Misioneros Oblatos de María Inmaculada Normas Generales para la ...

PRINCIPIOS
general confirme la admisión a los votos perpetuos y de la primera
obediencia es una indicación clara la naturaleza misionera de nuestra
Congregación y de nuestra disponibilidad para ir a la misión a cualquier
rincón del mundo.
263 Antes de recibir su primera obediencia cada oblato escribirá al
superior general expresando sus preferencias y cómo ve, como oblato,
su servicio al pueblo de Dios. Puede incluso expresar sus deseos
ya durante sus años de formación, después de haber reflexionado
ante Dios y buscado consejo (cf. R. 65d).
264 Para los informes que hay que hacer y el modo de proceder en
la presentación de un oblato al superior general para la primera obediencia
véase no. 321-322.
5.4.3.5.5 Diaconado permanente
265 En nuestra Congregación el diaconado es una etapa transitoria.
Contemplamos la vocación al diaconado permanente como una
situación excepcional que debe ser discernida siguiendo el procedimiento
descrito en la R. 67c. En cuanto a la formación para este ministerio,
cf. las directivas de la correspondiente conferencia episcopal,
así como el can. 236.
6. Formación permanente
(VC 69-71; PI 66-71)
266 Recordando la expresión de Pablo VI (EN 21) que el testimonio
es un elemento esencial del proceso de la evangelización, nos
hacemos mucho más conscientes de que lo que está en juego en la
formación permanente no es sólo lo que hacemos, sino lo que somos.
La vida misma de la congregación y su futuro y sin duda el éxito de
nuestra misión, dependen en buena medida de nuestra disponibilidad
para ocuparnos de nuestra propia renovación. "Escogidos para anunciar
el Evangelio' (Rom 1, 1), los oblatos lo dejan todo para seguir a
Jesucristo. Para ser sus cooperadores, se sienten obligados a conocerle
más íntimamente, a identificarse con él y a dejarle vivir en sí mismos"
(C. 2).
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