Misioneros Oblatos de María Inmaculada Normas Generales para la ...

PRINCIPIOS
dades de trabajar con los pobres y compartir su vida. A través de un
proceso de evaluación, los formadores ayudarán a los formandos a
lograr la unidad en sus vidas y les capacitarán para percibir y comprender
las necesidades y aspiraciones de la gente a través de los
cuales el Señor les interpela (para una valoración de las actividades
pastorales véase no. 422-424).
5.3 Interiorización del carisma oblato
129 Fieles a nuestro propio carisma, la formación debe mantener
siempre su carácter oblato. El carisma oblato se realiza ante todo y
más eficazmente en la experiencia vivida de la vida oblata y de la
misión asumida en comunidad. Gracias a la atmósfera que esta experiencia
crea y a los medios que aporta, los formandos y los jóvenes
oblatos pueden descubrir, vivir y profundizar los diferentes elementos
del carisma. Esta experiencia se hace gradual y progresivamente,
en armonía con la naturaleza y los fines de cada etapa. Los formadores,
en el momento oportuno, señalan los elementos que entran en
juego, cuestionan actitudes y comportamientos, y llaman la atención,
cuando es necesario, sobre aspectos que son incompatibles con el
modo de vida oblato.
130 Para poder vivir el carisma uno debe ser objetivamente consciente
del mismo. El conocimiento del carisma ayudará a los candidatos
a ampliar su visión del mismo y a descubrir la rica variedad de
modos de vivirlo. Estimulará y sostendrá su generosidad y empeño
en el sentido del carisma.
131 Este conocimiento requiere un estudio de oblatología, que incluya
historia y tradiciones oblatas, familiaridad con la vida oblata en
su estado actual, un estudio serio de las Constituciones y Reglas y de
los elementos del carisma, reflexión personal y comunitaria sobre la
propia experiencia del carisma. Los elementos de oblatología deben
estar insertados en el conjunto del programa de formación (para un
programa de Oblatología véase no. 399).
132 La formación oblata centra la vida de la persona en el seguimiento
de Jesucristo en sintonía con el carisma oblato. Este principio
opera durante el periodo de formación primera de las siguientes maneras:
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