Misioneros Oblatos de María Inmaculada Normas Generales para la ...

NORMAS GENERALES PARA LA FORMACIÓN OBLATA
valoración sobre su evolución, examinando sus progresos, los fallos
observados, los interrogantes que quedan. Cuando un oblato pide
hacer sus votos perpetuos, es bueno invitarlo a participar activamente
en su evaluación personal, a fin de que, después de haberlo hablado
también con su director espiritual, pueda tomar una decisión libre y
responsable. El formando solicita por escrito hacer su oblación perpetua.
Afirma en su petición ser plenamente consciente de las obligaciones
que comporta este compromiso de por vida, y plenamente
libre para asumirlo (R. 65e).
248 Los miembros del equipo de formación estudian detenidamente
el expediente de cada candidato a los votos perpetuos y su
situación actual. Una decisión tan importante no puede dejarse al
juicio de una sola persona. Para los procedimientos véase
no. 302-313.
249 Otras personas -oblatos, laicos o religiosos- especialmente los
que viven en la misma comunidad o están en contacto con él por
razones de enseñanza o de ministerio, pueden ser también invitados a
dar su parecer.
250 Corresponde al provincial en consejo, quien debería conocer
personalmente al candidato, admitir a la oblación perpetua, y al superior
general en consejo confirmar esta admisión: ambos deben fundarse
en datos precisos para formarse un juicio con conocimiento de
causa. Por eso el informe presentando a un candidato para los votos
perpetuos debe tener toda la información necesaria para ello
(cf. no. 420). Lo ideal será llegar a un consenso. El parecer de los
miembros del equipo de formación debe ir con razones, especialmente
si es divergente. El superior o el responsable directo de los escolásticos
y hermanos, según el caso, expresa su opinión personal antes
de firmar el informe para la admisión a los votos perpetuos.
251 "Conviene que el religioso, en el momento de pronunciar los
votos perpetuos, haya alcanzado el grado de madurez espiritual suficiente
para que el estado religioso, al que se va a vincular definitivamente,
sea realmente para él un medio apto para conseguir más
fácilmente la perfección de la caridad, y no una carga demasiado
difícil de llevar" (Renovationis Causam, 6 ii).
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