15.11.2014 Views

Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LA CATOLICIDAD DE LA IGLESIA. 85<br />

romana la próxima noche de sermón y daríamos principio<br />

á la controversia.<br />

A la hora señalada, me presenté en efecto acompañado<br />

de otro ministro. Toda la congregación, que<br />

escuchaba la plática del sacerdote, nos dejó franco el<br />

paso, hasta que llegamos al pie del mismo altar frente<br />

al sacerdote, que predicaba. Este, sorprendido con<br />

mi presencia, continuó aún algún tiempo su discurso,<br />

pero sin cohesión ni concierto. Iba después á retirarse<br />

á la sacristía, cuando le <strong>entre</strong>gué <strong>un</strong>a carta, manifestando<br />

que aceptaba el desafío, y estaba dispuesto á<br />

darle principio en aquel mismo instante.<br />

El público esperaba con ansiedad <strong>un</strong>a discusión,<br />

que era ya inevitable, después de lo que habia sucedido;<br />

mas el buen sacerdote, doblando la carta, dijo<br />

en<br />

alta voz:—La iglesia romana es la «santa Iglesia<br />

católica;» así lo sabemos <strong>los</strong> <strong>romanos</strong>, que estamos en<br />

posesión de esta verdad, y por lo tanto es inútil cualquier<br />

investigación que quiera hacerse;— y se retiró á<br />

la sacristía.<br />

N<strong>un</strong>ca olvidaré la escena que<br />

entonces presencié.<br />

El pueblo se disgustó altamente; muchos se quejaron<br />

de la timidez óc obardía del sacerdote; no pocos me<br />

suplicaron tomase yo allí mismo la palabra, é hiciese<br />

<strong>un</strong>a plática, y toda la congregación tomó <strong>un</strong> carácter<br />

tempestuoso, que casi me aterró.<br />

me faltaron las fuerzas, y casi llegué<br />

de haber aceptado el desafío; pero<br />

Por <strong>un</strong> momento<br />

á arrepentirse<br />

Aquel cuya causa<br />

yo iba á defender, sostuvo mi debilidad, y me dió<br />

consejo y apoyo. Comprendí, que si yo tomaba la palabra<br />

en aquella capilla católica, sobre cometer <strong>un</strong>a<br />

imprudencia, me expondría al rigor de la ley, y así

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!