Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

200 BOCHES COI» LOS ROMANISTAS.
Trascendental es esto en una iglesia como la romana,
cuja esencia, 6 elemento principal de vida es el
órden sacerdotal, en términos que quitado este, aquella
iglesia no tiene razón de ser, está muerta. Pero es
lo cierto, que tal pretensión carece por completo de
fundamento en las 8antas Escrituras. Según ellas
hay un presbiterado, pero no un sacerdocio. Nos hablan,
sí, frecuentemente de los «sacerdotes» y «ancianos»
de los judíos; pero la traducción más propia
de tales palabras es «sacrificadores» y «presbíteros.»
Los primeros cesaron desde el momento en que cesó
la ley antigua; eran tipos del gran Sacerdote ó Sacrificado^
así como sus sacrificios lo eran también del
sacrificio de Jesucristo; pero una vez consumado éste,
ya aquellos desaparecieron y por lo tanto desaparecieron
los sacerdotes ó sacrificadores. Los segundos,
es decir, los ancianos ó presbíteros continuaron, 6
más bien su nombre bajo el Nuevo Testamento, siendo
conferido al ministerio cristiano.
III. También se nos objetan el pasaje 1. a de Pedro
2. 5, donde el clero es llamado «sacerdocio santo,»
y el vers. 9 donde se le llama «sacerdocio real,» y el
Apocalipsis, donde los miembros del clero son llamados
«reyes y sacerdotes,» y en todos estos pasajes, se
dice, la palabra original del griego significa un sacerdocio
que ofrece sacrificios.
No lo negamos; mas haremos observar que ese nombre
de sacerdotes no es dado al clero solamente, sino
al conjunto del pueblo de Dios, á los hombres y mujeres,
á los ancianos y á los niños. Eu el versículo 1.°
de la carta de San
Pedro se ve que es dirigida á los
extranjeros que están dispersos por el Pouto, Gala-