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Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

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l¿0 NOCHES CON LOS ROMANISTAS.<br />

tenerlo. No negamos, como ántes se ha dicho, que<br />

Dios pueda compartirlo;<br />

pero era preciso que nos lo<br />

declarase de <strong>un</strong> modo solemne, claro y terminante.<br />

Tercero.<br />

Si <strong>los</strong> hombres creyesen que <strong>los</strong> sacerdotes<br />

tenían la facultad de perdonarles sus pecados, serian,<br />

porque así debían ser, humildes esclavos de<br />

el<strong>los</strong>. ¡Ah! en las Escrituras, en la historia y en la<br />

experiencia, vemos cuántas humillaciones, cuántos<br />

sacrificios pec<strong>un</strong>iarios, y hasta sacrificios de sus mismos<br />

cuerpos hace el hombre por ver perdonados <strong>los</strong><br />

pecados de su alma, y todo lo sacrificaríamos en ocasiones<br />

por ello, resultando de aquí, que el m<strong>un</strong>do<br />

seria <strong>un</strong> esclavo del sacerdote, y el sacerdocio vendría<br />

á ser el tirano de nuestras haciendas, nuestras personas<br />

y hasta nuestras vidas. El libertino más desenfrenado,<br />

el asesino, el<br />

ladrón, todos se esforzarían en<br />

comprar del sacerdote el perdón de sus pecados. El<br />

rico elegiría <strong>un</strong> confesor servil,<br />

compraría <strong>un</strong> sacerdote<br />

pobre, adularía al indulgente, y sin gran trabajo<br />

obtendría el perdón de sus pecados. Esto nos dice la<br />

historia y la experiencia. Y si esto se admitiese, el<br />

mismo paganismo no seria peor.<br />

Cuarto.<br />

¡Y qué tentaciones y peligros van enlazados<br />

con el confesonario! Es bien sabido, que si el<br />

hombre ha llegado á descubrir el secreto del corazón<br />

de la mujer, secreto anidado en lo más recóndito de<br />

su pecho, el secreto de su pecado, de su crimen, de<br />

sus propensiones más depravadas ó de sus pensamientos<br />

impuros, ya es dueño absoluto de aquella<br />

mujer. ¿Qué no conseguirá ya de ella, si la amenaza<br />

con el descubrimiento de aquel secreto? ¿Qué le negará<br />

aquella desgraciada, si se ve amenazada con <strong>un</strong>a

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