Misioneros Oblatos de María Inmaculada Normas Generales para la ...

NORMAS GENERALES PARA LA FORMACIÓN OBLATA
presentar, aunque sea rápidamente, los principales rasgos de la persona,
y centrarse en las habilidades pastorales necesarias para el ministerio.
Puede volverse sobre los puntos que exigen una atención
particular y que fueron señalados en el momento de la admisión a la
oblación perpetua. Las dudas que persisten y las razones para ello
deben exponerse claramente.
320 Estos informes deben tener en cuenta: cualidades espirituales,
cualidades intelectuales; capacidad para relacionarse con personas de
condición y edad diferentes; relaciones con grupos; cualidades de
liderazgo; fortaleza de carácter y capacidad para incentivar; cualidades
para construir la comunidad; cualidades para dar consejo; habilidad
para ayudar a los otros, para comprender sus problemas; buen
juicio; prudencia pastoral; capacidad comunicativa: capacidad del
escolástico de transmitir lo que ha aprendido; cualidades como celebrante,
en beneficio del bien de la oración común de diferentes comunidades
(para un esquema véase no. 427-428).
7.3.5 Primera Obediencia
321 El informe para la primera obediencia es redactado por el superior
del oblato en formación, con la ayuda del equipo de los formadores.
Se presenta como la conclusión de la formación primera,
con miras al trabajo apostólico al que el oblato va a ser destinado. Se
trata de un informe de síntesis; no tiene, pues, muchas cosas nuevas y
recoge, en gran parte, lo dicho para la admisión a los votos perpetuos
y, si es el caso, para la presentación a las órdenes. Indica con claridad
las aptitudes del oblato para éste o aquel tipo de ministerio, sus cualidades
y competencias, y las áreas de especial preocupación. Es
enviado al provincial que, a su vez, lo reenvía al superior general tras
añadir su opinión y la de su consejo. Deberían dar también sus recomendaciones
sobre el futuro ministerio apostólico.
322 Al final de su primera formación, el oblato escribe una carta
solicitando la primera obediencia. Es una carta personal, firmada,
con fecha y enviada directamente al Superior General. Cada oblato la
escribe a su manera. Esta carta es confidencial y estrictamente reservada
al superior general en persona. Comprenderá los puntos siguientes:
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