cla vi for me, es tig ma plu ri lo -
bu la do, so bre pa san do los es -
tam bres. Plan tas ar bus ti vas o
pe que ños ár bo les de ta llos ci lín -
dri cos, con ma me lo nes alar ga -
dos lon gi tu di nal men te, ar ti cu la -
dos al ra mi fi car se. Aréo las en el
ápi ce de los ma me lo nes, es pi -
nas cu bier tas por una vai na pa pi -
rá cea, ho ji tas ci lín dri cas, pe que -
ñas, ca du cas.
Espe cie tipo: Cylin dro pun tia
im bri ca ta (Haw.) Knuth, (Ce -
reus im bri ca tus Haw.).
Cylindropuntia rosea (DC.)
Backeb. Die Cactaceae 1:
197. 1958. Basónimo: Opuntia
rosea DC.
Plan ta vi go ro sa, de tron co
cor to, muy ra mo sa, 40 a 60
cm de alto; cla do dios alar ga -
dos, tu bércu los im bri ca dos,
poco pro mi nen tes; es pi nas de
6 cm, ama ri llas, di ver gen tes y
en tre la za das, cu bier tas por
una vai na pa pi rá cea; flo res co -
lor ro sa do, 4 cm de lar go; fru -
to ama ri llen to, es pi no so.
Oriun da de Que ré ta ro e Hi -
dal go, Mé xi co. Rose la re por tó
en el va lle del río Uru bam ba,
Cus co, a 3000 m; se en cuen tra
tam bién en Mo que gua, de
3300 a 3700 m. Cus co: Quis pi -
can chi: Entre Urpi can cha: Wa -
kar pay; 2130 m; 15 Nov. 2010
W. Ga lia no (fo tos)
El Antoniano 126 – Junio de 2014 107

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Ilustración 10. Cumulopuntia boliviana (Salm–Dyck) F. Ritter.
Ilustración 11. Corryocactus ayacuchoensis Rauh & Bac keb. *246. 1958. Foto: Jöel Lodé.
108 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
Ilustración 12. Corryocactus erectus (Bac keb) F. Rit ter. Foto: W. Ga lia no.
Ilustración 13. Corryocactus squarosus (Vaupel) Hutchinson. Foto: W. Ga lia no.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 109

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Cylindropuntia tunicata (Lehm.) F. M. Knuth,
Kaktus – ABC 126. 1936. Basónimo Cactus
tunicatus Lehm.
Nom bres co mu nes: Unqu yoc – quis ca;
Unqu yoc–ppa ta–quis ca, Atoc–huac ca chi
De as pec to muy va ria ble, al gu nas ve ces ra -
mo so des de la base y for man do an chos gru -
pos, otras con 5 a 6 dm de al tu ra con tron co le -
ño so, más o me nos de fi ni do y nu me ro sas ra -
mas la te ra les; ar ti cu la cio nes que se des ta can li -
bre men te, al gu nas ve ces cor tas casi glo bu la res
o es ca sa men te oblon gas de 10 a 15 cm de lar -
go, vi go ro sa men te tu ber cu la das; es pi nas ro -
jas; fre cuen te men te en nú me ro de 6 a 10 alar -
ga das, de 4 a 5 cm de lar go, cu bier tas con una
del ga da vai na tras lu ci da de fá cil des pren di mien -
to; flo res de 3 cm de lar go, ama ri llas; pé ta los
ob tu sos; ova rio a me nu do pro vis to de lar gas
es pi nas en las areo las, pero fre cuen te men te
des nu das, que tie nen 15 a 16 mm de diá me -
tro. Área geo grá fi ca; Tie rras al tas de Mé xi co
cen tral, tam bién Ecua dor y Nor te de Chi le
Re gis tro: Va lle del Uru bam ba, des de Pa char
has ta Urcos, 2800 a 3200 m. Flo re ce de oc tu -
bre a di ciem bre. Cus co: Uru bam ba: Char -
cahuay lla, 2 820 m., C. Var gas 7649.
Apli ca ción: Cul ti va do en los cer cos en con di -
cio nes de alam bra do para la pro tec ción de las
cha cras.
Nom bres co mu nes: Uncu yoc–quis ca y
Uncu yoc–ppa ta–quis ca, que sig ni fi ca es pi na
con ves ti do, ex pre sa la mis ma cua li dad que la
in di ca da por su nom bre téc ni co y Atoc–huac ca -
chi, que hace llo rar al zo rro, alu de a la im pre -
sión do lo ro sa que cau sa la hin ca du ra de sus es -
pi nas, las que de jan en la he ri da la vai na de que
es tán pro te gi das.
Epiphyllum Haworth, Synopsis plantarum
succulentarum ... 197. 1812. 13
Flo res in fun di bu li for mes, lar gas y del ga das,
la te ra les. Pe ri car pe lo con mu chas brác teas
trian gu la res agu das, del ga do. Tubo muy del ga -
do y lar go, con me nos brác teas que el pe ri car -
pe lo. Té pa los ex te rio res ver do sos, in te rio res
blan cos o ro jos. Estam bres en dos se ries, no
so bre pa san do el pe rian to, con fi la men tos lar -
gos. Esti lo ci lín dri co, blan co o co lo rea do, más
lar go que los es tam bres; es tig ma plu ri lo bu la -
do, con ló bu los li nea res. Ova rio glo bo so o alar -
ga do. Fru tos car no sos, glo bo sos u oblon gos,
con brác teas y es trías lon gi tu di na les, co lor
rojo púr pu ra, de li cues cen tes. Se mi llas ne gras
o cas ta ño os cu ro, gran des, cur vas. Embrión
con co ti le do nes lar gos, apla na dos. Plan tas epí fi -
tas, a ve ces con un tron co cen tral algo le ño so,
ci lín dri co; con ta llos com pri mi dos, o po cas ve -
ces trí go nos cuan do jó ve nes; con bor des cre -
na dos y aréo las en las de pre sio nes del mar gen.
Aréo las iner mes o con po cas es pi nas cor tas y
dé bi les. Ra ra men te con raí ces cau li na res.
Espe cie tipo: Epiphyllum phyllant hus (L) Ha -
worth (Cac tus phyllant husL).
Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw. Synopsis
plantarum succulentarum 197. 1812.
Basónimo: Cactus phyllanthus, Linnaeus.
Nom bre co mún: Paqui–paqui.
Plan ta por lo co mún epi fi ta, al gu nas ve ces te -
rres tre, de 6 a 8 m de lar go; con ra mas pla nas,
fre cuen te men te col gan tes o tre pa do ras de 40
cm de lon gi tud y 3 a 7 cm de an cho, de co lor
ver de bri llan te que a ve ces se tor nan ro ji zas;
pre sen tan una ner va du ra cen tral muy pro nun -
cia da y la te ra les de for ma pen na da que ter mi -
nan en las areo las, des pro vis tas de es pi nas. Las
ra mas jó ve nes son to men to sas en sus bor des.
Flo res lar ga men te pe dun cu la das, so li ta rias, de
20 cm de lon gi tud, con pe ri go nio tu bu lo so; los
seg men tos ex te rio res ama ri llos y los in te rio res
blan cos, no sien do ex tra ño que es tos úl ti mos
to men el co lor rojo de púr pu ra por in fluen cia
de la ra dia ción so lar; ova rio 5 mm de diá me tro
con es ti lo rojo vivo ti ran do a mo ra do y es tig ma
glo bo so, bi fur ca do y de co lor blan co. Fru to
una baya ovoi dea de as pec to se me jan te al del
pepino.
Área geo grá fi ca: Pa na má, Gua ya na in gle sa,
Bo li via y Bra sil.
Re gis tro: Cre ce apo ya do a los ár bo les, va lle
de San ta Ana, des de la ha cien da Sahua ya co has ta
Me dia Na ran ja, puen te de Ma chu pic chu, 900 a
2000 m. Flo re ce de oc tu bre a di ciem bre.
Apli ca ción: Cul ti va ble como plan ta de ador -
no por sus gran des y vis to sas flo res. Es bas tan -
te co mún en el va lle de San ta Ana, don de se de -
sa rro lla so bre ár bo les de ca cao, mi mo sas y
otras, o en las ren di jas de las ro cas, aso cia da a
va rias otras cac tá ceas. Cus co: La Con ven ción:
Ro sa rio Mayo 1000 m. R. Chá vez 284
Lobivia Britton et Rose, The Cactacea, 3: 49,
1922.
Flo res in fun di bu li for mes o acam pa na das,
cor tas, diur nas, na cien do de aréo las la te ra les.
Pe ri car pe lo y tubo cu bier tos por lar gos pe los
110 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
que na cen de las axi las de es ca -
mas más o me nos pe que ñas.
Té pa los ex te rio res ver do sos,
in te rio res blan cos a ama ri llos
y ro jos, a ve ces va ria bles en la
mis ma flor. Tubo a ve ces con
una “gar gan ta” muy di fe ren cia -
da. Estam bres a lo lar go del
tubo, más lar gos o más cor tos
que el es ti lo. Esti lo ci lín dri co.
Plan tas glo bo sas, po cas ve ces
ci lín dri cas cor tas, so li ta rias o
pro li fe ran tes, con cos ti llas o
con ma me lo nes alar ga dos, for -
man do cos ti llas in te rrum pi -
das, o dis pues tos en es pi ral.
Aréo las en las cos ti llas o en las
de pre sio nes en tre los ma me -
lo nes, con to men to cor to y es -
pi nas muy va ria bles en nú me -
ro, for ma y color.
Espe cie tipo: Lo bi via pent -
lan dii (Hook.) Brit ton et Rose
(Echi no cac tus pent lan dii Hoo -
ker). A lo lar go de la Cor di lle -
ra de los Andes, des de Perú,
Bo li via y nor te de Argen ti na
Lobivia hertrichiana Backeb.
Blätterfür Kakteenforschung
57, 15.1934
Cuer po sim ple, que pue de
for mar co lo nias, plan tas de
me nos de 10 cm de diá me tro;
cos ti llas 11 a 20; es pi nas lar -
gas; flor 6 cm de diá me tro, co -
lor rojo fue go, muy va ria ble.
Dis tri bu ción: Cus co: Vil ca no -
ta, Urcos, Ocon ga te, Pi sac,
Uru bam ba, Ollan tay tam bo,
Huam bu tio
Lobivia maximiliana (Heyder
ex A. Dietr.) Backeb. Ex
Rausch. Lobivia 1: 36. 1975
Basónimo: Echinopsis
maximiliana
Nom bres co mu nes: Aña -
pan cu, Ananp pan cu (Quis pi -
can chi) Kuru (Cus co).
Casi glo bu lar, cre ce en gru -
pos de 5 a 8 plan tas, cos ti llas
12 o más, pro fun da men te den -
ta das, areo las lle nas de lana
blan ca; po cas o nin gu na es pi -
na en plan tas cul ti va das; pero
en plan tas sil ves tres es pi nas
en gru pos de 6 a 9, ama ri llen -
tas, de 3 a 5 cm de lar go; flo -
res que se abren en la no che
como de 3 cm de lar go, el
tubo ver de de la flor cor to,
con pe que ñas es ca mas ve llo -
sas en las axi las, seg men tos
del pe rian tio ex ter no lan ceo la -
das, algo cor tos y an chos, agu -
dos de co lor rojo –sal món; es -
tam bres y pis ti lo ama ri llo–ver -
duz cos, cor tos, in clu so, pis ti lo
de 2.5 cm de lar go. Fru to una
baya con nu me ro sas se mi llas.
Área geo grá fi ca: De par ta -
men to de Apu ri mac Cus co y
Puno.
Re gis tro: Cre ce en la fal da
de los ce rros en las res que bra -
ja du ras de las ro cas. Muy ex -
ten di do en el de par ta men to,
va lle del Uru bam ba y que bra -
das ad ya cen tes, 2800 a 3500
m. Flo re ce de agos to a ene ro.
Apli ca ción: Sus fru tos de no -
mi na dos Sin kai–ruru, de sa -
bor azu ca ra do muy agra da ble,
son co mes ti bles. Cul ti va ble
como plan ta de ador no.
Dis tri bu ción: Espi nar, Cus -
co, 3800 m; lago Ti tica ca, La
Paz, Bo li via, a 4000 m
Lobivia maximiliana var. westii
(Hutchison) Rausch, Lobivia 1:
36. 1976. Basónimo: Lobivia
westii Hutchison.
Cuer po ces pi to so, 20×6
cm ver de os cu ro; cos ti llas 16
a 18, an gos tas; es pi nas 8, 1 a
2,5 cm de lar go, co lor paja o
ma rro nes; flor 7 cm de lar go,
del ga das, acam pa na das; tubo
flo ral alar ga do, 4 a 4,5 cm,
con pe los; sé pa los ro sa do–na -
ran ja, pé ta los na ran ja–do ra -
dos. Di fie re de la es pe cie en
las es pi nas más cor tas y las flo -
res más gran des. Dis tri bu -
ción: Apu rí mac, Cuz co: Ocon -
ga te, Si cua ni, 3500 m.
Opuntia Miller,Gard. Dict.
Abridg. ed. 4, 1754.Opuntia
subgénero Brasiliopuntia
Schumann, Mon. Cactac., 655,
1898. Brasiliopuntia (Sch.)
Berger, Entwick. Der Kakteen,
94, 1926.
Flo res ro tá ceas, ge ne ral -
men te en el bor de su pe rior
de los ar te jos jó ve nes. Pe ri car -
pe lo car no so, ver de, con aréo -
las que lle van glo qui dios y con
ye mas ve ge ta ti vas. Pe rian to
ama ri llo, ana ran ja do has ta ro ji -
zo. Estam bres más cor tos que
el pe rian to, ge ne ral men te irri -
ta bles. Esti lo ob cla vi for me,
más lar go que los es tam bres,
es tig ma plu ri lo bu la do. Ova rio
glo bo so o alar ga do. Fru tos car -
no sos, plu ri se mi na dos. Se mi -
llas con te gu men to duro, le ño -
so, ro dea das de un ari lo, a ve -
ces con pe los, de co lo res blan -
que ci nos has ta cas ta ño cla ro.
Plan tas ras tre ras, apo yan tes,
ar bus ti vas y has ta pe que ños ár -
bo les, ar ti cu la das, de ta llos
apla na dos. Aréo las siem pre
con glo qui dios, cuan do jó ve -
nes con ho jas pe que ñas, có ni -
cas, pron ta men te ca du cas y
espinas.
Opuntia ficus–indica (Linnaeus)
Mer. The Gardeners Dictionary:
eighth edition Opuntia No. 2.
1768. Basónimo: Cactus
ficus–indica L.
Nom bre co mún: Tuna.
Plan ta er gui da que en oca -
sio nes al can za has ta 5 m de al -
tu ra; ar ti cu la cio nes oval–
oblon gas de 3 a 5 cm de lar go,
ob tu sas en am bos ex tre mos y
con es pi nas cer do sas de la lon -
gi tud del to men to que las cu -
bre; ho jas sub u la das, ver des,
de 3 mm de lon gi tud; flo res
gran des fre cuen te men te de
El Antoniano 126 – Junio de 2014 111

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Ilustración 14. Epiphyllum pyllanthus. Haw.
Ilustración 15. Lobivia hertrichiana Bac keb.
112 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
Ilustración 16. Lobivia maximiliana (Heyder ex A. Dietr.) Bac keb. ex Rausch. Foto: W. Ga lia no.
Ilustración 17. Lobivia maximiliana var. westti (Hutchinson) Rausch. Foto: W. Ga lia no.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 113

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Ilustración 18. Opuntia pestifer Brit ton & Rose. Fo tos:
Ilustración 19. Opun tia ficus–indica (Linnaeus) Mer. Fo tos: W. Ga lia no.
114 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
Ilustración 20. Rseudorhipsalis ramulosa (Salm–Dyck) Bart hlott.
Ilustración 21. Rhipsalis cassytha Goertner.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 115

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
co lor ama ri llo–cla ro, de 7 a 10 cm de an cho;
ova rio de 5 cm de lar go; fru to ama ri llo–ro ji zo
o ver de de 5 a 9 cm de lar go, con una mar ca da
de pre sión um bi li cal.
Área geo grá fi ca: Ori gi na ria de la Amé ri ca
me ri dio nal; se le cul ti va en va rios pun tos del
sur de Eu ro pa. Reg.: Cul ti va do en casi to das las
pro vin cias del de par ta men to par ti cu lar men te
en Pa ru ro, de don de se im por ta al mer ca do de
la ciu dad.
Apli ca ción: Sus fru tos de sa bor azu ca ra do
son co mes ti bles y muy apre cia dos en la lo ca li -
dad. Se dis tin guen dos va rie da des; una de fru -
tos de co lor ver de, muy ju go sa y la otra ama ri -
llo–ro ji za, más gran des, ha ri no sa y me nos agra -
da ble al pa la dar.
Esta es pe cie pa re ce ser seu do–es pon tá nea en
el de par ta men to, pues tan to esta como las de no -
mi na das Kita–tu nas, tuna sil ves tre y Mon te–tu -
nas, tuna del va lle, vi ven tan solo en la pro xi mi -
dad de las vi vien das y lu ga res po bla dos. El nom -
bre de Tuna es de ori gen me xi ca no, no se le co -
no ce si no ni mia al gu na en que chua.
Cus co: Quis pi can chi: Entre Lu cre y Hua ro
3200m. Ga lia no Oct. 2005. Ga lia no (Foto).
Opuntia pestifer Britton & Rose, The
Cactaceae; descriptions and illustrations of
plants of the cactus family 1: 217, f. 281.1919.
Ta llo erec to y rí gi do, al can za una al tu ra de 3
dm ar ti cu la cio nes de fá cil frac tu ra, er gui das y
as cen den tes, ci lín dri cas o li ge ra men te apla na -
das de 3 a 12 cm de lar go, 5 cm de an cho, pul -
ve ru len to, fuer te men te tu ber cu lo so, con li ge -
ros re plie gues lu na res en tre las os cu ras areo -
las; ho jas pe que ñas, areo las sa lien tes, lle nas de
un to men to par do en tre mez cla do con lar gos
pe los re ti cu la dos de co lor blan co; es pi nas 4 a 8
en las ar ti cu la cio nes jó ve nes y en ma yor nú me -
ro en las an ti guas, aci cu la res, ama ri llas, de dos
o me nos cm de lar go; glo quí dios nu me ro sos,
cor tos, ama ri llos que se de sen vuel ven tar dia -
men te, fru to glo bu lar, de 5 cm de diá me tro,
des nu do en su par te in fe rior y con es pi nos en
la su pe rior.
Área geo grá fi ca: Indu da ble men te de am plia
dis tri bu ción por que las ar ti cu la cio nes son fá cil -
men te des pren di bles como para bro tar bas tan -
te le jos. Cen tro y Sur del Perú.
Re gis tro: Cre ce en las ren di jas de las ro cas.
Va lle de San ta Ana, pa ra je de la cal za da y la ha -
cien da Ma ca man go, a 1050 m Poco abun dan te
en el va lle.
Pseudorhipsalis Britton & Rose, The Cactaceae;
descriptions and illustrations of plants of the
cactus family 4: 213.1923.
Epí fi tos, oca sio nal men te li to fi ti cos, ar bus ti -
vos con ta llos ar quea dos y re don dea das en la
base. Los pri me ros seg men tos son re don dea -
dos al prin ci pio, des pués apla na do y for ma de
hoja, con mues cas mar gi nal men te. Sin es pi -
nas. Flo res de cor to em bu do o gi rar, abier to
du ran te el día, de co lor blan co o blan co ama ri -
llen to, 7 a 35 mm de lar go, tu bos flo ra les bre -
ves pero cla ra; pe ri car pe los y tubo flo ral con
una pe que ña es ca la al gu nos. Fru tos ba yas,
ovoi de a glo bo so, blan que ci no, a me nu do te ñi -
do de púr pu ra, de 10 mm de lar go, más o me -
nos des nu dos. Se mi llas ovoi des, de co lor ma -
rrón os cu ro, liso, con los hoyos.
Pseudorhipsalis ramulosa (Salm–Dyck)
Barthlott, Bradleya; Yearbook of the British
Cactus and Succulent Society 9: 90.1991.
Basónimo: Cereus ramulosus Salm–Dyck
Plan tas ar bus ti vas, li bre men te ra mi fi ca ción
ba sal. Ta llos pri ma rios con base re don dea da,
de 70 cm de lar go, 2 a 5 mm de an cho, apla na -
do, a me nu do pe lu da en la base. Ta llos se cun -
da rios que se plan tean en cua tro o cin co fi las
de la par te re don dea da de los ta llos pri ma rios,
re don dea do ba sal men te, api cal men te apla na -
da, a me nu do más ra mi fi ca do, lan za en for ma
de li neal, ro ji zo al prin ci pio, des pués ver de, 10
a 25 cm de lar go, a 2 cm de an cho. Las flo res
sue len te ner por se pa ra do, in de pen dien te,
más o me nos, al ter nas, cre ma de co lor ro sa do
o ver de, 7 a 12 mm de lar go, 10 a 14 mm de
diá me tro. Fru tos ovoi des, de co lor blan co a ro -
sa do blan co trans lú ci do, 4.8 mm de largo.
Dis tri bu ción geo grá fi ca.: am plia men te dis tri -
bui do en todo el ran go del gé ne ro, en Mé xi co,
Gua te ma la, Be li ce, Hai tí, Ja mai ca, El Sal va dor,
Hon du ras, Ni ca ra gua, Cos ta Rica, Co lom bia,
Ecua dor, Ve ne zue la, Perú, Bra sil y Bo li via.
Cus co: Uru bam ba: San tua rio His tó ri co de Ma -
chu pic chu. Pro yec to Amplia cion del in ven ta rio flo -
rís ti co del SHM:2 151 m 21 Oct.20001. W. Ga lia -
no y A. Tupayachi 4775
Rhipsalis Gaertner. De Fructibus et Seminibus
Plantarum. 1: 137. 1788.
Flo res ac ti no mor fas, pe que ñas, una o más
por aréo la. Pe ri car pe lo gla bro, con muy po cas
es ca mas, hun di do o no en la aréo la. Pe rian to
ro tá ceo, con las pie zas uni das por la base en
116 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
un cor to tubo; las pie zas ex te -
rio res se pa loi des, car no sas,
las in te rio res pe ta loi des, de li -
ca das. Ova rio glo bo so. Estam -
bres in ser tos en el tubo o cer -
ca de la base de los té pa los; an -
te ras or bi cu la res; fi la men tos
del ga dos. Esti lo ci lín dri co,
adel ga za do en la base, con
sólo 4–5 ló bu los es tig má ti cos
erec tos o re vo lu tos. Fru tos
car no sos, mu ci la gi no sos, con
el pe rian to mar chi to per sis ten -
te. Se mi llas pe que ñas, con te -
gu men to blan do. Embrión
con co ti le do nes fo liá ceos.
Plan tas epí fi tas o sa xí co las, de
ta llos erec tos, pén du los o rep -
tan tes; ar ti cu la dos o no; poco
has ta muy ra mi fi ca dos. Artícu -
los ci lin droi des, apla na dos, fo -
liá ceos o trí go nos, a ve ces di -
mor fos. Aréo las iner mes o
acu lea das, con to men to la no -
so y pro te gi das o no por una
brác tea es ca mo sa. Raí ces aé -
reas a lo lar go del ta llo pre sen -
tes o ausentes.
Rhipsalis baccifera (J. S.
Mueller) Stearn, Cactus
Journal [Croydon] 7(4):
107. 1939. Basónimo:
Cassytha baccifera J.S.
Muell
Plan ta epí fi ta, 1 a 4 m de lar -
go; ra mi fi ca ción api cal–ver ti ci -
la da, ra mas ci lín dri cas, del ga -
das, ver de–gris, 15 a 50 cm de
lar go, 3 a 5 mm de diá me tro,
sin es pi nas; flo res blan que ci -
nas, 5,5 mm de lar go, en gran
nú me ro a lo lar go de los ta -
llos; fru tos como ba yas tras lú -
ci das blan cas o ro sa das, con
res tos del pe rian to. Dis tri bu -
ción: Amé ri ca, Áfri ca, Sri Lan -
ka, Ma da gas car. Perú: Huá nu -
co, Ca ja mar ca, Ama zo nas y
Cus co.
Cus co: La Con ven ción: Qui lla -
bam ba, Man dor. 16 Oct.1987
M. P. Nu ñez 8250
Rhipsalis floccosa subsp
tucumanensis (F.A.C. Weber)
Barthlott & Taylor, Bradleya;
Yearbook of the British
Cactus and Succulent Society
13: 57. 1995. Basónimo:
Rhipsalis tucumanensis F.A.C.
Weber.
Plan ta epí fi ta, ra mi fi ca ción
api cal–ver ti ci la da, seg men tos
ci lín dri cos, del ga dos, 25 cm
de lar go, 5 a 6 mm de diá me -
tro; areo las hun di das, la no sas,
sin cer das; flo res blan cas, 18
mm; re cep tácu lo den tro de la
areo la; fru tos blan co–ro sa dos
a ro jos, 10 mm, es fé ri co–apla -
na dos. Dis tri bu ción: Argen ti -
na, Bo li via y Perú: Ju nín;
Cus co. La Con ven ción, Sta.
Ana, Coll pa ni Chi co: A. Ro drí -
guez (Foto) nue vo re gis tro
Rhipsalis cassytha Goertner,
De Fructibus et Seminibus
Plantarum. . . . 1: 137–138, pl.
28, f. 1. 1788.
Plan ta epí fi ta o te rres tre, de
raí ces aé reas, es par ci das, con
lar gas ra mas col gan tes que a
ve ces al can zan 1.50 m de lon -
gi tud, de co lor ver de pá li do o
ver de os cu ro se gún su ex po si -
ción a la luz so lar; ra mi fi ca cio -
nes ver ti ci la das en nú me ro de
2, 3 y 4; las ra mas prin ci pa les
ro bus tas de 6 a 8 mm de diá -
me tro, al gún tan to an gu lo so
en la ve jez; flo res so li ta rias
que na cen de las areo las de las
ra mas jó ve nes con pe dúncu -
los ama ri llen tos o ro ji zos; pe ri -
go nio de for ma ra dia da de 8
mm de diá me tro, de co lor
blan co mar fil, los seg men tos
ex te rio res un tan to ama ri llen -
tos; ova rio de 4 a 5 mm de lar -
go y 2.5 de diá me tro, es ti lo
con es tig ma di vi di do; fru tos
glo bu la res y li ge ra men te
oblon gos, de 8 mm de lar go,
as pec to al pa re cer ce ro so y co -
lor ro sa do que pasa al rojo.
Área geo grá fi ca: Flo ri da, Mé -
xi co, Amé ri ca Cen tral, Anti llas,
Pa na má has ta las Gua ya nas,
este y sur del Bra sil, Co lom bia,
Ecua dor, Bo li via y Cei lán, tam -
bién en el Áfri ca tro pi cal.
Cus co: La Con ven ción
Dist. Sta. Ana, Ha cien da Huad -
qui ña. J: West 8011 MO.
Huad qui ña 1500 m 22 Sep
1936 Ja mes West 8045.
Re gis tro: Cre ce en los ár bo -
les, a ve ces so bre el ca cao, en
ejem pla res ais la dos o en las res -
quebrajaduras de las rocas piza -
rro sas, en gru pos de 4 o 5. Va lle
de San ta Ana, des de la con fluen -
cia del Yanatile con el Uru bam ba
hasta la hacienda Man dor, 900 a
1100 m. Flo re ce de ju nio a di -
ciem bre, qui zás todo el año
Samaipaticereus Cárdenas
Cactus and Succulent Journal
24: 141. 1952.
Cac tos co lum na res ar bó -
reos, con ra mi fi ca ción des de
la base, 4 a 9 cos ti llas agu das;
areo las agu das; blan que ci nas.
Flo res nu me ro sas cer ca a la
pun ta de las ra mas; pe rian to
es ca sa men te fu ne li for me, el
tubo le ve men te cur va do con
es ca mas car no sas, pe los y cer -
das, los té pa los ex ter nos más
lar gos que los an te rio res; es -
tam bres en dos ver ti ci los, con
fi la men tos del ga dos; ova rios
glo bo sos, ver de, con es ca mas
car no sas cor tas, en la pun ta
pe los ca fés y es ca sas cer das fla -
ge li for mes. Fru to glo bo so,
trun ca do en el ápi ce y dehis -
cen te la te ral men te, pul pa
rojo ana ran ja do y se mi llas café
negruzcas.
Samaipaticereus corroanus
Cárdenas, Cactus and
Succulent Journal 24: 141, f.
82–85. 1952
Cac tus co lum nar, 3 a 5 m de
al tu ra, ta llos del ga dos, va rios,
El Antoniano 126 – Junio de 2014 117

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Ilustración 22. Rhipsalis baccifera (J. S. Muell.) Stearn.
Ilustración 23. Rhipsalis floccosa subsp. tucumanensis (F. A. C. We ber) Bart hlott & N. P. Tay lor. Foto: A. Rodriguez.
118 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
Ilustración 24. Samaipaticereus corroanus Cárdenas. Fotos: H. Huaylla, MOBOT.
Ilustración 25. Selenesirecus grnadiflorus (L.) Brit ton & Rose.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 119

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
Ilustración 25. Trichocereus cuzcoensis, Brit ton et Rose. Foto: W. Ga lia no.
Ilustración 23. Waskar Q’ente patagonagigas (Trochilidae) so bre Trichocereus cuzcoensis. Foto: J. Pa che co.
120 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Especies de la familia Cactaceae
es ca sa men te ra mi fi ca do des de
cer ca de la base, 4 a 5 cos ti llas,
de co lor ver de pá li do, areo las
12 a 15 mm dis tan te, es ca sa -
men te fiel tro; es pi nas aci cu la -
res, cor to (3 a 4 mm), ne gruz -
ca, 6 a 10; flo res en la de pun ta
de las ra mas, una de cada aréo -
la, más nu me ro sos, fu ne li for -
me, 3 a 4 cm de lar go; es ca mo -
sa tubo, es ca mas lan ceo la das,
ape nas im bri ca das, sub ten di do
por cor to, ri za do, pelo ma rrón,
seg men tos in te rio res sin es pi -
nas am plia men te lan ceo la das
de co lor blan co ver do so a ro sá -
ceo, ex te rior opa co, os cu ro car -
me sí–ma rrón, pro ba ble men te
noc tur na; pe que ño (3 cm) fru -
to ovoi de, in dis tin ta men te de
cru ce ría, te nien do más bien po -
cos, es ca mas acu mi na dos, es ca -
sa men te pi lo sas ; pul pa ape nas
ju go sas, ama ri llas; se mi llas nu -
me ro sas, ne gro, bri llan te; res -
tos de la flor de apos ta sía por el
abor to por la di vi sión abier ta en
el lado en la ma du rez.
Dis tri bu ción en el Va lle del
Uru bam ba des de arri ba San ta
.Ma ria (cer ca a 1300 m) por de -
ba jo de Sta. Ana (1.000 m). Pue -
de ser idén ti ca a las es pe cies re -
co gi das por Erdis en 1915, cer ca
de Pumachaca (1.500 m) Cus co:
La Con ven ción dis tri to San ta
Ana, Qui lla bam ba; 1000 a 1300
m 23 Sep 1936, Ja mes West
7200. Ro sa rio Mayo. Bos que
seco ca du ci fo lio; 1000 m 16 Oct
1968 R. Chávez 310.
Selenicereus (A. Berger)
Britton & Rose Contributions
from the United States
National Herbarium 12(10):
429. 1909. Basónimo: Cereus
subsect. Selenicereus A.
Berger
En su ma yo ría más o me nos
ras tre ros, a di fe ren cia de Hylo -
ce reus con los ta llos por lo ge -
ne ral no trian gu la res, di ver sa -
men te aca na la do, es tria do o
en án gu lo; flo res alar ga das, po -
li ni za das por Esfín gi dos, con
brác teas poco vi si bles.
Selenicereus grandiflorus (L.)
Britton & Rose, Contributions
from the United States
National Herbarium 12(10):
430. 1909. Basónimo: Cactus
grandiflorus L.
Son tre pa do ras epí fi tas o sa -
xí co las; con ta llos acos ti lla dos
o an gu la dos, pro du cien do raí -
ces aé reas; aréo las ge ne ral -
men te con es pi nas, cer das y
tri co mas. Flo res gran des, in -
fun di bu li for mes, noc tur nas;
po li ni za das por las ma ri po sas
noc tur nas. Tubo re cep ta cu lar
con es ca mas y aréo las con es -
pi nas, cer das y tri co mas; par -
tes pe ta loi des del pe rian to
blan cas; es tam bres nu me ro -
sos, in ser tos en la gar gan ta del
tubo re cep ta cu lar; es ti lo exer -
to, lo bos del es tig ma nu me ro -
sos. Fru tos ovoi des o glo bo -
sos, car no sos, ro jos, aréo las
con es pi nas, cer das y tri co -
mas; se mi llas negras
Cus co: La Con ven ción: Echa -
rate, Las Mal vi nas; 18 Sep. 1997
M. P. Nu ñez et al 18 997, 20 735
Trichocereus (Berg.)
Riccobono, Bollettino delle r.
Orto Botanico e Giardino
Coloniale di Palermo 8: 236.
1909.
Flo res de más de 10 cm de
lar go, in fun di bu li for mes, algo
acam pa na das, noc tur nas o
diur nas, na cien do de aréo las
api ca les o la te ra les más o me -
nos su pe rio res. Pe ri car pe lo
con brác teas trian gu la res más
o me nos grue sas, que lle van
abun dan tes pe los en sus axi -
las, los que no de jan ver la epi -
der mis. Pe rian to con tubo
algo me nos pi lo so; pie zas ex -
te rio res car no sas, in te rio res
El Antoniano 126 – Junio de 2014 121

Washington Galiano Sánchez, Carlos Ostolaza N., M. Percy Núñez V.
pe ta loi des, blan cas, ro sa das, ro jas o ama ri llas.
Esti lo ci lín dri co, más cor to que los es tam bres.
Estam bres en dos se ries, una in fe rior que co -
mien za lue go de un pe que ño es pa cio li bre so -
bre el ova rio, y otra me nos nu me ro sa en un
ani llo en la fau ce flo ral. Fru tos glo bo sos o elip -
soi des, la no sos, dehis cen tes y con el pe rian to
mar chi to per sis ten te o no. Se mi llas cas ta ño os -
cu ro o ne gras. Plan tas de ta llos ci lín dri cos, ar -
bó reas, o ras tre ras a as cen den tes, o erec tas.
Cos ti llas con ti nuas, con aréo las que lle van
abun dan te to men to y espinas.
Las es pe cies de este gé ne ro se dis tri bu yen
des de Ecua dor al nor te de Chi le y Argen ti na,
Trichocereus cuzcoensis, Britton et Rose.
The Cactaceae; descriptions and
illustrations of plants of the cactus family
2: 136. 1920.
Nom bre co mún: Jahuackollai, Gi gan tón.
Plan ta alta, de 5 a 6 m de al tu ra, con po cas ra -
mi fi ca cio nes, al gu nas ra mas muy ex ten di das,
cuan do tier nas son de un co lor ver de–cla ro; 7
u 8 cos ti llas, ba jas y re don dea das; areo las con
2 a 2.5 cm de dis tan cia; nu me ro sas es pi nas,
por lo ge ne ral en nú me ro de 9, muy grue sas, rí -
gi das; flo res de 17 cm de lar go, noc tur nas, aun
cuan do al gu nas ve ces per ma ne cen abier tas du -
ran te la ma ña na, fra gan tes y pron tas a mar chi -
tar se; el tubo ver de de la flor de 6 a 7 cm de lar -
go, los seg men tos in te rio res del pe rian tio
oblon gos, blan cos de 7 a 8 cm de lar go; fi la -
men tos dé bi les, de cli nan do en la par te baja de
la gar gan ta; es ti lo de 12 cm de lar go con nu me -
ro sos es tig mas ra dia dos; las es ca mas en el ova -
rio y en el tubo de la flor pe que ñas; que lle van
un me chón de pe los, ne gros, en sus axi las. El
fru to es una baya ao va da de 4 cm de lar go y cm
de diá me tro, ama ri llo, ater cio pe la do, cu bier to
de polvo.
Re gis tro: Cre ce en las que bra das de todo el
de par ta men to, va lles del Uru bam ba, Apu ri -
mac y Pau car tam bo, 2800 a 3400 m flo re ce en
se tiem bre a fe bre ro.
Apli ca ción: Pro du ce una gran can ti dad de
goma lla ma da No pal. Esta ma te ria se mez cla
en Cus co como su ce dá neo de la cola, mez clán -
do lo con yeso para el blan queo de vi vien das.
Se cul ti va tam bién en el pe rí me tro de las cha -
cras para la for ma ción de cer cos vi vos y fi nal -
men te, sus fru tos de no mi na dos Ppesc ce–man -
ca (her vi do de qui nua) o ppa ta–nuca son co -
mes ti bles.
DISCUSIÓN
Se re gis tran para la cuen ca Vil ca no ta – Uru bam -
ba de la Fa mi lia Cac ta ceae: 25 es pe cies per te ne -
cien tes a 16 Gé ne ros, 02 es pe cies en dé mi cas: Ce -
reus vargasianus Cárdenas, Corr yo cac tus erec tus
(Bac keb.) F. Rit ter. De las 13 es pe cies con si de ra das
por He rre ra (1936) se in cre men tan 12 es pe cies:
Aus trocy lin dro pun tia floc co sa (Salm–Dyck) F. Rit ter,
Austrocylindropuntia lagopus (K. Schum.) I. Crook,
J. Arnold & M. Lowry, Corr yo cac tus aya cu choen sis
Rauh & Bac ke, Corr yo cac tus erec tus (Bac keb.) F. Rit -
ter, Cumulopuntia boliviana (Salm–Dyck) F. Rit ter,
Cylindropuntia rosea (DC.) Bac keb. Lo bi via her tri -
chiana Bac keb., Lobivia maximiliana var. westii (Hut -
chi son) Rausch, con los re gis tros nue vos para la flo -
ra sur pe rua na: Pseu dor hip sa lis ra mu lo sa
(Salm–Dyck) Bart hlott, Rhipsalis floccosa sub sp tu -
cumanensis (F.A.C. We ber) Bart hlott & Tay lor y Sa -
mai pa ti ce reus co rroa nus Cár de nas re gis tro de gé ne -
ro y es pe cie nue va para la flo ra pe rua na.
REFERENCIAS
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endémica del Perú. Re vis ta Pe rua na de Bio lo gía, 13: 193 – 219.
—Betanzos, J. (1880). Suma y na rra ción de los Incas que los in dios lla -
man Ca pac–cuna, que fue ron se ño res de la ciu dad del Cuz co y de
todo lo a ello su je to. Ma drid.
—Bra ko, J. & L. Za ruc chi. (1993). Catálogo de las Angiospermas y Gim -
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Turczaninowia 5 (2) 26 – 31.
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rampoa Group”. Cact. Syst. Init. 9: 8 – 12.
—Herrera, F. L.(1923). Las Cac tá ceas de los al re de do res de la ciu dad
del Cus co. Rev. Chi le na de His to ria Na tu ral. Tomo 28: 31 – 38
—He rre ra, F. L. (1924). Las cac tá ceas de los al re de do res de la ciu dad
del Cuz co. Rev. Uni ver si ta ria Nº 44: 48 – 54. UNSAAC. Cus co.
—Herrera, F.L. (1936). Cactáceas del departamento del Cuzco, Rev.
de Cien cias Nº 417: 3 – 20.
—Hunt, D. (1999). CITES Cactaceae checklist.Royal Botanic Gardens
Kew & International Organization for Succulent Plant Study (IOS).Re -
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—Hunt, D.R. & J. Iliff (2000). Futher justification. Cact. Syst. Init 10: 8.
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Suecia.
—Pin, Ana B. (1993). Nota so bre dos es pe cies de Brasiliopuntia (cac ta -
ceae): B. schulzii y B. bra si lien sis Rojasiana 4 (2): 144 – 163.
—Doweld, A. (2002). Airampoa Turzaninowia 5 (2): 28 – 31.
—Molina, E. (2014). Geografía del Cusco. 295 pp. Aquarela Grafica
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—Ostolaza, C. (2012). Cactáceas del Cusco. Que po 26: 47 – 62.
—Ostolaza, C. (2012). 101 Cac tus del Perú. MINAM.
—Señoret, F. y, J. P. Acos ta. 2013. Guía de Campo Cactáceas Nativas
de Chi le. CORMA.
—Yacovleff, E. & F. L. He rre ra. (1934). El mun do ve ge tal de los an ti guos
peruanos. Re vis ta del Mu seo Na cio nal 3: 243 – 322 p.
122 El Antoniano 126 – Junio de 2014

