Discusiones-entre-un-protestante-y-los-catolico-romanos

114 NOCHES CON L08 KOMANI8TA8.
ventada y sostenida por la iglesia romana, y que se
encarnó tanto, merced á las tinieblas y superstición
de la Edad Media que tan bien supo explotar esta
iglesia, en las nociones religiosas y en los libros teológicos,
que ni aun al tiempo de la Eeforma se descubrió,
ni fue arrojada enteramente de la iglesia.
Mas el tiempo y el estudio han hecho conocer la verdad,
y es que «no á los ministros solamente, sino á
toda su iglesia compuesta de aquellos y
de los legos,
es á quien pertenece el poder de atar y desatar.»
III.
Supuesto ya lo dicho, debe ahora discutirse,
cuál es el verdadero sentido de las palabras del Señor,
y cuál la naturaleza del poder que conceden.
Para esto debemos decir que pueden distinguirse
tres clases de perdón. 1. a La de aquel que perdona
las ofensas ó injurias hechas á su persona.
Este poder
lo tienen todos. 2. a La de una corporación, que
habiendo recibido una ofensa, comisiona á alguno de
sus miembros para comunicar al ofensor el perdón.
En este caso parecen los más idóneos para esta comisión
los ministros de la iglesia, cuando la iglesia es la
corporación ofendida: mas lo hacen como representantes
ó delegados de la iglesia, y no como delegados
de Dios: su poder viene de la iglesia y no de Dios.
3. a La del que declara al ofensor el perdón concedido
por otro, por ejemplo, la de aquel que proclama el
perdón de Dios al pecador arrepentido. Esto puede
hacerlo el lego lo mismo que el ministro; mas el segundo
es el autorizado para hacerlo, y el primero no.
Cuando un reo es indultado por el príncipe, cualquier
ciudadano que entre en la cárcel puede anunciárselo;
mas sólo el empleado del príncipe es el que puede