Misioneros Oblatos de María Inmaculada Normas Generales para la ...

NORMAS GENERALES PARA LA FORMACIÓN OBLATA
376 En el caso de un miembro de un instituto secular o sociedad
de vida apostólica que quiere unirse a los oblatos, debe observarse
el siguiente procedimiento:
• Se debe seguir el mismo procedimiento indicado en el no. 375,
excepto que, además del consentimiento de las dos autoridades
supremas (de los oblatos y del instituto secular o de la sociedad
de vida apostólica) se debe obtener el permiso de la Congregación
para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades
de Vida Apostólica, y seguir las indicaciones que den, de
acuerdo con el caso.
• Quedará incardinado en nuestra congregación con su profesión
perpetua (cf. can. 268 § 2), y excardinado de la iglesia particular
en la que fue admitido, o de su anterior instituto secular, si
ese instituto tenía potestad de la Santa Sede para incardinar a
sus miembros (cf. can. 266 § 3).
377 En el caso de un diácono o sacerdote diocesano que quiere
unirse a los oblatos, debe observarse el siguiente procedimiento:
• Después de que el clérigo (diácono o sacerdote diocesano) haya
hecho la petición formal a su superior competente, el Provincial
(cf. can. 641; can. 644), a quien corresponde admitir
candidatos al noviciado, debe consultar al ordinario del solicitante,
antes de admitirle al noviciado. Su ordinario es el obispo
de la diócesis donde está incardinado; en el caso de sede vacante
o impedida, se puede consultar al Vicario General, al
Administrador Diocesano, u otra persona que actúe legítimamente
como ordinario del lugar. La condición impuesta por el
Código de Derecho Canónico no se cumple por el simple hecho
de que el susodicho clérigo haya informado a su ordinario
de su intención de unirse a los oblatos. El ordinario debe ser
consultado formalmente y debe dar su juicio por escrito, el
cual será guardado en el expediente del solicitante
(cf. can. 269).
• Sin embargo, el consentimiento del ordinario puede ser indispensable
en ciertos casos de especial necesidad pastoral, como
por ejemplo, en el caso de un párroco sin posibilidad de ser
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