DERECHO GENÉTICO EN EL PERÚ
—LA NECESIDAD DE UNA REGULACIÓN ESPECIAL—
l De re cho Ge né ti co en es tos úl ti mos tiem -
Epos sur ge como una res pues ta a los avan ces
de la cien cia y de tec no lo gía, a la ne ce si dad de
de ter mi na ción de la éti ca que fun da men ta los
prin ci pios a se guir a fin de no vul ne rar la esen -
cia so cial, nace de la re la ción ius–gen fi jan do las
pau tas para la apli ca ción de las téc ni cas bio ge -
né ti cas.
No ha pa sa do mu cho tiem po para que en nues -
tros tri bu na les se es tén dis cu tien do te mas vin cu la -
Kathie Rodríguez Ayerbe 1
dos a las téc ni cas de pro crea ción asis ti da, las que
aún no se en cuen tran re gu la das por una ley es pe -
cial pese a que se prac ti can en nues tro país hace va -
rios años. Le ja nas son las épo cas en que en el Perú
se creía, erra da men te, que los te mas vin cu la dos a
la ge né ti ca no eran de in te rés para el De re cho, sin
em bar go, como ve mos, en nues tros tri bu na les ya
se están presentando procesos vinculados a las técni
cas de pro crea ción asis ti da por lo que es ne ce sa -
ria su re gu la ción es pe cial.
1 Doc to ra. Do cen te de la Escue la de Post Gra do de la Uni ver si dad Na cio nal de San Anto nio Abad del Cus co.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 125

Kathie Rodríguez Ayerbe
EL DERECHO GENÉTICO
El De re cho no ha ca mi na do a la par con el de sa -
rro llo de la cien cia, no ha se gui do el rit mo im pues -
to por el avan ce de la cien cia, hoy en día una de las
cien cias que in flu ye de ma ne ra de ter mi nan te en el
De re cho es la cien cia mé di ca, en tre ellos la bio lo -
gía ha de ter mi na do el ini cio de la vida hu ma na, el
mo men to del na ci mien to, el de la muer te de una
per so na y la in ves ti ga ción ne ga ti va de la pa ter ni -
dad, la ci ru gía, los tras plan tes de ór ga nos, la ade cua -
ción de sexo, la pro creá ti ca o re -
pro ge né ti ca, las téc ni cas de re pro -
duc ción asis ti da, la in ge nie ría ge né -
ti ca y la in ves ti ga ción del ge no ma
humano, a su vez la genética ha
aportado la determinación
biológica de la paternidad.
El De re cho, a tra vés de una
coor di na ción éti ca–im pe ra ti va, re -
gu la la vida hu ma na re cu rrien do al
au xi lio de las de más cien cias a fin
de crear un mar co efi cien te de
pro tec ción a la persona.
La ge né ti ca, es la cien cia en car -
ga da de es tu diar la he ren cia bio ló -
gi ca, es de cir, la trans mi si bi li dad de
los ca rac te res mor fo ló gi cos y fi sio -
ló gi cos de generación en
generación.
La in ge nie ría ge né ti ca, es aque -
lla cien cia que se di ri ge al es tu dio,
tra ba jo y mo di fi ca ción del ma te rial
ge né ti co (ADN) en los or ga nis -
mos vi vos. Su fi na li dad es me jo rar
las con di cio nes de vida y las fun cio -
nes biogenéticas del hombre.
Con cep tos que nos ha cen pre -
ver el ín ti mo nexo en tre el De re -
cho y la ge né ti ca. Ambos es tu dian
al hom bre y a la vida. El pri me ro,
su vida de re la ción; el se gun do,
sus me ca nis mos de vida. Estos
pos tu la dos nos dan la idea que “Si
el de re cho re gu la las re la cio nes hu ma nas an tes de
na cer, en vida y des pués de la muer te, y la ge né ti ca
“El Derecho, a
través de una
coordinación
ética–imperativa,
regula la vida
humana
recurriendo al
auxilio de las
demás ciencias a
fin de crear un
marco eficiente
de protección a
la persona.”
ana li za los lí mi tes de la vida y la muer te como nun -
ca has ta aho ra, el encuentro entre ambos resulta
inevitable”
La mo der ni dad so cial y cien tí fi ca, acom pa ña da
de la apli ca ción co ti dia na y téc ni ca de la ge né ti ca a
las necesidades de las personas, han determinado
una evo lu ción prác ti ca del De re cho. La ge né ti ca ha
mar ca do una in fluen cia tal que el De re cho ha vis to
caer mu chos de sus dog mas y pos tu la dos como
consecuencia del avance de la ciencia biológica.
A pe sar que la in fluen cia de la ge né ti ca en el ser
hu ma no cuen ta ya con va rias dé ca das, el tema si -
gue sien do no ve do so, aún para el De re cho, el que
si bien se ha en car ga do de fi jar mu chas pau tas le ga -
les to man do como base los prin ci pios de esta cien -
cia a la fe cha debe reor de nar sus es truc tu ras y pos -
tu la dos. Son mu chos los es tu dios, las obras, las le -
yes y la ju ris pru den cia que so bre ma te ria ge né ti ca
exis te, lo que ame ri ta ha blar aca dé -
mi ca men te de un De re cho Ge né -
ti co, al que es ne ce sa rio do tar le
de un es que ma y me to do lo gía de
desarrollo adecuado para su aplica -
ción. En este sen ti do, pro po ne -
mos el mar co teó ri co so bre el
cual se edi fi ca ju rí di ca men te el De -
re cho Ge né ti co y que a su vez nos
sirva para ubicarnos en el tema
tratado, a fin de deslindar posibles
confusiones.
El De re cho Ge né ti co como tal
es re cien te. En una pri me ra eta pa
se le con si de ró como un De re cho
de ex cep ción apli ca ble sólo a los
se res hu ma nos, en lo per ti nen te a
su iden ti dad a efec tos de de ter mi -
nar los ne xos de pa ter ni dad. Lue -
go am plió su ám bi to de apli ca ción
a las téc ni cas de re pro duc ción hu -
ma na asis ti da, sien do pos te rior -
men te uti li za do para ce ñir los prin -
ci pios del ini cio de la vida hu ma na.
La in te gri dad hu ma na se vio for ta -
le ci da por las nue vas orien ta cio -
nes que otor ga la ge né ti ca. El De -
re cho Ge né ti co sur ge como una
res pues ta a los avan ces de la cien -
cia y la tec no lo gía, así como a la ne -
ce si dad de de ter mi na ción de la éti -
ca que fun da men ta los prin ci pios a
se guir a fin de no vul ne rar la esen -
cia so cial. De esta ma ne ra, el De re cho Ge né ti co
nace de la re la ción ius–gen fi jan do las pau tas para la
apli ca ción de las téc ni cas biogenéticas.
Inclu so, esta rama es pe cia li za da del De re cho ha
sido afi lia do al tér mi no Bioé ti ca. Sien do el caso
que, como re fie re Luis Gui ller mo Blan co, si bien
no po de mos ne gar le que la bioé ti ca es una dis ci pli -
na cos mo po li ta, un fe nó me no cul tu ral, un mo vi -
mien to so cial y un es ti lo in te lec tual no es me nos
cier to que, dada su na tu ra le za emi nen te men te in -
126 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Derecho genético en el Perú
ter dis ci pli na ria, el con tex to nor -
ma ti vo de la bioé ti ca no es sólo
éti co-fi lo só fi co, sino tam bién ju rí -
di co, cons ti tu yen do el bio de re -
cho o bio ju rí di ca, una di men sión
in sos la ya ble para con fi gu rar la
bioé ti ca, en la cual el de re cho no
se li mi ta a rea li zar un sim ple apor -
te o con tri bu ción, sino que su rol
es dar una respuesta jurídica. De
esta ma ne ra, es cla ro que el bio -
de re cho im por ta la ins ti tu cio na li -
za ción ju rí di ca de la bioé ti ca, en
otras pa la bras el pri me ro es par -
te in te gran te del se gun do. Por
ello, no co rres pon de efec tuar
una di co to mía en tre De re cho y
bioé ti ca ya que esta par cia li za -
ción atenta contra la naturaleza
interdisciplinaria de la bioética y
que puede conducir a marginar
al Derecho de su ámbito lo que a
nadie beneficia.
Es de ad ver tir que en la bi blio -
gra fía com pa ra da es pe cia li za da
no exis te to da vía uni for mi dad en
la uti li za ción de la de no mi na ción
De re cho Ge né ti co, mien tras
que en la bi blio gra fía na cio nal
exis te una tendencia más o
menos uniforme.
En cuan to a la de fi ni ción po -
dría mos dar dos de fi ni cio nes
acer ca del De re cho Ge né ti co.
– Una ge ne ral o am plia, en la que
entenderíamos que el Derecho
Ge né ti co es la rama del De re -
cho que regula el desarrollo de
la ciencia genética y su influencia
so bre el ser hu ma no. Es de cir,
se en car ga de es tu diar y nor mar
todas aquellas actividades técnicas
o cien tí fi cas re la cio na das
con la composición génica del
hombre.
– Una especial o dirigida, mediante
esta, definiríamos al Derecho
Genético la se encarga de regular
la in fluen cia de la procreática,
la genómica y la transcriptómica
en el ser hu ma no. La li mi ta ción
de esta última definición está
dada en el he cho que la cien cia
médica y en especial la genética
y la ingeniería genética avanzan
a pa sos tan agi gan ta dos que una
definición técnica puede quedar
desfasada muy fácilmente.
En lo que si de be mos es tar de
acuer do es que el De re cho Ge -
né ti co ha sur gi do como un área
del De re cho es pe cial que brin da
una pro tec ción y se gu ri dad ju rí di -
ca al ser hu ma no y a las re la cio -
nes so cia les que se de ri van de
aque llos avances de la ciencia
genética.
El De re cho Ge né ti co re vis te
un con jun to de ca rac te rís ti cas
que lo di fe ren cian de otras ra mas
del De re cho. En es pe cial po de -
mos con si de rar que es una rama
del De re cho esen cial men te téc -
ni ca, en otras pa la bras es un De -
re cho Bio tec ni fi ca do. Estu dia los
efec tos de los avan ces bio cien tí fi -
cos so bre el hom bre a efec tos
de pre de ter mi nar la re la ción ju rí -
di ca Bio tec no ló gi ca Re gla men ta
la re la ción y consecuencias que
surgen entre el ser humano y la
ciencia.
La Bio ló gi ca está in fluen cia da
de for ma de ter mi nan te por la tec -
no lo gía, por ideas mo ra les, re li -
gio sas y éti cas. Nor ma de ma ne -
ra sustantiva, adjetiva, administra -
tiva y punitiva las relaciones hu -
ma nas con la ge né ti ca en cons tan -
te y rá pi da evolución dado el
desarrollo científico
ELEMENTOS
Cuan do ha bla mos de los ele -
men tos del De re cho Ge né ti co
nos re fe ri mos a los fac to res in dis -
pen sa bles que se re quie ren para
el sur gi mien to de las re la cio nes
ju rí di cas que, vin cu la das en tre la
ge né ti ca y el De re cho, sir ven de
pro tec ción al ser hu ma no. Los
ele men tos del De re cho Ge né ti -
co a sa ber son aque llo que, es tán
cons ti tui dos por las per so nas
que in ter vie nen y se di vi den en:
Su je to ac ti vo, es esen cial men te
aque lla per so na téc ni ca o pro fe -
sio nal que con co no ci mien tos
bio mé di cos (ca li dad pro pia) rea li -
za in ter ven cio nes ge né ti cas en
otra, Su je to pa si vo, pue de ser
cual quier ser hu ma no (con ce bi -
do o per so na na tu ral), sin dis tin -
ción al gu na, en el que re cae la ac -
ción. Indis cu ti ble men te pue de
dar se el caso que el mis mo su je -
to pa si vo sea el ac ti vo (el cien tí fi -
co que ex pe ri men ta en sí mis -
mo, caso de Luis Pasteur, Fran cia,
1822 a 1895 y Da niel Alci des Ca -
rrión Perú, 1859 a 1885).
Su ce den ca sos real men te es -
pe cia les en la ma ni pu la ción ge né -
ti ca, cuan do se rea li za en ele men -
tos ce lu la res so má ti cos (cé lu las)
o en ele men tos ce lu la res ger mi -
na les (es per ma to zoi des y óvu -
los) así como en ca dá ve res.
Estos ca sos, que si bien se apar -
tan de las con si de ra cio nes ex -
pues tas, de ben ser con si de ra dos
como una ex cep ción, es decir
merecen, también, de una
consideración jurídica.
Objeto
El De re cho Ge né ti co re gu la la
apli ca ción de los pro ce di mien tos
ge né ti cos y su re la ción con el ser
hu ma no. En este sen ti do su fin es
dar pau tas de pro tec ción le gal
evi tan do per jui cios en el hom bre
y su co rres pon dien te re per cu -
sión en la hu ma ni dad, como por
ejemplo en los siguientes casos:
Un su je to de sea ce der sus es -
per ma to zoi des a una jo ven mu -
jer cuyo ma ri do es es té ril.
¿Quién es el padre?
Se re quie re que una per so na
se so me ta a un exa men ge né ti co
para de ter mi nar su fu tu ra con tra -
ta ción ¿Es vá li da esta exi gen cia?.
Un ex pe ri men ta do bió lo go de -
sea in ves ti gar so bre un em brión
in via ble ¿Es fac ti ble la ma ni pu la -
ción ge né ti ca?. En es tos ca sos tie -
ne que en trar a ta llar el De re cho
Ge né ti co para re sol ver to das
El Antoniano 126 – Junio de 2014 127

Kathie Rodríguez Ayerbe
aque llas téc ni cas bio tec no ló gi cas que se apli can en
o so bre el ser humano, orientándolas con una
regulación esencialmente humanista.
VINCULACIÓN CON OTRAS DISCIPLINAS
El De re cho Ge né ti co se en la za di rec ta men te
con el ser hu ma no al tra tar de es ta ble cer pro ce di -
mien tos ten den tes a me jo rar las con di cio nes de
vida. Así, esta rama del De re cho se nu tre de di ver -
sas dis ci pli nas que le sir ven de sus ten to para en mar -
car sus pos tu la dos y prin ci pios ta les como la fi lo so -
fía, es ta dís ti ca, ma te má ti ca, in for má ti ca y re li gión.
Sin em bar go, el De re cho Ge né ti co no se ha li mi ta -
do úni ca men te a vin cu lar se con otras cien cias del
sa ber hu ma no sino que ha lle ga do a tec ni fi car se
con disciplinas especiales como es el caso de la
bioinformática y la bioética.
RELACIÓN CON OTRAS RAMAS DEL
DERECHO
Exis te es tre cha re la ción en tre el De re cho Ge -
né ti co y las de más ra mas del De re cho por es tar
vin cu la do di rec ta men te al ser hu ma no es in sos la -
ya ble su ca rác ter ju rí di co in ter dis ci pli na rio. Esta
re la ción, que como ve re mos es múl ti ple, per mi -
te la ma yor pro tec ción del ser hu ma no fren te al
avan ce de la bio cien cia. Es más, po dría mos de cir
que el De re cho Ge né ti co se ha ve ni do de sa rro -
llan do como una cien cia in va so ra de otras áreas
ju rí di cas que se han vis to en la ur gen cia, como
dis ci pli nas in va di das, de to mar sus ins ti tu cio nes y
re gu lar las a como dé lu gar, al gu nas ve ces sis te má -
ti ca men te y otras de for ma asis te má ti ca. Sin em -
bar go, el De re cho Ge né ti co no se ha li mi ta do
úni ca men te a vin cu lar se con otras cien cias del sa -
ber hu ma no sino que ha lle ga do a tec ni fi car se
con dis ci pli nas es pe cia les como es el caso de la
bioin for má ti ca y la bioética.
A. Con el Derecho constitucional
De los prin ci pios y nor mas del De re cho cons ti -
tu cio nal sur gen los pos tu la dos del De re cho Ge -
né ti co. El pri me ro se en car ga de crear las ins ti tu -
cio nes pro pias de cada país así como de es ta ble -
cer man da tos ge né ri cos, sien do la ten den cia nor -
ma ti va ac tual la tu te la in te gral de la per so na hu -
ma na como fin su pre mo de la so cie dad. El se gun -
do, en cau za el avan ce bio cien tí fi co y su co rrec ta
apli ca ción en el hom bre. Como en to das las ra -
mas del De re cho, el De re cho cons ti tu cio nal
está sin re gu lar el De re cho Ge né ti co. Esto ha lle -
va do a que mu chas Cons ti tu cio nes nor men los
prin ci pios bioé ti cos y del De re cho Genético.
B. Con el Derecho civil
El De re cho Ge né ti co está ín ti ma men te vin cu la -
do con el De re cho ci vil pues to que su apli ca ción tie -
ne como fin a la per so na hu ma na. De allí que el de -
re cho de las per so nas (el ini cio de la vida, la teo ría
del con ce bi do, los ac tos de li bre dis po si ción del
cuer po hu ma no), el de re cho de fa mi lia (el pa ren -
tes co, la fi lia ción) y el de re cho de su ce sio nes (la
trans mi sión he re di ta ria del hijo pós tu mo en la in se -
mi na ción post mor tem) se ha yan vis to in fluen cia -
dos por esta par te de la cien cia bio ló gi ca. Producto
de esta relación ha surgido el llamado Derecho
Genético Civil.
C. Con el Derecho penal
El De re cho pe nal, como aque lla par te del De re -
cho com pues ta por nor mas do ta das de san ción, se
vin cu la con el De re cho Ge né ti co en la me di da que
cau te la, vi gi la y re pri me aque llos ac tos ilí ci tos con -
tra rios a la in te gri dad y dignidad de la persona.
En la doc tri na ha sur gi do una nue va cla si fi ca ción
de los de li tos, los lla ma dos de li tos bio ló gi cos o de li -
tos por ma ni pu la ción ge né ti ca, que son aque llos ge -
ne ra dos como con se cuen cia de la apli ca ción irres -
pon sa ble y des me di da de la ge né ti ca so bre el ser
hu ma no. El ac tor de un de li to bio ló gi co pue de ser
con de na do y apli cár se le una pena (pri va ti va de la li -
ber tad, res tric ti va de la li ber tad, li mi ta ti va de de re -
chos o mul ta), se gún sea el caso. A esta rama
especial del Derecho se le conoce como el
Derecho Genético Penal.
D. Con el Derecho administrativo
Entre am bos hay una es tre cha re la ción, pues to
que el De re cho Ge né ti co debe nor mar la ope ra ti -
vi dad y fun cio na mien to de los ser vi cios bio mé di -
cos los que, al es tar di ri gi dos al ser hu ma no, son
cau te la dos por el Esta do a tra vés de una política de
control.
Para ejem pli fi car esta vin cu la ción te ne mos, en -
tre otros ca sos, los si guien tes: el es ta ble ci mien to
de los re qui si tos téc ni cos y fun cio na les para la au to -
ri za ción y ho mo lo ga ción de los cen tros sa ni ta rios y
equi pos bio mé di cos en los que han de rea li zar se
las téc ni cas ge né ti cas, la crea ción y com po si ción de
co mi sio nes que au to ri cen in ves ti ga cio nes, la crea -
ción de re gis tros es pe cia les como los de las pa re jas
o per so nas be ne fi cia rías, de los ce den tes y de los
es ta ble ci mien tos y pro fe sio na les au to ri za dos, las
his to rias clí ni cas, los pro to co los de es tu dio de los
ce den tes y usua rios de las técnicas de
reproducción humana. Esta rama es denominada
como el Derecho Genético administrativo.
128 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Derecho genético en el Perú
E. Con el Derecho industrial
Específicamente la vinculación
está dada en la pro tec ción di rec ta
que determinan los principios generales
y las normas jurídicas de la
propiedad industrial, respecto a
que las ma te rias que com po nen el
cuerpo humano y la identidad gené
ti ca no pue den ser ob je to de pa -
ten te ni ti tu la ri dad por acto
administrativo industrial alguno.
F. Con el Derecho ambiental
Las nor mas que re gu lan la ac -
ción del hom bre so bre el me dio
am bien te y el uso de los re cur -
sos na tu ra les es ta ble cen una pro -
tec ción a la bio di ver si dad, la di -
ver si dad ge né ti ca y a los eco sis te -
mas de ma ne ra tal que, este De -
re cho, pre ser va la po bla ción y
conservación de todas las especies
animales y vegetales, salva -
guar dan do sus am bien tes bá si -
cos y el man te ni mien to de su di -
versidad, de sus ecosistemas y
del germoplasma de las especies
domésticas nativas.
En base al prin ci pio de la pre -
ser va ción se re gu la la re pro duc -
ción de las es pe cies de fau na sil -
ves tre en zoo cria de ros o áreas
de ma ne jo. Es así que los re cur -
sos ge né ti cos de las es pe cies que
ha bi tan en el te rri to rio na cio nal
serán conservados y aprovecha -
dos en be ne fi cio de las ge ne ra cio -
nes pre sen tes y fu tu ras, prohi -
bién do se la ex por ta ción de
recursos genéticos en los casos
que se crea conveniente.
El objetivo sustancial es promover
el desarrollo y utilización en el
lu gar de ori gen de los re cur sos ge -
né ti cos como me dio para con ser -
var su existencia fomentando y
apo yan do, de igual ma ne ra, la in -
vestigación de los recursos genéticos
para determinar su potencial y
posibilidades de uso sostenido. La
conservación de los recursos genéticos
en el lugar deberá desarrollarse
mediante la organización de
ban cos ge né ti cos, herbarios,
jardines botánicos, zoológicos y
otros medios adecuados.
Es obli ga ción del Esta do pro te -
ger y con ser var los eco sis te mas
que com pren de su te rri to rio, en -
ten dién do se es tos como las in te -
rre la cio nes de los or ga nis mos vi -
vos en tre sí y con su am bien te fí si -
co. El apro ve cha mien to sos te ni -
do de los eco sis te mas debe ga -
ran ti zar la permanencia de estos
procesos naturales.
G. Con los derechos humanos
Den tro de la je rar qui za ción
de los De re chos hu ma nos se en -
cuen tran los de re chos de ter ce ra
ge ne ra ción re fe ri dos a los de re -
chos al desarrollo, progreso y ca -
li dad, es el caso de la ma ni pu la -
ción ge né ti ca y la de fen sa del pa -
tri mo nio ge né ti co de la hu ma ni -
dad, que son pro te gi dos como la
esen cia de la vida. Al res pec to se
han dic ta do nor mas in ter na cio na -
les que tien den a pro te ger al
hom bre y a la hu ma ni dad de es -
tos avan ces bio tec no ló gi cos
como la De cla ra ción Uni ver sal
de los De re chos Hu ma nos de
las ge ne ra cio nes fu tu ras, la De cla -
ra ción Universal del genoma
humano y los derechos
humanos. Convenio de bioética,
entre otros.
La nue va ti po lo gía de los de re -
chos hu ma nos an tes men cio na -
da es la siguiente:
Los de Pri me ra ge ne ra ción:
De re chos de de fen sa con tra el
Esta do y es tán re fe ri dos a la Li ber -
tad Indi vi dual (a la li ber tad, a la
vida, integridad, propiedad). Los
de Se gun da ge ne ra ción: De re -
chos de par ti ci pa ción o de re chos
eco nó mi cos, so cia les y cul tu ra -
les, re fe ri dos a la Igual dad (de re -
cho al tra ba jo, a la vi vien da dig na,
a la sa lud).Los de Ter ce ra ge ne ra -
ción: De re chos al de sa rro llo,
pro gre so y ca li dad de vida (de re -
cho a la paz, ca li dad de vida, pro -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 129

Kathie Rodríguez Ayerbe
tec ción fren te a la ma ni pu la ción ge né ti ca, me dio
am bien te, li ber tad in for má ti ca, con su mo, pro tec -
ción del pa tri mo nio his tó ri co. Los de Cuar ta ge ne -
ra ción: De re cho a ser diferente (homosexualidad,
cambio de sexo, aborto, al rechazo de
tratamientos médicos que llevan a la muerte).
H. Con el Derecho del niño y adolescente
Ba sa do en las nor mas de la Con ven ción de los
de re chos del niño este De re cho se ha en car ga do
de brin dar una pro tec ción ex pre sa a la vida con tra
la ma ni pu la ción ge né ti ca, to man do en con si de ra -
ción que las prác ti cas eu ge né si cas o las ten den tes a
sa tis fa cer in te re ses eco nó mi cos o de avan ce cien tí fi -
co no be ne fi cian al ser hu ma no en su vida, in te gri -
dad e iden ti dad, sino que están relacionados con
objetivos pecuniarios.
I. Con el Derecho de seguros
La pre vi sión es una de las ca rac te rís ti cas de la ins -
ti tu ción del se gu ro, esto lle va a que la con tra ta ción
per mi ta sa tis fa cer una even tua li dad (ac ci den te, en -
fer me dad, etc.) a cam bio de una pri ma. Es jus ta -
men te este he cho el que ha lle va do a pen sar, y en
al gu nos ca sos eje cu tar, que la con tra ta ción de un se -
gu ro pue da ser rea li za da pre vio exa men ge né ti co
del fu tu ro ase gu ra do a fin de de ter mi nar si éste es,
o será, por ta dor de un de fec to o de fi cien cia so má ti -
co–genética. Si esto sucede, se le limitaría la
suscripción del contrato.
J. Con el Derecho laboral
En el caso de este de re cho, que se en car ga de
re gu lar las re la cio nes tra ba ja dor–em plea dor. A tra -
vés de la ge né ti ca con los diag nós ti cos y te ra pias co -
rres pon dien tes se pue de ob te ner una ma yor efec ti -
vi dad y pro duc ti vi dad en las la bo res, lo que se ha
ten di do a de no mi nar el son deo ge né ti co en la em -
pre sa. Así, cada tra ba ja dor será ubi ca do en el área
o sec tor que ge né ti ca men te le co rres pon da (com -
pa ti bi li dad ge né ti co–la bo ral) o se le brin da rá las
seguridades necesarias de acuerdo a su labor
(prevención genético–laboral).
Un mal uso de la in for ma ción ge né ti ca ob te ni da
pue de im pli car pro ce sos de dis cri mi na ción, sea en
la se lec ción, ca pa ci ta ción o as cen so en los pues tos
de trabajo. Es más, pueden presentarse casos de
despidos cuando una persona sea considerada ge -
né ti ca men te inapta para proseguir en el puesto.
K. Con el Derecho informático
Las co mu ni ca cio nes son la base del de sa rro llo.
Cada vez los me dios uti li zan ma yor can ti dad de tec -
no lo gía para lo grar sus fi nes: el co mu ni car, al ma ce -
nar e in for mar. La ge né ti ca no ha sido aje na a este
avan ce y vie ne em plean do las co mu ni ca cio nes y so -
bre todo a la in for má ti ca para mejorar sus
investigaciones.
La bioin for má ti ca es una rama de las cien cias de
la co mu ni ca ción, y se pre sen ta como un pro gra ma
informático que sirve para apoyar las actividades de
in ves ti ga ción y de sa rro llo de la in ge nie ría ge né ti ca y
bio tec no lo gía. Den tro de sus ob je ti vos te ne mos,
que bus ca el de sa rro llo co mer cial de ba ses de
datos de información y software para análisis.
Ade más, hoy ya se ha bla de la ne ce si dad de
crear un Re gis tro Pú bli co de Ge nes, la po si bi li dad
de in cluir en ba ses de da tos las hue llas ge né ti cas y
la crea ción de Ban cos de Da tos Ge né ti cos. Es así
que las no ví si mas tec no lo gías de la in for ma ción y
co mu ni ca ción per mi ten acu mu lar in gen te in for ma -
ción y ac ce der a ella en for ma ins tan tá nea y con ve -
nien te men te pro ce sa da, como la que se vie ne apli -
can do en el Pro yec to Ge no ma Hu ma no. Las téc ni -
cas de se cuen cia ción del ge no ma exi gen a la fe cha
de alta tec no lo gía in for má ti ca, au to ma ti za ción de
procesos y alta capacidad de respuesta y exactitud
de re sul ta dos de allí que “las ma yo res in ver sio nes
se han de di ca do a de sa rro llar tec no lo gías au to ma ti -
za das de car to gra fía y secuenciación y al
perfeccionamiento de sistemas informáticos
capaces de manejar el caudal de información
obtenida”.
L. Derecho Mercantil
El De re cho Ge né ti co, al igual que el De re cho
Empre sa rial, es mul ti dis ci pli na rio por que, den tro
de su con te ni do te má ti co, in vo lu cra a va rias dis ci pli -
nas jurídicas, algunas de las cuales no denotan un
acer ca mien to aca dé mi co tan ob vio como su ce de
en otros ca sos. En este or den de ideas, pue de afir -
mar se que el De re cho Ge né ti co se vin cu la tam -
bién con el De re cho Mer can til. Una am plia vi sión
so cioe co nó mi ca de la ge né ti ca re fle ja di ver sos te -
mas como la co mer cia li za ción de em brio nes, el
vien tre de al qui ler, la ven ta de ór ga nos, las pa ten tes
ge né ti cas y otros ne go cios que, de una u otra ma -
ne ra, in vo lu cran y afec tan la es truc tu ra so má ti ca
del ser hu ma no y el fu tu ro de la es pe cie hu ma na.
To das es tas prác ti cas sue len tra du cir se en me ca nis -
mos de con tra ta ción, en los cua les se ad ju di ca una
va lo ra ción eco nó mi ca a lo que, por de fi ni ción y
por esen cia, se en cuen tra fue ra del trá fi co pa tri mo -
nial. Por lo que re sul ta in te re san te ana li zar la bio tec -
no lo gía como ac ti vi dad em pre sa rial. No se tra ta de
una ac ti vi dad eco nó mi ca como cual quier otra, sino
130 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Derecho genético en el Perú
de una ac ti vi dad más eco nó mi ca
con re per cu sio nes pre sen tes y fu -
tu ras en la hu ma ni dad, a las cua -
les el De re cho no pue de (ni
debe) ser aje no. El res pe to de
los de re chos de la per so na (iden -
ti dad ge né ti ca, in di vi dua li dad ge -
né ti ca, pro crea ción den tro de
una fa mi lia y co no ci mien to del
propio origen biológico.
TERMINOLOGÍA PROPIA
La co mu ni ca ción y el len gua je
son la esen cia de la in for ma ción.
To das las cien cias tie nen un len -
gua je pro pio, es pe cial para de sig -
nar sus ac tos y ope ra cio nes. El
len gua je ju rí di co con no ta y de no -
ta. Sin em bar go, mu chas ve ces el
len gua je es utilizado de manera
inadecuada.
Como con se cuen cia de ello Li -
lia na Ma toz zo re fie re: que mu -
chos avan ces cien tí fi cos son in for -
ma dos o pu bli ci ta dos por me dio
de no ti cias ma ni pu la do ras o con
tér mi nos ter gi ver sa dos, es así
que sur ge el len gua je críp ti co,
como aquel que res pon de a de -
ter mi na dos in te re ses y que de
por sí lle van un sig ni fi ca do ocul -
to. Por ejem plo los es pe cia lis tas
en fer ti li za ción asis ti da ha blan de
“re duc ción em brio na ria” para evi -
tar los ries gos de un em ba ra zo
múl ti ple. Uti li zan la pa la bra “re -
duc ción” para no de cir “abor to”
o en todo caso “ho mi ci dio”. Se
ha bla de “de pu ra ción ét ni ca”
para evi tar el tér mi no “ge no ci -
dio”, o cuan do se dice “me jo rar
la ca li dad de vida del neo na to”
para evi tar ha blar de “eu ge ne -
sia”. Asi mis mo se ha bla de “po lí ti -
cas de con trol de mo grá fi co” con
res pec to a la di fu sión de los mé -
to dos an ti con cep ti vos o abor ti -
vos. Las pa la bras críp ti cas se han
vuel to co mu nes en es tos tiem -
pos, es como una nue va di plo ma -
cia que dis mi nu ye las con fron ta -
cio nes de va lo res fren te a un pú -
bli co des pre ve ni do.
En el caso de las téc ni cas ge né ti -
cas, es tas han in fluen cia do de tal
ma ne ra en el De re cho que se han
creado neologismos biojurídicos y
una nomenclatura especial a efectos
de ofre cer una re gu la ción cla ra
y precisa. El lenguaje jurídico es insuficiente
para expresar y dar seguridad
a los actos genésicos sobre el
ser hu ma no, es por ello que se
han ido estructurando nuevas expresiones
y locuciones que caracte
ri cen a los he chos, ac tos, ne go -
cios y relaciones biojurídicas que
son creados por la tecnología
reproductiva y la genómica.
Entre los tér mi nos más co mu -
nes que se uti li zan ac tual men te
en el ám bi to ju rí di co te ne mos:
ani da ción, daño ge né ti co, el con -
ce bi do ex úte ro, em brión, fe cun -
da ción post mor tem, ma te rial ge -
né ti co, ma ter ni dad ge né ti ca, ma -
ternidad subrogada o madre de
al qui ler, mul ti pa ter ni dad, pa ren -
tes co ge né ti co, pre embrión,
terapia genética, transgénesis,
viabilidad, etc.
Los pro pios avan ces bio tec no -
ló gi cos de jan sin sus ten to a con -
cep tos ins ti tu cio na les del De re -
cho, como con cep ción, per so -
na, su je to de de re cho, bien ju rí di -
co pro te gi do, cosa, pro pie dad;
es más con ello “la nor ma ha per -
dido su capacidad de expresión y
de interpretación de la realidad”.
Esto nos da un ele men to fun -
da men tal y ne ce sa rio para es bo -
zar la in de pen den cia o au to no -
mía de esta nue va rama del De re -
cho, cuya ter mi no lo gía jue ga un
papel muy importante.
AUTONOMÍA
El De re cho Ge né ti co es un
apén di ce del De re cho mé di co
y de la bioé ti ca. Es de cir, es tu -
dia una par te muy es pe cia li za da
de di chas ra mas: la re fe ri da a la
re per cu sión ju rí di ca de la bio -
tec no lo gía, la procreática y la
genómica.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 131

Kathie Rodríguez Ayerbe
Si bien no exis te uni for mi dad de cri te rios en lo
re fe ren te a la au to no mía del De re cho Ge né ti co,
por nues tra par te no du da mos de ello, ya que, tan -
to pe da gó gi ca como aca dé mi ca men te el es tu dio,
aná li sis y apli ca ción del De re cho Ge né ti co es ca pa
de otras ra mas del De re cho tra di cio nal, re qui rien -
do por tan to de la for ma ción de es pe cia lis tas con el
objeto de lograr el máximo servicio al ser humano.
Tomando en cuenta su singular importancia, así
como su estrechísima relación con las variadas ramas
del Derecho, cabe preguntarnos si
es ta mos o no den tro de una nue va
rama autónoma de las ciencias jurídicas.
Sien do cons cien tes de que
nuestro Derecho positivo no cuenta
aún con nor mas au tó no mas para
este De re cho es cla ra que, doc tri na -
ria y dogmáticamente, contamos
con material bibliográfico solvente
que otorga al Derecho Genético
una ra zón pro pia de ser. Des de
este pun to de vis ta doc tri na rio y to -
mando en consideración otros derechos
perfectamente diferenciados
en su perspectiva, consideramos
que el Derecho Genético merece
una independencia jurídica pues
reúne los elementos necesarios
para adjudicarle la correspondiente
autonomía.
Asi mis mo, la es pe cia li dad y tec -
ni cis mo del De re cho Ge né ti co
hace de él una rama sin gu lar que
me re ce de nor mas apro pia das y
da das en base a la mo der ni dad de
las téc ni cas y la pro tec ción del ser
hu ma no. Esto se lo gra rá con un es -
tu dio de ta lla do pre pa ran do abo ga -
dos que en fren ten en el pró xi mo
mi le nio los re tos que plan tean las
ciencias biológicas en el campo
del Derecho.
CONCLUSIÓN
Es im por tan te de fi nir la es truc tu ra teó ri ca y prác -
ti ca del De re cho Ge né ti co en nues tro me dio. A la
fecha las bio téc ni cas de asis ten cia al can zan una apli -
ca ción con ti nua, sien do su in fluen cia so bre la per so -
na en for ma cla ra y de ter mi nan te, de allí su ne ce si -
dad de te ner que con tar con un mar co ju rí di co y
un De re cho pro pio. Más aún, de be mos pro yec tar
nues tros co no ci mien tos y ex pe rien cias a un es que -
ma con cre to que, cen tra do en la pro tec ción de la
“Existe estrecha
relación entre el
derecho genético
y las demás
ramas del
Derecho
conforme fue
desarrollado en
este artículo, por
el hecho que al
estar vinculado
directamente al
ser humano es
insoslayable su
carácter jurídico
interdisciplinario.”
per so na, sirva de punto de referencia para la futura
biolegislación en el Perú.
Es mo men to en el que de be mos es tar pre pa ra -
dos para acep tar o re cha zar con fun da men tos el
ejer ci cio de pro ce di mien tos ge né ti cos que, apli ca -
dos o di ri gi dos al ser hu ma no pue dan me jo rar o da -
ñar su in te gri dad, de ma ne ra tal que po da mos ju rí -
di ca men te so pe sar sus con se cuen cias y ello se pro -
du ci rá con el de ba te idó neo co rres pon dien te hasta
lograr su positivación mas conveniente.
Si bien nues tra Ley Ge ne ral de
Sa lud re gu la en al gu na for ma es tos
he chos como la prohi bi ción de los
“vien tres de al qui ler”, ello es in su fi -
cien te por que solo para ci tar por
ejem plo no re gu la la ce sión de
óvu los ni de es per ma to zoi des.
Ade más, urge una ley so bre téc ni -
cas de pro crea ción asis ti da en la
que se re gu le el uso de di chas téc -
ni cas, lo con cer nien te a la ce sión
de ga me tos, y el con trol de las ac ti -
vi da des de las clí ni cas es pe cia li za -
das que ofre cen di chos ser vi cios
por que resulta urgente su
regulación en nuestro país.
Exis te es tre cha re la ción en tre el
de re cho ge né ti co y las de más ra -
mas del De re cho con for me fue
de sa rro lla do en este ar tícu lo, por
el he cho que al es tar vin cu la do di -
rec ta men te al ser hu ma no es in -
sos la ya ble su ca rác ter ju rí di co in -
ter dis ci pli na rio. Esta re la ción es
múl ti ple, per mi te la ma yor pro tec -
ción del ser hu ma no fren te al avan -
ce de la bio cien cia in clu si ve po dría -
mos de cir que el De re cho Ge né ti -
co se ha ve ni do de sa rro llan do
como una cien cia in va so ra de
otras áreas jurídicas al tomar sus
instituciones y regularlas en forma
insuficiente.
REFERENCIAS
—Blanco, Luis Gui ller mo (2002). “Bioética y Bioderecho: Cuestiones
Actuales”, Buenos Aires.
—Mar tí nez Val, J. M. (abril 2014). “Biojurídica: realidad y horizontes”,
en Bo le tín del Ilus tre Co le gio de Abo ga dos de Ma drid, N° 4, 1986.
Cusco.
—Motozzo De Romualdi, Liliana A. (mar zo 1998) “¿Qué gue rra ga -
na ron los muer tos del ven ce dor?”, En el De re cho, Bue nos Ai res,
N° 9457, año XXXVI.
—Romero Casabona, Carlos Ma ría (1994). El de re cho y la bioética
ante los lí mi tes de la vida humana, Ma drid, Edi to rial Cen tro de es tu -
dios Ra món Areces, XXVI.
132 El Antoniano 126 – Junio de 2014

