Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

254 NOCHES CON LOS ROM ANI8TA8.
como dechado perfecto que debemos imitar. Su misericordia
y bondad, su amor y benevolencia, su pureza
y santidad, su vida admirable y su muerte expiatoria:
este es un principio bello y eficaz que no irrita, no
enagena, antes bien concilia las voluntades y excita
las simpatías. Ningún católico-romano dejará de interesarse
con esto, que es uno de los lazos más poderosos
para atraerle á Cristo.
Si des pues descendemos ya á poner de relieve la
autoridad de sus palabras, lo santo de sus enseñanzas
y de sus preceptos, la vida y afecto de que iba siempre
acompañado todo cuanto salia de sus labios, es
indudable que habremos dado otro paso muy avanzado
y muy ventajoso para cerrar todos los labios que
quieran hacer objeciones, y acallar todos los pensamientos
que tuvieran la pretensión de entrar en competencia
con los pensamientos de Jesús.
Después de esto, y viniendo ya al punto de que
nos estamos ocupando en este capítulo, podemos hablar
de la inviolabilidad sagrada y esencial de los
sacramentos. Los católico-romanos creen, como nosotros,
que los sacramentos son unos ritos
instituidos
por Jesucristo, como signos de nuestro parentesco
espiritual con El, por lo cual deben tener para todos
un carácter peculiar y sagrado. Aun aquellos que no
quieren reconocer las Escrituras como única regla de
fe y de moral, tendrán que convenir
con nosotros en
los principios sentados, y usando de ellos, vamos ahora
á argüir contra lo
ó sea la comunión del sólo pan.
III.
que llamamos Media comunión,
¿Es bíblico ni ajustado á la razón el proceder
de la iglesia romana, que después de consagrar las