Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

88 NOCHES CON L08 ROMANISTAS.
na significar una Iglesia visible, sino invisible. Examinemos
uno á uno todos los artículos del Credo:
«Creo en Dios, Hacedor del cielo y de la tierra;»
claro
está que Dios es una cosa invisible. «Y en Jesucristo
su único Hijo:» también Jesucristo es hoy para
nosotros invisible, y por eso creemos en él. «Creo en
el Espíritu Santo;» «creo en el perdón de los pecados,
la resurrreccion de la carne, etc.» Vemos, pues, en
todos estos artículos, lo que antes dejo sentado: que
creer es dar su asentimiento á cosa que no se ve; pues
en el momento en que esa cosa caiga bajo el dominio
de nuestra vista, deja ya de ser objeto de la fe.
Hallándose, pues, la «Iglesia Católica» entre los
artículos de nuestra creencia, debe ser una iglesia
invisible, y
quiere decir indudablemente, el conjunto
de todas las almas redimidas, estén ya en el cielo 6
permanezcan aun en la tierra, y que son las que forman
la verdadera Iglesia de Cristo. Es indudable,
pues, que ese artículo del Credo trata del cuerpo de
fieles redimidos, que, aunque no sean vistos por nosotros,
son conocidos por Aquel de quien está escrito:
«el Señor conoce á los suyos» y sabe quiénes son los
que constituyen la «asamblea general- ó Iglesia de
los primogénitos, cuyos nombres están escritos en el
cielo.» Trata de la iglesia triunfante ó que ya goza en
el cielo, y de la iglesia militante, ó que lucha todavía
en la tierra. Cuyos verdaderos miembros ningún hombre
puede discernir.
Esta explicación satisface á muchas personas, que
buscan de buena fe la verdad. Pero hay muchas, que
con nada se satisfacen, y empapadas en las lecturas
de los hombres, más que en el libro de Dios, que son