LA JUSTICIA GLOBAL
—Y LAS NUEVAS FORMAS DE EJERCICIO DE LA ABOGACÍA—
Pável H. Valer Bellota 1
RESUMEN
El sis te ma ju rí di co de la mun dia li za ción ha im pues to que los Esta -
dos y las gran des em pre sas de ca pi ta les trans na cio na les sus cri -
ban “con ve nios de in ver sión”, con cláu su las que bus can evi tar que
los juz ga dos na cio na les pro ce sen las po si bles de man das que se
in ter pon gan con tra ellas. Fren te a es ta rea li dad vie ne sur gien do
una nue va for ma de ejer ci cio de la abo ga cía: la de fen sa de cau -
sas jus tas, una nue va for ma de pa tro ci nio le gal que se ha ce en el
ám bi to in ter na cio nal, im pli can do a las nue vas or ga ni za cio nes so -
cia les de ba se, y a un nue vo ti po de em pre sas le ga les que, sin re -
nun ciar al lu cro, bus can de fen der a los ex pul sa dos del con tra to
so cial oli gár qui co. La nue va abo ga cía en tien de la cues tión del po -
der en el cam po ju rí di co: com pren de los in te re ses a los que sir -
ve, y plan tea que el ejer ci cio pro fe sio nal, el De re cho y el pro ce -
so le gal, no son “in de pen dien tes” ni in mu nes al po der po lí ti co.
PALABRAS CLAVE: Mun dia li za ción, abo ga cía, pro fe sión le gal,
de re cho jus to, de re chos hu ma nos, re cur sos na tu ra les,
em pre sas.
1 Doctor en Derecho por la Universidad del País Vasco (departamento de derecho administrativo, constitucional y filosofía jurídica). Ha obtenido
el diploma de estudios avanzados de justicia y derecho, gobernabilidad y garantías en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, la maestría
en el Insti tu to de De re chos Hu ma nos Pe dro Arru pe de la Uni ver si dad de Deus to, el mas ter of arts in so cio logy of law en el Insti tu to Inter -
nacional de Sociología Jurídica de Oñati, y el diploma de estudios avanzados del doctorado en sociología jurídica e instituciones políticas de la
Universidad de Zaragoza. Docente de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.
http://www.pavelvaler.blogspot.com
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 133

Pável H. Valer Bellota
ABSTRACT
The glob al iza tion’s le gal sys tem has im posed states and trans na -
tional cap i tal cor po ra tions to sign “in vest ment agree ments”,
with clauses that seek to pre vent na tional courts pros e cute pos -
si ble law suits filed against them. Faced with this re al ity, it is
emerg ing a new way of le gal prac tice: the cause law yer ing, a new
form of le gal rep re sen ta tion which is done in the in ter na tional
arena, in volv ing new so cial or ga ni za tions, and a new type of law
firms which, with out re ject ing profit, aims to de fend peo ple ex -
pelled from the oli gar chic so cial con tract. The new le gal pro fes -
sion un der stands the ques tion of power in the le gal field: re al -
izes the in ter ests it serves, and sug gests that the prac tice, Law
and the le gal pro cess, are not “in de pend ent” or im mune to po lit -
i cal power.
KEYWORDS: Glob al iza tion, le gal prac tice,
le gal pro fes sion, just Law, hu man rights,
nat u ral re sources, trans na tional cap i tal.
n nue vo gru po de re so lu cio -
Unes y sen ten cias vie nen mos -
tran do cla ra men te la exis ten cia
de lo que al gu nos teó ri cos del
De re cho han de no mi na do jus ti -
cia trans na cio nal o jus ti cia glo bal
2
para re fe rir se a un fe nó me no
ca rac te ri za do por lle var las dispu -
tas ju di cia les a ins ti tu cio nes in ter -
na cio na les o a juz ga dos de paí ses
di fe ren tes en los que se ini ció el
con flic to y la re so lu ción le gal del
mis mo. Se tra ta de una trans na -
cio na li za ción de la ad mi nis tra -
ción de jus ti cia que ha sido ori gi -
na da por los pro ce sos de glo ba li -
za ción.
El De re cho y la ad mi nis tra ción
de jus ti cia no son aje nos ni in de -
pen dien tes de las reor ga ni za cio -
nes so cia les y eco nó mi cas que
son par te de la glo ba li za ción. Boa -
ven tu ra de Susa San tos ha des cri -
to cómo la ex pan sión de las prác ti -
cas e in te rac cio nes in ter na cio na les
es tán cam bian do las ba ses del De -
re cho y la for ma cómo se re suel -
ven las dispu tas 3 , en es pe cial des -
de los años 70. Este ar tícu lo pre -
sen ta cómo pue de de sen vol ver se
el ejer ci cio de la abo ga cía, en me dio de pro ce sos
de glo ba li za ción, a fa vor de los pue blos.
“El Derecho y la
administración
de justicia no
son ajenos ni
independientes
de las
reorganizaciones
sociales y
económicas que
son parte de la
globalización.”
La administración de justicia global hegemónica
Des de me dia dos de las tres úl ti mas dé ca das del si -
glo XX, como par te de las con di cio nes de in ver sión
de capitales de empresas transnacionales, se han impuesto
a los Estados —generalmente de países empobrecidos
del Tercer Mundo— acuerdos o “convenios
de in ver sión” con cláu su las que bus can evi tar que
sus juz ga dos se ocu pen de la re so lu ción de los po si -
bles conflictos de intereses que pudieran surgir con
motivo de la explotación de los recursos naturales,
como es pre vis to por las le yes pro -
cesales nacionales comunes.
Dichas condiciones excepcionales,
contenidas en los llamados “con -
tratos ley”, generalmente son inmodificables
e incluso están blindadas legalmente
por reformas de Derecho
Constitucional. De esta manera, en
mu chos ca sos se acuer da que los
posibles juicios sobre aspectos de inversiones
de grandes capitales sean
resueltos directamente por juzgados
de los paí ses en los que las em -
presas transnacionales tienen sus sedes
cen tra les o en los que se les
otor ga ven ta jas en el li ti gio ante ter -
ce ros paí ses (por ej. en el Rei no Uni -
do, USA, Ja pón).
En la ma yo ría de ca sos, los convenios
de in ver sión acuer dan lle var el
juzgamiento de las posibles disputas
a instituciones internacionales especializadas.
Dos terceras partes de
los conflictos que surgieron, desde
me dia dos de 1970, en los Esta dos
que increparon las condiciones de
inversión de los grandes capitales en
la explotación de sus recursos naturales,
han sido derivados a organismos
internacionales como el Centro
Inter na cio nal para el Arre glo de las
Disputas en Inversiones, patrocinado
por el Ban co Mun dial 4 .
En el mun do de las in ver sio nes de gran des ca pi -
tales para la explotación de recursos naturales, este
es un ejem plo del mo de lo de jus ti cia trans na cio nal
2 “(…) el concepto de justicia global rompe la separación tradicional entre relaciones intra–nacionales e inter–nacionales, y extiende el análisis
moral institucional a todo el campo. Hace visible que los ciudadanos de los países ricos están potencialmente involucrados en los horrores
que tan tas per so nas de ben pa de cer en los paí ses me nos de sa rro lla dos, así como en la vio len cia y el ham bre que se in fli gen a esas per so nas.”
Pog ge, Tho mas; “¿Qué es la jus ti cia glo bal?”; en Re vis ta de eco no mía ins ti tu cio nal [En lí nea], vol. 10, N.º 19, 2008, pp. 99–114. Dis po ni ble
en: http://www.economiainstitucional.com/pdf/No19/tpogge19.pdf [Accesado 17/09/2013]
3 Santos, Boaventura de Sousa; La globalización del derecho. Los nuevos caminos de la regulación y la emancipación; Universidad Nacional
de Colombia, Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos (ILSA), 1998.
4 International Center for Settlement of International Disputes¸ [en línea]. Disponible en http://icsid.worldbank.org/ICSID/ICSID/About
ICSID_Home.jsp [Accesado 15/09/12]
134 El Antoniano 126 – Junio de 2014

La justicia global
im pues to a los paí ses pe ri fé ri cos
em po bre ci dos por los in te re ses
del mer ca do. Es un mo de lo de
jus ti cia in ter na cio nal vin cu la do a
la glo ba li za ción he ge mó ni ca, que
sirve centralmente a los
intereses de los poderosos.
El déficit de justicia y sus
resistencias
En paí ses post co lo nia les,
como el Perú, en los que sub sis -
ten gran des di fe ren cias so cia les y
cul tu ra les, se pro du ce con ti nua -
men te un dé fi cit en la ad mi nis tra -
ción de jus ti cia que, de ma ne ra
tradicional, ha sido visto como
un pro ble ma en el ac ce so a los
ór ga nos ofi cia les de ad mi nis tra -
ción de jus ti cia. El déficit de justi -
cia de ter mi na que los gru pos so -
cia les sin po der no lo gren ac ce -
der con ve nien te men te a los ór -
ga nos del Esta do para al can zar
de ci sio nes justas o al menos ser
mínimamente escuchados por
parte del poder judicial.
Esta rea li dad his tó ri ca la men -
ta ble de la ad mi nis tra ción de jus -
ti cia im pli ca —en tre otras co -
sas— que ac tos, que a to das lu -
ces cons ti tu yen de li tos, no sean
con si de ra dos juz ga bles por los
ór ga nos del Esta do si se co me -
ten en con tra de al gu na per so -
na o al gún gru po que con ten ga
en sí las ca rac te rís ti cas de los ex -
pul sa dos del con tra to so cial.
Con tra es tas per so nas o gru pos
sin po der, los ór ga nos del Esta -
do —o los ciu da da nos “nor ma -
les”— se con si de ran mu chas ve -
ces le gi ti ma dos para ac tuar de
ma ne ra cer ca na al fas cis mo so -
cie tal.
Esta categoría sociológica —el
fascismo societal— describe cómo
grandes grupos de población son
mantenidos fuera o expulsados de
cualquier contrato social; son rechazados,
excluidos y arrojados a
una especie de Estado de naturaleza
Hobbesiano. Como un ré gi -
men de dominación, el fascismo societal
se ma ni fies ta como el co lap -
so de las expectativas —incluso trivia
les— de la gen te que vive bajo
su imperio: los ciudadanos sin poder
no pue den es pe rar nada del
Estado incluyendo una administración
de jus ti cia co rrec ta. En este
tipo de regímenes se construyen
va llas que im pi den que los opri mi -
dos accedan a la ciudadanía plena:
la administración de justicia es una
de ellas. Fren te a ex pec ta ti vas y de -
mandas, consideradas potencialmente
ingobernables, de quienes
son imaginados “salvajes” o indíge -
nas, el Esta do se con si de ra “de mo -
cráticamente” legitimado para actuar
fascistamente 5
.
Sin em bar go, exis ten grie tas
en el edi fi cio le gal he ge mó ni co.
La glo ba li za ción del De re cho pre -
sen ta tam bién res pues tas que se
ins pi ran en el cos mo po li tis mo y
en la de fen sa del pa tri mo nio (o
he ren cia) co mún de la hu ma ni -
dad. Estas contestaciones son ex -
pre sión de la glo ba li za ción con -
trahe ge mó ni ca que se en fren ta a
ni vel glo bal a los pro ce sos de ex -
clu sión so cial. Di chas re sis ten cias
to man di fe ren tes for mas como
nue vos mo vi mien tos so cia les, or -
ga ni za cio nes de de fen sa de los
derechos humanos, redes trans -
na cio na les de ad vo cacy; es de cir,
son nue vas for mas de in ter na cio -
na lis mo que bus can con tra rres -
tar la ex clu sión so cial, abrir nue -
vos es pa cios para la participación
ciudadana y la construcción de
alternativas democráticas a las
formas de desarrollo dominante.
En el cam po de la de fen sa le -
gal estas resistencias contra–hege
mó ni cas se ex pre san en una
nue va for ma de ejer ci cio pro fe -
sio nal, en una abo ga cía de cau sas
jus tas 6
, que pue de des cri bir se
como una for ma de ac cio nar el
De re cho orien ta da a la de fen sa
de in te re ses de gru pos sub al ter -
nos, o lo que en teo ría jurídica se
llama “intereses difusos”.
Dos victorias de la justicia
global contrahegemónica:
Majaz (Perú) y la “sentencia
del siglo” (Ecuador)
La jus ti cia glo bal con trahe ge -
mó ni ca se ha va li do de este nue -
vo in ter na cio na lis mo para ob te -
ner dos vic to rias fren te a gra ves
per jui cios cau sa dos por enor mes
em pre sas mi ne ras y pe tro le ras.
7
La pri me ra se re fie re a la de -
man da de los in dí ge nas de las co -
mu ni da des Se gun da – Ca jas y
Yan ta tor tu ra dos por em plea dos
de una em pre sa mi ne ra en Ma -
jaz (Perú). Este caso se re mon ta
al año 2005, cuan do 31 in dí ge -
nas fue ron de te ni dos a raíz de
una ma ni fes ta ción de pro tes ta
que exi gía el res pe to de las nor -
mas me dioam bien ta les en las ac -
5 Sobre el fascismo societal puede verse, entre otros, el trabajo de: Santos, Boaventura de Sousa; “Nuestra America: Reinventing a Subaltern
Paradigm of Recognition and Redistribution”; en Theory, Cul tu re & So ciety, 2001 (Sage, Lon don, Thou sand Oaks and New Del hi), Vol.
18(2–3): 185–217.
6 Esta nueva forma de ejercicio de abogacía de causas justas es materia de estudio de la sociología jurídica anglosajona desde finales del siglo
XX, a la que se re fie re como “cau se law ye ring”. Se pue de re vi sar el tra ba jo de: Sa rat, Aus tin y Schein gold, Stuart (Edits); Cause Lawyering:
Political Commitments and Professional Responsibilities; Oxford University Press, New York, 1998.
7 Mayor información sobre estos dos casos puede encontrarse en: Valer Bellota, Pável H.; “Justicia transnacional ante el déficit de justicia local.
El caso de los in di ge nas de la mina Rio Blan co (Ma jaz – Perú)”. [En lí nea] No viem bre, 2009. Dis po ni ble en: http://pa vel va ler.blogs -
pot.com/search?updated–min=2009–01–01T00:00:00–08:00&updated–max=2010–01–01T00:00:00–08:00&max–results=5 [Accesa
do 17/09/2013]. Va ler Be llo ta, Pá vel H.; “La jus ti cia glo bal con trahe ge mó ni ca: los ca sos de Ma jaz (Perú) y la ‘sen ten cia del si glo’ de Ecua -
dor.” [En línea] Diciembre 2011. Cusco. Disponible en: http://pavelvaler.blogspot.com/2011/12/la–justicia–global–contrahegemonica–los.
html [Accesado 17/09/2013]
El Antoniano 126 – Junio de 2014 135

Pável H. Valer Bellota
ti vi da des de la mina de co bre Río Blan co de pro pie -
dad de Monterrico Me tals, en el Nor te del Perú.
Según informes de la Coordinadora Nacional de
Derechos Humanos los indígenas, entre ellos dos
mujeres, fueron detenidos durante tres días, en los
que fueron esposados, encapuchados, golpeados y
humillados en instalaciones de la mina Rio Blan co.
Producto de ello sufrieron daños físicos y lesiones psico
ló gi cas de lar go pla zo. Una de las víc ti mas, cuya viu -
da es demandante, fue dejado que se desangrara hasta
mo rir, sin pres tar le au xi lio, des pués de ser ba lea do
y detenido por la policía peruana. Los hechos denunciados
fueron documentados en dramáticas fotografías
—pu bli ca das por la pren sa pe rua na— que mues -
tran la cru de za de los de li tos que se co me tie ron en
contra de los manifestantes.
Los de man dan tes y tes ti gos afir ma ron que la em -
pre sa in vo lu cró a la po li cía na cio nal (PNP) en la di -
rec ción, coor di na ción y asis ten cia de las ac cio nes
de la mina en con tra de los ma ni fes tan tes. En mar -
zo de 2009, los fis ca les acu sa ron a la po li cía pe rua -
na de tor tu ra, pero li be ra ron de res pon sa bi li dad a
la em pre sa mi ne ra y a For za (em pre sa en car ga da
de se gu ri dad de la mina).
Paradójicamente, los propios agraviados someti -
dos a tor tu ra fue ron acu sa dos de va rios de li tos por
los fis ca les, a quie nes la ley obli ga a de fen der sus de -
re chos. Ante este dé fi cit de jus ti cia los in dí ge nas de -
ci die ron re cu rrir al po der ju di cial del Rei no Uni do
para so li ci tar mi llo na rias in dem ni za cio nes y lo gra -
ron un pro nun cia mien to fa vo ra ble a sus de man -
das. En el pro ce so ju di cial con tra Mon te rri co Me -
tals y a su fi lial pe rua na de Río Blan co Cop per S.A,
el Tri bu nal Su pe rior in glés en 2009 emi tió una or -
den ju di cial de con ge la ción de 5 mi llo nes de li bras
(más de 8 mi llo nes de dó la res) de los ac ti vos de la
em pre sa mi ne ra mul ti na cio nal.
Los abo ga dos de Leigh Day & Co —la fir ma que
pa tro ci nó en el Rei no Uni do a los in dí ge nas afec ta -
dos— ex pli ca ron que, de acuer do a las evi den cias,
es in con ce bi ble que la em pre sa no su pie ra de los
malos tratos sufridos por los manifestantes. La compa
ñía no tomó nin gu na me di da para evi tar es tas ac -
cio nes ne ga ti vas. Por el con tra rio, pa re ce ser que
Mon te rri co – Río Blan co Perú es ta ba tra ba jan do en
con vi ven cia con la po li cía pe rua na.
En Ju nio de 2011, la com pa ñía mi ne ra Mon te rri -
co Me tals, ma triz in gle sa de la em pre sa Río Blan co,
fue prác ti ca men te obli ga da —para evi tar el es cán -
da lo in ter na cio nal del li ti gio pú bli co— a com pro -
me ter se ju di cial men te a pa gar cuan tio sas com pen -
sa cio nes a los 32 cam pe si nos que fue ron víc ti mas
de tor tu ra en tre el 1 y 3 de agos to del año 2005, y
tam bién a la fa mi lia del in dí ge na que mu rió como
con se cuen cia de di chos ac tos de vio len cia. El mon -
to de di chas com pen sa cio nes no se ha he cho pú bli -
co, pero de ben ha ber al can za do una im por tan te
suma to man do en cuen ta que en el pro ce so ju di -
cial los ac ti vos de la em pre sa mi ne ra in mo vi li za dos
por un juz ga do in glés su ma ban 8 mi llo nes de
dólares.
La de man da ju di cial con tra Mon te rri co Me tals
fue po si ble lue go de que el Centro Legal de Defenso -
res del Medioambiente 8
, una ONG con base en los
Esta dos Uni dos (USA) que iden ti fi ca ca sos re le van -
tes y mo vi li za abo ga dos de so bre sa lien tes bu fe tes
para que los re pre sen ten, se puso en con tac to con
la fir ma le gal Leigh Day & Co, y coor di nó el pa tro ci -
nio le gal de los in dí ge nas con ONGs peruanas: la
Fun da ción Ecu mé ni ca para el De sa rro llo y la Paz
(FEDEPAZ) y la Coor di na do ra Na cio nal de De re -
chos Humanos.
9
Otra vic to ria de la jus ti cia glo bal con trahe ge mó -
ni ca es la que ob tu vie ron las co mu ni da des in dí ge -
nas ecua to ria nas que man tie nen des de hace más
de vein te años un plei to con tra la pe tro le ra Chev -
ron (an tes Texaco) por de li tos con tra el me dioam -
bien te. La em pre sa pe tro le ra fue acu sa da de de rra -
mar can ti da des geo ló gi cas de ver ti dos tó xi cos de
pe tró leo en la sel va vir gen. En fe bre ro de 2011 se
hizo pú bli ca la sen ten cia del tri bu nal de Lago Agrio
(Ecua dor) que con de na a Chevron–Texaco a pa gar
una re pa ra ción ci vil de 18 mil mi llo nes de dó la res
como com pen sa ción por el de sas tre eco ló gi co cau -
sado por sus actividades en la Amazonía (en la pro -
vin cia de Su cum bíos), y ade más a pe dir dis cul pas
pú bli cas por afec tar y da ñar irre ver si ble men te la sa -
lud y la vida de los pue blos in dí ge nas en los 26 años
que ope ró en Ecuador.
La de man da fue in ter pues ta por el Fren te de
De fen sa de la Ama zo nia
10
, un gru po de or ga ni za -
cio nes de base y de co mu ni da des ama zó ni cas
que bus ca de fen der la na tu ra le za en Ecua dor,
que in clu ye co lo nos y cin co pue blos in dí ge nas:
Sio na, Se co ya, Co fán, Huao ra ni y Kich wa di vi di -
dos en 80 co mu ni da des, su man do más de
8 Enviromental Defender Law Cen ter [En lí nea]. Dis po ni ble en http://www.edlc.org/es/ [Accesado 17/09/2013].
9 Leigh Day Co.; “Demandantes peruanos por torturas indemnizados por Monterrico” [En línea] Londres, Julio 2011. Disponible en
http://www.leighday.co.uk/News/2011/July–2011/Demandantes–peruanos–por–torturas–indemnizados–por [Accesado 16/09/2013 ]
10 Unión de Afectados y Afectadas por las Operaciones de la Petrolera Texaco [En línea]. Disponible en http://www.texacotoxico.org/ [Acce sa -
do 17/09/2013 ]
136 El Antoniano 126 – Junio de 2014

La justicia global
30.000 afec ta dos. Al prin ci pio,
el jui cio tuvo que su pe rar pro ce -
di mien tos que du ra ron más de
diez años en las cor tes de Esta -
dos Uni dos, has ta que los jue -
ces de ci die ran que la trans na cio -
nal Chev ron–Te xa co de bía so -
me ter se a los juz ga dos ecua to -
ria nos; el proceso en Ecuador
se inició en Mayo del 2003 en
la ciudad de Lago Agrio.
Di cha sen ten cia está ac tual -
men te en com pli ca dos trá mi tes
de exi gen cia de su cum pli mien -
to. La em pre sa Chevron–Texaco
lo gró que un juez de Nue va York
de cla ra se “ine je cu ta ble” en Esta -
dos Uni dos la sen ten cia emi ti da
por el tri bu nal ecua to ria no, esta
de ci sión im pe día que la in dem ni -
za ción pu die ra co brar se con bie -
nes de Chevron–Texaco en te rri -
to rio es ta dou ni den se. En se tiem -
bre de 2011, la Cor te de Ape la -
cio nes de Esta dos Uni dos re vo -
có esa de ci sión 11 . Por otra par te,
la pe tro le ra es ta dou ni den se
Chev ron–Te xa co ha de man da -
do al Go bier no de Ecua dor ante
la Cor te Per ma nen te de Arbi tra -
je de La Haya, por su pues tas vio -
la cio nes al Tra ta do Bi la te ral de
Inver sio nes sus cri to en tre am bos
países.
La defensa de causas justas,
una nueva forma de ejercicio
de la abogacía
Esos procesos y resoluciones judiciales,
contra las gigantescas empresas
transnacionales Monterico
Metals y Chevron (Texaco), son
dos vic to rias de la jus ti cia trans na -
cio nal con trahe ge mó ni ca que
muestran notoriamente el nacimien
to de una nue va for ma de
ejercicio del Derecho, la llamada
defensa de causas justas o cau sas
sociales (cau se lawyering), con la
peculiaridad de que su patrocinio
se hace en el ámbito internacional,
implicando a organizaciones popula
res de base, a un te ji do de
ONGs de sal va guar dia de los de re -
chos hu ma nos, y a un nue vo tipo
de em pre sas le ga les que sin
renunciar al lucro buscan defender
a los expulsados del contrato social
oligárquico.
Men kel–Mea dow des ve la
que la li te ra tu ra es pe cia li za da se
re fie re a esta nue va for ma de
ejer ci cio de la abo ga cía de di ver -
sas ma ne ras: “abo ga cía por el
bien”, abo ga cía por la “jus ti cia so -
cial”, de “in te rés pú bli co”, abo ga -
cía “activista”, “progresista”, de “liti
gio trans for ma dor”, “para el
cam bio so cial”, etc. Y por lo ge -
ne ral está orien ta da a cau sas es -
pe cí fi cas de de re chos hu ma nos,
de re chos ci vi les, lu cha con tra la
po bre za, de fen sa del me dio am -
bien te, los de re chos la bo ra les, el
de re cho fe mi nis ta, los de re chos
de las per so nas con dis ca pa ci -
dad, etc. 12
Los ca sos de Majaz (Perú) y la
“sen ten cia del si glo” de Ecua dor
son dos ejem plos de que es po si -
ble, y ne ce sa rio, im pul sar y or ga -
ni zar una for ma de glo ba li za ción
e in ter na cio na lis mo que sir va a
los in te re ses de los más dé bi les,
que pro pug ne los va lo res de la
de mo cra cia real y par ti ci pa ti va,
ade más de un mo de lo de de sa -
rro llo di fe ren te al im pues to por
el mer ca do a ultranza, y que sea
respetuoso del medioambiente.
Estas vic to rias le ga les de los
mo vi mien tos so cia les, que im pul -
san nuevos paradigmas de defen -
sa de la de mo cra cia y la am plia -
ción de los de re chos hu ma nos,
fue ron pro duc to de una coor di -
na ción le gal que se des ple gó a ni -
vel in ter na cio nal y que con tó,
11 Jiménez de Sandoval, Pablo; “Un tribunal de EE UU fa lla con tra Chev ron en el caso de la con ta mi na ción en Ecua dor”, en El País [En lí nea] So -
ciedad 20/09/2011. Disponible en: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/tribunal/EE/UU/falla/Chevron/caso/contaminacion/Ecuador/elpepusoc/20110920elpepusoc_9/Tes
[Accesado 17/09/2013 ]
12 Menkel–Meadow; Carrie; “The Causes of Cause Lawyering. Toward an Understanding of the Motivation and Commitment of Social Justice
Law yers”; en Sa rat, Aus tin y Schein gold, Stuart (Op. Cit.)
El Antoniano 126 – Junio de 2014 137

Pável H. Valer Bellota
más allá del clá si co en tor no de ONGs, con la par ti -
ci pa ción de im por tan tes fir mas de abo ga dos. Hay
que destacar que Leigh Day & Co —la fir ma que de -
fen dió en el Rei no Uni do a las per so nas so me ti das
a tor tu ras en Majaz (Perú)— es una nue va cla se de
es tu dio ju rí di co, una ver da de ra em pre sa le gal, que
cuen ta con más de 100 pro fe sio na les que se de di -
can a la exi gen cia a ni vel in ter na cio nal de cuan tio sas
re pa ra cio nes ci vi les (com pen sa cio nes pe cu nia rias)
por trans gre sio nes a los de re chos humanos.
Las sen ten cias de los ca sos ju di cia les co men ta -
dos afir man el principio de perseguibilidad judicial in -
ternacional, por el que las em pre sas mul ti na cio na -
les son con si de ra das le gal men te res pon sa bles por
vio la cio nes de los de re chos hu ma nos que ocu rren
en sus ope ra cio nes; su res pon sa bi li dad pue de ser
exi gi da ante tri bu na les ex tran je ros. Ade más afir ma
que una al ter na ti va a las in jus ti cias es la cons truc -
ción de un nue vo pa trón de re la cio nes lo ca les, na -
cionales y transnacionales, basado en nuevos princi -
pios de jus ti cia (como la igual dad y el re co no ci mien -
to). En un mun do glo bal di chas re la cio nes pue den,
y de ben, emer ger como pro ce sos de glo ba li za ción
con trahe ge mó ni cos, a fa vor de los más dé bi les y
des fa vo re ci dos. Cada vez es más cla ro que sólo un
Esta do de mo crá ti co pue de pro mo ver la emer gen -
cia de una só li da so cie dad civil.
Es ne ce sa rio con cluir con las ideas de Sarat y
Schein glod 13 : la nue va ma ne ra de ejer ci cio de la
abo ga cía ele va la pos tu ra mo ral de la pro fe sión le -
gal, más allá de un ins tru men ta lis mo cru do en el
que los abo ga dos ven den sus ser vi cios sin te ner en
cuen ta los fi nes para los que son con tra ta dos. De
esta ma ne ra se re la cio na el De re cho con la mo ral
para un ejer ci cio ba sa do en una éti ca de la res pon -
sa bi li dad so cial, se hace tan gi ble la idea de que el
De re cho es tam bién un me dio para la cons truc -
ción de una so cie dad jus ta y que la abo ga cía es una
pro fe sión de ser vi cio pú bli co.
La for ma de ejer ci cio so cial men te res pon sa ble
del De re cho co li sio na con la con cep ción do mi nan -
te que en tien de la abo ga cía como una pro fe sión
mo ral men te neu tral y me ra men te téc ni ca. La abo -
ga cía debe su pe rar la fal ta de con trol que pro cla ma
que cuan do un le tra do de fien de a sus pa tro ci na dos
lo hace de ma ne ra in de pen dien te de sus creen cias
per so na les.
La abo ga cía de cau sas jus tas pro po ne que el De -
re cho es cons trui do so cial men te y está re la cio na -
do con una de ter mi na da ac ti vi dad po lí ti ca. Al ha cer -
lo en tien de la cues tión del po der en el cam po ju rí di -
co: com pren de los in te re ses a los que sir ve, y plan -
tea que el con jun to del ejer ci cio pro fe sio nal, el De -
re cho y el pro ce so le gal no son “in de pen dien tes”
ni in mu nes al po der po lí ti co.
La abo ga cía de cau sas jus tas se di ri ge a la al te ra -
ción de al gu nos as pec tos in jus tos del sta tu quo
so cial, eco nó mi co y po lí ti co. Trans for ma la re la -
ción del abo ga do (o la abo ga da) con su clien te en
una pie dra an gu lar de res pon sa bi li dad pro fe sio -
nal y so cial.
Los pro ce sos con tem po rá neos de glo ba li za ción
con trahe ge mó ni ca del De re cho son una rea li dad
im pa ra ble, con sus mi les de pe que ñas co ne xio nes
glo ba les abren grie tas im por tan tes que fa vo re cen
la bús que da de la jus ti cia, la cons truc ción de la de -
mo cra cia y que de jan ver algo de luz del día en la
no che os cu ra de los pue blos.
REFERENCIAS
—Jiménez De Sandoval, Pa blo; “Un tri bu nal de EE UU fa lla con tra
Chevron en el caso de la con ta mi na ción en Ecua dor”, en El País [En
línea] 20/09/2011. Disponible: http://www.elpais.com/articulo/socie
dad/tri bu nal/EE/UU/fa lla/Chev ron/caso/con ta mi na cion/Ecua -
dor/el pe pu soc/20110920el pe pu soc_9/Tes [Accesado
17/09/2013]
—Leigh Day Co.; “Demandantes peruanos por torturas indemnizados
por Monterrico” [En línea] Londres, Julio 2011. Disponible en
http://www.leigh day.co.uk/News/2011/July–2011/De man dan -
tes–pe rua nos–por–tor tu ras–in dem ni za dos–por [Accesado
16/09/2013]
—Menkel–Meadow; Ca rrie; “The cau ses of cau se law ye ring.
Toward an un ders tan ding of the mo ti va tion and com mit ment
of so cial jus ti ce law yers”; en SARAT, Aus tin y SCHEINGOLD,
Stuart (Edits); Cau se Law ye ring: Po li ti cal Com mit ments and
Pro fes sio nal Res pon si bi li ties; Oxford University Press, New
York, 1998.
—Pogge, Tho mas; “¿Qué es la jus ti cia glo bal?”; en Re vis ta de
eco no mía ins ti tu cio nal [En lí nea], vol. 10, N.º 19, 2008, Págs.
99–114. Dis po ni ble en: http://www.eco no miains ti tu cio -
nal.com/pdf/No19/tpog ge19.pdf[Accesado 17/09/2013]
—Santos, Boa ven tu ra de Sou sa; “Nues tra Ame ri ca: Rein ven ting
a Su bal tern Pa ra digm of Re cog ni tion and Re dis tri bu tion”; en
Theory, Cul tu re & So ciety; SAGE, Lon don, Thou sand Oaks and
New Del hi, Vol. 18(2–3), 2001. Págs. 185 – 217.
— Santos, Boaventura de Sou sa; La globalización del derecho. Los nuevos
caminos de la regulación y la emancipación; Universidad Nacional
de Colombia, Instituto Latinoamericano de Servicios Legales
Alternativos (ILSA), 1998.
—Sarat, Austin y SCHEINGOLD, Stuart (Edits); Cause Lawyering: Political
Commitments and Professional Responsibilities; Oxford Uni ver -
sity Press, New York, 1998.
—Valer Bellota, Pá vel H.; “Jus ti cia trans na cio nal ante el dé fi cit de jus ti -
cia lo cal. El caso de los indigenas de la mina Rio Blan co (Majaz –
Perú)”. [En lí nea] No viem bre 2009. Dis po ni ble en: http://pavelvaler.blogs
pot.com/search?up da ted–min=2009–
01–01T00:00:00–08:00&up da ted–max=2010–01–
01T00:00:00–08:00&max–results=5 [Accesado 17/09/2013]
—Valer Bellota, Pá vel H.; “La jus ti cia glo bal con trahe ge mó ni ca:
los ca sos de Ma jaz (Perú) y la ‘sen ten cia del si glo’ de Ecua dor.”
[En lí nea] Di ciem bre 2011. Dis po ni ble en: http://pa vel va -
ler.blogs pot.com/2011/12/la–jus ti cia–glo bal–con trahe ge -
mo ni ca–los.html [Accesado 17/09/2013]
13 Sa rat, Aus tin y Schein gold, Stuart; “An Intro duc tion to Cau se Law ye ring…” en Sa rat, Aus tin y Schein gold, Stuart (Op. Cit.). Págs. 3 – 28.
138 El Antoniano 126 – Junio de 2014

ENSEÑANZA DE LA MATEMÁTICA
MEDIANTE USO DE SOFTWARE
—EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO—
Hermitaño Ayala Huillca 1
RESUMEN
En es te tra ba jo se pro po ne el uso de un Soft -
ware matemático para la enseñanza de las
Matemáticas, pues conforme va evolucionando
la cien cia y la tec no lo gía se tie ne la ne ce si -
dad de un software matemático como un elemento
más dentro del proceso Enseñanza–
Aprendizaje, puesto que la utilización de la
tecnología de computación es un medio poten
te al igual que un li bro pe ro con un ma yor
nivel de interactividad, por un la do son una
herramienta poderosa para introducir al mundo
a los jó ve nes, ha cer ges tión, y me jo rar el
lo gro de sus ob je ti vos. Por otro la do, plan tea
un desafío en los contenidos, pues tenemos
que en se ñar a ser usua rios há bi les e in for ma -
dos, que apro ve chen el enor me re cur so de
aprendizaje, cambio y creatividad que estas
tecnologías representan. Se persigue que el
uso de un asistente matemático conlleva a un
perfeccionamiento dentro del proceso docente
– educativo, que ponga al estudiante
co mo cen tro del mis mo, a tra vés del uso de
métodos y técnicas participativas, don de el
alumno se sienta inmerso en este desarrollo.
La introducción del asistente matemático como
herramienta de trabajo en la Disciplina
Matemática actuará como un nuevo elemento
didáctico Integrador en las carreras de
Ciencias Básicas, Ingenierías y Biomédicas de
la Uni ver si dad Na cio nal de San Anto nio
Abad del Cus co. El pre sen te tra ba jo de in ves -
ti ga ción pro po ne el em pleo de una he rra -
1 Licenciado en Matemáticas. Docente de la carrera profesional de Veterinaria —Sicuani— de la Universidad Nacional de San Antonio Abad
del Cus co. E-mail: her_1214@hot mail.com
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 141

