Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

LA LECTURA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS. 41
de hembra, figura de algún animal que sea en
la tierra,
ni figura de ave alguna alada que vuele por el
aire, figura de ningún animal que vaya arrastrando
por la tierra, ni figura de pez alguno que haya en el
agua debajo de la tierra; y porque alzando los ojos al
cielo, y viendo el sol, y la luna, y las estrellas, y todo
el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines á
ellos, y les sirvas; que Jehová tu Dios los ha concedido
á todos los pueblos debajo de todos los cielos.)»
También en Jeremías 10. 2-5, se lee: «No aprendáis
el camino de las gentes, ni de las señales del
cielo tengáis temor, aunque las gentes las teman; porque
las ordenanzas de los pueblos son vanidad: porque
leña del monte cortaron, para obra de manos
de artífice con azuela. Con plata y oro lo engalanan;
con clavos y martillo lo afirman, para que no se salga.
Como una palma lo igualan, y no hablan: son llevados
porque no pueden andar. No tengáis temor de
ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien
tienen poder.»
Estos textos son muy fáciles
de entender, y prohiben
de todo punto las imágenes y pinturas, y el prosternarse
ante ellas para adorarlas ú orarles. Costumbre
pagana llaman á esto las
Escrituras. Ahora bien,
la iglesia romana permite y autoriza tales imágenes,
y hallándolas prohibidas por la Biblia y temiendo que
el pueblo se entere de esta prohibición,
privó al pueblo
su lectura con el fútil pretexto de que no la entenderá.
Hablemos ahora del matrimonio de los sacerdotes^
que la iglesia romana llama sacrilego.