Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

EL SACRIFICIO DE LA MISA. 205
tro Señor Jesucristo en la cruz es el sacrificio únicoy
suficiente para la expiación del pecado: que todos-
Ios demás sacrificios de toros, machos de cabrío y corderos
bajo la ley levítica no eran más que sombra y
figura de este que es la realidad y sustancia de aquellos:
que ningún otro sacrificio sino este solo satisfizo
procuró para nos-
las exigencias de la ley divina, y
otros la remisión de los pecados.
Esto nos dicen las Santas Escrituras; esto creen en
conformidad con ellas los protestantes en contra de
los católico-romanos, que aseguran que la misa es un
verdadero sacrificio expiatorio de los pecados, así délos
vivos como de los muertos. En qué iglesia
verdad, las Escrituras lo han de decir: veámoslas.
está la
I. En el capítulo ya citado de Isaías se nos pinta
á Jesucristo como la víctima del verdadero sacrificio:
«El fué herido por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados. El castigo de nuestra paz sobre él
y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas; cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado
de todos nosotros.» El apóstol Pablo en Hebreos
9. 11-14, dice también: «Mas estando ya presente
Cristo, Pontífice de los bienes que habían ya de venir,
por otro más amplio y más perfecto tabernáculo, no
hecho de manos, es á saber, no de esta creación; y no
por sangre de machos cabríos ni de becerros, más por
su propia sangre, entró una sola vez en el santuario,
habiendo obtenido para nosotros eterna redención.
Porque si
la sangre de los toros y de los machos cabríos,
y
la ceniza de la becerra rociada á los inmundos,
santifica para la purificación de la carne, ¿cuánto