Hermitaño Ayala Huillca
mienta matemática en resolución de problemas matemáticos por méto
dos nu mé ri cos y grá fi ca de: fun cio nes rea les de una y dos va ria bles
reales, curvas de nivel (mapas topográficas) y otros. Se han diseñado
un conjunto de programas como: Derive, Wplotsp, Maple, Matlab y
Octave con los cuales se trabaja en clases prácticas y laboratorios correspondientes
al curso.
PALABRAS CLAVE: Enseñanza de la Matemática, Tecnología, Software
Matemático.
ABSTRACT
The use of a math e mat i cal Soft ware is in -
tended to the teach ing of Math e mat ics, be -
cause you con form in this work you go evolv -
ing sci ence and tech nol ogy has the fur ther
need of a math e mat i cal soft ware like an el e -
ment within the pro cess it self Teach ing and
Learn ing, since the uti li za tion of the tech nol ogy
of com pu ta tion is a pow er ful means just like a
book but with a big ger level of inter–ac tiv ity, on
the one hand they are a pow er ful tool to put
young peo ple into the world, to do step, and
im prov ing the achieve ment of his ob jec tives. In
ad di tion, you pres ent a chal lenge in the
contentses, be cause we have to teach to be
able us ers and in formed that they make good
use of the enor mous re source of learn ing,
change and cre ativ ity that these tech nol o gies
rep re sent. It is chased that a math e mat i cal as sis -
tant's use bears a per fect ing within the teach ing
pro cess – ed u ca tional, that you put the stu dent
like cen ter of the same, through the use of
meth ods and com mu ni ca tive tech niques,
where the pu pil feel im mersed in this de vel op -
ment. You will per form on the in tro duc tion of
the math e mat i cal as sis tant like tool of work in
The Mathematical discipline like a new didactic
Integrative element in sciences races basic, biomed
i cal en gi neer ing of the Universidad
Nacional de San An to nio Abad del Cusco. The
pres ent re search work pro poses the math e -
mat i cal job of a math e mat i cal tool in prob lem
solv ing for nu mer i cal meth ods and graph of:
Real shows of one two real vari ables, curves of
level (maps top o graphic) and other ones. They
have de signed a set of pro grams like: De rive,
Wplotsp, Ma ple, Matlab and Oc tave with the
ones that is worked at prac ti cal les sons and cor -
respondent laboratories to the course.
KEYWORDS: Teaching of Mathematics, Technology,
Mathematical Software.
“Cada época
desarrolla su
propia tecnología
y es un deber de
las respectivas
generaciones
ponerla al
servicio de sus
necesidades. La
Matemática no
ha sido ajena a
este proceso; es
así como
pasamos del
ábaco a las
sumadoras
manuales y de ahí
a la regla de
cálculo, para
continuar con la
calculadora y
llegar en la
actualidad al
computador.”
ada época desarrolla su propia
Ctec no lo gía y es un de ber de las
res pec ti vas ge ne ra cio nes po ner la
al ser vi cio de sus ne ce si da des. La
Ma te má ti ca no ha sido aje na a
este pro ce so; es así como pa sa -
mos del ába co a las su ma do ras ma -
nua les y de ahí a la re gla de cálcu -
lo, para con ti nuar con la cal cu la do ra y lle gar en la ac -
tua li dad al com pu ta dor. To dos es tos ele men tos
han de ter mi na do un re plan tea mien to en la me to -
do lo gía de la en se ñan za de la Ma te má ti ca. El com -
pu ta dor es sin duda el ma yor apo yo de la Ma te má ti -
ca en nues tro tiem po ya que como afir ma Lynn
Steen: “este in tru so ha cam bia do el eco sis te ma de
las Ma te má ti cas pro fun da y per ma nen te men te”.
Los en tor nos com pu ta ri za dos de apren di za je de
las Ma te má ti cas co mien zan a ca rac te ri zar se por el
uso de asis ten tes ma te má ti cos, Inter net, el tra ba jo
co la bo ra ti vo, los mi cro mun dos com pu ta cio na les
y los tu to ria les clá si cos, hí per me dia les, e in te li gen -
tes, uni dos a otros me dios au dio vi sua les.
Derivadas de la práctica educativa
las teo rías de apren di za je nos per -
miten fundamentar los conceptos y
definir criterios para el diseño de entornos
informativos que permitan la
realización de procesos de aprendizaje
interactivos. La introducción de
nuevas tecnologías informáticas ha
enriquecido y revolucionado su enfoque
en el proceso de enseñanza–
apren di za je. El uso de las nue vas tec -
nologías computacionales en la enseñanza
de las Matemáticas permite
al estudiante explorar, inferir, hacer
conjeturas, justificar, poner a prueba
ar gu men tos y de esta for ma cons -
truir su propio conocimiento. El pano
ra ma de la tec no lo gía en el cam -
po de la edu ca ción tien de a ca rac te -
ri zar se por mi cro com pu ta do ras
multimedia; juegos educacionales y
paquetes de instrucción ampliamente
diseminados; libros electrónicos;
redes de microcomputadoras; uso
escolar de sistemas de aprendizaje
abiertos; diseño de un modelo activo
con varias actividades de aprendizaje
y observación del progreso, vía
la simulación por computadora; individualización;
énfasis en el análisis
conceptual, de los objetivos cognosci
ti vos y de la ac ti vi dad; y el em pleo
de técnicas de aprendizaje rápido.
Hoy en día las tec no lo gías de la in for -
mación posibilitan que el profesor
se con cen tre en un nue vo pa pel, el
de estimulador y orientador del
aprendizaje. Evidentemente esto
está li ga do a las teo rías del apren di za -
je en el contexto de la Informática educativa dado
que el proceso de aprendizaje, como fenómeno subjetivo,
puede ser abordado desde diferentes ópticas y
es altamente complejo. Aquí el profesor se convierte
en un facilitador que explora el conocimiento previo
de los estudiantes, proporciona un ambiente adecuado
para que este cons tru ya su pro pio co no ci mien to
e interactúe con el ob je to de apren di za je. Este nue vo
142 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Enseñanza de la matemática mediante uso de software
rol, exige una actividad mayor del
profesor, pues es necesaria una
constante creatividad por parte de
éste. Los pla nes y pro gra mas de es -
tudio señalan como propósitos funda
men ta les para los cur sos de Ma -
temáticas, desarrollar en los estudiantes
habilidades y conocimientos
para adquirir un pensamiento
crítico, reflexivo, flexible, capaz de
realizar generalizaciones, clasificar,
inducir, inferir, estimar numéricamente,
y resolver problemas. Las
actividades y recursos didácticos
de uso generalizado en la enseñanza
y aprendizaje de las Matemáticas
han proporcionado resultados
poco satisfactorios, los diagnósticos
mues tran que el apren di za je
de los estudiantes es principalmente
de tipo algorítmico, con escaso
aprendizaje de los aspectos concep
tua les y de apli ca ción. Para al gu -
nos esto es re sul ta do de una en se -
ñanza que utiliza poco la visualización
y la contextualización de las
propiedades de los conceptos y
procesos matemáticos, así como
de las dificultades que se presentan
para vincular cognitivamente aspectos
gráfico- visuales y analítico
al go rít mi cos re la cio na dos con
ellos.
En este tra ba jo nos con cen tra -
re mos en la es truc tu ra ción de cla -
ses con el em pleo de asis ten tes
ma te má ti cos, el de sa rro llo de
una co lec ción de tu to ria les para
la enseñanza– aprendizaje de las
Ma te má ti cas y la me to do lo gía
em plea da en su rea li za ción.
Par tien do del aná li sis de la tec -
no lo gía em plea da y su ten den -
cia, en el tra ba jo se des cri be un
mo de lo com bi na do para el di se -
ño de un cur so y un mo de lo de
tu to ria les orien ta do a com pu ta -
doras personales.
DESARROLLO
Entre las di fe ren tes op cio nes
de asis ten tes ma te má ti cos se su -
gie re el uso del asis ten te ma te má -
ti co De ri ve, Ma ple, Win plot sp y
Octa ve, vale des ta car que con el
mis mo no so la men te bus ca mos
que el es tu dian te so lu cio ne el
pro ble ma en cues tión sino que
sea ca paz de do mi nar los con cep -
tos fun da men ta les, apli que sus
co no ci mien tos y se au xi lie de las
po ten cia li da des que nos brin da
un Soft wa re Ma te má ti co.
A continuación mostraremos algunos
ejemplos resueltos a través
del asistente matemático los cuales
son fá ci les de ma ne jar por el es -
tudiante y estar disponible libremen
te en in ter net, ade más de ocu -
par poca capacidad de memoria.
Actividad 1.
Nos proponemos: Ilustrar el uso
del asistente matemático OCTAVE.
Operaciones con matrices.
– a. Da dos los ma tri ces A y B; de -
terminar A + B, 2 ⋅ A, A⋅ B.
– b. Sea a ∈ R
4×
4 a la que se le apli -
can las siguientes operaciones:
i. Du pli car la co lum na 1.
ii. Di vi dir por 2 la fila 3.
iii. Su mar la fila 3 a la fila 1.
iv. Res tar la fila 2 a to das las de -
más.
v. Reem pla zar la co lum na 4 con
la 3.
vi. Bo rrar la co lum na 1 (que dan -
do una ma triz de 4×3).
viii. Escri bir el re sul ta do nue va -
men te como un pro duc to
(ABC) de 3 ma tri ces.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 143

Hermitaño Ayala Huillca
2
y
– b) Dada la fun ción: z = − 3 x, se pide:
5
– i. Dibujar su gráfica,
– ii. Cons truir sus cur vas de ni vel.
Actividad 3.
Nos pro po ne mos: Ilus trar el uso del asis ten te
ma te má ti co MA PLE. Gra fi car su per fi cies y cur vas
de ni vel.
z = sen x 2 − y 2 cos x + y
– a) Graficar: ( ) ( )
Actividad 2.
Nos pro po ne mos: Ilus trar el uso del asis ten -
te ma te má ti co DERIVE. Gra fi car fun cio nes rea -
les de va ria ble real, su per fi cies y cur vas de ni -
vel.
– a) Re pre sen ta ción grá fi ca de fun cio nes en
un mis mo sis te ma de coor de na das rec tan gu -
la res: f( x)
= sin x,
g x x h x = tanx
( ) = cos , ( )
144 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Enseñanza de la matemática mediante uso de software
plot3d( sin( x^2 − y^2 ) cos ( x + y)
, x = 2.. 2, y = 2.. 2,
axes = framed)
3
– b) Graficar: z = z = 1 z = 2 z = 3
1 +
2
x +
2
y
; , ,
– d) Graficar: (
( )
)
: = ( , ) → −
( )
h x, y = x − y
h: = x, y → x^2 − y^2
h x y x y
2 2
2 2
plot3d x, y , x = − 2.. 2, y = −2..
2;
⎛
2 2 2 2
⎧⎪
x − y = 0, x − y = 1,
⎫⎪
⎞
⎜
⎨
⎬,
⎟
2 2 2 2 2 2
– implicitplot⎜
⎩⎪ x − y = 2, x − y = −1, x − y = −2⎭⎪
⎟
⎜
⎝ x = − 3.. 3, y = −3..
3
⎟
⎠
⎛
plod3d
⎜
⎜
⎝
{ 3 ( 1+ x^2 + y^ 2)
12 ,, , 3}
,
x = + 3.. 3, y = − 3.. 3, axes = boxed, orientation = [ 45,
75]
⎞
⎟
⎟
⎠
– contourplot( h( x, y)
, x = − 3.. 3, y = −3..
3)
2 2
– e) Graficar: f ( x, y)
= x + y
– c) Gráfica en coordenadas esféricas
⎛[ theta + phi ^ 2, theta, phi]
,
⎞
sphereplot
⎜
⎝theta
= 0.. 2 * Pi,
phi = 0.. phi,
axes = framed
⎟
⎠
– ( )
–
= → 2 2 : ( , )
f = x y → x + y
2 2
f: x, y x^ , y^ ;
⎛{ x^2 + y^ 2 = 1, x^2 + y^ 2 = 2, x^2 + y^ 2 = 4}
, ⎞
implictplot
⎜
⎝x
= − 3.. 3,
y = −3..
3
⎟
⎠
El Antoniano 126 – Junio de 2014 145

Hermitaño Ayala Huillca
– ( )
( , , = − 3.. 3, = −3.. 3)
;
contourplot f x y x y
Actividad 4.
Nos pro po ne mos ilus trar el uso del asis ten te
ma te má ti co WPLOTSP.
– Graficar superficies.
z = sin xx + yy xx + yy
– ( ) ( )
– z = xx + yy
VENTAJAS Y DESVENTAJAS EN LA
UTILIZACIÓN DE UN SOFTWARE
MATEMÁTICO CON FINES DOCENTES
Ventajas
– Ayu da a pro gre sar ha cia ni ve les su pe rio res
de pen sa mien to for mal.
– Fa ci li ta la in te gra ción de di ver sas ima gi nes con -
ceptuales, a través de su capacidad gráfica, que
de no pro du cir se se rian un obs tácu lo para el
aprendizaje.
– Amplía el aba ni co de ma ni pu la cio nes po si bles y
el de vi sua li za ción.
– Fa vo re ce la in te rio ri za ción de los con cep tos
y pro ce di mien tos, de for ma que es tos per -
ma nez can a más lar go pla zo.
– Pro pi cia la in ves ti ga ción y el des cu bri mien to.
– Fa ci li ta el des blo queo del es tu dian te en la re -
so lu ción de pro ble mas, en la me di da en que
per mi te ex pe ri men tar con ra pi dez y se gu ri -
dad.
– Pro vo ca una re troa li men ta ción in me dia ta,
de bi do a su ca rác ter in te rac ti vo.
Sin em bar go, la uti li za ción de un soft wa re
ma te má ti co en la en se ñan za pue de traer cier -
to pe li gro. Es por ello que se debe te ner pre -
sen te que los sis te mas de cálcu lo sim bó li co no
son la so lu ción ge ne ral, aun que si pue den con -
tri buir, in te gra dos me dian te una me to do lo gía
ade cua da, a me jo rar la ca li dad de la en se ñan -
za.
Algu nas des ven ta jas de la uti li za ción de un
soft wa re ma te má ti co en la en se ñan za, que de -
ben ser vi gi la das por el pro fe sor y que se tu vie -
ron en cuen ta en el de sa rro llo de la ex pe rien -
cia ex pues ta en este tra ba jo son:
– Que el pro gra ma se con vier ta en su je to en
lu gar de la ma te má ti ca.
– Que se con fié en la mera in te rac ción en tre
el alum no y la com pu ta do ra en el pro ce so
do cen te.
– Que se pier dan des tre zas bá si cas para in ter -
pre tar el mo de la do o res pues tas de un pro -
ble ma que se asu man res pues tas no es pe ra -
das.
– Que las di fi cul ta des en el apren di za je de un
pro gra ma dado lle guen a ser un obs tácu lo
para el apren di za je de las ma te má ti cas.
– Que se pro duz ca una ex ce si va de pen den cia
del asis ten te ma te má ti co.
METODOLOGÍA
Tipo de in ves ti ga ción. La in ves ti ga ción se de -
sa rro lló en un mar co teó ri co que com bi nó la
en se ñan za de la ma te má ti ca con un asis ten te
ma te má ti co orien ta da a pro ble mas con la cons -
truc ción del co no ci mien to.
En la se lec ción de los mé to dos se tuvo en
cuen ta los ob je ti vos y ta reas de la in ves ti ga ción
y se in clu ye ron los de ca rác ter his tó ri co–ló gi -
co, de aná li sis y sín te sis, de in duc ción– de duc -
ción, y de ca rác ter em pí ri co para sus ten tar as -
pec tos teó ri cos que abar ca ron en tre vis tas y en -
cues tas es ta dís ti cas, des crip ti vo por que des cri -
be cómo reac cio nan los es tu dian tes fren te a
un sis te ma de pro pues tas.
146 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Enseñanza de la matemática mediante uso de software
VARIABLES DE LA
INVESTIGACIÓN
Las va ria bles por con si de rar
son: es tra te gias ins truc cio na les
ba sa das en el uso del Soft wa re
ma te má ti co para la en se ñan za
de las ma te má ti cas (va ria ble in -
de pen dien te), me jo ras en los
co no ci mien tos y pro ce di mien -
tos (va ria bles de pen dien tes).
Participantes
– Se tomó como mues tra un
gru po de es tu dian tes del
cur so de Aná li sis Ma te má ti -
co de la Ca rre ra Pro fe sio nal
de Me di ci na Ve te ri na ria – Si -
cua ni de la Uni ver si dad Na -
cio nal de San Anto nio Abad
del Cus co en el se mes tre
aca dé mi co 2013 –I.
– Con si de ra mos tam bién
como base los da tos es ta dís ti -
cos de la in ves ti ga ción rea li za -
da en Opti mi za ción de la en -
se ñan za apren di za je de fun -
cio nes rea les de va rias va ria -
bles con el uso de un Asis ten -
te Ma te má ti co en la Ca rre ra
Pro fe sio nal de Inge nie ría
Infor má ti ca y de Sis te mas
dela Uni ver si dad Na cio nal
de San Anto nio Abad del Cus -
co (FEDU– 2011–2012)
cuyo res pon sa ble Mgt. Nory -
Li liam Pa lo mi no.
Procedimiento
– Se rea li za ron prác ti cas con
el gru po se lec cio na do, re fe -
ri das al ma ne jo bá si co del
soft wa re ma te má ti co, sus
usos y apli ca cio nes.
– Se ad mi nis tró una prue ba
ex plo ra to ria al gru po se lec -
cio na do.
Instrumentos
– La prue ba ex plo ra to ria de co -
no ci mien tos con sis tió en una
prue ba es cri ta so bre 10 pun -
tos, de carácter formativo para
las ac ti vi da des aca dé mi cas
RESULTADOS
– Me dian te la rea li za ción de
esta pro pues ta, en la cual los
alum nos pien san acer ca de la
uti li za ción de un soft wa re ma -
te má ti co en la so lu ción de
pro ble mas con lo que es tán
apren dien do se ob ser vó el
uso ac ti vo del soft wa re ma te -
má ti co por par te de los es tu -
dian tes y se ha lo gra do la re -
ten ción, la com pren sión de
los te mas abor da dos en la in -
ves ti ga ción.
– Las herramientas Matemáticas
pro pues tas, in du je ron di ver -
sos mo dos de re pre sen ta ción,
com pren sión y con cep tua li za -
ción. Estas he rra mien tas tie -
nen un pa pel de ci si vo en el
apren di za je de la te má ti ca
abordada, pues permitirán ga -
ran ti zar el con trol de la ac ción
y la res pues ta.
– Con esta nue va pro pues ta
me to do ló gi ca tam bién se
ve ri fi có lo gros im por tan tes
en el pro ce so de en se ñan za
– apren di za je:
a. El pro ble ma se hace más ase -
qui ble: La par te que tie ne
que re sol ver el alum no no in -
clu ye los cálcu los en go rro sos
y ru ti na rios, aho ra los rea li za
el asis ten te ma te má ti co, por
tan to el alum no se aden tra
más en la par te fí si ca del pro -
ble ma.
b. La con fian za en los cálcu los:
El alum no se sien te se gu ro
en los cálcu los que ha rea li za -
do el asis ten te, por lo que
ten drá tam bién una se gu ri -
dad en los cálcu los que el rea -
li za.
c. La prác ti ca: La can ti dad de
ejer ci cios y pro ble mas que
rea li za el alum no con el uso
de un asis ten te ma te má ti co
es mu cho ma yor. Por lo tan -
to se ha brán in cre men ta do
el nú me ro de ex pe rien cias
per so na les.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 147

Hermitaño Ayala Huillca
DISCUSIÓN
– A di fe ren cia de la en se ñan za de la ma te má ti -
ca sin usar el soft wa re ma te má ti co, esta pro -
pues ta ha pro por cio na do re sul ta dos más sa -
tis fac to rios pues to que se lo gró una me jor
com pren sión en los te mas de sa rro lla dos
por par te de los es tu dian tes y esto in cre men -
ta rá en ellos la ha bi li dad para usar efi caz men -
te los pro ce sos cog ni ti vos bá si cos (ob ser var,
ana li zar, for mu lar con clu sio nes) y fa vo re -
cien do el de sa rro llo de ac ti tu -
des y dis po si cio nes aso cia das
con los pen sa mien tos de ni -
vel su pe rior y crí ti co.
– El de sem pe ño de los alum -
nos de apren di za je, di rec -
ción y asis ten cia será una ta -
rea que el do cen te de be rá
de sa rro llar y su per vi sar con ti -
nua men te, y que re que ri rá
de un cier to pe río do de ma -
du ra ción de la cla se, pues to
que en una pri me ra ins tan cia
se po drían pro du cir si tua cio -
nes con flic ti vas ante la in cer ti -
dum bre de lo des co no ci do,
alum nos poco in te re sa dos,
in ter pre ta ción erró nea de la
si tua ción pro ble má ti ca plan -
tea da, no–coor di na ción en -
tre los di fe ren tes re gis tros
de re pre sen ta ción se mió ti -
ca, erró nea, es ca sa o nula in -
ter pre ta ción de los re sul ta -
dos ob te ni dos, en tre otras.
No obs tan te ello, si los alum -
nos com pren den con cla ri -
dad que el tra ba jo de cada
uno es in dis pen sa ble para lo -
grar sus ob je ti vos, y que cada
uno de ellos tie ne algo ex clu -
si vo que apor tar al es fuer zo
en con jun to de bi do a la in for -
“Si los alumnos
comprenden con
claridad que el
trabajo de cada
uno es
indispensable para
lograr sus
objetivos, y que
cada uno de ellos
tiene algo
exclusivo que
aportar al
esfuerzo en
conjunto debido a
la información
que dispone, al
rol que
desempeña y a su
responsabilidad
en la tarea.”
ma ción que dis po ne, al rol que de sem pe ña
y a su res pon sa bi li dad en la ta rea, se lo gra rá
in cre men tar la res pon sa bi li dad de cada uno
de los alum nos y hará que se sien tan pro ta -
go nis tas de su apren di za je, de sa len tan do la
for ma ción de alum nos pa si vos. Todo ello
ayu da rá a op ti mi zar el ren di mien to aca dé mi -
co y a es ta ble cer re la cio nes po si ti vas en tre
los alum nos.
CONCLUSIONES
El uso de un asis ten te ma te má ti co en la dis ci pli -
na ma te má ti ca per mi te:
– Que el pro ble ma a re sol ver sea más ase qui ble
para el es tu dian te, que el alum no ad quie ra ma -
yor con fian za en sí, así como que se in cre men -
ta el nú me ro de ex pe rien cias per so na les en la
so lu ción de pro ble mas.
– Que los es tu dian tes co noz can más pro fun da -
men te los al go rit mos, se sien tan más mo ti va dos
hacia la asignatura debido a un ma -
yor acer ca mien to a la so lu ción de
pro ble mas más re la cio na dos con
su per fil pro fe sio nal, con me nos
can ti dad de cálcu los ma nua les.
– Que el es tu dian te pue da am -
pliar, or ga ni zar, vi sua li zar y rea li -
zar múl ti ples re pre sen ta cio nes
del co no ci mien to que se le im -
par te, lo que pue de tri bu tar a me -
jo rar su com pren sión con cep -
tual del pro ble ma.
– El es tu dian te no re quie re de mu -
chos co no ci mien tos de pro gra -
ma ción para im ple men tar o eje -
cu tar la ru ti na.
– Se rea li zan los cálcu los con ra pi dez.
– El pro gra ma sir ve de ayu da tan to
a pro fe so res como a es tu dian tes
y pue de ser uti li za do como he rra -
mien ta tan to en las cla ses prác ti -
cas como para el es tu dio in de -
pen dien te.
REFERENCIAS
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ri ca, Edi to rial Pue blo y Edu ca ción. La Ha -
ba na, Cuba.
—2. Cha pra S., Ca na le R. (1979). Mé to dos
nu mé ri cos para in ge nie ros, Ed. McGraw
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nu me ri cal met hos, Edi to rial Pue blo y Edu -
ca ción, La Ha ba na, Cuba.
—3. Castañeda, P. (1998). Propuesta de diseño
de la asignatura matemática III aplicando un
asistente matemático. La Ha ba na Cuba.
—4. Mi yar, I.; Le ga ñoa, M. Empleo de los asis -
ten tes ma te má ti cos para la asi mi la ción con cep tual del ál ge bra
uni ver si ta ria. Abril 2007.
—5. Pita Ruiz, Clau dio (1995). Calcu lo Vec to rial. Pren ti ce Hall His -
pa noa me ri ca na S.A. Ser ge Lang (1995). Cálcu lo II. Addi son
Wes ley Ibe roa me ri ca na.
—6. Kutz ler, B. (2000). Intro duc ción a De ri ve 5, Va len cia.
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en enseñanza superior: La utilización de software especializado.
http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/0107030/mates.html
—8. Ca tal di, Zul ma. (2000). Me to do lo gía de di se ño, de sa rro llo y
eva lua ción de soft wa re edu ca ti vo. http://www.fi.uba.ar/la bo ra to -
rios/lsi/ca tal di–te sis de ma gis te re nin for ma ti ca
148 El Antoniano 126 – Junio de 2014

CONSTRUCCIÓN DEL TÚNEL BONANTA
—EFECTOS DE CRECIMIENTO ECONÓMICO–SOCIAL PARA LA CONVENCIÓN – CUSCO—
RESUMEN
La investigación se orienta a explicar las características de la problemática
exis ten te a ni vel de la in fraes truc tu ra vial de trans por te al va lle de
La Con ven ción, así co mo me dir el im pac to que ge ne ra ría la cons truc -
ción del túnel Bonanta en el tramo Ollantaytambo–Alfamayo. Análisis
que se rea li za des de el pun to de vis ta téc ni co, eco nó mi co y so cial.
Con la fi na li dad de de ter mi nar el eje óp ti mo del tú nel, se ha eva lua do
a tra vés de tres al ter na ti vas de so lu ción: Por el Ne va do de la Ve ró ni ca,
Nevado Huajayhuillca y el Nevado Bonanta, resultando seleccionada
como la mejor alternativa por el nevado Bonanta, ubicándose el portal
Sur en la que bra da de Misquipuquio del po bla do de Piscacucho,
atra vie sa el eje de los tú ne les por la ba se del ne va do Bo nan ta y sa le el
Por tal Nor te de los tú ne les al pie de la ca rre te ra del mi ra dor con
13.19 Km de lon gi tud de 2.30% de gra dien te, lue go se pro yec ta cons -
Juan Francisco Soto Elguera 1
truir un puen te de 25 m de lon gi tud pa ra cru zar el río Lucumayo y en -
lazar a la actual infraestructura vial lado Alfamayo. El beneficio directo
más im por tan te por efec tos de la cons truc ción del tú nel, es el aho rro
de tiem po de via je, al re du cir se de 86.6 a 32.19 Km (aho rro sig ni fi ca ti -
vo de 54.41 Km), al de sa rro llar los vehícu los en una vía ho ri zon tal sin
ningún desarrollo entre el desvió ubicado en el poblado “Phiri” al pun -
to de encuentro lado “Alfamayo”, facilidad que significará a su vez la reduc
ción del tiem po de via je de 6.0 a 2.5 ho ras en tre Cus co – Qui lla -
bam ba. En lo téc ni co, el di se ño de la “ti po lo gía del tú nel es bitubo” se -
parados a 25 m, en paralelo y unidireccionales con dos carriles cada
uno, co nec ta dos en tre sí a tra vés de ga le rías de co ne xión ca da km., y
el eje de los tú ne les to man una orien ta ción de Sur a Nor te, cor tan do
el macizo rocoso en cinco formaciones geológicas bien definidas. En
el proceso constructivo del túnel, se plantea la excavación mediante el
1 Magíster, docente asociado a dedicación exclusiva, Facultad de Ingeniería de Minas, Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 149

Juan Francisco Soto Elguera
método convencional o método cíclico aplicando nuevo método Austriaco
y el método mecanizado mediante máquinas tuneladoras Mix -
tas de Doble Escudo. Respecto a los beneficios sociales que generaría
la ejecución del proyecto, se ha considerado: ahorro del tiempo de
viaje, costo de operación vehicular, excedente incremental del pro -
duc tor y el aho rro en mer ma de pro duc tos perecibles. En la eva lua -
ción so cial, a pe sar de su al ta in ver sión, re sul ta ser más ren ta ble pa ra
los equipos de excavación del método continuo “Tuneladoras Mix tas
de Do ble Escu do”. “La cons truc ción del tú nel co rres pon de a la in ver -
sión del Estado como capital social fijo (CSF)”, ello permitirá inducir a
los agricultores de la provincia de La Convención a incrementar su
producción y darle mayor agregado por efecto multiplicador por la
facilidad que significa en el transporte, reducción del tiempo (vital para
cualquier actividad económica) y la reducción del costo de operación
vehicular, lo que se traduce en menores costes de transporte.
ABSTRACT
The re search aims to ex plain the char ac ter is tics
of the ex ist ing prob lems at the level of road
trans port in fra struc ture in the val ley of
La Convención, as well as to mea sure the im -
pact of con struc tion of the Bonanta Tun nel in
the stretch Alfamayo – Ollantaytambo. Our
anal y sis is per formed from a tech ni cal, the axis
of the tunnel three alternative solutions have
been eval u ated. They are: Through the Ve ron -
ica snow–cov ered–Moun tain, through the
Huajayhuillca snow–cov ered–Moun tain and fi -
nally through the Bonanta snow–cov -
ered–Moun tain. The one se lected as the best
al ter na tive was the BONANTA Snow–cov -
ered–Moun tain, plac ing the south por tal in the
slope of Misquipuquio, which be longs to the
town named Piscacucho. The axis of the tun -
nels goes through the base of Moun tain
Bonanta and gets to the North Por tal of the tun -
nel at the bot tom of the road 13.19 km. length
and 2.30% gra di ent. Be sides, there is a plan to
build a bridge of 25 m. length over the
Lucumayo River and con nect it to the cur rent
road in fra struc ture lo cated on the Alfamayo
side. The most im por tant di rect ben e fit due to
the con struc tion of the tun nel is sav ing travel
dis tance, re duc ing it from 86.6 km to 32.19 km
(54.41Km shorter). Ve hi cles will run on a plain
horizontal road, without any diverted obstacle
be tween the town “Phiri” and the next lo ca tion
point, “Alfamayo”. Be sides, there is one more
ad van tage that in turn will mean re duc ing trav el -
ing time from 6.0 to 2.5 hours be tween
Cusco – Quillabamba. The tech ni cal de sign of
the tun nel is a bitubed type, both tubes spaced
25 m. one from the other, both run ning on par -
al lel and uni di rec tional lanes and in ter con -
nected through linking galleries every kilometer.
The axis of the tun nels takes an ori en ta tion
from south to north, cut ting the rock mass in
five well–defined geological formations. In the
construction process of the tunnel, excavation
is pro posed by the con ven tional method (or cy -
clic method) and the new Aus trian method us -
“La construcción
del túnel
carretero
moviliza grandes
recursos
productivos, y
permite
disminuir los
costes de
transporte con
el consiguiente
incremento en la
competitividad
de las empresas,
así como
favorecer la
apertura de las
mismas a otros
mercados.”
ing a me chan i cal method through Mixed TBM, Dou ble Shield ma chin -
ery. Regarding social benefits the project would generate, several advan
tages have been fore seen: trav el ing time sav ing, lower ve hi cle op -
er at ing cost, in creased pro duc ers’ profit and de creased risk in loss of
per ish able prod ucts. In re la tion to so cial as sess ment, de spite its high in -
vest ment, the use of the con tin u ous method “Mixed Dou ble Shield
TBMs.” turns out to be more prof it able for ex ca va tion equip ment.
This Tunnel construction corresponds to the government’s investment
as so cial fixed cap i tal (CSF/SFC). It will al low farm ers of
La Convención re gion to in crease their ag ri cul tural pro duc tion and it
will provide greater and multiplied benefits and revenues added to
ease in transportation means, reduced time (vital to any economic
activity) and reduced vehicle operating costs, resulting in lower
transport costs.
os túneles, son construcciones de carácter lineal,
Lcon el propósito de comunicar dos puntos mediante
una dis tan cia más cor ta, sal van do atra ve sar un obs -
táculo natural de la topografía del terreno.
Este tipo de pro yec tos de in fraes truc tu ra vial
ocu pa un pa pel muy im por tan te en el de sa rro llo y
la po lí ti ca gu ber na men tal de una re gión. Hoy en
día no cabe duda que el de sa rro llo de pro yec tos
de in fraes truc tu ra vial a tra vés de tú ne les, son de vi -
tal im por tan cia para fa vo re cer
gran des be ne fi cios en el cre ci mien -
to eco nó mi co y me jo rar el bie nes -
tar so cial de un pue blo.
Sin em bar go, po ner en mar cha
pro yec tos via les de tú ne les, im pli -
ca in ver sión de gran des re cur sos fi -
nan cie ros. Los paí ses de po der
eco nó mi co y tec no lo gías de pun -
ta, han cons trui do tú ne les de gran
im por tan cia como son los sub ma -
rinos, urbanos y rurales mediante
modernas máquinas tu ne la do ras;
lo gran do evi tar ac ci den tes, re du -
cien do los cos tos de trans por te y
el tiem po de via je, aho rro que es
de vi tal im por tan cia para el de sa -
rro llo en la eco no mía de un País.
En nues tro país en con tra mos
una gran di ver si dad de re lie ve te -
rrestre; desde depresiones hasta
los pi cos ele va dos de gran des sis te -
mas mon ta ño sos, como es el ne -
va do Bo nan ta, lo que da lu gar a
este tipo de pro yec to de tú ne les
por los enor mes be ne fi cios que
pre sen ta para el de sa rro llo eco nó -
mi co y so cial de la pro vin cia de La
Con ven ción y de la re gión.
De du cien do de todo ello, po -
de mos afir mar que el im pac to de
la in fraes truc tu ra vial en la eco no -
mía de un pue blo tie ne do ble efec -
to. Por un lado, la cons truc ción del tú nel ca rre te ro
mo vi li za gran des re cur sos pro duc ti vos. Por el otro,
per mi te dis mi nuir los cos tos de trans por te con el
con si guien te in cre men to en la com pe ti ti vi dad de
las em pre sas, así como fa vo re cer la aper tu ra de las
mis mas a otros mer ca dos.
Además de los efectos beneficiosos que pueden tener
las infraestructuras sobre la economía, las inversio-
150 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Construcción del túnel Bonanta
nes en este tipo de pro yec tos es -
tán impulsadas por la demanda social.
Hoy en día es de vi tal im por -
tancia plantear proyectos que mejo
ren el ser vi cio y la ca li dad de vida
de los usua rios para re du cir ac ci -
dentes de morbi y mor ta li dad y los
cons tan tes atas cos que se pro du -
cen en las ca rre te ras, caso el tra -
mo Ollantaytambo – Alfamayo a la
provincia de la Convención.
Otro as pec to im por tan te que
debe to mar se muy en cuen ta, es
el es tu dio y la im ple men ta ción
en el te rre no de las ca rac te rís ti -
cas geo me cá ni cas, en base a ello
op tar el mé to do cons truc ti vo,
equi po de ex ca va ción y el di se ño
vial según el volumen de tráfico.
1. PROBLEMA OBJETO DE
INVESTIGACIÓN
La in ves ti ga ción se orien ta a
ex pli car las ca rac te rís ti cas de la
pro ble má ti ca exis ten te a ni vel de
infraestructura vial y de transpor -
te para el va lle de La Con ven -
ción, así como me dir el im pac to
que ge ne ra ría la cons truc ción del
tú nel Bo nan ta en el tra mo Ollan -
taytambo – Alfamayo.
Planteamiento
Des pués de un aná li sis de ta lla -
do de la ac tual in fraes truc tu ra vial
como pro ble ma ob je to de in ves -
ti ga ción, se rea li zó in nu me ra bles
tra ba jos de pros pec ción téc ni ca
con jun ta men te con los alum nos
de la asig na tu ra de To po gra fía
Sub te rrá nea de la Ca rre ra Pro fe -
sio nal de Inge nie ría de Mi nas,
con la fi na li dad de ob te ner el eje
óp ti mo del tú nel, con ese pro pó -
si to por el lado Sur se ha eva lua -
do a tra vés de tres al ter na ti vas:
I. Ne va do de La Ve ró ni ca: Si -
guien do por la vía exis ten te ha -
cia el abra de Málaga.
II. Nevado Huajayhuillca: Ubicando
el por tal del tú nel en tre las que -
bradas de Huaytampo y Tiaparo,
costado del poblado de Chilca.
III. Ne va do Bo nan ta: Si tuan do el
por tal del tú nel en la que bra da
Mis qui pu quio al tu ra del po bla -
do de Piscacucho.
De la evaluación realizada, ha
sido seleccionada como la mejor
alternativa por la base del nevado
Bo nan ta, mien tras la idea del an he -
la do y muy co men ta do tú nel de la
Verónica, que fue mencionado
por mu chos años como la so lu -
ción, queda considerada no viable
al ser planteado técnicamente.
2. FORMULACIÓN DEL
PROBLEMA
¿Cuá les son las ca rac te rís ti cas
de la in fraes truc tu ra vial exis ten -
te, que per mi tan ana li zar los efec -
tos di rec tos e in di rec tos que ge -
ne ra la cons truc ción del tú nel Bo -
nan ta (tra mo Ollan tay ta mo –
Alfa ma yo), en la pro vin cia de la
Con ven ción y su im pac to en el
crecimiento económico y social?
2.1 Sistematización del
problema
1. ¿En qué me di da los as pec tos téc -
nicos y económicos constituyen
un fac tor li mi tan te en la cons -
trucción alterna del túnel Bonanta
(tramo Ollantaytambo – Alfamayo),
que permita fácil acceso
vial, cruzar con seguridad, evi -
tan do atra ve sar por abra de Má -
laga: que demanda altos costos
de transporte, exceso tiempo
de via je y cons tan te ries go de ac -
ci den te de los usua rios?
2. ¿Cuál se ría el mé to do cons -
truc ti vo y el di se ño geo mé tri -
co de la ti po lo gía apli ca do del
tú nel Bo nan ta, de acuer do a
las ca rac te rís ti cas de la li to lo gía
y es tra ti gra fía del ma ci zo ro co -
so, que ten gan ren di mien tos
óp ti mos en la ex ca va ción?
3. ¿En qué me di da la cons truc ción
del túnel Bonanta puede contribuir
con ma yor ra pi dez en el
crecimiento económico y social
del va lle de La Con ven ción?
El Antoniano 126 – Junio de 2014 151

Juan Francisco Soto Elguera
Grá fi co 1. Mapa de ubi ca ción, de la ca rre te ra exis ten te y el tú nel Bo nan ta propuesto.
Gráfico 2. Excavación mediante equipo convencional y mecanizado.
Gráfico 3. Perfil longitudinal geológico del túnel Bonanta.
152 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Construcción del túnel Bonanta
3. PLANO TOPOGRÁFICO
Del grá fi co 1, el por tal del tú nel
por el lado sur se ubi ca en la que -
brada de Misquipuquio del po bla -
do de Piscacucho, coordenada P
(783,374.76, 8,538,216.14,
2852.62), atra vie sa el eje del tú nel
por la base del ne va do Bo nan ta y
sale el Por tal Nor te al pie de la ca -
rre te ra del mi ra dor A
(782,172.10, 8,551,348.02,
2,550.10), dan do una lon gi tud de
13.19 Km de 2.30% de gra dien te,
lue go con ti núa por la mar gen iz -
quier da has ta la di rec ción del con -
trol del pues to po li cial, don de se
plan tea cons truir un puen te de
25 m. de lon gi tud para cru zar el
río Lucumayo y en la zar al ac tual in -
fraes truc tu ra vial con 6 Km apro xi -
madamente.
Los tú ne les son di se ña dos en
pa ra le lo y uni di rec cio na les con
dos ca rri les cada uno, co nec ta -
dos en tre sí a tra vés de ga le rías
de co ne xión cada ki lo me tro.
para el paso de pea to nes y
vehícu los en caso de emer gen -
cia, evi tan do de todo tipo de ac ci -
den tes que pue de ori gi nar fren te
a la cir cu la ción bi di rec cio nal en
una cal za da de dos ca rri les, por
lo tan to la so lu ción pro pues ta eli -
mi na por com ple to co li sio nes
fron ta les, otor gan do la po si bi li -
dad de ade lan ta mien to de
vehícu los de mar cha len ta, ade -
más fa ci li ta ma yor cir cu la ción del
flu jo de aire den tro del tú nel du -
ran te la eta pa de ope ra ción.
4. SECCIÓN TRANSVERSAL
Del grá fi co 2, el di se ño de ex ca va -
ción para las alternativas propuestas
de método cíclico y continuo.
5. PERFIL LONGITUDINAL
Del grá fi co 3, den tro del cua -
drán gu lo de Uru bam ba (27 r), del
lugar denominado Misquipuquio
poblado de Piscacucho, el eje de
los tú ne les se em pla za por la base
del nevado Bonanta, tomando direc
ción de Sur a Nor te cor tan do 5
formaciones geológicas bien definidas:
– Cua ter na rio Gla ciar (Q–cl):
De pó si tos de com po si ción he -
te ro ge nia mal cla si fi ca dos.
– For ma ción Ollan tay tam bo
(O–o): Se cuen cia de ro cas vol -
cá ni cas an de sí ti cas.
– Intru si vo Per mia no (P–gr): Ma -
ci zo gra no dio rí ti co
– Gru po San José (Om–sj): Pi za -
rras y es quis tos gri ses.
– Depósitos Cuaternarios (Q–al):
Depósitos recientes que conforman
los co nos aluviales.
En la ex ca va ción del tú nel Bo -
nan ta se plan tea me dian te dos al -
ternativas: Método cíclico “(Nuevo
mé to do Aus tria co NATM)”,
Jum bos Hi dráu li cos y Mé to do
Continuo (Máquina excavadora
de túneles TBM), “Tuneladora Mix -
ta de Do ble Escu do” por su di se -
ño y su alto ren di mien to en for ma -
cio nes geológicas que presentan
caso del nevado Bonanta.
6. AHORRO EN TIEMPO DE
VIAJE POR EL TÚNEL
La cons truc ción del tú nel Bo -
nanta, tramo Ollantaytambo–Alfa -
mayo facilitará el servicio y la calidad
de vida de los usua rios, evi tan -
do accidentes de morbilidad y
mortalidad y los frecuentes atascos
producidos por los fenómenos de
la naturaleza sobre la accidentada
orografía que presenta la actual infraestructura
vial, mejorando significativamente
los efectos directos e
indirectos, para que los agricultores
de la pro vin cia de La Con ven -
ción puedan incrementar su producción
y darle mayor agregado
por la facilidad que significará reducción
de via je por el tú nel Bo nan ta
a 2.5 ho ras Cus co – Qui lla bam ba.
El be ne fi cio di rec to más im -
por tan te, es el aho rro en tiem po
de via je me di do en for ma di fe ren -
cial sin el pro yec to y con el
proyecto.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 153

