Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

•274 NOC'H EN CON I.08 ROMANISTAS.
ron en la mugre del Cordero.» Apocalipsis 7. 14. En
estos y en otros pasajes innumerables de la Sagrada
Escritura, no se hace mención alguna de otro modo
de purgar los pecados, sino solamente por medio il
la
sangre de Jesucristo. Y es tal la virtud de esa sangre,
que alcanza á borrar y limpiar otodos los pecados»
y «toda maldad,» lo cual incluye, no solamente los pecados
mortales, sino también los veniales. Por tanto,
el creer, según la iglesia romana enseña, que algo
queda para ser purgado ó limpiado por las llamas del
purgatorio, no es otra cosa que tachar la sangre de
Jesucristo; es creer que la sangre de Cristo no limpia
de todo pecado; es creer que la sangre de Cristo ha
hecho la cosa á medias; es creer que el purgatorio
puede perfeccionar lo que Cristo no pudo llevar á
cabo, y que por lo mismo es más eficaz que la sangre
del Hijo de Dios.
Mi compañero acogió con toda su alma la verdad
de que el sacrificio de Cristo hizo una completa expiación,
y nos consiguió un perdón perfecto de todos
nuestros pecados. Cuando yo leia un versículo tras
otro, sus ojos brillaban, sus mejillas se encendían y su
rostro se animaba de alegría; al paso que sus exclamaciones
mostraban que las Sagradas Escrituras iban
produciendo en él su efecto especial de santificar, consolar
y salvar.
Después de algún tiempo me dijo, que le habían
enseñado siempre, y que así dice el catecismo romano,
que cuando las Escrituras dicen que el Señor Jesús
quitó y perdonó los pecados, sólo quieren decir
que quitó ó perdonó la criminalidad del pecado, mas
no el reato del pecado, es decir, la obligación de sufrir
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