Misioneros Oblatos de María Inmaculada Normas Generales para la ...

NORMAS GENERALES PARA LA FORMACIÓN OBLATA
2.7 Un proceso centrado en la persona
(PI 29)
26 En su nivel más profundo, la formación se realiza en un diálogo
entre, por una parte, el amor de Dios que llama y da la fuerza de
responder y, por otra, el amor y la libertad del oblato que responde, y
acepta las consecuencias concretas de su respuesta.
27 Los formadores ayudan a los oblatos en formación primera a
discernir su llamada, y a responder a la voluntad de Dios. El discernimiento
permite a cada formando hacerse consciente de sus propias
ambigüedades para "verse" progresivamente tal como es a los ojos de
Dios. Esto conlleva un proceso permanente de auténtica reconciliación
consigo mismo.
28 La instrucción, el estudio, desenvolverse en diversos trabajos
apostólicos son algunos de los elementos necesarios que contribuyen
a la madurez humana y religiosa de la persona. Es esencial que los
valores de la formación oblata sean interiorizados. Cada uno debe
hacer propios de una manera personal aunque objetivamente auténtica
los diferentes valores y aspectos del carisma oblato, debe valorarlos
y sopesarlos, aceptarlos libremente como propios, y asimilarlos
en su propia vida.
29 Por respeto al carácter personal de nuestros formandos, los
formadores ayudan a cada miembro en formación, a lo largo de su
itinerario espiritual, a sacar provecho de su propia experiencia personal,
a darse cuenta de la acción del Espíritu Santo en sí, y a responder
más plenamente. Por respeto al contexto eclesial y oblato, los formadores
asisten a cada formando a apreciar plenamente las exigencias
objetivas de su llamada y de su discernimiento.
30 El fin de la formación oblata es formar hombres que dispongan
de estabilidad interior y madurez. Todos los elementos de la
formación humana, intelectual pastoral-misionera y espiritual están
expresamente relacionados entre sí, a fin de contribuir a la unificación
de la personalidad.
31 Cada persona, con sus valores culturales, merece el mayor
respeto. La formación oblata se funda en el reconocimiento de cada
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