Juan Francisco Soto Elguera
Gráfico 4. Excavadores: método cíclico y continuo.
Fuente: Atlas Copco, fabricante Herrenknecht (Swanau, Alemania)
Abra Málaga
Sin proyecto
Por el túnel
Con proyecto
Vehículos Tiempo (minutos) Km
Tipo A 180
Tipo B 150
Tipo C 120
Tipo A 32
Tipo B 24
Tipo C 20
86.60
32.19
Fuente: Elaboración propia
Es de cir, por efec tos de la cons truc ción del
tú nel Bo nan ta, la dis tan cia en este tra mo dis mi -
nui rá 54.41 Km y los tiem pos de acuer do al
tipo de vehícu lo pre sen tan aho rros sus tan cial -
men te di fe ren cia dos. Impli ca la crea ción de la
in fraes truc tu ra eco nó mi ca como es la cons -
truc ción del tú nel Bo nan ta no solo per mi ti rá el
aho rro en tiem po de via je, el aho rro en cos to
de ope ra ción vehi cu lar, sino que di na mi za rá la
eco no mía a tra vés de ex ce den te del pro duc -
tor que es el efec to mul ti pli ca dor más im por -
tan te.
El es tu dio rea li za do me dian te dos mé to dos
de ex ca va ción: al ter na ti va I: Mé to do cí cli co y la al -
ter na ti va, II: mé to do Con ti nuo, al can zan una in -
ver sión de: 626’601,000 y 977’191,080 dó la res
res pec ti va men te, re sul tan do del aná li sis de flu jo
de caja de in ver sión so cial a 30 años, la más ren ta -
ble para tu ne la do ras de mé to do con ti núo.
RESULTADOS DE INDICA DORES EVALUACIÓN SOCIAL
Evaluación
Valor Actual Neto Social
(Van Social)
Tasa Interna de Retorno Social
(Tires)
Método cíclico
(NATM)
Método continuo
(TBM)
S/. 4,521,884,732 S/. 6,065,180,144
28.71 % 29.29 %
Beneficio Social / Costo Social 8.05 5.66
En base a la pro pues ta plan tea da debe pro -
fun di zar se con la for mu la ción de un pro yec to
de fac ti bi li dad y pos te rior men te es tu dios de fi ni -
ti vos, para ello debe cons ti tuir se de un equi po
téc ni co de alto ni vel, na cio nal e in ter na cio nal
es pe cia li za dos en el área por ser emi nen te -
men te téc ni co y de es pe cia li dad.
REFERENCIAS
—Abraham Her nán dez Her nán dez y Abraham Her nán dez
Vi lla lo bos. For mu la ción y Eva lua ción de Pro yec tos de Inver -
sión, 5ta Edic.
—Albert Hirschman (1964). La Estra te gia del de sa rro llo eco -
nó mi co. “Fon do de cul tu ra eco nó mi ca” 3ra edi ción.
—Bar ton, N. (2005). Com ments on ‘A cri ti que of QTBM’. Tun -
nels & Tun ne lling Int., July 2005, pp. 16 – 19.
—Bie niaws ki, Z.T. (2004). Aspec tos cla ve en la lec ción del mé -
to do cons truc ti vo de tú ne les. Proc. Jor na da Téc ni ca, Ma -
drid, pp.1–37. Also in: Ingeo press, Nº 126, pp. 50 – 68.
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So cial de Pro yec tos de Inver sión. Uni ver si dad de los Andes.
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drid, Rue da.
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ca, 2da edi ción, Edit. Pear son.
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Ve lo ci dad. Http://up com mons.upc.edu/pfc/bits -
tream/2099.1/12594/ 6/te si na.pdf
—Ernes to R. Fon tai ne (2008). Eva lua ción So cial de Pro yec tos,
De ci mo ter ce ra edic..
—Mon te car lo y Crystall Ball, He rra mien ta o pa que te de
si mu la ción.
—De ree (1967). Índi ce de ca li dad de las ro cas, RQD “rock
qua lity de sig na tion”
—I.T.G.E.: Ma nual de per fo ra ción y vo la du ra de ro cas, Insti tu -
to Tec no ló gi co Geo mi ne ro de Espa ña.
—Jor ge Ardi lla Rue da, Geo tú ne les de sa rro llo de tú ne les via les
en Co lom bia. Http://up com mons.upc.edu/pfc/bits -
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—(PDF) 4.6 Tu ne less: La se gu ri dad en tu ne la do ras – Se gu ros
MAPFRE. www.map fre.com/do cu men ta cion/pu bli -
co/i18n/.../gru po.cmd?path
154 El Antoniano 126 – Junio de 2014

PREDICTIBILIDAD REFRACTIVA DE
LA FORMULA SRK/T
—EN CIRUGÍA DE CATARATA POR FACOEMULSIFICACIÓN—
Abel Flores Boza 1 , Mario De la Torre E. 2 , José Ticona Pari 3 .
RESUMEN
Obje ti vo: Eva luar la pre dic ti bi li dad re frac -
ti va de la fór mu la SRK/T en los pa cien tes
so me ti dos a fa coe mul si fi ca ción. Mé to -
dos: Fue ron eva lua dos 113 pa cien tes so -
me ti dos a ci ru gía de ca ta ra ta por fa coe -
mul si fi ca ción en el año 2004 en el Insti tu -
to Na cio nal de Oftal mo lo gía de Li ma. La
fór mu la uti li za da pa ra el cálcu lo del LIO
fue la SRK/T. La téc ni ca qui rúr gi ca fue de
fa coe mul si fi ca ción in ci sión cor neal, cap su -
lor he xis, e im plan te de LIO ple ga ble en
sa co cap su lar. La re frac ción fi nal fue con -
ver ti da en equi va len te es fé ri co, sien do
res ta da de la re frac ción pla nea da preo pe -
ra to ria men te pa ra ob te ner el error re frac -
ti vo. Re sul ta dos: La edad pro me dio de
los pa cien tes fue de 66.4 años. En el
71.7% de los ca sos se ob tu vie ron agu de -
zas vi sua les me jo res a 20/40. En cuan to
al error re frac cio nal: en el Gru po 1 (error
re frac ti vo has ta ±0.5 diop trías) se ubi có
el 51.3% de los pa cien tes. En el Gru po 2
(error re frac ti vo en tre ±0.51 y ±1.00
diop trías) el 35.4% de los ca sos. En el
Gru po 3 (error re frac ti vo en tre ±1.01 y
±2.0 diop trías) el 9.7% de los ca sos,
1 Médico Asistente Instituto Nacional de Oftalmología, Lima – Perú.
2 Médico Jefe del Servicio de Ecografía Ocular del Instituto Nacional de Oftalmología, Lima – Perú.
3 Médico Asistente Instituto Nacional de Oftalmología, Lima – Perú.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 157

Abel Flores Boza, Mario De la Torre E., José Ticona Pari
mien tras que en el Gru po 4 (error re frac ti vo mas de ±2.0 diop -
trías) el 3.5% de los pa cien tes. El 72.6% de los pa cien tes re sul -
tó con un error re frac ti vo mió pi co. Con clu sio nes: El re sul ta do fi -
nal pos to pe ra to rio ob te ni do con la fór mu la SRK/T fue con si de -
ra do sa tis fac to rio. La ma yo ría de los pa cien tes (86.7%) pre sen -
ta ron erro res re frac ti vos post-fa coe mul si fi ca ción in fe rio res a
±1.00 diop tría.
ABSTRACT
Pur pose: To de ter mine the ac cu racy of intraocular lens (IOL)
power cal cu la tion with the SRK/T for mula in phacoemulsification.
Meth ods: Re frac tion and vi sual out comes were re corded pro spec -
tively for a con sec u tive case se ries of 113 pa tients who re ceived
stan dard phacoemulsification cat a ract sur gery. Pa tients with
intraoperative com pli ca tions were ex cluded. The mea sures were
pre op er a tively ax ial length and keratometry, IOL im planted, and re -
frac tive er ror at 4 weeks post op er a tively. Re sults: The post op er a -
tive Snellen acu ity was 20/40 or better in 71.7% of all eyes. The
per cent age that achieved a spher i cal er ror of ±0.5 a ±1.00
diop trías.
– Gru po 3: error re frac ti vo > ±1.00 a ±2.0
diop trías.
– Gru po 4: error re frac ti vo ma yor a ±2.0 diop -
trías.
Gráfico 1. Error refractivo final.
Gráfico 2. Error refractivo según longitudes axiales.
MÉTODOS
Fue ron eva lua dos 113 pa cien tes so me ti dos a ci -
ru gía de ca ta ra ta por fa coe mul si fi ca ción en el año
2004 en el Insti tu to Na cio nal de Oftal mo lo gía de
Lima. Se ex clu ye ron del es tu dio aque llos pa cien tes
que pre sen ta ron com pli ca cio nes in trao pe ra to rias
(rup tu ra cap su lar, LIO des cen tra do) y que tu vie ran
astigmatismo mayor de 2.50 dioptrías.
158 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Predictibilidad refractiva de la formula SRK/T
RESULTADOS
La edad pro me dio de los pa -
cien tes fue de 66.4 años con un
ran go en tre 20 y 88 años. El
67.3% de los pa cien tes per te ne -
cían al sexo fe me ni no. El 54% de
los ojos ope ra dos co rres pon dían
a ojos de re chos. La agu de za vi -
sual preo pe ra to ria era peor a
20/200 en el 49.6% de los ca -
sos. El 60.2% de los ojos te nía
una lon gi tud axial en tre 23 a 26.5
mm, 10.6% ma yor a 26.5 mm,
y 29.2% me nor a 23 mm.
En el 71.7% de los ca sos se
obtuvieron agudezas visuales me -
jo res a 20/40.
En cuan to al error re frac ti vo:
en el Gru po 1 (error re frac ti vo
has ta ±0.5 diop trías) se ubi có
el 51.3% de los pa cien tes. En el
Gru po 2 (error re frac ti vo en tre
±0.51 a ±1.00 diop trías) el
35.4% de los ca sos. En el Gru -
po 3 (error re frac ti vo en tre
±1.01 a ±2.0 diop trías) el
9.7% de los ca sos, mien tras
que en el Gru po 4 (error re frac -
ti vo ma yor de ±2.0 diop trías)
el 3.5% de los pa cien tes.
Grá fi co 1, en ojos con lon gi -
tu des axia les me no res a 23
mm, ob tu vi mos re sul ta dos de
57.6%, 30.4%, 3.0% y 9.0%
para erro res re frac ti vos de
±0.5 diop trías, ±1.0 diop trías,
±2.0 diop trías y ma yor a ±2.0
diop trías res pec ti va men te.
En los ojos con lon gi tu des
axia les en tre 23.1 y 26.5 mm,
los re sul ta dos fue ron de
48.5%, 38.2%, 11.8% y 1.5%
para erro res re frac ti vos de
±0.5 diop trías, ±1.0 diop trías,
±2.0 diop trías y ma yor a ±2.0
diop trías res pec ti va men te.
En ojos con lon gi tu des axia les
ma yo res a 26.5 mm, los re sul ta -
dos fue ron de 50.0%, 33.3%,
16.7% para errores refractivos
de ±0.5 diop trías, ±1.0 diop -
trías, y ±2.0 diop trías res pec ti va -
men te.
Grá fi co 2, el error re frac ti vo
mió pi co se ha lló en el 69.7% de
ojos con lon gi tud axial me nor a
Gráfico 3. Distribución según error refractivo (en equivalente esférico) postfacoemul -
sificación.
Tabla 1. Error refractivo según longitudes axiales.
Longitud Axial Hipermetrópico Miópico Error Refractivo
< 23 mm 8 24.2% 23 69.7%
23.1 a 26.5 mm 13 19.1% 53 77.9%
> 26.5 mm 3 25.0% 7 58.3%
Total 24 21.2% 83 73.5%
El Antoniano 126 – Junio de 2014 159

Abel Flores Boza, Mario De la Torre E., José Ticona Pari
23 mm, en el 77.9% de ojos con lon gi tud axial en -
tre 23.1 a 26.5 mm, y en el 58.3% de ojos con lon -
gi tud axial ma yor a 26.5 mm. En for ma glo bal el
error re frac ti vo mió pi co se ha lló en el 73.5% de ca -
sos, mien tras que el error re frac ti vo hi per me tró pi -
co en el 21.2% de ca sos.
Grá fi co 3 y Ta bla 1. En el Gru po 1 pre do mi nó el
error re frac ti vo mió pi co (84.5%),
en el Gru po 2 pre do mi nó el error
re frac ti vo mió pi co (70%), en el
Gru po 3 pre do mi nó el error re -
frac ti vo hi per me tró pi co (72.7%),
y en el Gru po 4 pre do mi nó el
error re frac ti vo mió pi co (75.0%).
DISCUSIÓN
Es fun da men tal te ner un buen
con trol del cálcu lo del LIO para
mi ni mi zar los erro res en nues -
tros re sul ta dos de ci ru gías de ca -
ta ra ta por fa coe mul si fi ca ción. (6)
A pe sar del de sa rro llo de fór mu -
las me jo ra das para el cálcu lo bio -
mé tri co, en al re de dor del 15% a
20% de ojos, se ob tie nen erro -
res bio mé tri cos de mas de 1.00
diop tría des pués de ci ru gía de ca -
ta ra ta (7, 8).
Di ver sos es tu dios so bre el
uso de la fór mu la SRK/T han sido
pu bli ca dos, Retz laff et al (1) ob tu -
vo un error re frac ti vo me nor a
0.5 diop trías en el 50% de sus pa -
cien tes, y un error re frac ti vo me -
nor a 1.0 diop tría en el 80% de
los ca sos. Sham mas (2) ob tu vo
un equi va len te es fé ri co me nor a
1.0 diop tría en el 94.8% de sus
ca sos. San ders et al (3) re por tó
ha ber ob te ni do error re frac ti vo
me nor a 1.0 diop tría en el 81%
de ca sos. En el pre sen te es tu dio
en el 86.7% de ca sos se ob tu vo
error re frac ti vo me nor a 1.0
diop tría.
No en con tra mos di fe ren cias sig -
“La cirugía de
catarata,
actualmente, es
un procedimiento
muy seguro y de
alta exigencia
desde el punto de
vista refractivo
debido al avance
tecnológico,
evolución de los
equipos de
facoemulsificación,
refinamiento de la
técnica quirúrgica
y disponibilidad de
lentes
intraoculares
plegables.”
ni fi ca ti vas (chi cua dra do) al ana li zar la con fia bi li dad
de la fór mu la SRK/T para predecir errores refractivos
en re la ción con las di fe ren tes lon gi tu des axia -
les.
Re por tes ac tua les in di can que en tre el 3% al
11% de ojos tie nen un error bio mé tri co ma -
yor de 2.0 diop trías des pués de ci ru gía de ca ta -
ra ta (7); en el pre sen te es tu dio el 3.5% de ojos
al can zó un error re frac ti vo ma yor de 2.0 diop -
trías, sien do el ma yor nú me ro de ellos ojos
con lon gi tud axial me nor a 23 mm. Un es tu dio
rea li za do por Hof fer (4, 5) de mos tró que la fór -
mu la Hof fer Q fue mas pre ci sa que SRK/T en
ojos con lon gi tu des axia les me no res a 22 mm.
La elec ción de la fór mu la mas
ade cua da para el cálcu lo del LIO
debe ser va li da da de acuer do al
aná li sis de los re sul ta dos ob te ni -
dos. (9)
Obser va mos una ten den cia
al error re frac ti vo mió pi co en
un gran por cen ta je de ca sos
con la fór mu la SRK/T.
CONCLUSIONES
El re sul ta do fi nal pos to pe ra -
to rio ob te ni do con la fór mu la
SRK/T fue con si de ra do sa tis fac -
to rio. La ma yo ría de los pa cien -
tes (86.7%) pre sen ta ron erro -
res re frac ti vos post–fa coe mul si -
fi ca ción in fe rio res a ±1.0 diop -
tría.
REFERENCIAS
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Development of SRK/T intraocular lens implant
power calculation formula. J Cataract Refract
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—4. Hoffer KJ. The Hoffer Q. (1993). Formula:
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sual outcome after cataract extraction. J Cataract Refract Surg; 28:
62 – 66.
160 El Antoniano 126 – Junio de 2014

AFRONTAMIENTO Y CALIDAD DE VIDA
—EN PACIENTES CARDIOVASCULARES DEL HOSPITAL ANTONIO LORENA DEL CUSCO—
RESUMEN
En la pre sen te in ves ti ga ción, ana li zo la re la ción en tre afron ta mien -
to y ca li dad de vi da en pa cien tes car dio vas cu la res. Se uti li zó co mo
ins tru men to en la re co lec ción de da tos el cues tio na rio de sa lud
SF–36 de ca li dad de vi da pa ra de ter mi nar los com po nen tes de sa -
lud fí si ca y men tal de la ca li dad de vi da, y el cues tio na rio de afron ta -
mien to en pro ble mas de sa lud y le sio nes pa ra de ter mi nar el afron -
ta mien to fren te a en fer me dad car dio vas cu lar. La mues tra em plea -
da pa ra el es tu dio fue de 248 pa cien tes que acu die ron a los hos pi ta -
les Anto nio Lo re na ciu dad del Cus co, du ran te el 2012. Iden ti fi cán -
do se re la ción en tre los es ti los de afron ta mien to y ca li dad de vi da,
sien do es ta re la ción ma yor con el es ti lo dis trac ti vo de afron ta mien -
to con el com po nen te de la sa lud men tal de la ca li dad de vi da y el
es ti lo pa lia ti vo de afron ta mien to fue ma yor con el com po nen te de
Timoteo Díaz Díaz 1
sa lud fí si ca de la ca li dad de vi da. Por lo que se con clu ye que a una
me jor sa lud men tal y fí si ca los pa cien tes car dia cos pre sen tan una
ma yor ten den cia ha cia un me jor uso de las es tra te gias de afron ta -
mien to pa ra po si bi li tar la ca li dad de vi da.
PALABRAS CLAVES: Esti los de Afron ta mien to, Sa lud Fí si ca, Sa lud
Men tal, Ca li dad de Vi da, Pa cien te Car dio vas cu lar.
ABSTRACT
This re search ex am ined the re la tion ship be tween cop ing and qual -
ity of life in car dio vas cu lar pa tients. Was used as an in stru ment to
col lect data on health ques tion naire SF–36 qual ity of life to de ter -
mine the com po nents of phys i cal and men tal qual ity of life, cop ing
and a ques tion naire on health prob lems and in ju ries to de ter mine
chip cop ing against car dio vas cu lar dis ease. The sam ple used for the
study was 248 pa tients who vis ited hos pi tals and Lorena An to nio
1 Doctor.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 161

Timoteo Diaz Diaz
city of Cusco in 2012. Iden ti fy ing the re la tion ship be tween cop ing
styles and qual ity of life, and this re la tion ship more in the style dis -
tract cop ing with the men tal health com po nent of qual ity of life and
pal lia tive cop ing style was more with the phys i cal health of the qual -
ity of life. It is there fore con cluded that a better men tal and phys i cal
health of car diac pa tients have a greater ten dency to wards a better
use of cop ing strat e gies to en able the qual ity of life.
KEYWORDS: Cop ing Styles, Phys i cal Health, Men tal Health, Qual -
ity of Life, Car dio vas cu lar Pa tient.
PROBLEMA DE
INVESTIGACIÓN
¿Cuál será el gra do de re la ción
en tre el afron ta mien to y ca li dad
de vida en pa cien tes car dio vas cu la -
res que acu den a los hos pi ta les
Anto nio Lo re na en la Ciu dad del
Cus co, 2012?
OBJETIVOS
Objetivo General
Iden ti fi car el gra do de re la ción
del afron ta mien to con la ca li dad
de vida en pa cien tes car dio vas cu la -
res de los hos pi ta les Anto nio Lo re -
na en la Ciu dad del Cus co du ran te
el 2012.
Objetivos Específicos
1.Identificar la relación entre los estilos
de afron ta mien to y el com po -
nen te de sa lud fí si ca de la ca li dad
de vida.
2.Identificar la relación entre los estilos
de afron ta mien to y el com po -
nen te de sa lud men tal de la ca li -
dad de vida.
3.Identificar los estilos de afrontamien
to en los pa cien tes car dio -
vasculares
4.Identificar los estilos de afrontamiento
según variable sociodemográficas.
5.Identificar el componente de salud
fí si ca y men tal de la ca li dad de
vida según variables sociodemográficas.
METODOLOGÍA
La investigación está dentro del nivel básico y de
tipo descriptivo. Tiene como propósito recoger informa
ción de las es tra te gias de afron ta mien to y de los
com po nen tes de la sa lud fí si ca y men tal de la ca li dad
de vida en pacientes con enfermedad cardiovascular.
“Ser muy
consciente,
cuidadoso y
explicar los
castigos que
realizas ayudará a
eliminar
específicamente
los
comportamientos
no deseados sin
disminuir las
buenas
intenciones o las
buenas
respuestas de la
persona
castigada; de lo
contrario podrías
estar logrando
todo lo que
quieres evitar.”
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
El di se ño es no ex pe ri men tal, trans ver sal y
de tipo co rre la cio nal por que bus ca eva luar la
re la ción exis ten te en tre las va ria bles, es tra te -
gias de afron ta mien to y los com po nen tes de sa -
lud fí si ca y men tal de la ca li dad de vida.
M: Re pre sen ta la mues tra (Pa cien tes car dio -
vas cu la res).
r
M O O y
x
r Oz
O x
: Esti los de Afron ta mien to.
O y
: Sa lud fí si ca.
O z
: Sa lud Men tal.
r : Re pre sen ta la re la ción en tre
las variables
POBLACIÓN – MUESTRA
Población
Cons ti tui da por to dos los pa -
cien tes con un diag nós ti co de fi -
ni ti vo de en fer me dad car dio vas -
cu lar, los cua les acu den por con -
sul ta ex ter na al ser vi cio de car -
dio lo gía; así como pa cien tes
hos pi ta li za dos en el ser vi cio de
me di ci na de los hos pi ta les del
Mi nis te rio de Sa lud de la pro vin -
cia del Cus co del Hos pi tal Anto -
nio Lo re na de la ciu dad Cus co.
Población elegible u objeto de
estudio
Cons ti tui da por los mis mos pa -
cien tes de la po bla ción uni ver so.
Muestra
Cons ti tui da por los pa cien tes
con en fer me dad car dio vas cu lar
que cum plan con los cri te rios de
se lec ción de la mues tra.
CRITERIOS DE SELECCIÓN
A. Criterios de inclusión
A.1. Pa cien tes con en fer me da des
car dio vas cu la res que acu den por con sul ta am -
bu la to ria a los con sul to rios ex ter nos de car dio -
lo gía y pa cien tes hos pi ta li za dos con di chas pa -
to lo gías en los hos pi ta les del Mi nis te rio de Sa -
lud – Pro vin cia del Cus co (Hos pi tal Anto nio
Lo re na).
162 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Afrontamiento y calidad de vida
Ta bla 1: Ca rac te rís ti cas del com po nen te de sa lud men tal de la calidad de vida se gún
las variables socio –demográficas
Variables Promedio Nivel
Sexo
Grupo etareo
Grado de instrucción
Diagnóstico principal
Tiempo de diagnóstico
Recibió tratamiento
Femenino 11.83 Bajo
Masculino 10.55 Bajo
18 a 29 años 10.35 Bajo
30 s 49 años 10.84 Bajo
> 50 años 12.12 Bajo
Primaria 10.26 Bajo
Secundaria 11.01 Bajo
Superior 17.11 Bajo
Hipertensión 11.53 Bajo
Diagnóstico Mixto 9.96 Bajo
Hasta 12 meses 13.41 Bajo
12 a 24 meses 6.09 Bajo
Más de 24 meses 10.58 Bajo
Si siempre 13.33 Bajo
Si a veces 10.78 Bajo
No 4.52 Bajo
Nota. El nivel de la salud mental de la calidad de vida fue puntuada en base a 100 puntos de la siguiente
manera nivel bajo (0 – 33.3) nivel medio (34.0 – 66.66) nivel alto (67.0 – 100)
Tabla 2: Características del componente de salud física de la calidad de vida según las
variables socio –demográficas
A.2. Pacientes varones y mujeres
ma yo res de 18 años.
A.3. Pa cien tes que acep ten vo lun -
tariamente y autoricen por escrito
for mar par te del es tu dio.
A.4. Pa cien tes na ci dos en la ciu dad
del Cus co (pro vin cia del Cus co)
Variables Promedio Nivel
Sexo Femenino 14.3 Bajo
Masculino 13.2 Bajo
Grupo etareo 18 a 29 años 13.85 Bajo
30 a 49 años 17.70 Bajo
> 50 años 16.89 Bajo
Grado de instrucción Primaria 15.47 Bajo
Secundaria 17.26 Bajo
Superior 20.24 Bajo
Diagnóstico principal Hipertensión 17.2 Bajo
Diagnóstico Mixto 5.31 Bajo
Tiempo de diagnóstico Hasta 12 meses 18.51 Bajo
12 a 24 meses 10.79 Bajo
Más de 24 meses 20.72 Bajo
Recibió tratamiento Si siempre 20.01 Bajo
Si a veces 15.67 Bajo
No 5.84 Bajo
Nota. El nivel de la salud física de la calidad de vida fue puntuada en base a 100 puntos de la
siguiente manera nivel bajo (0 – 33.3) nivel medio (34.0 – 66.66) nivel alto (67.0 – 100)
A.5. Pacientes con enfermedad cardiovascular
con una enfermedad
aso cia da como cán cer, dia -
betes mellitus, tuberculosis y
SIDA.
B. Criterios de exclusión:
B.1.Pacientes con padecimientos
sistémicos, que no tengan un
El Antoniano 126 – Junio de 2014 163

Timoteo Diaz Diaz
diagnóstico definitivo de enfermedad cardiovascular.
B.2. Pacientes de sexo femenino con enfermedad
cardiovascular que se encuentren en estado de
gestación.
B.3. Pa cien tes me no res de 18 años de edad.
TIPO DE MUESTREO
Se em pleó un mues treo cir cuns tan cial, por cuo -
tas. La mues tra fue ob te ni da en for ma pro gre si va
de acuer do a de tec ción y nú me ro de pa cien tes
que se pre sen ta ban en los ser vi cios de hos pi ta li za -
ción y con sul ta ex ter na del ser vi cio de car dio lo gía
del hos pi tal Anto nio Lo re na l de la ciu dad del Cus -
co.
TAMAÑO DE MUESTRA
El ta ma ño de la mues tra se ob tu vo por el tipo de
mues treo cir cuns tan cial y por cuo tas en el que se
im par tía los cues tio na rios solo en un mo men to
dado a los pa cien tes con en fer me dad car dio vas cu -
lar que acu die ron por con sul ta ex ter na y pa cien tes
hos pi ta li za dos en el ser vi cio de me di ci na du ran te el
mes de ju nio del 2012 for man do un to tal de 248
pa cien tes (50% del hos pi tal Lo re na y 50% del hos -
pi tal Re gio nal) de los cua les 146 pa cien tes acu die -
ron por con sul ta ex ter na y 102 pa cien tes hos pi ta li -
za dos en el ser vi cio de me di ci na; de los pa cien tes
con en fer me dad car dio vas cu lar el ma yor nú me ro
lo cons ti tu yen aque llos con diag nós ti co de hi per -
ten sión ar te rial 242 y el res to, 6 pa cien tes, for man
aque llos con diag nós ti co mix to de cán cer, dia be tes
me lli tus, tu ber cu lo sis.
RESULTADOS
Se gún la ta bla 1, los pro me dios ob ser va dos de
acuer do a la sa lud men tal en re la ción a las va ria bles
so cio de mo grá fi cas es tos pun ta jes se en cuen tran
en un ni vel bajo, lo que sig ni fi ca que los pa cien tes
con enfermedad cardiovascular evalúan su salud
per so nal como mala y creen que pro ba ble men te
em peo ra rán, sien ten can san cio y ago ta mien to
todo el tiem po, sien ten in ter fe ren cia ex tre ma con
las ac ti vi da des so cia les nor ma les de bi do a pro ble -
mas fí si cos y emo cio na les, así mis mo, ma ni fies tan
pro ble mas con el tra ba jo u otras actividades
diarias, sensaciones de nerviosismo y depresión
todo el tiempo.
Se gún la ta bla 2, los pro me dios ob ser va dos de
acuer do a la sa lud fí si ca en re la ción a las va ria bles
so cio de mo grá fi cas, es tas pre sen tan un ni vel
bajo, lo que quie re de cir, que los pa cien tes con
en fer me dad car dio vas cu lar pre sen tan mu cha li -
Tabla 3. Características de los Estilos de Afrontamiento
Estilo
Promedio
Distractivo 24.95
Paliativo 25.60
Instrumental 26.20
Emocional 25.72
Ta bla 4. Re la ción en tre el com po nen te de sa lud men tal de ca li -
dad de vida y los esti los de afron ta mien to
Estilo
Promedio
Distractivo 0.2500
Paliativo 0.2177
Instrumental 0.2307
Emocional 0.1815
Ta bla 5. Re la ción en tre el com po nen te de sa lud men tal de ca li -
dad de vida y los esti los de afron ta mien to
Estilo
Promedio
Distractivo 0.2616
Paliativo 0.2805
Instrumental 0.2626
Emocional 0.1872
mi ta ción para rea li zar to das las ac ti vi da des fí si cas
in clu yen do ba ñar se o ves tir se de bi do a la sa lud.
Pre sen tan pro ble mas con el tra ba jo u otras ac ti vi -
da des dia rias como re sul ta do de la sa lud fí si ca,
ma ni fies tan do lor muy se ve ro y ex tre ma da men -
te li mi tan te; tam bién eva lúan su sa lud per so nal
como mala y creen que pro ba ble men te em peo -
ra rán, sien ten can san cio y ago ta mien to todo el
tiem po, ade más de in ter fe ren cia ex tre ma con las
ac ti vi da des so cia les nor ma les de bi do a pro ble -
mas fí si cos y emocionales.
En la ta bla 3, se ob ser va que los pa cien tes car -
dio vas cu la res uti li zan las es tra te gias de afron ta -
mien to fren te a la en fer me dad; es tan do con una
ma yor pun tua ción la es tra te gia de tipo ins tru -
men tal con un pro me dio de 26.20 pun tos, cuya
fun ción es cam biar el pro ble ma que le cau sa el
do lor o cam biar las cog ni cio nes, creen cias, emo -
cio nes, así como bus car in for ma ción de tra ta -
mien tos más efi ca ces. En una se gun da pun tua -
ción, se en cuen tra el afron ta mien to Emo cio nal,
don de cen tran su aten ción en las con se cuen cias
emo cio na les del pro ble ma de sa lud. El afron ta -
mien to de tipo Pa lia ti vo se es ta ble ce en la ter ce -
ra pun tua ción, el cual im pli ca ac cio nes de au toa -
yu da en bus ca de ali vio de la en fer me dad. Y con
una úl ti ma pun tua ción es tán las es tra te gias de
afron ta mien to Dis trac ti vo con 24.95 pun tos que
164 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Afrontamiento y calidad de vida
per mi ten dis mi nuir las preo cu -
pa cio nes re la cio na das con su
en fer me dad.
De acuer do a lo ob ser va do, el
afron ta mien to ins tru men tal es el
de ma yor uso en pa cien tes car -
dio vas cu la res, en com pa ra ción
con el afron ta mien to Dis trac ti vo,
lo que in di ca que los pa cien tes
uti li zan más el cam bio del pro ble -
ma de sa lud que le cau sa do lor,
así como la bús que da de in for ma -
ción acerca de tratamientos más
efi ca ces.
La ta bla 4, mues tra la re la ción
que exis te en tre el com po nen te
de sa lud men tal de ca li dad de
vida y los es ti los de afron ta mien -
to, nos in di ca que un pa cien te
cardiovascular con una adecuada
sa lud men tal, será ca paz de ha -
cer uso de los di fe ren tes es ti los
de afron ta mien to ya sea el es ti lo
dis trac ti vo, pa lia ti vo, ins tru men -
tal o emo cio nal; sien do esta re la -
ción ma yor con el es ti lo Dis trac ti -
vo (0.2500), en com pa ra ción al
es ti lo emo cio nal que es el
menos utilizado por los
pacientes cardiovasculares
(0.1815).
Lo que sig ni fi ca que los pa cien -
tes cardiovasculares para tener
una me jor sa lud men tal uti li za rán
más el es ti lo Dis trac ti vo de afron -
ta mien to el cual im pli ca que per -
mi ten dis mi nuir las preo cu pa cio -
nes relacionadas con su en fer me -
dad.
La ta bla 5, mues tra la re la ción
que exis te en tre el com po nen te
de sa lud fí si ca de ca li dad de vida y
los es ti los de afron ta mien to, nos
in di ca que un pa cien te car dio vas -
cu lar con una ade cua da sa lud fí si -
ca, será ca paz de ha cer uso de
los di fe ren tes es ti los de afron ta -
mien to ya sea el es ti lo dis trac ti -
vo, pa lia ti vo, ins tru men tal o emo -
cio nal; sien do esta re la ción ma -
yor con el es ti lo Pa lia ti vo
(0.2805), en com pa ra ción al es ti -
lo emo cio nal que es el menos
utilizado por los pacientes
cardiovasculares (0.1872).
Lo que sig ni fi ca que los pa cien -
tes cardiovasculares para tener
una me jor sa lud fí si ca uti li za rán
más el es ti lo Pa lia ti vo de afron ta -
mien to el cual im pli ca ac cio nes
de au toa yu da en bus ca de alivio
de la enfermedad.
DISCUSIÓN DE LOS
RESULTADOS
En la po bla ción es tu dia da, se -
gún los pro me dios ob ser va dos
de acuer do al com po nen te de
sa lud men tal de la ca li dad de
vida en re la ción a las va ria bles
so cio de mo grá fi cas, es tas se en -
cuen tran en un ni vel bajo, lo
que re pre sen ta que los pa cien -
tes con en fer me dad car dio vas -
cu lar eva lúan su sa lud per so nal
como mala y creen que pro ba -
ble men te em peo ra rán, sin tien -
do can san cio y ago ta mien to
todo el tiem po, ade más de in -
ter fe ren cia con las ac ti vi da des
so cia les nor ma les de bi do a pro -
ble mas fí si cos y emo cio na les;
así como, pro ble mas con el tra -
ba jo u otras ac ti vi da des dia rias,
sen sa ción de ner vio sis mo y de -
pre sión todo el tiem po, como
re sul ta do de pro ble mas emo -
cio na les, que son cau san tes de
la per tur ba ción en cam biar las
cog ni cio nes, emo cio nes e in -
cor po rar al ter na ti vas de ma ne -
jo efi caz para una me jor ca li dad
de vida. Estos re sul ta dos en con -
tra dos son com pa ra bles con los
de Brei jo (1998), en su es tu dio
“Ca li dad de Vida Glo bal en Pa -
cien tes post–in far to de Mio car -
dio”, rea li za do en los Esta dos
Uni dos, don de en con tró una
dis mi nu ción en la Ca li dad de
Vida con res pec to a la que te -
nían an tes de su frir el Infar to
Mio cár di co. Esta dis mi nu ción
en la ca li dad de vida es más evi -
den te en el com po nen te emo -
cio nal del pa cien te. Así tam bién
El Antoniano 126 – Junio de 2014 165

Timoteo Diaz Diaz
Cea et al. (2003) Rea li za ron un es tu dio ti tu la do
“Estra te gias de Afron ta mien to e Hi per ten sión
Esen cial”, que se lle vó a cabo en Espa ña, don de
en con tra ron que el su je to hi per ten so bus ca me -
nos el apo yo emo cio nal en los de más (bús que da
de apo yo so cial emo cio nal), se cen tran más en
com por ta mien tos de tipo cog ni ti vo y con duc tual
(ac ti vi dad cog ni ti va y con duc tual) que la po bla -
ción ge ne ral; sien do ma yor la ac -
ti vi dad cog ni ti va; con cor da do
con el pre sen te es tu dio.
Se gún los re sul ta dos de la in -
ves ti ga ción de acuer do al com po -
nen te de sa lud fí si ca de la ca li dad
de vida en re la ción a las va ria bles
so cio de mo grá fi cas, es tas tam -
bién es tán en un ni vel bajo, lo
que re pre sen ta que los pa cien -
tes con en fer me dad car dio vas cu -
lar pre sen tan li mi ta ción para rea -
li zar to das las ac ti vi da des fí si cas
in clu yen do ba ñar se o ves tir se de -
bi do a la sa lud, ade más de pro -
ble mas con el tra ba jo u otras ac ti -
vi da des dia rias como re sul ta do
de la sa lud fí si ca, así mis mo, ma ni -
fies tan do lor muy se ve ro y ex tre -
ma da men te li mi tan te; tam bién
sue len eva luar su sa lud per so nal
como li mi tan te cre yen do que
exa cer ba rá, a su vez de sen tir
can san cio y ago ta mien to todo el
tiem po, in ter fe ren cia ex tre ma
con las ac ti vi da des so cia les nor -
ma les de bi do a pro ble mas fí si cos
y emo cio na les. Estos re sul ta dos
en con tra dos se co rro bo ran con
los en con tra dos por Brei jo
(1998) en su es tu dio “Ca li dad de
Vida Glo bal en Pa cien tes Post–in -
far to de Mio car dio”, en el que en -
con tró una dis mi nu ción en la Ca -
li dad de Vida con res pec to a la
que te nían an tes de su frir el Infar -
to Mio cár di co, en con tran do tam -
bién una dis mi nu ción del com po nen te fí si co de
la ca li dad de vida.
Los re sul ta dos en con tra dos en el pre sen te es -
tu dio di fie ren con los ha lla dos por Ro sas et al.
(2006) en su es tu dio “Ca li dad de Vida en pa cien -
tes con Insu fi cien cia Ve no sa Cró ni ca”, rea li za do
en Co lom bia, quie nes en con tra ron ni ve les pro -
me dios tan to del com po nen te de sa lud fí si ca y
“En relación con
el componente
de salud mental y
física de la calidad
de vida y los
estilos de
afrontamiento,
estos tienen
relación, lo que
nos indica que un
paciente
cardiovascular
con una
adecuada salud
mental y física,
será capaz de
hacer uso de los
diferentes estilos
de afrontamiento;
ya sea este:
Distractivo,
Paliativo,
Instrumental y
Emocional.”
men tal en di chos pa cien tes; aun que con clu yen
que exis te un de te rio ro sig ni fi ca ti vo en la ca li dad
de vida de los pa cien tes por ta do res de in su fi cien -
cia ve no sa cró ni ca; lo que está en re la ción a los
re sul ta dos en con tra dos en el pre sen te es tu dio.
Así mis mo en el 2006 Ga lin do rea li za un es tu -
dio acer ca de la “Ca li dad de vida y de pre sión en
pa cien tes dia bé ti cos del hos pi tal Sur Este
EsSalud”, lle va do a cabo en el
Cus co, don de ha lló ni ve les ba jos
de ca li dad de vida. Coin ci dien do
con los re sul ta dos en con tra dos
en el pre sen te es tu dio, don de se
ob ser vó ni ve les ba jos de ca li dad
de vida en los pa cien tes car dio -
vas cu la res.
Los pa cien tes car dio vas cu la -
res de acuer do a las ca rac te rís ti -
cas de afron ta mien to, in di can
cua li ta ti va men te que sus es tra te -
gias en pri mer lu gar son de tipo
Instru men tal, cuya fun ción es
cam biar el pro ble ma que le cau -
sa do lor o cam biar las cog ni cio -
nes, creen cias, emo cio nes, bus -
can do in for ma ción de tra ta mien -
tos más efi ca ces. En se gun do lu -
gar el afron ta mien to Emo cio nal,
el cual cen tran su aten ción en las
con se cuen cias emo cio na les del
pro ble ma de sa lud, el afron ta -
mien to Pa lia ti vo, ocu pa el ter cer
lu gar, el cual im pli ca ac cio nes de
au toa yu da en bus ca de ali vio, y
por úl ti mo es tán las es tra te gias
de afron ta mien to Dis trac ti vo
que per mi ten dis mi nuir las preo -
cu pa cio nes re la cio na das con su
en fer me dad.
El afron ta mien to (Dis trac ti vo,
Pa lia ti vo, Instru men tal y Emo cio -
nal) de acuer do a las va ria bles so -
cio de mo grá fi cas tu vie ron un ma -
yor pro me dio en los pa cien tes
car dia cos del sexo fe me ni no, ma -
yo res de 50 años, que tie nen un gra do de ins truc -
ción su pe rior, con diag nós ti co de hi per ten sión, y
que tie nen un tiem po de diag nós ti co de has ta los
12 me ses; y que a ve ces re ci ben tra ta mien to, lo
que nos in di ca que es tos pa cien tes con es tas ca -
rac te rís ti cas ha cen un me jor uso de las es tra te -
gias de afron ta mien to para ob te ner una me jor ca -
li dad de vida.
166 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Afrontamiento y calidad de vida
En re la ción con el com po nen -
te de sa lud men tal y fí si ca de la ca -
li dad de vida y los es ti los de afron -
ta mien to, es tos tie nen re la ción,
lo que nos in di ca que un pa cien -
te car dio vas cu lar con una ade cua -
da sa lud men tal y fí si ca, será ca -
paz de ha cer uso de los di fe ren -
tes es ti los de afron ta mien to; ya
sea este: Dis trac ti vo, Pa lia ti vo,
Instru men tal y Emo cio nal. De
acuer do a los re sul ta dos en con -
tra dos para te ner una me jor sa -
lud men tal uti li za rán más el es ti lo
Dis trac ti vo de afron ta mien to
que per mi ten dis mi nuir las preo -
cu pa cio nes re la cio na das con su
en fer me dad y para te ner una me -
jor sa lud fí si ca uti li za rán más el es -
ti lo Pa lia ti vo de afron ta mien to el
cual im pli ca ac cio nes de au toa yu -
da en bus ca de ali vio a la in co mo -
di dad de la en fer me dad car dia ca
que pa de ce el pa cien te para ob -
te ner una me jor ca li dad de vida.
Estos re sul ta dos di fie ren de
los en con tra dos por Pa che co,
en el año 2004, rea li za do en
Lima, la cual tra tó “Estra te gias
de Afron ta mien to, Expre sión
de Có le ra y Hos ti li dad, en la
Ce fa lea pri ma ria”; quien en -
con tró que las per so nas con
mi gra ña y ce fa lea, no uti li zan
es tra te gias de afron ta mien to
que les per mi ta un ma ne jo
ade cua do de su pro ble ma de
sa lud y es tán cen tra das en las
emo cio nes ne ga ti vas que ex -
pe ri men tan a con se cuen cia
de la ex pe rien cia del do lor cró -
ni co. La ma yor dis ca pa ci dad
fun cio nal y baja ca li dad de vida
en con tra das, pro ba ble men te
sean una con se cuen cia de lo
an te rior, lo que es con tra rio a
los re sul ta dos en con tra dos en
el pre sen te es tu dio ya que los
pa cien tes car dio vas cu la res si
uti li zan es tra te gias de afron ta -
mien to fren te a la en fer me -
dad, aun que la ca li dad de vida
es baja.
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Timoteo Diaz Diaz
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168 El Antoniano 126 – Junio de 2014

CONDUCTA SUICIDA EN ESTUDIANTES
—DE LA ESCUELA DE TECNOLOGÍA MEDICA DE UNA UNIVERSIDAD PUBLICA PERUANA 1 —
Alberto Perales 2 , Elard Sánchez 3 , María Arcaya 4 , Esmeralda Cortez 5 , Alejandra Parhuana 6 , Rosa Carrera 7 , Harold Torres 8
RESUMEN
Obje ti vo: De ter mi nar la pre va len cia de vi da de la con duc ta
sui ci da y va ria bles aso cia das en es tu dian tes de Tec no lo gía Mé -
di ca de una uni ver si dad pú bli ca pe rua na. Ma te rial y mé to do:
Estu dio des crip ti vo y ana lí ti co, de cor te trans ver sal. Se to mó
el uni ver so de 719 alum nos de 1° a 5° año de la Escue la de
Tec no lo gía Mé di ca, de los cua les 549 acep ta ron la en cues ta
(76%). Se apli ca ron cues tio na rios pre via men te va li da dos so -
bre con duc ta sui ci da y pen sa mien to ho mi ci da, es ca las de
Ansie dad y De pre sión de Zung, in di ca do res de con duc ta an ti -
so cial y CAGE (pro ble mas con el al cohol). Pa ra la bús que da
de aso cia cio nes se rea li za ron aná li sis bi va ria dos, con si de rán -
do se es ta dís ti ca men te sig ni fi ca ti vo un p

Alberto Perales, Elard Sánchez, María Arcaya, Esmeralda Cortez, Alejandra Parhuana, Rosa Carrera, Harold Torres.
31,8%: (de seos de mo rir 29,1%; pen sa mien to sui ci da,
17,1%; plan sui ci da, 7,1% e in ten to sui ci da, 7,6%); de idea -
ción ho mi ci da, 11%, y de in di ca do res de con duc ta an ti so cial,
1 8,6%. Las pre va len cias pe rió di cas de de pre sión, 9,2% y de
an sie dad 7,5%. Y el CAGE po si ti vo: 4,7%. En el aná li sis bi va -
ria do la con duc ta sui ci da glo bal se aso ció en for ma sig ni fi ca ti -
va al se xo: OR 2,88 (IC 95% 1,92 – 4,33) p

Conducta suicida en estudiantes
cues tas de Sa lud Men tal rea li za -
das por el Insti tu to Na cio nal de
Sa lud Men tal "Ho no rio Del ga -
do–Hide– yo No gu chi" en po -
bla ción ge ne ral de Lima Me -
tro– po l i lana (6). Las pre va Ien -
cias de Vida de pen sa mien to sui -
ci da ha lla das fue ron de 29.I%
en po bla ción ado les cen te y de
30.3 % en po bla ción adul ta; y
de in ten to sui ci da, 3,6% y
5.2%, res pec ti va men te.
MATERIAL Y MÉTODO
Estu dio des crip ti vo y ana lí ti co,
de corte transversal.
Se tomó el uni ver so de
alum nos, del 1° al 5° año, de
la Escue la de Tec no lo gía Mé di -
ca de la Uni ver si dad Na cio nal
Ma yor de San Mar cos, Lima,
Perú. Los cri te rios de in clu -
sión com pren die ron: ha ber
na ci do en el país, te ner ma tri -
cu la re gu lar en el año 2012 y
ha ber acep ta do el Con sen ti -
mien to Infor ma do. El es tu dio
se rea li zó en el pri mer se mes -
tre lec ti vo de 2012.
INSTRUMENTOS
Se uti li za ron los mis mos ins -
tru men tos va li da dos de nues -
tra se rie de in ves ti ga cio nes so -
bre con duc ta sui ci da en es tu -
dian tes uni ver si ta rios (2, 3, 4).
A tra vés de un cua der ni llo,
pre ce di do por el Con sen ti mien -
to Infor ma do, se ad mi nis tra el
cues tio na rio que in clu ye: una fi -
cha de mo grá fi ca, pre gun tas so -
bre con duc ta sui ci da y pen sa -
mien to ho mi ci da uti li za das en
la Encues ta Na cio nal de Sa lud
Men tal en el Perú y so bre in di ca -
do res de con duc ta an ti so cial
(pun to de cor te, 4 o más res -
pues tas po si ti vas de un to tal de
12 pre gun tas) que dan pre va -
len cias de vida; las es ca las de
eva lua ción de Ansie dad y De -
pre sión de Zung, con pun to de
cor te 50 para cada una de ellas
(que dan pre va len cias pe rió di -
cas), y el cues tio na rio CAGE,
para des pis ta je de pro ble mas
con el al cohol (pun to de cor te,
2 ó más res pues tas po si ti vas de
un to tal de 4 pre gun tas). La
toma de da tos se rea li zó en se -
sio nes gru pales (año por año
de es tu dio) bajo la su per vi sión
de los in ves ti ga do res du ran te el
pri mer se mes tre del año lec ti -
vo 2012.
Consideraciones Éticas
Se con tó con el per mi so ofi -
cial del Insti tu to Na cio nal de
Sa lud Men tal “Ho no rio Del ga -
do – Hi de yo No gu chi” del
Perú para el uso del Cues tio na -
rio de Sui ci dio de la Encues ta
Na cio nal de Sa lud Men tal. Se
so li ci tó per mi so a las au to ri da -
des de la Fa cul tad de Me di ci na
para la rea li za ción del pro yec -
to, apro ba do y fi nan cia do por
la Uni ver si dad Na cio nal Ma -
yor de San Mar cos. Se ob tu vo
el Con sen ti mien to Infor ma do
in di vi dual de cada uno de los
es tu dian tes que vo lun ta ria -
men te par ti ci pa ron en el es tu -
dio.
Recojo y análisis de datos
Pre vio a la apli ca ción de la
en cues ta, se dio a los alum -
nos, por año aca dé mi co, una
se sión ex pli ca ti va, en fa ti zan do
la vo lun ta rie dad de la par ti ci pa -
ción y ga ran ti zan do la con fi -
den cia li dad de los da tos con
uso ex clu si vo para los fi nes del
es tu dio.
Lue go de la ve ri fi ca ción,
con trol de ca li dad y co di fi ca -
ción de los re sul ta dos, es tos
fue ron in gre sa dos a una base
de da tos. Para el pro ce sa mien -
to y aná li sis se em pleó el pro -
gra ma es ta dís ti co SPSS, ver -
sión 18 para Win dows.
En una pri me ra eta pa se cal -
cu la ron los pro–me dios y des -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 171

Alberto Perales, Elard Sánchez, María Arcaya, Esmeralda Cortez, Alejandra Parhuana, Rosa Carrera, Harold Torres.
via ción es tán dar (DE) de las va ria bles con ti -
nuas y fre cuen cias de las no mi na les. En una se -
gun da eta pa se rea li zó un aná li sis bi va ria do
para iden ti fi car las va ria bles aso cia das a con duc -
ta sui ci da e in ten to sui ci da. En todo mo men to
se con si de ró es ta dís ti ca men te sig ni fi ca ti vo un
p

Conducta suicida en estudiantes
Tabla 1.
ESCUELA DE TECNOLOGÍA MEDICA (n=549) %
Conducta suicida global (incluye deseo de morir, pensamiento suicida, plan suicida e intento suicida) 31.8
Deseo de morir 29,1
Pensamiento suicida 17,1
Plan suicida 7,1
Intento suicida 7,6
Pensamiento homicida 1 1,0
Depresión (50 puntos o más) 9,2
Ansiedad (50 puntos o más) 7,5
Indicadores de Conducta Antisocial [4to cuartil = 4 ó más respuestas positivas] 18,6
Problemas con el Alcohol [CAGE con 2 o más respuestas positivas] 4,7
Tabla 2.
Escuela Académica Profesional Conducta Suicida Global P.V. % Intento Suicida P.V. %
Tecnología Médica (n=549) 3l.8 7.6
Medicina (n = 6l8) 30.7 4.0
Trabajo Social (n= 253) 57.7 14.8
Obstetricia (n=30l) 39.6 8.3
Po de mos apre ciar que las
pre va len cias de vida ha lla das
en los es tu dian tes de Tec no lo -
gía Mé di ca son ma yo res que
las en con tra das en Me di ci na
pero me no res que las de los
es tu dian tes de Obste tri cia y
me nos aún que las de Tra ba jo
So cial. Des co no ce mos las cau -
sas de las di fe ren cias pero, de -
fi ni ti va men te, tal he cho obli ga
a pro fun di zar las in ves ti ga cio -
nes en esta área.
Res pec to a las va ria bles
asocia das se mues tran es ta dís -
ti camen te sig ni fi ca ti vas para la
con duc ta sui ci da glo bal el
sexo, la de pre sión, la an sie -
dad, tal como se des cri be en
la li te ra tu ra in ter na cio nal (7) y
con la ideación ho mi ci da. La
aso cia ción con esta úl ti ma,
que tam bién la he mos en con -
tra do en nues tros tra ba jos pre -
vios, ya citados merece
especial aten ción. Igual co -
men ta rio me re ce la aso cia
ción que mues tra el aná li sis bi -
va ria do res pec to al in ten to
suicida.
En re la ción al pen sa mien to ho -
mi ci da, va ria ble que fue in clui da
en base a la teo ría psi coa na lí ti ca
(el sui ci dio ocu rre por la vuel ta
de la agre sión con tra el pro pio
Yo al ser im pe di do por in hi bi cio -
nes su per–yoi cas de di ri gir se al
ob je to real, por ejem plo los pa -
dres, o al gu na per so na que mo -
ral men te no debe ata car se). Al
res pec to, Hen din se ña la: “En mu -
chos jó ve nes se ve ra men te afec -
ta dos y con se rio ries go sui ci da,
el sui ci dio re pre sen ta una vi ra je
ha cia al mun do in ter no de una ra -
bia ase si na di fí cil de re pri mir.
Estos in di vi duos son po ten cial o
ac tual men te vio len tos en los cua -
les el sui ci dio pue de ser el re sul ta -
do de una in ten sa lu cha con tra
un abier to de seo ase si no” (8).
Con vie ne asi mis mo des ta car
que la pre va len cia de vida de pen -
sa mien tos ho mi ci das en po bla -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 173

Alberto Perales, Elard Sánchez, María Arcaya, Esmeralda Cortez, Alejandra Parhuana, Rosa Carrera, Harold Torres.
ción ge ne ral de Lima Me tro po li ta na es de 3.6%
para ado les cen tes de I5 a I7 años, y de 4.6% para
adul tos de 18 a 59 años (6) mien tras que nues tros
re sul ta dos arro jan I I.%. Este ha llaz go, apun ta a un
po ten cial de agre si vi dad en los es tu dian tes con pos
ible ries go de eclo sio nar ante la ac ción de al gún es tí -
mu lo o la con co mi tan cia de ele men tos fa ci li ta do -
res (al cohol, dro gas u otras si tua -
cio nes) que pu die ran ga ti llar lo.
La aso cia ción de la con duc ta
sui ci da con el pen sa mien to ho mi -
ci da ha re sul ta do una cons tan te
en to dos nues tros es tu dios.
Fi nal men te, la pre va len cia de
vida de in di ca do res de con duc tas
an ti so cia les (18.6%) cons ti tu ye re -
sul ta do preo cu pan te pues para la
po bla ción ge ne ral de Lima me tro -
po li ta na (con las pre cau cio nes de
in ter pre ta ción que ya he mos apun -
ta do) es de I0%. Bas te pen sar que
es tos alum nos, in te lec tual men te
bien do ta dos, pu die ran es tar en
ries go de in con duc tas pro fe sio na -
les una vez egre sa dos. De be mos
de jar cla ra men te es ta ble ci do, sin
em bar go, que ta les in di ca do res
no sig ni fi can diag nós ti co de fi ni ti vo
de Trastorno de Personalidad Anti -
so cial sino sólo sos pe cha de ello.
El pun to exi ge pro fun di zar tal in da -
ga ción para cla ri fi car si di cha pre -
sun ción co rres pon de a tal diag nós -
ti co o tie ne otra ex pli ca ción.
La úl ti ma va ria ble a con si de rar,
de he cho preo cu pan te, es el ries -
go de pro ble mas con el al cohol en
el 4.7% de los es tu dian tes que
pun tua ron po si ti vo en la prue ba
de CAGE (9).
“Sobre el tema
de la conducta
suicida en
estudiantes
universitarios,
nuestros
resultados
continúan
arrojando
resultados
preocupantes.
La necesidad de
planificar
intervenciones
de ayuda
mientras se
siguen
profundizando
los estudios
constituye una
necesaria
respuesta al
problema.”
PALABRAS FINALES
En la se rie de es tu dios que ve -
ni mos de sa rro llan do so bre el
tema de la con duc ta sui ci da en
es tu dian tes uni ver si ta rios nues -
tros re sul ta dos con ti núan arro jan do re sul ta dos
preo cu pan tes. La ne ce si dad de pla ni fi car in ter -
ven cio nes de ayu da mien tras se si guen pro fun di -
zan do los es tu dios cons ti tu ye una ne ce sa ria res -
pues ta al pro ble ma. En la Fa cul tad de Me di ci na
de San Fer nan do, como re sul ta do de todo ello,
con un gru po de pro fe so res y ple no apo yo de las
au to ri da des, he mos crea do un Pro gra ma de ayu -
da glo bal del es tu dian te, “El Pre ven to rio para el
De sa rro llo Hu ma no”. Agra de ci mien to a las au to -
ri da des de la Fa cul tad de Me di ci na y a los Li cen -
cia dos José A. Pa re des A. y Ma nuel Yampufé C.
de la Escue la Aca dé mi co Pro fe sio nal de Tec no lo -
gía Mé di ca de la Uni ver si dad Na cio nal Ma yor de
San Mar cos. A los es tu dian tes
que ge ne ro sa men te nos ofre cie -
ron sus da tos.
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Ca rre ra R, To rres H. L. Con duc ta sui ci da
en es tu dian tes de la Escue la de Obste tri -
cia de la Uni ver si dad Na cio nal Ma yor de
San Mar cos. Infor me Fi nal al Con se jo Su -
pe rior de Inves ti ga cio nes de la Uni ver si -
dad Na cio nal Ma yor de San Mar cos. Có -
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ries go para sui ci dio se gún dos cues tio na -
rios y fac to res aso cia dos en po bla ción es -
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174 El Antoniano 126 – Junio de 2014

IMPACTO AMBIENTAL DEL YESO
—EXTRACCIÓN Y PROCESAMIENTO EN EL SECTOR DE URUBAMBILLAYOC, HUAMBUTIO—
Mariela Román Gutiérrez 1 , Lizardo Rivera Gómez 2 , Betzy Llerena Cajigas 3 , Hozmary Coasaca Bravo 4 .
RESUMEN
Se rea li zó el es tu dio del Impac to Ambien tal pro du ci do por las ac -
ti vi da des de ex trac ción y pro ce sa mien to de ye so en el sec tor de
Uru bam bi lla yoc (Huam bu tío), se apli có la me to do lo gía de diag -
nós ti co am bien tal me dian te una lis ta de con trol des crip ti va, la
iden ti fi ca ción, pre dic ción, va lo ra ción y je rar qui za ción de im pac -
tos am bien ta les me dian te una Ma triz de Leo pold; ade más se
iden ti fi ca ron los im pac tos re si dua les y acu mu la ti vos, fi nal men te
se for mu ló un Plan de Ma ne jo Ambien tal en ba se a los re sul ta -
dos ob te ni dos. En la je rar qui za ción de im pac tos, los sub–fac to -
res más im pac ta dos ne ga ti va men te son: ca li dad del ai re, al te ra -
ción del pai sa je, par tí cu las sus pen di das y ca rac te rís ti cas fí si cas
del sue lo, los sub–fac to res im pac ta dos po si ti va men te son: ma -
no de obra y mer ca do. Las ac ti vi da des más im pac tan tes ne ga ti -
va men te son: el trans por te, co mer cia li za ción y ex trac ción de la
pie dra–ye so en la fa se de ope ra ción; y la cons truc ción de hor -
1 Bióloga, Docente del Centro Preuniversitario de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco. E–mail: marielamagali3@hotmail.com
2 Profesor de Geografía, Docente del Departamento Académico de Geografía de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco.
3 Licenciada en Turismo, Docente del Departamento Académico de Ciencias Agrarias, tropicales (Quillabamba) de la Universidad Nacional
San Anto nio Abad del Cus co. Escue la de Post–Gra do de la Uni ver si dad Na cio nal San Anto nio Abad del Cus co.
4 Bachiller en Ciencias Biológicas, Sub Gerencia de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Municipalidad Distrital de Ollantaytambo.
Maestría en Ciencias, Mención Ecología y Recursos Naturales.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 175

Mariela Román Gutiérrez, Lizardo Rivera Gómez, Betzy Llerena Cajigas, Hozmary Coasaca Bravo.
nos en la fa se de cons truc ción. Los prin ci pa les im pac tos ne ga ti -
vos son: con ta mi na ción del ai re; com pac ta ción, ero sión e ines ta -
bi li dad del sue lo; de te rio ro del pai sa je; pér di da par cial de la co -
ber tu ra ve ge tal; des truc ción de há bi tats; dis mi nu ción de es pe -
cies de fau na; cam bio de uso de tie rra sin pla ni fi ca ción; con ta mi -
na ción por de se chos só li dos e in ci den cia de en fer me da des; los
im pac tos po si ti vos son: re que ri mien to de ma no de obra y be ne -
fi cio eco nó mi co ya que se ge ne ra un mer ca do lo cal y re gio nal.
Las prin ci pa les me di das de mi ti ga ción son: con trol y regulación
de las actividades extractivas, control de la calidad del aire,
mejoramiento de trochas carrozables, restauración del paisaje y
reforestación con especies nativas.
PALABRAS CLAVE: extracción y procesamiento de yeso,
impacto ambiental, Plan de Manejo Ambiental.
ABSTRACT
We per formed an En vi ron men tal Im pact As sess ment pro duced
by the ex trac tion and pro cess ing of gyp sum in sec tor of
Urubambillayoc (Huambutío), for which we ap plied the meth -
od ol ogy of en vi ron men tal as sess ment through a de scrip tive con -
trol list, and iden ti fi ca tion, pre dic tion, as sess ment and pri or i tiz a -
tion of en vi ron men tal im pacts through a Leopold ma trix; be -
sides we iden ti fied the re sid ual and ac cu mu la tive im pacts; fi nally
we for mu lated a en vi ron men tal man age ment plan based in the
ob tained re sults. In the hi er ar chy of im pacts, the sub–fac tors
most neg a tively im pacted are: air qual ity, land scape al ter ation,
sus pended par ti cles and soil phys i cal char ac ter is tics, and the
sub–fac tors pos i tively im pacted are: la bor and mar ket, the most
strik ing neg a tive ac tiv i ties are the trans por ta tion and mar ket ing,
and quar ry ing gyp sum in the op er a tion phase; and con struc tion
of kilns in the con struc tion phase. The main neg a tive im pacts
are: air pol lu tion, soil com pac tion, ero sion and soil in sta bil ity, de -
te ri o ra tion of the land scape, par tial loss of veg e ta tion, de struc -
tion of hab i tats, re duc tion of spe cies of fauna, change of use of
land with out plan ning, solid waste pol lu tion and in ci dence of dis -
eases; and the pos i tive im pacts are: re quire ment of la bor and
eco nomic ben e fit as it cre ates a lo cal and re gional mar ket. The
prin ci pal mea sures of mit i ga tion are: con trol and reg u la tion of
ex trac tion ac tiv i ties, con trol o fair qual ity, improved car tracks,
landscape restoration and reforestation with native species.
KEYWORDS: gypsum mining and processing, environmental
impacts, environmental management plan.
a fa bri ca ción de yeso se rea li za en las la de ras
Ldel dis tri to de Lu cre, y par te de su al ma ce na -
mien to y co mer cia li za ción se da en los cen tros
po bla dos de Huam bu tío y Hua car pay, don de ha -
bi tan mu chas de las per so nas de di ca das a esta ac -
ti vi dad. Los pro duc to res de yeso para es tu co en
el de par ta men to del Cus co, se ca rac te ri zan por
pro du cir lo en for ma em pí ri ca y a pe que ña es ca -
la, ge ne ral men te para el que ma do del mis mo se
usan Huay ro nas a base de cha mi za, prin ci pal -
men te con leña de eu ca lip to traí da de la lo ca li -
dad de Hua car pay ob te nién do se un pro duc to
heterogéneo, cada año hay incremento de
nuevos productores especialmente en esta
zona.
El de nun cio de de pó si to de Yeso en Lu cre abar -
ca 852 hec tá reas, la ex trac ción y pro ce sa mien to
de yeso pro du ce im pac tos ne ga ti vos en el área y
zonas aledañas, alrededor de 49 personas se dedican
a esta ac ti vi dad, y ge ne ran em pleo para 147
personas aproximadamente, esto a partir de varias
ac ti vi da des com ple men ta rias como la ven ta de
leña y trans por te, los con su mi do res de yeso son
en su mayoría personas encargadas de la construcción
de vi vien das, tan to de los dis tri tos cer ca nos a
las can te ras como de la ciu dad del Cus co. Esta ac ti -
vi dad tra di cio nal del dis tri to tie ne du ra ción li mi ta da,
pro ba ble men te den tro de algunos años la
población de esta zona tendrá que buscar nuevas
formas de generación de ingresos.
El ob je ti vo fue rea li zar un es tu dio de los im pac -
tos am bien ta les pro du ci dos por la ex trac ción y
pro ce sa mien to de yeso en el sec tor de
Urubambillayoc.
Área de Estudio
Ubi ca ción Po lí ti ca:
De par ta men to: Cus co.
Pro vin cia: Quis pi can chis.
Dis tri to: Lu cre.
Cen tro Po bla do: Huam bu tío.
Sec tor: Uru bam bi lla yoc.
La ex trac ción y pro ce sa mien to de yeso se da
en el sec tor de Uru bam bi lla yoc, si tua do en la
mar gen de re cha del río Hua ta nay y del Cen tro
Po bla do de Huam bu tío en el lu gar de no mi na do
Aso cia ción de ye se ras “Mina San Israel 95” abar -
ca más o me nos 200 hec tá reas donde se ubican
7 u 8 canteras.
a. Area de in fluen cia di rec ta: Sec tor de Uru bam bi -
lla yoc
b. Area de influencia indirecta: Centros poblados de
Huambutío, Huacarpay, Lucre, poblados cercanos,
tienen una connotación local e influencia socioeconómica
a nivel regional.
176 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Impacto ambiental del yeso
METODOLOGÍA
Pri me ro se re co pi ló in for ma -
ción me dian te fi chas de diag nós -
ti co rá pi do para de ter mi nar la
pro ble má ti ca am bien tal y es ta -
ble cer las lí neas de base para es -
ta ble cer so bre que com po nen -
tes am bien ta les in ci dir, lue go se
eva lua ron las can te ras y hor nos
ubi ca dos en el área y se rea li za -
ron en tre vis tas a los ex trac to -
res de yeso, en base a esto se
hizo un diag nós ti co de los fac to -
res am bien ta les (fí si co, bio ló gi -
co y so cio–eco nó mi co) ana li -
zán do se as pec tos re fe ri dos a:
aire; sue lo y geo lo gía; agua; pai -
sa je; flo ra; fau na; há bi tats y as -
pec tos so cioe co nó mi cos. Pro -
ce sa da la in for ma ción se de ter -
mi na ron los fac to res y sub–fac -
to res am bien ta les más afec ta -
dos, se iden ti fi ca ron los im pac -
tos am bien ta les me dian te una
lis ta de con trol des crip ti va y se
rea li zó la va lo ra ción y je rar qui -
za ción de es tos me dian te una
ma triz de Leo pold, am bas adap -
ta das al pre sen te es tu dio, ade -
más se iden ti fi ca ron los im pac -
tos re si dua les y acu mu la ti vos, fi -
nal men te se for mu ló un Plan de
Manejo Ambiental en base a los
resultados obtenidos, que
incluyen un programa de
mitigación, y programas de mo -
ni to reo, edu ca ción ambiental y
contingencia.
ANÁLISIS DE LA MATRIZ DE
LEOPOLD. Jerarquización de
Impactos: Componentes
Ambientales más Impactados
Impactos Positivos
Los fac to res y sub–fac to res
que se ven be ne fi cia dos son:
a. Acti vi da des y re la cio nes eco -
nó mi cas: mano de obra: Tie -
ne una agre ga ción po si ti va
de 93, es el sub–fac tor am -
bien tal más be ne fi cia do, ya
que se re quie re de mano de
obra en las di fe ren tes eta pas,
so bre todo en la etapa de
operación.
b. Acti vi da des y re la cio nes eco nó -
mi cas: Mer ca do: Tie ne una
Ta bla 1. Ma triz de Leo pold adap ta da al es tu dio de im pac to am bien tal pro du ci do por la ex trac ción de yeso en Uru bam -
bi lla yoc – Huam bu tio.
Fases Implemen tación Construcción Operación
Componentes
o Factores
Actividades
Sub
Factores
Acceso al
área
Construcción
de horno
Extracción de
la piedra yeso
Combeado Horneado Molienda
Transporte
y
comercialización
Agregación
de Impactos
Aire
Partículas
suspendidas
Calidad de aire
–2
–2
3
2
–3
–4
3
5
–5
–6
6
6
–4
5
–4
4
–5
4
–6
6
–7
7
–7
8
–7
–7
7 –183
8
–224
Suelo
Características
físicas del suelo
Estabilidad
–5
–3
5
2
–5
–5
5
5
–7
–7
7
7
–5
6
–5
4
–2
2
–6
–7
7 –171
7
–153
Paisaje
Alteración del
Paisaje
–2
2
–5
6
–7
8
–5
5
–4
3
–5
4
–8
8 –211
Flora
Cobertura
vegetal
–2
2
–4
5
–6
7
–3
2
–3
3
–5
5
–8
8 –170
Fauna
Hábitat
Migración de
especies
–2
2
–5
–3
5
4
–6
–4
6
5
–2
2
–2
2
–4
3
–3
3
–3
4
–6
–5
–135
7
5 –70
Uso de tierra
Cambio de uso
–4
5
–5
6
–7
7
–2
2
–6
7
–145
Saneamiento
Desechos
sólidos
–2
2
–4
5
–5
6
–5
4
–5
6
–4
4
–6
6 –156
Salud
Enfermedades
–2
4
–5
5
–4
4
–5
5
–4
3
–7
7
–135
Actividades
económicas
Mano de obra
Mercado
2
3
4
4
5
5
4
4
3
3
3
3
4
7
3
8
93
56
Agregación de impactos –71 –208 –397 –149 –148 –181 –450
El Antoniano 126 – Junio de 2014 177

Mariela Román Gutiérrez, Lizardo Rivera Gómez, Betzy Llerena Cajigas, Hozmary Coasaca Bravo.
Extrac ción de la pie dra–yeso.
Combeado de la pie dra–yeso.
Piedra–yeso.
Humo ocasionado por el proceso de horneado
Tabla 2. Lista de control descriptiva adaptada al estudio de impacto ambiental producido por la extracción y procesamiento de
yeso en Urubambillayoc – Huambutío:
Factor Descripción de la causa o indicador principal Efecto o problema
Aire
Suelo
Se genera gran cantidad de partículas suspendidas por las actividades de molienda y
transporte del yeso, las que deterioran la calidad del aire.
Las actividades de extracción y transporte de yeso impactan en las características físicas y
en la estabilidad del suelo.
Contaminación del aire.
Compactación, erosión e inestabilidad del
suelo.
Paisaje Las actividades de extracción y transporte de yeso alteran el paisaje. Deterioro del paisaje.
Flora
Fauna
Las actividades de extracción, procesamiento y transporte del yeso afectan a la cobertura
vegetal al no permitir sus normales procesos fisiológicos.
El hábitat de las especies de animales de la zona se ve afectado por la contaminación
producida por la extracción y transporte de yeso.
Las especies de animales de la zona migran debido a la destrucción de sus hábitats.
Pérdida parcial de la cobertura vegetal.
Destrucción de hábitats.
Disminución y/o desaparición local de
especies de fauna.
Uso de la tierra El uso de la tierra es alterado por las actividades de extracción de yeso. Cambio de uso de tierra sin planificación
Saneamiento
Salud
Actividades
económicas
Las actividades de extracción, procesamiento y transporte del yeso generan desechos
sólidos.
Se presentan enfermedades respiratorias y gastrointestinales por la contaminación
ambiental ocasionada en la zona.
Necesidad de mano de obra para las actividades de procesamiento del yeso.
El proyecto genera un mercado local y regional.
Contaminación por presencia de desechos
sólidos
Incidencia de enfermedades en general.
Requerimiento de mano de obra.
Beneficio económico.
178 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Impacto ambiental del yeso
Ta bla 3. Programa de mitigación
Componente ambiental Repercusiones adversas Medidas de mitigación
Suelo
Fauna
Inestabilidad, erosión,
compactación
Migración y destrucción
de hábitats
Control y regulación de la actividad extractiva, reforestación con especies nativas, control y
regulación de los vehículos que transportan el yeso.
Regulación y control de la construcción de hornos, restauración del paisaje.
Uso del territorio Cambio de uso Control de la construcción de hornos.
Paisaje
Aire
Saneamiento
Flora
Modificación y/o
deterioro del paisaje,
Contaminación
atmosférica
Generación de
desechos sólidos
Disminución de la
cobertura vegetal
Control, regulación y vigilancia de la actividad extractiva (especialmente de la extracción de la
piedra–yeso y de la construcción de hornos), restauración del paisaje en las zonas contiguas
mediante remoción del suelo y reposición de la flora con gramíneas y otras especies del lugar,
control del número de unidades de transporte.
Control de la calidad del aire, control y regulación de la actividad extractiva y del tipo de
combustible utilizado, mejoramiento de las técnicas de molienda, implementación de cercos y/o
barreras para evitar la dispersión de partículas, mejoramiento de las trochas carrozables, control
de los vehículos que transportan el material.
Construcción de un relleno sanitario, manejo de residuos sólidos, implementación de letrinas,
capacitación a los operarios.
Restitución de la flora con gramíneas y otras especies del lugar.
Salud Enfermedades Control de las emisiones generadas por los vehículos, control de la calidad del aire.
agre ga ción po si ti va de 56, es
el otro sub–fac tor am bien tal
be ne fi cia do, ya que se ge ne ra
un mer ca do que be ne fi cia a
los due ños de las can te ras, a
los ope ra rios y a los co mer cia li -
zadores.
Impactos Negativos
Los factores y sub–factores que
se ven más perjudicados son:
a. Aire: Ca li dad del Aire: Tie ne una
agregación negativa de 224, es el
sub–factor ambiental más perjudica
do, ya que la ex trac ción, pro ce -
samiento, transporte y comercialización
del yeso genera contaminación
atmosférica (polvo, CO 2 ),
que afec ta la sa lud de los
pobladores y a los ecosistemas.
b. Paisaje: Alteración del paisaje:
Tiene una agregación negativa
de 211, es el se gun do sub–fac -
tor ambiental más perjudicado
ya que con las ac ti vi da des de ex -
tracción y procesamiento de
yeso el pai sa je se ve seriamente
deteriorado.
c. Aire: Partículas suspendidas: Tie -
ne una agregación negativa de
183, es otro sub–fac tor am bien -
tal perjudicado por el proyecto,
ya que las ac ti vi da des de ex trac -
ción, procesamiento y transporte
del yeso, ge ne ran la pre sen -
cia de par tí cu las en el aire que
afec tan la sa lud de los po bla do -
res y a los eco sis te mas.
d. Sue lo: Ca rac te rís ti cas fí si cas
del sue lo: Tie ne una agre ga -
ción ne ga ti va de 171, es otro
sub–fac tor am bien tal per ju di -
ca do, ya que las di fe ren tes ac ti -
vi da des dañan el suelo.
ACTIVIDADES MÁS
IMPACTANTES
Impactos Positivos:
No hay actividades con agregación
de im pac tos po si ti vos.
Impactos Negativos:
Las actividades que ocasionan
más impactos negativos son:
a. Transporte y comercialización
en la fase de ope ra ción: Tie ne
una agre ga ción ne ga ti va de
450, es la ac ti vi dad más impactante
negativamente, ya que genera
partículas de yeso, que
afec tan al sue lo, al aire, a la flo ra,
a la fau na, y a la salud de las
personas.
b. Extrac ción de la pie dra–yeso
en la fase de ope ra ción: Tie ne
una agre ga ción ne ga ti va de
397, es la segunda actividad
más im pac tan te ne ga ti va men -
te, ya que afec ta so bre todo al
suelo y al paisaje.
c. Cons truc ción de hor nos en la
fase de cons truc ción: Tie ne
una agre ga ción ne ga ti va de
208, es la ter ce ra ac ti vi dad
más im pac tan te ne ga ti va men -
te, ya que al te ra el pai sa je y
oca sio na pér di da de la co ber -
tu ra ve ge tal y per tur ba ción de
há bi tats y ecosistemas
existentes en el área.
Impactos Residuales:
Al in cor po rar se el yeso pro ce -
sa do al sue lo, oca sio na la va ria -
ción de su pH, vol vién do lo al ca li -
no; este im pac to se man ten drá
en el tiem po, afec tan do a la flo ra
y de más componentes
ambientales.
Impactos Acumulativos:
A los impactos identificados en
este es tu dio, se agre gan los oca sio -
nados por otras actividades del lu -
gar como son:
El Antoniano 126 – Junio de 2014 179

Mariela Román Gutiérrez, Lizardo Rivera Gómez, Betzy Llerena Cajigas, Hozmary Coasaca Bravo.
Extracción de piedra caliza y arena frente al área de estudio que ocasiona impactos acumulativos.
– La ex trac ción de are na que ge ne ra la pér di da del
paisaje y remoción de suelos.
– La extracción y procesamiento de la piedra caliza,
que genera la pérdida del paisaje, deterioro del medio
ambiente y contaminación del aire.
CONCLUSIONES
– Los sub–factores impactados positivamente son la
mano de obra y el mercado.
– Los sub–factores más impactados negativamente
en or den de im por tan cia son: ca li dad del aire, al te -
ración del paisaje, partículas suspendidas en el aire
y características físicas del suelo.
– Todas las actividades impactan negativamente en el
me dio, sien do las más impactantes por or den de
magnitud: transporte y comercialización en la fase
de ope ra ción, ex trac ción de la pie dra–yeso, tam -
bién en la fase de ope ra ción; y la cons truc ción de
los hornos en la fase de construcción.
– El impacto residual identificado es la alcalinización
del suelo, la medida de mitigación más adecuada
para este im pac to es el plan de cierre.
– Los im pac tos acu mu la ti vos iden ti fi ca dos
son: pér di da del pai sa je, re mo ción de sue -
los, de te rio ro del me dio am bien te y con ta -
mi na ción del aire oca sio na dos por la ex trac -
ción y pro ce sa mien to de are na y de pie dra
ca li za para lo que se con si de ra como me di -
das de mi ti ga ción: res tau ra ción del pai sa je,
con trol y re gu la ción de la ac ti vi dad, res ti tu -
ción de flo ra con especies del lugar y control
de la calidad del aire.
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ver si dad Na cio nal de San Anto nio Abad del Cus co. Cus co.
180 El Antoniano 126 – Junio de 2014

EL VALLE SAGRADO DE LOS INKAS
ABSTRACT.
The study of a through the lapsed time is with the pur pose to show
changes that hap pened in the could be shown the pub lic opin ion of
what was and what is now days throw in the struc tural changes that
are ap pre ci ated now days; that is why was elab o rated the present
re search about the Sa cred Val ley of the In cas be cause is a place of
tran scen den tal im por tance, since Inca’s time un til now, this is
shown through the ar chi tec tural works that left peo ple who be -
longed to dif fer ent pe ri ods of his tory of man.
uan do se rea li za el es tu dio de la his to ria de un
Cpue blo, es lo mis mo que efec tuar el aná li sis de
la vida de sus ha bi tan tes en un tiem po de ter mi na -
do, a tra vés de sus obras crea das con el im pul so de
su ma ni fes ta ción cul tu ral ma te rial y es pi ri tual, plas -
Leandro Zans Candia 1
ma dos en un es pí ri tu de vida de sus ha bi tan tes, que
ar mo ni zan con lo so cio–geo grá fi co y re li gio so, que
a la lar ga cons ti tu yen el per fil cul tu ral del pue blo es -
tu dia do; en la que se apre cian sus propias
peculiaridades que se diferencian de un poblado a
otro.
Todo pue blo a tra vés del tiem po, está su je to a
cam bios en su es truc tu ra fí si ca ur ba nís ti ca y en su
ideo lo gía de sus ha bi tan tes; por que la vida so cial de
un pue blo es di ná mi ca y cam bian te, en re la ción a la
glo ba li za ción so cio–eco nó mi ca mun dial, cuyo fe -
nó me no se di ver si fi ca con ra pi dez, a tra vés del pro -
1 Catedrático de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 183

Leandro Zans Candia
ce so mi gra to rio que prac ti ca el hom bre en el am -
plio es pa cio geo grá fi co del glo bo te rres tre, que al
mis mo tiem po, va au men tan do geo mé tri ca men te
la po bla ción en el mun do, con lo cual se di ver si fi -
can las ma ni fes ta cio nes cul tu ra les de los pue blos;
que al mismo tiempo va desapareciendo la
originalidad cultural de origen.
El he cho de ha ber con si de ra do el pre sen te
tema de in ves ti ga ción, se debe a que di cho lu gar,
que tie ne su nú cleo geo grá fi co la ca pi tal de pro vin -
cia de Uru bam ba, ha sido has ta
hace unos cua ren ta años, un lu gar
pa ra di sia co, con un ám bi to geo grá -
fi co na tu ral y cul tu ral que ar mo ni -
za ban la be lle za y ame ni dad del lu -
gar, que in vi ta ba a per ma ne cer en
la vi lla, a toda per so na sea del lu -
gar o vi si tan te; pero a par tir del
año 1970, fecha considerada en la
in ves ti ga ción, como el año que se
ini cia la tran si ción cul tu ral, ha sido
no to rio el in te rés de las per so nas
de fue ra del lu gar, tan to na cio na les
como ex tran je ros, en tra tar de re -
si dir en di cho va lle, de bi do a va -
rios fac to res motivadores que
determinaron dicha afición, que
se indican en el contenido del
desarrollo del tema.
Ha bién do se rea li za do la in ves ti -
ga ción en tre los me ses de mar zo
del 2012 a fe bre ro del 2013, im -
pul sa do por el in te rés de plas mar
el fe nó me no de cam bios que se
han pro du ci do y si guen ori gi nán -
do se; para cuyo aná li sis se ha con -
si de ra do el lap so de tiem po trans -
cu rri do en más de cua ren ta años,
a par tir de 1970 a la fe cha; cuyo
pro ce so del fe nó me no de cam -
bios se ha nu clea ri za do en la pro -
vin cia de Uru bam ba, he cho que
es mo ti vo in clu so de con ver sa cio -
“Se considera
área geográfica
del Valle Sagrado
de los Inkas, al
espacio
comprendido
entre el distrito
de P’isaq, de la
provincia de
Calca, hasta el
paraje de Pisqa
K’uchu del
distrito de
Ollantaytambo,
en la provincia
de Urubamba,
que recorre con
dirección Este a
Oeste.”
nes preo cu pan tes de par te de la ma yo ría de los mis -
mos po bla do res del lu gar que que dan des de an tes
de 1970, que aho ra re cuer dan con nostalgia de
¿cómo fue? dicha campiña en aquellos años,
comparando con la actual.
Por todo lo in di ca do, el tra ba jo en men ción tie ne la fi -
na li dad de mos trar la fi so no mía real que tuvo el va lle en
el pasado, por cuanto que las nuevas generaciones ya
no han te ni do la opor tu ni dad de apre ciar el va lle, an tes
de su alteración; consiguientemente, ahora con el presente
estudio, tendrán la oportunidad de informarse de
lo que fue Urubamba y el Valle Sagrado, en antaño.
I. EL ÁREA GEOGRÁFICA
DEL VALLE SAGRADO DE LOS INKAS
Se considera área geográfica del Valle Sagrado de
los Inkas, al espacio comprendido entre el distrito de
P’isaq, de la pro vin cia de Cal ca, has ta el pa ra je de Pis -
qa K’uchu del dis tri to de Ollan tay tam bo, en la pro vin -
cia de Uru bam ba, que re co rre con di rec ción Este a
Oeste, con un itinerario paralelo a
lo lar go del río Uru bam ba, que le da
la esen cia de la vida al va lle, con jun ta -
men te que la pre sen cia de la ca de -
na de la Cor di lle ra de los An des
Orien ta les, que tiene su trayecto en
el mismo sentido del valle.
En razón a dicha configuración
geográfica, están considerados los
programas de turismo, tanto en la
par te es truc tu ral como en los ser vi -
cios, que se pue den apre ciar en la
siguiente forma.
PRIMERO. Des de el pun to de
vista estructural, se considera la viabili
dad de ac ce so al ser vi cio de las em -
pre sas de tu ris mo, como son:
1. La ca rre te ra de cir cun va la -
ción, con for ma da por los si guien -
tes lu ga res: Cus co, Chin che ro,
Ollan tay tam bo, Uru bam ba, Cal -
ca, P’i saq y re tor no al Cus co; te -
nien do como nú cleo prin ci pal la
pro vin cia de Uru bam ba.
2. La vía al ter na en tre el fe rro ca -
rril y ser vi cio de bus, que em pie za
en el dis tri to de Po roy de la pro vin -
cia de Anta, que pasa por Ollan tay -
tam bo, lue go a Machupihchu; se -
gui da men te el re tor no a Ollan tay -
tam bo, de don de se em pal ma con
el ser vi cio de óm ni bus, que pasa
por la ca pi tal de la pro vin cia de
Uru bam ba, lue go Chin che ro y fi nal men te la ciu dad
del Cus co.
3. La su ce sión de ra mi fi ca cio nes de los sub va lles
se cun da rios o que bra das, que sa len del Va lle Sa gra -
do en el lado de re cho del río Vil ca no ta–Uru bam -
ba, con di rec ción a la cor di lle ra orien tal, que son
uti li za dos en el tu ris mo vi ven cial de ca rác ter eco ló -
gico; cuyos valles muestran sus particularidades
propios de paisajes, flora, fauna, altitudes, tempera -
tu ra y otros; en los cua les, el trán si to es por los sen -
184 El Antoniano 126 – Junio de 2014

El Valle Sagrado de los Inkas
de ros, a lomo de bes tia y a pie;
en la que, la ma yor par te de los
usuarios, son profesionales en las
di fe ren tes cien cias, como: bo tá ni -
cos, geó gra fos, geó lo gos, eso té ri -
cos y otros.
Los valles secundarios o trans -
versales, están ubicados en el lado
de re cho del río Vil ca no ta–Uru -
bam ba y del Va lle Sa gra do, que sa -
liendo del valle principal, se dirigen
hacia la cordillera oriental; dichas
que bra das tie nen bas tan te uso,
que se con ta bi li zan a par tir del lado
de la pro vin cia de Cal ca, ha cia Uru -
bamba, como: Qoya, Lamay, Wa -
rán, San Juan, Chikón, Pumawanka,
Yana–waea, Willoq y otros.
SEGUNDO. La pres ta ción de
servicios de los tours al Va lle Sa gra -
do, se efec túan en re la ción a las ru -
tas estructurales indicadas, cuya
concurrencia en los servicios es
bas tan te flui do to dos los días, fun -
damentalmente los días jueves y
domingo de la semana. El turismo
con des ti no a la ciu da de la Inka de
Machupihchu, tan to por la vía al ter -
na, como por el ca mi no Inka, se
efectúan por la ruta del Valle
Sagrado.
II. FUNDAMENTOS
TRADICIONALES POR LAS
QUE SE DENOMINÓ “VALLE
SAGRADO DE LOS INKAS”
Los principales fundamentos por
las que se nom bró Va lle Sa gra do de
los Inkas, fue por su be lle za na tu ral
del ámbito paisajístico del lugar, su clima
tem pla do que fa vo re ce a la flo ra
y fau na, con pre sen cia de abun dan -
te agua dul ce, que baja de la Cor di lle -
ra Orien tal de los An des; lo que ha
in flui do para la pre sen cia de los asen -
tamientos humanos, desde épocas
bastante remotas; por cuyo motivo,
desde el punto de vista histórico,
existen obras arqueológicas, fundamentalmente
de la época del inkanato,
como los pa la cios del Inka Way -
na Qhapaq (actual cementerio de
Urubamba), de Sayri Tu paq ( en la
primera plazoleta de Yucay, yen do
del lado de Uru bam ba), con sus res -
pectivos andenes agrícolas, que fueron
construidos para embellecer
aún más a la cam pi ña, en la que, los
inkas han preferido dicho lugar, por
su clima benigno y su toponimia excepcionalmente
bella, para pasar
temporadas de verano; igualmente
en la Co lo nia, los es pa ño les se in te -
resaron tener un espacio de terreno
en dicho valle, que consideraron un
prestigio poseer una parcela, para
pa sar un pe rio do de estío, como
también cualquier temporada del
año; por cuya razón, los tipificaron a
sus paisanos europeos, que no
tenían un bien en dicho valle, como
“mal andantes”.
Por cuya pre fe ren cia del hom -
bre, como lu gar de re si den cia en
el transcurso histórico de su vida,
han dejado testimonios arquitectónicos
de las diferentes épocas, desde
el pe rio do pre–inkaico, con sis -
tentes en: palacios, viviendas, ciudadelas,
andenes agrícolas y otros;
igualmente en la colonia, como:
palacios, casonas, conventos, templos,
pinturas y capillas; todos los
cuales, constituyen obras de
admiración para el turismo.
Es un lugar excepcionalmente
be llo y be nig no, con un cli ma de
14.5 grados centígrados de diciembre
a abril y de 11.4 gra dos cen tí -
gra dos de mayo a ju lio y una con fi -
guración topográfica que está entre
3150 a 3300 msnm en la ca pi -
tal de pro vin cia de Uru bam ba, con
presencia de abundante agua dulce,
que baja de los ne va dos de la
cordillera de los andes orientales,
que re co rren de Nor te a Sur;
mien tras que el río Vil ca no ta–Uru -
bam ba, lo hace con di rec ción Este
a Oeste, configurando montañas a
am bos la dos de la lla nu ra; los cua -
les han ori gi na do un es pa cio de la
estructura física toponímica y clima
benigno, adecuados para la vida
de los se res, como fau na y flo ra y
el hom bre.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 185

Leandro Zans Candia
Las con di cio nes pro pi cias del me dio am bien te,
fa vo re cen a una agri cul tu ra ex ce len te, don de se
realizan hasta dos siembras por año, intercalando
en tre la siem bra ma yor, re pre sen ta do por el cul ti -
vo del maíz, más la siem bra me nor, re pre sen ta do
por las hortalizas.
III. DISMINUCIÓN DE ÁRBOLES FRUTALES
EN EL VALLE SAGRADO
Has ta 1970, las fru tas de coco, como los blan qui -
llos, du raz nos, fru tas de par tir y unuelas, te nían abun -
dan te pre sen cia en to dos los huer tos, quin tas y en to -
das las me dia nas y gran des fun dos; que cons ti tuían la
parte integrante del conjunto panorámico del verde
del valle. Las frutas indicadas se caracterizaban por su
buena calidad, tenían bastante pulpa y jugo dulce, se
podía consumir a boca llena y a entera satisfacción, debi
do a que has ta en ton ces no se es ti ma ba la pre sen -
cia de en fer me da des en los fru tos, como las que afec -
tan en la ac tua li dad.
Ade más, por aque llos años, la po bla ción no era
muy nu me ro sa, pues to que en 1970, la po bla ción de
la ca pi tal de pro vin cia no pa sa ba de los 10000 ha bi tan -
tes. Pos te rior men te, se gún el cen so del 2003, el nú -
me ro de ha bi tan tes de la ca pi tal de pro vin cia, fue de
17304 y a ni vel pro vin cial 57059 po bla do res. Por
consiguiente, la capacidad de consumo de la población,
era muy poca, mo ti vo por el cual, no se co se -
cha ba la to ta li dad de los fru tos; por cuyo he cho, gran
parte de las frutas de coco se secaban en sus matas.
Entre las principales frutas, estaban el Capulí (Prunus
serótina) y la Frutilla (Fragaria chiloensis), ple na -
mente identificadas con el pueblo, por su abundancia
y sa bor agradable para el consumo.
El Ca pu lí, es un ár bol fron do so, de ho jas co lor ver -
de brillosas y frutos en racimos, de contextura jugosa
y dulce, plenamente identificado con el lugareño. La
pre sen cia de di cho ár bol en el pa sa do fue abun dan te,
con for ma ba el cer co vivo de las cha cras de la cam pi -
ña; por cuya ra zón, el ca mi nan te que tran si ta ba, te nía
a su dis po si ción los fru tos que me jor le pa re cía, du ran -
te el ve ra no que es la es ta ción de pro duc ción, sin que
nadie impidiera su consumo; de manera, por la familia
ri dad de disipar el fruto, era clasificado por su
tamaño, dulzura, jugosidad y color.
Asimismo, debido a su abundancia, conformaba el
bos que del va lle, que al ob ser var des de la al tu ra, se
apreciaba un panorama verde completo; incluso los
huertos urbanos estaban cubiertos de variedad de espe
cias de ár bo les fru ta les en tre ellos el capulí.
En el caso de la fru ti lla, plan ta ras tre ra, era cul ti va da
en ex ten sio nes gran des de un topo y me dio topo,
por cada agri cul tor de di ca do a di cha la bor; por lo tan -
to, se comercializaba en abundancia, en cada feria de
la se ma na (miér co les, vier nes y do min go) que se rea li -
za ba en la ca pi tal de pro vin cia, y se ofre cía su ven ta en
diferentes medidas de canastas circulares llamados
“p’uh tus” en que chua, que eran te ji das de una
especia de charamusca, denominada “P’ispita”.
Esta fru ta se con su mía en su es ta do na tu ral, como
también en dulce y en bebida denominada “frutillada”,
be bi da agra da ble de jora de maíz, mez cla da con
frutilla estrujada y hierbas estomacales aromáticas. El
be ber la can ti dad de un ca po ral (vaso de un li tro de ca -
pacidad) de frutillada, era un acto tra di cio nal muy po -
pu lar en la provincia, por su sabor muy deleitoso y
tonificante.
En la actualidad, dichos frutos, tanto el capulí como
la frutilla, prácticamente han desaparecido, debido a
los siguientes hechos:
1. Por la frag men ta ción de los pre dios en pe que -
ños es pa cios, con fi nes de co mer cia li zar para vi -
vien das y em pre sas co mer cia les.
2. Por el cam bio de uso de la tie rra para otros fi nes,
que no son la agri cul tu ra.
3. Por la dis mi nu ción de agua de re ga dío, que aho -
ra se em plea en el ser vi cio do més ti co ma si fi ca -
do.
4. En el caso del ca pu lí, su dis mi nu ción se debe al
cam bio de la es truc tu ra de los cer cos vi vien tes
na tu ra les, que an tes eran con di chos ár bo les;
aho ra los cer cos son con pa re des de ado be, pie -
dra, ce men to y la dri llo.
5. Por el cam bio cul tu ral del po bla dor; an tes el ori gi -
na rio era agri cul tor, y aho ra el fo rá neo es de ocu -
pa ción co mer cian te em pre sa rial.
6. Por la de sa pa ri ción de la iden ti dad hom bre–na tu -
ra le za en la ocu pa ción co ti dia na que fue la agri -
cul tu ra.
Con todo lo di cho en lí neas an te rio res, lo que que -
da en la actualidad, es sólo la denominación histórica
del Va lle Sa gra do de los in kas; de bi do a que es tos úl ti -
mos 40 años, el va lle ha su fri do cam bios pro fun dos
en sus diferentes aspectos, como: flora, fauna, cultura,
costumbres, fisonomía del paisaje, cambio de la
población originaria por el inmigrante nacional y
extranjero, particularmente de los chilenos.
IV. LAS AVES SILVESTRES QUE EXISTÍAN
HASTA EL AÑO 1970
En toda la lla nu ra del Va lle Sa gra do, abun da ba la
pre sen cia de gran va rie dad de es pe cias de aves sil ves -
tres, de bi do a la exis ten cia de una flo ra ní ti da que ha -
bía a lo lar go y ancho del va lle; cuya pre sen cia de ban -
da das de aves en su ma yo ría can to ras, ale gra ban y
matizaban el ambiente con sus bellos colores de plu-
186 El Antoniano 126 – Junio de 2014

El Valle Sagrado de los Inkas
ma jes, al mis mo tiem po se per ci -
bía una sin fo nía del can tar de di -
chos animales, fundamentalmente
en la es ta ción de ve ra no, en tre los
me ses de di ciem bre a mar zo, que
son los meses de fructificación de
la gran va rie dad de fru tas y pro duc -
tos agrí co las; así como tam bién es
el periodo de la reproducción de
las aves. Pero aho ra sólo que da en
el re cuer do lo que fue el pa no ra -
ma paradisiaco del lugar; en que,
las aves que matizaban la belleza
del paisaje del valle, fueron las
siguientes:
– Tuya o Ca lan dria (Pheucticus au -
reoventris).
– Chiwako, Chuchico o Tor do
(Tordus chiguanco).
– Ch’ititi o Choqllo poqochi (Spo -
raphila luctuosa).
– Ch’ai ña o Gil gue ro (Sa pi nus
mgallanicus).
– Wanpa o Torcaza (Columba fascista).
– Ch’eqollo o Rui se ñor (Tro glody -
tes aedon).
– K’alla loro (Aratinga mitrata).
– P’iskaka (Saltator aurantirostris).
– Otallaqe (Thraupis palmarum).
– Pichincho o Gorrión (Zenotrichea
capensis).
– Urpi o Raviblanca (Columba
maculosa)
– Kull ku o Tor to li ta pe rua na
(Gymnopelia cecilide).
– Q’ente o Picaflor (Familia Trochilidae);
en tre otros.
A par tir de 1970, to das es tas
aves se en cuen tran en pro ce so
de ex tin ción; mien tras que al gu -
nos ya han desaparecido, debido
al pro ce so de la de fo res ta ción ex -
tre ma del va lle.
V. LA VENTA
INDISCRIMINADA DE
TERRENOS Y
SUS CONSECUENCIAS
El año 1970 ha sido con si de ra -
do como la fe cha de ini cio de los
cam bios pro fun dos en el Va lle Sa -
gra do de los Inkas, con la ven ta in -
dis cri mi na da de los te rre nos de
la pro vin cia de Uru bam ba a los
ex tran je ros y par ti cu lar men te a
los chi le nos que son los que con -
for man el ma yor por cen ta je de
com pra do res de te rre nos; he -
cho que ha cau sa do dis gus to ge -
ne ral de par te de los cus que ños
y par ti cu lar men te de los ha bi tan -
tes de la pro vin cia ve ci na que es
Cal ca, que se en cuen tra en el
mis mo va lle, uni do por la mis ma
au to pis ta de cir cun va la ción; quie -
nes in clu so han ma ni fes ta do su
pro tes ta, a tra vés de pa ne les
cons trui dos de ce men to, a lo lar -
go de la au to pis ta Uru bam -
ba–Cal ca; cuyo tex to, dice lo si -
guien te: “¡Cal ca no se ven de, se
de fien de!”. Cuyo he cho de mues -
tra, el sen tir de la po bla ción ve ci -
na, de bi do a la al te ra ción de la be -
lle za ori gi nal que po seía el lla ma -
do “Va lle Sa gra do de los Inkas” y
la re nun cia del de re cho de pro -
pie dad a sus te rre nos por par te
de los lu ga re ños; de ma ne ra, de -
bi do a la ma yor cen tra li za ción de
chi le nos, en la co mu ni dad lla ma -
da Yanawara, cer ca al dis tri to de
Ollan tay tam bo; por ejem plo, los
del lu gar de no mi nan Chile chico.
Con se cuen te men te, con este
he cho, se ha roto en for ma brus -
ca y rá pi da, la con ti nui dad de la
vida so cio–cul tu ral de la pro vin -
cia y sus ale da ños, que ha cau sa -
do en la vida de los ve ci nos de
Cal ca, una preo cu pa ción pro fun -
da, particularmente por la pre -
sen cia del ma yor por cen ta je de
com pra do res chi le nos, a quie -
nes se les tie ne des con fian za y
des pre cio po pu lar, por el re cuer -
do fu nes to de la gue rra del Pa cí fi -
co, en tre Perú y Chi le, ocu rri do
el año de 1879; en la que, los chi -
le nos in va die ron, sa quea ron y
des tru ye ron nues tro país.
En la ac tua li dad, por la ven ta in -
dis cri mi na da de los te rre nos, han
de sa pa re ci do las fa mi lias ori gi na -
rias de las épo cas Inka y co lo nial,
de bi do al pro ce so de la emi gra -
ción, es pe cial men te la po bla ción
jo ven. Con se cuen te men te, en la
pro vin cia de Uru bam ba se ha
pro du ci do el fe nó me no del cam -
bio o tras to que po bla cio nal, que
an tes fue ron ha blan tes bi lin gües
de que chua y es pa ñol; aho ra son
los ha blan tes del es pa ñol e in -
glés; por con si guien te, en re la -
ción a las apre cia cio nes pun tua -
les que se han rea li za do, aho ra la
ma yo ría de la po bla ción se con -
du ce bajo las nor mas de los pa -
tro nes cul tu ra les fo rá neos; mien -
tras tan to, la cul tu ra ori gi na ria va
pasando al olvido.
En el caso de los uru bam bi -
nos, los que han emi gra do años
atrás, al vi si tar su te rru ño de ori -
gen, se sien ten per so nas ex tra -
ñas, por que ya no en cuen tran a
los pai sa nos de in fan cia, de bi do
al pro ce so de la emi gra ción; asi -
mis mo, los ape lli dos tra di cio na -
les del lu gar han de sa pa re ci do y
el am bien te pai sa jís ti co to tal men -
te cam bia do.
VI. OTROS CAMBIOS MÁS
QUE SE HAN PRODUCIDO
EN URUBAMBA
Los cam bios que se han pro -
du ci do y si guen ori gi nán do se en
Urubamba, son muchos, entre
ellos es tán los más re sal tan tes,
los si guien tes:
1. Antes de 1950, la edu ca ción
pri ma ria com ple ta, se im par tía
sólo en las ca pi ta les de pro vin -
cias, mas no en los dis tri tos, en
las que se da ban sólo has ta el
se gun do gra do de pri ma ria;
por con si guien te, los es tu dian -
tes de años avan za dos, asis tían
des de los dis tri tos y co mu ni da -
des ru ra les al cen tro es co lar
de la ca pi tal de pro vin cia, mo vi -
li zán do se a pie dia ria men te,
des de el lu gar de pro ce den cia
al cen tro es co lar y vi ce ver sa;
por tan to, cada día ca mi na ban
va rios ki ló me tros; lo cual ocu -
El Antoniano 126 – Junio de 2014 187

Leandro Zans Candia
rría por ejem plo con los de Way lla bam ba, Yucay,
Maras y las comunidades de Pi lle ray, Ch’e qe -
req, Yanawara, Tarabamba y otros. Por tan to,
por la na tu ra le za del tra jín dia rio a paso li ge ro de
grandes distancias, eran buenos atletas, portando
sus fiam bres fríos de mote y tos ta do de maíz
y ha bas fun da men tal men te; eran gru pos de es tu -
dian tes que se les veía des pla zar se a dia rio por
los caminos de herradura; ahora dicho cuadro
ya no se observa, porque la educación primaria
y secundaria completas, funcionan también en
los distritos y comunidades rurales.
2. Has ta an tes de 1970, los po bla do res de los dis tri -
tos y comunidades rurales, concurrían a las fe -
rias se ma na les de la ca pi tal de pro vin cia, mo vi li -
zán do se a pie y a ca ba llo, lo ha cían acom pa ña -
dos en tre ve ci nos del lu gar, trans por tan do sus
pro duc tos en acé mi las; cuya for ma de cir cu la -
ción a pie era ma ti za do por el co lo quio que ejer -
cían los ca mi nan tes del via je; a tra vés del cual,
cul ti va ban y ma ti za ban el sen ti mien to de afec to
co mu ni ta rio y la rea fir ma ción cons tan te de afec -
to del gru po. En la ac tua li dad, el trans por te ya
no es a pie, tam po co en acé mi las; es en ca mio -
ne tas; por lo que, los caminos de arrieraje han
pasado a la historia de los caminantes.
3. Has ta an tes de 1970, exis tían diez mo li nos hi -
dráu li cos en Uru bam ba; cin co es ta ban en lado
Oes te de la ciu dad, mo vi dos por las aguas del ne -
vado de Pumawanka; mien tras que los otros cin -
co mo li nos es ta ban en el lado Nor–Este, agi ta -
dos por las aguas del ne va do de Chikón; en las
cua les se rea li za ban la mo lien da de los gra nos de
tri go y ce ba da, para la ela bo ra ción del pan en los
hor nos de la ciu dad. En la ac tua li dad, di chos mo -
linos se encuentran paralizados, han pasado a la
historia ocupacional de los habitantes de la
provincia.
4. En el as pec to re li gio so la ce le bra ción del fes te jo
al Se ñor de Torrechayoq, es en pen te cos tés, fe -
cha mo vi ble en tre los me ses de abril y mayo;
cuyo fes te jo es de tres días, en la que el ter cer
día cul mi na con una co rri da de to ros o “toro
puh llay”, como quien dice, el jue go con el toro,
que se rea li za ba a la usan za tra di cio nal de ca pear
con pon chos, de par te de los afi cio na dos, sin
mal tra tar al ani mal; a cuyo acto, el pue blo con cu -
rría ma si va men te a es pec tar sentados sobre el
cer co pe ri mé tri co de la pla zo le ta, que está de lan -
te de la ca pi lla del Se ñor y co mien do al mis mo
tiem po po ta jes con watias. Des pués de 1970,
las au to ri da des de ci die ron cons truir un co li seo
de to ros, en el ex tre mo Sur Este de la ciu dad, al
lado iz quier do del fi nal del ria chue lo de Tu llu ma -
yo, cer ca al río Uru bam ba; mien tras que la ca pi -
lla del Se ñor está en el ex tre mo opues to de la
ciu dad, o sea en el lado Nor–Oes te. Con si guien -
te men te, lo que an tes era el “toro puh llay” de -
lan te de la cruz, con pre sen cia de afi cio na dos y
del pue blo en ge ne ral, por ser de ca rác ter re li -
gio so po pu lar; aho ra es con to re ros pro fe sio na -
les y to ros a muer te, en un lu gar muy le ja no del
san tua rio del Se ñor, que lo espectan sólo un
pequeño sector de la población, por ser
pagante e impopular y anti religioso, por la
crueldad que se aplica en el animal.
5. Has ta el año de 1970, el Va lle Sa gra do, es tu vo
po bla do sólo por ha bi tan tes ori gi na rios, des cen -
dien tes de las épo cas del inkanato y la co lo nia,
con au sen cia de re si den tes ex tran je ros, pues to
que has ta el año in di ca do, no se pro du cía mu -
cha con cu rren cia de tu ris tas, por que la ciu dad
Inka de Machupihchu, to da vía no te nía el re co -
no ci mien to de su sta tus como ma ra vi lla del mun -
do y tam po co se ha cía la pro pa gan da a ni vel in -
ter na cio nal so bre su mag ni fi cen cia, como la que
hoy se rea li za; pero con el paso de los años y
con la de cla ra to ria como una de las ma ra vi llas
del mun do a la ciu da de la de Ma chi pih chu; se
pro du jo un flu jo con si de ra ble de vi si tan tes e in -
mi gran tes de todo el mun do; pro du cién do se
con ello un cam bio pro fun do en su fi so no mía es -
tructural del valle sagrado. Además, los actuales
po bla do res abo rí ge nes, ya son in mi gran tes pos -
te rio res, pro ce den tes de Sicuani y Puno.
6. En la ma yo ría de las pro pie da des que fue ron agrí -
colas, se han construido hoteles, hostales, hos -
pe da jes y res tau ran tes al ser vi cio del tu ris mo; cu -
yas edi fi ca cio nes han apa re ci do como hon gos,
rom pien do la ar mo nía del pai sa je ver de del va -
lle; con si guien te men te aho ra se ob ser va un pa -
no ra ma de edi fi ca cio nes alternando con el
paisaje de los campos agrícolas.
7. Antes, los ma tri mo nios se rea li za ban en tre las
per so nas del mis mo lu gar (en do gá mi cas); aho ra
es en tre per so nas de di fe ren tes lu ga res
(exogámicas).
8. En an ta ño, los cam pos agrí co las de maíz, que
cu brían todo el va lle sa gra do, igual men te los
bos ques de ár bo les fru ta les y otros; atraían y
pro pi cia ban en su eta pa de fruc ti fi ca ción la pre -
sen cia de ban da das de cien tos de aves can to -
res; pero, aho ra han dis mi nui do su pre sen cia
en for ma no to ria, de bi do al pro ce so de la de fo -
res ta ción que se va efec tuan do pro gre si va -
men te con fi nes de ha bi li tar nue vas áreas de
188 El Antoniano 126 – Junio de 2014

El Valle Sagrado de los Inkas
te rre nos para vi vien das,
como ocu rre con las már ge -
nes iz quier da y de re cha del
río Uru bam ba, en los pa ra jes
de Ta ra pa ta y Qho to–orqo;
que an tes eran lu gares de pas -
to reo de ga na dos ovi no ca pri -
no; a su vez, eran lu ga res del
há bi tat del Zo rro (Du sic yon
cul paeus).
9. Has ta el año de 1970, todo el
an cho de la ave ni da Berriza -
bal, ter mi na ba en la ori lla de re -
cha del río Uru bam ba, que fue
el bal nea rio de la ju ven tud, a
don de acu dían la ma yo ría de
los ado les cen tes a ba ñar se en
la es ta ción de ve ra no del mes
de oc tu bre, in clu so la Di rec -
ción de Edu ca ción daba asue -
to to das las tar des del mes in di -
ca do; pero, pos te rior men te,
de bi do a in te re ses ilí ci tos de
las au to ri da des de tur no del
mu ni ci pio, par te del área del
te rre no in di ca do fue ven di do
a extranjeros, para la cadena
de ho te les, lo que es aho ra el
ho tel Inka de Ma rriot, cuya
ven ta se hizo en el ré gi men
del ex al cal de Eduar do Gue va -
ra Cá ma ra; de esa ma ne ra,
fue el au tor de la pri va ción del
de re cho de ac ce so al río y el
recorte del largo de la avenida
indicada que ya no llega a la
orilla del río como era antes.
10. Un si guien te cam bio que se
pue de ob ser var en la ciu dad
de Uru bam ba, es en lo re fe -
ren te a los huer tos de las ca -
sas, que an tes con ta ban con el
su mi nis tro de agua per ma nen -
te, a tra vés de ca na les de rie -
go, que co rrían por un cos ta -
do de las ca lles; cu yas aguas
pro ce den tes de los ne va dos
de Pumawanka y Chikón, sur -
tían al 100 por cien to los huer -
tos; sien do el 50 por cien to, lo
del lado Oes te de la ciu dad, su -
mi nis tra do con las aguas de Pu -
ma wan ka, mien tras que los
otros 50 por cien to de huer -
tos del lado Este de la ciu dad,
eran abas te ci dos con las aguas
de Chi kón. En la ac tua li dad
han sido clausurados dichos ca -
na les de riego; quedando sólo
en el recuerdo los llamados
huertos urbanos.
11. La ma yo ría de las áreas geo -
grá fi cas na tu ra les, con for ma -
das por pe que ñas ele va cio nes
y que bra das, que eran áreas
rús ti cas na tu ra les del pai sa je,
has ta 1970, como fue el caso
de las que bra das de Yanawara,
Pumawanka, Chikón y el sec -
tor de la ba ja da a la ciu dad de
Uru bam ba en el lado iz quier -
do del río Uru bam ba; cu yos
sec to res, a par tir del año in di -
ca do, han sido al te ra dos con la
pre sen cia de asen ta mien tos
de vi vien das y ho te les, que
aho ra se ob ser va un cambio
de la fisonomía del paisaje
natural en cultural.
12. En la ac tua li dad se han pro du -
ci do cam bios en la tec no lo gía
ar te sa nal; en tre ellas se pue -
den men cio nar las si guien tes:
a. Años atrás, para trans por tar
los fru tos de Ca pu lí y de Fru ti -
lla, ha bían te je do res de ca nas -
tas de diferentes tamaños y de
dos for mas, unos eran de for -
ma tu bu lar con asa, con fec cio -
na das de ca rri zo o “so qos”, y
otras de fi gu ra cir cu lar un tan -
to planas sin asa, denominadas
“p’uh tus”, te ji das de una va rie -
dad de cha ra mus ca lla ma da
“p’is pi ta”.; aho ra que ya de sa -
pa re ció la fru ti lla y tam bién el
ca pu lí que está en pro ce so de
ex tin ción; tam bién ha de sa pa -
re ci do el arte de te jer los ces -
tos.
b. Antes exis tían los ta lle res de
he rre ría, con fi nes de fa bri car
y arreglar las herramientas de
tra ba jo agrí co la; asi mis mo,
para fi jar las he rra du ras en los
cas cos de los equi nos. Aho ra,
El Antoniano 126 – Junio de 2014 189

Leandro Zans Candia
de bi do a que la ac ti vi dad agrí co la ha dis mi nui do
con si de ra ble men te, así como tam bién ha de sa -
pa re ci do el transporte en acémilas, igualmente
han desaparecido dichos talleres; a cambio han
aparecido las mecánicas para autos.
13. Has ta an tes de 1970, el po bla dor del va lle sa -
gra do, po día ca mi nar li bre men te por to dos los
lu ga res de la cam pi ña, los pro pios due ños de las
cha cras, orien ta ban a los que se di ri gían a un de -
ter mi na do si tio, po dían pa sar por tal o cual cha -
cra, para cor tar ca mi no y así lle gar rá pi do a su
des ti no, por cuyo he cho, el po bla dor ori gi na rio
co no cía la ma yor par te de los nom bres to po ní -
mi co de la geo gra fía de la cam pi ña, como: Qha -
tán, Larespanpa, Ch’aqwar, Ru mi cha ka, Me dia
luna, Pi chin go to, Tarabamba, P’uh ru to–panpa,
Pumawanka, Qerokancha, Kinsa–k’u chu, Palqa -
raki, Pino, Pumaq–chupan, Qhoto–orqo, Winchu,
Charka–waylla, Pi so nay nioq, Chikón, Chi -
chu bam ba, Wachaq, P’aqlamayo y muchos
otros lugares, cuyos nombres describen la
fisonomía peculiar de cada sitio.
14. Los caminos de herradura y senderos sinuosos
que an tes exis tían al in te rior de la cam pi ña, con
cer cos vi cos de ár bo les de ca pu lí y du raz nos,
eran las vías por don de ca mi na ban per so nas y ga -
nados; ahora han sido modificados en trochas,
por don de cir cu lan au tos y moto ta xis, que han
cam bia do los an ti guos cer cos vi vos de ár bo les
de ca pu lí, que em be lle cían al pai sa je del va lle sa -
grado. Ahora son trochas polvorientas sin vegeta
ción que han per di do su be lle za na tu ral.
15. Se gún las cos tum bres del pa sa do, en re la ción a
la vida del bi no mio hom bre–na tu ra le za de Uru -
bam ba; en la es ta ción de fruc ti fi ca ción de los ár -
bo les, la fru ta que más abun da ba era el ca pu lí, la
ca pa ci dad de con su mo de la po bla ción no se
abas te cía; por lo tan to, gran par te de la pro duc -
ción se des per di cia ba; por cuyo he cho, di cho
fru to no era prohi bi do por los due ños de los pre -
dios, para que pu die ran con su mir los tran seún -
tes, de su mis ma mata, sal vo que re co gie ran en
de pó si tos gran des para lle var; por cuya ra zón, la
ju ven tud acos tum bra ba ir a la cam pi ña, lle van do
con si go una ca nas ta pe que ña o me dia na para re -
co ger en ella los fru tos de ca li dad, sea de su cha -
cra o del ve cin da rio; con si guien te men te re tor na -
ban de la cam pi ña, con su ca nas ta de ca pu lí y ra ci -
mos de di cho fru to; igual men te con los la bios te -
ñi dos de ama ri llo, por el con su mo del ca pu lí. En
la ac tua li dad, ya no se prac ti ca esa for ma de vida
del gozo de los fru tos; a cam bio re sul ta ya muy
cos to so el di si par un poco de ca pu lí que que da.
16. Breve referencia histórica del río Willkamayo. El
río Urubamba ha sido considerado en la antigüedad,
río sa gra do de los in kas, lla ma do Willkamayu,
que significa Dios tutelar del Valle Sagrado, importan
te e his tó ri co río, que nace en el nudo de Vil ca -
no ta, en la zona de La Raya a 5846 m.s.n.m. en los
lí mi tes de los de par ta men tos de Puno y Cus co;
cuyo re co rri do es por todo el Va lle Sa gra do de los
Inkas, para lue go to mar el nom bre del Alto y Bajo
Uru bam ba, has ta su con fluen cia con el río Tam bo,
con un recorrido de 1500 kilómetros. Mientras
que en la antigüedad fue considerado río sagrado,
Dios tu te lar del Va lle Sa gra do; aho ra se ha con ver ti -
do en el río cloa ca, re cep tor de las he ces fe ca les
de los pue blos asen ta dos a lo lar go de sus ri ve ras,
que son seis pro vin cias, die ci séis dis tri tos y más de
una veintena de pequeños asentamientos humanos.
Consiguientemente, según opinión general
de los pro pios po bla do res del va lle sa gra do, el río
Vilcanota, que así se denomina hasta el límite de ingre
so a la pro vin cia de Uru bam ba, se en cuen tra
en la ca te go ría de río en es ta do de ago nía, por su si -
tuación contaminada que se encuentra; por cuyo
he cho, al mis mo tiem po se ha con ver ti do en foco
contaminante del medio ambiente del valle sagrado.
Este pro fun do cam bio de su pu re za del río,
oca sio na do por el hom bre, que va en con tra de la
na tu ra le za y la vida de los pue blos, es ur gen te a
que las autoridades pertinentes tengan que asumir
responsabilidades en la construcción de plantas de
tratamiento de aguas servidas en sus jurisdicciones,
con estudios que garanticen su viabilidad y sostenimien
to en el tiem po.
REFERENCIAS
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encuadernado por Cofás S.A.
—Inca Gar ci la so De La Vega. Comentarios Reales de los Incas. Edi cio -
nes de la Uni ver si dad Na cio nal del Cus co – 1960.
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Galimberti). “His to ria del nue vo Mun do”; to mos III y IV. Edi to rial
H.G. Ro zas S.A. Cus co – Perú.
—Tamayo Herrera, José. (1978). Historia social del Cuzco Republicano.
Ta lle res de Indus trial Grá fi ca S.A. Lima – Perú.
—Zans Can dia, Lean dro. (2007). Urubamba, benemérita ciudad y
Provincia Arqueológica del Perú. Cus co – Perú.
—Aca de mia Ma yor de la Len gua Que chua. (2006). Diccionario Quechua
– Espa ñol – Que chua. Cus co – Perú.
—Vi lla nue va Urtea ga, Ho ra cio. (1989). Do cu men tos. Eco no -
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co – Perú.
—Villanueva Urteaga, Horacio. (1983). Documentos sobre Yucay en el
siglo XVI. Re vis ta del Archi vo His tó ri co del Cus co Nº 13. Cus co –
Perú.
—Torres Saldamando, Enri que. (1967). Apuntes Históricos sobre las
Enco mien das en el Perú. Editorial Universidad Mayor de San Marcos.
Lima – Perú.
—Hillari, Sir Edmund. (1985). Ecología 2000. Editorial Debate, S.A.
Zurbano, 92, 5º, 28003. Ma drid.
190 El Antoniano 126 – Junio de 2014

DE LA REVOLUCIÓN DE TÚPAC AMARU AL
MOVIMIENTO NACIONAL CRIOLLO
l des ta ca do es tu dio so de la Rea li dad Pe rua na,
EEmi lio Choy, des pués del aná li sis his tó ri co, ma -
ni fies ta que el vi gor de la gue rra ci vil de Tú pac
Ama ru, deja la sen sa ción de ha ber con tem pla do
er guir se a un gi gan te, rom per sus ca de nas por
un mo men to, para vol ver a ser en ce rra do en
una pri sión más am plia. Este he cho, con ti núa
Choy, no dis mi nu ye los mé ri tos de Tú pac Ama -
ru, a pe sar de sus gran des erro res; su ac tua ción
más bri llan te se rea li za des pués de su cap tu ra
Edwin Peralta Alvarez 1
por los ver du gos de Are che. Como con duc tor
re ve ló es tar mal orien ta do; solo en me dio de sus
car ce le ros y ver du gos mos tró una fir me za ex -
traor di na ria. A pe sar del tiem po trans cu rri do aún
asom bra cómo pudo con ver tir se de acu sa do en
acu sa dor de Are che, el ver du go del vi rrei na to.
Este as pec to in do ble ga ble, y su en te re za du ran -
te el mar ti rio lo con vir tie ron en un hé roe de la
his to ria, a pe sar de sus va ci la cio nes e in fluen cias
que no pudo ven cer.
1 Magíster.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 191

Edwin Peralta Alvarez
SIGLO XVIII, EL ESCENARIO
Este si glo, re pre sen tó para el vi rrei na to pe -
rua no una épo ca de cri sis y de ca den cia, como
lo afir ma el his to ria dor Pa blo Ma ce ra. Toda la
cos ta at lán ti ca del im pe rio es pa ñol ame ri ca no
cre cía en im por tan cia, con los nue vos vi rrey na -
tos de Nue va Gra na da y Río de la Pla ta, re sul ta -
do de la mu ti la ción te rri to rial
del ex ten so vi rrey na to del
Perú, el cual ya no era con si de -
ra do en los cálcu los geo po lí ti -
cos de Espa ña. La ad mi nis tra -
ción co rrup ta y el ago ta mien to
de las le gen da rias mi nas de azo -
gue en Huan ca ve li ca y de pla ta
en Po to sí, dis mi nu yó la im por -
tan cia eco nó mi ca del vi rrei na to
pe rua no.
La pri me ra mi tad del si glo
XVIII coin ci de con un in ten to
de fre nar la co rrup ción en la ad -
mi nis tra ción co lo nial, su pri -
mien do las en co mien das, ins ti -
tu ción na ci da en el pe rio do de
la con quis ta que no per mi tía in -
cre men tar eco nó mi ca men te
las ali caí das ar cas rea les, pro vo -
can do el em po bre ci mien to de
la aris to cra cia crio lla que, mo -
no po li zan do el sec tor co mer -
cial, veían im po ten tes como
Bue nos Ai res se apo de ra ba de
los mer ca dos del Alto Perú. La
gue rra de su ce sión en tre las di -
nas tías de habs bur gos y bor bo -
nes, per mi tió que Fran cia e
Ingla te rra co mer cia ran li bre -
men te en el Pa cí fi co Sur a tra -
vés del con tra ban do y otras
con ce sio nes. Epi de mias, como
la de 1720, diez mó la po bla -
ción in dí ge na, que bran do drás -
ti ca men te el pago de tri bu tos y
dis mi nu yen do la mano de obra
en las mi nas, obra jes y ha cien -
das.
“La
administración
corrupta y el
agotamiento de
las legendarias
minas de azogue
en Huancavelica
y de plata en
Potosí,
disminuyó la
importancia
económica del
virreinato
peruano.”
En un ex ce len te tra ba jo de in ves ti ga ción his -
tó ri ca, Alfon so W. Qui roz, ana li za en pro fun di -
dad la co rrup ción como una cons tan te en nues -
tro de ve nir his tó ri co y que per mi te com pren -
der e in ter pre tar de me jor ma ne ra nues tro pre -
sen te a la luz del pa sa do, mar ca do por la co -
rrup ción. Qui roz su gie re una se cuen cia de ci -
clos de co rrup ción du ran te el ma du ro vi rrei na -
to pe rua no:
i. Un ni vel su ma men te alto de co rrup ción
des de la se gun da mi tad del si glo XVII, has ta ini -
cios del si glo XVIII;
ii. Una caí da li ge ra des de el de ce nio de 1720
has ta el de 1740;
iii. Un in cre men to mar ca do
des de el de ce nio de 1750 al de
1770;
iv. Una caí da bre ve pero sig ni -
fi ca ti va en las dé ca das de 1780
y 1790;
v. Un li ge ro in cre men to en la
pri me ra dé ca da del si glo XIX, y
vi. Una agu da alza en la dé ca -
da an te rior a la in de pen den cia.
Las for mas de co rrup ción
ana li za da y es tu dia da como las
que se die ron a tra vés de los co -
rre gi mien tos y re par tos, se
com ple men tan con las prac ti ca -
das por los mis mos vi rre yes a
tra vés de ga nan cias ile ga les por
la ven ta de car gos ofi cia les, ex -
tor sio nes, chan ta jes, etc. Se
men cio nan tam bién las ga nan -
cias abu si vas por par te de ti tu la -
res o in te ri nos de car gos ve na -
les como los de go ber na dor, co -
rre gi dor y oi dor. Las ine fi cien -
cias ad mi nis tra ti vas, ren tas no
re ca ba das (quin to real, al ca ba -
las); el con tra ban do y otras for -
mas de co rrup ción eran pa ga -
das en for ma ig no ni mio sa por
la po bla ción in dí ge na. El otro
afec ta do por los fon dos des via -
dos por la co rrup ción era la co -
ro na es pa ño la; por esta ra zón
en la se gun da mi tad del si glo
XVIII, el rey Car los III qui so
reor de nar las vie jas es truc tu ras
de este vi rrei na to en de ca den -
cia. Para los gru pos do mi nan tes
pe rua nos este re me dio ha bría
de re sul tar peor que la en fer me dad; en este
sen ti do los cam bios fue ron pro fun dos. Así por
ejem plo, se mi li ta ri zó a los vi rre yes, reem pla -
zan do a vie jos no bles por ofi cia les de ca rre ra.
Pa ra le la men te se plan tea ron re for mas ad mi nis -
tra ti vas y fis ca les a tra vés de fun cio na rios con
am plias po tes ta des de fis ca li za ción que lle ga -
192 El Antoniano 126 – Junio de 2014

De la revolución de Túpac Amaru al movimiento nacional criollo
ban has ta los mis mos vi rre yes;
tal es el caso del vi si ta dor Are -
che que en fren tó al vi rrey Gui -
rior y su red de pa tro naz go en
su pro pó si to de cor tar las ins -
tan cias y prác ti cas co rrup tas
como los co rre gi mien tos y re -
par tos. Si bien es cier to que
por azar de la his to ria Tú pac
Ama ru y Are che coin ci dían en
el mis mo pro pó si to, la di fe ren -
cia se ma ni fes ta ba en la fi na li -
dad y ac ti tu des de am bos per -
so na jes; mien tras que el fun -
cio na rio real de sa rro lla ba una
dispu ta bu ro crá ti ca den tro del
sis te ma, para ha cer más efi -
cien te la ex plo ta ción co lo nial,
Tú pac Ama ru asu mía la ges ta
he roi ca de lu char fron tal men -
te con tra ese sis te ma de ex plo -
ta ción. Las re for mas plan tea -
das por la me tró po li re sin tie -
ron los pri vi le gios de la aris to -
cra cia crio lla, al mis mo tiem po
pro mo vió la sus ti tu ción de la
cul tu ra tra di cio nal por el pen -
sa mien to de la ilus tra ción.
Como sub ra ya Pa blo Ma ce ra,
con ver gían dos fac to res de dis -
tan cia mien to en tre los co lo -
nos y su me tró po li: las di fi cul -
ta des eco nó mi cas de un lado,
y de las otras, nue vas pers pec -
ti vas cul tu ra les, con nue vas
ideas que po nían en tela de jui -
cio la va li dez y le ga li dad del sis -
te ma.
Es den tro de este es ce na rio
y cir cuns tan cias que se debe
ana li zar los mo vi mien tos de li -
be ra ción na cio nal que ocu rrie -
ron en tre 1780 – 1824. Los es -
tu dios so bre el tema afir man
que no nos en con tra mos ante
un solo pro ce so con du ci do
por los crio llos y que haya ter -
mi na do en tre 1821 – 1824
con las vic to rias mi li ta res con -
tra el ejér ci to es pa ñol; se su -
gie re la exis ten cia de no me -
nos de dos mo vi mien tos de li -
be ra ción na cio nal: el crio llo y
el in dí ge na, en tre los cua les
hubo con tra dic cio nes y tam -
bién coin ci den cias for tui tas o
frus tra das. El mo vi mien to de li -
be ra ción in dí ge na co men zó in -
me dia ta men te pro du ci da la in -
va sión es pa ño la a tra vés de un
pro ce so de re sis ten cia ac ti va,
como la lu cha em pren di da
por Man co Inca, de re sis ten -
cia pa si va, como los mo vi mien -
tos de con tra cul tu ra ción (Ta -
qui Onqoy). Este mo vi mien to
de li be ra ción na cio nal in dí ge -
na, como anota Ma ce ra, era
fun da men tal men te un mo vi -
mien to cam pe si no, re vo lu cio -
na rio y me siá ni co que cues tio -
na ba la to ta li dad del sis te ma
co lo nial. El mo vi mien to na cio -
nal crio llo se ma ni fes tó por el
con tra rio, con un mar ca do ca -
rác ter ur ba no y eli tis ta. Sus
pro pó si tos más que re vo lu cio -
na rios eran re for mis tas y no
afec ta ban las es truc tu ras so cia -
les, sino la or ga ni za ción po lí ti -
ca. Su mo vi mien to de li be ra -
ción na cio nal se jus ti fi ca ba en
la me di da que la co lo nia ha bía
des co no ci do los de re chos
que ha bían ga na do sus an te pa -
sa dos “con quis ta do res”.
El mo vi mien to crio llo se ma -
ni fes tó tar día men te en Amé ri -
ca y más aún en el Perú; to dos
ellos fue ron an ti ci pa dos por
Juan San tos Atahuall pa y pos te -
rior men te por Tú pac Ama ru
II, que pro yec ta ba no sólo una
res tau ra ción inca, sino un es ta -
do mul ti na cio nal con par ti ci pa -
ción de crio llos, mes ti zos y ne -
gros bajo el li de raz go in dí ge -
na. La re vo lu ción de Tú pac
Ama ru II fra ca só por una erró -
nea es tra te gia po lí ti co mi li tar
que evi tó, has ta el úl ti mo, las
con fron ta cio nes, cre yen do
que era po si ble con se guir el
apo yo de las masas y éli tes
crio llas e in dias del sur pe rua -
no; pa re ce que so brees ti mó
El Antoniano 126 – Junio de 2014 193

Edwin Peralta Alvarez
la con cien cia na cio nal in dia que man te nía los
re ce los en tre los gru pos ét ni cos an di nos y en -
tre los li na jes no bles o pa na cas. Por esta ra zón,
la co la bo ra ción que el ca ci que Pu ma cahua dio
a los es pa ño les no debe in ter pre tar se como
una “trai ción”, sino como una leal tad a su pro -
pio li na je, ene mi go y hos til al de Tú pac Ama ru.
De rro ta do Tú pac Ama ru, Espa ña in tro du jo
al gu nas re for mas para dis mi -
nuir la ten sión po pu lar; se anu la -
ron los re par ti mien tos de mer -
ca de rías, se su pri mie ron los co -
rre gi mien tos, se crea la real au -
dien cia del Cus co. Sin em bar go
se dejó in tac to el sis te ma de ex -
plo ta ción co lo nial que be ne fi -
cia ba a los crio llos tan to o más
que a los pro pios es pa ño les.
Esas me di das, así como la re pre -
sión de sa ta da, bas ta ron para de -
te ner el mo vi mien to na cio nal
in dí ge na, has ta prin ci pios del si -
glo XIX en que, con el fra ca so
de la re vo lu ción de Pu ma -
cahua, per dió sus op cio nes po lí -
ti cas in me dia tas, de jan do li bre
el cam po para la ac ción criolla.
La de rro ta de Tú pac Ama ru y
Pu ma cahua, han sido in ter pre -
ta das, con toda jus ti cia, como
una de las ma yo res frus tra cio -
nes de la his to ria pe rua na. Su
triun fo hu bie ra pro du ci do cam -
bios fun da men ta les en la es truc -
tu ra eco nó mi co so cial al pro -
mo ver a los sec to res po pu la res
cam pe si nos. Hu bie se im pli ca -
do tam bién un es ta do go ber na -
do por la na cio na li dad ma yo ri ta -
ria y no por la mi no ría crio lla.
Ha bría, por úl ti mo, re vi ta li za do
a la re gión an di na y al sur pe rua -
nos, im pi dien do que se con vir -
tie ran en áreas de pri mi das has -
ta el presente.
“Finalmente
la guerra
se ganó
en la sierra,
en la lucha civil
entre peruanos
del norte y
peruanos del sur
conducidos por
un estado mayor
extranjero
compuesto por
criollos y
españoles,
pero la victoria
se celebró
en Lima.”
Des de prin ci pios del si glo XIX, los crio llos
com pren die ron que la his to ria les pre sen ta ba
la opor tu ni dad de li de rar el pro ce so de li be ra -
ción fren te a Espa ña. La rea li dad del mo men to
les mos tra ba que el sis te ma mo nár qui co se en -
con tra ba en cri sis, como lo ha bía de mos tra do
la re vo lu ción de Tú pac Ama ru, pero tam bién
in flu ye ron otros fac to res ex ter nos como la Re -
vo lu ción Fran ce sa, que mos tró la de bi li dad uni -
ver sal de las mo nar quías, mien tras que la oli -
gar quía crio lla nor tea me ri ca na rom pía el pres ti -
gio de los gran des im pe rios co lo nia les; fi nal -
men te la in va sión de Na po león Bo na par te de -
mos tró cuan pre ca rio e ilu so rio era el po der
español.
Res pec to a los crio llos, se debe dis tin guir las
di fe ren cias que los se pa ra ban.
Las cla ses so cia les más al tas (ha -
cen da dos y gran des co mer cian -
tes) tu vie ron más pre sen te los
pri vi le gios que les otor gó el sis -
te ma co lo nial, que un fu tu ro di -
fe ren te. El se pa ra tis mo debe ha -
ber sig ni fi ca do, para to dos
ellos, una op ción ex tre ma y
ries go sa; no es ta ban se gu ros
de lo que po día ocu rrir les, en -
fren tan do a so las a las po bla cio -
nes in dias, sin la pro tec ción im -
pe rial. Estas son al gu nas ra zo -
nes por las cua les se re tra só el
mo vi mien to crio llo en el Perú,
mien tras pro gre sa ban en la cos -
ta at lán ti ca del im pe rio es pa ñol
don de las im pli ca cio nes in ter -
nas eran me no res. El Perú fue
du ran te años el cen tro de reac -
ción mi li ta ris ta es pa ñol para to -
dos los crio llos su ra me ri ca nos.
Fue este fi de lis mo, apa ren te
cau sa del re sen ti mien to de los
crio llos en Nue va Gra na da,
Bue nos Ai res, y Chi le con tra el
Perú; en ton ces ven cer al Perú
era ven cer a Espa ña. De esos
mo men tos arran can mu chos
de los ma len ten di dos que con -
fun die ron tan to las re la cio nes
en tre los crio llos pe rua nos y los
li ber ta do res ex tran je ros.
Las éli tes ur ba nas de la cos ta
va ci la ron en tre la in de pen den -
cia y la de pen den cia, y los sec to -
res po pu la res de la sie rra pres ta ron su obli ga -
do apo yo a los dos ejér ci tos: el rea lis ta y el pa -
trio ta.
Fi nal men te la gue rra se ganó en la sie rra, en
la lu cha ci vil en tre pe rua nos del nor te y pe rua -
nos del sur con du ci dos por un es ta do ma yor
ex tran je ro com pues to por crio llos y es pa ño -
les, pero la vic to ria se ce le bró en Lima.
194 El Antoniano 126 – Junio de 2014

¿VERDAD O CASTIGO? O CASTIGAR LA VERDAD
uan do José lle gó a casa, en con -
Ctró el flo re ro que la abue la le ha -
bía regalado en la pasada navidad
destrozado en pedazos sobre la alfom
bra de la sala. Mar cos con 3
años de edad y su len gua je aún pre -
ca rio ex pli có a su pa dre que, du ran -
te un jue go de “fút bol sala” con su
hermano Fabián (5 años), chocaron
accidentalmente con el mueble e
inevitablemente el florero cayó.
¿Cómo reaccionarías ante esta
situación?... sí, tal vez de la
forma correcta.
Pero José no solo cas ti gó fí si ca -
men te a sus dos hi jos, sino que
tam bién les prohi bió vol ver a ju -
gar fút bol (en tre otras co sas). El
com por ta mien to cas ti ga do re sul -
ta ser des pla za do por un com por -
ta mien to in com pa ti ble a este. En
este caso, Fa bián (5 años) co men -
ta ba: “Doc tor, ¿es tá mal ju gar fút -
bol? o ¿es tá mal de cir la ver -
dad?... ¿por qué nos pe ga ron?”.
Fa bián en con tró el sen ti do del
cas ti go que le asig na ron y apren -
dió a ju gar vi deo jue gos en vez de
ju gar fút bol y men tir en lu gar de
de cir la ver dad a su pa dre.
Lo que sien te una per so na cas ti ga -
da de pen de del tipo de cas ti go, de la
frecuencia, del agente o institución
que le cas ti ga. El cas ti go de coe tá -
neos puede suponer un sentimiento
de ver güen za, el cas ti go de una
religión deriva en sentimientos de
pecado y el castigo del gobierno
hace un sentimiento de culpabilidad.
Sa be mos que a prio ri el cas ti go pro -
duce agresividad y enfado en la persona
castigada. El castigo prolongado
e inevitable produce depresión.
Si la per so na ac túa para evi tar más
cas ti gos, lo hace por la si tua ción a la
que fue ex pues to en ese mo men to.
En ese momento, sin percatarse de
ello, José ya ha bía cas ti ga do dos
comportamientos que sobre el papel
son po si ti vos: ju gar fút bol y de cir
la ver dad.
¿Ya te detuviste a pensar
cuántas veces has castigado
comporta mientos positivos sin
darte cuenta?
La creatividad, la innovación, la
verdad, la justicia son normalmente
castigadas en una sociedad consumida
por la ve lo ci dad del día a día y sin
autoconciencia de sus pro pios ac tos.
¿A cuántos poetas, deportistas,
filósofos o sencillamente
personas honestas habremos
lapidado castigando sus
comportamientos?
La psicología aplicada indica que,
por lo ge ne ral, es me jor pro vo car
(estimular) el comportamiento desea
do que cas ti gar el no de sea do.
Cuan do to das las de más for mas de
moldear un comportamiento han fallado,
se recurre al castigo. El castigo
de be ría ser el úl ti mo paso para la
modificación de la conducta. Si a pesar
de un cas ti go se ve ro el com por -
tamiento se mantiene con fuerza, valen
tía y co ra je; no es por que la per -
sona quiera sentirse valerosa o sentir
se un hé roe, es por que las con se -
cuencias de su comportamiento
son más fuer tes que el pro pio cas ti -
go. El castigo excesivo e injustificado
deja a la per so na más vul ne ra ble a la
de pre sión o al de seo de ren dir se.La
fuerza del castigo es tan poderosa
que ex tin gue la con duc ta no de sea -
da incluso mucho tiempo después
de que el cas ti go ha aca ba do. Kan -
ter, Busch y Rusch (2009) afir man
Carlos Miguel Zea Canal 1
que “es muy co mún para los clien -
tes con depresión crónica informar
de sus his to rias de una in fan cia con
castigos prolongados e inevitables
[…] El pun to im por tan te aquí es
que, para el clien te, el cas ti go ya no
se pro du ce y, de he cho, lle va sin pro -
ducirse durante mucho tiempo,
pero sigue ejerciendo fuerte influencia
so bre la con duc ta”.
Conoces a amigos o familiares
que dicen: “¿para qué hacerlo?
si sé que no va a salir bien”.
La investigación psicológica nos
indica que estas respuestas no deberían
ser interpretadas como falta
de motivación o falta de voluntad,
sino como una fun ción de sus his -
torias de castigo. Las personas se
sienten desesperanzadas.
Finalmente, ¿deseas ser una
persona de confianza para tus
hijos, tus alumnos o tus amigos?
Las personas que imponen castigos
se convierten en estímulos aver -
sivos, suscitando miedo y evitación,
y si el cas ti go es gra ve, este mie do y
evitación se generalizará y el resultado
fi nal es la fal ta de con tac to con re -
fuerzos positivos y depresión. Ser
muy consciente, cuidadoso y explicar
los castigos que realizas ayudará
a eliminar específicamente los comportamientos
no deseados sin disminuir
las bue nas in ten cio nes o las bue -
nas respuestas de la persona castigada;
de lo con tra rio po drías es tar lo -
gran do todo lo que quie res evi tar.
REFERENCIAS:
—Skin ner B.F. (1974). So bre el Con duc -
tis mo. Edi to rial Pla ne ta – De Agos ti ni
S.A. 1994. Bar ce lo na. Espa ña.
—Kanter J., Busch A.,Rusch L., (2009). Acti -
vación Conductual: Refuerzos positivos ante
la depresión. Espa ña.
1 Psicólogo. E–mail: cmiguelzeac@gmail.com
El Antoniano 126 – Junio de 2014 – ISSN 2223–3067 (edición impresa) – ISSN 2223–8662 (edición on–line) 195

NORMA PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS CIENTÍFICOS EN LA REVISTA EL ANTONIANO
ASPECTOS GENERALES
La re vis ta El Anto nia no; tie ne por fi na li dad la pu bli -
ca ción de ar tícu los cien tí fi cos que con tri bu yan al de -
sa rro llo a ni vel lo cal, na cio nal e in ter na cio nal, en los
di fe ren tes ám bi tos cien tí fi cos.
La re vis ta pu bli ca rá pre fe ren te men te ar tícu los de
in ves ti ga ción iné di tos, pero tam bién se con si de ra rán
tra ba jos de otros ti pos como los es tu dios de caso y
re vi sio nes teó ri cas (li bros y ar tícu los), que lue go de
ha ber sido apro ba dos por el co mi té cien tí fi co de la re -
vis ta se rán con si de ra das para su po si ble pu bli ca ción.
To dos los tra ba jos en via dos de ben ser iné di tos, di -
cho de otra for ma, no ha ber sido pu bli ca dos en nin -
gún otro me dio. Una vez en via do el tra ba jo el au tor
asu me in me dia ta men te que este será des ti na do para
su va lo ra ción y di fu sión, si así fue ra el caso.
Una vez pu bli ca do el ar tícu lo cien tí fi co el au tor o
au to res, trans fie ren los de re chos de co py right a la Re -
vis ta El Anto nia no de la Uni ver si dad Na cio nal San
Anto nio Abad del Cus co.
El co mi té cien tí fi co, se re ser va el de re cho de pu bli -
ca ción del ar tícu lo en el nú me ro de la re vis ta que con -
si de re opor tu no. De la mis ma for ma, el co mi té cien tí -
fi co en tien de que las opi nio nes y pun tos de vis ta ver ti -
das por el au tor o au to res son de su en te ra res pon sa -
bi li dad.
PRIMERO: EL ENVÍO
Los tra ba jos po drán en viar se me dian te tres ma ne -
ras:
I. ENVIANDO CORREO ELECTRÓNICO di ri gi do
a: Di rec tor de la Re vis ta El Anto nia no de la Uni ver si -
dad Na cio nal de San Anto nio Abad del Cus co, ad jun -
tan do los ar chi vos elec tró ni cos, a la si guien te di -
rec ción de co rreo elec tró ni co:
elan to nia no@un saac.edu.pe
II. ENTREGANDO EN LAS OFICINAS del Con se jo
de Pro yec ción So cial de la Uni ver si dad Na cio nal
de San Anto nio Abad del Cus co, Av. De la Cul tu ra
733, Cus co. En so bre ce rra do con te nien do la im -
pre sión, acom pa ña do de un com pact disc con te -
nien do los ar chi vos elec tró ni cos, di ri gi do a:
Di rec tor de la Re vis ta El Anto nia no.
III. POR CORREO REGULAR con te nien do la im -
pre sión, acom pa ña do de un com pact disc con te -
nien do los ar chi vos electró ni cos, con des ti na ta -
rio a:
Di rec tor de la Re vis ta El Anto nia no, Con se jo de
Pro yec ción So cial de la Uni ver si dad Na cio nal de
San Anto nio Abad del Cus co, Av. De la Cul tu ra
733, Cus co, Perú.
SEGUNDO: LA PRESENTACIÓN
El tra ba jo debe es tar es cri to en idio ma cas te lla no,
te ner una ex ten sión má xi ma de 25 ca ri llas a do ble es -
pa cio, equi va len te a 50,000 ca rac te res.
LAS PARTES DE PRESENTACIÓN DEL
TRABAJO debe con si de rar el si guien te or den:
1. LA PÁGINA PRIMERA se es truc tu ra rá, me dian te
el si guien te or den:
a. Tí tu lo del tra ba jo,
b. Nom bre y pri mer ape lli do del au tor o au to res y
gra do aca dé mi co y/o pro fe sio nal,
c. Nom bre y di rec ción de la ins ti tu ción,
d. Di rec ción do mi ci lia ria, di rec ción de co rreo elec -
tró ni co y nú me ro de te lé fo no del au tor res pon sa -
ble para la co rres pon den cia,
e. Agra de ci mien tos (si los hu bie ra), y
f. Tí tu lo abre via do del tra ba jo.
2. LA PÁGINA SEGUNDA de be rá con te ner:
a. Tí tu lo del tra ba jo,
b. Re su men (en un sólo pá rra fo, la ex ten sión nun ca
pue de ser su pe rior a 200 pa la bras),
c. Pa la bras cla ve (en tre 3 y 8).
3. LA PÁGINA TERCERA de be rá con te ner la tra duc -
ción y re dac ción en in glés del con te ni do de la pa gi -
na se gun da: tit le, abs tract y key words.
4. LAS PÁGINAS SIGUIENTES se de di ca rán al tex to
del tra ba jo, que con vie ne esté di vi di do en sec cio -
nes de li mi ta das (en los tra ba jos de in ves ti ga ción:
in tro duc ción, mé to do, re sul ta dos, dis cu sión, y re -
fe ren cias).
LAS TABLAS Y LAS FIGURAS se in clui rán des pués
de las re fe ren cias (cada ta bla y cada fi gu ra debe ir en
pá gi na apar te), irán nu me ra das co rre la ti va men te se -
gún su apa ri ción en el tex to, de bien do es pe ci fi car se
su po si ción en éste (in di car la ubi ca ción apro xi ma da
den tro del tex to). Las ta blas que se in clu yan, de ben
se guir los cri te rios de cla ri dad y sen ci llez. Las fi gu ras
no de ben ser tri di men sio na les, a me nos que exi ja el
di se ño es ta dís ti co. Debe po ner se ex tre mo cui da do
en no re pe tir, me dian te las ta blas o fi gu ras, la in for ma -
ción (da tos) ya con te ni da en el tex to, así como en no
so la par in for ma ción en tre ta blas y fi gu ras. Siem pre
que sea op ta ti vo, se acon se ja uti li zar ta blas en lu gar
de fi gu ras.
EL ESTILO DEL TRABAJO Y LA FORMA DE
NOMBRAR LAS CITAS Y REFERENCIAS, de be rá
ajus tar se a las nor mas in ter na cio na les de la Ame ri -
196 El Antoniano 126 – Junio de 2014

Norma para la publicación de artículos científicos en la revista El Antoniano
can Psycho lo gi cal Asso cia tion
(APA), las que se po drán con sul -
tar en el Ma nual de Esti lo de Pu -
bli ca ción de la Ame ri can Psycho lo -
gi cal Asso cia tion 5ª edi ción
2002, adap ta do para el es pa ñol
por la Edi to rial El Ma nual Mo der -
no. Sin em bar go, de ben de con si -
de rar se las si guien tes nor mas mí -
ni mas:
EN RELACIÓN A LAS REFE -
RENCIAS el au tor debe ase gu rar -
se de que, cada una de las re fe ren -
cias ci ta das in de fec ti ble men te, de -
ben fi gu rar en el apar ta do de re fe -
ren cias, que es ta rán en or den al fa -
bé ti co, y se ajus ta rán al for ma to
de li bro, ar tícu los de re vis tas cien tí -
fi cas, ca pí tu los de li bro, re fe ren cia
de in ter net, y ar tícu lo de do mi nio
pú bli co, re vis ta elec tró ni ca o base
de da tos li bre (mo no gra fía), de la
ma ne ra si guien te:
A. DE LIBRO: Ape lli dos, ini -
cial/es del o de los nom bres.
Año de pu bli ca ción en tre pa -
rén te sis. Tí tu lo de la obra en
cur si vas. Lu gar de pu bli ca -
ción: Nom bre de la edi to rial.
Ejem plo:
Toro, I. y Pa rra, R. (1997). Fun -
da men tos epis te mo ló gi cos de
la in ves ti ga ción y de la me to do -
lo gía de la in ves ti ga ción. Me de -
llín: Fon do Edi to rial Uni ver si -
dad EAFIT.
B. DE ARTÍCULO DE REVISTA
CIENTÍFICA: Ape lli do/s, ini -
cial/es del o de los nom bres.
Año de pu bli ca ción en tre pa rén -
te sis. Tí tu lo del ar tícu lo. Nom -
bre com ple to de la re vis ta en
cur si vas, nú me ro del tomo en
cur si vas, y, nú me ro del vo lu -
men en cur si vas, nú me ros com -
ple tos de la pri me ra y úl ti ma pá -
gi na del ar tícu lo. Ejem plo:
Mon te ro, I. y León, O. G.
(2007). A gui de for na ming re -
search stu dies in Psycho logy.
Inter na tio nal Jour nal of Cli ni cal
and Health Psycho logy, 7, 847 –
862.
C. DE CAPÍTULO DE LIBRO:
Ape lli do/s, ini cia les del o de
los nom bres. Año de pu bli ca -
ción en tre pa rén te sis. Tí tu lo
del ca pí tu lo, ini cia les y ape lli -
do/s del edi tor o re co pi la dor.
Tí tu lo del li bro en cur si vas.
Nú me ros de pri me ra y úl ti ma
pá gi nas del ca pí tu lo. Lu gar de
pu bli ca ción: Nom bre de la edi -
to rial. Ejem plo:
Arnau, J. (1995). Me to do lo gía
de la in ves ti ga ción psi co ló gi -
ca. En M. T. Angue ra, J. Arnau,
M. Ato, R. Mar tí nez, J. Pas cual
y G. Va lle jo (eds.): Mé to dos de
in ves ti ga ción en psi co lo gía, p.
23 – 43. Ma drid: Sín te sis.
D. DE INTER NET: Cuan do se
em plee este tipo de re fe ren -
cias debe in cluir se la to ta li dad
de la di rec ción URL. Si las di -
rec cio nes in clu yen nom bres
de au tor, se ci ta rán en el tex to
de for ma si mi lar al res to de re -
fe ren cias y se in clui rán, igual -
men te, en la sec ción de re fe -
ren cias. Si no in clu yen au tor,
se re fe ri rán el or ga nis mo o
aso cia ción, que se in clui rá si -
guien do el or den co rre la ti vo
se gún su apa ri ción en el tex to.
Ejem plo:
Orga ni za ción Mun dial de la Sa -
lud (2002). Infor me so bre la sa -
lud en el mun do 2002. Re du cir
los ries gos y pro mo ver una
vida sana. Extraído el 10 de ju -
nio de 2009 de http://www.
who.int/whr/2002/en/whr02
_es.pdf
E. DE ARTÍCULO DE DOMINIO
PÚBLICO, REVISTA ELEC -
TRÓNICA O BASE DE
DATOS LIBRE (MONO GRA -
FÍA). Cuan do se em plee este
tipo de re fe ren cias debe in cluir -
se la to ta li dad de la di rec ción
URL. Si las di rec cio nes in clu yen
nom bres de au tor, se ci ta rán en
el tex to de for ma si mi lar al res -
to de re fe ren cias, in di can do el
mes y día a lado del año, que se
in clui rán, igual men te, en la sec -
ción de re fe ren cias, si guien do
el or den co rre la ti vo se gún su
apa ri ción en el tex to. Ejem plo:
Lo de wijkx, H. F. M. (2001,
Mayo 23). Indi vi dual–group con -
ti nuity in coo pe ra tion and com pe -
ti tion un der var ying com mu ni ca -
tion con di tions. Cu rrent Issues
in So cial Psycho logy, 6 (12),
166 – 182. Extraí do el 14 de
Sep tiem bre de 2001 des de
http://www.uio wa.edu/
~grpproc/crisp/crisp.
6.12.htm
TERCERO:
EL PROCESO DE REVISIÓN
Una vez re ci bi do el co mu ni ca -
do de re cep ción del tra ba jo, el
cual será en via do por el co mi té
edi to rial de la re vis te (vía co rreo
elec tró ni co), se en via rá al con se -
jo edi to rial de la re vis ta, para su
eva lua ción y juz ga mien to so bre
la con ve nien cia de su pu bli ca -
ción.
En el caso de en con trar ob ser -
va cio nes, el co mi té en car ga do
co mu ni ca rá al au tor, para que en
un pla zo de 15 días haga las co -
rrec cio nes su ge ri das y vuel va a
re mi tir una nue va ver sión del tra -
ba jo, pa sa do este pla zo se de ses -
ti ma rá su pu bli ca ción.
El mé to do de re vi sión em plea -
do es de do ble cie go (ano ni ma to
de au tor y eva lua do res), sien do
un miem bro del con se jo edi to -
rial el en car ga do de es ta ble cer
con tac to en tre am bos.
CUARTO: LA PUBLICACIÓN
Una vez pu bli ca do el ar tícu lo,
el au tor re ci bi rá un ejem plar del
co rres pon dien te nú me ro de la
re vis ta El Anto nia no.
REFERENCIAS
—Ame ri can Psycho lo gi cal Asso cia tion: APA
Style: Re cu pe ra do el 7 de no viem -
bre de 2009 de: http://www.apast -
yle.org/ele cref.html
—Graham, S. (2006). Stra tegy ins truc tion
and the tea ching of wri ting: A meta–analy -
sis. En C.A. MacArthur, S. Graham y J.
Fitz ge rald (Eds.), Hand book of wri ting re -
search, p. 187–207. New York: Guil ford
Press.
—Hart ley, J., Pen ne ba ker, J. W. y Fox, C.
(2003). Abstracts, in tro duc tions and dis -
cus sions: How far do they dif fer in style?
Scien to me trics, 57(3), 389–98.
—Mu rray, R. & Moo re, S. (2006). The hand -
book of aca de mic wri ting: A fresh ap proach.
Mai den head: Open Uni ver sity Press.
El Antoniano 126 – Junio de 2014 197